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Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
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Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Ahora leo todo y cuando llegue Eva empezamos a aceptar las fichas completas :) De momento no leí nada, lo siento, no tuve tiempo :(
.wonderwall.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Pasé de página. POR FIIIIN. :eaea:
.wonderwall.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Hola, ok. La idea es fantastica y no podia quedarme sin audicionar :juay:despues de todo Ele me convencion...
Ire por el personaje libre o quizas por mi lucho, idk.
no se que hare con mi tiempo,estoy demasiado ocupada y siento que mi cabeza estallara pero no me podia quedar sin audicionar en una idea tan genial
Ire por el personaje libre o quizas por mi lucho, idk.
no se que hare con mi tiempo,estoy demasiado ocupada y siento que mi cabeza estallara pero no me podia quedar sin audicionar en una idea tan genial
happy drug.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Chachi pistachi :) Cuando termine de ducharme (bc soy sucia y necesito un baño jajajajaa) leo todo. No hay prisa (ahora hay sobrecarga de audiciones para el personaje libre cuando en nuestras anteriores audiciones nadie quería ese personaje :xd:
.wonderwall.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
vicstyles escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Daphne Young
Capítulo o One shot de tu autoría
- teen idle|n.c:
Cap 07 Narra ClaireAño 2009|Último día de clases|Baile de graduación.
Era el día perfecto para ser el último. No encajaba con como yo me lo imaginaba, gris, gris por completo. No porque lo quisiera, sino porque graduarme significaría dejar el secundario para irme a la universidad, y graduarme e ir a la universidad significaba alejarme de Louis, para siempre.
No somos la pareja perfecta, no, ni cerca estamos de eso, pero nos complementamos. Yo soy feliz cuando estoy con él y sé que él es feliz cuando está conmigo.
La puerta sonó y corrí desde la cocina donde estaba terminando con el desayuno, hacia ella para abrirla.
-Buenos días- Dijo sonriente sin esperar respuesta y se abalanzó hacia mí tomándome por la cintura no sin antes pegar sus labios contra los míos. Yo solo sonreí, ni loca me separaría de ese beso. Comenzó a dar pasos hacia adelante obligándome a mí a dar pasos hacia atrás. Levantó su pierna hacia atrás y con ella cerró la puerta de un golpe seco.
¿Intenciones de soltarme? No, ni una sola.
-¿Cómo… ama… neciste?- Preguntó sin separar por completo sus labios de los míos.
-Mm… muy… muy bien- Mis manos se habían cruzado tras su cuello para no dejarlo ir, para que no fuera a apartarse de mí sino hasta que yo lo decidiese.
Nuestros labios se separaron pero no para alejarnos. Rozó su nariz con la mía de un lado a otro de una manera muy enternecedora, no podíamos dejar de sonreír.
Desayunamos, dejamos la cocina en orden nuevamente, tome mis cosas, él las suyas y salimos rumbo al secundario. No era muy lejos y menos en el auto de Louis, por lo que en diez minutos ya estábamos allí.
-¿¡Llegamos tarde!?- Pregunté exaltada al no ver a nada en los alrededores como había cada mañana.
-Hey, es el último día ¿Quién se preocupa por llegar en hora?- Dijo despreocupado y riendo, seguro mi cara había sido muy graciosa.
-Lo siento, simple costumbre- Sonreí apenas y agaché la cabeza. Era el último día, también era consciente de eso. Suspiré sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas.
-¿Claire? ¿Claire estás bien?- Se acercó a mi preocupado y levantó mi cara con delicadeza notando aquellas lágrimas que querían salir. –Oh no Claire ¿Dije algo malo? Lo siento lo siento soy un bruto- Me abrazó con fuerza e hice lo mismo escondiéndome en su pecho.
-No dijiste nada malo, solo dijiste la verdad- Hablé casi en susurro y no veía su cara, pero sentía el aire de un suspiro que infló su pecho, no necesitaba respuesta ante eso.
-El baile- Exclamó con poco entusiasmo y se separo un poco de mí para poder mirarnos.
-¿Qué hay con eso?- Pregunté mientras él secaba mis lágrimas suavemente con su dedo índice.
-Todavía nos queda el baile- Lo quedé mirando sin omitir sonido alguno –Baile de graduación ¿Te suena? Esta noche…- Esperó que dijera algo pero no lo hice. –Claire- Tomó mis manos con las suyas. –Ésta noche es nuestra ¿Si? Disfrutemos el momento y después hablaremos de lo demás ¿Está bien?- Asentí con la cabeza. –Hey, decime algo. Si querés pégame o insúltame pero hace algo por favor- Dijo chistoso, lo que provocó una sincera sonrisa en mi rostro. –Ahora sí, mucho mejor- Caminamos hasta la puerta de entrada. –Paso por ti a las ocho ¿Está bien?-
-Perfec…- No había podido terminar de dar mi respuesta que ya había vuelto a besarme.
-Ya, entremos antes de que nos maten- Rió y fuimos juntos al salón.
Caminábamos entre tiendas con Lindsay en busca de nuestro vestuario para la noche. La verdad es que nunca fui del tipo de chicas que se enloquecen por las compras, pero con Linds todo era divertido y nunca podía decirle que no.
-¡Este!- Gritó con emoción y tomó mi brazo arrastrándome dentro de la tienda.
-Hey amiga tranquila, no se evaporará, aquí está- Reí ante tanta efusividad.
Le pedimos a la chica de la tienda que nos llevase a los probadores y eso hizo. Ya habían pasado unos diez minutos y Linds aún no salía. -¿Todo está bien ahí dentro?- Sentí un si como respuesta y acto seguido la cortina del probador se corrió para mostrarme a quien sin dudas merecería ser la reina del baile. –Oh Lindsay ¡te queda hermoso!- Miré de arriba abajo, parecía hecho a su medida, era realmente perfecto para ella. –A ver linda, voltea-
-A mi también me gusta como me queda- Dijo mirándose frente al espejo de todas las maneras posibles. –Este es, si, sin duda, me lo llevo-
Luego de eso paseamos otro rato por el centro comercial, compré mis zapatos y vestido al igual que ella y paramos a tomar algo. De pronto, la vi tiesa, mirando a un punto físico y me acerqué rápido a ella. -¿Qué pasa?-
-Es Liam- Respondió sin siquiera mirarme, yo llevé mi vista hacia donde ella pero veía mucha gente, demasiada.
-¿Estás segura?- Insistí, no quería creer que mi amiga estaba loca o algo así. No era la primera vez que algo así sucedía, pero nunca lograba ver al chico que ella describía.
-Completamente- Afirmó y al fin me miró, luego giró su cabeza en busca del chico pero no estaba, lo buscó mirando de un lado a otro, recorriendo todo el lugar con sus ojos pero el había desaparecido, como siempre lo hacía.
-Linds, vayamos a tu casa y aprontémonos para el baile, aún necesito que me peines y maquilles, sabes que no soy buena en eso- Logré quitarle una leve sonrisa y ya superando el mal momento nos decidimos en ir a su casa.
-Yo creo que estás más que lista, mírate- Dijo dándome un espejo el cual tomé para comenzar a analizar mi look. –Ya, dime que te gusta, porque me esforcé mucho y además porque te vez de película- Sonrió. Sí, me veía bien. Mi pelo recogido de una forma chic, los aretes, el maquillaje natural, realmente estaba más que conforme.
-Gracias Linds- Me levanté a abrazarla –Realmente nose que hubiera hecho sin ti- Ambas reímos.
-Ya, ya, no hay de qué ¿Eres mi amiga o no?- Asentí –Ok, esto hacemos las amigas- El lindo y amigable momento se cortó de golpe cuando casi sin querer miré el reloj de la habitación dándome cuenta la hora que se nos había hecho.
-¿¡19:30!?- Grité exaltada –Oh por dios, debo irme, Louis pasará por mí a las 20 y aún estoy aquí- Tomé mis bolsas con el vestido y los zapatos.
-Ya niña calma, te llamaré un taxi, bajemos- Ambas bajamos con apuro las escaleras, para mi suerte el taxi llegó de inmediato. –Cuídate, nos vemos en el baile- Sonrió y nos despedimos con un beso en la mejilla.
-¡Gracias! ¡Te quiero!- Grité bajando la ventanilla del automóvil que casi enseguida arrancó.
Ya estaba lista, mi vestuario estaba completo, solo faltaba que… -¡Yo voy!- Grité cuando sentí el timbre y corrí hacia la puerta.
-Woow- Exclamó mirándome de arriba abajo, tomó mi mano y me hizo girar ante él. –Simplemente hermosa- Besó mis labios brevemente, en las mañanas no, pero a la noche mis padres si estaban en casa y ambos preferíamos guardar todo ese amor para más tarde.
-¡Louis cuídame a la niña!- Gritó mamá desde el sofá logrando que me ponga colorada.
-¡Ya má, cállate! ¡Adiós!- Saqué a los empujones a Louis de la casa mientras el reía. –No es gracioso Louis, vamos sabes que me da vergüenza-
-Lo sé, pero no entiendo el porqué-
-Ya, mejor vayamos al baile de una vez- Negó con la cabeza dejándome sin entender -¿Qué? ¿Qué pasa ahora?-
-¿Y te atreves a preguntarlo?- Se puso serio de repente. Oh oh, algo no sonaba bien en su voz, pero realmente no entendía de que hablaba.
-Louis lo siento, pero nose de que me hablas- Dije hasta con un poco de temor.
-¡Estoy vestido de traje! ¿No vas a decirme nada de cómo me veo?- Dijo haciéndose el enojado pero enseguida se echó a reír.
-Eres un tonto Tomlinson, de verdad me asustaste- Le dí un breve beso –Realmente pareces salido de un cuento de Disney, el príncipe Tomlinson, hasta suena bien- Ambos reímos.
-Ya vamos linda, no querrás perderte el baile-
-Por nada del mundo-
El baile estaba siendo muy divertido, nos separamos solo un rato en el cual yo fui con Linds y el con sus amigos.
La medianoche estaba cerca, sentía que el cuento estaba por llegar a su final y así era, Louis se iría de vacaciones al norte, yo al sur y luego no volveríamos a vernos ya que su universidad quedaba muy, demasiado lejos de la mía.
-¿Porqué no salimos a caminar un rato?- Propuso suave a mi oído mientras bailábamos pegados una canción lenta.
-Está bien- Respondí y tomó mi mano para salir de aquel baile.
Gritos, risas, mucha felicidad, en cambio nosotros nos íbamos alejando de todo el bullicio de los demás estudiantes en completo silencio ¿En qué estaría pensando? Louis no es de esas personas que se quedan sin palabras, sin dudas no lo es, algo estaba mal y ambos sabíamos que era.
Se frenó de golpe provocando lo mismo en mí y se me paró enfrente.
-¿Pasa algo Louis?- Pregunté con voz suave, las calles estaban iluminadas y las calles también, pero estaba totalmente desierto, en ese momento solo éramos él y yo, Louis y Claire.
-Sabes que pasa, ambos lo sabemos- ¿Había lágrimas en sus ojos? Oh no, esto no podía estar pasando. –Sabes… Nunca pensé que me enamoraría en el secundario. Y mucho menos de una casi nerd- Rió apenas al igual que yo, siempre quería ser fuerte, tal vez eso lo hacía sentir seguro, pero conmigo eso no era necesario. –Porque lo que yo empecé a sentir por vos se llama amor- Acarició mi rostro con delicadeza y unas lágrimas se desbordaron de mis ojos. –Vos no sos una chica más en la lista, nunca lo fuiste, vos sos LA chica que logró que el idiota de Louis Tomlinson se ponga cursi y diga cosas como estas- Soltó aire en un bufido, pero eso no era enojo, estaba conteniendo las ganas de llorar que tenía. –Claire…- Dijo con dulzura y seriedad –Quiero que vos seas la primera chica a la cual le haga el amor- Sentí que mi corazón latía más fuerte, estaba nerviosa sí, pero no asustada. –Y yo… yo quiero ser el primero en tu vida- Dejó caer algunas lágrimas que rápidamente secó con su mano.
-Te amo Louis- Confesé mirándolo fijamente a sus hermosos ojos y tomé su cara entre mis manos para besarlo lenta y tiernamente. –Yo quiero lo mismo que vos- Confesé con timidez a lo que el sonrió.
-¿Te das cuenta? Esos cachetitos rojos me enamoran- Dijo con ternura.
-Basta Louis, sabes que soy tímida- Reí nerviosa bajando la mirada.
-Hey, quiero que esos hermosos ojos no dejen de mirarme ¿Ok?- Levantó mi cabeza suavemente con su mano en mi mentón.
-Eso es imposible, tenemos que caminar y necesito ver hacia adelante- Reí con obviedad a lo que el negó y me alzó en sus brazos, cargándome como a una princesa. –Louis ¿Qué haces?-
-Yo siempre logro lo que quiero, ahora se que no vas a dejar de mirarme- Sonrió empezando a caminar, por momentos creía estar soñando pero no, esta era mi hermosa realidad. Nose a donde pensaba llevarme, ni como terminaría esta noche, solo sé que no quería pensar en nada que no fuéramos nosotros.
-Louis- Me miró de reojo sin frenar el paso. -¿A dónde me llevas?-
-¿Todavía no conoces este camino? No te hagas- Rió. Ya me había dado cuenta, estaba llevándome a su casa. La reconocí al verla a algunos metros. Esa casa donde habíamos hecho gran parte de nuestro proyecto de fin de año, donde nos habíamos dado el primer beso, y probablemente, en donde sería mi primera vez. Me bajó con delicadeza cuando estuvimos frente a la puerta para sacar sus llaves y abrirla.
-¿Vamos a estar solos?- Creo que era bastante estúpida la pregunta pero estaba nerviosa, muy nerviosa.
-Completamente, mis padres y hermanas ya comenzaron las vacaciones- Dijo yendo a la cocina -¿Querés tomar algo?- Volteó a verme pero yo solo negué con la cabeza por lo que el siguió su rumbo. –¡Si querés esperame en mi cuarto, ya subo!-
-¡Ok!- Respondí intentando sonar normal, nose si lo había conseguido. Un ejército de mariposas volaba dentro de mi.
Entré a su habitación. Todavía era como la de un niño, conservaba algunos juguetes, eso era tierno, el lo era. Me senté en la cama para sacarme los zapatos, realmente eran altos y ya los había tolerado demasiado.
Levanté la mirada y ahí estaba él, mirándome desde la puerta, yo también lo observé en silencio dedicándole una tierna sonrisa. Entró a la habitación mientras se quitaba y sacó y solo lo tiró a un lado. Se paró frente a mí y solo estiró sus manos para que yo las tomara, eso fue lo que hice levantándome.
-¿Estás bien?- Probablemente había notado un suave temblor que recorría mi cuerpo y mis manos sudorosas, si eran los nervios, inevitable.
-Muy bien, un poco… nerviosa- Mordí mi labio inferior sin deparar su mirada de la mía.
-No va a pasar nada que vos no quieras- Besó mis labios suavemente, tan suave que pareció tan solo un roce.
-Louis…-
-¿Qué?-
-Los dos estamos esperando lo mismo- Sonreí. Me moría de ganas de besarlo y abrazarlo hasta el cansancio pero no podía dar el primer paso. Probablemente el no quería apurarme y por eso estaba yendo despacio.
-Te amo- Llevó sus manos hacia el cierre trasero de mi vestido, el cual bajo despacio.
-Yo también te amo- Apartó la tela de mi cuerpo y dejó que cállese al piso. Solo me miró unos instantes y luego me besó, me besó como nunca antes, era un beso lleno de deseo, no quise pensarlo dos veces porque si lo pensaba probablemente no lo haría. Desaté su corbata que cayó a un lado para dedicarme a desabotonar su camisa. Quitó mi corpiño y yo su camisa. Él se encargó de dejar caer sus pantalones para luego con delicadeza recostarme sobre la cama.
El mundo estaba detenido en ese momento para ambos, el era mío y yo era suya. No pasó mucho tiempo más para que nuestras últimas prendas desaparecieran por completo.
Sé que nunca olvidaría esa noche, y estaba casi segura que tampoco él. Louis sin duda nunca podría ser considerado como uno más en mi vida, por más que nuestros caminos no fueran en la misma dirección, mi mente cuerpo y alma nunca olvidarían al primer hombre que me enseñó lo que es amar.
- lei todo:
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Me encantó el capítulo. Me dio mucha ternura y Louis, oh Louis :lloro: ¿Por qué es tan jodidamente perfecto? Ahora me quedé con ganas de saber más jajajaaja
Por cierto, si quedaras no usarías links, sino que describirías el look (queda más a la imaginación ) pero por el resto me encantó
.wonderwall.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Muffin_chocolate escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Kate Storm Styles
- Midnigth Memories:
Capitulo Uno
Every time i close my eyes it's like a dark paradise
Podría contar los días que faltan para que se acabe el verano y el otoño se filtre en las hojas, pintándolas de amarillo y rojo. Sin embargo, en ese instante la luz moteada de media tarde ofrecía un espléndido color esmeralda y podía sentir calor en la cara. Mientras el sol me empapara todo era posible. A un lado de la escuela de mi hermana todo se encontraba completamente tranquilo. Como cualquier otro día en Colourblind. Como mi vida. Yo era la única persona en espera de la salida de los niños, claro aún faltaba media hora para que fueran liberados de esa prisión llamada “Escuela primaria”, por la que todas la personas tenemos que pasar. Salí antes de la universidad porque le prometí a Amy que vendría hoy por ella. Me asegure de que nadie me viera y saque el libro que me encontraba leyendo desde hace unos días; Orgullo y Prejuicio. Ese libro me recordaba a mi profesora de francés en la preparatoria. Feminista en extremo. De hecho ahora que lo recuerdo creo que este libro fue el inicio de la revolución feminista, en efecto. Tal vez esa fue la razón de que este libro fuera prohibido por la iglesia, si en este aburrido pueblo la iglesia prohibió varios libros ¿Por qué?, no lo sé y tal vez nunca lo hare.
El timbre de la escuela que marcaba la salida se escuchó estruendosamente en toda la zona. Rápidamente escondí mi libro y me pare de puntillas para ver si mi hermana se encontraba por ahí, así fue, ella estaba ahí; francamente se veía adorable sus ojos verde claro que irradiaban felicidad, su cabello dorado se veía aún más hermoso a la luz del sol, su vestido de flores hacia conjunto con sus zapatos color rosa, añadiendo que sus trencitas y su listón la hacían ver especial, mientras que mis ojos igualmente verde claro probablemente irradiaban cansancio y aburrimiento, tal vez tendría una ojeras gigantes y mi piel parecía descolorida con mi pelo rubio rojizo. Me vería mejor si al menos hubiera tenido el cabello rojo intenso como mi madre, o de un suave tono dorado como mi hermana, pero el mío era tan apagado como el de las monedas sucias.
-Hola, ___-Saludo una voz entrecortada, dando saltos delante de mí.
-Hola, ¿Qué tal tu día?
-Aburrido.
-Lo imagine-Dije con una gran sonrisa en mi rostro-¿Nos vamos?-Amy asintió y la tome de la mano para irnos a casa.
…
El estruendoso sonido del despertador inundo mis oídos. Me levante de mala gana, la noche anterior termine de leer el increíble libro, era interesante, bastante podría decirse.
-¡Ya levántate ____!-Se escuchó el grito de mi madre desde la cocina.
-¡Ya voy!-Grite de vuelta
Solo quedaban pocos días de verano, pronto comenzaría el otoño y la idea no era muy satisfactoria, por lo menos no para mí. En Colourblind la llegada del otoño solo significaba una cosa; comenzaría a nevar, cosa que mis dos mejores amigas disfrutarían a todo dar. No me quedaba más que conformarme pero disfrutaría al máximo lo que me quedara de este. Así que me vestí con unos shorts negros que quedaban un poco arriba de mi rodilla, una remera blanca de manga corta, sandalias a juego y me deje el cabello suelto. Un leve olor a comida invadió mis fosas nasales, mi estómago dejo soltar un rugido, tenía hambre “Tal vez porque no cenaste anoche, ___.” Me recordó mi cerebro. Mientras terminaba de arreglarme se me ocurrió pasar mi vista hacia el reloj de mi habitación. ¡7:53!, tenía apurarme o perdería la primera clase de la universidad. Tome mi bolso y baje corriendo las escaleras.
-Se me hace tarde, mamá-Avise a mi madre-Desayunare en la universidad, ¡Adiós, los quiero!
Cerré la puerta y salí corriendo hacia la escuela sin esperar respuesta alguna. El viento hacia que mi cabello volara y mis parpados se abrieran un poco más de lo que debían, me detuve a tropezones cuando vi algo poco usual en este pueblo, una mudanza. Era bastante raro ahí puesto a que todas las personas vivían ahí desde hace varios años y ya nunca se cambiaron de casa o más personas se mudaron aquí en diez años, solo las personas con suerte salían de ahí, ese pueblo tenía tan reducida la comunicación que no tenían Starbucks, las películas que estaban al cine llegaban tan atrasadas que ya estaban en DVD, el internet era más que lento y había escasos centros comerciales que siempre estaban abarrotados de gente. Sacudí la cabeza alejando mis pensamientos y seguí corriendo antes de que se me hiciera más tarde de lo ya era.
Llegue a la universidad en tiempo record, bueno no tan así en el camino sufrí varios inconvenientes; entre ellos: Se me salió una sandalia mientras corría y tuve que regresar por ella, me equivoque de calle porque me seguí y me dolían las tripas porque no había comido absolutamente nada. Toque la puerta del salón de dibujo técnico.
-Pase-Se escuchó desde atrás de la puerta
Empuje la puerta de madera un poco, suficiente para que mi pequeño cuerpo pudiera pasar por ahí. Todas las miradas de la sala se dirigieron a mí, estoy segura de que me he de haber puesto roja de vergüenza. Camine hasta el único asiento disponible, a la esquina y al fondo, Genial.
…
3 horas en las que estuve a punto de morir, ahora salía a comer. Fui a la cafetería y compre una pizza, un sándwich, una manzana, un panquecito y una soda, no debías ser tan inteligente para saber que tenía hambre. Fui a sentarme en una mesa.
-A que no adivinas lo que paso-Conocía esa voz casi tanto como a la poseedora de esta. Savannah Bennett, mi mejor amiga. Ella era una chica más alta que todas las otras mujeres de su edad esto sumado a su complexión delgada hacían que pareciera una muñequita, tenía un cabello negro y lacio con ojos grises, traía puesto un lindo vestido color celeste con un cinturón azul marino a juego y converse a juego.
-Hola, ¿Cómo estás bien?, yo bien ¿Tu?, Igualmente gracias
-Sáltate esa parte, ____ ¿quieres saber o no?-Cuestiono la chica sentándose en una silla ubicada a un lado de la mía.
-Ya dime, Savannah.
-Ok, fue épico, yo estaba ahí y tú debiste estarlo, nunca imagine que pudiera pasar era como imposible…
-Ve al grano-La interrumpí.
-Que amargada-Continuo hablando-Así cuando llegue me encontré con Perrie y como todos los días, nos sentamos en la banca de siempre y entonces llego Zayn Mailk-Abrí la boca-Si lo sé y le dijo que si quería salir-Mis ojos se abrieron como platos esta vez y pegue un grito ahogado-Ella le dijo que si y fue épico porque debiste ver a Pezza, parecía un tomate.
-Oh mi dios, llegas tarde y de todo lo que te pierdes-Comente, ella rio-No adivinaras lo que vi esta mañana.
-Creo que ese término ya lo use yo.
-Sí, sí, sí. Cállate, vi…..una mudanza.-Use un efecto de emoción.
-¿Enserio?
-Sí, lo juro.-Levante mi mano en señas de juramento
-Wow, no ha habido una aquí desde hace 10 años.
-Lo mismo pensé yo en la mañana.
-¿Qué pensaste esta mañana?-Una persona se unió a la conversación. Harry Styles, mi mejor amigo. Un chico alto, con rulos, ojos verdes, linda sonrisa y un conquistador profesional de mujeres. Vestía una camisa negra y pantalones de jean.
-Que no ha habido aquí una mudanza en 10 años, Harry-Explique
-Aah, eso es cierto. ¿Traerán chicas lindas?
-¿Solo piensas en mujeres, Hazza?-Cuestiono Savannah
-Y tú solo en hombres, Sawila.
-Toche. ¿Traerán chicos lindos?
Me pegue en la frente con la palma de mi mano, en señal de frustración, esos dos son un caso perdido y lo peor de todo, son hermanastros pero se llevan bastante bien.
-Se ve que tenías hambre, ___.
-Si no desayune…iba algo tarde.
-Tu cuando no-Afirmo otra voz uniéndose a la conversación. Perrie Edwards, mi otra mejor amiga. Ella era una chica de cabello rubio claro, ojos azules hermosos, finas facciones y cuerpo envidiable. Vestía un pantalón de jean, una remera morada y sandalias a juego.
-Es que nadie dice “Hola”, ¿Qué hise yo para merecer esto?
-Hola-Dijeron mis 3 acompañantes al unísono
-Así está mejor.
-Me duele el trasero-Exclamo la pelinegra.
-¡Savannah esas cosas no se dicen!-La reprendió Perrie
-Pero son ustedes, ¿Qué podría pasar?
-Nunca conseguirás un novio-Bromeo Harry
-Por lo menos yo no seré un viejo gordo, calvo y ermitaño que se rasca la panza mientras ve infomerciales en la televisión y que tiene doce gatos-Se defendió de la broma, pero el tono jocoso se hacía notar en su voz.
-Me ofendes, niña. Yo no perderé mis rizos sexys.
-Soy mayor que tú, Hazz y tus rizos no son sexys pareces un algodón de azúcar café.
Perrie y yo intercambiamos miradas, esos dos iniciaban peleas estúpidas que duraban horas, ambas nos paramos y nos fuimos a caminar.
-Esos dos algún día terminaran matándose-Perrie negó con la cabeza, yo puse una sonrisa pícara en mi rostro, ella lo noto-¿Qué?
-Así que ¿Mailk, eh?
Las mejillas de la chica se pusieron rojas a más no poder.
-Recuérdame matar a Savannah cuando la vuelva a ver.
-Lo hare.
-Matare a esa mujer y a su dolido trasero.-Reí por sus ocurrencias
-En la mañana vi una mudanza.
-Eso es bastante raro, será el tema principal de los chismes toda la semana.
-Eso puedo asegurarlo. Oye pero ya enserio ¿Mailk?
-Bueno, me tomo desprevenida nunca me imaginé que yo le gustara o algo así.
-¿Cuándo vas a salir con él?
-El viernes, no sé dónde planea llevarme, no hay nada interesante en este pueblo.
-Y nunca lo habrá.
-Logre alcanzarlas, mi condición física está mejorando-Savannah se metió en medio de nosotras dos.
-Pezza, creo que tienes algo pendiente-Le recordé a la rubia, si soy mala.
-¿Qué?-Le señale a la chica en medio de nosotras con mi cabeza-Ah, Savannah Rain Bennett, te matare sádicamente mañana.
-Esperaba algo mejor de ti, Pezza-La verdad, si me decepciono.
-Es que tengo flojera.
-Tú siempre tienes flojera-Dijo la pelinegra.
-Y a ti siempre te duele el trasero, tienes hambre o sueño; así que no te quejes-Contraataco Perrie.
-Oye Sawila, no es por nada pero ¿Qué hace unos minutos no estabas cómodamente peleándote con tu hermano?
-Sí…
-Y entonces ¿tus peleas con Harry suelen durar un poco más, no?-Volví a preguntar
-Si pero llego esa cosa que hace llamar “Boobear”-Hizo comillas aéreas.
-Eres un caso perdido-Dijo la rubia con un gesto decidido.
-Lo sé perfectamente-Afirmo.
…
Llegue a mi casa y lo primero que hise fue: aventar mi bolso y tirarme en el sillón principal de la sala. No había nadie en casa, normal un martes. Amy estaba en sus clases de ballet, Papá trabajado. Como siempre. Y Mamá en el supermercado comprando todo lo que se necesita para la semana- ya que el día anterior no lo había hecho-, o fue a esperar a que mi hermana saliera de su clase.
Encendí la televisión, no tenía tarea. Busque algo interesante pero no había absolutamente nada bueno. Me levante a la cocina y fui por una manzana, subí escaleras arriba con dirección a mi cuarto. Entre a mi pieza que consistía de una cama individual, una mesita de noche con dos cajones y una lámpara encima, un closet color caoba, un estante blanco con varios libros; prohibidos y permitidos, cuatro paredes color rosa claro con varios cuadros y dibujos -hechos por mí- puestos en ellas, en la esquina de la habitación junto a la ventana se encontraba mi escritorio con todos mis lápices, pinturas, colores, gises y más materiales de arte. Cabe mencionar que estudio una carrera de arte en la universidad. En otro rincón de la habitación se localizaba mi tocador, poseedor de un gran espejo. Por mi amplia ventana se podía apreciar el bosque, mi casa estaba a la entrada del gran bosque de Colourblind, la entrada no estaba permitida pero cuando Savannah, Perrie y yo éramos pequeñas íbamos todo el tiempo en busca de una aventura pero ya no lo hacíamos más desde que el padre de Savannah se casó con la mamá de Harry. No había tenido una aventura desde entonces y eso fue hace nueve años, ahora tengo veinte y no pasa nada interesante en mi vida. Recuerdo que en el bosque había un lago, un lago cristalino que dejaba que los peces se vieran, había bastantes flores; entre ellas orquídeas, rosas, violetas, claveles y tulipanes. El aire puro podía respirarse con facilidad, era tan relajante. Suspire recordando esos preciosos momentos, que no volverán.
Sentí ganas de llorar, como extrañaba esos tiempos, no sé porque ya no lo hacíamos más. Me levante aun con las lágrimas amenazando a salir de mis ojos y tome mi libro favorito; “Como matar a un ruiseñor”, adoraba ese libro, claro que no se trataba de como matar al pájaro si no de…otras cosas.
…
Dormía plácidamente en mi cama pero una idea en mi mente me obligo a despertarme. Tome una hoja blanca y el primer lápiz que encontré y comencé a dibujar, sin saber lo que hacía. No podía detenerme, mi mano ya no respondía a mis órdenes, era como si tuviera vida propia. Deslice mi vista hacia el reloj de mi habitación que marcaba la media noche. Mi mano se detuvo, mire el dibujo, era un chico. Por primera vez en mi vida sentí miedo, miedo de verdad. Nunca había visto a esa persona. Guarde el dibujo lo más rápido que pude en el interior del cajón principal de mi mesita de noche. Con la respiración agitada pregunte en un susurro:
-¿Qué demonios me paso?
…
-Me estoy volviendo loca-Comente mientras comíamos
-¿Por qué?-Pregunto mi rubia amiga.
-No le digan a nadie, esto va para ti, Savannah-La mencionada bajo la cabeza-.Ayer me desperté a medianoche y me puse a dibujar como desquiciada, no sabía que era lo que estaba dibujando, cuando deje de dibujar me di cuenta de que era una persona.
Mis acompañantes cruzaron miradas con los ojos como platos.
-¿Qué?-Cuestione
-Nada-Dijeron ambas al unísono con un cierto tono de nerviosismo en su voz.
-Ams. Oye Perrie recuerdas lo que te dije esta mañana que teníamos que hacer.
-¿Qué me dijist…-La chica le lanzo una mirada furiosa-.Aah, si eso. ____, tenemos que hacer algo, te vemos luego.-Cuando termino esa frase Savannah la jalo del brazo a la rubia y se fue, que raras. Pero ahora que lo pienso ¿Por qué ellas deberían saber algo?
…
-Hola __-Me saludo Harry, se veía cansado y somnoliento.
-Hola, Hazz ¿Por qué tan cansado?
-Es que estuve haciendo…cosas-Dijo de repente.
-¿Cosas?-Levante una ceja.
-Sí, cosas.
-Dimeee-Alargue la palabra
-No.
-Es una de tus cosas pervertidas, es lo más seguro.
-No, pero cuéntame…Que ha sido de tu vida en estas últimas horas.
-No evites el tema.
-¿Qué tema?
-¡No hagas eso!
-¿Hacer qué?
-Ash.-Harry comenzó a reírse como loco y yo lo mire con cara de pocos amigos.
-Creo que vivir en la misma casa que Savannah te ha hecho daño.
-¿Por qué?
-Porque así es ella. Y deja de hacer preguntas.
-Si…Oye Savannah me dijo que…-Lo interrumpí
-¿Te lo dijo?...Oh la matare, yo le dije que no dijera nada, esa mujer tiene alma de reportera, le dice todo a todos.
-Ella solo me dijo que te dijera que la acompañaras a la biblioteca un libro… ¿Hay algo de lo que no debía enterarme?
-Si bueno no ¿Quiere que la acompañe?
-¿De que no debo enterarme?...Anda dime soy tu mejor amigo.-Hiso un puchero
-Ok, te lo diré…
- Abreme:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Amo a esa mujer todas y cada una de sus películas.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]Bueno aquí mi audición, besos.
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Tu cap está bastante bien :) Aunque tienes algunas faltas (escribir hise, por ejemplo, y se escribe hice. Mamá y papá se escriben con minúscula y algunas tildes) pero excepto la de hise, no son graves.
Obviamente, ya estás participando. Suerte linda :)
Ya estás participando, suerte linda.
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Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
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Papel: libre
Representante femenina: Taylor Momsen
Representante masculino: Jamie Campbell Bower
Nombre del pj: Carrie Jackson
no puedo colocer el gif de anne hathaway. ni de "This is us" mi internet esta malo
- Cap:
Todas las noches es el mismo sueño, sinceramente ya estoy harto de los mismo. Siempre sueño con que tengo a Amelia entre mis brazos, siempre sueño haciéndole el amor, piel con piel, sus bellos ojos de color azul gris mirándome intensamente, sueño con que ella grite mi nombre con desesperación cada vez que la penetro de mil formas, escuchando mi nombre cuando acabe en medio de un orgasmo mientras yo le digo que la amo, pero cuando veo que ella abre sus bellos labios para decir lo mismo, el puto despertador me despierta de aquel bendito sueño. Esa es mi maldita vida, todas las noches sueño con Amelia, la chica inalcanzable, la chica que amo intensamente, pero que tiene un estúpido novio, al cual odio con toda mi alma.
Miré el despertador que estaba al lado de mi cama, ya era hora de levantarme, por lo que lastimosamente separé las cálidas mantas de mi cuerpo, fui hasta el baño de mi habitación, allí me quité los bóxers, entré a la ducha y me di una relajante ducha. Cada vez que soñaba con mi maldita diosa de los ojos azules grises, mi pene estaba erecto, esa maldita diosa me tiene hechizado, peor estoy enfermo y mi única cura es ella, como todas las mañanas lo único que puedo hacer es masturbarme, ese es el único remedio hasta que consiga esa maldita cura.
……………….*…………………….*……………………………*………………………
Bajé las escaleras de mi casa, tenía que ir a la maldita escuela, sinceramente no tengo ganas de ir, si no fuera porque sé que podré ver a mi maldita diosa. Al llegar al comedor mi padre estaba leyendo el periódico, mi madre desayunaba sus típicas frutas y mi hermana Anna de 16 años estaba tomando un café con unas par de tostadas.
- Hola hermano – Dijo Anna alegremente - ¿Cómo estuvo tu noche?
Esa pregunta era una de las más estúpidas que he escuchado en mi vida, Anna sabe perfectamente que estuve soñado con Amelia y en más de una ocasión me ha encontrado masturbándome.
- Bien – le mentí mientras me sentaba en mi lugar en la mesa - Tuve un sueño muy reparador.
Mi hermana pequeña solo me rió, ella me conocía muy bien. El desayuno transcurso en silencio, siempre era así, mis padres eran muy serios, ambos son personas de negocios, nadie sabe de dónde salió mi personalidad explosiva y divertida que tengo a veces. Cuando me estaba parando de la mesa para irme a la escuela, mi padre me miró.
- Recuerda que hoy tenemos una cena en casa de los Corleone – Mi padre me dijo seriamente – Por lo que hoy tienes que llegar temprano.
- Está bien papá – Dijo tratando de que mi entusiasmo no se notara mucho.
Mi padre está haciendo negocios con el padre de Amelia, creo que ambos fusionaran sus empresas o algo así, no tengo idea, solo sé que mi padre siempre a deseado fusionarse con los Corleone. En realidad no me interesa, lo único que me interesa es ver a mi diosa, por eso siempre lo acompaño a las reuniones porque así la puedo ver. Siempre le he dicho a Amelia que estoy enamorado de ella, que fue amor a primera vista, siempre la invito a salir, pero ella me saca en cara diciéndome que ella tiene novio, que ama mucho a el idiota de su novio Ed y por nada en el mundo lo iba a engañar, ni mucho menos lo iba a engañar conmigo, ella dice que soy un sucio hijo de puta que solo quiere a las chicas para una sola cosa, es decir para tener sexo con ellas, que esa es la verdadera razón por lo que siempre le estoy persiguiendo, odio que ella piense eso de mí, en cierto modo yo antes de conocerla era sí, pero eso cambio desde el primer momento en que la vi, me enamoré de ella, es verdad, estoy malditamente enamorado de ella.
Salí de mi casa pensando en aquella maldita, pero dulce y tierna diosa, tomé mi mochila la cual había dejado en el vestíbulo, tomé también mi chaqueta de cuero negra, las llaves de mi automóvil. Salí de casa, entre al auto, deje mis cosas en el asiento delantero y arranque el auto. Estaba feliz de poder salir de mi casa, porque significa que puedo ver a mi diosa, pero a la vez estaba muy preocupado, ayer por la tarde Amelia no había estado, la última vez que la vi fue cuando ella iba caminando junto con su mejor amiga Leah, pero mi dulce Amelia se desvió para el baño, después sonó el timbre para entrar a clases, por lo que no la esperé, porque además teníamos clases juntos, sin embrago ella no fue a la clase se historia. Con eso me alteré, después teníamos clase de filosofía con el señor Di Russo, pero ella nuevamente no estaba. Busqué al idiota de su novio, pero él no estaba, se seguro que los dos se fueron juntos, siento celos de eso, lo único bueno es que el señor Di Russo nos dio un trabajo ayer, teníamos que buscar tendrán que ver cómo influye el amor en el ser humano, desde años anteriores, desde su creación, hasta ahora, el trabajo era en parejas y me sentí tan feliz de que me tocara con mi preciada Amelia. Hoy nuevamente teníamos filosofía, el profesor dijo que en su hora podíamos ir a distintos lugares dentro de la escuela para poder hacer nuestro trabajo y tengo el lugar perfecto para eso, ya es hora de conquistar a aquella diosa.
Llegue a la escuela, no era tarde por lo que no llegaba retrasado, al aparcar miré hacia el lugar en donde Amelia siempre deja su motocicleta estacionada, en ese mismo instante en que miré para ese lugar ella estaba llegando, lo malo es que en el asiento de atrás de la moto venía su odioso novio Ed Sheeran, Sinceramente no sé lo que ve ella en él, es un tipo de estatura media, su cabello es de color rojo, más bien de color anaranjado, cada vez que lo miro recuerdo a una zanahoria, él no tiene un cuerpo tonificado, dios, ni si quiera se compara conmigo, yo soy un chico atlético, estoy en el equipo de futbol, soy popular, pero ella aún así no se fija en mí, por más que yo le insista. Bajé de mi automóvil, todo el tiempo los estuve mirando, Amelia se veía más hermosa que de costumbre, sólo que esta vez estaba un poco pálida. Primero se bajó de la moto el idiota de Ed, Amelia dejó en anclaje de la moto en el suelo, después se desmontó de ella, perdió el equilibrio, pero allí estaba su novio para ayudarla antes de caer al suelo, sentí celos de él cuando la agarró por la cintura, para que ella no callera, además me sentí aún más peor cuando ella en respuesta le dio un tierno beso en los labios. Ambos entraron abrazados a la escuela, yo por mi parte hice lo mismo, no tenía ánimos de buscar a mis amigos, últimamente todo me estaba dando exactamente lo mismo, él único que sabe lo que realmente me sucede es mi mejor amigo Jack Harries, pero él tiene sus propios problemas persiguiendo a Leah la mejor amiga de Amelia, esas dos chicas nos tienen muy mal.
Comencé a caminar hacia mi casillero, lo único bueno, Amelia estaba en su casillero el cual está a sólo 2 distancias del mío, lo malo, ella estaba con el idiota de Ed. Ella estaba contra el casillero y Ed la estaba acorralando contra él ambos estaban hablando, al parecer muy románticamente, en ese momento sentí una furia en mi pecho. Abrí mi casillero y escuché lo que decían.
- Amelia, ¿Estás bien? – Preguntó el cretino de Ed.
- Amor – Respondió Amelia con su dulce voz – Estoy bien, te he dicho un millón de veces, esta mañana, estoy muy bien.
- Ayer no debí haberte dejado sola en el cementerio – Comento Ed tiernamente, como odio a ese tipo.
- Ed – Ella lo miró tiernamente – Tenía que hacerlo, era el aniversario de la muerte de mi madre y eso tenía que hacerlo sola.
En ese mismo instante el timbre para el inicio de clases comenzó a sonar.
- Amy, amor, me tengo que ir – Ed la miró intensamente – No me gusta tener clases separados.
- Hey – Ella le dio un pequeño beso en los labios, en ese momento me quería morir – Estoy bien, además nos veremos a la hora del almuerzo.
- Sí – Le respondió el cretino sonriéndole – Si necesitas alguna cosa, solo mándame un mensaje de texto, me salgo de la clase aunque el profesor de enoje conmigo.
- Eso lo sé, Ed – Le dijo ella sonriendo, como adoro esa sonrisa – Siempre me cuidas.
Con esto último ellos dos se dieron un beso, pero más que un beso prácticamente ellos dos se estaban comiendo con la boca. Al separarse, se miraron intensamente, Ed le toco la mejilla y se fue hacia su salón de clases. Amelia se dio vuelta para buscar sus libros en el casillero.
- Si necesitas alguna cosa, solo mándame un mensaje de texto, me salgo de la clase aunque el profesor de enoje conmigo – Le dije a Amelia imitando la voz de su novio.
Ella se dio la media vuelta y me miró de lado.
- ¿Por qué mejor no te metes en tus asuntos, Somerhalder? – Preguntó encarándome.
- Tú pequeña eres uno de mis asuntos – Le contesté acercándome lentamente a ella - ¿Quieres salir conmigo esta noche?
Ella al escuchar mi propuesta comenzó a reírse.
- Ian – Al escuchar mi nombre, me estremecí – Te he dicho un millón de veces que yo no voy a salir contigo, ni hoy ni nunca, tengo novio y lo amo mucho.
- Ese idiota no te merece – Contesté sin vacilar – Yo soy para ti, el estúpido de tu novio es muy poco para ti, él te engaña con otra chica, él siempre se ha burlado de ti. ¡Es que acaso no lo vez!
En realidad lo que le dije era mentira, el maldito de Ed no la engaña, pero una mentira piadosa no haría daño. Ella me miró seriamente.
- No te creo nada Somerhalder – Me estaba desafiando – No puedes entender que cuando una chica te dice no, es porque es ¡NO!
Me acerqué a ella y la tomé fuertemente del brazo.
- Pequeña – Me encanta decirle así – Ninguna chica me dice que no.
Amelia forcejeo conmigo hasta que la solté, pero la manga de su brazo izquierdo se subió un poco, producto de eso puede ver una gran venda que cubría su muñeca.
- ¿Qué es lo que te sucedió? – Le pregunté seriamente, lo primero que averigüe de Amelia cuando posé mis ojos en ella era que ella tenía episodios de depresión y siempre se cortaba las venas. Nadie en la escuela sabe de eso, solo su “querido novio” y su mejor amiga Leah, yo lo averigüe porque una tarde encontré a Amelia y a Leah discutiendo, Leah le decía que ella tenía que parar con los cortes, que no le gustaba verla de esa manera, pero Amelia dijo que no podía evitarlo.
Tomé nuevamente el brazo de Amelia, ella forcejeó conmigo.
- ¡Déjame en paz Somerhalder! – Amelia me grito - ¡Entiéndelo de una vez, yo no quiero nada contigo, estoy bien y muy feliz con mi novio!
Estaba desesperado, a este ritmo todo esto iba a terminar muy mal, no sabía que hacer. Hasta que se me ocurrió una idea, Amelia prácticamente me estaba mirando con odio, con un gran odio, pero eso no me importo, tome sus brazos con mis manos y la besé a la fuerza. Dios la sensación de tener sus labios con los míos era incluso una experiencia fuera de límites, era una sensación exquisita, yo la besaba intensamente, pero ella estaba batallando, tratando de salirse de mi agarre y a la vez de mi beso. La besé por unos cuantos segundos más, hasta que ella pudo salirse de mi agarre. La miré, no pude evitar sonreírle, ella en respuesta me dio una bofetada.
- Si me vuelves a tocar, Somerhalder – Amelia le amenazó apuntándome con el dedo – Ten por seguro que no va a ser una bofetada, para la próxima será una patada en tus bolas, maldito cabrón.
Con esto sacó uno de sus cuadernos y un lápiz de su casillero, se dio media vuelta y se fue hacia su salón, mientras la veía caminar, no pude evitar no reírme, definitivamente estoy enamorado de esa chica y tengo que hacer cualquier cosa con tal de que ella me ame de la misma forma.
ps; no puedo colocar code ya que el usuario es nuevo
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Me encanta el ship de Taylor y Jamie aoisdhasoidhaoidha Repites demasiado algunas palabras (por ejemplo con diosa y maldita). En mi opinión, podrías usar sinónimos como divinidad o endemoniada para no repetir tan seguido o simplemente omitir las palabras en algunas ocasiones. A veces, metes muchas palabrota (no está mal que haya alguna, pero todo en exceso es malo). A pesar de esto, me impactó bastante el capítulo y me gustó mucho :D Por supuesto, ya estás participando.
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Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
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Paulette Briand
- Capitulo:
- Cant Have You:
- Capitulo 002Ivette Smith|Liam Payne.Koni
Hacia frio, y digamos que mi blusa blanca manga corta no me ayudaba mucho. El viento hacia que mi cabello volara, y que mis dientes titiritaran a causa del frio. Me sentía nerviosa, Liam me había llamado de forma urgente, y me había citado a venir a este parque a las siete de la noche, y yo temía que fuese algo sobre nuestra relación.
-¿Quién soy?- dos manos cubrieron mis ojos. Sentí el fuerte aroma de su perfume Paco Rabanne, y su voz para mí era inconfundible.
-¿Peeta?- bromee. El rio un poco, él sabía que yo era una completa fan de “The Hunger Games”.
-No- su ronca voz ahora estaba en mi oído, provocando pequeños escalofríos en todo mi cuerpo.
-Vamos, sé que eres tu Liam-El dio un bufido, y saco sus manos de mis ojos, dejándome al fin ver.
-Eso es trampa- él se sentó a mi par, cruzo sus dos brazos e hizo un típico de él y tierno, puchero.
-¿Conocer bien a alguien es trampa? Además, siempre haces la misma broma- el me miro mal y yo me limite a sacarle la lengua de la forma más graciosa que podía, aún estaba nerviosa.
-Bien, a lo que vine- dijo de repente. Se puso de rodillas, sentí que el aire se desvanecía ¿era lo que creía?
-¿Liam?
-Ivette Smith, eres la chica más hermosa, inteligente y astuta que eh conocido. Te amo como nunca eh amado a nadie, eh soñado un futuro juntos, me eh soñado contigo, teniendo hijos, viviendo feliz. Por eso quiero pasar toda mi vida contigo- mis ojos se cristalizaron. El saco una cajita de su chaqueta café, y la abrió dejando ver un anillo, con un gran diamante. Para Liam el dinero era lo último, su familia era tan adinerada como la mía- ¿Te quieres casar conmigo?-
-Sí. ¡Claro que sí!- la alegría y emoción irradiaba tanto de mí, como de Liam. Él puso el anillo en mi dedo anular, en donde pude obsérvalo mejor. Era de color plateado y como dije antes, tenía un gran diamante incrustado en medio, y en pequeñas letras había escrito “Señora de Payne”.
-Aun no me eh casado contigo, y ya me has declarado “señora Payne”- cruce mis brazos y bufe, como si estuviese ofendida, cosa que claramente no era, ya que me sentía como en el cielo.
-Eres la señora Payne, aunque ni siquiera estemos casados.
-Eso, es tierno. Pero Liam, hay que decírselos- su sonrisa, se volvió en menos de un segundo en una mueca.
-Ivv, sabes que nos alejarían casi al instante. No puedo, no quiero alejarme de ti- cogió mis manos y les dio un pequeño apretón.
-Liam, yo te amo, pero simplemente no puedo estar con alguien con el que me tengo que ocultar. Quiero caminar por la calle contigo sin que nadie nos moleste. No quiero tener que venir siempre ha un parque a la casi media noche, solo para verte.
-¿Y si nos escapamos?- sus ojos habían adquirido un especial brillo. Al parecer había pensado esto más de una vez.
-Li, ¿hablas enserio?
-Claro que sí, haría cualquier cosa por ti
-Entonces habla con mi padre. Él es un hombre racional, y si le das buenas razones, entenderá- él se veía presionado, y notaba por su mirada, que realmente no quería hacer eso.
-Dame una semana- se levantó, planto un largo beso en mis labios, y se fue caminando hacia su auto.
Alce mi mano, y mire mi anillo. Una sonrisa estúpida ya estaba planteada en mi cara. Me levante y justo como Liam hizo, fui a mi auto. En el camino nunca deje de ver mi anillo, esto definitivamente parecía un sueño, el del cual definitivamente no quería despertar.
Camine con tranquilidad hasta el pórtico de mi casa, mi padre pensaba que estaba en la casa de Rebecca, mi mejor amiga; ella había decido cubrirme, esa era la razón por la que ella era mi mejor amiga. Puse la llave dentro de la cerradura y le di vuelta, la puerta se abrió y entre con cuidado. Mi padre se encontraba parado a la mitad de la sala de estar y junto a él se encontraba mi hermana Sarai; mi padre tenía una mirada extremadamente seria, mientras que mi hermana tenía una sonrisa maliciosa plagada en su rostro.
-¿Qué es esto?- mi padre alzo su brazo derecho y me mostro el teléfono de mi hermana, el cual tenía una foto mía y de Liam, de esa misma noche
-Yo- intentaba hablar, pero simplemente las palabras no salían de mis labios. No sabía que decir.
Un fuerte dolor en mi mejilla me tumbo. Mi padre me había dado una cachetada. Entre mis lágrimas pude ver la gran sonrisa de mi hermana, ella y yo no nos llevábamos bien, pero nunca pensé que su odio fuese tan grande hacia mí, que quisiera arruinar mi vida.
-¿Por qué lo hiciste?- grito. Su cara estaba roja de la furia, y su mano estaba apretando tan fuerte el teléfono de mi hermana, que pensé que lo rompería.
-Padre yo no- él no me dejo terminar, ya que cogió de forma fuerte mi brazo y me arrastro hacia el mueble en donde me tiro.
-¡¿Sabes quién es el?!- señalo a Liam en la foto. Yo simplemente me limite a asentir- Es Liam Payne, hijo menor de la familia que casi nos dejó en bancarrota- él lo dijo de forma lenta, como si yo fuera estúpida.
-Padre por favor- su mano se estrelló de nuevo en mi cara, pero esta vez el golpe había sido más fuerte.
-Gregory, basta- salió en mi defensa mi madre, la cual también recibió una cachetada de parte de mi padre.
-Emma, lo siento- se intentó retractar mi padre, pero mi madre solo alzo su mano, pidiéndole indiscretamente que cerrara su boca.
-Ivette, a tu cuarto
Me levante del mueble, y camine por las escaleras hasta llegar al pasillo, y después a mi cuarto. Cerré con pestillo mi habitación, y simplemente, me largue a llorar. Escuche como la puerta del cuarto de mi hermana, se abría, y después se cerraba de forma fuerte.
A los segundos escuche a lo lejos, los gritos de mi madre y mi padre. También se oía como mi madre, en su enojo, le tiraba cosas a mi padre. En un momento dado los gritos cesaron, y unos pasos fuertes se acercaron a mi cuarto. Tocaron mi puerta, pero yo no quería abrir.
-Ivv, abre soy yo- la voz de mi madre sonaba baja, casi en un susurro. Me levante de mi cama, y abrí la puerta de forma cuidadosa.
-Quiero que te vayas- ella cerró la puerta con pestillo y saco una pequeña maleta color turquesa de mi armario.
-¿Qué?- ella seguía empacando mis cosas en la maleta.
-Quiero que te vallas, quiero que vivas tu vida, y que seas feliz con Liam- ella me entrego mi maleta, la cual estaba lista. Me abalance y abraze a mi mama, ella definitivamente era la mejor- Ok, escúchame. Tengo una tarjeta extra, de la cual tu padre no tiene idea. Tenla, te pondré dinero cada mes ¿ok?- me entrego una pequeña tarjeta color bronces.
-Gracias- fue lo único que le atine a decir antes de que cerrara la puerta y se fuera.
Cogí mi teléfono de la pequeña mesita de luz de mi habitación, y le marque a Liam. El teléfono sonó dos veces y después la voz de Liam sonó a través de él.
-Ivv ¿Qué ocurre?
-Nos vamos
-Enserio- en su voz note un cierto tono de entre alivio y emoción, o tal vez una combinación de las dos.
-Si
-Voy en 20 minutos, espérame- el corto la llamada ¿Qué estaba a punto de hacer? No lo sé, pero me siento segura de lo que quiero hacer. Quiero vivir mi vida con Liam.
- Prologo:
- Prologo✯By 'Mily.♡
Hacía calor, como no, eran Los Ángeles, una de las ciudades más calurosas de américa del norte. La gente caminaba por las calles, sin preocupaciones. Algunas adolecentes, niñas, y adultas, caminaban por las calles con grandes bolsas Chanel y Prada, con grandes y falsas sonrisas.
Algunos residentes de Los Ángeles se despertaban para empezar su día, en sus monótonos trabajos. Algunos chicos andaban en sus skates por los parques. A lo lejos y en el centro de Los Ángeles, se podía escuchar los gritos emocionados de adolescentes, sudando y gritando por sus ídolos. Otros chicos estaban a punto de caer dormidos, editando un nuevo video para subir a su famoso canal.
Pero algo los distrajo de todo lo que hacían. Los gritos desesperados de las fans, ya no eran de emoción, eran de miedo. Los gritos de las madres de los residentes, ya no eran para que se levantaran, eran para pedir ayuda. Los gritos y vitoreo por un nuevo truco en el parque de skate, ahora eran de conmoción y miedo. El pitido que indicaba que el nuevo video se había subido, ya no era el de la computadora, ahora era el estruendoso sonido de autos chocando entre sí, y las patrullas de policías yendo al rescate.
Aquel 27 noviembre, fue el día en donde, Los Ángeles- California, fue atacado por los caminante. Primero fueron Los Angeles, después N.Y, después Washington D.C, y antes de que nos diéramos cuenta, todo el mundo.
Ya no hay donde ir, ya no hay donde escapar, los caminantes están por todos lados, y no piensan irse. Este ya no es nuestro mundo, es el mundo de los zombies.- Los Marginados:
- Capitulo 001Encajar no es lo mio y nunca lo sera
Me dolía la cabeza, tenía los ojos hinchados y estaba segura de que mis ojos tenían unas grandes ojeras. Había llorado toda la noche y mi deteriorado aspecto ha sido la consecuencia. La alarma suena fuerte en mis oídos, alzo mi brazo y aplasto el pequeño botón y la alarma deja de sonar.
Mis pies se mueven pesadamente por el piso de mármol pulido de mi habitación. Pongo mis manos en el lavamanos y observo mi rostro en el espejo de mi baño, y no me eh equivocado, tengo los ojos hinchados y unas grandes ojeras bajo mis ojos. Prendo la ducha con agua caliente y me desvisto mientras espero a ver el vapor. Cuando sucede, me adentro a la ducha y me doy la ducha más rápida que puedo, es tarde y necesito llegar rápido a la escuela.
Me envuelvo en una toalla color celeste y salgo del baño con mis pantuflas rosas de conejitos, si, lose, es infantil, pero fue el último regalo que me dio mi madre antes de morir, así que podría decir que es lo último que tengo de ella, y por mas infantil que sean las pantuflas no pienso votarlas nunca.
Me pongo una simple blusa blanca manga corta, unos jeans negros y unas vans rojas. Camino por el pasillo de mi cuarto y paso por el cuarto de mi padre, lo oigo sollozar. Él no lo ha superado, yo tampoco, pero él se lo ha tomado peor que yo; el llora todo el tiempo, solo sale de su cuarto para ir a trabajar y cuando vuelve se encierra en su oficina o en su cuarto. Mi hermano menor ya lo supero, todo es más fácil para él, apenas tiene cinco años dudo que recuerde a mama cuando sea mayor.
Abro la puerta del cuarto de mi hermano y me lo encuentro atando sus pequeños zapatos. Me rio un poco, él ya es todo un hombre, es más independiente que yo cuando tenía esa edad. Camino hacia él, me agacho y comienzo atar sus pequeños zapatos.
-No necesito ayuda- él cruza sus dos pequeños brazos y hace un puchero.
-Todos necesitamos ayuda- término de atar sus zapatos y me levanto a coger su pequeña chaqueta, se la pongo y comienzo a abotonarla hasta el cuello.
-¿Cómo papa?- mi cuerpo se tensó, lo mire a los ojos y le sonreí.
-Como papa- asentí con mi cabeza. Esa era la razón por la cual admiraba mi hermano, nunca había visto que un niño afrontara de una forma tan madura una cosa así, el a sus cinco años, era más maduro que yo a mis diecinueve años.
-Él va a estar bien. Mama me lo dice todo el tiempo- el bajo de la cama y cogió del piso su maleta roja, con dibujitos de animalitos.
-¿Hablas con mama?- él se viro, se puso la maleta y se sentó junto a mí en el piso.
-Sí, y siempre me dice que tengo que cuidarte- me cogió de la mano y con sus pequeños labios, le dio un beso a mi mano. Observe el reloj de mi otra mano, eran las siete con veinte y si no nos apuramos llegaríamos tarde. Me levante del suelo y lo cargue en mis brazos.
-Se nos hace tarde- camine escaleras abajo con cuidado, de que yo y mi hermano no cayéramos.
-Ya desayune- lo mire con confusión
-¿cómo?- él me sonrió y se bajó de mis brazos.
-Fácil. Se llama cereal con leche, e insomnio- me reí un poco, él definitivamente nunca dejaba de sorprenderme.
-Bueno, es hora de irnos.
El abrió la puerta de la casa y camino hasta la puerta del carro y espero a que yo la abriera. Cogí el pequeño aparato para abrir las puertas del coche y aplaste uno de los botoncitos.(***)
-¡Ivv!- vire mi cuerpo al escuchar como alguien gritaba mi nombre a lo largodel pasillo del High Time School. Era Amelia, mi única amiga en aquel infierno, ella a diferencia mía podíamos considerarla una chica “popular”, era rubia, sus ojos eran azules, su cuerpo era esbelto y su rostro era hermoso. Tenía a miles de chicos bajo su manga.
-Lia- el apodo Lia se lo había inventado yo, cuando la conocí en mi primer día de clases. La gente suele pensar que porque Amelia es rubia, es tonta, oxigenada y se acuesta con cualquiera, pero ella era todo lo contrario.
-Como va todo en casa- ella sabía todo sobre lo que ha pasado en mi casa. Ella fue quien me dio su hombro para que llorara por horas y horas y se lo agradezco.
-Más o menos. Luke se lo está tomando mejor que todos- ella me sonríe con ironía, ella sabe que mi hermano es todo un genio para su edad.
-Eso, ya lo tenía previsto
-Eres cruel
-Es la realidad- esa era la razón por la que Amelia era mi amiga, ella era savia a diferencia mía, ella pensaba antes de hacer las cosas, yo no.
El timbre del comienzo de clases.
-Tengo historia
-Biología- las dos hicimos una mueca. A Amelia no le gustaba que estemos en clases separadas, en especial, porque ella sabía que me suelen molestar y ella odiaba eso.(***)-¿Qué haces?- mire confundida a mi amiga, pero esta solo me sonrió y se sentó con su bandeja.
-Sentándome con mi mejor amiga en el almuerzo- le dio una mordida a su sándwich de crema de maní y jalea.
-No tienes que dañar tu reputación por mí- ella soltó un bufido, ya habíamos tenido esta conversación antes.
-Al diablo la reputación- ella volvió a dar un gran mordisco a su sándwich. Yo la mire mal, no me gustaba que ella se arriesgara por mí, y ella sabía eso, pero le valía un carajo.
Algo frio recorrió mi espina dorsal, algo frio y húmedo. Gaseosa. Alce mi vista y me encontré con los ojos color miel de mi más profundo enemigo, Liam Payne. Tenía una gran sonrisa sínica, y sus ojos reflejaban asco y repugnancia hacia mi persona. Me levante de golpe, con mis ojos cristalinos, las lágrimas se estaban apoderando de mí, pero yo no iba a llorar aquí, no enfrente de todo el mundo, yo no le mostraría a Liam Payne que soy débil.
Así que hice lo que todo cobarde haría en mi lugar, correr.
Hay un agujero en mi alma, hay un agujero en mi alma, no puedo llenarlo. Hay un agujero en mi alma ¿puedes llenarlo? ¿puedes llenarlo?- Flaws de Bastille
Última edición por paularamirez el Sáb 16 Nov 2013, 5:00 pm, editado 2 veces
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Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Mañana seguiré aceptando audiciones, ahora mismo estoy muy cansada. :imdead: Las animo para que audicionen por Liam también (de momento nadie ha audicionado por él...), cuantas más audiciones hayan, antes daremos resultados así que hacer spam por otros temas jejeje :ilusion:
.wonderwall.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Hola de nueyo (?
Espero quedar y a ver si no se confunden con mi Audicion
No te preocupes querida esperare a mañana....
Espero quedar y a ver si no se confunden con mi Audicion
No te preocupes querida esperare a mañana....
Hop.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Ahora mismo seguiré aceptando audiciones :)
(Zoe está algo ocupada porque está eligiendo para otra novela jajaj)
(Zoe está algo ocupada porque está eligiendo para otra novela jajaj)
.wonderwall.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Chicas, mi ficha ya esta lista.
Hell, ya te respondo el MP. Solo que estuve ocupada en estos dias, y casi que no me he conectado.
Hell, ya te respondo el MP. Solo que estuve ocupada en estos dias, y casi que no me he conectado.
Invitado
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Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Carolovecarrots1d escribió:
- Sexy gif:
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- Sexy pez:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Dejaré la historia que les puse en la ficha pasada.. y un capítulo de mi autoría. ;)
besosxx
- Historia:
Puede que la niña no haya nacido en las mejores condiciones, pero siempre tuvo lo necesario, tanto ella como sus hermanos. Notar el esfuerzo por parte de ambos de sus padres hizo que Chloe fuera siempre una persona responsable, incluso de niña, conocía los límites y se divertía pero sin sobrepasarlos. Además siempre había tratado de hacer que sus padres se sientan orgullosos de ella. Cosa que ha logrado hasta la actualidad. Toda su vida ha sido perfeccionista, no le gustan que las cosas salgan mal y se desilucionen de ella. En el instituto siempre tuvo las mejores notas, principalmente porque estaba concentrada el el estudio y no en los muchachos, ya que ninguno cumplia con sus espectativas de pareja. Desde el instituto, siempre ha logrado conseguir lo que quiere, prinicpalmente manipulando a la gente, y debido a su atractivo no le era tan dificil maniùlar a los hombres. Debido a sus sobresalientes notas, logró entran con una beca a una de las mejores universidades, estudiando diseño de modas y diseño de interiores. Su inteligencia, pasión y descición hiceron que fuera una de las más jovenes en graduarse obteniendo las mejores notas, nuevamente. Era una de las más reconozidas y era admirada por su trabajo, rápidamente adquirió fama y dinero, siendo capaz de devolverle a sus padres todo lo que en un principio le dieron, además de darles una mejor vida, aunque el costo para ellos fuera no estar tanto tiempo con su hija. En el momento en le que le imformaron de el trabajo para la boda de Kate, lo aceptó, y en proceso, formó una gran amistad, siendo más tarde una de las damas de honor. Pero esta boda no le daría únicamente nuevas amistades, si no también le ayudaría a cambiar su concepto de amor y perfección.
- Capítulo "Bring me to life":
Capítulo 01Thank you for helping me.»Camile JonesUn constante e irritante sonido me hizo despertar de mi sueño. Me encontraba apoyada en el escritorio del apartamento. Mi cabeza apoyada en ambos de mis brazos. La levanté y mi cuello protestó, al igual que mi espalda y todos los demás músculos de mi cuerpo. Un gemido de dolor escapó de mi garganta. Coloqué mi mano en el cuello tratando de apaciguar el dolor, pero no funcionaba. Miré las hojas que se encontraban esparcidas por el escritorio, debí quedarme dormida mientras estudiaba. El sonido continuaba, luego de unos segundos pude ver que se trataba del teléfono. Lo busqué entre las hojas hasta que lo encontré, pero para ese momento ya habían colgado la llamada. Coloqué el teléfono en la mesa y froté mis ojos con las manos mientras un bostezo escapaba de mis labios. Me levanté de la silla y miré de reojo el reloj. 9:18 a.m. Mis ojos se abrieron al tope, se supone que recogería a mi tía a las ocho. Corrí al baño, me duché, me cepillé los dientes y el cabello y me vestí, no necesariamente en ese orden. Tomé las llaves del auto de la mesa que se encontraba tras el sillón y recogí mi teléfono de la “mesa de estudio”. Tomé mi abrigo, mi bufanda y mi cámara para colocármelos, salí del apartamento y cerré la puerta con llave.
Baje los seis pisos por la escalera corriendo. Me tropecé más de una vez, pero gracias a la baranda no fue nada grave. Al llegar al primer piso me despedí del portero y me dirigí al estacionamiento de los apartamentos. Monté mi auto y tomé la ruta hacia la clínica donde se encontraba mi tía.
Llegué a las grandes puertas de acero negro a las 9:53 a.m. Atravesé los jardines hasta la recepción. La verdad este era un lugar muy lindo. Grandes jardines repletos de rosas y aves que le dan vida al lugar. Los pasillos son grandes y de un color terracota y algunos detalles crema. Hay plantas y decoración a cualquier lado que veas. Las habitaciones son grandes con un ventanal que tiene vista al jardín, unas mesitas de caoba al lado de la cama y una lámpara encima de cada una. La atención que brindaban también era de las mejores, no dejaban a los adultos mayores solos y velaban por su salud e incluso entretenimiento. Ellos le podían dar a mi tía lo que yo no, mi apartamento era muy pequeño, con apenas lo básico y yo no podría estar todo el día pendiente de ella, entre los estudios y el trabajo se me complicaba mucho, además que su enfermedad necesita tratamiento, por eso utilicé todo el dinero de la herencia de mis padres para internarla aquí y cuiden de ella. Puede que me deje con mayor esfuerzo a mí, pero mientras mi tía esté bien, no me interesa.
-Hola Cami- Saludo Danna, la recepcionista- Creímos que esta vez no vendrías.
-Lo siento, me quedé dormida, ¿Cómo esta mi tía?- apoyé mis codos en la mesa de recepción.
-Amaneció bien, te esperó unos quince minutos y luego se puso a jugar damas con los demás.- se encogió de hombros.
-Bueno, le iré a avisar que llegué, la traeré de vuelta a las tres.- por mi me quedaría todo el día con ella, pero uno de los problemas de la clínica es que tiene horas de salida y de entrada. Por eso aprovechaba de ocho de la mañana a tres de la tarde, bueno excepto hoy.
-Claro, pasa adelante- asintió. Caminé en dirección al salón, saludaba a los conocidos enfermeros en el trayecto e incluso uno que otro señor o señora que pasaba a mi lado. Empujé las puertas blancas de madera para entrar en el salón, mi tía estaba en su silla de ruedas jugando a las damas, tal y como habían dicho. Me acerqué a ella, mientras la veía reír.
-Hola tía- deposité un beso en su mejilla.
-Hola cariño, ¿cómo estás?- tomó mi mano entre una de las suyas mientras con la otra movía la pieza del juego.
-Bien, disculpa por llegar tan tarde, me quedé dormida- admití apenada.
-No te preocupes por eso cielo, se que estás cansada, ya te he dicho que no tienes que venir a verme todos los días, solo con que vengas los fines de semana es suficiente, no tenías que venir hoy- apretó mi mano.
-Uno, si vendré todos los días porque te quiero y mucho y dos, hoy es sábado, tía.- expliqué.
-¿Lo es? Que rápido pasa el tiempo- rió y yo reí con ella.- bueno en ese caso, vamos. –asentí y tomé su silla por detrás.- Después terminamos el juego Julie, te salvas de que mi sobrina me haya sacado antes de ganarte. – ambas rieron. Luego de eso la saqué del salón, en la recepción me dieron las pastillas, que las guardé en i bolso, la bufanda, el abrigo, los guantes y el gorro de mi tía. Me puse en cuclillas y se los coloqué con cuidado y al final deposité otro beso en su mejilla, haciéndola reír. Me levanté, me despedí de Danna y salí del lugar. Con ayuda de uno de los enfermeros la monté en el auto, y coloqué la silla de ruedas atrás.
-Bueno- hablé al montarme en el auto y colocarme el cinturón. - ¿Qué quieres hacer hoy?
-¿Recuerdas aquél parque que te llevaba junto con tus padres cuando era niña?- me preguntó con un destello en sus ojos.
-Sí- asentí emocionada.- ¿Ahí quieres ir?- asintió.
-Me gustaría recordar viejos tiempos.- Sonrió y encendí el auto para tomar dirección al lugar que se encontraba en las afueras de la cuidad. En el camino escuchábamos música, le conté de mi semana, mi trabajo, como me va en los estudios, me dijo lo mucho que le gustaba estar conmigo. Entre risas y bromas llegamos al lugar, eran aproximadamente las 11:30 a.m. Me estacioné frente al parque.
Al salir de mi lado del auto, admiré el lugar, hace mucho no venía aquí, siendo sincera, la última vez que vine fue el último verano que pase con mis padres, unos meses después murieron en el accidente. Suspiré y nuevamente sonreí. Abrí la puerta trasera del auto y saqué la silla. Al tenerla fuera, la abrí y me dirigí al lado de mi tía. Abrí la puerta, le quité el cinturón de seguridad y la ayudé a pasarse a la silla. Cerré la puerta del auto y le puse el seguro.
Agarré la silla y comencé a caminar, al adentrarnos en el parqué admiré mejor el lugar, los árboles eran grandes y debido a que era otoño las hojas se encontraban teñidas por tonos anaranjados, al igual que las hojas que se posaban en el suelo le daban color. A la derecha, unos metros más lejos se encontraba el lago. Las bancas de madera estaban repartidas a lo largo de todo el lugar. Unos cuantos juegos para niños se encontraban a nuestro lado.
Mi tía me pidió ir por los árboles y así lo hice, las hojas caían sobre nosotras y la brisa nos envolvía. Esto es lo más relajada que he logrado estar en la semana, se puede decir que en el mes. Los recuerdos de todas las veces que había venido aquí con mis padres llenaban mi mente. Todas las sonrisas, todas las bromas, todos los juegos que mi padre hacía para entretenerme. Cosas que había olvidado y aunque me duelan son cosas que me recuerdan el amor que sentían por mí. Una sonrisa nostálgica se posó en mis labios, pero al fin y al cabo una sonrisa de todas maneras.
-Recuerdo aquél día, tu padre corría detrás de ti. Queriendo atraparte y tu reías, reías sin preocupaciones, sin obligaciones. Tenías unos seis años. Tenías el cabello suelto, era largo, siempre has tenido el cabello largo. Tu madre y yo preparábamos el almuerzo encima de una manta, debajo de los árboles. Tu madre reía ante la imagen de tu padre persiguiéndote y haciéndote reír. Pero resbalaste, y te raspaste tu rodilla- no sé por qué eso no extrañaba, siempre había sido un poco torpe. – tu mamá salió corriendo mientras tu papá intentaba calmar tus lágrimas. El amor y la preocupación que se reflejaban en los ojos de tus padres siempre se quedarán impresos en mi memoria. Ellos te amaban Cami y estoy segura que todavía lo hacen, donde quieran que estén. –Una lágrima escapó de mis ojos y se deslizó por mi mejilla mientras recreaba la escena en mi mente, pero la sonrisa no se iba de mis labios, limpié la lágrima y le di otro beso en la mejilla a mi tía. – No quiero verte así mi niña- me arrodille a su lado. – Tan cansada, tan agotada, tan estresada, tan tensa, deja de preocuparte por los demás un momento y preocúpate por ti misma, date un respiro de todo.- Acarició mi mejilla.
-Ya me lo diste tu tía. Me diste el respiro que necesitaba, esto es muy relajante, gracias. –Coloqué mi mano encima de la de ella y cerré los ojos, disfrutando el tacto.
-Me recuerdo también que la forma para calmarte de tu padre fue darte su cámara. Pasaste todo el resto de la tarde tomando fotos y luego de ese día nunca te despegaste de ese aparto, incluso aún no lo haces- rió y yo me encogí de hombros divertida. – ¿Trajiste la cámara?
-Sí, pero la dejé en el auto. – abrí mis ojos de nuevo.
-Ve a traerla, yo te espero aquí- mi tía apartó la mano de mi mejilla.
-No te quiero dejar sola- negué con la cabeza.
-Por dios Camile no te comportes como los enfermeros, mira ahí está el auto- señaló detrás de la reja que se encontraba a unos veinte metros. –Puedes ir, y me ves desde ahí, yo no me moveré de aquí lo prometo.
Asentí y caminé a paso rápido a la salida, ya en la acera, comencé a correr, pero mi torpeza y el agua no son buena combinación. Sentí como caía hacia atrás, y cerré los ojos esperando chocar con el duro y frío suelo. En lugar de eso, sentí dos manos apoyarse en mis caderas y jalándome a sus brazos, mis brazos que estaban doblado quedaron apoyados en algo duro, pero no era el suelo, había una tela suave rozando contra ellos y el agarre de mi cintura se hizo más fuerte haciéndome recuperar el equilibrio, luego de unos segundo abrí mis ojos. Mis brazos se encontraban apoyados contra el torso de alguien. Subí mi vista y mis ojos se toparon con otros. Eran de un color azul, tirando a verde, con pequeños destellos de ambos colores. Bajé mi mirada a sus labios, eran rosados y delgados, pero aún así eran tentadores, muy tentadores. Una sonrisa se posó en ellos. Estaba muy cerca y su agarre me mantenía pegada a su cuerpo. Recuperé mi cordura y apoyé mis manos en su pecho, en su muy trabajado pecho y moviendo mí cabeza apartando cualquier pensamiento indebido me aparté de él. Su agarre se soltó y sus brazos cayeron a sus lados.
-Gracias- hablé luego de unos momentos.
-De nada. Deberías tener más cuidado.- su voz era suave pero muy varonil.
-Sí, lo sé, tienes razón, soy un poco torpe, igual si me hubiera caído no es la primera vez que me pasa, pero aún así gracias por ayudarme. – dije rápido, el me miró divertido.
-Por supuesto, igual me alegra que haya podido ayudarte a tiempo y que todavía tenga algo de reflejos. - guardó sus manos en sus bolsillos.
-Sí, gracias de nuevo, por cierto, me llamo Camile- tendí mi mano. Sacó una de las suyas del bolsillo y la estrechó con la mía.
-Louis- asintió con la cabeza y se comenzó a alejar. Caminó unos pasos y se dio media vuelta- Camina con cuidado Camile.- asentí y el continuó caminando.
Moví mi cabeza tratando de entender que había pasado recién y luego retomé mi camino al auto. Encontré la cámara en el asiento trasero y cerrando el auto volví donde mi tía, esta vez cuidando mis pasos. Al llegar a su lado una sonrisa traviesa se posaba en sus labios y supe que lo había visto todo.
-Quieres cuidarme a mi cuando no puedes ni cuidar tu trasero- reprochó.
-Tía- la regañé por su vocabulario.
-Que ya tenga mis años de más no significa que no pueda decir ese tipo de palabras- rió- pero ¿te digo la verdad? En vez de cuidar mi trasero o el tuyo deberías comenzar a cuidar el trasero de ese tipo, por qué ni para que te digo.- mis mejillas se tornaron de un color carmesí.
-No tienes remedio- negaba con mi cabeza mientras reía.
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OH DIOS ME ENCANTO EL CAPITULOOOO. Me hiciste llorar con la escena del padre (me hizo recordar al mío, él murió hace casi 4 años...) y Louis, oh Louis.... DIOS AIOSDHAOSDHAODIHASDADSHAS Obviamente, ya estás participando :) SUERTE!!
.wonderwall.
Re: Los imprevistos de una boda N.C {Resultados Puestos}
Kathy'Crazy.vasHappenin? escribió:
Pues mi Hell & mi Zoe decidí ir por ese papel porque :AA:me llamo mucho la atención a final de cuentas :why:ambas saben como escribo :3 pero si es necesario poner algo ya saben, aquí esta su Katt. Kisses
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No hace falta que dejes nada jejej :) Sabemos que escribes perfecto KatyKat :) Te deseo suerte linda :DDDD
.wonderwall.
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