Hot For Teacher |Novela Colectiva|

-Espero que este año le dediques tiempo a tu estudio Rose, de lo contrario, olvídate de que te voy a seguir manteniendo-

-No puedes hacer eso papá…-susurro Rose mirándolo directamente a los ojos a través del retrovisor del auto.

-Puedo, y lo hare. Ya estoy cansado de tu actitud Roselyn… Y no creo que a tu madre le haya gustado ver el lo que te convertiste…-

-No metas a mamá en esto. Ella no tiene nada que ver con mi actitud- respondió, tragándose el dolor que le provocaba escuchar eso de su padre.

-Prométeme que este año estudiaras-dijo el con un tono mas suave y paternal. Su hija lo necesitaba mas que nunca, pero se le hacia difícil seguirle el ritmo.

-Lo hare-se limito a decir Rose, mientras abrir la puerta del auto y salir. Paula la esperaba a solo un par de metros de distancia, bajo la vigilancia de su padre. “Todas estamos iguales”, pensó la castaña, mientras subían la escalera del instituto.

Las palabras que su padre le había dicho poco después de estacionar el auto frente a la institución, rondaban ese su cabeza mientras entraba al baño seguidas por Eddie y Camila. Las demás se demás habían ido hacia los casilleros por que Ellie había olvidado su remera para hacer deportes, aunque todas sabían que no había sido simple coincidencia. Ella odiaba deportes casi tanto como Rose, español.
La castaña se metió rápidamente a uno de los cubículos vacíos mientras que sus dos amigas comentaban algo sobre el nuevo profesor de física. Liam Payne.
Intento calmarse a ella misma, diciendo que todo estaría bien. No eran la palabras las que la estaban lastimando, era quien las había dicho. Su padre. Rose estaba mas que segura que su madrastra había influenciado en la decisión de su progenitor, y se ocuparía de ella cuando regresara a casa.
“Maldita perra”, susurro Roselyn.

-¿Rose?-preguntaron al otro lado de la puerta.

-En un segundo salgo-respondió ella, inhalando y exhalando una vez mas para tranquilizarse. Puso su mejor cara y abrió la puerta encontrándose con dos pares de ojos que la miraban expectante. Les brindo una sonrisa y sin decir nada camino a través del lugar hasta los lavados. Rose se acomodo un poco el cabello y tiro de su remera blanca hacia abajo para que se le marcaran mas los pechos.

-¿A que se los nuevos profesores sean tan calientes como el de física?-pregunto Camila contorneando sus caderas hacia la puerta.

-¡Ojala! Ya se me acabaron la excusas para escapar de la clase de algebra… Un profesor como el señor Payne me ayudaría bastante para mantener la concentración…-soltó Eddie haciendo reír a las otras dos chicas.

-Rose trajiste por casualidad protector de labios… Esta mañana me quede dormida, creo que fue buena idea ir a esa fiesta anoche…-dijo Camila mientras caminaban por el pasillo lleno de alumnos que no podían ocultar su tristeza por el primer día de clases.

-Un segundo-contesto la castaña metiendo su mano en el bolso de cuero negro y detalles en dorado que llevaba consigo-Nunca encuentro nada en esta cosa-comento, mirando hacia el bolso con la esperanza de encontrar así lo que su amiga le había pedido. Pero fue interrumpida cuando un cuerpo, un par de centímetros mas alto, colisiono contra ella tumbándola al suelo-¡Idiota!-chillo Roselyn poniéndose de pie rápidamente para acecinar verbalmente al extraño que acabada de chocar contra ella.

-Lo siento mucho… yo caminaba hacia mi próxima clase… y no te vi, que estúpido soy…-tartamudeo el chico que tenia en frente. La castaña quería matarlo, pero se antevió a comerse su orgullo y a redoblar la apuesta cuando vio lo apuesto y bien parecido que era.

-Para la próxima, recuerda mi rostro… Roselyn Grey-se presento ella, y siguió caminando al escuchar el timbre que anunciaba sus siguiente clase. El chico quedo con la boca abierta y en un abrir y cerrar de ojos, dejo caer los papeles que tenia en la mano.
Se maldijo a el mismo, y se agacho a buscarlos. Era una alumna, y el un profesor.

-Rose, ¿No piensas abandonar la apuesta, verdad?-pregunto Camila sorprendida por lo que acababa de pasar.

-¡Estas loca!-rió la castaña- Yo pienso ganar esa apuesta… Pero nunca esta de mas un poco de diversión, ¿no?-

-Esta chica si que esta loca-comento Eddie-Espero que esta clase sea productiva, sino, no voy a dudar en utilizar la vieja excusa de “me siento mal… Ya sabe, en estos días del mes…”-

-No hace falta que sigas explicando Eddie-dijo Ellie llegando hasta donde estaban el grupo de amigas.-Es asqueroso-

-No tanto como el intercambio de miradas entre Paula y el nuevo profesor-comento Oli.-¿Acaso fui la única que noto la chispa entre esos dos?-

-Oli, ahórrate el comentario…-soltó Paula llegando hasta ellas con una enorme sonrisa en el rostro, provocando que su amigas se juntaran mas para no perder ni una sola palabra que saliera de su boca.-Creo que este año física estará asegurada-canturreo la rubia.-Se ofreció a ayudarme, y yo no puse resistencia en eso… Voy a sacar provecho del señor Payne…-

-No sabes como te envidio- soltó Oli y las demás se dedicaron a asentir.-Aunque, yo, en lo personal, solo quiero que sea un buen año, y por supuesto ganar la apuesta.-

-No estés tan segura Oli, por el momento Paula esta en el primer puesto del podio-dijo Ellie-Aunque cueste admitirlo-

-No quiero hacerlas sentir mal chicas, pero si me quieren ganar, debemos entrar a clases antes de que el profesor se las agarre con nosotras…-opino Paula con un tono divertido en su voz.

-Sobretodo conmigo… No se que tienen los profesores de español que se empeñan en hacerme pasar un mal rato-soltó Rose, mientras ingresaba al aula. La mayoría de los alumnos ya estaban ubicados en sus lugares, solo faltaban ellas… y el profesor.
Roselyn se sentó junto a Eddie en uno de los últimos asientos, mientras que las demás se ubicaba entre los primeros. La castaña odiaba sentarse frente al profesor, pero mas en esta clase.
Había tenido mala experiencia con el profesor Harrison. La mayoría de las veces la separaba del grupo y la sentaba junto a el, o simplemente la hacia quedar después de clase limpiando pizarrones. Rose lo odiaba, y estaba mas que contenta que lo hubiesen reemplazado.
Ahora mantenía la mirada expectante sobre la puerta, esperando ver a un castaño con asentó latino y su mandíbula cubierta por un fino vello, pero para su sorpresa, al abrirse la puerta, un joven rubio, algo nervioso y torpe apareció en esta.
Eddie golpeo a Roselyn con el codo e inmediatamente te hecho a reír por lo bajo. Era el mismo chico que había tropezado con ella minutos antes. No era como se lo imaginaba, era mil veces mejor.
Su cabellos rubio perfectamente despeinado, combinaba con su piel, que en ese momento estaba algo sonrojada, hermosos ojos azul cielo y un cuerpo bien proporcionado que provoco que un escalofrío corriera por el cuerpo de la castaña. No podía despegar la mirada de ese chico.
El rubio camino con pasos torpes hasta el escritorio donde deposito si portafolio negro y un par de hojas algo desordenadas. Se tomo un par de segundos para inhalar y exhala profundamente antes de hablar.

-Bueno días… Yo soy Niall… Niall Horan, y seré su profesor de español-tartamudeó haciendo que los demás alumnos se rieran de su nerviosismo, todos, menos Rose, que encontraba algo maliciosamente atractivo en ese joven de no mas de veinticinco años.
“Joven, sexy, e inocente”, pensó Roselyn inmediatamente. “Será divertido”.-Como ya saben, es el primer día de clases y no tenemos mucho tiempo, así que, sin mas preámbulos, paso a entregarles una hoja que quiero que llenen… No es nada complicado, son cosas que ya saben de años anteriores, y algún que otro dato personal para que me ayudaran a identificarlos mejor-explico Niall, un poco mas tranquilo, aunque con su permanece mirada hacia algún lugar. Había practicado demasiado ese truco, y le ayudaba a estabilizarse para poder hablar con normalidad. Sufría de nervios y eso lo inducía a tartamudear de una forma incontrolable. No era algo de lo que rubio se sintiera orgulloso.
Un fuerte “Oh” se escucho por toda el aula, en inmediatamente los adolescente le hicieron saber que estaban en desacuerdo con la prueba que Niall les estaba entregando.
El rubio paso por las mesas de Paula, Ellie, Oli, y Cami, y luego siguió entregando en la fila siguiente, hasta que finalmente llego al final. Por primera vez, sus ojos se encontraron con los de la castaña provocándole un remolino en el estomago. Era ella, la misma joven que había tropezado con el e indecentemente te había presentado como Roselyn Grey.

-Roselyn-dijo entregándole el pedazo de papel, derrumbando todos los muros que la chica había construido. No había nada mas glorioso para la castaña que oír como sus labios pronunciaban su nombre, y eso la asustaba a la misma vez.
Niall volvió hasta el escritorio donde se sentó, luego de haber escrito su nombre en la pizarra. Con lo ojos clavados en la ultima alumna de la fila de la derecha, intento dejar a un lado cualquier pensamiento que pudiese intervenir en su carrera. “Soy su profesor y ella la alumna”, se volvió a repetir.
Roselyn por su lado, no liberaba su labio inferior consiente que el rubio la estaba observando. Un fuerte deseo de tenerlo cerca la inundo, pero inmediatamente fue reemplazado por el sonido de la campana.
Volvió a revisar su hoja y apenas había escrito su nombre, su edad, y que era recursante, de lo demás, no tenia ni idea. Dejo que el aula de desocupara, para luego caminar hacia el rubio que ahora seria su profesor.

-Acá tiene profesor-dijo con el tono de voz mas inocente que tenia.

-Roselyn Grey, ¿verdad?-pregunto el mirando hacia todos lados, menos a ella. Rose asintió, seguido de un tímido “Si“-Gracias-dijo recibiéndole la hoja casi en blanco. Niall frunció el ceño y dirigió su mirada hacia la chica.

-No es la materia que mas me agrada… Soy buena en otras cosas, menos español-explico Rose soltando un carcajada. Niall sintió que una ola de calor lo atravesaba. Era tan placentero escuchar su risa tan melodiosa y angelical, pero que escondía muchas cosas detrás.

-Ya veo-se limito a decir. Sus nervios volvieron en un abrir y cerrar de ojos, y es que la cercanía de esa chica tan hermosa, producía cosas en el que apenas podía controlar. Espero un par de segundos, con la esperanza de que se cansara y se fuera, pero ella no se movió de su lugar.-Roselyn, perdón por mi torpeza… No veía por donde iba y…-

-Llámame Rose, y no se preocupe por eso… Ya es pasado. Ahora, lo único que quiero es aprobar la clase de español-comento ella, apoyando sus manos sobre el escritorio. Sabia perfectamente que estaba haciendo. La frase “Sino puedes contra el enemigo, únete a el”, no había tenido mas sentido para Rose.

-Debes estudiar para eso Rose-logro articular Niall midiendo la distancia que había entre ellos.

-Es aburrido… Pienso que si usted estaría dispuesto a quedarse un par de horas mas en el colegio, me ayudaría… y a lo mejor, hasta termine manejando de atrás para adelante el español- comento ella tiendo su cabellos hacia atrás, consiente del daño que estaba provocando en su joven profesor. Iba a sacar provecho de la situación al máximo.

-No se si se puede hacer eso Rose…lyn-dijo el rubio, parándose para comenzar a guardar sus cosas algo rápido y torpe.

-¡Claro que se puede! ¡Todo el mundo lo hace!-mintió ella-Será como mis castigo-

-Tengo que pensarlo, no es algo que se pueda tomar a la ligera…-

-El profesor Harrison estaba dispuesto a darme esas clase a diario, por favor profesor Horan, deme ésta oportunidad, y prometo que no se va a arrepentir-lo interrumpió ella, caminando a la par mientras cruzaba el aula hasta la puerta. Cansando, el rubio asintió, y se preparo para escuchar un fuerte chillido, pero a cambio obtuvo un abrazo sincero por parte de la chica seguido por un beso en la mejilla.

-No sabe cuanto le agradezco-soltó ella eufórica, dándose cuenta lo que el rose de sus labios había provocando en el. Estaba deseosa por aprovecharse de ese profesor en particular. Todo para ganar una apuesta, y quien dice también para divertirse un rato. Niall le abrió la puerta y ella salió orgullosa de su logro brindándole al chico un plano perfecto de su trasero.

“Persevera y triunfaras”, se dijo el rubio para si mismo, aunque no puedo evitar clavar la mirada en aquellos jeans desgastados.