Blackbird {One-Shot | Kevin Jonas y tú}

Blackbird

"Dulce, pasión, ternura, hot,
no podía ser que este hombre pudiera hacerme sentir
de tantas formas, con un simple beso."

La noticia se había corrido rápido. Tan solo había pasado un día, un misero día, y las revistas ya sabían sobre la “gran noticia”. A decir verdad, muchos pensaban que era una locura, una locura de la que ya no había retorno. Yo pensaba lo mismo cuando acepte, pero al mismo tiempo, no iba dejar pasar está oportunidad. Una oportunidad única, que me abriría muchas puertas en el mundo de Hollywood, y en todo el mundo. Aunque no todos estaban de acuerdo, ellos, los tres chicos de New Jersey no parecían estar contentos con la noticia, ¿Pero quien lo estaría? Una chica llega, a una banda de hombres, hombres con orgullo, hermanos, y yo, solamente una chica que ni siquiera venía del mismo País. Me odiaron desde el primer día, no sabía la razón, solo lo hacían. Yo también me odiaría, si llegara a una banda perfectamente conformada para ocupar lugar, un lugar que apenas alcanzaba para los tres, y ahora llegaba otra más. Latinoamericana, con una excelente voz, digna de un ángel, curvas que mataban, y sobre todas las cosas, solo tengo 15 años. Esa era la descripción que me daban los productores, haciéndome parecer una diosa griega, cuando realmente, era todo lo contrario. No decía que no tenía talento, o algo por el estilo, pero tampoco era “digna de un ángel”. Gringos que agrandaban todo, odiaba eso. Aún recuerdo el primer día, cuando llegue con mi pequeña maleta, y comencé a tocar cada puerta de cada productor que había en Los Ángeles. A ninguno lo convencía, otros decían simplemente que era demasiado chica. Todas las respuestas eran iguales, ninguno se dignaba a dar una excusa valida, o al menos la verdad. No era el prototipo Disney que buscaban. Claro, yo llegaba a su oficina, vestida de negro, con mi música totalmente diferente, que ni siquiera era Pop. Era un “bicho raro” para ellos. Pero bueno, al menos alguien logró ver mi potencial. Llegue a la oficina del Señor Jonas. El no dudo un segundo en contratarme, y colocarme en una banda, sin esperarse que sus mismos hijos no estaban de acuerdo con eso.

Flashback

-Bien chicos, ¿Saben para que los llame?-Joe quiso contestar, pero el Señor Jonas no lo dejo-Exacto, no saben. Debo decirles algo importante, demasiado diría.-Se sentó en su gran sillón, extendiendo sus brazos en el escritorio.
-Puedes dejar el drama y decirnos de una vez-Nick, el menor de la banda, hablo desde la esquina de la oficina, mientras miraba hacía el vacío por la ventana.
-Nicholas, siéntate por favor-Nick lo fulmino con la mirada-Bien, como saben, está estipulado comenzar con las grabaciones de su nuevo CD en una semana, ¿Verdad?-Los tres chicos asintieron- Pues, muchas veces hablamos sobre, incluir una voz femenina…-No termino la frase, cuando la bella morena, de ojos cafés entro por la puerta.
-Perdón por llegar tarde-Su voz reboto por la oficina, dejando a los tres chicos perplejos.
-Por dios, no llega tarde señorita, llega en un buen momento, justo a tiempo-El Señor Jonas se levanto de la silla, y se acerco a la morena-Ella es Invitado, Invitado ellos son mis hijos, The Jonas Brothers.

Los tres chicos seguían en la misma posición, ninguno emitía sonido, y eso hacía que Invitado se pusiera más nerviosa. El aire se cortaba con tijeras, y nadie se atrevía a dar el primer paso. Los tres hermanos intercambiaron miradas, y luego se dirigieron a su padre.

-No creemos que sea…adecuado, agregar a una chicas-Joe rompió el silencio.
-¿Cómo que no creemos? ¡DIOS MIO! No pueden juzgar a una persona antes de conocerla, créanme, que Invitado los ayudara a todos mucho, tiene un gran talento, y no es para que lo desperdicien así.-Los tres miraron a su padre algo apenados, aunque la mirada de Nick decía otra cosa.
-¿Y nosotros no somos suficientes?-Nick seguía con la misma mirada de molesto, y su tono lo acompañaba a la perfección.
-Nunca quise decir eso, solo que ella sería un gran apoyo en su música.
-Si claro-Nick suspiro, molesto, tirando su espalda hacía atrás.
-Nicholas, no puedo permitir que me hables a si-El padre se llevo su mano a la cabeza, acariciando su cabello-¿Saben? Los veo mañana a primera hora a los cuatro, lamento lo que paso Invitado, espero que para mañana mis hijos se comporten como lo que son-Así, todos nos retiramos de la oficina.

Fin Flashback

Ahora caminaba por las calles de Los Ángeles, sin rumbo alguno, solo caminaba. No quería volver al estudio, las cosas con los chicos estaba cada vez peor. Habíamos intentado grabar algunas canciones, pero siempre terminaba igual.

Flashback

- No, we’re not gonna stop. When they hit the lights. When the rhythm is gone. Do the one thing right. When the music stops. For me is that you won’t let it go. Keep dancing until tomorrow.
- Corte!-Grito Joe, interrumpiendo mi solo.
- ¿Qué paso?-Dije con la respiración algo agitada, el grito me había tomado por sorpresa.
- ¿Qué que pasa? ¿No es obvio? Estás fuera de tiempo, y ni siquiera llegas a las notas
- ¿Perdón? No se si alguna vez te escuchaste cantar, créeme, que hasta un perro lo hace mejor.
- Acá no estamos para juzgar como canto yo, así que hazle un favor al mundo, y pégale a las notas.
- Mira, no puedo pegarle a las notas, por que no existen, pero se de alguien que si existe, y que perfectamente le puedo pegar-Intente salir de la sala de grabación, para darle su merecido a Joe, pero en ese momento, Kevin intervino.
- ¿Pueden dejar de pelear? Ya hartan. Joe, ella lo estaba haciendo perfectamente, y Invitado, no hace falta llegar a la violencia, ¡sigamos!-Kevin salio de la sala, y tomo el lugar de Joe, que salio enfurecido del lugar.
- No le hagas caso, empecemos-Empezamos de nuevo, y le puse todas mis ganas, para de una vez por todas, cerrarle la boca a Joe.

Fin Flashback

Estos chicos me volvían loca, pues el repentino cambio de actitud de Kevin era algo sorprendente. Aunque, según había leído, y me habían contado, Kevin siempre fue más abierto que sus hermanos. Mi celular sonaba, pero no pensaba atender, para nada. Tenía mi decisión tomada, no pensaba volver, no para seguir siendo el juguetito de Nick y Joe. No pensaba rebajarme a su nivel, y si seguía cerca de ellos, eso iba a terminar haciendo.

-De nuevo al principio.-Susurre para mi, al verme de nuevo en la puerta del aeropuerto. Me adentre en el frío lugar, viendo como la gente pasaba por al lado mío, apurada, claramente para encontrarse con su familia, que esperaba impaciente por ellos afuera. Está bien, yo no era de las chicas melancólicas, ni mucho menos, pero debía decir la verdad en este momento, me sentía sola, deprimida, pero sobre todas las cosas, dolida. Dolida, por que mi sueño, que había logrado cumplir, se vio roto, roto en mil pedazos, sin compasión. A pesar de todo lo que había pasado, me había enamorado. Si, yo, Invitado Strawfield, se enamoro, perdidamente de esos tres chicos que me vuelven loca. Desde este momento, me declaro completamente loca, como nunca. ¿Cómo había pasado esto? Desde el primer momento. Los ojos acusadores de Nick, la sexy sonrisa maliciosa de Joe, y la humildad y ternura con la que me trataba Kevin. Todo era una locura. En ese momento, algo me saco de mis pensamientos.

-Invitado!-Escuche un grito a lo lejos.
-Eh?-Gire mi cabeza, para ver unos rulos a lo lejos, corriendo hacía mi.- ¿Kevin?
-¿Qué pen…sa…bas haa…cer?-Pregunto con la respiración agitada.
-¿Kev, que te paso?-Dije mientras lo ayudaba, y nos sentábamos en los bancos.
-¿Qué me iba a pasar? Una chica, con un gran talento, estaba a punto de dejar su sueño, todo por dos piedras que solo quieren ser el centro de atención-En ese momento, solo baje la cabeza, y mis mejillas se sonrojaron un poco-¿De enserio pensabas hacer esto?-Dijo mientras con su mano, levantaba mi cabeza y luego acariciaba mi mejilla.
-¿Y tú que crees? Tengo el suficiente ego y amor hacía mi misma, para dejar de rebajarme por esas dos piedras-Moví mi cabeza, dejando su mano colgada, y suspire.
-Esas dos piedras son unas idiotas, que solo existen para molestar, ya que otra cosa no saben hacer-Reí al escucharlo.-Espero que recapacites.
-No creo poder hacerlo. Después de todo, creo que extraño mi casa-Dije haciendo una mueca.
-Eso me suena más a una excusa que una verdad-Se cruzó de brazos.
-Es mitad y mitad-Solté una pequeña risa-¿Vi…niste solo?-Dude un poco al preguntarlo. Pude ver como su cara cambiaba, de feliz a…algo molesto.
-Emm, si-Dijo mirando hacía atrás.
-Me alegro, al menos mi despedida no estará llena de peleas-Dije sonriéndole.
-Si es que lo permito-Me miro.
-¿Cómo que si…?-No me dejo terminar. En ese momento, sus labios solo se ocupaban de besarme, besarme como nadie más había hecho. Dulce, pasión, ternura, hot, no podía ser que este hombre pudiera hacerme sentir de tantas formas, con un simple beso. Nos separamos un poco, dejando nuestras frentes unidas, mirándonos solamente a los ojos.
-Te pido…No, te ruego, que no te vallas-Dijo en un susurro, y me volvió a besar. Esta vez fui yo la que lo paro, alejando su cara un poco de mí.
-No hace falta que me ruegues-Lo volví a besar, y luego seguí-Me quiero ir, pero contigo-Lo bese por una última vez, y espere a que Kevin respondiera.
-Contigo iría hasta al fin del mundo-Sonreí y volví a besarlo.

Tal vez, luego de estos días, mi mundo perfecto siempre estuvo frente a mí. No solo cumplí mi sueño gracias a el, si no que también, encontré el amor de por vida.

By Sidhe for Source Code