Re: overcoming. | harry styles.

por **mikayla.** Miér 20 Nov 2013, 7:56 pm

Podrías continuarla? Me ha encantado esta novela (:

por **holiscrayolis** Miér 20 Nov 2013, 8:04 pm

Hola, la verdad no tengo idea de por qué dejé de comentar, esto ya me está pasando seguido overcoming. | harry styles. - Página 12 2278276204

Buaano... sólo quiero decirte o más bien escribirte que me encanta como escribes, enserio.
Es tan jafjadjfaskdfhsa. Ya leí todos los capítulos que me faltaban. Morí de risa en la parte cuando asignan a Georgia de tutora a Harry, él piensa que le hablaron para regañarlo porque sofocó a Georgia, pero no es así overcoming. | harry styles. - Página 12 1313521601

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Te haría un comentario más largo pero ya no sé que más poner. Sólo te pido que la sigas cuando puedas. Saluditos <33

por **Sophia.** Jue 21 Nov 2013, 10:55 am

Yo creí que ya había comentado, porque hace rato que había leído. Ay, esto siempre me hace hacer comentarios serios y no sé por qué.

«Éste idiota es tan tremendamente idiota, que los profesores ya se burlaron de él».

Ah, pero ¿a qué el idiota te gusta, Georgia?
De alguna manera sabía que iba a aceptar darle tutorías, aunque nunca me llegue a imaginar que el soborno sería aquello. No sé, siempre me paso un buen rato leyendo este fic, de alguna forma me parece tan ligero que solo me provoca seguir leyendo hasta que se termine, porque no es de esos que te cansan, o bueno, en la mayoría porque la protagonista me saca de quicio y solo me provoca pegarle un gran puñetazo.
Amo a Georgia como no tienes idea, de alguna manera la forma en como actúa y todo lo demás es más realista que en casi todas las fic's: inteligente y ruda; mi modelo a seguir, ah. También me gusta ese aura enigmática que rodea a Harry por segundos y que deja sin aire a Georgia, por lo que por ahora solo quiero que comiencen las tutorías.

por **1DHZLNL** Jue 21 Nov 2013, 9:58 pm

siguela por favor :ñomñom: overcoming. | harry styles. - Página 12 961472736

ya quiero saber que pasa por favor overcoming. | harry styles. - Página 12 3275125450

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esta super interesante :cosi: :deos: overcoming. | harry styles. - Página 12 2071222265

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:sersi: :vicplz: :lou: overcoming. | harry styles. - Página 12 2204300288

por **Kurt.** Dom 24 Nov 2013, 11:16 am

Capítulo VI:

En búsqueda de soledad

Rodé los ojos y bufé.

—¿Qué haces aquí, animal? —pregunté y tuve que esforzarme por no sonreír debido a su expresión.

—Sigo sin entender por qué me odias.

Harry estaba parado, a un lado de mi casillero, con el pie cruzado sobre su tobillo derecho, apoyando su costado sobre los casilleros, y cruzado de brazos, con esa sonrisa tan propia de él. No me percaté de su presencia hasta que cerré mi susodicho.

—No hay mucho que explicar, en realidad —me encogí de hombros y dejé caer mis brazos a los lados, cansada.

Traía puesta una camiseta azul cielo, con las mangas enroscadas hasta sus codos, con unos vaqueros desgastados y unas botas cafés. Yo, por mi parte, me vestí con unos pantalones pants de algodón negro y una blusa azul Aeropostal, con Converse negras.

Recorrió mi vestimenta con sus ojos y levantó ambas cejas.

—Parece que nos hemos uniformado, aunque yo vine al colegio, no al gimnasio de darks. ¿O es que acaso espiaste por mi ventana en la mañana con la intención de ver cómo me iba a vestir el día de hoy?

Resoplé y puse los ojos en blanco.

Las multitudes que pasaban, posaban sus ojos sobre nosotros, algunas veces deteniéndose y dando media vuelta para obtener una mejor vista. Estaban totalmente confundidos y curiosos por nuestra conversación.

Aunque yo le llamaría discusión.

—Eso quisieras. Y no te debería de incumbir mi estilo.

Relamió sus labios y sus ojos penetraron los míos con intensidad. Era como si quisiera meterse en mi cuerpo y averiguar lo que sentía; me hacía sentir diminuta e indefensa. Me encogí y de inmediato me reprimí por ello. Yo por mi parte me preguntaba en qué pensó al momento de relamer sus labios.

—Sólo quería darte una visita. Eso es todo.

Parpadeé varias veces para regresar a la realidad. He ahí respuesta a la pregunta que quería me respondiera.

—Resulta difícil de imaginar el que el “gran Harry Styles” quiera darme una visita. O mejor dicho, honrarme con su presencia —di media vuelta, encaminándome a la cafetería. Cerré las manos en puños al escuchar sus pasos siguiéndome—. No puedo creer que me estés haciendo esto —murmuré, controlando mis impulsos para no golpearlo en pleno pasillo.

—Ni yo, a decir verdad —comentó con una sonrisa en rostro, caminando de reversa frente a mí. Fruncí el entrecejo, curiosa por su repentina alegría, aunque, siendo sinceros, él era el chico sonrisas; no necesitaba una razón para hacerlo—. ¿Y qué es eso de que me crees grande?

—Era sólo una expresión. Ni de joda te creería grande, hombre.

Su sonrisa se ensanchó.

—Oh, pero lo harás muy pronto.

Los alumnos seguían pendientes de nosotros cada que pasaban cerca.

—No lo creo, en serio.

—Todas las chicas lo dicen —arqueó y levantó sus cejas pícaramente, hice una mueca de asco, lo cual sólo lo hizo reír a carcajadas.

Sus carcajadas llenaron los pasillos, todos escucharon y las chicas cerraron los ojos como si estuvieran en medio de un orgasmo.

—Eso es repugnante, Styles —paré de golpe, provocando que se aturdiera y al querer parar él también, chocó contra la profesora Jones que pasaba caminando cuando nosotros paramos.

La profesora de las chicas de porra.

Mordí mi labio para evitar estallar en carcajadas. Harry cayó de bruces contra el suelo, siendo empujado por los enormes y colgantes senos de la profesora. Desorientado y con la cara roja de la vergüenza, se levantó y, juntando toda su valentía, dijo:

—Lo lamento muchísimo, profesora Jones, es sólo que yo… —farfulló y se tensó aún más al ver lo sonrojada que estaba la profesora, con algo sobresaltando en las puntas de sus senos bajo la tela de su chamarra.

Estaba excitada.

—Joven Styles… —comenzó diciendo la profesora, pasando rápidamente la palma de su mano por su frente para quitar su sudor—. Debería tener más… Cuidado al caminar.

«Al igual que usted, señora». Mordí el interior de mi mejilla, evitando mostrar cualquier deje de sonrisa en rostro.

El pobre idiota sólo asintió con la cabeza. Una vez que ella se fue, él se dio la media vuelta para quedar frente a mí, todavía con las mejillas ruborizadas. Sacudió su cabello, nervioso.

—¿Satisfecho, Harry? Ahora hasta la profesora Jones pensará que eres grande —me mordí la lengua, controlando mis ganas de reírme en su cara.

—Esto… —balbució—. Ay, cállate, Georgia.

Se fue a pasos rápidos y determinados, pero sacudiendo todavía su cabello. Señal de su vergüenza. Luego de morder cualquier cosa al alcance de mis dientes para evitar reír, me tomé la libertad de al menos, esbozar una pequeña sonrisa, una vez que nadie me observaba.

overcoming. | harry styles. - Página 12 CYWBbe3

—Asignación de compañeros en laboratorio —dijo el profesor Alfred y gritos resonaron por todo el salón, de emoción y euforia—. Compañeros que yo elegiré.

Una diminuta sonrisa pasó desapercibida al escuchar sus quejas. Disfrutaba de su desgracia.

La clase después del almuerzo en ese día, era química. Toda la clase estábamos en el laboratorio no. 1 y permanecíamos pegados a la pared este, justo como el profesor ordenó.

El laboratorio era una habitación no más grande de unos 180 metros cuadrados. Ventanas situadas en las paredes norte y sur dejaban entrar los rayos del sol, iluminando las mesas plateadas que se alzaban un metro por encima del piso, hechas exclusivamente para dos. Enfrente de éstas un pizarrón blanco abarcaba la pared oeste, con tres marcadores reposando sobre la mesa de mayor tamaño frente a él. La mesa del profesor Alfred, que se encontraba sobre un escalón de 20 cm. de altura, para estar a la vista de las demás mesas de los alumnos. En la mesa, frascos múltiples se encontraban, los cuales contenían cerebros, hígados y demás cosas repugnantes para experimentos. La ducha para lavados en caso de emergencia estaba arrinconada a un lado de la mesa del profesor, al igual que un esqueleto para pruebas.

—Lo haremos por número de lista; por pares.

Fruncí los labios al darme cuenta que mi compañero sería un retardado baboso —literalmente babeando— por sus grandes frenos. Balbuceaba y no se entendía ni “mu” de lo que decía. No me preocupaba eso, en absoluto, pero sí el que nunca se callara y me sacara de mis casillas.

Rendida, suspiré y tomé mi manual con fuerza entre mis dedos, para tomar asiento en la tercera mesa de la tercera fila.

La mesa contaba con sustancias de color azul, granate y verde neón contenidas en matraz Erlenmeyer; pipetas, una caja de Petri, embudos, escobillones, gradillas, tubos de ensayos y un vaso de precipitado, también.

—Hola, Luke —murmuré y en respuesta pude diferenciar un “ahblublablada”.

O sea, nada.

Apreté mis dientes. Necesitaría fuerza para soportar todo el año con este compañero.

De repente, Luke fue jalado por el cuello de su camiseta color amarillo chillón y sacado de la mesa. Las manos del responsable se veían largas y grandes, pálidas y de aspecto suave. Después, me dejó a la vista su brazo musculoso —no tan voluminoso ni marcado en exceso— con dorados vellos que brillaban contra los nítidos rayos del sol que se colaban por la ventana, decorando toda la piel, seguido de una manga de una camisa azul cielo que de inmediato se ganó mi odio.

—Hola, hola, Georgia —me regaló una enorme sonrisa, mostrando sus dientes. Los hoyuelos en sus mejillas le daban un aspecto infantil.

—Otra vez tú no, por favor —cubrí mi rostro con las palmas de mi mano y apoyé los codos en la superficie de la mesa—. ¿Por qué no me dejas sola de una vez, Harry? —miré hacia él, destapando mi rostro y mordí mi labio inferior al sentir las lágrimas asomar por mis ojos.

Maldije en mis adentros. «¿Por qué quieres llorar, estúpida?». Su rostro se crispó en preocupación y su sonrisa desapareció.

—Hey… ¿Qué pasa? Discúlpame, le pedí al profesor cambiarme contigo por eso de que eres mi tutora, pero… Si tanto me odias, creo que mejor… —tomó sus libros negando con la cabeza, pero no molesto conmigo, sino con sí mismo.

Al ver que se levantaba dispuesto a retirarse, suspiré y las lágrimas rodaron por mis mejillas.

—No —mi voz se quebró y quise gruñir—. No —repetí, satisfecha por el tono duro—. Es sólo que… —limpié la humedad en mis mejillas con el dorso de mi mano—. Olvídalo. Creo que en parte es necesario si quiero ir a una buena universidad.

Me sonrió con ternura y a duras penas, traté de imitar su gesto, pero eso de sonreír no se me daba nada bien.

—Cool —volvió a sentarse a mi lado.

—Muy bien, ahora que ya todos están con sus respectivos compañeros, daré un aviso que me acaban de notificar —anunció el profesor, colocándose detrás de su mesa y paseando la mirada en cada uno de nosotros. Sentí que se tardó un tiempo innecesario en nosotros, Harry y yo, más de lo que me hubiese gustado. Me moví incómoda en la silla—. Como todos sabrán ya, el instituto tiene la costumbre de llevar a los alumnos a distintos sitios de la región, del país, del continente o del mundo incluso —no hizo falta que dijera más para obviar lo de a continuación, y los murmullos comenzaron a surgir dentro de toda la habitación—. Su profesora de Historia, Erika, organizó junto con los directores, una excursión al museo Nacional para la próxima semana. Así que —golpeó un conjunto de hojas blancas, que suponía deberían ser los permisos de la excursión, contra la superficie de su mesa para acomodarlas—, van a tomar una hoja y luego la pasarán a la siguiente mesa; de izquierda a derecha. Son los permisos del viaje. Mañana traen firmada la carta con el consentimiento de sus padres, para confirmar el número de buses que serán necesarios.

Todos hicieron lo ordenado y mientras que comentaban eufóricos acerca de sus planes para el viaje, yo sentí mi estómago caer al piso. Detestaba los viajes escolares.

Durante toda la clase permanecí sumida en mis pensamientos e ignoré completamente las instrucciones del profesor. Sólo el ver a Harry mezclando varias cosas me volvió a la realidad.

—Idiota, ¿qué estás haciendo? —le pregunté alarmada, con los ojos bien abiertos y me levanté del puro impulso de detectar peligro.

—Vaya, por fin despiertas de tu sueño despierta —volteó hacia mí, ignorando mi expresión alarmada. Siguió con lo que estaba haciendo.

—¡No, Harry, no mezcles eso con…!

Fue demasiado tarde. Lo siguiente fue algo haciendo click en mi cerebro y me agaché, jalando del borde de su camisa a Harry para que él también lo hiciera. Me tapé los oídos con las manos y captó la idea de hacerlo también. Oculté mi rostro entre mis rodillas.

Aunque tapé mis oídos, no fue suficiente para evitar escuchar los gritos de todos y la estampida de pasos por todo el laboratorio. Tomé en un impulso a Harry de la mano para situarnos debajo de la mesa. Sin reclamos, me siguió y me dio la impresión que por el terror en el ambiente, me seguiría hasta el fin del mundo con tal de que supiera lo que era seguro.

A lo lejos un chico con cabello negro y grasoso fue salpicado por el líquido y gritó del dolor. Su dedo quedó rojo y con ronchas.

—¡Todos a evacuar el lugar!

El grito del profesor Alfred sonó sobre la alarma del instituto.

Volteé hacia Harry y tratando que la alarma no suene más rápido que lo siguiente, grité:

—¡No respires!

Rápido y sin esperar su respuesta o asentimiento, corrí hacia la puerta y pude sentir el cálido aliento de Harry contra mi cuello. Me seguía y muy de cerca. Demasiado cerca para mi gusto.

Todos fueron evacuados del lugar. Profesores, alumnos, directores y demás trabajadores. Algunos que salieron lastimados levemente, estaban siendo tratados dentro de las múltiples ambulancias llamadas para acudir al accidente. Humo salía de las ventanas y puerta del laboratorio, recorriendo cada centímetro a su alrededor.

Todo era verdaderamente patético y la histeria sólo me incitaba a reírme como paranoica.

—¡No me lo puedo creer! —exclamé y extendí mis brazos a los costados—. ¡Harry, reprobaste química y ahora casi matas a todos! ¡Mezclar eso fue como hacer una bomba nuclear, idiota!

Él, que se encontraba sentado en la pequeña barda que separaba el sendero del césped, me observó con los ojos entrecerrados, pues el sol caía directo contra su rostro, con su mano trató de taparse un poco y se centró en mí. Mi sonrisa vaciló un instante al sentir la mirada fija de sus ojos verdes sobre los míos.

—No fue mi intención, ¿de acuerdo? —comenzó, gesticulando con su mano libre y dirigiéndome una mirada indignada—. Además, ¡deja de hacerte la graciosa que, si tú no estuvieras en tu mundo en ese momento, probablemente esto nunca hubiese sucedido! —se levantó de golpe y retrocedí un paso, alarmada—. Gran tutora que eres tú, ¿huh?

Estaba a diez centímetros de mi rostro y su mirada me penetraba de tal manera que por un momento pensé que me derretiría por tanto… ¿Desprecio?

—Bueno, lo lamento, pero es que a ti no te obligaron a salir de tu rutina de soledad para estar con el chico más popular del instituto que, por cierto, parece que está obsesionado conmigo o simplemente es un psicópata dispuesto a asesinarme cuando esté durmiendo en la noche —solté y tuve que tomar aire para llenar mis pulmones de nuevo—. ¿Por qué simplemente no me dejas sola, Styles? ¿Es que no te das cuenta que tu compañía no me apetece? ¡Es más, no me apetece la compañía de nadie! —grité y por un momento sentí que no me importaban las miradas curiosas de todos alrededor, incluyendo a los paramédicos y a los profesores.

Su mirada intensa no descansaba y eso de alguna forma sólo me desesperaba más.

—¿Qué? ¿Por qué me miras así? —cuestioné y pensé que en cualquier momento me contestaría hecho una fiera.

Negó con la cabeza y bajó la vista a mis zapatos. La sonrisa en su rostro me hizo fruncir el ceño.

—¿Qué es tan gracioso?

—Tú, yo, ¡todo es gracioso! —extendió los brazos a sus costados, imitando mis acciones de hace unos momentos. Sentí mis mejillas arder al recordar cuánto estábamos llamando la atención—. Tú porque nunca has dejado ver cómo eres. O tal vez sí, pero en una mínima parte. Sólo demostrando el lado amargado y fúnebre —sentí un nudo en mi garganta formarse al escuchar “amargado”.

Aquella descripción fue la primera que me convirtió en lo que soy. Luego de crecer un poco a los trece años —más psicológicamente que físicamente—, fui cambiando de gustos entre mis circunstantes de mi edad, pues prefería un buen libro a un jugoso chisme del instituto, o prefería a personajes ficticios o actores y cantantes, que al bombón del ciclo escolar. No me mantenía en el hilo de su interés social y aborrecía cada uno de sus pensamientos y sus actos. Gracias a ello, comenzaron a llamarme “ogra” y “amargada”. Y por esos apodos, me fui destruyendo poco a poco. Convirtiéndome en alguien perspicaz y grosera. Sin amigos, sin nadie con quien pudiese compartir secretos o momentos divertidos.

Ser diferente a los demás siempre ha costado lágrimas.

—Yo por tratar de ver más allá de esa chica aguafiestas que siempre está tratando de mantener su beca y no llamar la atención —prosiguió y caí en la realidad. Él seguía de pie frente a mí, compartiéndome sus pensamientos que continuaban lastimándome hasta el fondo—. Aunque de cierta forma te fascina ser el centro de atención, pero no estás acostumbrada y por eso de inmediato te sonrojas y oras por desaparecer de la mira. ¡Eso he estado haciendo! O al menos tratando… ¿Por qué no permites que me acerque un poco a ti? ¡Despierta, Georgia, la vida no es así de triste como tú crees que es!

Agradecía que hubiese bajado el tono de voz y así ya nadie más no estaba escuchando. Sus palabras calaban frías como cubos de hielo en mis huesos y náuseas comenzaban a hacer presencia en mi interior. Sentía mis mejillas ardiendo y la humillación era tal que no quería ni podía levantar la vista y verlo directo a sus ojos. Porque sabía que esos profundos ojos verdes sólo me debilitarían aún más. Sin embargo, sus últimas palabras lograron prenderme y levanté la vista tan rápido que, además de aumentarme las náuseas, él abrió los ojos sorprendido.

—¿Qué has dicho? ¿Que la vida no es tan triste como creo? ¡Pues adivina qué, Harry! ¡Yo no soy tú! ¡No he tenido amigos verdaderos con los cuales pasar un buen rato! ¡No conozco a tu familia pero podría apostar mi vida a que es mil veces mejor que la mía! ¡Yo soy diferente y he tenido que soportar burlas, críticas e insultos en los últimos años! —me acerqué a él y de nuevo armé valentía para ignorar unas cuantas miradas de quienes estaban alrededor. De lo único que estaba consciente era de que el nudo en mi garganta ardía y las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Sabía que en cualquier momento rompería en llanto y ya no podría seguir hablando—. ¿Sabes cuánto duele que te destrocen el alma sólo por pensar diferente? Sólo por no interesarte en chicos, por aborrecer los chismes, por odiar las fiestas, ¡por odiar cualquier cosa que para los demás de mi edad representa felicidad!

Sin más, rompí a llorar y ni siquiera intenté evitar caer de rodillas al suelo. Pero mis rodillas no lo rozaron, porque Harry me tomó en brazos antes de que sucediera y me apretó contra su cuerpo. Hubiese continuado ahí, entre el calor que me proporcionaba su cuerpo, pero entonces recordé que hasta hace unos días era una de las personas que tenían una buena parte de mi desprecio; que me sofocó por primera vez en mis casi 17 años y que, sobre todo, me dijo amargada.

—No, no, suéltame —a duras penas conseguí volver a estar de pie y alejarme unos pasos de él—. No hace falta que quieras hacerte el buena gente —limpié brusca y rápidamente los restos de lágrimas en mi rostro y sorbí la nariz por si alguna porquería estaba a la vista—. Simplemente… Me largo de aquí —tomé mi mochila, ajusté la correa alrededor de hombro derecho y me fui caminando de ahí.

Nunca olvidaría su mirada de aquel último instante. Lleno de compasión y de tristeza. Nunca pensé que llegaría a ver a Harry sintiendo lástima por mí. Aquello sólo me hizo sentir patética.

por Invitado Dom 24 Nov 2013, 1:08 pm

Realmente vale la pena leerlo. Ha sido un increíble capitulo, por el hecho de llevar tanto...¿sentimiento? a medida que iba leyendo me ido tele transportando al mundo de Georgia. Al principio he reído a carcajadas pero luego ya no tanto...En los últimos párrafos he encontrado tanta realidad, pues cualquiera puede pasar por lo mismo; por el hecho de ser diferentes se es criticado. creo que solo me queda escribir que es un ¡Gran capitulo! eso, bai.

por **faanny123** Dom 24 Nov 2013, 8:51 pm

me encanto, me encanto, me encanto amo esta novela y el capitulo fue prefecto, amo como escribes tienes un gran don siguela lo mas pronto que puedas, gracias por subir lo ame<3

por **flor-i** Mar 26 Nov 2013, 6:54 pm

Me encantaaaaaaaaaaaaaaa
Seguilaaaaaaaaa!!!

por **holiscrayolis** Miér 27 Nov 2013, 7:27 am

Waaoo... la verdad no tengo palabras para describir este capítulo. Primero, fue muy gracioso como Harry empezó a revolver todos los químicos y causó un desastre. Me dio sentimiento cuando Georgia dijo todo lo que sentía, creo que por un momento se sintió libre al poder expresarse pero al final humillada. No sé, fue un capítulo sensacional, escribes excelente. Espero que la sigas. Saludos, bai.

por **Sophia.** Jue 28 Nov 2013, 12:30 pm

overcoming. | harry styles. - Página 12 3212464482

Hasta la mitad del capitulo estuve relativamente normal; todavía no me saco de la cabeza la posible imagen de estupefacción por parte de Harry cuando la profesora se tropezó con él; y luego el desastre causado en el laboratorio.
Bueno, también de alguna extraña manera me dio un poco de lastima por ambos lados; nunca pensé que Georgia fuera a reaccionar de tal manera tan pronto, gracias a las acciones de Harry. Realmente no sé si fue cosa mía, pero me gustó mucho esa última parte, aunque cabe destacar que amo infinitamente la actitud que Georgia ha mantenido hasta este momento. Pero también creo que dicha situación representa un cambio, aunque también puede ser de manera implícita, o bueno, minimamente ya logró "abrirse" un poco a Harry, sin importar el hecho de que fue producto del momento en el que se encontraban.
Espero el próximo con muchas ansías. overcoming. | harry styles. - Página 12 2841648573

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por **Kurt.** Vie 29 Nov 2013, 1:20 pm

Aviso importante.

Hola, chicas. Espero no les moleste mi repentina decisión, pero espero lo comprendan. Cancelaré el fic y eliminaré el tema. Lo decidí hoy, apenas hace unos segundos, luego de cuatro días leyendo fics terminados que, definitivamente, me encantaron. No creo estar lo suficiente preparada como para igualar la escritura de esos fics, así que, no tendré fanfics en el foro, a menos que estén terminados y guardados en mi laptop. Subiré este fanfic una vez que lo haya terminado, así que no será para siempre su inexistencia. Lo hago para que cuando esté plenamente segura de querer subirlo al foro, no tema el dejarlas estancadas un buen rato sin capítulos. Además, quiero estar segura de mis escritos y de que no serán un fiasco. Eso es todo. Les agradezco a las lectoras que siguieron comentando hasta el momento y en serio, quiero tener la esperanza de que estarán de vuelta leyendo Overcoming cuando vuelva a postearlo en el foro. Gracias por sus palabras y sus ánimos. Lamento el haberlas dejado así, pero en serio espero que comprendan.
Hasta luego, chicas.

por Invitado Sáb 30 Nov 2013, 4:05 pm

EEEEEEEEEY NO, NO LO HAGAS!
ESCÚCHAME, ME ENCANTA LA NOVE, TODOS LOS ESCRITORES TIENEN UNA "NECESIDAD" DE CREER QUE SU TRABAJO NO ES SUFICIENTEMENTE BUENO, PERO NO ES ASÍ...
ESCRIBÍS MUY BIEN, SOS MUY BUENA, TE LO ASEGURO.
Me encanta la nove, desarrollas muy bien la trama, explicas los sentimientos de Georgia de una forma que termine de leer el capítulo sintiendo que la que hablaba era yo(porque este año me sentí igual que Georgia).
Cuestión que la novela es linda, tu escribes bien, la historia es atrapante, y tu imaginación es muy buena, no tienes porque dejarla... entiendo ese "complejo de inferioridad" por darle un nombre, y entiendo también que tengas que tomarte un tiempo, pero no la dejes, es muy linda, y además nunca olvides cada escritor es un mundo, y ninguno es mejor ni peor que otro , solo eres diferente, y esa diferencia te hace buena.
Espero que mis palabras sirvan para que te des cuenta de que eres muy buena.
Un beso grande grande!

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