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The Grace - Zayn Malik
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 1. • Comparte
The Grace - Zayn Malik
por zαчn-pαчnє Dom 13 Abr 2014, 5:27 pm
• Titulo: The Grace.
• Autor: zayn-payne :3
• Adaptación: No.
• Género: Romance, drama, erótica.
• Contenido: Lenguaje vulgar, escenas explícitas.
• Advertencias: Ninguna.
• Otras páginas: Sí.
Sinopsis.
El crucero más famoso de América está por llegar.
Megan, sueña con subirse a ese gran barco donde su destino es a Nueva York. Una pequeña y soñadora inglesa, sueña con que en ese lugar, encontrará el amor de su vida. Un apuesto y sexy chico, con el cual, tendrá millones de aventuras, hijos, un final felices y sobre todo un buen sexo. Sin embargo esos son solamente sueños de una adolescente de diecisiete años, que su estado económico no es comparado con ningún chico de la alta sociedad. Sus padres trabajan para sobrevivir día a día, con una pequeña hermana de cuatro años que desea que un día sea mejor que ella.
Y por otro lado está Zayn. Pero en conclusión; es un chico totalmente opuesto a Megan.
Megan, sueña con subirse a ese gran barco donde su destino es a Nueva York. Una pequeña y soñadora inglesa, sueña con que en ese lugar, encontrará el amor de su vida. Un apuesto y sexy chico, con el cual, tendrá millones de aventuras, hijos, un final felices y sobre todo un buen sexo. Sin embargo esos son solamente sueños de una adolescente de diecisiete años, que su estado económico no es comparado con ningún chico de la alta sociedad. Sus padres trabajan para sobrevivir día a día, con una pequeña hermana de cuatro años que desea que un día sea mejor que ella.
Y por otro lado está Zayn. Pero en conclusión; es un chico totalmente opuesto a Megan.
Última edición por zαчn-pαчnє el Dom 13 Abr 2014, 5:30 pm, editado 2 veces
zαчn-pαчnє
Re: The Grace - Zayn Malik
por zαчn-pαчnє Dom 13 Abr 2014, 5:28 pm
Capítulo 1. El Juego.
MEGAN.
Esto es lo más hermoso que eh visto en mi vida. Suspire viendo en una página del diario donde el encabezado tenía en letras grandes, el nombre del barco de mis sueños. Bueno, exactamente el crucero de mis sueños. Desde que supe de su existencia, no he parado de investigar quien fue el creador del barco, cuánta capacidad tiene, y todo y cada uno de sus rincones. The Grace. Así se llamaba el tan anhelado barco. Me puse sobre mi espalda en la cama y tome el diario para leerlo sobre mi rostro. Viendo detenidamente la foto impresa en la hoja. Suspire nuevamente poniendo el diario sobre mi pecho y cerrando los ojos.
Algún día iré. Algún día.
--Boba.
La vocecita tierna de mi hermana resonó sobre la habitación. Me quité el diario de mi pecho y me levante un poco para mirarla. Ella estaba sentada en el borde de su cama jugando con sus piececitos y abrazando a un oso de felpa. Nos miramos retadoramente. A su edad es una niña chantajista pese a q no habla muy bien. Siempre nos hacemos éstas miradas para ver quién gana. Y si ella gana, yo tendré que darle un puño de mis chocolates. Y si yo gano, la tendré como esclava durante todo un día. Melannie, no quita sus ojos mieles de otro par de ojo miel. Parece decidida a ganar, pero yo no. Anoche no dormí bien y los ojos me pesan un poco. Pero mis intentos por permanecer mis ojos abiertos, no funciona. Parpadeo y la mocosa de mi hermana chilla de emoción y se avienta a mi cama y cae sobre mí para hacerme cosquillas. Hago el afán de retorcerme y fingir que me hace cosquillas, cosa que no tengo. Una vez que ha acabo su asalto, me levanto junto con ella y la siento en mi regazo. Le acomodo el cabello rubio dorado y le beso la frente. Melannie me sonríe enseñándome sus dientes un poco mal formados; a causa de los dulces.
--He ganano. – me dice con sus palabras a medias; he ganado. Yo río y me levanto dejándola sentada.
--Es cierto. Pero solo por esta vez. – le guiño un ojo y voy hacia mi escritorio donde tengo en una lata los chocolates que me regala el señor de la dulcería en donde a veces trabajo cuando me solicita. – Toma. – le entrego uno. Melannie me mira y me hace un puchero.
--He dudado mucho más. – se cruza de brazos mirándome con los ojos entrecerrados. Suspiró y le vuelvo a abrir la lata y ella se abalanza rápidamente.
--¡Eh eh eh! Solo uno más. Sabes que a mamá no le gusta que comas chocolates. Si nos descubre ya no habrá más juegos de miradas y recompensas de chocolates.
Melannie finge asimilar la situación y asiente energéticamente con la cabeza. Le sonrió y vuelvo a dejar en mi lata de chocolates en el escritorio. Oigo los pasos de Melannie por la habitación y después en el baño.
--Melannie, estaré abajo con mamá. No tardes o vendrá el coco a buscarte – me burlé un poco y reí al oír un susurró de miedo.
Giré sobre mis talones y baje hacia la cocina. Olía de maravilla. Mamá siempre cocinaba grandioso. Me encantaban los waffles que cocinaba. Entre en la cocina y la miré de espaldas removiendo algo en la olla. Sonreí al verla. Ella es mi vida entera. Mi orgullo de mujer.
--Hola, mami. – me acerque a ella por detrás y besé su mejilla.
--Hola cariñó, ¿has dejado sola a Melannie? – se giró para verme de frente y asentí con la cabeza encogiéndome de hombros. – Sabes que no puedes dejarla sola. Tiende a estar en el baño y jugar en la regadera. Se puede caer, Megan. – me llamo la atención.
--No pasa nada, mamá. Melannie ya tiene cuatro años…
--Y por eso la cuido, Megan. – me interrumpió. Salió de la cocina y comenzó a gritar el nombre de mi hermana. Y en segundos oí los zapatos de Melannie bajar por las escaleras y de paso sus risitas. Mamá entro con ella en brazos y la sentó en la mesa del centro junto a mí.
--Tú, tonta. – me señaló con el pequeño dedo índice. Mi mamá rió y yo también.
--Meli, Megan no es tonta.
--Si, tonta, Meggie. – así me llamaba ella.
--Tú, boba. – le contra ataque y mi mamá me lanzó un trapo de cocina en la cara, poniéndome una cara de las típicas que dan las mamas, cuando te retan.
--Megan, no le sigas el juego a Mel. Comienzo a creer que eres tú la que le enseñas esas palabras.
--Claro que no, mamá. Es papá que le pone esos animados en la televisión.
--¡Papi! – exclamó Melannie alzando sus bracitos y abriendo y cerrando las manitas. Me giré y vi a mi padre en el umbral de la cocina.
--Hola mi bebé. – la tomó en brazos y le beso la cabeza. Aun con Melannie en brazos se fue hacia donde mi madre y la beso. Sonreí y miré embobada como su amor se hacía cada día más firme. Veinte años de matrimonio, no se dicen fáciles. – Hola, calabaza – se dirigió a mí y beso de igual manera mi cabeza.
--Hola, papá, ¿Qué tal ha ido hoy?
Dejo a Melannie sobre la mesa de nuevo y tomó a mi madre de la cintura acercándola a ella. En su rostro se dibujo una sonrisa de oreja a oreja, que dejaban ver sus radiantes dientes blancos. Carraspeo y vi en sus ojos, un brillo del que nunca pude haber visto antes.
--Familia. – habló como haciendo honores a algo y se giró a mi madre. Le dio un pico en los labios y volvió a sonreír. – tengo algo que decirles.
Las tres mujeres que estábamos en el mismo lugar que él, lo miramos esperando a q prosiguiera. Hasta Melannie estaba atenta a él.
--Robert, habla de una vez. – le dijo mi madre.
--Creo que esta será nuestra última vez que estemos aquí en Londres.
Mi madre y yo lo miramos sin entender. ¿La última vez? De que hablaba mi padre. Vi como mi madre se alejaba de él y lo miraba cruzándose de brazos. Pude sentir la tensión entre mis padres, y no precisamente una tensión sexual…
--¿De qué hablas, Robert?
--Mujer. Hijas. Creo que ha quedado claro. Nos mudaremos.
¿Qué? ¿Está hablando en serio? Muy apenas podemos solventar los gastos de la casa, como para que nos mudemos… mi padre sí que está loco.
--¿Cómo dices? Robert, ¿Qué has hecho?
--He ido al bar de siempre, y me eché una jugada con los amigos de siempre y… - se quedo callado. ¡Dios! ¿Pero que se traía entre manos este hombre?
--¡Habla de una vez! – gritó mi madre.
--Una vez que estuve ahí, jugué cartas como siempre, y uno de ellos apostó cuatro boletos para un crucero… - ¿crucero? ¿dijo crucero? – la jugada se puso pesada y casi temí perder lo que yo había apostado, pero en el último momento donde todos se rindieron, sacamos al mismo tiempo las cartas y… - se detuvo de nuevo. Mi madre y yo lo mirábamos sin entender aun a lo q iba. Mis sentidos me decían que esto era algo bueno y que… - ¡y gane! – gritó emocionado, abrazando a mi madre quien seguía sin entender. Intercambiamos miradas y me encogí de hombros.
--Robert. – lo separo de ella y le puso las manos en el rostro. – Robert, mi amor, ¿Cómo que has ganado?
--Mi amor, he ganado cuatros pases a bordo del famoso… - mi padre me miró con una sonrisa. – y único… - se aproximo a mí y yo no entendía, pero en mi rostro se iba dibujando una sonrisa que a medias que seguía hablando se iba agrandando. – ¡crucero de América! ¡Megan, estaremos a bordo de The Grace!
Oh por dios. Oh por dios. ¿Habló en serio? ¿En serio lo dijo? ¿Estaré en el The Grace?
Grité con todas mis fuerzas y me levante para abrazar a mi padre fuertemente. Oía su risa emocionada y me uní a él. Mi madre nos miraba con una sonrisa en su rostro y Melannie chillaba por querer unirse al abrazo.
Y se cumplió.
Ese día no muy lejano, ha llegado.
Me subiré a The Grace, y viviré la mejor experiencia de mi vida.
MEGAN.
Esto es lo más hermoso que eh visto en mi vida. Suspire viendo en una página del diario donde el encabezado tenía en letras grandes, el nombre del barco de mis sueños. Bueno, exactamente el crucero de mis sueños. Desde que supe de su existencia, no he parado de investigar quien fue el creador del barco, cuánta capacidad tiene, y todo y cada uno de sus rincones. The Grace. Así se llamaba el tan anhelado barco. Me puse sobre mi espalda en la cama y tome el diario para leerlo sobre mi rostro. Viendo detenidamente la foto impresa en la hoja. Suspire nuevamente poniendo el diario sobre mi pecho y cerrando los ojos.
Algún día iré. Algún día.
--Boba.
La vocecita tierna de mi hermana resonó sobre la habitación. Me quité el diario de mi pecho y me levante un poco para mirarla. Ella estaba sentada en el borde de su cama jugando con sus piececitos y abrazando a un oso de felpa. Nos miramos retadoramente. A su edad es una niña chantajista pese a q no habla muy bien. Siempre nos hacemos éstas miradas para ver quién gana. Y si ella gana, yo tendré que darle un puño de mis chocolates. Y si yo gano, la tendré como esclava durante todo un día. Melannie, no quita sus ojos mieles de otro par de ojo miel. Parece decidida a ganar, pero yo no. Anoche no dormí bien y los ojos me pesan un poco. Pero mis intentos por permanecer mis ojos abiertos, no funciona. Parpadeo y la mocosa de mi hermana chilla de emoción y se avienta a mi cama y cae sobre mí para hacerme cosquillas. Hago el afán de retorcerme y fingir que me hace cosquillas, cosa que no tengo. Una vez que ha acabo su asalto, me levanto junto con ella y la siento en mi regazo. Le acomodo el cabello rubio dorado y le beso la frente. Melannie me sonríe enseñándome sus dientes un poco mal formados; a causa de los dulces.
--He ganano. – me dice con sus palabras a medias; he ganado. Yo río y me levanto dejándola sentada.
--Es cierto. Pero solo por esta vez. – le guiño un ojo y voy hacia mi escritorio donde tengo en una lata los chocolates que me regala el señor de la dulcería en donde a veces trabajo cuando me solicita. – Toma. – le entrego uno. Melannie me mira y me hace un puchero.
--He dudado mucho más. – se cruza de brazos mirándome con los ojos entrecerrados. Suspiró y le vuelvo a abrir la lata y ella se abalanza rápidamente.
--¡Eh eh eh! Solo uno más. Sabes que a mamá no le gusta que comas chocolates. Si nos descubre ya no habrá más juegos de miradas y recompensas de chocolates.
Melannie finge asimilar la situación y asiente energéticamente con la cabeza. Le sonrió y vuelvo a dejar en mi lata de chocolates en el escritorio. Oigo los pasos de Melannie por la habitación y después en el baño.
--Melannie, estaré abajo con mamá. No tardes o vendrá el coco a buscarte – me burlé un poco y reí al oír un susurró de miedo.
Giré sobre mis talones y baje hacia la cocina. Olía de maravilla. Mamá siempre cocinaba grandioso. Me encantaban los waffles que cocinaba. Entre en la cocina y la miré de espaldas removiendo algo en la olla. Sonreí al verla. Ella es mi vida entera. Mi orgullo de mujer.
--Hola, mami. – me acerque a ella por detrás y besé su mejilla.
--Hola cariñó, ¿has dejado sola a Melannie? – se giró para verme de frente y asentí con la cabeza encogiéndome de hombros. – Sabes que no puedes dejarla sola. Tiende a estar en el baño y jugar en la regadera. Se puede caer, Megan. – me llamo la atención.
--No pasa nada, mamá. Melannie ya tiene cuatro años…
--Y por eso la cuido, Megan. – me interrumpió. Salió de la cocina y comenzó a gritar el nombre de mi hermana. Y en segundos oí los zapatos de Melannie bajar por las escaleras y de paso sus risitas. Mamá entro con ella en brazos y la sentó en la mesa del centro junto a mí.
--Tú, tonta. – me señaló con el pequeño dedo índice. Mi mamá rió y yo también.
--Meli, Megan no es tonta.
--Si, tonta, Meggie. – así me llamaba ella.
--Tú, boba. – le contra ataque y mi mamá me lanzó un trapo de cocina en la cara, poniéndome una cara de las típicas que dan las mamas, cuando te retan.
--Megan, no le sigas el juego a Mel. Comienzo a creer que eres tú la que le enseñas esas palabras.
--Claro que no, mamá. Es papá que le pone esos animados en la televisión.
--¡Papi! – exclamó Melannie alzando sus bracitos y abriendo y cerrando las manitas. Me giré y vi a mi padre en el umbral de la cocina.
--Hola mi bebé. – la tomó en brazos y le beso la cabeza. Aun con Melannie en brazos se fue hacia donde mi madre y la beso. Sonreí y miré embobada como su amor se hacía cada día más firme. Veinte años de matrimonio, no se dicen fáciles. – Hola, calabaza – se dirigió a mí y beso de igual manera mi cabeza.
--Hola, papá, ¿Qué tal ha ido hoy?
Dejo a Melannie sobre la mesa de nuevo y tomó a mi madre de la cintura acercándola a ella. En su rostro se dibujo una sonrisa de oreja a oreja, que dejaban ver sus radiantes dientes blancos. Carraspeo y vi en sus ojos, un brillo del que nunca pude haber visto antes.
--Familia. – habló como haciendo honores a algo y se giró a mi madre. Le dio un pico en los labios y volvió a sonreír. – tengo algo que decirles.
Las tres mujeres que estábamos en el mismo lugar que él, lo miramos esperando a q prosiguiera. Hasta Melannie estaba atenta a él.
--Robert, habla de una vez. – le dijo mi madre.
--Creo que esta será nuestra última vez que estemos aquí en Londres.
Mi madre y yo lo miramos sin entender. ¿La última vez? De que hablaba mi padre. Vi como mi madre se alejaba de él y lo miraba cruzándose de brazos. Pude sentir la tensión entre mis padres, y no precisamente una tensión sexual…
--¿De qué hablas, Robert?
--Mujer. Hijas. Creo que ha quedado claro. Nos mudaremos.
¿Qué? ¿Está hablando en serio? Muy apenas podemos solventar los gastos de la casa, como para que nos mudemos… mi padre sí que está loco.
--¿Cómo dices? Robert, ¿Qué has hecho?
--He ido al bar de siempre, y me eché una jugada con los amigos de siempre y… - se quedo callado. ¡Dios! ¿Pero que se traía entre manos este hombre?
--¡Habla de una vez! – gritó mi madre.
--Una vez que estuve ahí, jugué cartas como siempre, y uno de ellos apostó cuatro boletos para un crucero… - ¿crucero? ¿dijo crucero? – la jugada se puso pesada y casi temí perder lo que yo había apostado, pero en el último momento donde todos se rindieron, sacamos al mismo tiempo las cartas y… - se detuvo de nuevo. Mi madre y yo lo mirábamos sin entender aun a lo q iba. Mis sentidos me decían que esto era algo bueno y que… - ¡y gane! – gritó emocionado, abrazando a mi madre quien seguía sin entender. Intercambiamos miradas y me encogí de hombros.
--Robert. – lo separo de ella y le puso las manos en el rostro. – Robert, mi amor, ¿Cómo que has ganado?
--Mi amor, he ganado cuatros pases a bordo del famoso… - mi padre me miró con una sonrisa. – y único… - se aproximo a mí y yo no entendía, pero en mi rostro se iba dibujando una sonrisa que a medias que seguía hablando se iba agrandando. – ¡crucero de América! ¡Megan, estaremos a bordo de The Grace!
Oh por dios. Oh por dios. ¿Habló en serio? ¿En serio lo dijo? ¿Estaré en el The Grace?
Grité con todas mis fuerzas y me levante para abrazar a mi padre fuertemente. Oía su risa emocionada y me uní a él. Mi madre nos miraba con una sonrisa en su rostro y Melannie chillaba por querer unirse al abrazo.
Y se cumplió.
Ese día no muy lejano, ha llegado.
Me subiré a The Grace, y viviré la mejor experiencia de mi vida.
zαчn-pαчnє
Re: The Grace - Zayn Malik
por nina. Dom 13 Abr 2014, 6:24 pm
holaaa nueva lectora ke encanto la novela y el capirulo estaba fhabjdhaj siguela y puedo ser la aniga de ella y nocia de Hazza?
nina.
Re: The Grace - Zayn Malik
por zαчn-pαчnє Dom 13 Abr 2014, 7:00 pm
ninaaguirre11 escribió:holaaa nueva lectora ke encanto la novela y el capirulo estaba fhabjdhaj siguela y puedo ser la aniga de ella y nocia de Hazza?
Bienvenida! Me alegro mucho que te haya gustado el capítulo, espero que tenga buena audiencia y poder seguirla. La historia ya está planeada, nena. Espero verte por aquí en el siguiente capítulo. Xoxo
zαчn-pαчnє
Re: The Grace - Zayn Malik
por peralta. Dom 13 Abr 2014, 9:01 pm
Te informo que el color del titulo del tema no coincidía con el color del genero indicado en la ficha de tu novela. Para evitar inconvenientes, este a sido cambiado a su color correspondiente.
peralta.
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