Beyond the sky {RESULTADOS

Capitulo 1

Escapista

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Hoy era el día, por fin iba a cumplir mi mayoría de edad y estaba entusiasmada por ello. No es cualquier fecha, es la edad en que me puede cambiar todo, además de eso es el primer día en el que puedo decirle a mi madre que se vaya a la mierda. He tenido que aguantar desde que nací sus estúpidas palabras y en otras ocasiones obedecer, por que vivía en su mismo techo, pero esta vez ya me puedo ir con mi amiga Leya, ella aun es menor pero vive sola, cosa que a mi me facilitaría la vida. Si odio a mi madre, es tan sumamente perfeccionara, además siempre me manda hacer el bien y nunca me deja hacer lo que quiera, si hasta una vez me dejó un día entero en la comisaria para que aprendiera "la lección".

Después está Robert, mi ex. No se que cable se le cruzó cuando cumplió los dieciocho, pero desde entonces no es el mismo, lo dejamos aquél mismo día, lo recuerdo todo...


Estábamos en el Rock and Cream, un local al que solemos ir los fines de semana y pasar prácticamente todo el día, aun que la forma más entretenida es que haya una pelea, cosa que suelen haber más de una incluso hacen competiciones y cosas de esas. Nosotros solemos ir por que allí no piden carnet para poder beber y la música es bastante buena.

Hoy era el cumpleaños de Robert así que decidimos hacerle una fiesta sorpresa allí, quedamos con el a las once pasadas junto con una tarta y ronda libre de chupitos, pero no pudimos creer lo que vimos entrar. Él un chico que suele vestir con camisetas llamativas y pantalones caídos iba vestido con unos jeans y una camisa blanca. Al entrar supe que había cambiado, no se porqué pero sentía esa sensación. Me acerqué a él para besarle en forma de saludo cuando él me paró poniéndome el dedo sobre mis labios, simplemente me dediqué a preguntarle que le pasaba y él me contestó: "¿No te das cuenta del tiempo que has perdido, bueno hemos perdido? No hemos hecho más que venir a este bar a pasar el tiempo, perder oportunidades, malgastar nuestro preciado tiempo... No te has parado a pensar que va a ser de tu vida, ¿como vivirás, como cuidaras a tus hijos?" dejándome anonadada. Como se atrevió a decirme eso y el por que, pues no lo se pero desde entonces la última vez que le vi fue con traje y corbata, siendo una adulto, más bien un viejo.


Mi madre me da la orden de arreglarme para ir al registro, lo único que se es que debo ir por que a los dieciocho debes ir, lo cierto es que no se para qué es pero el caso es que debo ir. Me doy una ducha rápida para poder despejarme y aclararme, sigo secándome el pelo para luego dejármelo liso. Finalmente me dirijo al armario para poder elegir algo que ponerme, elijo algo sencillo y un poco retro, pero para mi suerte mi madre viene negándome mi vestimenta y me deja una ropa recién comprada en una bolsa. Es una camiseta con un cuello de peter pan, unos shorts altos y unos zapatos de tacón, me niego ante ella pero sin embargo me obliga a llevarlos, pero sin embargo en mi bolso meto las creepers negras.

Son las ocho de la tarde, esperamos en una sala completamente blanca, el ruido de mi tacón resuena contra el suelo esperando a que me llamen, mi madre me mira con una señal de "para de molestar" resoplo y paro de hacer el ruido. Después de esperar un mínimo de veinte minutos me llaman, así que me levanto rápidamente junto a mi madre y seguimos a la secretaria hasta llegar a una especie de despacho. Es una pared completa de cristales totalmente cristalinos, el resto completamente blanco o gris, el escritorio es de plata y los asientos negros, el hombre que mira por la ventana nos hace una seña para que nos sentemos, luego se voltea. Es un hombre bastante mayor, de unos cincuenta años, tiene algunas arrugas y un par de canas, va vestido con un traje muy bien planchado, sin ninguna marca aparente, para y se sienta ante nosotras.

-Señora Thompson, ha de firmar en este documento para dar su consentimiento.
-Por supuesto, ¿solo aquí?-pregunta mi madre haciendo su elegante firma en un recuadro.
-También nos tiene que entregar el expediente, pasaporte, tarjeta de identificación y el historial médico de su hija. Tal y como le pedimos.-le contestó él mirándole fijamente.
-Si, lo traigo todo aquí.-le dice ella entregándole una carpeta, dividida en secciones- Esta todo ordenado.-añade ella, como no si es una maniática del orden, el lo empieza a leer y nos quedamos quietas respirando lo mínimo para no hacer ruido.
-Vaya, por lo que veo estamos junto a una niña un poco rebelde.-dice el. ¿perdón? pienso en mi mente.
-No entiendo que es esto, ¿mama que hago aquí?-le pregunto sintiendo como mi pulso se acelera.
-Tranquila, ese problema de rebeldía vamos a solucionarlo enseguida.-dice él, al poco tiempo siento como mis ojos se cierran lentamente sin dejarme hacer ningún tipo de acción nada más que caerme al suelo.

Despierto en una habitación gris, estoy tumbada de lado en una camilla de plata, a mi lado hay otro como yo. Me paro a mirarle fijamente sin mover un solo músculo, tiene una especie de raja en el lado posterior de la cabeza, miro en la mesita plateada de su lado y veo una especie de aparato o chip. No entiendo nada, pero esta situación me da la suficiente mala espina como para saber que si me quedo allí, no acabará demasiado bien para mi. Oigo unas voces en la parte frente a mi ante una puerta veo como unas sombras están hablando, me levanto cuidadosamente y sin hacer ningún tipo de ruido de la camilla para ponerme ante una silla donde se encuentra mi camisa, la cual me habían quitado, me la pongo y miro los tacones al lado de mi bolso, no es el calzado adecuado por eso escojo el que me había guardado. Ando descalza hasta la otra puerta que se encuentra al lado de un armario, me meto despacio y allí acomodo mis creepers. En la parte derecha veo una ventana donde hay una escaleras que llevan a una especie de patio poco habitado, no lo dudo un minuto y salgo por esa amplia ventana, para mi suerte uno de los médicos entra y me pilla, corro cuanto puedo e al final doy un salto, por mi suerte no me mato. Pero cuando estoy en el patio con la rodilla jodida me rodean tres hombres de negro "genial" pienso para mi misma y pienso que es mi fin. Me recojo poniendo las rodillas contra mi pecho esperando mi hora, pero entonces un disparo mata a uno de ellos dejando a los otros desconcertados y a mi anonadada, tenía su cara en mis pies, veo el disparo en el centro de su frente. Una chica le da una patada a uno de los dos y empiezan a luchar, al tercero le dan un golpe en el cráneo haciendo que caiga al suelo, el chico que le ha dejado inconsciente me tiende la mano y entonces veo esos ojos verdosos por primera vez. Los tres huimos de aquél edificio hasta una furgoneta blanca, me tapan los ojos y ponen el vehículo en marcha.

Nos alejamos de allí, pero no se cual es el rumbo.

Capítulo 01

∞ Zoey Coleman | ZoeAnneThompson

Las nubes empezaron a despejarse al paso del avión, los edificios empezaban a contemplarse con un tanto de dificultad pero aun así se podía ver perfectamente los autobuses rojos de dos pisos a pesar de la enorme distancia se veía con claridad, verdaderamente había extrañado su hogar, su preciosa y fría ciudad, la querida Londres. El avión empezó a agachar el morro para aterrizar, Zoey bajó junto con el resto de pasajeros, llegó hasta el centro del aeropuerto y pasó a observar a las personas mientras esperaba a una de sus mejores amigas.

Las personas parecían tan felices y cada una tenía su historia. Si alguna vez sientes la tristeza del mundo, ves las desgracias, la crisis y de más, solamente pásate por el aeropuerto y admira las sonrisas de las propias personas. Juega a adivinar las historias sobre cada una, ella sonrió, definitivamente te hacía sentir insignificante y totalmente llena, es el color de la esperanza e felicidad. Jugó con su móvil en espera de su amiga, hacía un año que no la veía, tan solo charlas por skype no son suficiente. Después de un par de minutos una cabellera castaña asomó entre las personas, llevaba una chupa de cuero negro, con unos jeans y una camiseta simple, ambas sonrieron y se acercaron para recibirse con un tenue abrazo.

-¡Dios mío Elena estás guapísima!-le dijo la recién llegada.
-¿Yo, te has visto en el espejo?-le preguntó esta con una sonrisa ayudándole con una de las maletas.
-Has visto mis pintas, voy horrible-le dijo ella mientras llegaban a el coche.
-Tienes razón estás horrible-le contestó su amiga para que luego la otra le diera un ligero golpe en el brazo y riera- Tendrás que contarme todo lo que has hecho mientras viajabas,¿ vale reportera de Vogue?
-He, no soy reportera, solo mi jefa me dijo que me necesitaba para cubrir algunos desfiles y de paso ayudarle con su vestuario, cosa bastante complicada-le explicó la chica- Además lo mío tendrá que aguardar, aun nos tiene que dar Katie la  noticia esta noche.
-Me habrás traído algo, espero-le preguntó con un gesto gracioso Elena.
-¿Para ti?-cuestionó esta siguiéndole el juego-¿No te basta con mi compañía de nuevo?
-¡Por favor si eso es un sacrificio!-le contestó la castaña.

Cuando acomodaron las maletas subieron al coche y pusieron rumbo hasta su piso, sonaba una canción Elena la cantaba, Zoe sonrió. En cierto modo le molesta que no haya querido hacerse famosa tuvo la oportunidad con su grupo, sin embargo decidió que no quería y esa fue una de las principales razones por las que dejó el grupo. Pero aun así su voz sigue siendo tan increíble que sigue enamorando a cualquiera, “quiero verte cantar esta noche” le dijo la joven copiloto. “Tal vez, aun que debería prepararme en ese caso” le contestó ella, son una sonrisa y fijó su mirada en la carretera, la morena pasó a mirar por la ventana. En Londres hace bastante frio a diferencia de Paris donde había estado recientemente, a pesar de eso había cogido algo de color y la brisa era cálida, lo contrario de aquí. Llegaron al apartamento, me encantaba, era todas las paredes blancas, lo que le daban a aquel piso medianamente grande un toque de elegancia. La cocina tenía una barra americana y era moderna con detalles de colores, un sofá de tres plazas con una chaiselongue de color negro, al lado un sofá grande a juego y una mesa de cristal en medio, ese era el salón básicamente con algunos complementos como la televisión o el equipo de música. Después apartadas las habitaciones, al fondo estaba la sala de estar, después el cuarto de Elena y por último el mío. Al entrar era básicamente como las demás paredes totalmente lisas pero en esta ocasión de un color azul pastel, solo que en frente de la puerta hay un mural de fotografías en blanco y negro pegado en la pared, debajo de este una pequeña estantería con baúles, cajas, complementos o zapatos. Seguidamente un tocador decorado con unas luces sobre el cristal de este, en él hay unos cajones con maquillaje, materiales y de más. En frente está una cama doble de hierro negro con una colcha de color blanco y sobre esta una tela que lo cubre con detalles en azul y negro, justo delante de la cama se encuentra el espacioso armario pintado de una forma especial para dar un aire vintage, al otro lado de la cama un pequeño chaise longue con una mesita al lado con un par de libros, al otro lado hay una estantería. Al lado del armario se encuentra el baño compartido que comparten ambas compañeras, con una bañera grande una ducha y un lavabo doble.

Al haber llegado descargó todas sus pertenencias sobre el suelo y en parte de la cama para luego ir al baño y lavarse la cara, después acudió a su dormitorio donde le sorprendió Elena sobre la cama.

-Me estas haciendo una preposición-le preguntó con la mirada pícara, ya que era un pequeño juego que tenían de hacer de “pareja”, ella sonrió y la morena se sentó a su lado sobre la cama. Su amiga miró al techo seria- ¿Pasa algo?
-Te he echado de menos, de verdad-le dijo ella haciéndola reír- Tener que sufrir como los dos tórtolos están tan unidos y yo tan sola, ha sido un año bastante solitario yo que soy una soltera que si tengo algún que otro lio pero en fin no encuentro a nadie, no se si me entiendes. En fin que cuando pasaba tiempo con Kat siempre acababa viniendo Louis, es cierto que no siempre pero no se, ¿es que no he madurado?
-Elena es que eres una enamorada de la vida, no se que buscas en los tíos, has tenido oportunidades increíbles, pero sin embargo no entiendo que buscas-le contestó la otra haciendo que su amiga gruñera- Oh, ¿qué tendrá que contarnos kat, tu no sabes nada?
-¡Que va si se ha ido con Louis el fin de semana y me han dejado tirada!-exclamó la castaña.

Después de unas cuantas risas ambas decidieron ir a arreglarse para la quedada con su amiga, sin saber que ponerse, no sabía si era algo de forma formal o que iban a hacer, después d una hora de indecisión bailando por la habitación y escogiendo se decidió por un conjunto;  una camisa a rayas blancas y negras, unos jeans oscuros, un bolso de noche con un detalle en rojo y unos tacones negros. Después de perder prácticamente una hora fue a darse una ducha rápida, seguidamente se acomodó la ropa interior y los jeans para luego empezar a secar su cabello, cuando acabó lo rizó son las tenacillas un tanto y acabó de vestirse para reunirse con su amiga la cual estaba en el salón. Cuando está llegó Elena evocó un “por fin” ya que solía tardar demasiado en arreglarse, salieron del apartamento y caminaron entre las calles oscuras esquivando a la gente.

Cuando al fin llegaron a un local, estaba muy ambientado. Era de colores negros y púrpuras con luces blancas, algo bastante moderno. Llegamos a una zona reservada donde les esperaba Kate junto a  Louis con una sonrisa enorme, una chica de cabello perfectamente peinado y una postura totalmente recta aguardaba junto a ellos hablando con su mejor sonrisa, chica a la que ninguna de las dos conocía.

-¡Oh dios mío Zoe, has venido!-exclamó Kate saliendo de su lugar para luego abrazarla.
-¡Oh dios mío Elena, has venido!-se burló la castaña que acompañaba a la morena.
-Vamos no seas celosa, a ti te he visto casi todos los días, a ella hace un año que no la veo, no seas infantil- le contestó quedándose frente a ella- Oh ven aquí mi dulce niñita
-No me gusta que me llames así- dijo Elena sentándose al lado de la chica que ninguna de las dos conocía-
-¿Quién es ella?- preguntó Zoe.
-Oh, soy Chloe Phillips Muler-le contestó con una enorme sonrisa haciendo que ambas amigas se quedaran anonadadas y exclamaran un “ encantada “.
-Y bueno, ¿Cuál es la noticia?-preguntó la castaña impaciente.
-Bueno veréis es que este hombretón que estáis viendo aquí…- dijo acariciando  el pecho de Louis haciendo que él le contestara con un beso en la frente.  Salta a la vista que Kate y Louis están hechos el uno para el otro, son la pareja perfecta y aun que llevan juntos desde el instituto no ha habido nada que les separe - Me ha pedido, bueno, que me case con él.
-Espera,  ¿estas prometida?- le preguntó la morena anonadada, para que luego su amiga le enseñara el anillo obviamente de proposición matrimonial- ¡Es fantástico, ya era hora Louis no puedo creerlo es perfecto!
-Oh dulce y bella Kate, me alegro tanto por vosotros- le exclamó Elena para luego abrazarla, todos se abrazaban unos a otros por la noticia-bomba.
-¿Qué está pasando aquí?-pregunto una voz detrás de ellos, una voz que más de uno de los presentes sabía de quien era- Tanto abrazo a qué se debe…
-¡Harry, me voy a casar!-dijo la joven aun entusiasmada.
-Algo había oído- contestó haciendo que todos se quedaran con un gesto extraño- Nada que este atontado- dijo cogiendo a Louis por la espalda y dándole un golpe cariñoso- vino a pedirme permiso, ¿os lo podéis creer?

Y ahí estaba, el chico que había logrado hacerla sonrojar durante la secundaria y hacer que quisiera levantarse cada mañana llena de alegría, el chico del cual solo obtuvo a cambio un beso de despedida estaba ahí. De nuevo, volvían a encontrarse. Al fin y al cabo, toda boda une a la familia.



∞ katiejones | Elena Jones