Imagino Que Consuelas Mi Llanto (Joe y Tu) "TERMINADA"

:D

Bueno chicas... espero que estén bien :D
Ya casi termino el cap de hoy y les advierto que está súper, híper, mega, ultra, guauu, uuuffff asjkkdimsd waskajsea HOT
No apto para mentes delicadas :twisted:
no mentira... pero creo que está buenísimo! Me avisan si sobreviven a él.

Btw... Nanny qué hermoso tu coment ;) gracias por el cumplido!

jajajajaja lo espero:D

Con mi mano en la suya, corremos hasta otra puerta que debía corresponder a su habitación. Abre, se ve una cama tendida con sábanas blancas, entramos y cierra con ímpetu. Me acorrala contra una pared, toma mi mano izquierda y la levanta sobre mi cabeza. Comienza a besarme con desespero, examinando con su lengua cada escondrijo de mi boca haciendo que suspire y tiemble mi cuerpo. Se separa un poco para mirarme a los ojos.
—Esto está mal. Estamos pecando.
—Así me excita más y sólo será una vez —de nuevo capturo su boca y me aferro a su cuello y cabello.

No soportó tal invitación y me acercó más a su cuerpo, colocó una mano en mi cintura y la otra en mi trasero. La humedad en mi entrepierna era insoportable y se acrecentaba con el roce de su imponente bulto. Bajé las manos de modo de poder levantarle la franela que cubría su pecho, ayudó a retirarla y acaricié de distintas formas esa piel bronceada haciendo que se erizara y la mía también. Subió la ajustada franela gris azulada que yo tenía puesta y dejó mi sujetador al descubierto; besó, lamió y mordisqueó mi cuello suavemente, bajó lateralmente hasta mi vientre el cual besaba con pasión mientras con sus manos desabrochaba la prenda que cubría mis pechos. El rubor nuevamente se situó en mis mejillas y él pudo verlo.
—Te ves preciosa ruborizada.
Casi como un escupitajo le dije —soy virgen.
Abre mucho los ojos y casi sin habla logra decir —¿qué?
—Sí, soy virgen, pero te pido que no me rechaces, lo que más deseo ahora es que me hagas tuya. —¡Dios mío! ¿Esas palabras salieron de mi boca?
—Claro que no te rechazo, es que no puedo creer que seré tu primer… —acaricié con la yema de mis dedos su abdomen haciendo que tartamudeara— amante.
—Sí, pero igual alguien tiene que serlo —besé con discreción sus gruesos labios.


Me alzó con sus brazos para llevarme a la cama, yo abracé fuerte su torso con brazos y piernas. En la cama desabotonó mi jean y lo bajó con desespero, hizo lo mismo con el suyo y se colocó encima de mí. Podía sentir cómo el hombre era más grande que yo, debía medir un metro setenta y cinco o por ahí y yo justo llego al metro sesenta y uno; él es fornido y bronceado, yo delgada y muy blanca. Se dedicó a masajear con su boca el lóbulo de mi oreja, mientras que yo acariciaba la musculosa espalda. En mi entrepierna podía sentir el calor de su miembro erecto, así como la presión y deseos imperiosos por terminar de una vez con tanta pasión. En un descuido estaba sin panty, yo abrí las piernas para darle un mejor acceso; una de sus manos exploró esa zona sagrada que se calentaba todavía más, con sus dedos acariciaba los labios y el clítoris para aumentar el grado de excitación.
—¡Hazlo Ya! —gemí necesitada.

Muy obediente se quitó el bóxer y de un momento al otro sentí una presión fuerte y algo que arrebataba mi virginidad. Un gemido de dolor y placer dejaron escapar mis labios.
—¿Estás bien? —dijo en tono preocupado.
—Sí dije yo, recobrando la compostura.
—¿Sigo?
—Sí —lujuriosa al sentir cómo mi feminidad palpitaba.

Lo aferraba a mí por el cuello para poder besarlo y succionarlo. Mis manos querían conocer sus brazos y torso, entonces recorría con mis dedos toda su columna vertebral a lo que él respondía arqueando la espalda. Sus movimientos comenzaron lentos y apacibles pero a medida que nuestra excitación aumentaba cada quien exigía y pedía más, por eso la intensidad y rapidez de los movimientos de la pelvis de Joe iban en ascenso. Mis manos querían guiar su firme trasero pero ya era lo suficientemente entendido como para necesitar ayuda. En un momento enlazamos nuestras manos y nos miramos por un instante a los ojos, donde yo podía descifrar lo bien que se estaba sintiendo Joe y yo quería reflejar eso mismo en mi mirar. Las embestidas cada vez eran más violentas y mi cuerpo ya estaba entrando en delicioso orgasmo, ya que mis contracciones vaginales eran una realidad. Una vez alcanzado, siento que quiero reposar junto a mi amante pero él parece no estar satisfecho.
—¡Ya! ¡Ya! —dije jadeante y empapada en nuestro sudor. El calor del mediodía, aunado a la transpiración de nuestros cuerpos recreaba una espesa y vaporosa atmósfera de pasión.
—Un poco más y ya. Deja que acabe en ti —dijo igualmente agitado, besó mis labios e introdujo su lengua profundamente en mi boca.
—Pero quiero hacer algo diferente… —apenas si pude decirle.
Sin poder evitarlo, siento un calor húmedo que se expulsa en mi vagina, exhausta de tanta fricción del enorme pene de Joe.
—Ahora sí —da tres cortos besos en mis labios. —Eres buenísima. No parecía tu primera vez.
—Te juro que sí, es solo que lo deseaba tanto y… quería darte el sumo placer de que acabaras en mi boca, que tu semen llenara mi boca y se resbalara por mis comisuras.
—Lo siento, pero eso sí que no puedo permitírtelo.

Un gran signo de interrogación debía ser mi cara. Se apartó un poco de mí, se recostó a mi lado en la cama y pasó un brazo por mi vientre donde dibujaba círculos y corazones con las yemas de los dedos.
—Entre primos no.
—Arrebatas lo más sagrado de una mujer, que es su virginidad, y que es tu prima, ¿pero no la dejas que te haga sexo oral?
—No entiendes. La sensación y conexión que pasa cuando a un hombre le hacen sexo oral es muy grande, tiene que ser la indicada para dejar que pase. Eres hermosa y muy especial para mí, pero es imposible que tengamos algo más que esto porque eres mi prima. La familia no lo aceptaría.

En cierto modo lo comprendí pero no lo aceptaba del todo. Era una especie de rechazo sutil. Me sentía plena porque había tenido mi primera relación sexual, porque logré lo que quería con mi primo pero me sentía humillada y avergonzada por lo último que hablamos. Tomé mi ropa, arropé mi cuerpo con ella y así terminó todo.

que mal
me encanto el cap

seguila!!!!

ay no :( yoq ueiro que sean ams que primo :)
sigue sigue

seguila!!!!!

Ya subo el cáp N° 04!!
Casi terminoo... y por cierto, no sean tan chinvergüerchonas :twisted: no pueden ser más que primos y creo que les sorprenderá un poco este cap! No todo lo que parece es!

jajajajajaja oki lo espero

Si lo saludo va a acabar como esa imaginación tan pervertida que tuve. Qué grafica, vívida y repleta de detalles fue. Me culpo por tener estos pensamientos tan pecaminosos en un momento como éste. De seguro que mi bisabuela está decepcionada de mí.

Es hora de que mi bisabuela parta al camposanto y es increíble que aunque trate de estar triste y pensar sólo en lo doloroso de perder un ser querido, yo sólo logro pensar en cómo sería ir a la cama con Joe. En la iglesia trato de estar lo más centrada posible en la misa, aunque sea debo respetar a Dios en su casa. Joe, junto a mis primos, llevan el ataúd en andas hasta el cementerio, un hecho que demuestra su fuerza y masculinidad.

Es el momento de llevar la caja a la fosa y es triste pensar en que toda una vida se pierde físicamente para siempre. Recordar a la persona en vida y contraponerlo con lo impactante que es ver esconderla bajo placas de vidrio y cemento, bajo una puerta de madera y una gran cantidad de tierra. Es muy triste, hasta para mí, la insensible _______.

Veo como casi se desploma mi tío, como mi tía exclama “que de tener que escoger de nuevo a una madre, la escogería a ella. Que fue la mejor madre del mundo” y admito que la piel se me puso de gallina, las lágrimas se acumulaban pero contenía con esfuerzo. Mi abuelo fue retirado pronto por su problema del corazón: dos infartos y que esté vivo no es cualquier cosa. Algunas primas, incluso pequeñas, lloraban desconsoladas. Por ahí estaba Joe y me miraba, ahora que sí sentía ganas de llorar, anhelaba correr a su lado para abrazarlo y llorar hasta que el rostro y los ojos me quedaran muy rojos e hinchados. Quería que él fuera quien consolara mi pena, estas ganas cohibidas de llorar. Me río internamente al entender que eso no será posible, que mi imaginación es muy creativa y que no podría evitar sobrepasarme. Suspiro impotente.

Dos primos cercanos y mi aventura imposible tapan la fosa, se llenan de tierra hasta la coronilla pero sigo pensando en lo masculino que puede ser, no como algunos otros primos que parece que algún día se sincerarán homosexuales. Cubrieron la montaña de tierra con pétalos, flores enteras y coronas de flores, esto me hace filosofar: ¿qué importancia tiene regalar a un difunto un montón de flores si en vida no te molestaste en darle ni una? Dejo esa reflexión a cada conciencia, para que después digan que no tengo sentimientos. Termina este evento tan doloroso y yo, más toda la gran familia nos vamos de nuevo a la casa donde vivía la señora. Es tarde y todos comienzan a despedirse para marchar a sus respectivos hogares. Mamá va hasta el patio trasero a despedirse de todos los chicos, es decir, la interminable lista de sus sobrinos. La sigo y está hablando con tres, son de los que siempre veo. Al lado de uno de ellos está Joe que me mira reiteradamente pero de forma fugaz. Me despido de los que más conozco con un beso en la mejilla y mientras tanto veo cómo mi mamá se despedía afectuosamente de Joe… no podía creerlo, ella le tenía tal confianza, tal cariño. Se suponía que era mi momento para tener un contacto físico que lo marcara para seguir con más, mis instintos más bajos me decían “dale un besito en los labios” pero la conciencia me negaba tal acción. Veía en sus ojos la impaciencia por que me despidiera de él de forma cercana, así como lo hice con los otros pero la vergüenza y miedo actuaron por mí al mirarlo e ignorarlo repetitivamente hasta que abandoné el lugar totalmente arrepentida por no hacer lo que debía. Ahora debe pensar que soy una maleducada y ya perdí cualquier ápice de esperanza que pudiera tener depositada en mí.

Marché a casa lamentándome por haber sido tan tonta, tan grosera. Fui incapaz de decirle “nos vemos” y darle un beso. Lo que pasa es que mi forma de ser es muy conservadora, soy distante de las personas que no conozco bien. Pero es que sinceramente, actué de una forma horrible, podía haberme despedido agitando la mano, ¡pero no! Siempre me voy como una engreída. Lo peor del caso es que no puedo pedirle a Dios que me ayude para que Joe me dé otra oportunidad, eso no es lo que el Señor quiere porque somos primos, además yo solo quiero usarlo como un objeto sexual. Estoy total y absolutamente arrepentida por mis actos, recordar su expresión hace que el corazón se me caiga al suelo.

—¿Lo amo? —susurré. —No. ¿Lo quiero? Creo que sí… —y suspiré de forma entrecortada.

Lo único con lo que trato de consolar esta actuación es diciéndome: “procura alejarte de él pues no reparas de lo que le harás”, una adaptación de la canción de Chichi Peralta y siempre la risa irónica se presenta. Estoy triste por lo de Joe y la partida de mi bisabuela, lo que mejora la situación es pensar es que ella vivió muchos años y que finalmente terminó su sufrimiento, que ahora va a la vida eterna y feliz en el paraíso.

Voy viajando en el autobús y mamá interrumpe toda esta charla y afirmaciones conmigo misma.
—Tenemos que venir para la última noche.
—Está bien —dije fastidiada. Pero por dentro me sonreí, quiero creer que podré aunque sea hablar con él para esa fecha… y el pensamiento pervertido de que llegaré por la tarde y me marcharé a la mañana siguiente, me hace imaginar que puedo maquinar algo para lograr lo que quiero.

Miro por el espejo retrovisor del autobús y me guiño un ojo.

ahhhhhh todo eso fue su imaginacion
encerio nos engañaste crei que eso habia pasado jajajajaja
pero porque no se despidio de el
me encanto
seguila!!!!

aiii jajaja todo se lo imagino la rayis :/
jaja pense que era real
bueno yo quiero beso real entre los dos jijijiji

seguila!!!

cappppp