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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
Hola chicas,perdon por no subir u.u' pero la escuela,luego medio me deprimi por que no podre ir a ver a One Direction :( pero bueno aqui les dejo el penultimo capitulo comenten mucho &&' gracias por leer las quiero
Capitulo 18
Nick no estaba acostumbrado a pasar tanto tiempo con ____ y no rozar su piel desnuda. Joe le había advertido que solo tendrían un modo de hacerlo, y por eso había alquilado un lujoso sedán en vez de un pequeño utilitario. Pero no se había atrevido a sugerírselo a _____. Después de todo, ella había jurado que nunca se acostaría con nadie en el asiento trasero de un coche.
-No puedo creer que estés hablando en serio.
-Compláceme. Nunca he hecho esto antes.
-Tendrás que dejar el motor en marcha para mantener la calefacción. ¿Cuánta gasolina queda? -preguntó ella mirando el indicador.
-Bastante. Llené el depósito cuando salimos del aeropuerto.
-¿Tenías pensado hacer esto? Me resultó extraño que llenaras el depósito, pero pensé que temías quedarte tirando en medio del campo.
-No. De hecho, estaba esperando quedarme tirado en medio del campo.
Ella se echó a reír.
-Bueno, supongo que podría ser peor en cualquier otro coche más pequeño. Y has tenido suerte de que hayan asfaltado recientemente los caminos. Además, la policía no saldrá a cazar amantes con este frío.
-¿Lo ves? Estamos destinados a hacerlo en el coche.
-De acuerdo -aceptó con una sonrisa-. Gira a la derecha en el siguiente desvío.
-¿Lo harás? -empezaba a tener una erección.
-Sí, pero ya verás que es más divertido fregar los platos.
-Lo dudo -torció donde le había dicho y siguió junto a una alambrada que se perdía en la oscuridad-. ¿Hasta dónde hay que ir?
-Hasta el final, amigo -le dijo con una provocadora sonrisa-. Hasta que estés empapado de sudor y suplicando clemencia.
-No es el momento para hablarme así. Tengo que mantener las manos al volante.
-Pero yo no -se giró sobre el asiento.
-¿Qué... qué haces?
-Quitarme el abrigo y las botas -lo hizo y se retorció un poco más-. Y también los pantalones y las braguitas... -él quiso mirar lo que estaba haciendo-. La vista al frente. Usa tu imaginación. Mmm... qué agradable es sentir el tacto de un asiento tapizado contra la piel desnuda del trasero.
Él gimió y apretó con más fuerza el volante. Tendría que haber esperado que ______ intentaría volverlo loco,
-Apuesto a que nunca te han excitado al volante, ¿verdad? -le deslizó la mano por el muslo.
-No -respiró profundamente y levantó el pie del acelerador-. _____... No puedo conducir.
-Un hombre de verdad puede conducir mientras lo acarician -susurró ella-. Pero si tienes miedo, ve más despacio -añadió al tiempo que le bajaba la cremallera.
-Entonces no llegaremos a ninguna parte -dijo temblando de anticipación.
-Ya casi hemos llegado, y quiero darte una sesión completa. El sexo en un coche empieza en el asiento delantero. -Le liberó la erección de los calzoncillos-. Cielos, estás ya listo, ¿eh?
-Si... -tenía problemas para respirar y para mantener la dirección-. ¿La gente hace esto?
-Desde luego.
-¿En la carretera?
-Bueno, yo solo recomendaría los caminos apartados. Y hay que ir con cuidado -miró el velocímetro-. Solo vas a cinco kilómetros por hora.
-El resto de mí va a ciento veinte. Para un momento... ¿Todavía no hemos llegado?
-Casi -dijo ella riendo-. ¿Ves aquel sendero de la derecha?
-Sí -se sentía completamente desorientado, y, tan duro como la palanca de cambio.
-Tómalo, siempre y cuando esté asfaltado - arrimó la cara a la ventanilla y echó un vistazo. Sí, está asfaltado -Nick giró y avanzó unos metros-. Para aquí.
Él apagó el motor y los faros. Las luces del salpicadero era lo único que los separaba de la oscuridad total. El cielo estaba cubierto y no se veían la luna ni las estrellas.
-¿Y ahora qué?
-Bueno... -ella se quitó el cinturón de seguridad-. Yo puedo trepar por encima de los asientos, pero tú tendrás que salir y venir atrás. Ten cuidado. El suelo debe de estar resbaladizo.
-De acuerdo -con dedos temblorosos se quitó el cinturón y se giró para ver qué estaba haciendo. Entonces vio el trasero desnudo de _____ a solo unos centímetros de su cara, mientras ella se escurría hacia el asiento trasero-. ¡No te muevas! -le ordenó al tiempo que le abrazaba el muslo.
-¿Cómo? Pero si estoy...
-Estás en una posición perfecta. Quédate así -era _____ quien llevaba el control, pero necesitaba desesperadamente probar lo inesperado-. Quiero hacer algo primero -si pudiera colocarse entre sus piernas...
-Así no se hace en un coche -por su respiración agitada estaba claro que se había figurado la intención de Nick.
Él le agarró las nalgas, inclinó la cabeza y le tocó con la lengua el palpitante centro de placer.
-Pero... -ella tragó saliva-. Me gusta...
Nick estaba seguro de que le gustaba. Hundió el rostro en su calor, y usó la lengua para hacerla enloquecer Él mismo se volvió loco de pasión por el sabor y olor a sexo. Quería darle lo mejor que hubiera probado jamás en un coche.
El orgasmo la dejó tan débil y mareada que él tuvo que ayudarla a acomodarse en el asiento trasero.
-Oh, Nick, nadie había... Nunca...
-Bien -sacó el preservativo que había guardado en la guantera y tras ponérselo salió del coche para unirse a ella. Estuvo a punto de resbalar en el hielo, pero no le importó. Solo podía pensar en culminar el acto.
Cuando entró en el asiento trasero ella seguía respirando con dificultad.
-Quita... quítate el abrigo -él obedeció-. Y los pantalones.
Para eso tuvo que quitarse antes los zapatos. La ropa fue volando hasta el asiento del conductor, y varias monedas cayeron del bolsillo.
-Túmbate y dobla las rodillas -murmuró ella. Deja que sea yo quien me ponga encima.
Él se puso en posición, y ella se colocó sobre su miembro erguido. Dios... el orgasmo era inminente.
-¿Quieres despacio o deprisa? -le preguntó ella mientras le desabotonaba la camisa.
-¿Puedo elegir?
-Cualquier hombre que haga lo que tú me has hecho tiene derecho a elegir -le abrió la camisa y empezó a acariciarle los pezones.
-¿Te ha gustado? -el tacto lo excitaba, pero aquel cumplido le había hecho mella.
-Oh, sí.... Dime, ¿qué te gustaría?
«Tenerte para siempre». Las palabras lo golpearon en la cabeza. Tuvo el sentido común para no decirlas en voz alta, pero comprendió que se había metido en un grave problema. Estaba enamorado de ella. Dios... ¿cómo había podido pasar? Ya no importaba. La quería en su vida y para siempre. Nunca había imaginado que pudiera ocurrirle, pero nunca había conocido a una mujer como _____.
-Hazlo despacio -susurró-. Después de todo, es mi primera vez.
-No vayas a decirme que es mejor que estar en una cama -dijo ella mientras empezaba a moverse lentamente-. Porque sabes que no es cierto.
Sí era mejor... A Nick le dolían las piernas y el cuello por culpa de la falta de espacio. Pero nada podía gustarle más, porque por primera vez en su vida estaba haciendo el amor.
-Quítate el jersey -ella obedeció-. Y el sujetador -lo hizo con un ágil movimiento, y él pudo masajearle los pechos desnudos, llevando las manos hasta su cintura. Era tan perfecta... y, en aquellos momentos era suya.
-No puedo creer que me esté excitando de nuevo -dijo ella-. Creía que lo había soltado todo -apretó las palmas contra su pecho y cambió ligeramente de posición-. ¿Te gusta así?
-Oh, sí...
-¿Más rápido?
-Sí... -la agarró por las caderas y la miró a los ojos-.Adelante.
Ella aceleró el ritmo, y enseguida llegó al orgasmo. Maldición, cómo la amaba... Cuando la oyó soltar el primer gemido del clímax, él mismo se dejó llevar por el torrente de pasión. Y entonces sintió que el corazón también se le escapaba... Y supo que era demasiado tarde para impedirlo.
Capitulo 18
Nick no estaba acostumbrado a pasar tanto tiempo con ____ y no rozar su piel desnuda. Joe le había advertido que solo tendrían un modo de hacerlo, y por eso había alquilado un lujoso sedán en vez de un pequeño utilitario. Pero no se había atrevido a sugerírselo a _____. Después de todo, ella había jurado que nunca se acostaría con nadie en el asiento trasero de un coche.
-No puedo creer que estés hablando en serio.
-Compláceme. Nunca he hecho esto antes.
-Tendrás que dejar el motor en marcha para mantener la calefacción. ¿Cuánta gasolina queda? -preguntó ella mirando el indicador.
-Bastante. Llené el depósito cuando salimos del aeropuerto.
-¿Tenías pensado hacer esto? Me resultó extraño que llenaras el depósito, pero pensé que temías quedarte tirando en medio del campo.
-No. De hecho, estaba esperando quedarme tirado en medio del campo.
Ella se echó a reír.
-Bueno, supongo que podría ser peor en cualquier otro coche más pequeño. Y has tenido suerte de que hayan asfaltado recientemente los caminos. Además, la policía no saldrá a cazar amantes con este frío.
-¿Lo ves? Estamos destinados a hacerlo en el coche.
-De acuerdo -aceptó con una sonrisa-. Gira a la derecha en el siguiente desvío.
-¿Lo harás? -empezaba a tener una erección.
-Sí, pero ya verás que es más divertido fregar los platos.
-Lo dudo -torció donde le había dicho y siguió junto a una alambrada que se perdía en la oscuridad-. ¿Hasta dónde hay que ir?
-Hasta el final, amigo -le dijo con una provocadora sonrisa-. Hasta que estés empapado de sudor y suplicando clemencia.
-No es el momento para hablarme así. Tengo que mantener las manos al volante.
-Pero yo no -se giró sobre el asiento.
-¿Qué... qué haces?
-Quitarme el abrigo y las botas -lo hizo y se retorció un poco más-. Y también los pantalones y las braguitas... -él quiso mirar lo que estaba haciendo-. La vista al frente. Usa tu imaginación. Mmm... qué agradable es sentir el tacto de un asiento tapizado contra la piel desnuda del trasero.
Él gimió y apretó con más fuerza el volante. Tendría que haber esperado que ______ intentaría volverlo loco,
-Apuesto a que nunca te han excitado al volante, ¿verdad? -le deslizó la mano por el muslo.
-No -respiró profundamente y levantó el pie del acelerador-. _____... No puedo conducir.
-Un hombre de verdad puede conducir mientras lo acarician -susurró ella-. Pero si tienes miedo, ve más despacio -añadió al tiempo que le bajaba la cremallera.
-Entonces no llegaremos a ninguna parte -dijo temblando de anticipación.
-Ya casi hemos llegado, y quiero darte una sesión completa. El sexo en un coche empieza en el asiento delantero. -Le liberó la erección de los calzoncillos-. Cielos, estás ya listo, ¿eh?
-Si... -tenía problemas para respirar y para mantener la dirección-. ¿La gente hace esto?
-Desde luego.
-¿En la carretera?
-Bueno, yo solo recomendaría los caminos apartados. Y hay que ir con cuidado -miró el velocímetro-. Solo vas a cinco kilómetros por hora.
-El resto de mí va a ciento veinte. Para un momento... ¿Todavía no hemos llegado?
-Casi -dijo ella riendo-. ¿Ves aquel sendero de la derecha?
-Sí -se sentía completamente desorientado, y, tan duro como la palanca de cambio.
-Tómalo, siempre y cuando esté asfaltado - arrimó la cara a la ventanilla y echó un vistazo. Sí, está asfaltado -Nick giró y avanzó unos metros-. Para aquí.
Él apagó el motor y los faros. Las luces del salpicadero era lo único que los separaba de la oscuridad total. El cielo estaba cubierto y no se veían la luna ni las estrellas.
-¿Y ahora qué?
-Bueno... -ella se quitó el cinturón de seguridad-. Yo puedo trepar por encima de los asientos, pero tú tendrás que salir y venir atrás. Ten cuidado. El suelo debe de estar resbaladizo.
-De acuerdo -con dedos temblorosos se quitó el cinturón y se giró para ver qué estaba haciendo. Entonces vio el trasero desnudo de _____ a solo unos centímetros de su cara, mientras ella se escurría hacia el asiento trasero-. ¡No te muevas! -le ordenó al tiempo que le abrazaba el muslo.
-¿Cómo? Pero si estoy...
-Estás en una posición perfecta. Quédate así -era _____ quien llevaba el control, pero necesitaba desesperadamente probar lo inesperado-. Quiero hacer algo primero -si pudiera colocarse entre sus piernas...
-Así no se hace en un coche -por su respiración agitada estaba claro que se había figurado la intención de Nick.
Él le agarró las nalgas, inclinó la cabeza y le tocó con la lengua el palpitante centro de placer.
-Pero... -ella tragó saliva-. Me gusta...
Nick estaba seguro de que le gustaba. Hundió el rostro en su calor, y usó la lengua para hacerla enloquecer Él mismo se volvió loco de pasión por el sabor y olor a sexo. Quería darle lo mejor que hubiera probado jamás en un coche.
El orgasmo la dejó tan débil y mareada que él tuvo que ayudarla a acomodarse en el asiento trasero.
-Oh, Nick, nadie había... Nunca...
-Bien -sacó el preservativo que había guardado en la guantera y tras ponérselo salió del coche para unirse a ella. Estuvo a punto de resbalar en el hielo, pero no le importó. Solo podía pensar en culminar el acto.
Cuando entró en el asiento trasero ella seguía respirando con dificultad.
-Quita... quítate el abrigo -él obedeció-. Y los pantalones.
Para eso tuvo que quitarse antes los zapatos. La ropa fue volando hasta el asiento del conductor, y varias monedas cayeron del bolsillo.
-Túmbate y dobla las rodillas -murmuró ella. Deja que sea yo quien me ponga encima.
Él se puso en posición, y ella se colocó sobre su miembro erguido. Dios... el orgasmo era inminente.
-¿Quieres despacio o deprisa? -le preguntó ella mientras le desabotonaba la camisa.
-¿Puedo elegir?
-Cualquier hombre que haga lo que tú me has hecho tiene derecho a elegir -le abrió la camisa y empezó a acariciarle los pezones.
-¿Te ha gustado? -el tacto lo excitaba, pero aquel cumplido le había hecho mella.
-Oh, sí.... Dime, ¿qué te gustaría?
«Tenerte para siempre». Las palabras lo golpearon en la cabeza. Tuvo el sentido común para no decirlas en voz alta, pero comprendió que se había metido en un grave problema. Estaba enamorado de ella. Dios... ¿cómo había podido pasar? Ya no importaba. La quería en su vida y para siempre. Nunca había imaginado que pudiera ocurrirle, pero nunca había conocido a una mujer como _____.
-Hazlo despacio -susurró-. Después de todo, es mi primera vez.
-No vayas a decirme que es mejor que estar en una cama -dijo ella mientras empezaba a moverse lentamente-. Porque sabes que no es cierto.
Sí era mejor... A Nick le dolían las piernas y el cuello por culpa de la falta de espacio. Pero nada podía gustarle más, porque por primera vez en su vida estaba haciendo el amor.
-Quítate el jersey -ella obedeció-. Y el sujetador -lo hizo con un ágil movimiento, y él pudo masajearle los pechos desnudos, llevando las manos hasta su cintura. Era tan perfecta... y, en aquellos momentos era suya.
-No puedo creer que me esté excitando de nuevo -dijo ella-. Creía que lo había soltado todo -apretó las palmas contra su pecho y cambió ligeramente de posición-. ¿Te gusta así?
-Oh, sí...
-¿Más rápido?
-Sí... -la agarró por las caderas y la miró a los ojos-.Adelante.
Ella aceleró el ritmo, y enseguida llegó al orgasmo. Maldición, cómo la amaba... Cuando la oyó soltar el primer gemido del clímax, él mismo se dejó llevar por el torrente de pasión. Y entonces sintió que el corazón también se le escapaba... Y supo que era demasiado tarde para impedirlo.
heyitsnicktanii
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
No volvieron a tener más oportunidades para el sexo durante el fin de semana. Se pasaron el sábado jugando en la nieve con los niños, y por la noche fueron a una fiesta que organizaron los amigos de _____.
En algún momento de la misma, ella se dio cuenta de que el juego había cambiado. Nick se había convertido en una amenaza para su plan. Había pasado de ser un espectador activo de sus exhibiciones eróticas a conocer a sus padres, como si estuviera dando los pasos necesarios que los conducirían al altar.
¡Horror!
Y lo peor era reconocer en su mirada la misma expresión que debía de tener ella. Porque, le gustara o no, los dos se habían enamorado.
Era lo último que ella hubiera querido. Se había pasado toda la vida deseando disfrutar de un apartamento exclusivo y de cuantas aventuras quisiera.
No podía enamorarse con la primera de esas aventuras. Y no importaba lo guapo o maravilloso que pudiera ser ese hombre.
Tenía que acabar con la relación. Pero no podría hacerlo hasta que salieran de Kansas. No quería decepcionar a toda su familia.
Tampoco pudo hacerlo en el avión ya que él no dejó de hablar sobre lo bien que lo había pasado. Tendría que hacerlo en el taxi que los llevara a Nueva York.
-Propongo que vayamos a buscar algo para cenar -dijo él cuando se montaron en un taxi a la salida del aeropuerto.
Oh, Dios, había asumido que cenarían juntos... A _____ se le hizo un nudo en la garganta. No podían hacerlo, porque eso significaba acabar en la cama, como siempre.
Y en la cama la hacía sentirse demasiado feliz, con ganas de gritar «te quiero». Sabía que si decía eso, no habría marcha atrás.
Su emocionante vida de soltera se echaría a perder. Cerró los ojos. Maldición, maldición... Tay era la culpable, e iba a tener que escucharla.
No, no podía pagarlo con su mejor amiga. Después de todo, había sido ella quien decidió seguir viendo a Nick.
-_____, ¿te ocurre algo?
Abrió los ojos y lo vio mirándola. Sabía que él sentía lo mismo, y que iba a ser muy, difícil decírselo.
Pero tenía que hacerlo.
-He... he decidido que no debemos seguir viéndonos -él la miró como si hubiera recibido una bofetada-. Lo siento. No tenía intención de que llegásemos hasta este punto. Sé que tú tampoco, pero así ha sucedido.
Él no dijo nada y siguió mirándola con expresión de desconcierto.
-Cuando empezamos a salir dijimos que no queríamos nada serio -siguió ella-, pero me temo que...
-¿Qué te hace pensar que yo quiero algo serio?
____ contuvo la respiración.
Había estado segura de que él también estaba enamorado. Tal vez se hubiera equivocado en sus suposiciones.
-Lo he pasado muy bien contigo, ____-su voz era tan gélida como el frío exterior-. Y también me ha gustado mucho conocer tu pueblo. Ha sido muy educativo.
¿Educativo? Hubiera jurado que Nick había quedado encantado con la vida rural. Ella misma había descubierto que amaba su pueblo por encima de todo.
-Supongo que... he malinterpretado tus sentimientos.
-Te dije que no quería nada serio, y así es -dijo él-. Si quieres dejar de verme, de acuerdo. Pero creo que es una lástima que desperdiciemos la oportunidad de seguir compartiendo un sexo tan increíble - su expresión era inescrutable-. A menos que no puedas controlarlo.
A _____ le dio un vuelco el corazón. Sabía que una relación meramente sexual ya no era posible. No después de haberle presentado a sus padres y haberle enseñado el pueblo de su infancia. No después de haberlo visto lavando los platos con sus hermanos.
-Lo siento, Nick -le dijo intentando no llorar. -No puedo controlarlo.
A Nick los ojos le brillaron con algo que podía ser furia o dolor. Mantuvo la vista al frente, sin decir nada. No habló ni cuando ella se bajó frente a su bloque y le dijo adiós.
Pero cuando ella intentó pagar la carrera, él la agarró fuertemente por la muñeca.
-No -le dijo.
Ella fue incapaz de discutir. Se soltó y corrió hacia el portal.
Se había ido. Nick se recostó en el asiento y trató de no derrumbarse. No podía creer que ____ se hubiera marchado de su vida. Aquello tenía que ser una horrible pesadilla.
Había intentando no mostrarle sus verdaderos sentimientos, incluso le había propuesto seguir solo con el sexo, pero ella lo había descubierto todo.
Dios... ¿por qué no se habría mordido la lengua a tiempo?
Sus padres le habían enseñado a no mostrar sus emociones. ¿Cómo habían podido fallar tantos años de entrenamiento?
La respuesta era muy fácil: porque nunca había tenido que esconder algo tan fuerte. No había sido capaz. Y por eso ella se había marchado.
Durante las dos semanas siguientes, Nick jugó más partidos de tenis que en toda su vida. Pronto se quedó sin rivales, porque a nadie le gustaba jugar con alguien que intentaba aniquilar al contrincante. Incluso la paciencia de Joe tenía sus límites.
Lo que no esperaba era que Taylor irrumpiese en su despacho un lunes por la mañana.
-¡Vas a matar a mi marido y puede que a ti mismo! ¿Cómo puedes ser tan egoísta? Es tu mejor amigo.
-Me alegra verte, Tay -dijo él levantándose.
-¿Se puede saber qué te pasa? ¿Crees que hacer de macho en una pista de tenis te va a llevar a algún lado?
-No intento ir a ninguna parte -repuso él -Solo intento hacer un poco de ejercicio.
-No digas tonterías. Sé lo que te pasa; lo que no comprendo es por qué no has intentado hablar con _____.
-¿Por qué debería hacerlo? Ella no quiere verme. ¡Fue muy clara al respecto!
-Y tú te lo creíste, cómo no... ¿Puedo sentarme?
-¡Claro que la creí! ¡Ella quiere ser libre!
-Me sentaré con o sin tu permiso -se sentó frente al escritorio-. Y te aconsejo que hagas lo mismo. Tenemos que hablar.
Bueno chicas como ya les dije queda un capitulo u.u' lo subire mañana,si la escuela me deja,pero tengo una pregunta,decean que les suba otra adaptacion,si si para ponerles la sinopsis mañana junto con el ultimo capitulo,bueno me avisan gracias por leer las quiero :hug:
En algún momento de la misma, ella se dio cuenta de que el juego había cambiado. Nick se había convertido en una amenaza para su plan. Había pasado de ser un espectador activo de sus exhibiciones eróticas a conocer a sus padres, como si estuviera dando los pasos necesarios que los conducirían al altar.
¡Horror!
Y lo peor era reconocer en su mirada la misma expresión que debía de tener ella. Porque, le gustara o no, los dos se habían enamorado.
Era lo último que ella hubiera querido. Se había pasado toda la vida deseando disfrutar de un apartamento exclusivo y de cuantas aventuras quisiera.
No podía enamorarse con la primera de esas aventuras. Y no importaba lo guapo o maravilloso que pudiera ser ese hombre.
Tenía que acabar con la relación. Pero no podría hacerlo hasta que salieran de Kansas. No quería decepcionar a toda su familia.
Tampoco pudo hacerlo en el avión ya que él no dejó de hablar sobre lo bien que lo había pasado. Tendría que hacerlo en el taxi que los llevara a Nueva York.
-Propongo que vayamos a buscar algo para cenar -dijo él cuando se montaron en un taxi a la salida del aeropuerto.
Oh, Dios, había asumido que cenarían juntos... A _____ se le hizo un nudo en la garganta. No podían hacerlo, porque eso significaba acabar en la cama, como siempre.
Y en la cama la hacía sentirse demasiado feliz, con ganas de gritar «te quiero». Sabía que si decía eso, no habría marcha atrás.
Su emocionante vida de soltera se echaría a perder. Cerró los ojos. Maldición, maldición... Tay era la culpable, e iba a tener que escucharla.
No, no podía pagarlo con su mejor amiga. Después de todo, había sido ella quien decidió seguir viendo a Nick.
-_____, ¿te ocurre algo?
Abrió los ojos y lo vio mirándola. Sabía que él sentía lo mismo, y que iba a ser muy, difícil decírselo.
Pero tenía que hacerlo.
-He... he decidido que no debemos seguir viéndonos -él la miró como si hubiera recibido una bofetada-. Lo siento. No tenía intención de que llegásemos hasta este punto. Sé que tú tampoco, pero así ha sucedido.
Él no dijo nada y siguió mirándola con expresión de desconcierto.
-Cuando empezamos a salir dijimos que no queríamos nada serio -siguió ella-, pero me temo que...
-¿Qué te hace pensar que yo quiero algo serio?
____ contuvo la respiración.
Había estado segura de que él también estaba enamorado. Tal vez se hubiera equivocado en sus suposiciones.
-Lo he pasado muy bien contigo, ____-su voz era tan gélida como el frío exterior-. Y también me ha gustado mucho conocer tu pueblo. Ha sido muy educativo.
¿Educativo? Hubiera jurado que Nick había quedado encantado con la vida rural. Ella misma había descubierto que amaba su pueblo por encima de todo.
-Supongo que... he malinterpretado tus sentimientos.
-Te dije que no quería nada serio, y así es -dijo él-. Si quieres dejar de verme, de acuerdo. Pero creo que es una lástima que desperdiciemos la oportunidad de seguir compartiendo un sexo tan increíble - su expresión era inescrutable-. A menos que no puedas controlarlo.
A _____ le dio un vuelco el corazón. Sabía que una relación meramente sexual ya no era posible. No después de haberle presentado a sus padres y haberle enseñado el pueblo de su infancia. No después de haberlo visto lavando los platos con sus hermanos.
-Lo siento, Nick -le dijo intentando no llorar. -No puedo controlarlo.
A Nick los ojos le brillaron con algo que podía ser furia o dolor. Mantuvo la vista al frente, sin decir nada. No habló ni cuando ella se bajó frente a su bloque y le dijo adiós.
Pero cuando ella intentó pagar la carrera, él la agarró fuertemente por la muñeca.
-No -le dijo.
Ella fue incapaz de discutir. Se soltó y corrió hacia el portal.
Se había ido. Nick se recostó en el asiento y trató de no derrumbarse. No podía creer que ____ se hubiera marchado de su vida. Aquello tenía que ser una horrible pesadilla.
Había intentando no mostrarle sus verdaderos sentimientos, incluso le había propuesto seguir solo con el sexo, pero ella lo había descubierto todo.
Dios... ¿por qué no se habría mordido la lengua a tiempo?
Sus padres le habían enseñado a no mostrar sus emociones. ¿Cómo habían podido fallar tantos años de entrenamiento?
La respuesta era muy fácil: porque nunca había tenido que esconder algo tan fuerte. No había sido capaz. Y por eso ella se había marchado.
Durante las dos semanas siguientes, Nick jugó más partidos de tenis que en toda su vida. Pronto se quedó sin rivales, porque a nadie le gustaba jugar con alguien que intentaba aniquilar al contrincante. Incluso la paciencia de Joe tenía sus límites.
Lo que no esperaba era que Taylor irrumpiese en su despacho un lunes por la mañana.
-¡Vas a matar a mi marido y puede que a ti mismo! ¿Cómo puedes ser tan egoísta? Es tu mejor amigo.
-Me alegra verte, Tay -dijo él levantándose.
-¿Se puede saber qué te pasa? ¿Crees que hacer de macho en una pista de tenis te va a llevar a algún lado?
-No intento ir a ninguna parte -repuso él -Solo intento hacer un poco de ejercicio.
-No digas tonterías. Sé lo que te pasa; lo que no comprendo es por qué no has intentado hablar con _____.
-¿Por qué debería hacerlo? Ella no quiere verme. ¡Fue muy clara al respecto!
-Y tú te lo creíste, cómo no... ¿Puedo sentarme?
-¡Claro que la creí! ¡Ella quiere ser libre!
-Me sentaré con o sin tu permiso -se sentó frente al escritorio-. Y te aconsejo que hagas lo mismo. Tenemos que hablar.
Bueno chicas como ya les dije queda un capitulo u.u' lo subire mañana,si la escuela me deja,pero tengo una pregunta,decean que les suba otra adaptacion,si si para ponerles la sinopsis mañana junto con el ultimo capitulo,bueno me avisan gracias por leer las quiero :hug:
heyitsnicktanii
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
DIOS MIO. Me encanta, sí, me encanta muuucho esta novela. Estoy desando leer el final y espero que Tay le meta en la cabeza lo que tiene que saber -.-
Estoy desando leer el final!
Estoy desando leer el final!
TeamJonas2
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
dios dan ganas de golpearlo como puede ser tan inocente y no darse cuenta...
y ella... como no se dan cuenta de que se aman????
dale sigue quiero saber ya que pasara...
y ella... como no se dan cuenta de que se aman????
dale sigue quiero saber ya que pasara...
jennito moreno
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
Aww!Solo queda un capi!Que estupida nuestra rayi !Amo la novela y me encantaria que sigas subiendo!
Besos
Besos
Sunny
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
Solo queda un cap???
Tay es genial!!!!
siguela pronto!!!!
Tay es genial!!!!
siguela pronto!!!!
*Stephanie*
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
¡¡Nueva Lectora!! Síguela.
Me ha encantado... Tanto que leí TODOS los capítulos
en una noche ._. Mi mamá casi me mata(? Pero lo hice de todos modos...
¡¡Ya quiero ver que pasa!! Necesito una gran dosis recargada de Pasiones Encadenadas(? ¡¡Nicholas es un tarado!! Si tan solo hubiera luchado porque la rayis no lo dejara, si tan solo hubiera tratado de hablar todo... Aarrg Si tan solo no fuera tan imbécil. Ojalá y la rayis encuentre un buen macho con el que sacarle celos al Nicho por IDIOTA. Tanntán. Me voy :B
Me ha encantado... Tanto que leí TODOS los capítulos
en una noche ._. Mi mamá casi me mata(? Pero lo hice de todos modos...
¡¡Ya quiero ver que pasa!! Necesito una gran dosis recargada de Pasiones Encadenadas(? ¡¡Nicholas es un tarado!! Si tan solo hubiera luchado porque la rayis no lo dejara, si tan solo hubiera tratado de hablar todo... Aarrg Si tan solo no fuera tan imbécil. Ojalá y la rayis encuentre un buen macho con el que sacarle celos al Nicho por IDIOTA. Tanntán. Me voy :B
ivashkova.
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
Holaaa!no me odien D:,perdon por no subir es que semana de examenes :| perdonenme u.u,bieeen pues aqui les traigo el capitulo final :( si ya termina estos personajes que en lo personal ame! se van(?,gracias por leer y por todo sus comentarios,me encanto subirles esta adaptacion les dejare el link de la nueva nove al final,bueno ya les dejo el final
Capitulo final
Después de ocho citas con ocho hombres diferentes, ____ se preguntó qué había pasado con la belleza masculina de Nueva York.
De cara eran todos bastante atractivos, pero bastaba una hora en su compañía para ver que dejaban mucho que desear.
Ninguno tenía los ojos tan marrones como los de Nick, ni los hombros tan anchos. Y ninguno tenía sentido de humor ni podía mantener una conversación de más de diez palabras.
No llegó a besar a ninguno, y mucho a menos a invitarlos a su apartamento. Su plan no estaba resultando tan divertido como pensaba.
Taylor había intentado convencerla para que llamase a Nick, pero el orgullo se lo impedía. Por nada del mundo quería pensar en el matrimonio... aunque alguna que otra vez se hubiera sorprendido soñando despierta con anillos y trajes de novia. Y tenia que reconocer que Nick sería el candidato ideal.
Cuando el teléfono sonó el lunes por la noche, esperó que no fuera ninguno de los hombres con los que se había citado últimamente. Solo le interesaba uno... y él no quería saber nada de un compromiso permanente.
Respondió a la llamada y oyó la voz de ese hombre tan especial. El corazón le dio un vuelco. Intentó mantener un tono tranquilo, pero le resultó imposible.
-Hola, Nick.
En el breve silencio que siguió, se imaginó un millón de razones que explicaran su llamada.
Si le proponía retomar su relación sexual, ella aceptaría sin dudarlo. Estaba desesperada por volver con él, incondicionalmente.
-Yo... -balbuceó él, y se aclaró la garganta-. Quería saber si vas a devolverme el abrigo.
La decepción le atravesó el pecho. Solo quería recuperar su abrigo, mientras que ella fantaseaba con finales felices y todo eso.
-¿Y qué pasa con la mesa y las sillas? -pregunto sin poder contener el sarcasmo-. Supongo que también querrás recuperarlas.
-No, puedes quedártelas. A mí no me hacen falta, pero el abrigo sí.
-De acuerdo. Se lo daré a Tay, y ella puede dárselo a Joe, y Joe puede...
-No quiero esperar tanto. Quiero que me lo traigas esta noche.
-¿Esta noche?
-Sí. Esta noche -repitió con firmeza.
Ella frunció el ceño con irritación. Menudo dictador... Después de todo, tal vez no fuera el marido perfecto. Menos mal que no iba a comprometerse con él.
-De acuerdo. Te lo llevó enseguida -se reprimió para no añadir: «majestad»-. Adiós.
Después de colgar fue al armario y sacó el abrigo. Nick tenía otros, así que no podía estar tan interesado en ese. Solo quedaba una explicación: quería verla.
Bueno, no era tan extraño. Le había dicho que podrían seguir con la relación sexual.
De modo que podían acostarse aquella noche, hacerlo otra vez a los dos días, luego esperar tres, y así sucesivamente hasta que pudiera superar su ausencia.
Mientras tanto le sacaría el mayor partido posible en su lujoso apartamento. Empezó a temblar de la excitación. Pero recordó que tenía que presentarse fría y serena. No podía mostrarle que estaba enamorada.
Se puso su chaqueta y a los pocos minutos estaba en un taxi.
No dejaba de temblar. Respiró hondo y trató de adoptar una actitud más despreocupada. «Finge hasta que lo consigas». Aquella sería la última prueba de su lema.
Cuando llamó a la puerta de Nick, había respirado tanto que debía de estar hiperoxigenada.
La puerta se abrió, pero no vio a nadie.
-¿Nick?
-Pasa.
Era su voz, pero no podía verlo.
Entró en el vestíbulo. Unas pequeñas velas junto a la estatua proyectaban caprichosas sombras en la estancia. Parecía un altar dedicado a la diosa del sexo.
-Gracias por venir-Nick salió de las sombras que rodeaban la puerta.
Ella tragó saliva. Allí estaba, vestido con unos pantalones de cuero negro que revelaban su erección. También llevaba un chaleco negro sobre el torso desnudo y... una máscara negra. Una ola de pasión primitiva la recorrió.
Estaba en lo cierto. Nick quería seguir con la aventura, pero ella jamás se hubiera imaginado que fuera él quien preparase el escenario.
-Te... te he traído el abrigo.
-Bien -se volvió y cerró la puerta con llave-. Ahora quiero que te desnudes y que te lo pongas - apuntó hacia la salita-.Yo estaré ahí, esperándote.
-¿Y si no quiero hacerlo? -preguntó para intentar mantener el control.
-Quieres hacerlo -sus ojos la traspasaron a través de la máscara-. Puedo ver que estás ardiendo de deseo -pasó junto a ella y entró en la salita a oscuras.
______ se quedó perpleja... y excitada. Aquel hombre era una caja de sorpresas, incluso después de años de... No, no podía pensar así.
Se desnudó y dejó la ropa sobre la mesa de la estatua. Entonces se puso el abrigo y se lo ató a la cintura. El efecto era tan sensual que la entrepierna se le mojó de excitación.
Al entrar en la salita vio que había velas encendidas por todas partes. Y de espaldas a la ventana estaba él, que parecía llenar la habitación con su presencia.
-Siéntate ahí -le indicó un sofá victoriano de terciopelo -ella obedeció, cada vez más húmeda-. Ahora túmbate de espaldas y ábrete el abrigo. Hazlo muy despacio.
Con el corazón desbocado, hizo lo que le pedía y se recostó sobre un almohadón.
Sin apartar la mirada de la negra figura, se desató el cinturón y separó las solapas, sintiendo cómo aquellos ojos ardientes le recorrían la piel desnuda.
-Ahora... -hizo una pausa y se aclaró la garganta-. Quiero que llegues tú misma al orgasmo.
-¿Y si no lo hago?
-Hazlo... Hazlo por mí -dijo con voz más suave.
Ella cerró los ojos y deslizó una mano entre sus muslos. Él la estaba desafiando a ser salvaje, y ella iba a demostrarle lo salvaje que podía ser.
Se llevó la otra mano al pecho y se apretó el pezón. Entonces empezó a frotarse la entrepierna.
La agitada respiración de Nick le recordó que estaba allí, mirándola, y eso le aceleró el orgasmo. Empezó a jadear y se frotó con más fuerza, imaginando que era él quien la tocaba.
Sus muslos empezaron a temblar, y al fin, con un grito frenético, se arqueó y, explotó en una oleada de calor.
-Sí -le susurró él a su lado-. Sí, amor mío -se acercó al sofá, con los pantalones desabrochados, y le hizo poner los pies en el suelo-. Mírame, amor mío.
«Amor mío». Era la primera vez que se lo decía. Lo miró a sus ojos marrones, más intensos al estar enmarcados por la máscara negra.
-Sé que deseas tener a muchos hombres -dijo él-. Permíteme que sea todos ellos a la vez. Puedo ser todo lo que desees. Dime cuáles son tus fantasías y yo las cumpliré. Te quiero, ____. Té necesito. Por favor, dame una oportunidad para demostrarte que puedo ser suficiente para ti.
Ella se quedó sin habla. ¿Le había dicho que la quería?
-Quizá tú aún no me ames -continuó él-. Taylor dice lo contrario, pero...
-¿Taylor te ha dicho eso? -iba a matarla... O tal vez no. No había duda de que Tay era la responsable de aquel disfraz de cuero-. Tay es una charlatana.
-Entonces está equivocada... -el brillo de sus ojos se apagó.
____ le sujetó la cara entre las manos. El corazón le latía de amor por aquel hombre tan dulce y tan sexy.
-No -le susurró-. Tiene razón.
-¿Tiene razón?
-Sí, pero me habría gustado decírtelo yo misma y...
-¿Tiene razón? -la sonrisa de Nick iluminó la habitación en penumbra-. ¿En todo?
-Eh... ¿A qué te refieres?
-A que te quieres casar conmigo.
-¿Pero cómo es posible que Tay sepa eso? ¡Yo ni siquiera lo sabía hasta hace un par de horas!
-Entonces sí que quieres.
-Sí -se rindió a lo inevitable. Tay se regodearía de lo lindo, y ella se lo permitiría. Lo único que importaba era que iba a pasar toda su vida con aquel hombre-. Nick, por favor... ámame.
-No puedo evitarlo -dijo al tiempo que la penetraba-.Te quiero demasiado.
-Y yo a ti -sintió el tacto del cuero contra el muslo-.Todavía tienes puestos los pantalones.
-Sí. Cuando abres la bragueta el resto permanece en su sitio. ¿Te gustan?
-Me vuelven loca.
-Lo que te he dicho iba en serio, ____ -incrementó el ritmo de sus embestidas-. Puedo ser cualquier hombre que quieras. Cualquier fantasía.
Ella sintió la inminencia de otro orgasmo.
-Creo que... Oh, Dios, así... Quiero que seas mi... marido... mi fantasía -le echó los brazos al cuello y se aferró con fuerza mientras el clímax estallaba en su interior.
Capitulo final
Después de ocho citas con ocho hombres diferentes, ____ se preguntó qué había pasado con la belleza masculina de Nueva York.
De cara eran todos bastante atractivos, pero bastaba una hora en su compañía para ver que dejaban mucho que desear.
Ninguno tenía los ojos tan marrones como los de Nick, ni los hombros tan anchos. Y ninguno tenía sentido de humor ni podía mantener una conversación de más de diez palabras.
No llegó a besar a ninguno, y mucho a menos a invitarlos a su apartamento. Su plan no estaba resultando tan divertido como pensaba.
Taylor había intentado convencerla para que llamase a Nick, pero el orgullo se lo impedía. Por nada del mundo quería pensar en el matrimonio... aunque alguna que otra vez se hubiera sorprendido soñando despierta con anillos y trajes de novia. Y tenia que reconocer que Nick sería el candidato ideal.
Cuando el teléfono sonó el lunes por la noche, esperó que no fuera ninguno de los hombres con los que se había citado últimamente. Solo le interesaba uno... y él no quería saber nada de un compromiso permanente.
Respondió a la llamada y oyó la voz de ese hombre tan especial. El corazón le dio un vuelco. Intentó mantener un tono tranquilo, pero le resultó imposible.
-Hola, Nick.
En el breve silencio que siguió, se imaginó un millón de razones que explicaran su llamada.
Si le proponía retomar su relación sexual, ella aceptaría sin dudarlo. Estaba desesperada por volver con él, incondicionalmente.
-Yo... -balbuceó él, y se aclaró la garganta-. Quería saber si vas a devolverme el abrigo.
La decepción le atravesó el pecho. Solo quería recuperar su abrigo, mientras que ella fantaseaba con finales felices y todo eso.
-¿Y qué pasa con la mesa y las sillas? -pregunto sin poder contener el sarcasmo-. Supongo que también querrás recuperarlas.
-No, puedes quedártelas. A mí no me hacen falta, pero el abrigo sí.
-De acuerdo. Se lo daré a Tay, y ella puede dárselo a Joe, y Joe puede...
-No quiero esperar tanto. Quiero que me lo traigas esta noche.
-¿Esta noche?
-Sí. Esta noche -repitió con firmeza.
Ella frunció el ceño con irritación. Menudo dictador... Después de todo, tal vez no fuera el marido perfecto. Menos mal que no iba a comprometerse con él.
-De acuerdo. Te lo llevó enseguida -se reprimió para no añadir: «majestad»-. Adiós.
Después de colgar fue al armario y sacó el abrigo. Nick tenía otros, así que no podía estar tan interesado en ese. Solo quedaba una explicación: quería verla.
Bueno, no era tan extraño. Le había dicho que podrían seguir con la relación sexual.
De modo que podían acostarse aquella noche, hacerlo otra vez a los dos días, luego esperar tres, y así sucesivamente hasta que pudiera superar su ausencia.
Mientras tanto le sacaría el mayor partido posible en su lujoso apartamento. Empezó a temblar de la excitación. Pero recordó que tenía que presentarse fría y serena. No podía mostrarle que estaba enamorada.
Se puso su chaqueta y a los pocos minutos estaba en un taxi.
No dejaba de temblar. Respiró hondo y trató de adoptar una actitud más despreocupada. «Finge hasta que lo consigas». Aquella sería la última prueba de su lema.
Cuando llamó a la puerta de Nick, había respirado tanto que debía de estar hiperoxigenada.
La puerta se abrió, pero no vio a nadie.
-¿Nick?
-Pasa.
Era su voz, pero no podía verlo.
Entró en el vestíbulo. Unas pequeñas velas junto a la estatua proyectaban caprichosas sombras en la estancia. Parecía un altar dedicado a la diosa del sexo.
-Gracias por venir-Nick salió de las sombras que rodeaban la puerta.
Ella tragó saliva. Allí estaba, vestido con unos pantalones de cuero negro que revelaban su erección. También llevaba un chaleco negro sobre el torso desnudo y... una máscara negra. Una ola de pasión primitiva la recorrió.
Estaba en lo cierto. Nick quería seguir con la aventura, pero ella jamás se hubiera imaginado que fuera él quien preparase el escenario.
-Te... te he traído el abrigo.
-Bien -se volvió y cerró la puerta con llave-. Ahora quiero que te desnudes y que te lo pongas - apuntó hacia la salita-.Yo estaré ahí, esperándote.
-¿Y si no quiero hacerlo? -preguntó para intentar mantener el control.
-Quieres hacerlo -sus ojos la traspasaron a través de la máscara-. Puedo ver que estás ardiendo de deseo -pasó junto a ella y entró en la salita a oscuras.
______ se quedó perpleja... y excitada. Aquel hombre era una caja de sorpresas, incluso después de años de... No, no podía pensar así.
Se desnudó y dejó la ropa sobre la mesa de la estatua. Entonces se puso el abrigo y se lo ató a la cintura. El efecto era tan sensual que la entrepierna se le mojó de excitación.
Al entrar en la salita vio que había velas encendidas por todas partes. Y de espaldas a la ventana estaba él, que parecía llenar la habitación con su presencia.
-Siéntate ahí -le indicó un sofá victoriano de terciopelo -ella obedeció, cada vez más húmeda-. Ahora túmbate de espaldas y ábrete el abrigo. Hazlo muy despacio.
Con el corazón desbocado, hizo lo que le pedía y se recostó sobre un almohadón.
Sin apartar la mirada de la negra figura, se desató el cinturón y separó las solapas, sintiendo cómo aquellos ojos ardientes le recorrían la piel desnuda.
-Ahora... -hizo una pausa y se aclaró la garganta-. Quiero que llegues tú misma al orgasmo.
-¿Y si no lo hago?
-Hazlo... Hazlo por mí -dijo con voz más suave.
Ella cerró los ojos y deslizó una mano entre sus muslos. Él la estaba desafiando a ser salvaje, y ella iba a demostrarle lo salvaje que podía ser.
Se llevó la otra mano al pecho y se apretó el pezón. Entonces empezó a frotarse la entrepierna.
La agitada respiración de Nick le recordó que estaba allí, mirándola, y eso le aceleró el orgasmo. Empezó a jadear y se frotó con más fuerza, imaginando que era él quien la tocaba.
Sus muslos empezaron a temblar, y al fin, con un grito frenético, se arqueó y, explotó en una oleada de calor.
-Sí -le susurró él a su lado-. Sí, amor mío -se acercó al sofá, con los pantalones desabrochados, y le hizo poner los pies en el suelo-. Mírame, amor mío.
«Amor mío». Era la primera vez que se lo decía. Lo miró a sus ojos marrones, más intensos al estar enmarcados por la máscara negra.
-Sé que deseas tener a muchos hombres -dijo él-. Permíteme que sea todos ellos a la vez. Puedo ser todo lo que desees. Dime cuáles son tus fantasías y yo las cumpliré. Te quiero, ____. Té necesito. Por favor, dame una oportunidad para demostrarte que puedo ser suficiente para ti.
Ella se quedó sin habla. ¿Le había dicho que la quería?
-Quizá tú aún no me ames -continuó él-. Taylor dice lo contrario, pero...
-¿Taylor te ha dicho eso? -iba a matarla... O tal vez no. No había duda de que Tay era la responsable de aquel disfraz de cuero-. Tay es una charlatana.
-Entonces está equivocada... -el brillo de sus ojos se apagó.
____ le sujetó la cara entre las manos. El corazón le latía de amor por aquel hombre tan dulce y tan sexy.
-No -le susurró-. Tiene razón.
-¿Tiene razón?
-Sí, pero me habría gustado decírtelo yo misma y...
-¿Tiene razón? -la sonrisa de Nick iluminó la habitación en penumbra-. ¿En todo?
-Eh... ¿A qué te refieres?
-A que te quieres casar conmigo.
-¿Pero cómo es posible que Tay sepa eso? ¡Yo ni siquiera lo sabía hasta hace un par de horas!
-Entonces sí que quieres.
-Sí -se rindió a lo inevitable. Tay se regodearía de lo lindo, y ella se lo permitiría. Lo único que importaba era que iba a pasar toda su vida con aquel hombre-. Nick, por favor... ámame.
-No puedo evitarlo -dijo al tiempo que la penetraba-.Te quiero demasiado.
-Y yo a ti -sintió el tacto del cuero contra el muslo-.Todavía tienes puestos los pantalones.
-Sí. Cuando abres la bragueta el resto permanece en su sitio. ¿Te gustan?
-Me vuelven loca.
-Lo que te he dicho iba en serio, ____ -incrementó el ritmo de sus embestidas-. Puedo ser cualquier hombre que quieras. Cualquier fantasía.
Ella sintió la inminencia de otro orgasmo.
-Creo que... Oh, Dios, así... Quiero que seas mi... marido... mi fantasía -le echó los brazos al cuello y se aferró con fuerza mientras el clímax estallaba en su interior.
heyitsnicktanii
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
____ agarró una copa de champán y miró hacia la pista de baile, donde su marido bailaba con su hermana Deenna. Jamás se hubiera imaginado que a los seis meses de mudarse a Nueva York estaría bebiendo champán rosado en el Grange Hall, el día de su boda.
Y nunca se hubiera imaginado que podría ser tan feliz.
Sorprendentemente, sus aristocráticos suegros habían aceptado la invitación. De hecho, se habían relajado bastante desde la cena de la noche anterior, en la que Nickhabía desafiado a su padre a ver quién bebía más cerveza, y Glenda había animado a su marido a la victoria.
En aquel momento los dos bailaban pegados, y no precisamente para dar la imagen de una pareja convencional.
-Tus suegros parecen estar derritiéndose -le dijo Tay a _____.
-Lo sé -____ tomó otro sorbo de champán y decidió que no sabía tan mal, después de todo-. ¿No es maravilloso?
-Gracias a ti. Parece que has obrado un milagro.
-Nick me ha advertido que no me haga ilusiones. Tay le pasó un brazo por la cintura y le dio un fuerte apretón.
-Tiene razón, pero nunca se sabe.
____ miró a su dama de honor.
-Yo digo que dentro de nada estarán besándose.
-Ya veremos... Ah, hay algo que quería decirte. ¿Qué era...? Ah, ya me acuerdo: Te lo dije.
____ puso una mueca.
-Sí, creo que solo me lo has dicho quinientas veces.
-Te la estabas buscando al burlarte de mi matrimonio con Joe. Y hablando de mi esclavo de amor, mira cómo baila con Meredith. Está loco por esa niña.
-Como si tú no lo estuvieras -a _____ se le encogía el corazón cada vez que miraba a la hija de Tay-. Ni siquiera dejas que Nick y yo hagamos de canguros.
Tay sonrió.
-Tened un hijo propio.
-Eh, espera un momento. Acabas de conseguir que nos casemos. No intentes ahora que tengamos un hijo tan pronto. Antes quiero pasar algún tiempo disfrutando de mi vida de casada.
-Si tú lo dices... -Tay sonrió maliciosamente.
-Te lo advierto. Ni se te ocurra hablarle a Nick del tema.
-No diré ni una palabra. Pero mira cómo está mirando a Meredith.
____ miró a su marido. Parecía comerse con los ojos a la pequeña hija de Joe y Taylor.
Y, puestos a pensar en ello, cuando hicieron el amor en el asiento trasero de un coche dos noches atrás, Nick había dicho que estaba empezando a cansarse de los preservativos.
-Tranquila -le dijo Tay-. Con un hombre como él, tienes garantizada la diversión y las locuras para el resto de tu vida.
-Sobre todo si sigues dándole consejos. Todavía no puedo creer que urdierais aquella encerrona de la máscara.
-Pero funcionó, ¿no es así?
-Sí, pero creo que...
-Hora de que los novios bailen juntos -Nick apareció en ese momento y la arrastró a la pista de baile.
Ella lo miró a los ojos. Le seguía pareciendo increíble que estuvieran casados. Le encantaba pensar en ello, porque le parecía un sueño.
-¿No sientes como sí fueras a despertar de un momento a otro y descubrieras que nada de esto es real? -le preguntó mientras comenzaban a bailar.
-Espero que no -le dijo mirándola con ternura-. Esta es mi fantasía particular.
-Y también la mía -le echó los brazos alrededor del cuello-. ¿Está Taylor intentando convencerte para que tengamos hijos ya?
Él sonrió.
-Sí. Por lo visto a ella también le gustaban las series familiares de televisión.
_____ tuvo el presentimiento de que había perdido la batalla.
-Entonces... ¿te ha convencido?
-Sí -le respondió con una sonrisa aún más ancha.
-¡Nick! Sabes que quiero esperar -pero su cuerpo vibraba con la emoción de hacer el amor con él y concebir a su hijo.
-Lo sé. Seguiremos usando anticonceptivos, si así lo prefieres.
-Lo prefiero -al menos una parte de ella lo prefería. Tal vez. O quizá...
-A menos... -le susurró él al oído.
-¿A menos qué?
-A menos que durante la luna de miel... sientas el irrefrenable impulso de hacerlo.
Y ella supo, mientras se estrechaba entre sus brazos, que aquello era exactamente lo que deseaba.
Aws ame a esta Nick bueeeno eso es todo espero que les gstara,de nuevo gracias por leer las quiero y aqui les dejo el link de la nueva novela,espero verlas aho tambien :D
Uma noche no es suficiente
Y nunca se hubiera imaginado que podría ser tan feliz.
Sorprendentemente, sus aristocráticos suegros habían aceptado la invitación. De hecho, se habían relajado bastante desde la cena de la noche anterior, en la que Nickhabía desafiado a su padre a ver quién bebía más cerveza, y Glenda había animado a su marido a la victoria.
En aquel momento los dos bailaban pegados, y no precisamente para dar la imagen de una pareja convencional.
-Tus suegros parecen estar derritiéndose -le dijo Tay a _____.
-Lo sé -____ tomó otro sorbo de champán y decidió que no sabía tan mal, después de todo-. ¿No es maravilloso?
-Gracias a ti. Parece que has obrado un milagro.
-Nick me ha advertido que no me haga ilusiones. Tay le pasó un brazo por la cintura y le dio un fuerte apretón.
-Tiene razón, pero nunca se sabe.
____ miró a su dama de honor.
-Yo digo que dentro de nada estarán besándose.
-Ya veremos... Ah, hay algo que quería decirte. ¿Qué era...? Ah, ya me acuerdo: Te lo dije.
____ puso una mueca.
-Sí, creo que solo me lo has dicho quinientas veces.
-Te la estabas buscando al burlarte de mi matrimonio con Joe. Y hablando de mi esclavo de amor, mira cómo baila con Meredith. Está loco por esa niña.
-Como si tú no lo estuvieras -a _____ se le encogía el corazón cada vez que miraba a la hija de Tay-. Ni siquiera dejas que Nick y yo hagamos de canguros.
Tay sonrió.
-Tened un hijo propio.
-Eh, espera un momento. Acabas de conseguir que nos casemos. No intentes ahora que tengamos un hijo tan pronto. Antes quiero pasar algún tiempo disfrutando de mi vida de casada.
-Si tú lo dices... -Tay sonrió maliciosamente.
-Te lo advierto. Ni se te ocurra hablarle a Nick del tema.
-No diré ni una palabra. Pero mira cómo está mirando a Meredith.
____ miró a su marido. Parecía comerse con los ojos a la pequeña hija de Joe y Taylor.
Y, puestos a pensar en ello, cuando hicieron el amor en el asiento trasero de un coche dos noches atrás, Nick había dicho que estaba empezando a cansarse de los preservativos.
-Tranquila -le dijo Tay-. Con un hombre como él, tienes garantizada la diversión y las locuras para el resto de tu vida.
-Sobre todo si sigues dándole consejos. Todavía no puedo creer que urdierais aquella encerrona de la máscara.
-Pero funcionó, ¿no es así?
-Sí, pero creo que...
-Hora de que los novios bailen juntos -Nick apareció en ese momento y la arrastró a la pista de baile.
Ella lo miró a los ojos. Le seguía pareciendo increíble que estuvieran casados. Le encantaba pensar en ello, porque le parecía un sueño.
-¿No sientes como sí fueras a despertar de un momento a otro y descubrieras que nada de esto es real? -le preguntó mientras comenzaban a bailar.
-Espero que no -le dijo mirándola con ternura-. Esta es mi fantasía particular.
-Y también la mía -le echó los brazos alrededor del cuello-. ¿Está Taylor intentando convencerte para que tengamos hijos ya?
Él sonrió.
-Sí. Por lo visto a ella también le gustaban las series familiares de televisión.
_____ tuvo el presentimiento de que había perdido la batalla.
-Entonces... ¿te ha convencido?
-Sí -le respondió con una sonrisa aún más ancha.
-¡Nick! Sabes que quiero esperar -pero su cuerpo vibraba con la emoción de hacer el amor con él y concebir a su hijo.
-Lo sé. Seguiremos usando anticonceptivos, si así lo prefieres.
-Lo prefiero -al menos una parte de ella lo prefería. Tal vez. O quizá...
-A menos... -le susurró él al oído.
-¿A menos qué?
-A menos que durante la luna de miel... sientas el irrefrenable impulso de hacerlo.
Y ella supo, mientras se estrechaba entre sus brazos, que aquello era exactamente lo que deseaba.
Aws ame a esta Nick bueeeno eso es todo espero que les gstara,de nuevo gracias por leer las quiero y aqui les dejo el link de la nueva novela,espero verlas aho tambien :D
Uma noche no es suficiente
heyitsnicktanii
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
TeamJonas2 escribió:DIOS MIO. Me encanta, sí, me encanta muuucho esta novela. Estoy desando leer el final y espero que Tay le meta en la cabeza lo que tiene que saber -.-
Estoy desando leer el final!
Haha muchas gracias por leer!,espero que te gustara el final :D
heyitsnicktanii
Re: Pasiones encadenadas Adaptacion [Nick y tu]
jennito moreno escribió:dios dan ganas de golpearlo como puede ser tan inocente y no darse cuenta...
y ella... como no se dan cuenta de que se aman????
dale sigue quiero saber ya que pasara...
Ahi esta el final ,espero que te gustara :D y muchas gracias por leer
heyitsnicktanii
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