Vecino Insoportable *Niall Horan y tú* Comedia romance y Hot

Capítulo 1

Oh, no, no, no Dios mío!!!— chilló _____ con incredulidad mientras observaba a sus hermosos tulipanes de colores rosa y lila ser arrancados brutalmente de la tierra. Se alejó de su escritorio y salió corriendo hacia la puerta principal. Ella iba a matarlo esta vez, no había duda de ello. Por Dios que iba a ahacerlo.

Después de 4 largos años de estupideces y tonterías, él por fin había llegado demasiado lejos.En su antiguo departamento, su compañera de piso no había sido siquiera capaz de molestarla tanto como lo hacía él, incluso cuando pasó por su período de seis meses sin bañarse o usar desodorante para ‘salvar el planeta’.

4 años atrás, _____ había estado orgullosa de poder comprar al fín su casa propia, a la edad de 20 años. Había trabajado tan duro, sudando su trasero, para comprar la casa de sus sueños. La experiencia de ser propietaria era mejor que cualquier cosa que pudiera haber imaginado.

Pasó horas y horas eligiendo la combinación perfecta de colores para cada habitación, limpiando, organizando y golpeando cada venta de garaje en un radio de 30 millas, tratando de transformar aquella casa, en un verdadero "hogar"... Nada de ese trabajo podría incluso comenzar a compararse con las incontables horas que pasó en el césped de su jardín.Había sufrido innumerables ampollas, cortes, picaduras de abejas y dolores de espalda,pero ella logró convertir finalmente su aburrido patio en un paraíso.

Su alegría duró tan solo 6 meses. Fue entonces cuando él se mudó a la casa de al lado. Al principio estaba emocionada de tener un vecino, uno que no era anciano y malhumorado. Todo su placer terminó en el momento en que conoció a Niall Horan.

En los primeros diez minutos de su llegada se había apoyado en su buzón de correo, derramado decenas y decenas de envolturas de comida rápida de su coche en la propiedad de ella, tras lo cual rápidamente hizo su camino sobre su césped y orino en el viejo y grande árbol que había en su jardín delantero con una tímida sonrisa y un encogimiento de hombros en su horrorizada dirección.

El chico era un bárbaro.

Por los próximos 4 años, él volvió su pintoresca vida una maldita y orrorosa pesadilla. No estaba segura de cómo una persona logró tomar todo el control sobre su felicidad, pero él lo hizo. Con los años ella aguantó bolitas de paintball decorando la ropa colgada en su tendedero, la música fuerte, las fiestas hasta altas horas de la noche <>, dos veces encontró gente desnuda tratando de trepar por la cerca que dividía las casas, para bañarse desnudo en su piscina, borrachos jugando baloncesto a las 4 de la mañana, mujeres lanzando ataques histéricos en su jardín delantero y a veces en el de ella cuando el idiota se negaba a salir y tratar con ellas.

Lo que lo hacía peor era que ambos trabajaban en la misma escuela secundaria, en el mismo departamento y en aulas contiguas. No paso mucho tiempo para que él convirtiera su trabajo y su casa de ensueño en una maldita basura. En el trabajo tenía que tratar con sus constantes ‘apropiaciones’ de cosas de su salón como papel, lápices, libros y hasta su escritorio una vez.

Él parecía creer que era el hombre más encantador en la tierra y no tenía ningún problema en utilizarlo para salirse con la suya, dejándola a ella con trabajo adicional y responsabilidades mientras que él llegaba a ser el despreocupado maestro. No le tomó mucho tiempo darse cuenta de que tendría que aguantarse eso en el trabajo. No había forma de que pudiera conseguir uno mejor. Había tenido suerte al conseguir ese. Así que la única opción que le queda era mudarse.

Transcurrido el primer año trató de vender su casa,claramente sin éxito alguno. Cada vez que un posible comprador estaba alrededor, él los había asustado solo por ser Niall. Ella abandono la idea de vender su casa por los próximos 2 años y la puso de nuevo este año, cuando él agarro un palo de golf y le disparó a tres de sus ventanas.

Después logró ahuyentar a quince posibles compradores por salir a recoger el correo en sus calzoncillos, o con un ataque particularmente memorable de rabia cuando lanzó su computadora por la ventana acompañado de un fuerte estruendo, y por supuesto el cuidado o la falta del mismo de su propiedad.

Su césped estaba cubierto de malas hierbas. Era el hábitat elegido por las pequeñas criaturas del bosque. La casa necesitaba un serio trabajo de pintura, o al menos una limpieza por toda la pintura que había caído al suelo durante los años. Si él personalmente no asustaba a alguien al salir, su casa hacia el trabajo. Ella renuncio a su sueño de mudarse 2 meses atrás y se conformó orando porque él se mudara pronto, muy pronto.

Ahora él iba tras sus bebés. Esto no sucedería, ella no lo permitiría. Ya era suficiente. En los últimos cuatro años se había mordido la lengua, con demasiado miedo para quejarse ya que su timidez no se lo permitía. Siempre había sido así, incluso cuando era una niña.

Siempre fue la tímida y tranquila chica cuatro ojos con su nariz en un libro, esperando que nadie la notara. No era que no fuese una persona muy social,claro que lo era. Tenía más que ver con el hecho de que era una enorme gallina. Cuando los otros niños la acosaban y molestaban, ella se encogía de hombros, incapaz de lidiar con ello. Esa mala costumbre la siguió hasta la edad adulta.

Se hizo peor con los apuestos hombres como Niall. Su pelo rubio como el trigal , ojos celestes como el mar, sonrisa perfecta y una cincelada belleza que la ponía tan nerviosa que le sudaban las manos y hasta los pies. Simplemente no era buena tratando con las personas.

Cuando ella atrapo a su compañera de cuarto robando su dinero y su comida ¿Qué hizo? Evito su habitación hasta después de las dos de la mañana, cuando sabía que ella estaría dormida y luego corrió fuera de allí antes de que ella se despertara por la mañana. Lo mismo podría decirse cuando los pocos novios que se las arregló para tener en los últimos años se aprovechaban de ella.

En vez de echarlos como debería de haber hecho, se retrajo en sí misma, sabiendo que eventualmente se aburrirían y seguirían adelante. Sí, era una gallina. Esa era la única razón por la qué Niall Horan había llegado tan lejos con su comportamiento durante los últimos cuatro años.

Ya no más. Las flores eran el colmo. Su abuela le había dado los bulbos de su propio jardín cuando compró la casa y ella las amaba con todo su corazón.