Goodbye my lover

por **Vanellope** Sáb 21 Abr 2012, 3:22 pm

Nombre:
"Goodbye my lover"
Autor:
Electra Crown
Adaptación:
La canción del cantante inglés, James Blunt.
Genero:
Drama/Romance
Advertencias:
Es un reflejo hacia lo que se vive hoy en día en los noviazgos, como maltrato físico, y obsesión.
Otras páginas:
No.

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Se escuchaban los sollozos entre las sombras, el llanto retumba en aquella habitación, aquel hombre mira del otro lado de la ventana con atención, mirando los movimientos de la ciudad, se cruza de brazos al nivel de su pecho desnudo y respira hondo, aun se escucha aquel llanto en la esquina oscura del lugar, la luz que proviene del exterior ilumina su rostro, se gira hacia aquella esquina, se acerca un poco cruzando el umbral de la habitación y se inclina sobre sus rodillas mirando lo que las sombras ocultan.

¿Te decepcione o te falle?

¿Acaso tengo que sentirme culpable?

Aquel llanto cesa en cuanto el comienza a hablarle, arrullándole con sus suaves palabras, estira el brazo para tocar su piel con delicadeza, recibe contacto de unas manos delicadas, pero prefiere permanecer allí entre el lúgubre silencio, él se interna en las sombras y la abraza, la cubre entre sus brazos.

-No llores mas –comienza a acariciar su piel con la punta de sus dedos, recorriendo cada lugar. Ella apoya su cabeza sobre su hombro, aferrándose a su fragancia de profundidad y hiel, pero permanece en el silencio, en aquel frio silencio, él se levanta y la ayuda a pararse, saliendo de aquellas sombras, reflejando su rostro en la luz, se ilumina su cara, una cara blanca como la nieve, sus labios tiemblan y están húmedos, el la inspecciona por un momento, y lleva sus manos hacia su ojo izquierdo, un moretón que se extiende desde su ceja y recorre todo su ojo hasta terminar en su mejilla, ocultan sus ojos tan claros como el néctar de la miel, el solo la acaricia con culpa y siente un remordimiento hacia él, esto ha sido nada mas que su culpa.

Y es que vi el final antes de querer empezar.

Si al ver que estabas cegada supe que gane.

Él se sentó en la orilla de la cama, pero ella permaneció mirándolo fijamente, con un rostro de tristeza, cruzaron sus miradas y el palmeo la cama, señalando que ella se acostara con el, después de unos segundos ella se acostó, y se aferro a su pecho, el rodeo su cuerpo con un brazo y ella poso su mejilla sobre su pecho, allí mirando con tristeza, de su ojo morado salían lagrimas y sus labios se crispaban, y después cerro los ojos; El acariciaba sus cabellos, mirando el techo, comenzó a recordar todo, como la había conocido, como se había enamorado de ella.

-¿recuerdas cuando nos conocimos? –le pregunto con sumo interés, ella sintió una punzada en el pecho

-siempre lo recuerdo –responde ella con la voz quebrada, sin abrir los ojos, arrullándose con los latidos de su corazón que provienen de su pecho –siempre lo recuerdo… -repite nostálgicamente, él no lo entiende, nunca lo había entendido.

Así que con todo mi derecho,

Tome lo que era mio.

Era un día común, el chico de rizos castaños se encontraba en la cafetería mas popular de la calle, estaba solo sentado en una mesa, mientras bebía su café para no dormirse, no pegaba el ojo desde hace un día, estudiando para su examen final de la universidad. Cuando la vio, entrando por la puerta, una hermosa joven de cabello color caramelo y ojos tan claros como la miel, de un dulce semblante y una sonrisa deslumbrante, el la seguía con la mirada y sentía como se le iba el aliento, una pequeña sonrisa corrió su rostro, y se levanto para admirarla mas de cerca, ella estaba en la caja pidiendo un café.

-dame uno a mi también –dijo el, entonces ella se fijo en el y se había sentido afortunado de que sus ojos se hayan cruzado con los de él, ella no le había sonreído, pago su café y se dio la espalda para esperar su orden, el vacila por un momento cuando el primer café llega a la barra, mira hacia ambos lados y sujeta su marcador, escribiendo en el collar del café.

-Su café, señorita –le dice el chico, ella se gira y sujeta el café, y se va a una mesa, después el muchacho sonriendo, sujeta su café y se regresa hacia su lugar, mirando a la hermosa chica que esta sentada en frente de él, nunca le había pasado, estaba pensando en las miles de cosas que podría hacer con esa chica, miles de cosas que nunca se había imaginado, y esas miles de cosas se reflejaban en lo que quería hacer toda su vida: Ser feliz.

La chica se fija en el collar del café en cuanto bebe el primer sorbo, y el chico se emociona al verla, la chica levanta su mirada y se encuentra con el, dedicándole una bella sonrisa, y comienza a reír. Decidido, él va y se acerca a su mesa, y la mira por un momento, pensando que chica más hermosa era ella.

-Hola –le dice un poco tímido –pues, cuando cruzaste la puerta pensé que eras la chica mas hermosa que he visto, y me preguntaba si un chico como yo podría acompañar a una chica como tu.

Te robé el alma al adentrarse la noche.

Ella parece sonreír, y sus mejillas se ruborizan, levanta la mirada y asiente, él se sienta y la mira aun más de cerca, su nariz respingada y sus labios delgados y finos.

- Erick –se presenta, extendiéndole la mano, ella se la estrecha y después de un silencio habla, su voz es la mas dulce que el haya escuchado jamás en su vida

- Layla –se presenta.

Aquellos recuerdos lo inundaban, había abierto el cajón de la mesa de noche, había sujetado el collar del café con el cual se habían hablado por primera vez.

“Si tan solo te fijaras en mi un momento, seria el hombre mas afortunado del mundo.” – El chico de enfrente

Parece mas que un recuerdo olvidado, él lo aprieta entre su puño y se lo lleva hacia su nariz, oliendo aquella fragancia a dulce miel y a crema batida. Siente la respiración de Layla en su pecho, esta durmiendo y siempre se ha visto tan vulnerable, pero con ese ojo morado parece un pequeño animal herido.

Habían sucedido unas cuantas veces, nunca se había podido resistir, era su baja estima a comparación de su belleza que le habían incrementado aquellos celos mortíferos que causaban problemas y discusiones.

Tocaste mi corazón, me llegaste al alma

Cambiaste mi vida y todas mis metas.

Sin embargo, Layla estuvo allí con el, nunca se había ido a pesar de los golpes, gritos y discusiones, la primera vez que la golpeo, vio como le sangraba la boca, sus dulces labios delgados estaban colorados y rojos, se había echado a llorar en el suelo lleno de culpa, y lo que sintió fue la mano de ella en su hombro.

-Todo esta bien, Erick –le decía ella –estoy bien

-perdóname, Layla, perdóname –le suplicaba el, se quito las manos de sus ojos y la miro, con sus labios rojos, levanto la mano y le limpio un poco la sangre de sus labios que le dedicaban una sonrisa, el la abrazo como su misma vida y no la quería dejar ir, era la única que lo comprendía, la única que había estado allí para el a pesar de sus errores.

Me di cuenta que el amor es ciego cuando me cegaste el corazón, bese tus labios, sostuve tu cabeza.

El beso sus labios, sintiendo un sabor a azúcar y a sangre, se volvía apasionado, sentían su calor y esa misma noche se habían entregado el amor que tanto se sentían, ahora estaban cubiertos por las sabanas, pensando en el amor que se sentían mutuamente.

-Layla…-susurro su nombre

-¿si? –pregunto con calma,

-te amo…-le confeso la verdad, ella sonreía, y se acomodó en su pecho, y se sintió por fin feliz, después de tanto tiempo.

-también te amo –le respondió. Se compartieron su calor aquella noche, no querían separarse nunca, tenían vislumbrada una vida juntos, el resto de su vida.

Compartí tus sueños y compartí tu cama.

Te conozco bien, reconozco tu olor, he estado adicto a ti.

Pero no todo era tan bueno, siempre existían los problemas, cuando terminaron la universidad, ella se graduó en mercadotecnia y el en petroquímica.

Siempre habían ido por caminos diferentes, ella no quería que se fuera a Chicago para trabajar, ella lo quería a su lado, siempre había sido así, aquel amor se volvía obsesión y acoso constante.

-¡Layla, tengo que ir!

-¿y me dejaras sola? Quien sabe con que perra te acostaras allá

-tu sabes que yo te amo

-entonces quédate conmigo

-pero Layla

-¿entonces no me amas?

Ella lo manipulaba, pero aun así pensaban que era amor, después de tanto discutir, de tanto retarse y provocarse mutuamente, lo último que se vio fue a Layla en el suelo, con la mejilla morada e hinchada.

-¡Cállate! –le grito Erick, después le siguió un momento de silencio y se combino con los sollozos de Layla, la ira se volvía arrepentimiento y él se quedo congelado mirándola como lloraba.

-pensé que me amabas Erick –comenzó a decir entre el llanto –pensé que me amabas

-yo te… te amo Layla –le decía el

-entonces ¿Por qué me vas a dejar?

Eso quedo en silencio, ella no lloraba porque él la haya golpeado, sino porque se iba a ir a Chicago, ella se apoyó sobre la pared y comenzó a sollozar, después de un segundo el la acompaño y la abrazo, cubriéndola entre sus brazos.

Soy un soñador, pero cuando despierto

Rompes mi espíritu porque son mis sueños los que te llevas.

-me quedare contigo Layla –le dijo el finalmente,

-¿hablas enserio, Erick? –el asintió, sin poder decir algo acerca de su decisión, olvidando todo lo que una vez soñó para no arrepentirse luego.

-si, hablo enserio

Susurro, sus ojos se llenaban de lágrimas pero lo valía la pena, estaba con Layla, amándola como siempre pudo haber hecho, amándola hasta el final de todo.

El intentaba no recordar aquello, la noche comenzaba a caer y solo se miraba el crepúsculo al otro lado de la ventana, no podía cerrar los ojos, no quería dormir, porque pensaba que perecería para siempre en las pesadillas de perder a Layla.

Te vi llorar, te vi sonreír

Te observe mientras dormías durante algún tiempo

-duerme, Erick –le suplico Layla

-no puedo

-¿Por qué?

-temo que cuando despierte pueda perderte

Entonces aquellas palabras se llenaron de un silencio, no entendía por qué ella se había quedado callada, pero pensó que se era solo que estaba cansada.

-todo estará bien, Erick –le susurro ella, y al escuchar su voz él se arrullo en ella y se quedo dormido completamente, soñando con ella.

Me gustaría ser el padre de tus hijos

Me gustaría pasar el resto del tiempo contigo.

Aquellas pesadillas se convirtieron en sueños, al saber que Layla se encontraba a lado de él, y se sentía afortunado por el simple hecho de tenerla, la amaba con toda su alma, con locura.

Aquella mañana despertó y abrió los ojos, y busco el calor de Layla, pero ella no se encontraba en la cama, se levanto de golpe y no la vio, busco por todo el apartamento y no había rastros de ella, busco en el armario pero lo único que encontró fue su aroma y ninguna prenda de ella, ella se había ido, no estaba allí, una desesperación lleno a Erick, y se vistió, para salir rápido del apartamento.

Corrió por la calle, gritando su nombre, pero nadie contestaba, cruzaba a las personas que se topaban con el, y perdía el aliento.

-¡Layla! –gritaba con voz desgarradora, y sus ojos se humedecían, no quería pensar en el hecho de que seguro que hoy la perdería.

Conozco tus miedos y tú conoces los míos

Tenemos nuestras dudas, pero ahora estamos bien.

Sabía donde se encontraba, hace unos días le había llegado una carta donde la aceptaban para un empleo en Singapur, seguro ella se iba para allá, extendió la mano para gritar por un taxi, después de tres intentos fallidos logro subirse a uno.

-al aeropuerto –le dijo con desesperación, el viaje fue eterno, miraba como todo pasaba, como los recuerdos querían desvanecerse, quería estar con ella, era su medicina, era lo que mas amaba, con locura, siempre la había amado con locura como la primera vez que la había visto, se había enamorado de ella y no quería dejarla ir, lucharía por ella nuevamente, todo iría bien.

Se bajo después de pagar, y siguió corriendo, empujo a mucha gente, y la busco entre la multitud, intentando reconocer su perfume, pero era en vano. Se rendiría, completamente, se rendiría y la dejaría ir, cuando un grito de esperanza se acercó, entre la multitud había visto su bufanda azul, la que había visto la primera vez que la vio y se levanto, gritando su nombre, deseando que no se le fuera la voz.

-¡Layla! –Gritaba desgarradoramente -¡Layla!

Ella se giro, y vio sus ojos tan claros como el dulce néctar de la miel, corrió hacia ella, y la sujeto entre sus brazos, la abrazo como si fuese su vida misma… pero ella no correspondió, no sintió el calor de sus manos.

-Layla… ¿Por qué te fuiste?

-Erick…

-dijiste que no te irías…

-Erick yo… -Entonces se miraron a los ojos, los ojos de Layla se llenaron de lagrimas.

Y te quiero, te juro que eso es verdad,

No puedo vivir sin ti.

Entonces se quedaron viendo, entre la gente y Erick no entendía el porqué de repente ella lo había dejado de amar, entonces sintió un vacío en el pecho al pensar que todos aquellos recuerdos se perderían, que toda su vida se iría en vano, porque siempre se la había imaginado con ella a su lado. Layla vacilo por un momento, pero al ver el rostro de Erick supo que él se merecía saber la verdad

-dime Layla –le suplico – ¿Por qué quieres irte? ¿Es que ya no me amas?

-Erick, somos demasiado diferentes, tu quieres una cosa y yo siempre quiero otra

-entonces te es tan fácil irte, y ahora que estoy contigo, que prometí quedarme para siempre contigo ¿tu te vas?

-no lo entiendes Erick, tu y yo ya no somos lo mismo…

-¿Cómo lo puedes saber? Nunca intentamos cambiar

-exacto, nunca lo intentamos, siempre permanecimos en las mismas, si yo no te hacia daño eras tu el que lo causaba luego, no fue amor Erick…

-fue una locura temporal –agrego el, dolido, pues ella estaba en lo cierto, ella lo dejo estancado en el mismo lugar, renuncio a sus sueños por ella, y él le había dejado marcas a ella que quizás no se borrarían en toda su vida. Ella apretó sus labios en una sonrisa nostálgica, y se miraron por un momento, una lagrima silenciosa recorrió la mejilla de Layla, y después aquel momento fue interrumpido por la voz femenina que anunciaba los vuelos, Layla permaneció atenta y se vio triste.

-Tengo que irme Erick, ese es mi vuelo

-entonces, mucha suerte –le deseo con todo su corazón

-¿me acompañarías? –el asintió, no se negó y la acompaño hasta la entrada de donde se iría por siempre de él, se iría para siempre y lo dejaría solo, pero era lo mejor.

Adiós mi amor,

Adiós amiga mía.

-Espero te vaya bien, te deseo una buena vida Layla

-yo también, Erick.

-Pero antes de que te vayas… quiero hacer algo por última vez…

Entonces la sujeto entre sus manos, su rostro el cual no volvería a ver cada vez que despertara, beso sus labios saboreando el sabor dulce de su néctar, y fue el beso mas dulce que hayan tenido, entonces se separaron y ella se despidió, con su última sonrisa, se giro para irse.

-¡Layla! –le llamo, ella se giro y entonces él se atraganto un poco, pero tenia que ser fuerte –por favor, recuérdanos –le pidió- recuérdanos así como solíamos ser

Ella sonrió, y asintió.

Y aun sujeto tu mano con la mía,

Sentir la tuya sobre la mía cuando estoy durmiendo.

-Siempre… -fue lo último que dijo antes de subir al avión que los separaría, entonces respiro hondo y se encamino de regreso al apartamento que ahora llenaría sus penas y le traería buenos recuerdos, entonces comenzó a recordar.

-Tengo que irme

-espera, Layla –le suplico Erick - ¿nos veremos otro día?

Ella sonrió y asintió, así como la recordaba

-nos volveremos a ver, Erick –lleno sus esperanzas

-nos vemos Layla

-nos vemos Erick

Nos vemos Erick.

Su voz, la amaba, con toda su alma, desde ese momento se imagino su vida con ella, pero hubo algo en su pecho que lo hizo feliz, lo hizo feliz saber que:

Ella ya había sido parte de su vida, y ahora tenia que sacarla de ella, pues la amaba tanto, y quería que ella fuera feliz, con el… o sin el.

Siempre fuiste la única,

La única para mí.

La había amado como ningún otro.

Layla y Erick.

Erick y Layla.

Siempre.

Fin

por **Ronnie Leigthon black** Sáb 21 Abr 2012, 3:42 pm

Lo ame, me hizo llorar. Tienes mucha razón Noe, es lo que últimamente pasa en los noviazgos, lo dolorosamente tierno es que en este escrito todo termine relativamente bien, sin más que decir que "felicidades" pues siempre me ha gustado tu manera de escribir. Nos vemos en otro momento, bye bye~ .

por **Thalassa Deméter.** Sáb 21 Abr 2012, 4:03 pm

OMG Noe!
Fue... omg!
estoy apunto de llorar, es todo demasiado doloramente cierto, la sociedad de hoy en día, tambien incluyen ese tipo de relaciones, pero verlas reflejadas en unas palabras, tan desgarradoras, hace la realidad mucho mas intensa, madre mía, como escribes! me llegaste al corazón! es que fue... demasiado para mi! aish... me emocioné, enserio, me emocioné mucho. Y me encantó, es que fue tan... WOW
Eres una buenísima escritora, nunca lo olvides
Bss

por Invitado Sáb 21 Abr 2012, 4:57 pm

Ay dios! que hermoso *-*
No tengo palabras para describirlo...

por **∞αиgєℓ∞** Sáb 21 Abr 2012, 5:33 pm

Awwwwwww que hermoso! la ame! me hizo llorar!!!

por **Grace.** Sáb 21 Abr 2012, 6:07 pm

Magnifico!!!
Me encanto :P

por **# Remember.** Mar 24 Abr 2012, 6:53 pm

Muero, fue demaciado me llego mucho, esto suele pasar y es una realidad. El amor no es un juego, decir te amo, no es cualquier cosa, primeor que nada se siente, las palabras se borran, las acciones quedan.
Enserio el mejor one-shot que haya leido en mi vida.
Atte: Luto

por **Majin Maia ~DangerGirl~** Mar 04 Jun 2013, 7:24 am

¡Hay! Fue tan conmovedor... Me salieron algunas lagrimitas, y yo no soy de llorar. Encerio, este One Shot fué el más hermoso de mi vida. Y lo que más me molesta es que esto es una realidad que no se puede cambiar, y esta realidad no es muy linda; la gente no sabe que no se juega con amor, es algo serio... I love ya :)

Bye, Bye xoxo
~Arii :)

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