Porcelain/rag doll. (Harry Styles)

Comenzaré a utilizar metáforas para narrar la historia. Mi historia, su historia, nuestra historia.

Recuerdo aquel día en el que le pedí que fuese mi novia. Sus ojos color miel brillaban más que nunca, lágrimas empezaban a brotarle. Le pregunté si había hecho algo mal, ella me respondió que lloraba de felicidad. Supe desde ese momento que estaba al lado de la persona mas dulce y sensible del mundo.

Dulce y sensible, la persona más sensible que nadie se pudiese imaginar. Supe que ella era como una muñeca de porcelana y que tenía que cuidarla, sujetarla y no dejarla caer jamás.

Yo era un niño pequeño y ella era mi preciosa muñequita. Y ella no era un simple juguete, ella era una de esas muñecas de colección a la cual no quieres que nada le pase. Aquellas que rara vez encuentras, las que difícilmente consigues y valoras demasiado. Se que los niños juegan con figuras de acción, pero en este caso era diferente.

Yo era feliz con ella y ella era feliz conmigo. Los primeros meses fueron los mejores. Yo le cantaba al oído, le decía las cosas mas tiernas que se me pudieran ocurrir, le recitaba poemas, la besaba, la abrazaba. A ella le encantaban todos esos detalles.

Pero después las cosas cambiaron. Olvide que se trataba de una muñeca de porcelana y comencé a tratarla como si fuese una simple muñeca de trapo, aquellas que puedes soltar, aquellas que caen al suelo y difícil mente se rompen. Pero no lo era, ella no era un simple muñeca de trapo, aunque en ese momento no me di cuenta.

Comencé a jugar con mi muñeca de trapo. Ya no la consideraba mi valiosa muñeca de colección si no mi pasatiempo favorito. Recurría a ella cuando la necesitaba, y cuando no la "necesitaba", simplemente no. Pasaba mas tiempo con mis amigos, en este caso, podría decirse que comencé a utilizar de nuevo mis figuras de acción.

—Creo que deberíamos terminar— recuerdo que me dijo.
—¿Que? ¿Por que?— pregunté, no soné alterado. Mi tono era neutral.
—Hace meses eras el novio perfecto, la persona mas atenta y romántica del mundo. Ahora me tratas como si fuese invisible, como si fuera un artefacto con el que puedas divertirte cuando quieras. Harry, soy tu novia, merezco un poco de tu atención. Haz cambiado y entiendo que quieras pasar tiempo con tus amigos, pero muéstrame que te importo al menos un poco.

Y fue un idiota, un estúpido y sobre todo un insensible.

—Creo que exageras.
—No exagero y si, terminar es lo mejor que podemos hacer.

Hice un sonido extraño, estaba molesto, pero después esa molestia se convirtió en tristeza.

Mas tarde me di cuenta de mi error. La solté, me hice a la idea de que ella era una muñeca de trapo y la solté. Una vez en el suelo me di cuenta de que ella estaba rota en pedazos. Todo el tiempo había pensado que era una muñeca de trapo, la había tratado como tal.

Yo pude haber remediado el error, al menos tratar de juntar todos los pedazos de mi hermosa muñequita. ¿Saben que? No lo hice, por que fui un cobarde. Y aún lo sigo siendo. La veo pasar todos los días, con su mirada puesta en el suelo. Ella me mira de vez en cuando, yo le regreso la mirada. Creo que ella nota que la extraño y ella me extraña a mi.

Quizás algun día me atreva a tratar de juntar los pedazos.