Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada

por **PEZA** Mar 03 Sep 2013, 8:13 pm

Titulo: Amor bajo las olas.
Autor: Marian Arpa
Adaptación: Si.
Género: Drama, Romance, Hot.
Contenido: Lenguaje vulgar, mas nada.
Advertencias: ¿Ninguna?

Otras páginas: No por el momento.

Siglas: TN(tu nombre) AP(apellido), N.MAMÁ (nombre de tu mamá)

Espero y esta novela les agrade tanto como a mi, pues en ella encontraremos como despues de que creemos que todo nos va mal y luchamos para sobrevivir, nos llega esa persona que hara nuestra vida mas facil.

por **PEZA** Mar 03 Sep 2013, 8:19 pm

Sinopsis

(TN) es una joven con responsabilidades, hace menos de un año que vive en un pueblo costero donde va a parar después de que su padre la echara de casa. Con ayuda de un amigo sale adelante en un entorno nuevo, trabaja en todo lo que puede para sacarse sus estudios de arqueóloga.

Se presenta en un barco donde buscan una socorrista y allí se encuentra a Nick, el hombre al que el año anterior le salva la vida.

Ella está cambiada, ya no es la inocente y jovial jovencita del año anterior, un halo de misterio la envuelve y él se siente atraído hacia la misteriosa mujer en la que se ha convertido.

El amor surgirá entre ellos empañado por el pasado. ¿Conseguirán superar las decepciones y el dolor? ¿Podrá (TN) olvidar, para empezar una nueva vida?

por **PEZA** Mar 03 Sep 2013, 8:53 pm

Capitulo 1

El sol brillaba sobre el mar en calma, la brisa era sumamente agradable mientras (TN) (AP) se dirigía al puerto para entrevistarse con quien esperaba fuera su nuevo jefe. Era la más cualificada para el trabajo, eso se lo había dicho su amigo, Pepe Calleja, el dueño de un pequeño negocio de antigüedades del pueblo.
(TN) estaba estudiando las antiguas civilizaciones, y muy a menudo visitaba a Pepe por cuestión de estudios, él compraba artículos sacados de la bahía y en algunas ocasiones consultaba con ella la autenticidad de algunas piezas. El trato asiduo los convirtió en buenos amigos. El era un hombre de unos cincuenta y tantos años que a ella le recordaba a su padre, con su bigote encanecido, el pelo completamente blanco, sus astutos ojos color chocolate brillantes, y un gran corpachón, que en algún momento de su vida había sido esbelto.
Siempre le daba buenos consejos, después de lo sucedido el verano anterior, él la había ayudado en su difícil adaptación a la vida en el pueblo. Ahora ya nadie la miraba como a una extraña, era una más de ellos. Todo el mundo se había acostumbrado a verla de aquí para allá, con prisas. Siempre tenía prisa. Cuando salía de clase iba a trabajar a un despacho de venta y alquiler de pisos y apartamentos. Gracias a su empleo podía contratar a una canguro para que se ocupara de su hijo y vivir en un pequeño apartamento. En su vida no había lujos, pero para ella era suficiente. El le había dicho muchas veces que si tenía alguna necesidad contara con él, pero ella era demasiado orgullosa para pedirle ayuda, prefería trabajar y había temporadas en que daba repaso en su casa a niños pequeños.
En primavera Pepe le había aconsejado que estudiara socorrismo, de esa manera en verano podría sacarse un dinero extra, empleándose en la piscina municipal o en cualquier hotel.
La noche anterior Pepe la había llamado y le había dicho que buscaban socorrista para una expedición de búsqueda de restos en la bahía. Cuando lo oyó se entusiasmó, el año anterior ella había participado en una expedición de aquel tipo y se lo había pasado genial.
(TN) se paró junto a un grupo de pescadores y les preguntó por el “Afrodita”, era el nombre del barco, le indicaron al final del muelle, y ella se encaminó hacia allí, sin prisa, sabía que llegaba pronto, mientras observaba el trabajo de los tripulantes.
-¿Puedo subir a bordo? –Le preguntó a un hombre que estaba inspeccionando el trabajo en cubierta. Este la miró alzando una ceja. –El señor Santacana me espera.
-Un momento, le avisare. –La mirada de aquel hombre la recorrió de pies a cabeza. A ella no le hizo ninguna gracia.
Pasaban los minutos y el sujeto no volvía, ella fue paseando hasta la barandilla del final del muelle y se apoyó allí, mirando las gaviotas que volaban por encima del agua buscando su desayuno.
De pronto una sombra cayó sobre ella y supo que no estaba sola, se dio la vuelta.
Delante de ella tenía un hombre muy alto, que la miraba entrecerrando los ojos.
-¿Es usted el señor Santacana? –El asintió ladeando la cabeza con curiosidad, preguntándose qué querría de él una joven tan guapa -Buenos días, soy (TN) (AP), tengo entendido que buscan un socorrista.
El tipo la miró de arriba abajo.
-Si, pero…
Ella se dio cuenta de lo que estaba pensando, no la creía capaz de hacer aquel trabajo. Buscó en su bolso y le mostró el Certificado de sus pruebas de socorrista y primeros auxilios.
El revisó los papeles que ella le tendió. Estaba todo en orden, pero le había echado un vistazo y con lo menuda que era no creía que fuera capaz de hacer el trabajo, si había algún problema lo más probable es que tuvieran que rescatarla a ella.
-Vera señorita…
-(AP).
-Señorita (AP)… si, necesitamos un socorrista, pero no creo que usted sea la adecuada, -Ella le lanzó una mirada interrogativa.- Esto va a ser una expedición de búsqueda de restos arqueológicos, va a ser un taller de verano con chicos que probablemente… -Titubeó un segundo en busca de la palabra adecuada.- … serán más corpulentos que usted.
-¿Y?
El había tratado de ser diplomático.
-Creo que si tuviéramos algún problema… -(TN) lo miró alzando una ceja.- … no podría hacerse cargo de la situación.
“Sería machista el tío” pensó. Por que era una mujer no la creía capaz de rescatar a nadie. Se ofendió. No obtendría ese empleo, pero ese hombre la iba a oír.
-Creo que esta usted juzgándome muy mal. Soy muy capaz de sacar a cualquiera del agua… y si usted no tuviera las miras tan estrechas me daría una oportunidad. Que sea mujer no quiere decir que no sea capaz de hacer lo mismo o más que los hombres. Y ahora no perderé más tiempo con usted. Buenos días.
Tiró de los papeles que él aún sostenía en la mano, se los puso en el bolso y se dio la vuelta para irse, con la cabeza bien erguida.
Felipe la miró con la boca abierta, se sentía como si le hubieran pateado el culo, ¡Lo había tratado de machista! Como si no fuera evidente que ella no podía salvar a nadie de ahogarse. Su orgullo lo impulsó a…
-¡Hombre al agua! –Gritó antes de lanzarse a las aguas del puerto.
Sofía lo oyó, y luego el chapoteo en el agua. Se dio la vuelta para mirar y lo vio mirándola desafiante.
-Mierda. –Masculló para sí. ¡Ese hombre era estúpido! Desando sus propios pasos hasta llegar otra ver al borde del muelle y lo miró con cara de pocos amigos.
-Mientras se lo esta pensando, yo me estoy ahogando. –Dijo él mirándola con superioridad.
(TN) soltó una maldición, se sacó los zapatos de un puntapié y se lanzó al agua, él, entonces empezó a sumergirse como si en realidad se estuviera ahogando. Llegó juntó a él y cuando trató de cogerlo, él la agarró y tiró de ella hacia el fondo. (TN) no se dejó amedrentar, sabía que eso era lo que hacían los que se ahogaban, agarrarse a cualquier cosa, dejó que tirara de ella, y cuando volvieron a salir a flote, con él fuertemente cogido a su cuerpo, le propinó un puñetazo en la barbilla, él no lo esperaba, se quedó unos segundos aturdido, que era lo que ella esperaba y lo cogió del cuello a sus espaldas cuidando de que no pudiera volver a agarrarla, y nadó hacía el barco con él a cuestas. Cuando llegó a la popa del barco, los tripulantes que no sabían que aquello era una farsa se apresuraron a ayudarlos.
-¿Qué ha pasado? –Preguntó alguien.
-Nada… nada… solo estaba haciéndole una prueba a la señorita.
(TN) miró alrededor y no supo quien había hecho la pregunta, la voz venía de atrás de los tripulantes que los rodeaban, alguien se abrió paso entre ellos y se paró en seco al verla. La reconoció al instante, era tan bella como la recordaba y estaba chorreando agua desde la cabeza a los pies.
-¿(TN)? ¡¡TN!! –La abrazó, la alzó y dio un par de vueltas, -Que sorpresa tan grata. - Antes de dejarla de nuevo en el suelo le estampó un beso en los labios.
Los que los rodeaban los miraban atónitos. Ella estaba como aturdida, no esperaba volver a ver a Nick Jonas en la vida y ahí estaba él más atractivo quizás que el año anterior, y se mostraba encantado.
-Que alguien traiga toallas. –Ordenó sin mirar a nadie más que a ella.
-Nena buen truco, ese de golpear al que se esta ahogando. –Dijo Felipe tocándose la barbilla donde empezaba a salirle un morado.
Ante ese comentario ella se giró de cara a él.
-Mejor inconsciente que muerto. ¿Oh no?
Alguien trajo las toallas y (TN) se secó la cara y el pelo.
-Ven, abajo hay un camarote donde podrás sacarte esa ropa y secarte, en el armario encontraras ropa seca. –La cogió de la mano y tiró de ella, la llevó hasta el camarote y la dejó sola.
-¿La conoces? –Le preguntó Felipe en cuanto volvió a cubierta.
-Si, me salvo la vida el año pasado. -Todos los hombres que empezaban a alejarse volvieron a acercarse para escuchar la historia. –Estaba buceando a pulmón libre y una moto acuática pasó tan cerca de mí que me golpeó en la cabeza, perdí el sentido y ella fue la única que se dio cuenta, me sacó cuando yo ya había tragado bastante agua… si no hubiese sido por ella, ahora no estaría aquí.
Después de la demostración, Felipe había decidido contratar a (TN), si lo podía sacar a él del agua, con su gran tamaño, y con las malas tretas que había empleado, sujetándola y tirando de ella hacia el fondo, podría sacar a cualquiera. Mientras estaban en el agua sus manos la habían recorrido de arriba abajo, y lo que había tocado, o que había palpado, eso eran curvas, y muy bien formadas. Aparte claro, de su bello rostro, que había admirado mientras hablaba con ella, sus ojos pardos aterciopelados de mirada decidida lo habían cautivado, sus labios gruesos le habían llamado mucho la atención, mientras hablaba se movían seductoramente en un pequeño rostro rodeado de una media melena castaña claro. Si, era muy atractiva.
Felipe vio una chispa en los ojos azul oscuro de su amigo. Mandó a los marineros a sus trabajos y cuando estuvieron solos.
-Es guapa ¿Eh?
-Amigo estas perdiendo el ojo… no es guapa… es bellísima.
Con esas palabras Felipe supo que (TN) sería intocable para él, Nick la había reclamado para sí.

por **PEZA** Miér 04 Sep 2013, 8:10 pm

Capitulo 2

(TN) se desnudó y se envolvió en la toalla, buscó en el armario y saco una camiseta enorme, se secó y se la puso, le llegaba a medio muslo, no había nada más que pudiera irle mínimamente bien, los pantalones que encontró eran demasiado grandes.
Se quedó en el camarote unos minutos pensando en Nick, se había alegrado al verla, ella no estaba tan segura de lo que sentía. El verano anterior ella le había salvado la vida a él, pero cualquiera en su lugar habría hecho lo mismo, no quería que la contratasen por un malentendido agradecimiento. Desde un principio que se había dado cuenta que no querían contratarla, que así fuera, se iría del barco y ya encontraría otro empleo.
Salió a cubierta y vio a Nick con un grupo de hombres en la popa del barco. Mientras de dirigía hacia ellos para recoger su bolso y sus zapatos, Nick salió a su encuentro.
-(TN) quiero presentarte a mis socios.
-No hace falta, yo ya me iba, mañana te devolveré la camiseta. –Se apresuró a decirle.
-No me hace falta, la puedes traer el lunes… ¡Que sorpresa que estés otra vez con nosotros! ¡No me lo puedo creer! –La sonrisa de Nick era brillante, se le marcaba un hoyuelo en la barbilla. ¡Que guapo era! Pensó ella. Pero…
-¿De qué estas hablando?
El levantó una ceja interrogante. Felipe se dio cuenta del malentendido.
-Se ha presentado para el puesto de socorrista.
-¿Qué? ¡Socorrista! ¿Es que no te has apuntado para buscar… -Ella negaba con la cabeza.
-Pero…
-Me he alegrado mucho de volver a verte… pero… tengo cosas que hacer… y puesto que vosotros buscáis a alguien diferente a mí…
-¿Quién te ha dicho eso? –La interrumpió.
-Creo que está muy claro.
Nick miró a Felipe lanzando dardos por los ojos.
-¿Tu le has dicho que no la contrataríamos?
El aludido hizo una mueca.
-Al principio pensé que… da lo mismo, he cambiado de idea, me ha demostrado que es capaz de hacerse cargo de la responsabilidad que su trabajo supone.
-¿Lo ves?
Ella no estaba segura de querer trabajar con ellos.
-Espera… espera un momento… ¿Por qué antes no y ahora sí? –Dijo mirando a ambos alternativamente. –No será por lo del año pasado ¿No?
Felipe y Nick se miraron, y este último alzó una ceja.
-Antes de que él me contara lo que ocurrió, tú ya habías demostrado ser la adecuada. Si has podido conmigo, después de que yo… -(TN) se había dado cuenta de sus manoseos debajo del agua. -… actuara como he actuado, podrás dominar a los muchachos.
Ella se dio cuenta que Felipe parecía incómodo. ¿De qué habrían estado hablando esos dos mientras ella se cambiaba?
-Entonces… ¿Todo arreglado? –Nick la miraba intensamente.
Se lo pensó unos segundos. Esa expedición era lo que a ella le hacia ilusión, no estar todo el día en la piscina de un hotel vigilando a los veraneantes.
-De acuerdo.
Nick la presentó a sus amigos.
-Este cretino que te ha puesto a prueba es Felipe Santacana, Rubén Cortes y Juan Antonio Ballesteros. –Ella estrechó la mano a los tres con una sonrisa en la boca. – Como que la expedición del año pasado me encantó, bueno… lo que pude disfrutar de ella, este año convencí a mis amigos de que patrocináramos una. –(TN) recordó que el año anterior él solo había estado unos días allí, pues después de su accidente se fue a casa para recuperarse. –Felipe es médico, así que tu trabajo no tiene por que ser muy duro, Rubén es abogado y Juan Antonio, Juanan para los amigos tiene una empresa de ventas de embarcaciones deportivas, es el dueño del “Afrodita”
Los amigos de Nick eran muy agradables, en pocos minutos la estaban tratando como si la conocieran de hacia años, la hacían sentirse cómoda. Le contaron lo pesado que se había puesto Nick para que invirtieran en aquellas vacaciones. Un tema llevó a otro y cuando quisieron darse cuenta era la hora de comer. La invitaron pero ella rehusó, no había previsto pasarse tanto tiempo fuera de casa, tenía que volver.
-¿Cuándo queréis que empiece a trabajar? –Les preguntó tan pronto volvió del camarote donde había ido a ponerse otra vez su ropa, ahora ya seca.
-Dentro de dos días llegara el grupo de muchachos a los que tienes que vigilar. –Nick la notaba distante.
-¿A qué hora empiezo?
-A las nueve.
-Bien, aquí estaré.
Iba a marcharse cuando Felipe la llamó.
-Espera, necesito tus datos para poder redactar el contrato. –Desapareció en la cabina y cuando volvió llevaba unos papeles en la mano, le tendió uno a ella. –Relléname por favor esta ficha.
(TN) la relleno en unos minutos, se la tendió a Felipe y se despidió para irse. Nick la siguió.
-¿Por qué tanta prisa? Debes estar de vacaciones ¿No?
Ella lo miró y en sus ojos vio un genuino interés.
-Tengo obligaciones.
El quería saber más. Caminó a su lado por el muelle.
-¿No has seguido con tus estudios?
-Si. –Respondió con una sonrisa, por la curiosidad de él. –A parte de otras cosas.
-¿Qué cosas? Te estas comportando misteriosamente.
-Si lo supieras todo de mí, perdería su encanto. Deja que me guarde algunos secretos.
(TN) le sonrió mientras se negaba a explicarle como era su vida, no era asunto suyo. Nick estaba perplejo, recordaba los pocos días que el año anterior había disfrutado de la expedición, y ella era muy extrovertida, se reía hasta de su propia sombra, bromeaba con sus compañeros y se interesaba por lo que sacaban del agua, ayudando a catalogar las piezas, se le notaba su entusiasmo en lo que hacia, su pasión por la arqueología.
¿Qué le habría ocurrido para que ahora se viera en la tesitura de tener que trabajar? Se quedó mirando como hechizado aquella boca que le sonreía, sintiendo que quería saber todo respecto a ella. Muy pronto lo sabría, se prometió

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por **lovely last** Jue 05 Sep 2013, 4:59 am

wowowow es genial me encata la adoro
como que terminada?
noo yo quiero que la sigas ya plis
pd:me llamo ayla tengo 16 años y soy de españa

por **PEZA** Jue 05 Sep 2013, 3:33 pm

Capitulo 3

Durante el fin de semana (TN) estuvo dándole vueltas a si había sido acertado haber aceptado el empleo. El año anterior había tenido muy poco trato con Nick, y aun que había visto en sus ojos que se alegraba mucho de que ella estuviera allí, tenía sus dudas. ¿Sería igual que su hermano Joe? Solo de pensar en él un escalofrío le recorría el cuerpo entero.
El lunes salió pronto de su casa y se tomó un café con Pepe en la plaza, sabía que lo encontraría allí, el hombre la notó extraña.
-¿Qué te ocurre? ¿No estás entusiasmada con tu nuevo empleo? –Le preguntó con genuino interés.
(TN) no iba a contarle lo que realmente la tenía preocupada, quería mucho a ese hombre y no quería que se inquietase por nada.
-No es nada, no te preocupes Pepe, supongo que son los nervios por hacer bien mi trabajo.
El sonrió.
-Sabes que eres la mejor, esa gente tiene suerte de haberte empleado.
Ella le dio un abrazo.
-Gracias, era lo que necesitaba escuchar, ahora me voy, no quiero llegar tarde el primer día.
El grupo que ese año bucearía en busca de restos arqueológicos llegó con Juan Viñas, su monitor, este se pasó el día explicándoles a los muchachos lo que debían hacer, no estaban allí para tomar el sol, estaban allí para aprender el trabajo en el barco y para sumergirse en busca de objetos antiguos, aquello no era exactamente unas vacaciones, allí habían ido a aprender.
La mayoría de los muchachos tenían entre dieciséis y los dieciocho años, estaban entusiasmados, y cuando les dijo que los viernes de cada semana los dedicarían a hacer pesca submarina, todos se mostraron encantados, después de todo no sería todo trabajar.
Les enseñó los fusiles submarinos, y todos mostraron gran interés.
-¿Podemos cogerlos? – Era Alberto quien había hecho la pregunta, el más curioso del grupo.
-Si, pero tened con cuidado.
(TN) estaba observándolos, a la par que ojeaba una libreta con apuntes de la expedición del año anterior, Felipe se acercó a ella con una sonrisa.
-¿Qué es eso?
-Son las anotaciones que tomé el año pasado de todo lo que encontramos.
El miraba con interés los dibujos y las anotaciones de la libreta.
-Detecto un poco de añoranza… -La miró entrecerrando los ojos. –Seguro que preferirías estar con ellos.
-Desde luego que sí, es mi pasión, algún día seré antropóloga.
Felipe abrió los ojos sorprendido.
-¿Antropóloga? No me lo puedo creer… ¿Estas estudiando… -Ella asentía sonriendo ante la cara de incredulidad. –Y… ¿Cómo es que trabajas de… de…
-Jefe estas tartamudeando. –(TN) quería cambiar de conversación. –Además ¿Qué hay de malo en trabajar?
(TN) se giró hacia los chicos.
La mayoría miraba las armas sin tocarlas pero un par de aquellos jóvenes adolescentes cogieron una, imaginándose lo emocionante que sería. De repente se oyó un grito de Juan… un fusil se había disparado. (TN) empujó a Felipe para sacarlo de la trayectoria del proyectil. Nick que estaba en la parte alta del barco hablando con el capitán sobre el itinerario que harían por el fondo de la bahía, levantó la mirada de los mapas al oír el grito del monitor. Oyó una exclamación ahogada y un golpe.
Se precipito hacía afuera y vio a (TN) que había sido alcanzada por el proyectil. No se molestó en bajar por la escalerilla, saltó por encima de la barandilla.
(TN) estaba aturdida, el arpón la había traspasado a la altura del hombro y junto a ella el mamparo que tenía detrás.
-Dime algo, háblame.- Dijo Nick al ver el color que abandonaba su rostro.
Ella tenía los ojos cerrados, la cabeza apoyada en el mamparo y respiraba trabajosamente.
-Ayúdame.- Dijo ella en un susurro.
Felipe gritó a sus compañeros que llamaran a emergencias, mientras trataba de ver la gravedad de la herida, vio que ella contenía el aliento cuando intentó moverse.
-No te muevas, te sacaremos eso enseguida. –Se alarmó al ver la cantidad de sangre que manaba de la herida.
Ella volvió a moverse, de su garganta brotó un gemido de dolor.
-Estate quieta.
-Me cuesta respirar, todo da vueltas. –Las palabras que había pronunciado le hicieron temer que ella se desmayara, si eso ocurría se desgarraría las carnes alrededor de la herida.
-Nick sujétala.
El apoyó su gran corpachón contra ella, y una mano en cada lado de su cuerpo para evitar que cayera si perdía el conocimiento.
-Respira lentamente, concéntrate en la respiración.- Le dijo suavemente junto al oído.
Junto a ellos se reunieron todos, menos los adolescentes. El capitán del barco inspeccionó el arpón, junto a él varios miembros de la tripulación.
Nick estaba perdiendo la paciencia.
-No os quedéis ahí como pasmarotes, hay que sacarla de aquí.
El capitán lo miró muy serio.
-Solo hay una manera.- Con esas palabras Nick entendió lo que quería decir y un estremecimiento le recorrió la columna vertebral. Bajo la mirada hacia (TN). Ella tenía la mano derecha fuertemente cogida a la camiseta de él, y bajo los párpados cerrados él podía ver brillar las lágrimas. Se le retorcieron las entrañas, cualquiera en su lugar estaría lanzando alaridos, ella tenía mucho valor.
-Cielo, ¿Confías en mí? – Le dijo en un susurro.
-Si.- Respondió ella sin pensar.
-Ahora voy a tirar de ti.- Ella abrió los ojos horrorizada.- Es la única manera…
-Pero…- Nick vio como le temblaba el labio inferior, no soportaba verla sufrir de aquella forma.
-Cógete a mis brazos.
(TN) hizo una mueca cuando intentó mover el brazo izquierdo.
-No te preocupes, yo te cogeré.
No le dio tiempo a que pensara, la cogió por la cintura y tiró de ella. El proyectil incrustado en el mamparo atravesó su cuerpo, y entonces ella no lo soportó más y perdió el sentido. Nick la tendió en el suelo y Felipe le puso una toalla en la espalda y otra en el pecho, quedaron empapadas en pocos minutos.

Sentado allí, en la clínica, al lado de la cama y sosteniendo la mano de (TN), se preguntaba que tenía aquella mujer que no se la podía sacar de la cabeza . Viéndola allí, dormida, con sus largas pestañas dibujando medias lunas sobre sus mejillas, sus labios sensuales, su pelo alborotado sobre aquel rostro perfecto, aquellos pechos voluptuosos, sobre una mínima cintura y unas caderas redondeadas y perfectas, sobre unas largas piernas, era perfecta. Era bella, si, pero no era eso lo que lo atraía. Era su decisión, su obstinación, su… no había creído nunca en lo que todos decían “Belleza interior” pero reconocía que ella la tenía, su forma de actuar, su forma de hablar, de pensar… lo hacía sentirse como un jovenzuelo con su primer enamoramiento. No entendía si eso era malo o bueno, lo único que sabía cierto era que no podía dejar de pensar en ella. El verano anterior ella le había salvado la vida, y durante todo el año él no había vuelto a pensar en ella, pero al verla dos días atrás, se habían despertado dentro de él algo que lo tenían desconcertado, nunca se había sentido así. Era como si la llevara gravada a fuego en su mente… ¿Qué le estaba ocurriendo?
Cuando (TN) despertó estaba desorientada, parpadeó un par de veces y al fin pudo enfocar la vista. Nick estaba sentado en una silla junto a ella, y le sostenía una mano.
-¿Qué haces aquí? –Preguntó en un susurro.
El la miró y le sonrió.
-Cuando vine anoche estabas muy inquieta y decidí quedarme.
Ella se lo quedó mirando devolviéndole la sonrisa como una boba. Nick le dio un apretón en la mano.
-¿Cómo te sientes?
Ella notó la preocupación en su voz.
-Bien. –Por su mirada vio que no la creía.
-Dentro de poco te traerán un calmante.
(TN) se lo quedó mirando interrogativamente.
-Ayer hable con el médico… no quiero que sufras.
La mirada de ella no se apartó de los oscuros ojos de él.
-Ayer conocí a tu madre. –Le dijo tratando de distraerla.
-¿Estaba aquí? –Dijo ella preguntándose con quien habría dejado el niño.
-Si, se asustó cuando la llamaron desde la clínica.
-Oh, Dios…
-No te preocupes, se quedó más tranquila cuando le dije que yo me quedaría contigo.
-Ah… -Trató de moverse, para encontrar una postura más cómoda, pero soltó un jadeo de dolor.
-No te muevas. –Nick le apretó la mano. Después de unos segundos le dijo. –Ayer nos diste un buen susto.
-No era esa mi intención, el primer día de trabajo y…
-No pienses en el trabajo, solo piensa en recuperarte. –La ternura que empleó con esas palabras la dejaron perpleja.
La enfermera los sorprendió con las manos entrelazadas.
-Ya era hora de que despertaras. –Le dijo con una sonrisa. Cuando terminó de comprobar la temperatura y la tensión, le tendió un pequeño vaso con una píldora en su interior.- Tómate esto.
-¿Es un calmante? –Preguntó Nick. –Es muy cabezota y no lo pedirá hasta que no pueda
soportarlo.
-No, no es un calmante, es para retirarle la leche, con los medicamentos que le estamos dando no podrá alimentar a su hijo. –Nick abrió mucho los ojos, la enfermera creía que él era el padre y que ya se lo habían explicado. -¿No se lo dijo ayer el doctor?
(TN) trató de liberar de mano que él le tenía sujeta, pero él se lo impidió.
-Sí, disculpe, no estoy muy lucido esta mañana.
La chica los dejó solos, Nick miró a (TN) a los ojos, inclino un poco la cabeza.
-¿Tienes un hijo?
-Si.
-Y… ¿Tienes pareja?
-No.
Nick frunció el ceño, sus oscuros ojos azules la miraban entrecerrados. Tratando de comprender, como una chica tan joven, tenía un hijo. Pensó que tal vez un noviete que al verse atrapado por la paternidad no deseada la había abandonado.
Ella se removió inquieta bajo la atenta mirada sin acordarse de su herida, y contuvo el aliento cuando el dolor la atravesó.
-El niño debe tener un padre.
-No fue una inseminación artificial, si es eso lo que quieres saber.
-Ja, ja. –El quería conocer la historia, se moría por saber los detalles. ¿Habría sufrido ella por el abandono del padre de su hijo? ¿Lo había amado? –¿No vas a contarme que pasó, verdad?
-No.

por **PEZA** Jue 05 Sep 2013, 7:24 pm

Capitulo 4

(TN) no se avergonzaba de tener un hijo, al contrario, era la alegría de su vida, era lo que daba calor a sus días. Nunca se había arrepentido de tomar la decisión de tener al bebe. Todo era muy complicado, tenía que trabajar mucho para que los dos pudieran salir adelante, pero nunca se arrepentiría.
Gracias a esa decisión no había vuelto a su casa, su padre no lo aprobaba, desde el momento que le dijo que estaba esperando un hijo que él no se había interesado por ella, como si no existiera. Eso le había desgarrado el alma, antes ella y su padre se llevaban a las mil maravillas. Su madre en cambio pasaba temporadas con ella y el niño, le encantaba cuidar del bebe. Lo quería muchísimo. Cuando le había dicho que su canguro se iba de vacaciones, la mujer no lo dudo ni un segundo. Tomó el primer avión y se presentó en el pueblo a la mañana siguiente. Su madre le contaba que su padre se había arrepentido muchas veces de la discusión que tuvieron cuando ella le dijo que pensaba tener el niño, pero que era demasiado orgulloso para presentarse en la puerta de su hija para pedirle disculpas. Prueba de ello era que tenía una fotografía del niño en la mesita de noche, y que muchas veces lo había sorprendido mirándola embobado, como si ansiara tenerlo con él. Por eso cuando su mujer le decía que se iba a pasar unos días con su hija y su nieto, él no ponía ningún inconveniente. ¿Llegaría el día en que él mismo iría a conocer a su nieto?

Al cabo de cuatro días a (TN) le dieron el alta. Esa misma tarde cuando Nick llegó a puerto se fue a la clínica, como hacía todos los días, y le dijeron que ella se había ido a casa. Llamó a su amigo Felipe que aún debía estar en el “Afrodita” para que le diera la dirección de su casa.
Llamó al timbre y le abrió la madre de (TN).
-¡Que sorpresa volver a verte! Pasa… pasa.
Lo precedió hacia una habitación donde estaba (TN) tendida en la cama dando el biberón a su hijo. Se paró en el vano de la puerta observando la tierna imagen, mientras el pequeño comía ella no paraba de hablarle en voz sedosa, tranquilizadora. Puesto que tenía un brazo inmovilizado se le hacía difícil, pero se las apañaba.
(TN) levantó la vista y lo vio a él allí mirándola, le sonrió.
-Acércate, no muerde.
Nick fue hacia ellos y se sentó al borde de la cama. El niño era precioso, estaba regordete, tenía unos brillantes rizos rubios y unos ojos dulces como los de su madre, mientras comía, hacía unos ruiditos encantadores, y no paraba de mover sus rellenitas piernas, mientras que con las manos se agarraba al biberón con fuerza. El acarició con el torso de los dedos sus piernas, al niño le gustó y las movió con más ímpetu.
-Le encanta que lo acaricien, lo estoy malcriando a conciencia. –(TN) sonreía.
Nick se dio cuenta que ella estaba más relajada y feliz que en los días anteriores.
-Le has echado de menos ¿No?
-¡No te imaginas cuanto!
El niño terminó de comer, ella necesitaba cambiar de postura, estaba apoyada contra el lado herido, y el dolor empezaba a ser intolerable.
-¿Quieres cogerlo? Necesita eructar, sino le cogerá dolor de tripa. –El la miró un segundo, nunca había tratado con bebes. Se dio cuenta que ella estaba en una mala posición y no quería pedirle ayuda por simple obstinación. Se lo iba a poner un poco más difícil.
-No sé si seré capaz.
La abuela del pequeño acudía en su ayuda cuando él le hizo un gesto con la cabeza.
-Claro que… -(TN) hizo una mueca cuando el pequeño le golpeó la herida con sus inquietas manos.
Nick cogió el niño con mucha destreza antes de que la golpeara otra vez, lo abrazó contra su pecho y le daba palmaditas en la espalda.
-¿Por qué eres incapaz de pedir ayuda? –Dijo mientras ella se recostaba con cuidado contra el otro brazo.
(TN) se lo quedó mirando, ¿Qué quería que le respondiera? Que hacía meses que se las apañaba sola, que no necesitaba a nadie. El eructo de su hijo la salvó de tener que responder. Nick se lo quedó mirando y luego estalló en carcajadas.
(N.MAMÁ), la madre de (TN), los estaba observando, era evidente que aquel hombre sentía algo por su hija, pero ella era demasiado cabezota para darse cuenta. Ella ansiaba que su hija encontrara a alguien con quien compartir sus desvelos, sus alegrías y sus penas. Era una casamentera consumada, así que decidió darles un pequeño empujón. Si salía bien, perfecto, sino…
-Cariño me ha llamado tu vecina Dolores para que la acompañara ha hacer unas compras, ahora que esta Nick aquí aprovechare para ir. –(TN) la miró con los ojos entrecerrados, sabía que no era verdad. –Si se hace demasiado tarde, cenar, lo he dejado todo preparado en la cocina.
¿Qué pretendía su madre? Pensó (TN). ¡Quería emparejarla con Nick! Le resultó evidente, conociéndola como la conocía.
-¡Mama! –Exclamó.
(N.MAMÁ) ya estaba marchándose.
-Si necesitas algo, no dudo de que Nick te ayudara encantado.
-Como no. –El también se había dado cuenta del ardid de aquella mujer. Sonrió.
La velada fue muy agradable, él no dejó que ella se levantara de la cama, se ocupó de ella y del bebe. Le contó lo bien que les iba con la expedición, como el accidente de ella había logrado que los muchachos fueran más responsables.
Cuando llegó la hora de cenar el se ocupó de todo, la ayudó a comer, su madre había dejado preparado gazpacho y un estofado ligero de verduras con pescado, comieron fruta y después Nick se sirvió una copa de coñac mientras le contaba de su vida. Con ella era muy fácil hablar, se podía pasar horas enteras conversando con ella.
-Me va a ir muy bien practicar con tu hijo. –Ella lo miró sin comprender. –Muy pronto voy a ser tío, mi hermano no ha venido este año, por que su mujer esta a punto de salir de cuentas. –Me hace mucha ilusión, igual que a Joe, esta más nervioso que su mujer… -Soltó una carcajada. - …ella incluso me dijo que me lo trajera, por que la esta sacando de quicio con sus insistentes cuidados. No la deja ni a sol ni a sombra, esta las veinticuatro horas del día pendiente de ella. -¿Recuerdas a Joe? El año pasado estuvo aquí, él se quedo cuando yo tuve que irme.
-Sí. –Respondió ella secamente.
Nick vio una extraña expresión en el bello rostro de (TN).
-¿Te sientes bien?
- Sí… Debe quererla mucho. –(TN) no pudo evitar un tono sarcástico en su voz.
El lo notó, pero pensó que se debía a su propio y solitario embarazo.
-Sí, si lo hubieras visto el día de la boda…
Si seguían con ese tema, (TN) no tardaría en vomitar lo que había comido.
-¿Te gusta el baloncesto? –El arqueó una ceja, por la inesperada pregunta. –Dan un partido por la televisión esta noche. –A (TN) no se le pasó por alto que ella no quería seguir hablando de su hermano. ¡Que extraño! El abría jurado que el año anterior ellos dos se llevaban muy bien.
-Si me gusta.
-Pon la tele, deben estar a punto de empezar. –Puso el televisor y volvió a sentarse. –Si te sientas aquí, dijo ella palmeando el lado de la cama. –Estarás más cómodo.
-¿Me estas invitando a tu cama? –Bromeó él.
A (TN) se le pusieron las mejillas de un intenso color rosado.
-Claro que no, solo pensé… -A Nick se le escapaba la risa. –Oh… eres imposible.
-Si ser imposible es que me encanta bromear contigo, pues sí lo soy. –Dijo mientras se quitaba los zapatos y se sentaba al otro lado de la cama con los pies extendidos, luego bajo la voz y en un tono muy seductor le dijo. –Y me encanta cuando te ruborizas de esa manera.
Aquello no merecía comentario.
El partido había empezado y muy pronto estuvieron los dos inmersos en el juego, comentaban algunas jugadas. Al poco rato, Nick se dio cuenta que (TN) se estaba quedando dormida, bajó el volumen del televisor, y el partido quedó olvidado, no se cansaba de mirarla, con cuidado la atrajo hacia él y le pasó un brazo por encima de los hombros, de manera que descansara apoyada en su pecho. No pudo evitar besarle en la frente, ella aún no estaba dormida del todo y se dio cuenta, levantó el rostro hacia él y su mirada seductora lo atrapó. Esos aterciopelados ojos soñolientos lo cautivaron por completo. Ahuecó la mano en la nuca de (TN) y poco a poco fue bajando la cabeza, acercando sus labios a la boca húmeda e incitante de ella. Le daba tiempo para que lo parara, si lo deseaba, pero ella no hizo ningún movimiento, sus labios se tocaron suavemente, fue cautivador, la boca de Nick se movía sobre aquellos labios tan tiernamente que ella fue recorrida por un agradable estremecimiento, él lo notó y aumentó la presión que ejercía sobre la boca de la mujer. Fue como si una corriente eléctrica los traspasara, se separaron mirándose a los ojos, tratando de controlar lo ingobernable, fue inútil, sus bocas volvieron a fundirse en un dulce beso, la lengua de Nick se abrió paso entre los labios carnosos de (TN) y fue acariciando la calidez de aquella boca, a ella se le escapó un suspiro y se unió a él en un beso embriagador, lenguas danzando al son de una música que solo ellos podían oír. La gran mano de Nick se movía lentamente en la nuca de (TN), acariciando y enrollando los suaves cabellos en sus largos dedos. El tiempo se detuvo, el aire se hizo denso, el deseo empezaba a enroscarse entre ellos. Ella se movió inquieta y un aguijonazo de dolor la recorrió, se había olvida completamente de las heridas. Soltó un jadeo.
-Sh… amor, no te muevas, relájate. –Le susurró Nick al tiempo que la abrazaba contra su pecho. –Sera mejor que dejemos esto para otro momento, primero tienes que curarte.
(TN) sentía que en su interior se había encendido una llama, ¡Lo deseaba! Aquel pensamiento la dejó aturdida.
Apoyada en aquel duro pecho, sus fosas nasales se inundaron del aroma masculino, Nick era un hombre muy atractivo, sus oscuros ojos azules rodeados de espesas pestañas oscuras eran de los que llamaban la atención, su rebelde pelo castaño le daba un aire de pillo y sinvergüenza, debía medir alrededor de metro noventa, ella a su lado se sentía pequeña y femenina, los musculosos brazos que la rodeaban eran como bandas de acero, en todo aquel cuerpo no había ni un solo gramo de grasa, era puro músculo.
Tendría que ir con cuidado, no quería enamorarse, su vida ya era bastante complicada.
Después de unos minutos, con ella abrazada contra su pecho, él se permitió saborear la sensación de aquel pequeño cuerpo pegado al suyo, la deseaba, pero había algo más, no era ningún adolescente, había tenido a muchas mujeres en su cama, y a la mañana siguiente no representaban para él más que una noche placentera, con (TN) quería mucho más… quería conocer todos sus secretos, todos sus anhelos, todos sus sueños, y era más… quería convertir todos sus sueños en realidad.
Bajó la mirada hacia ella.
-¿Estas dormida?
-No. -Ella tenía los ojos cerrados.
-¿En que piensas? –Su voz fue un suave susurro.
Ella sonrió.
-No piensas contestarme ¿Verdad?
-Es un poco complicado.
-Otra vez te estas poniendo misteriosa. –Susurró él con los labios pegados a la frente de (TN).
Los dos oyeron que llegaba su madre, la oyeron acercarse a la habitación, los saludó con una sonrisa desde la puerta.
-¿Va todo bien? –La imagen que presentaban los dos abrazados sobre la cama, hablaba por sí misma. Sonrió para sus adentros.
-Sí, se está quedando dormida. –Susurró Nick sin moverse.
(N.MAMÁ) asintió con la cabeza, muy satisfecha de sí misma, les deseo buenas noches y desapareció.

por **PEZA** Jue 05 Sep 2013, 7:28 pm

Capitulo 5

Diez días después (TN) se presentó a las nueve de la mañana en el muelle, subió al “Afrodita”. Al momento tubo a Nick a su lado, le dio un rápido beso.
-¿No crees que es muy pronto para ponerte a trabajar?
-No, ya estoy bien.
Acababa de decirlo cuando se vieron rodeados de toda la tripulación y los amigos de Nick, todos estaban muy contentos de verla de nuevo. En cuanto llegaron los adolescentes se hicieron a la mar.
No había pasado mucho rato cuando Felipe se acercó a ella, su expresión seria.
-¿Ocurre algo?
-Si y no… -Ella lo miró sin comprender. –No quiero que arriesgues tu vida por nadie.
-¿De qué me estas hablando?
-El otro día, me empujaste para sacarme de en medio sin darte cuenta de que te ponías en la trayectoria del proyectil.
(TN) lo miró incrédula.
-¿Crees que lo hice a posta?
-No, por Dios.
-¿Hubieses preferido ser tu el que terminara ensartado al mamparo?
-Lo que trato de decirte es que si no me hubieras empujado quizás ninguno de los dos hubiera sido herido.
-No me gusta confiar en los “quizás”.
A Felipe le entraron ganas de zarandearla, para hacerle comprender que no quería que se pusiera en peligro.
-Eso no me tranquiliza.
Ella vio la preocupación en su rostro.
-No te preocupes, yo soy la primera que no deseo ponerme en peligro. –Le dijo con una sonrisa.
-Tendré que conformarme con eso. –Trato de sonreír, pero le salió una mueca.
Se fue al otro lado del barco, moviendo la cabeza. No entendía lo que le pasaba con esa chica. ¿A quien quería engañar? Si lo sabía, era una mujer muy hermosa y él un hombre con apetitos saludables, lo atraía como la miel a las abejas… pero sabía que su amigo tenía los ojos puestos sobre ella.
El día fue muy tranquilo, los chicos iban sacando pequeños objetos del fondo de la bahía, ella vigilaba todos sus movimientos. Cuando era la hora de comer y salieron todos del agua, ella fue en busca de su libro de antigüedades y les explicó a que época pertenecían los tesoros que habían hallado, todos se mostraban fascinados de que aquellas reliquias tuvieran tantos años de antigüedad, y se conservaran en perfecto estado.
-Podrías dejar las explicaciones para después de comer, mientras hacen la digestión. –Felipe parecía molesto, ella lo miró por encima del hombro y vio su ceño fruncido. ¿Qué le pasaba a ese hombre?
-Desde luego, no te preocupes. –Y luego volviendo la atención a los chicos. –Ya habéis oído, después de comer os explicare todo lo que queráis saber.
Felipe se había dado cuenta que algunos de los muchachos no le prestaban atención a las explicaciones de ella, sino que más bien se la comían con la mirada. Por eso se había mostrado tan grosero. Una cosa era que Nick la cortejara y otra muy distinta que una panda de muchachos imberbes tratara de ligar, por el simple hecho de hacerse los gallitos.
Los días iban pasando y aquellos muchachos cada vez estaban más fascinados con lo que estaban haciendo. Se había impuesto la rutina de que una vez que habían comido examinaban los objetos que habían sacado por la mañana, y por la tarde se marchaban del barco más tarde por que querían también inspeccionar lo que habían sacado por la tarde.
Un día cuando terminaron de catalogar todos los objetos, (TN) los invitó a que la acompañaran a la tienda de Pepe Calleja, todos estuvieron entusiasmados. Una vez en la tienda no dejaron de hacer preguntas sobre todo lo que veían, el dueño de la tienda estaba encantado de poder responder a todos ellos. Nick los había acompañado, encontró un par de antigüedades que le gustaron y las compró.
-¿Te apetece un helado? –Le preguntó a (TN).
-Se ha hecho muy tarde tengo que volver a casa.
-Está bien, te acompañare.
-No… -La interrumpió poniéndole un dedo sobre los labios.
-Vamos, ellos pueden pasarse horas aquí. –Abrió la puerta de la tienda para que ella pasara, una vez en la calle, le rodeó los hombros con un brazo.
(TN) se puso tiesa, él la miró alzando una ceja.
-¿Nos vamos?
Ella empezó a andar, Nick la sentía tensa debajo de su mano, no supo como interpretarlo.
-¿Ocurre algo? –Le preguntó en un susurro inclinándose junto a su oído.
Ella se estremeció al sentir su aliento.
-Estamos en un pueblo pequeño, la noticia de que he salido de la tienda de Pepe con un hombre va a circular de boca en boca en cuestión de segundos.
Nick le dedicó una sonrisa deslumbrante.
-¿A sí? ¿Qué pasaría si te abrazo y te beso?
Ella supo que estaba bromeando.
-Saldríamos en el periódico local, déjalo para otro momento. –Su risa hizo que varios hombres se giraran a mirarla.
Nick los miró alzando una ceja y ellos volvieron a lo que estaban haciendo.
Cuando llegaron a su casa, (N.MAMÁ) estaba preparando un biberón, (TN) cogió a su hijo y jugó con él encima de la cama. Al niño le encantaba que le hicieran cosquillas, reía encantado, moviéndose con alegría. La tierna estampa conmovió a Nick, se arrodillo al lado de la cama y participó en los juegos de madre e hijo.
Como era de esperar (N.MAMÁ) lo invitó a cenar, y él aceptó con la condición de que ella no se fuera como había hecho la vez anterior, sabía que albergaba esperanzas respecto a él y a su hija, pero él no necesitaba una casamentera. (TN) le gustaba más que cualquier otra mujer a la que hubiera conocido.
Mientras tomaban café, le dijo a (TN) que puesto que él había cenado dos veces en su casa, ahora era el turno de ella, dejar que la invitara a cenar. Ella trató de negarse, pero su madre volvió a la carga, con los dos aliados contra ella no le quedó otra opción que aceptar la proposición. Aunque no quiso fijar el día.

Un par de días más tarde Nick llegó al barco por la mañana rebosante de alegría, ¡Había sido tío! Su cuñada había dado a luz el día anterior y su hermano le había mandado una fotografía del pequeño por el móvil, se pasó el día hablando de su sobrino, enseñando la foto a todo el mundo. A (TN) se le habían revuelto las tripas al verlo tan contento. No pudo evitarlo, se pasó todo el día con mal humor. Cuando Nick le preguntaba a qué se debía, ella le contestaba que se lo imaginaba todo, que ella estaba como todos los días. Pero a él no lo engañaba, a ella le pasaba algo.
Los días siguientes fueron igual, él cada noche hablaba con su hermano y su alegría no conocía límites. (TN) optó por ignorar las muestras de felicidad que Nick no trataba de ocultar.
Felipe también se dio cuenta del cambio de humor de (TN), y un día que estaba ella apoyada en la barandilla mirando al horizonte mientras los chicos comían, se le acercó.
-¿Cómo va todo?
-Bien.
-Entonces… -No sabía cómo preguntarle lo que quería saber. –Hace unos días que he notado que estás… algo nerviosa. –Esa no era la palabra, pero quería ir con tacto, no fuera que ella se sintiera molesta con él.
Ella se dio cuenta que él la observaba esperando su reacción.
-No te preocupes Felipe, no pasa nada.
-¿Toda va bien con Nick?
(TN) se lo quedo mirando, hasta ese momento no se había parado a pensarlo, pero debía ser evidente para todos que entre ellos dos había algo, aquellas miradas ardientes que él le lanzaba no debían de pasar desapercibidas. Como el hecho de que cada día él la acompañaba a su casa.
-Sí.
-¿Sabes que si tienes algún problema puedes contar conmigo, verdad?
-Sí, lo se, gracias.
Felipe la dejó allí, frustrado por que ella no confiara en él, a él no le engañaba, desde que se conocieron que ella tenía siempre la sonrisa pintada en la cara, era una mujer que cuando miraba a alguien siempre le regalaba una sonrisa, y en los últimos días eso había cambiado.
Por su parte Nick se dio cuenta de que a ella no la hacía muy feliz que le hablara de su hermano y de su pequeño, y terminó por no hacerlo. Pensó que para ella era doloroso aceptar la felicidad de su hermano y su mujer, cuando ella estaba sola con su pequeño.

por **lovely last** Vie 06 Sep 2013, 5:41 am

pobre rayita debe doler mucho por lo que esta pasando
pd: me encanta que subas tantos capitulos tan seguido

por **PEZA** Dom 08 Sep 2013, 4:10 pm

Sorry por no subir capítulos, andaba fuera de la ciudad.

Y como recompensa, les dejare un pequeño maratón.

por **PEZA** Dom 08 Sep 2013, 4:14 pm

1/5

Capitulo 6

(TN) estaba un poco inquieta cuando llegó al último piso de aquel edificio de apartamentos, se obligó a relajarse, no tenía por que pasar nada, solo era una cena, pero lo que la tenía tensa era lo que estaba empezando a sentir por ese hombre, se sentía a gusto a su lado, él era divertido, la hacía reír, era atento con ella y cariñoso con su hijo. Sabía que una relación entre ellos sería una cosa muy complicada, pero su cabeza y su corazón parecían estar en guerra. Su cabeza le decía que mantuviera las distancias, pero su corazón se inflamaba cada vez que él le lanzaba aquellas miradas ardientes… por no pensar en lo bien que se había sentido entre sus brazos y al ser besada por aquella boca sensual.
Respiró profundamente un par de veces para calmarse y llamó al timbre. Se abrió la puerta y la recibió un Nick muy sonriente.
-Estás espectacular.- La mirada varonil apreciativa la recorrió de arriba abajo. – Pero entra… entra. –Sus ojos no se apartaban del bello cuerpo de (TN), llevaba un liviano vestido ibicenco blanco que marcaba todas sus curvas.
-He traído vino.
-Perfecto. ¿Te apetece una copa?
-Si.
Mientras (TN) admiraba el pequeño apartamento, Nick sacó de un armario de la cocina americana unas copas y descorchó la botella de vino.
La estancia era muy acogedora, en un rincón había una mesa perfectamente puesta para dos comensales, en el centro había un sofá color chocolate de piel con dos butacas a los lados y en el centro una mesita baja donde había un ordenador conectado, en una estantería había un gran televisor de plasma y un completo equipo de música. Las paredes estaban pintadas con un agradable tono de amarillo. Uno de los lados de la habitación era una gran cristalera que daba a una gran terraza, donde (TN) pudo ver una mesa, varias hamacas y varios sillones.
-¿Te gusta? –Nick se había dado cuenta de la apreciación que ella estaba haciendo de su casa.
-Sí, es muy bonito. –Dijo mientras cogía una de las copas que él le tendía.
-Ven a la terraza, hay una vista preciosa.
(TN) lo siguió y se maravilló, él tenía razón. Desde allí se podía ver todo el pueblo, en la oscuridad de la noche se veían un mar de luces a sus pies, un poco más allá se veía el puerto, el faro, y el reflejo de las luces del pueblo en el mar se juntaba con las estrellas.
-Oh… realmente es…
-Lo que yo te decía.- La interrumpió él sonriendo. –Por las noches me paso horas aquí contemplando el paisaje. Es muy relajante.
-Te creo.
-Lo único que falta es que se oyera el ruido del mar.
Ella lo miró con aquella sonrisa hechicera en los labios.
-¿Y no hechas de menos también el movimiento del barco bajo tus pies? –Su risita le indicó a Nick que se estaba burlando de él. Le sonrió endemoniadamente.
-Oh si… he roto ya dos camas mientras estaba de pie encima moviéndome como si estuviera en alta mar.
(TN) rió con ganas, imaginándoselo. El rió con ella. Le encantaba su risa, era contagiosa, y se estaba riendo de él.
-¿Qué pasa? Es que no me crees capaz de jugar a ser un pirata en alta mar, saqueando barcos… y secuestrando a bellas doncellas. –La mirada que él le lanzó la hizo ruborizar.
-Eres un niño grande.
-Y me encanta. –La picardía de sus ojos la hizo estremecer.- Y este niño grande ha preparado una cena que se está enfriando.
Pasaron al interior y Nick no dejó que ella lo ayudara. Sirvió una ensalada con pasas, nueces y manzana, estaba deliciosa. Luego sacó del horno una fuente con merluza en salsa, ella estaba sorprendida.
-Nunca me hubiera imaginado que eras tan buen cocinero.
-Me encanta cocinar, cuando era pequeño no me dejaban acercarme a la cocina…- Rió al recordar.- siempre estaba experimentando y ponía la cocina perdida. Un día la cocinera habló con mi madre y me castigaron a limpiar todo el desaguisado que había organizado, se sorprendieron de lo lindo cuando vieron que lo limpiaba todo sin rechistar y que luego me puse a preparar otro plato. –(TN) rió. –A partir de ese día la cocinera ya no se quejó más, me dejaba que la ayudara, me enseño algunas cosas y yo también le enseñe algunas a ella.
(TN) sonreía al imaginarlo embadurnado de harina.
-Un hombre que sabe cocinar. ¡Increíble! –Levantó la copa.- A la salud del chef.
De postre había vaciado una sandía y la había rellenado de bolitas de sandia, melón, melocotón y uvas. Lo había regado todo con licor de manzana. La mezcla resultaba un exótico placer para el paladar.
-Hmmm… esto es… pecaminoso. –Cerró los ojos con deleite, cuando los volvió a abrir Nick la miraba sonriendo.
-Me gusta experimentar con los sabores. –Dijo mientras volvía a llenar las copas.
Cuando terminaron con los postres (TN) observó como él enjuagaba los platos y los ponía en el lavaplatos.
-Tienes mucha práctica.
-Ya te he dicho que me encanta la cocina, a la señora que limpia mi casa no la dejo entrar allí, si no es absolutamente necesario. –Nick se estaba secando las manos cuando oyeron una melodía que provenía del ordenador. –Debe de ser mi hermano.
Fue hacia el sofá y se sentó delante del ordenador, al cabo de unos segundos empezó a teclear.
(TN) no quería saber nada de Joe, además de haber aguantado a un Nick pletórico cuando su hermano le comunicó que había tenido un sobrino y le había mandado una foto a través del móvil. Se fue hacia la terraza y disfrutó del paisaje y del silencio.
Al cabo de unos buenos diez minutos Nick salió a la terraza, se acercó a ella y puso una mano a cada lado de su cuerpo, cogiéndose a la barandilla. Se inclinó sobre ella y con los labios sobre su sien le murmuró…
-¿Verdad que parece que tengas el mundo a tus pies?
A ella la cercanía la sobresaltó durante un segundo, se relajó al instante y él le besó el pelo.
-Ciertamente.
Estuvieron unos minutos contemplando el pueblo, parecía una postal.
(TN) era muy consciente del aroma varonil del cuerpo masculino que tenía detrás, le excitaba los sentidos, y cuando él le puso las manos en la cintura y le dio la vuelta, un escalofrío la recorrió de arriba abajo. Lo miró a los ojos y en ellos pudo ver el placer de la anticipación. El bajó la cabeza sin apartar la mirada y sus labios se rozaron levemente. Sus alientos fundiéndose en uno solo, sus miradas cargadas de expectativas. Volvieron a besarse, esta vez con ardor, lengua con lengua, dando tanto placer el uno al otro que se separaron jadeantes. Ella apoyó la cabeza en el ancho pecho y respiro varias bocanadas de aire. El ahuecó una mano en la nuca de (TN) y la otra la abrazó por la cintura para acercarla a su cuerpo. La sentía tan bien contra sí. Olía a espacios abiertos, a mar, y un suave perfume que le anegaba los sentidos.
(TN) se sentía extraña, parecía que su sangre corría por sus venas al doble de la velocidad normal, un cosquilleo constante la recorría de la cabeza a los pies. Levantó la cabeza y al fusionarse las miradas sus bocas volvieron a juntarse en otro duelo de besos apasionados, los brazos de (TN) se agarraron a los fuertes músculos de los brazos de Nick, él al sentir las pequeñas manos de ella fue recorrido por un estremecimiento. Ella lo notó y no supo porque, pero sus manos empezaron a recorrer los brazos, la espalda y el pecho fuerte y musculoso. Se sorprendió del placer que le producía acariciarlo.
El quiso darle el mismo placer a ella y empezó a acariciarla… la espalda, los hombros desnudos suaves como terciopelo, los costados del pecho. Estaba tan entregada a las sensaciones que no se dio cuenta que él tiraba suavemente de los lazos de los tirantes de su vestido. Solo cuando notó una mano que se colaba entre la tela y su piel desnuda se percató que tenía los tirantes desabrochados, su espalda se tensó y sus bocas se separaron. El sacó la mano de su vestido y mirándola a los ojos vio que la había sobresaltado, no lo entendió. Ella no era ninguna inexperta, tenía un hijo.
(TN) estaba confusa, al sentir la caricia en el pecho había pensado en el padre de su hijo, aunque este nunca la había acariciado de aquella forma.
-¿Qué ha ocurrido? – La voz de Nick la sacó de sus pensamientos.
-Nada… ha sido solo la sorpresa. –Murmuró.
El no se lo acabó de creer, había visto algo en sus ojos que no entendió, estaría más atento, pensó. La atrajo hacia él otra vez y sus labios se posaron en su sien, fue repartiendo besos por todo el rostro hasta el cuello donde el pulso le latía aceleradamente, allí se detuvo y la saboreó a conciencia, a ella se le atragantaba la respiración. Hecho la cabeza hacia atrás y soltó un suave gemido de placer, al estar los tirantes del vestido soltados él tenía una espléndida vista de los senos firmes y voluptuosos de (TN), se moría por acariciarlos. Volvió a su boca hasta dejarla aturdida y le acarició el pecho por encima del vestido, ella gimió dentro de su boca, pero no trató de detenerlo, el pezón se convirtió en un prieto brote que él pellizcó suavemente. Nick sintió como ella se pegaba más a su cuerpo para que no se detuviera, le acarició los pechos, primero uno y luego el otro, los sentía reafirmarse bajo sus caricias.
Habiendo pasado la sorpresa inicial, a (TN) le encantaba lo que él estaba haciendo con sus pechos, los mimaba, los definía y la hacia sentirse agradablemente sensible.
Cuando Nick ya sin poder aguantar más la tentación bajó la cabeza y paso la lengua por encima del pezón ella casi se cae, sus rodillas flaquearon, él sonrió masculinamente satisfecho.
-¿Te gusta?
Ella se ahogaba con su propia respiración, sacudió la cabeza afirmativamente.
-Imagínate lo que será sin el vestido de por medio. –Su voz fue un susurro sensual.
-Hmmm…
Muy despacio Nick tiró de los tirantes hacia abajo, y aquellos magníficos pechos quedaron al descubierto, los estuvo admirando con la mirada, los acarició con las manos y luego se llevó uno a la boca, mientras no dejaba de acariciarla.
(TN) se quedó sin aliento cuando él cubrió su pecho con los labios, lo cogió por los hombros convulsivamente.
El disfrutó de los pechos de (TN), sintiendo como ella se excitaba con sus atenciones, se arqueaba hacia él, hacia su boca. La levantó contra su cuerpo mientras sus labios no dejaban de succionar, su lengua lamía, y sus dientes le daban suaves mordiscos.
La pasión subía entre los dos hasta tal punto que él deseó poseerla allí mismo, le apretó las nalgas contra su cuerpo y ella pudo notar el miembro excitado de Nick presionándole en el vientre. El movió las caderas frotándose contra ella de forma sugerente, entonces volvió a ocurrir, ella se tensó y trató de apartarse.
Nick sintió las pequeñas manos que trataban de poner distancia entre los dos, la dejó resbalar contra su cuerpo hasta que los pies de ella estuvieron en el suelo. La miró a los ojos…
-¡Tienes miedo! –La sorpresa de él era palpable.
Ella bajó los párpados, para que él no pudiera leer en sus ojos. Se sentía como una boba,
el hechizo se había roto. Trató de cubrirse los pechos, pero las manos le temblaban, él la ayudó y ella se sujetó el vestido contra su cuerpo con los brazos.
(TN) respiró varias bocanadas de aire. El pudo percibir el nerviosismo que ella sentía.
-¿Te han forzado alguna vez? –En su voz podía sentirse la irritación a pesar de que su voz había sido un susurro.
(TN) lo miró a los ojos y él pudo ver toda la rabia que ella sentía. La tomó por la cintura y la guió hacia uno de los sillones, se sentó y la acomodó a ella sobre su regazo como si fuera una criatura, la rodeo con sus fuertes brazos para que se apoyara contra su pecho.

por **PEZA** Dom 08 Sep 2013, 4:18 pm

2/5

Capitulo 7

-¿Quieres que hablemos de ello? –Murmuro Nick contra el cabello perfumado, tratando de que su voz no delatara la furia que le corría por las venas.
(TN) se sentía segura entre aquellos fuertes brazos, trató de relajarse pero no pudo. Ella había vivido en carne propia que su padre se desentendiera de ella, que no la llamara, ser ignorada por él fue lo más duro de su vida. Ahora su madre le decía que él se había arrepentido de haberla alejado de su lado, pero la verdad es que no había vuelto a verlo desde el día en que ella descubrió que estaba embarazada y se lo había dicho. El le dijo cosas atroces, que si había sido violada era por su manera de vestir, que las jóvenes se lo buscaban por ir provocando por ahí. Ella siempre pensó que él no se había creído su historia, que pensaba que se había inventado que la habían violado para no tener que enfrentar su responsabilidad.
Durante los días que había estado con Nick había notado que amaba mucho a su familia, tenía a su hermano en un pedestal, estaba feliz con su paternidad, era evidente que se querían mucho.
¿Qué pensaría Nick si le decía que su hermano la había violado? ¿Cómo le sentaría tener un hermano tan ruin?
Al hacerse estas preguntas, se dio cuenta de que le importaba mucho cómo se sintiera Nick, no deseaba hacerle daño al contarle que Joe era un sinvergüenza… un delincuente… un violador.
En ese momento se dio cuenta de que no quería causarle aquella pena a Nick. No quería que él sufriera por el distanciamiento de su familia, lo que sería inevitable si le contaba todo.
Se dio cuenta que a pesar de haber intentado no enamorarse de él, había fracasado infelizmente, ¿No era amor, el no querer ver sufrir a la persona amada? ¿No era amor lo que ella sentía que la recorría por dentro cuando él la miraba? ¿No era amor lo que había sentido hacia unos momentos en sus brazos mientras él la besaba?
Después de unos minutos, pensó que no se lo diría, él no le había hablado de ningún futuro juntos, se guardaría sus sentimientos para ella, y cuando el verano terminara y él se marchara, ella trataría de recomponer su maltrecho corazón.
Mientras Nick la mecía entre sus brazos pensó que ella aún no estaba preparada para hablar del tema…
-El año pasado cuando el cursillo terminó, algunos de los muchachos dijeron de hacer una fiesta… varios de ellos se encargaron de ir de compras y organizaron la celebración… -(TN) hablaba despacio, en voz muy baja, para él era evidente que le costaba mucho hablar de ello. -… cenamos, pusimos música y bailamos… así que avanzaba la noche me di cuenta que había más de uno que se estaba pasando con la bebida… algunos caían dormidos sobre los sofás del albergue, otros salían corriendo a vomitar… aquello no me gustaba y me fui a acostar, subí a la habitación de las chicas y me metí en mi cama… ya me había quedado dormida cuando de repente desperté por un extraño ruido, pensé que era alguna de las chicas, me di la vuelta y traté de volver a dormir… entonces sentí que alguien se metía en mi cama… -Nick vio que la luna iluminaba una solitaria lágrima que le corría por la mejilla. –Pensé que era alguna de las chicas que se había equivocado de cama, traté de incorporarme y un brazo musculoso se cruzo sobre mi pecho, “quieta” me susurró, traté de apartarme pero su fuerza era superior a la mía, traté de gritar… pero él me aplastó los labios con su boca, mientras tiraba de mis braguitas, al ver sus intenciones me debatí con todas mis fuerzas… aquello pareció excitarlo más… -Se mantuvo callada lo que pareció una eternidad. Nick ya pensaba que no diría nada más, sentía una furia dentro de él que temía que ella pudiera sentirla. -… entonces se movió encima de mí, me abrió los muslos que yo mantenía cerrados y se colocó entre mis piernas, entonces enloquecí y trate de golpearlo, pero el me cogía los brazos pegados a mi cuerpo con tanta fuera que pensé que me los rompería, un segundo más tarde me penetraba con violencia, trate de gritar, me hacía mucho daño, pero él mantenía su boca sobre mis labios sin dejar que pidiera ayuda… se sacudía dentro de mí con tanta furia que yo sentía como si me estuviera rompiendo por dentro… perdí el sentido… cuando lo recuperé él ya se había ido…
Nick la sentía temblar entre sus brazos, ahora las lágrimas corrían libremente por aquel bello rostro. La abrazó con fuerza.
-Amor mío, lo siento… ¿Supongo que lo denunciarías, verdad? Cualquier hombre capaz de hacer algo así a una mujer deberían castrarlo.
(TN) soltó una amarga carcajada.
-Cuando pude moverme fui y lo denuncie.
-Entonces debe de estar en la cárcel.
Ella negaba con la cabeza.
-¿No?
-Al levantarme y salir de la habitación me encontré con que todos estaban demasiado borrachos para haberse enterado de nada… cuando la policía lo interrogó él dijo no acordarse de nada, además se buscó un buen abogado y unos amigos de dudosa reputación que dijeron que él no estaba allí.
-¡Dios! –Exclamó Nick.
-Yo por aquel entonces aún era menor de edad, las autoridades llamaron a mis padres, y se armó un buen alboroto, era mi palabra contra la suya, el abogado de oficio que me habían asignado pidió las pruebas de A.D.N., pero él con todo el alboroto había vuelto a su casa y su abogado empezó a darnos largas. Entonces me enteré de que estaba embarazada y mi padre se puso hecho un basilisco, creo que nunca creyó en mi versión de los hechos.
Nick la miraba con la boca abierta, incapaz de creer que un padre pudiera ser tan insensible con su hija.
-Mi madre siempre ha estado a mi lado, y me dice que mi padre se arrepiente de cómo me trató, pero la verdad es que nunca ha hecho nada para cortar las distancias que nos separan. Cuando me hecho de casa yo me encontré perdida, estaba tan abrumada que ya poco me importaba si lo cogían y lo ponían en la cárcel, lo único que quería era que me dejaran tranquila.
-Y Niko es el resultado de aquello.
Ella se envaró.
-Niko es mi hijo, no lo llames el resultado de aquello. Es mío, mi hijo. –Exclamó (TN) recalcando las palabras.
-Perdóname, no quería decir eso. –Nick sentía el estómago revuelto por todo lo que ella le había contado.
-Algún día hará preguntas, querrá saber quien es su padre. –Dijo suavemente.
(TN) soltó un suspiro cansado.
-De momento lo único que me importa es el día a día, tengo tres trabajos para poder salir adelante los dos, cuando llegue el momento ya veremos lo que le cuento, aún que siempre procuraré que se sienta amado, no necesito de ningún hombre para eso.
Los dos quedaron en silencio, (TN) apoyada contra el pecho de Nick, él la seguía meciendo. Al cabo de un buen rato él le cogió la cara entre sus grandes manos y la giró hacia él.
-¿Crees que yo te trataría como ese desaprensivo?
-No. –No lo pensó, solo lo sabía.
El quedó satisfecho con la respuesta, siguió acunándola entre sus brazos, hasta que sintió que ella se relajaba contra él y se quedó dormida.
Empezó a levantarse una ligera brisa y Nick se levantó con ella en brazos y fue hacia el dormitorio, con suavidad se tendió en la cama y la mantuvo abrazada, ella no despertó, se removió en sus brazos, apoyando la cabeza en el musculoso hombro y pasando un brazo alrededor del pecho.
Mientras ella dormía él no podía dejar de darle vueltas a lo que ella le había contado. ¿Cómo podía haber hombres así por el mundo? Pensaba en ella un año atrás, ahora entendía todos los cambios que había notado. Debía de haberlo pasado realmente mal, todo su mundo se había vuelto patas arriba, había pasado de ser una niña sin preocupaciones a ser una mujer con un hijo y muchas responsabilidades. La admiraba por haber sido capaz de sufrir ese cambio sin desmoronarse. Era valiente y decidida y nadie ni nada había logrado que su espíritu desfalleciera, con sus problemas se había hecho más fuerte.
(TN) suspiró en sueños, se removió y el notó la caricia de sus suaves cabellos sobre su cuello, la miró y su corazón dio un brinco al darse cuenta de ella lo había cautivado, no lograba sacársela de la cabeza ni de día ni de noche, cuando estaban a bordo y no la tenía a la vista se preocupaba y la buscaba con la mirada… si en más de una ocasión sus amigos se habían burlado de él, por que los dejaba con la palabra en la boca para ir a ver donde estaba ella. Y cuando por las tardes la acompañaba a su casa y pasaba allí un rato jugando con el pequeño, se sentía feliz compartiendo con ella aquellos momentos. El pequeño era un encanto, y él le había cogido cariño.
Sin darse cuenta apretó el abrazo, como si inconscientemente quisiera protegerla de todo y de todos.

por **PEZA** Dom 08 Sep 2013, 4:21 pm

3/5

Capitulo 8

Nick tardó mucho en dormirse y cuando lo hizo soñó con ella.
Aún no había amanecido cuando (TN) despertó, los brazos de Nick la rodeaban y el fuerte cuerpo le daba calor. Recordó la noche anterior, se había quedado dormida mientras él la mecía entre sus brazos, se sentía segura con él. La sensación de tener el cuerpo grande de Nick prácticamente rodeándola, la hizo pensar en un acogedor nido, sonrió ante sus absurdos pensamientos. El calor que emanaba del cuerpo de él la estaba adormeciendo, cerró los ojos y se abandonó al sueño, sabiendo de antemano que no había lugar en el mundo donde ella pudiera estar más a gusto y feliz.
Estaba apuntando el alba cuando Nick despertó, estaba de espaldas y (TN) dormía acurrucada junto a él, con los muslos enroscados a uno de los suyos, una de sus pequeñas manos reposaba encima de su pecho y usaba su hombro como almohada, se la quedó mirando durante unos minutos, las largas pestañas femeninas formaban unas espléndidas medias lunas sobre las suaves mejillas, incluso dormida tenía aquel aire de inocencia que a él lo había cautivado. Además era bellísima. Le cogió suavemente la mano que tenía sobre su pecho y la besó en el centro de la palma, ella no se enteró, sacó la lengua y empezó a hacerle cosquillas de la muñeca hasta la punta de los dedos.
Ella despertó con una agradable sensación, abrió los ojos y vio a Nick concentrado en sus dedos, los lamía, los mordisqueaba y los besaba. El placer que ella sentía con esa inocente caricia le hizo flexionar los dedos, él levantó los párpados y sus miradas chocaron.
-Buenos días mi amor. –Nick se inclinó sobre ella y la besó suavemente en los labios. -¿Has dormido bien?
-Como un bebe.
Al girarse para besarla los muslos de los dos quedaron enroscados, ella trató de sacar su pierna de entre las masculinas, él se dio cuenta y no la dejó apartarse. Mientras ella aún dormía y él le daba placer en los dedos sintió como ella apretaba los muslos, claro síntoma de que las caricias de su lengua la estaban excitando.
-¿No estas cómoda? –Mientras lo dijo volvió a capturarle la mano y le paso la lengua juguetonamente por la palma, siguiendo las líneas, a ella la recorrió un estremecimiento.
-Estaría más cómoda… -El se dio cuenta de que el vestido lo tenía enrollado a la altura de las caderas y él descansaba encima de una de las puntas, por lo que no podía moverse.
Habían dormido vestidos, él cuando por la noche la llevó a la cama no se había molestado en quitarse la ropa para no despertarla.
-Oh… lo siento. –Susurró mientras tiraba del vestido.
(TN) no deseaba que él se apartara, con las caricias de su lengua Nick había despertado una agradable sensación que ella sentía por todo el cuerpo. Nunca había sentido aquello y deseaba explorar aquel mundo que hasta entonces no conocía. Se arrimó a él y le puso las palmas de sus manos en el pecho, sintiendo el fuerte latido de su corazón.
-Parece que tengas un tambor ahí dentro. –A (TN) se le escapó una sonrisa.
-Así es como me siento. –La voz ronca y sensual de Nick la hizo estremecer, se dio cuenta que él la deseaba y su propio corazón se saltó un latido, sin pensarlo dos veces cogió la gran mano entre las suyas y le hizo lo que minutos antes le había hecho él, acariciarlo con la lengua.
-Mi amor deberíamos detenernos. –El pensaba que ella no estaría preparada, la noche anterior ella lo había pasado mal contándole lo que le había pasado.
-¿Por qué? –Murmuró mientras se metía un grueso dedo en la boca y le daba suaves toques con la lengua.
-¿Estás segura?
-Nunca he estado más segura. –(TN) había admitido para sus adentros que se había enamorado de ese hombre, sabía que al final del verano él se iría y ella quedaría destrozada, pero pensaba aprovechar todo el tiempo que él estuviera a su lado. No quería tener que arrepentirse por no haber aprovechado el momento. Sabía que una relación entre ellos era imposible, por lo menos tendría esos momentos robados.
Sus miradas chocaron y él vio el deseo en aquellas profundidades aterciopeladas, le capturó la cara entre sus manos y la besó. El contacto les sabía a poco, haciendo malabares se sacó la camiseta y se desnudó, sin perder nunca el contacto. Las manos de (TN) volaron hacía la piel que él dejaba al descubierto.
El la envolvía con brazos y piernas, (TN) se sentía extraña, era recorrida por un agradable hormigueo por todo el cuerpo, sin darse cuenta él le había aflojado los lazos de los hombros del vestido y tiraba de él, cuando los pechos quedaron al descubierto él se separó para admirarlos.
-Amor mío… eres preciosa. –El susurro gutural de Nick atrajo su mirada hacia aquel rostro con un principio de barba.
-Tú tampoco estás nada mal. –Murmuró acariciándole el cuero cabelludo. -Hmmm… -Los ojos se le cerraban de placer. Levantó la cara hacia él invitándole a besarla. Nick no se resistió, capturo aquella espléndida boca con la suya y la besó ardorosamente. Los besos que habían compartido anteriormente no se parecían en nada a ese, tan húmedo, tan excitante, tan hambriento… Boca con boca, aliento con aliento, pasión con pasión. Sin darse cuenta (TN) empezó a acariciarlo por la espalda, por los brazos, por los hombros, cuando sus manos llegaron vagabundas al pecho firme y velludo, sus dedos se enredaron en el vello, asombrándose del placer que la recorría desde la yema de sus dedos hasta la punta de los pies. Todo su cuerpo parecía extrañamente vivo, sensible. Sentía las caricias de Nick que parecían acariciarle el alma. El sentía los muslos de ella apretando inquietos el suyo, sin abandonar su boca una de sus manos se movió entre los dos cuerpos y le acarició suavemente el vello de la entrepierna, donde su unían sus muslos, ella apartó la boca y soltó un gemido que pareció salirle del corazón.
-¿Te gusta? –Le susurró junto al oído mientras su lengua recorría la espiral sensible.
Ella aspiraba rápidas bocanadas de aire. Lo había cogido convulsivamente de los hombros.
-Sii. –Murmuró inclinando la cabeza para dejarle más espacio.
El siguió atormentando con la lengua el oído y el cuello, y con los dedos recorría la entrepierna lentamente, enloquecedoramente. De pronto toco un punto tan sensible que a ella se le escapó un pequeño gritito. El sonrió contra su cuello. Siguió acariciando, resiguiendo el pequeño brote inflamado de deseo. (TN) sentía que sus miembros se debilitaban al tiempo que en su interior crecía una urgencia desconocida. De pronto quiso darle a él tanto placer como ella estaba recibiendo y sus manos se movieron frenéticas por el cuerpo masculino, al tiempo que una de ellas se posaba en el miembro largo, grande y endurecido de Nick. En la habitación se oyó un profundo jadeo y ninguno de los supo de quien era, si de él o de ella. El se quedó tan quieto que ella pensó que le había hecho daño, con esfuerzo abrió los ojos y se encontró con los de él clavados en ella.
-¿No te he hecho daño, verdad? –El negó con la cabeza, tenía las mandíbulas fuertemente apretadas. Ella lo acariciaba con tanta ternura… lo tocaba como los restos arqueológicos que sacaban del mar, eso le hizo gracia, él era un bruto, pero no podía reírse, no con aquella amorosa mano acariciándolo, si no se controlaba todo acabaría muy pronto, demasiado pronto.
Se concentró en acariciarla a ella, quería que ella disfrutase de aquel acto, quería darle lo que un mal nacido le había arrebatado, quería darle placer. Un dedo inquisidor fue descubriendo poco a poco los labios húmedos hasta llegar a la entrada del cuerpo femenino, no se detuvo, suavemente la penetró un poco, el cuerpo de (TN) se envaró, al notarlo él se retiró un poco, la mano que lo acariciaba se detuvo, la miró a los ojos y ella lo miró a su vez.
-¿Te hago daño?
-No, es solo que… -El volvió a penetrar un poco sin apartar la mirada de ella, volvió a salir y volvió a entrar, a ella se le escapó un gemido de puro placer, entonces él con el pulgar le acarició el brote erecto al tiempo que su dedo índice la acariciaba rítmicamente. Adentro afuera sin abandonarla del todo. A ella se le atascó la respiración en la garganta, jadeo y su cuerpo empezó a moverse por voluntad propia, cuando pensó que la tensión que sentía en su bajo vientre ya no podía crecer más, explotó, se deshizo entre los brazos de Nick temblando por las poderosas convulsiones del éxtasis.
El la abrazó contra su cuerpo mientras ella volvía del limbo, le pareció que tardaba una eternidad, aunque en realidad solo fueron unos minutos. (TN) se revolvió entre sus brazos y abrió lentamente los ojos. Seguía aferrada a él con las manos.
-Ha sido…
-¿Qué? –La instó él a seguir.
-Ha sido fantástico… liberador… yo nunca…
-Lo sé mi amor. –Le decía mientras le acariciaba los sensibilizados pechos.
Ella se sobresaltó al sentir una llama de deseo que se removía en su interior. El lo vio escrito en sus ojos y sonrió.
-Si amor mío, eres una mujer muy apasionada. –Le susurró junto a la boca un segundo antes de fundir la boca con la de ella.
En pocos minutos (TN) estaba removiéndose inquieta debajo de él, sus manos lo acariciaban vorazmente, y su boca recorría los músculos del cuello y del pecho de Nick con un frenesí que la tenía asombrada. Cuando se detuvo en un pezón duro del pecho del hombre, lamiendo y succionando, él la cogió fuertemente por los hombros, gozando de su pasión recién descubierta. Lo estaba enloqueciendo, pero quería que ella fuera consciente de esa pasión. La dejó hacer, acariciándola a su vez, sintiendo como poco a poco iba perdiendo el control sobre sus sentidos. Cuando ella lanzó un jadeo entrecortado se colocó entre las piernas abiertas, suaves y sedosas.
-Mírame amor. –Dijo al apoyar su miembro endurecido en la entrada húmeda y caliente.
Ella abrió los ojos al notar como él iba avanzando dentro de su cuerpo, lo hacia con tanta ternura, tan lentamente que ella estuvo a punto de decirle que se apresurara. Se sentía incómoda, lo sentía demasiado grande, demasiado duro, parecía que nunca iba a llegar al final. El la sintió ponerse tensa. Se detuvo y la besó, con tanto ardor que la dejó aturdida y poco a poco terminó de penetrarla. Estuvo unos momentos inmóvil cuando sus caderas quedaron encajadas, besándola con todo el amor que sentía por ella.
(TN) se relajó y él empezó a moverse en su interior, ella lo siguió. El la acunó, la amó y cuando sintió que ella empezaba a convulsionarse la abrazó contra su cuerpo y los dos como almas gemelas fueron al encuentro de un glorioso orgasmo.
Pasaron varios minutos antes de que ninguno de los dos se moviera, cuando él pensó que la estaría aplastando y trató de retirarse, ella lo abrazó con fuerza.
-No me dejes.
-No voy a ninguna parte, solo pensé que estaría aplastándote. –Dijo depositando un besó en su frente.
-No. –El sentía como ella aún temblaba por la fuerza de las sensaciones, la abrazó con fuerza.
Al cabo de unos minutos él se puso de espaldas arrastrándola con él.

por **PEZA** Dom 08 Sep 2013, 4:23 pm

4/5

Capitulo 9

Los días que siguieron fueron como un sueño para (TN), su amado la colmaba de atenciones, siempre estaba pendiente de ella, a todas horas. Cuando estaban en el barco, ella se dedicaba con eficiencia a vigilar a los chicos, de vez en cuando él se le acercaba con una botella de agua fresca, o le decía que se bañara que él ya vigilaría, o se sentaba a su lado solo por el placer de estar junto a ella.

Los amigos de Nick se dieron cuenta del cambio y todos la trataban de forma distinta, la incluían en sus conversaciones, a veces le preguntaban su parecer sobre cualquier cosa que estuvieran discutiendo, y ella se sentía en la gloria.

Cada tarde al llegar a puerto Raúl la acompañaba a casa y salían a pasear con el pequeño Niko.

Los dos se dieron cuenta que la madre de (TN) hacía lo indecible para que ellos salieran solos, cada día tenía una excusa diferente.

Concha veía que su hija era feliz con ese hombre, y no dudaría en hacer lo que estuviera en su mano para que la relación con su hija fuera bien. En esa época del año, en el pueblo cada noche había alguna atracción, y ella insistía en que (TN) y Nick fueran, la felicidad de su hija era su felicidad, y ese hombre que estaba a su lado la hacía feliz.

En el barco todo era actividad, estaban preparándose para zarpar. (TN) estaba inclinada en la barandilla tratando de ver a Nick, llegaba tarde y no acostumbraba a pasar, normalmente era el primero de llegar. Esperaron unos largos diez minutos, y entonces ella lo vio aparcar su coche en el muelle, donde lo dejaba siempre.

-Ya llega. –Le dijo al capitán. Este empezó a gritar órdenes a sus hombres, zarparían inmediatamente.

(TN) vio el rostro descompuesto de Nick aún antes de que él subiera al barco, se preocupó. ¿Qué habría ocurrido? Se acercó a él y le dio un rápido beso.

-¿Qué pasa? –Las sombras de sus ojos le decían que se trataba de algo grave.

-El niño de Joe está enfermo.

-¿Es grave?

-Sí. –Ella se mordió el labio inferior, odiaba a ese hombre, pero el niño no tenía ninguna culpa de tener un padre tan…

-Si puedo ayudarte en algo…

-Tengo que hacer unas llamadas.

(TN) asintió y se fue hacia su lugar de vigilancia.

Al mediodía cuando todos estaban preparándose para comer, (TN) se tumbó en una de las hamacas que utilizaban los adolescentes pensativa, en toda la mañana no había visto a Nick, cuando había preguntado a uno de sus amigos por él, le había contestado que estaba muy ocupado y que más valía que no lo molestase. Ahora ella podía distraerse de sus obligaciones, con todos los muchachos fuera del agua ella no tenía por que estar alerta, ya era hora de que se enterase de lo que pasaba. Se levantó y se dirigió a la cabina, Nick estaba con el teléfono al oído, esperó, pero lo que oyó la sorprendió, él se marchaba, estaba hablando con el aeropuerto, para conseguir pasaje en el primer avión disponible. ¿Qué habría ocurrido para que él se fuera con tanta prisa?

Sin saber por que se le hizo un nudo en el estómago, él se iba. Se reprendió a si misma, ella sabía que eso iba a pasar, pero había sucedido mucho antes de lo que ella esperaba. Se había enamorado de ese hombre, lo amaba. No iba a pedirle que abandonara su vida para quedarse con ella, de ninguna manera iba a ocurrir eso. El era joven, rico, muy atractivo, tenía todo lo que se le antojara, las mujeres se volvían cuando él pasaba. Lo miró, buscando su mirada, pero él estaba garabateando algo en un papel, y a ella se le estaba rompiendo el corazón. Salió de allí, necesitaba estar un rato sola para poder poner en orden sus sentimientos, para poder fingir que todo estaba bien. Se fue hacia la proa del barco, donde en esos momentos no había nadie, se sentó apoyada en el mamparo y su mirada se perdió en el horizonte, realmente sin ver.

No estuvo mucho rato sola, Nick fue en su busca pocos minutos después de que ella saliera de la cabina. Al ver su mirada supo que algo no andaba bien.

-¿Qué pasa? –Le preguntó mientras se sentaba a su lado.

(TN) trató de poner buena cara, no quería que él se diera cuenta de sus sentimientos.

-A mí nada… ¿Y a ti? -El no se lo acabó de creer, pero tenía demasiadas cosas en la cabeza.

Se miraron a los ojos durante unos segundos. Al fin él dijo…

-Me marcho esta noche. –Ella no dijo nada, sentía un nudo en la garganta. –Mi hermano me necesita, me ha tenido prácticamente toda la noche al teléfono… Y para colmo su mujer lo ha dejado.

-¿Qué? – Exclamó ella con los ojos saliéndose de las órbitas.

-¡La muy zorra! Cuando se enteró de que el niño tenía una enfermedad grave, los abandonó a los dos.

-Pero… -No se lo podía creer, ¿Cómo era posible que una mujer abandonara a su hijo enfermo?

-Les dijeron que la enfermedad era hereditaria, le hicieron pruebas al niño y los resultados dieron que la había heredado del padre, que no tuvieran más hijos porque era muy probable que todos sufrieran de lo mismo.

A (TN) le faltaba la respiración, no podía ser…

-¿Qué enfermedad tiene el niño? –Su voz era apenas un susurro.

-No lo sé exactamente, pero le han dicho que le tienen que hacer un trasplante, que sino el niño tiene pocas probabilidades de vida.

Ella se levantó de un salto. ¿Estaría su hijo enfermo? Se apoyó en la barandilla temblando, él fue a su lado y sintió su estado de desasosiego, pensó que era por su sobrino, la abrazó contra su cuerpo.

-Tranquila amor, mientras hay vida hay esperanzas. No pienso rendirme. Me voy por que mi hermano esta muy agobiado. Haré lo que haga falta, llevaré al niño donde sea, donde haya quien pueda curarlo. –Mientras le hablaba la mecía contra él. –No sé cuando podré volver… -Ella estaba preocupada por su hijo, no oyó lo que él le decía. El había visto en sus ojos preocupación y había tratado de tranquilizarla.

Rubén asomó la cabeza por encima de la barandilla y lo necesitaban. El la besó en la frente y subió.

(TN) fue a buscar su teléfono móvil y llamó al pediatra de su hijo, le dijo que era algo urgente y este le dio hora para ese mismo día por la tarde cuando ella acabara el trabajo. Estuvo hablando con el pediatra y le contó lo de la extraña enfermedad del sobrino de Nick, este al verla tan preocupada, le dijo que haría al niño todas las pruebas necesarias para cerciorarse de que el pequeño no tenía ninguna enfermedad, que era completamente normal. Al día siguiente tendría que pasarse todo el día en el hospital para hacerle las pruebas.

Cuando salió de la consulta, llamó a Felipe y le dijo que al día siguiente no podía ir a trabajar. Este sabía lo que estaba ocurriendo entre ella y Nick y pensó que se debía a su precipitada partida.

Aquella noche Nick se presentó en casa de (TN), se habían separado precipitadamente, sabía que ella sentía algo por él, pero su reacción de unas horas antes cuando le había dicho que se iba, lo había dejado perplejo, no la entendía. Pensó que ella se sentía abandonada, como debía de haberse sentido cuando se quedó embarazada. El se sentía desgarrado entre el amor que sentía por ella y lo que tenía que hacer por su hermano.

-¿Puedo pasar? –La mirada de ella estaba apagada, como si tuviera una gran preocupación. –Me iba hacia el aeropuerto, pero tenía que verte antes de irme.

-Entra. –Se retiró para que él pudiera pasar. En cuanto cerró la puerta se encontró aprisionada entre los fuertes brazos de Nick. Se besaron como si la vida les fuera en ello, con ansias, con amor, con anhelo…

-No podía irme sin decirte lo que siento por ti. –Ella tenía la cabeza apoyada en su pecho, con suavidad él se la levantó para mirarla a los ojos. –Te quiero.

(TN) contuvo el aliento, su corazón le iba a estallar de dicha.

-¿Lo… dices en serio? –El tartamudeo de ella hizo gracia a Nick. Sonrió.

-Si muy en serio. Estaba pensando en un futuro juntos, cuando ha ocurrido todo esto, lo siento pero… tendremos que esperar… cuando haya solucionado lo de mi hermano… volveré. Te quiero en mi vida.

Ella se había quedado sin habla, hasta ese momento no se había dado cuenta de la profundidad de sus sentimientos. Había ocurrido tan deprisa que no lo había asimilado. Ella también lo amaba.

Tiró de él para llegar a su boca y lo besó con todo el amor que sentía en el corazón, diciéndole sin palabras cuanto lo amaba.

-Vete tranquilo, haz lo que tengas que hacer, cuando puedas volver estaré aquí esperándote… Yo también te amo.

El la abrazó como si quisiera fundirse en su piel, como si quisiera que ella le quedara grabada en su alma.

Al anochecer del día siguiente, (TN) salía del hospital con su hijo. El pediatra le había hecho al niño todo tipo de pruebas, el pequeño estaba sano, no tenía ninguna enfermedad. Ella respiró aliviada cuando le dieron el resultado de todas las pruebas. Pero… ¿Qué significaba aquello? Por más vueltas que le diera no le encontraba sentido.

Aquella noche cuando Nick la llamó, le preguntó por la enfermedad de su sobrino, este le dijo que necesitaba un transplante de cordón umbilical y que ya estaban buscando entre todos los bancos de donación de órganos.

-Si mi hermano pudiera tener más hijos la solución sería fácil, con tener otro hijo, podrían salvar a este.

(TN) dio un respingo.

-¿Estáis seguros de que todos los hijos que pudiera tener tu hermano, heredarían la enfermedad?

-Si, las pruebas que le realizaron al niño son seguras. –La voz de Nick denotaba su cansancio.

-Amor mío se te nota agotado, ¿Desde cuando que no has dormido?

Nunca una mujer se había preocupado por él, tenía una apariencia tan corpulenta que debían pensar que era invencible, pero su pequeña (TN) podía captar su debilidad, su frustración…

-¿Sabes que es la primera vez que me llamas así? –Trató de bromear.

-Así. ¿Cómo?

-Me has llamado amor mío, y te estas preocupando por mí.

Ella pudo captar su vulnerabilidad.

-Si me preocupo por ti, y… ¿Cómo quieres que te llame?

Con escuchar esas palabras su corazón se lleno de gozo, la amaba.

-Me encanta, eres lo que todo hombre busca, pero raramente encuentra.

-No entiendo.

-Que yo también te quiero.

Estuvieron hablando un rato más, y luego ella le dijo que se fuera a descansar.

Esa noche (TN) tomó una decisión. En el hospital tenían cordón umbilical de su hijo congelado. Por la mañana hablaría con los responsables y que sirviera para salvar al sobrino de Nick. El estaba sufriendo y si ella podía evitarlo, lo haría.

Una semana más tarde la llamaron del hospital y le dijeron que el cordón umbilical de su hijo no era compatible con el bebe de Joe. ¡Debía de haber un error! En cuanto pudo se presentó en el departamento de donantes y exigió hablar con el responsable. Le contó el caso y este lo buscó en el ordenador, no había ningún error, no era compatible. Solo lo podía salvar alguien de su misma sangre.

Se fue a su casa con la cabeza hecha un lío, se echó en el sofá para que se le pasara el dolor de cabeza que tenía, cerró los ojos y solo escuchaba “De su misma sangre”, los abrió de repente cuando cayó en la cuenta.

por **PEZA** Dom 08 Sep 2013, 4:26 pm

5/5

Capitulo 10

Dos semanas más tarde cuando el “Afrodita” estaba atando cabos en el muelle, Nick subió a bordo, cuando lo vio se le aflojaron las rodillas, llevaba lo ocurrido escrito en el rostro. Cuando llegó hasta ella no hizo falta que le dijera nada, la abrazó y ella se puso a llorar. Ante aquella escena todos se mantuvieron alejados.

Cuando (TN) pudo controlarse se secó las lágrimas y le acarició la mejilla.

-Lo siento.

Nick estaba acongojado por la pena que percibía en ella.

-No te preocupes cariño, los médicos hicieron lo posible para que no sufriera.

-Y tu… ¿Cómo estás?

-Yo no lo conocí, apenas nos permitían verlo a través de un cristal.

(TN) hizo la pregunta por que creyó que era lo más propio.

-¿Y tu hermano?

-Me lo he traído aquí, para que se le aclare la cabeza, para alejarlo de todo. –(TN) contuvo el aliento, no quería volver a ver a ese hombre nunca, pero se daba cuenta que si su relación con Nick iba bien… no tendría más remedio que tolerar a su hermano, por que no haría más que eso… tolerarlo y mantenerse lo más alejada posible de él. No estaba dispuesta a dejar que Joe estropeara lo que había nacido entre ambos.

Ella supo que había algo que no le contaba.

-¿Alejarlo de todo? ¿Qué ha pasado?

La rabia brillo en los ojos de Nick.

-La zorra de mi cuñada lo ha denunciado. –A (TN) casi se le salen los ojos de las órbitas.

-¿Por qué?

-Solo quiere dinero, dice que el niño murió por que su padre no había puesto todos los medios.

La indignación de (TN) no encontraba límites.

-La muy bruja, será hija de… -Nick la acalló posando sus labios suavemente sobre los de ella.

-Lo sé cariño. Todo lo que piensas y mucho más. –Ella dio un respingo cuando oyó aquel comentario. ¿Qué era lo que sabía? Lo miró interrogativamente. –He dejado todo en manos de mis abogados. Encontraran la manera de ponerla en su lugar, no lo dudes. No se aprovechara de mi hermano, no le va a sacar ni un céntimo, después de lo que hizo. Abandonar a un recién nacido es un delito, por mucho que lo dejara con su padre, aún que ella se basara en la enfermedad de mi hermano, lo que hizo esta mal. No se irá de rositas, no te preocupes.

No sabía nada, pensó (TN). Y en aquel momento supo que tendría que ser ella la que les abriera los ojos a aquellos dos inocentes hermanos. Pero… ¿Cómo hacerlo?

Amaba a Nick y sabía que él la amaba a ella, si hablaba, quizás los enfrentara, no, tenía que encontrar la manera de que se hiciera justicia sin perjudicar al hombre al que amaba.

Aquella noche habían quedado para cenar en el hotel donde se hospedaba Joe, los dos hermanos estaban en el bar tomándose una copa mientras la esperaban.

-Lo que tienes que hacer ahora es buscar a una buena chica, que te ayude a olvidar lo ocurrido. –Le decía Nick a su hermano.

-No lo sé, creo que ya he tenido bastante de mujeres por ahora.

-Créeme, un clavo saca otro clavo.

-¿Si? Y cuando la encuentre que le digo, “Lo siento cariño, te quiero pero no te daré ningún hijo”.

Ese tema tenía a Joe obsesionado, le encantaban los niños, y saber que no podría tener ninguno era lo que más le dolía.

-Siempre hay otras alternativas.

-Es muy fácil para ti decirlo, no te encuentras en la misma situación que yo.

-Si conoces a la mujer adecuada, te darás cuenta que las cosas no son tan difíciles. Si te ama no le importará.

(TN) entraba en ese momento en el bar, su mirada buscaba entre los allí reunidos. Llevaba un vestido de seda color burdeos que se adaptaba a su figura como si fuera un guante, su profundo escote dejaba entrever el nacimiento de sus pechos voluptuosos, se había peinado con un recogido sencillo en lo alto de la cabeza que dejaba escapar varios mechones alocados que le enmarcaban el rostro.

Nick estaba de espalda a la entrada y no la vio, pero su hermano…

-Acabo de encontrar a la mujer de la que me hablabas.

-¿Qué? –Joe hizo un movimiento con la cabeza, Nick siguió su mirada y la vio.

Sus miradas se encontraron y ella mostró la más encantadora de las sonrisas. Se dirigió hacia ellos y cuando llegó a su lado levantó la cabeza hacia él para recibir un beso.

-Vaya hermano… ¿Te lo tenías muy callado? –La voz de Joe fue un divertido ronroneo. -¿No vas a presentarnos?

¡No se acordaba de ella! ¡Vaya desfachatez! (TN) no podía creerlo, ¡Y ella había pensado en ayudarlo! ¡Que se fuera al diablo!

Nick vio la chispa de indignación en sus ojos.

-¿No te acuerdas de ella? –Miró a su hermano con una ceja levantada.

-¿Debería?

-Es la mujer que me salvó la vida el verano pasado.

La cara de Joe se transformó, ahora si la recordaba.

-Desde luego, es… -No se acordaba del nombre, ella cada vez se sentía más indignada.

-(TN).

-Lo siento, pero con todo lo ocurrido, tengo la cabeza como un tambor. –Mientras lo decía la cogió por la cintura y la besó en las mejillas. Ella no pudo evitar que su cuerpo fuera recorrido por un escalofrío que él notó, sonrió mal interpretando aquella reacción. –Hermano, tengo que sacarme el sombrero ante ti, has encontrado una buena pieza. Si yo la hubiese visto primero…

Los ojos de (TN) lanzaban chispas, Nick no supo por qué, su hermano le había hecho un cumplido.

-Si tú me hubieses visto primero… -No siguió, sentía que la furia la embargaba.

Los dos hombres se miraron.

Nick veía a (TN) nerviosa.

-Vamos tenemos una mesa reservada. –La cogió por la cintura y mientras la guiaba por entre las otras mesas le susurró al oído. -¿Estas bien?

Ella afirmó con la cabeza, no quería que él se diera cuenta de la animosidad que sentía hacia su hermano. Se obligó a sonreír.

Durante la cena estuvieron hablando de la expedición de búsqueda de restos que estaban haciendo en la bahía, Joe se entusiasmo enseguida, recordaba el año anterior y lo bien que se lo había pasado. Nick se sentía bien por que veía como su hermano se interesaba por algo que no fueran sus problemas. Hicieron planes para las próximas semanas, aún quedaba un mes para que caducara la licencia que tenían para explorar aquellas aguas.

Cuando estaban tomando café Nick capturó la mano de (TN) y le besó los dedos. Su hermano que no había parado de hablar…

-¿Si queréis estar solos…

-No seas tonto… –Nick lo miró sin soltar la mano de (TN). En ese momento le sonó el móvil, contestó, era su abogado. –Perdonarme. –Se levantó y se fue hacia el vestíbulo del hotel.

(TN) se concentró en las personas que había a su alrededor, evitaba mirar a Joe. Este se dio cuenta.

-¿Cómo terminaste trabajando para mi hermano?

-Ellos necesitaban una socorrista, y yo estaba libre. –La miró entrecerrando los ojos.

-Y de socorrista a su aman… -Carraspeó y dejó la palabra sin terminar cuando vio la cara con que ella lo miraba. –Perdona, no quería decir eso.

-Es bueno saber lo que piensan de ti. –Dijo ella sarcásticamente.

-Lo siento, no pretendía decir eso, es solo que no estoy muy lucido últimamente, los acontecimientos me superan.

(TN) lo miraba pensativa, ¿Cómo podía ser que no se acordara de lo ocurrido el verano anterior? Oh es que… ella no había sido la única. ¡Maldito hijo de perra!

En aquellos ojos oscuros tan parecidos a los de Nick se veía el cinismo que lo envolvía. Era la clase de hombre que se cree con derecho de tomar o decir lo que le viniera en gana, sin preocuparse de a quien hería, se creía el ombligo del mundo, y pensaba que todo se compraba con dinero. Ahora entendía por que cuando lo denuncio, él se fue de rositas sin más, habría pagado por la coartada y su abogado había hecho el resto. Parecía que con su esposa se había encontrado con la horma de su zapato.

Sintió que el estómago se le revolvía, si no se alejaba de él pronto, vomitaría lo que había comido.

-Se me ha hecho tarde, tengo que irme, despídeme de tu hermano.

-Pero no pretenderás dejarme solo, Nick debe de estar a punto de volver. –Ese hombre la estaba enloqueciendo, tan pronto la insultaba como se hacía la víctima. ¿Tal vez estaba fingiendo que no se acordaba? Tendría que tener cuidado con él, ese hombre era un buen actor.

-Por eso, tu hermano volverá enseguida y ya no estarás solo.

Se dio la vuelta y se fue. Estaba furiosa.

Una hora después Nick llamaba a su puerta. Ella se había dado un baño relajante, lo necesitaba. Cuando oyó el timbre estaba envuelta en un albornoz naranja y se estaba secando el pelo.

Al abrir la puerta los dos se miraron intensamente.

-Joe me ha dicho que tenías prisa.

Ella no sabía lo que habrían estado hablando los hermanos.

-Sí, mi canguro tenía que irse pronto. –Era mentira, pero no se lo ocurrió nada más.

-¿No está tu madre contigo? –Le preguntó mientras entraba.

-No, solo vino a pasar unos días mientras la canguro estaba de vacaciones.

-Yo creí que ella vivía…

-No, ella vive con mi padre… -Lo interrumpió. –Aun que de vez en cuando viene a pasar unos días.

(TN) llevaba un cepillo del pelo en la mano, Nick lo miró. De pronto ella se sintió cohibida.

-Me estaba secando el pelo. –La mirada de él se volvió ardorosa.

-A mí me gusta tal como está. –Puso sus grandes manos en la estrecha cintura y la atrajo hacia su pecho, la abrazó ahuecando una mano en su nuca. –Te he echado tanto de menos. –Su voz ronca la recorrió como una caricia. Levantó la mirada hasta sus labios y suspiró. Nick no esperó un segundo más para perderse en esa boca plena y amorosa, la besó con suavidad, hasta que sintió como ella se apretaba más contra su cuerpo, ahondó mucho más su beso, la amó con la boca, con las manos. La recorría como si fuera un hambriento y no pudiera saciar su hambre. Ella se sentía vapuleada bajo las intensas sensaciones que él despertaba en ella con tanto ardor. De pronto la imagen del padre de su hijo le cruzó por la memoria y soltó un jadeo. Apartó la boca. El la miró intensamente y supo lo que había pasado.

-Tranquila cielo, me he dejado llevar…

-No te preocupes… -Apoyó la cabeza en el ancho pecho. –Quiero superar todo aquello, no quiero que nada se interponga entre nosotros. –Su voz fue un susurro.

Nick le acarició suavemente la barbilla mientras la empujaba para mirarla a los ojos.

-Lo conseguiremos juntos. –Murmuró antes de cubrir sus labios con su boca. La saboreó lenta y minuciosamente, acariciando su cuerpo suavemente con manos curiosas y traviesas. La tranquilizó con sus tiernas caricias, con sus besos pausados, hasta que ella gimió de placer, la alzó en brazos y la llevó a la cama, la depositó en ella con cuidado, le soltó el cinturón del albornoz y al quedar a la vista sus voluptuosos pechos contuvo el aliento del placer que sentía al observarlos, se tendió en el lecho a su lado y su boca volvió a encontrarla, mientras sus manos recorrían la aureola del pecho hasta llegar al firme pezón. Ella gimió de placer dentro de su boca.

-¿Te gusta amor mío? –Le murmuró junto a los labios.

-Hmmm…

-Esto te va a encantar. –Fue trazando un camino de besos, desde la boca hacia el cuello y luego más abajo, hasta que llegó al pecho, la acarició con las manos y cuando sacó la lengua y la pasó por encima del pezón ella se sacudió por el placer que estaba sintiendo.

-¡Nick! –Exclamó.

El levantó los párpados y la miró. Ninguna mujer con las que se había acostado había reaccionado de aquella manera. Le encantó.

-¿Si… amor?

Ella se arqueó para acercarse más a aquella boca. El no se retuvo, lamió, succionó y la devoró con su boca. (TN) se removía frenética. Sentía unas fuertes pulsaciones en su esencia de mujer, apretó los muslos, él se dio cuenta. Con su boca fue trazando un sendero de besos hasta llegar al ombligo, introdujo la lengua y ella soltó un jadeo extasiado.

-¿Imaginas si hago esto donde tu me deseas? –Murmuró arrastrando las palabras.

(TN) lo cogió convulsivamente por los hombros…

-Te necesito… ya. –Exclamó tironeando de su camisa.

-Te daré lo que necesitas. –Bajó más hasta que estuvo acariciando con la lengua el brote erecto entre los muslos femeninos. A ella se le escapó una exclamación. Empezó a temblar y él introdujo la lengua en su cuerpo, acariciando rítmicamente. (TN) estiró los brazos frenética, y sus manos se cerraron con fuerza sobre las sabanas, gritó pero no se enteró, se convulsionó desbordada por las increíbles sensaciones, sus muslos se separaron por voluntad propia mientras Nick la acariciaba con la lengua y las manos y succionaba su esencia. La sensación era tan increíble que ella cerró los ojos con fuerza y vio millares de luces rodando mientras su cuerpo se convulsionaba con el éxtasis más arrebatador de su vida.

Cuando tubo fuerzas para abrir los ojos, él se había desnudado y estaba cubriéndola con su cuerpo, su piel era muy cálida, el bello de su pecho le hacía cosquillas en sus sensibles pezones, hasta convertirlos en prietos botones, su piel estaba tan sensibilizada que la quemaba donde la tocaba. Sintió su miembro duró, caliente, aterciopelado, frotándose en su humedad.

-Amor mío… -Que él le hubiese dado aquel placer abrumador y que ahora se contuviese, la conmovió hasta el delirio, amaba a ese hombre con toda su alma.

-Si… cariño… por favor.

La fue penetrando lentamente, bañándose en los fluidos amorosos de ella. Cuando llegó al fondo se estremeció, su boca se apoderó de sus labios, y su lengua se movía al mismo compás que su miembro, ella experimentó una extraña sensación, al sentirse poseída con todo el cuerpo, se sintió débil y femenina por la manera en que él le hacía el amor. El placer era tan supremo que le saltaron las lágrimas y cuando los dos experimentaron el éxtasis final, lanzando un grito de puro placer, se sintió parte de él.

Nick no se apartó, cuidando de no aplastarla, apoyándose en los codos, hundió la cabeza en el hueco del cuello suave y perfumado de ella, aspirando el aroma de la satisfacción.

-Ha sido perfecto… durante las semanas que hemos estado separados, dudé de que lo que siento fuera real… ahora sé que lo es.

Ella estaba demasiado agotada para hablar. Se limitó a besarlo en el hombro.

Los días pasaban inexorablemente, Nick y Joe se habían incorporado a la expedición de búsqueda de restos. Los dos hermanos estaban muy unidos y (TN) no quería interponerse entre ellos, pero sabía que cuando ella hablase… y no podía esperar mucho para hacerlo, alguno de ellos iba a acabar…

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Amor bajo las olas- Nick y tu- adaptada y terminada

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