The Maze Runner.

Tu capítulo... Alec, escribes genial  

Oh, por Aslan... las chicas ya llegaron al Área  Me gustó la idea de que algunas estuvieran despiertas y otras desmayadas... tú sabes... más intriga (?)

Espero el siguiente capítulo.

¡Saludos!

Lo sé, cielo, lo sé *introduzca voz de Edna Moda*

¿Ella estaba soñando? No, no podía ser un sueño, al menos que en un sueño pudiese sentir la brisa golpeando frenéticamente su rostro. Cada mechón de su castaño cabello se desparramaba sobre su cara, suavemente con su mano retiró parte del cabello de su rostro, no quería perder detalle de lo que veía.¿Cómo podía un lugar que no recordaba haber visto jamás serle tan extrañamente familiar? la muchacha sacudió la cabeza, era imposible aquel sitio era desconocido para ella.

Una extensión grande de tierra se extendía ante su vista, pero sólo un color podía predominar en aquel lugar, el verde. Césped, arboles, un recio jardín, y las que parecían ser estructuras, cubiertas por un ligero brote de moho.A la larga se podría decir que la lluvia mantenía aquel sitio así, pero algo le decía que en alquel lugar no llovía. Su mirada se obsesionó por ver todo cada vez más, sin importarle que alrededor de unos veinticuatro pares de ojos, o más, le miraran detenidamente, como si fuera de otro mundo.

Un amargo pensamiento recorrió la mente de Brooklyn—sí, ese era el nombre de la chica, lo había descubierto unos minutos antes cuando un recuerdo asaltó su mente, pero tan rápido como vino se fue— No soy de aquí, pensaba para sí, era de una ciudad; apretaba fuertemente los ojos y volvía a abrirlos, la confusión la abordó en instantes.

Brooklyn volvió a recorrer con la mirada el sitio, había montones de chicos dispersos, un par de chicas—las mismas que habían estado  con ella, mientras estaban  atrapadas en esa especie de caja metálica—bueno, solo habían unas cuantas, las otras habían sido llevadas a otro sitio, que hasta ahora la ella desconocía. Deseaba poder decirles algo a aquellas chicas, pero estaba tan aturdida que solo quería ser la de antes.

—Si sigues dando vueltas vas a caer, Newbie—Brooklyn pareció sobresaltada ante el comentario de un chico que se había acercado a ella, era de complexión ancha, un poco regordete y aquella última palabra provocó que ella frunciera aún más el ceño.
— ¿Esto es real?—logró articular, olvidando lo que había comentado el niño, que bien podía ser o no un insulto.
—¿Que clase de pregunta es esa?

Brooklyn trató de ordenar sus pensamientos, obvio que era real, cada segundo que pasaba allí, un musculo de su cuerpo se tensaba y eso se encargaba de confirmárselo.

—Esa cosa donde nos subieron ¿por qué nos trajo aqu...?
— ¡Oh, no! Aquí vamos de nuevo—exclamó nterrumpiendola con algo de pesadez en su voz, Chuck, o algo así, lo habían llamado minutos antes de que se llevaran a las otras chicas.

Ya la brisa había dejado de azotar tanto, y muchos de los chicos se dispersaban, pero no precisamente para ir de vuelta sus tareas. Un chico rubio, parecía estar a cargo, estudiaba a las pocas chicas junto a  Brooklyn. El cielo seguía igual de despejado, y Brooklyn quiso saber si aquello era real, y aquel chico, Chuck, la estaba dejando igual de confundida que antes.

El ambiente que mantenía El Claro estaba más tenso que de costumbre, como solía ocurrir cada vez que la alarma sonaba y el ascensor subía, trayendo consigo otro pobre mortal para una llegada sin retorno. Chicos, siempre habían sido chicos, ¿Por qué ahora había ocho chicas? Se cuestionaba Caleb, uno de los chicos que se congregó en aquel rebullicio que había aguardado a que el ascensor subiera.

Caleb empujaba a varios chicos menos veteranos que él para tener un mejor panorama de lo que acontecía. Para su desgracia no era muy alto, por lo que no ayudaba mucho el esfuerzo que hacía, a pesar de tener el cuerpo algo tonificado producto de su trabajo excavando y levantando muros, el cual ejercía como un buen Trackhoe. Mientras se aproximaba accidentalmente chocó con un muchacho moreno, cuyo cabello negro estaba revuelto, el chico clavó su mirada en él, con el ceño levemente fruncido, pero después se concentró de nuevo en lo que ocurría, Caleb agradeció aquello, JJ así era conocido aquel moreno con el que había chocado, era algo temperamental, o por lo menos así lo veía, y es que no era para menos, las tareas de los  Bagger no era para andar todo el feliz. Ya un poco más cerca distinguió a Newt dando unas instrucciones, ya que Alby había ido con otro grupo a Homestead junto a las chicas inconscientes, sin embargo el rostro del rubio denotaba la misma confusión de todos los presentes.

Las chicas no se veían en mejores condiciones, presentía que aquello no debía ser bueno.

«¿Existe el Infierno? ¿Existe Dios? ¿Resucitaremos después de la muerte? Ah, no olvidemos lo más importante: ¿Habrá mujeres allí?» esa frase vagó de repente  en su mente, era totalmente ilógico como citas que alguna vez había leído, o algo por el estilo, venían de repente, lo cual le era frustrante, recordar solo su nombre y una que otra frase que hasta ahora no sabía de dónde venían.

—Eso sí me gustaría—el repentino comentario logró que Caleb dejara un lado sus pensamientos y se girara hacia el dueño de la voz que había interrumpido la noción de sus pensamientos, Luc. Ligeramente más alto que él, de cabello rubio, unos expresivos ojos azules y la sonrisa divertida estampada en su rostro como si todo se tratase de un juego, pero un buen chico,y gran amigo, en realidad el que mejor le caía de todos los chicos del área.

Caleb tuvo el ridículo impulso de sonreír.

— ¿Que te gustaría?

Luc le regresó la sonrisa, y volvió a mirar al frente donde las chicas parecían tener una discusión o un típico ataque de confusión y el rubio Keeper parecía desesperarse.

—Ser el guardián de alguna de ellas —contestó a su amigo como si fuera lo más obvio del mundo— ¿Qué acaso no escuchaste a Newt?

Pero a Caleb no le dio tiempo de si quiera contestarle.  Luc se había aproximado hasta Newt y las chicas. El pelinegro no tuvo chance de nada porque lo que paso a continuación fue confuso, una de las chicas había dicho algo de una ¿misión?,  se lamentó de nuevo por no haber escuchado bien, de repente se habían echado a correr rumbo a Homestead, y claramente la multitud se relajó. Y bueno a él  no le quedo de otra que correr detrás de los pocos chicos que habían ido tras las recién llegadas, Alby no estaría precisamente contento.

:3: