giveuwhatuwant

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La única razón por la que Charlie estaba fumándose un cigarrillo en medio de la nada era por Eleonor Mackenzie, quién se encontraba golpeando el capote del Jeep con algo más que rabia. 

Se repetía a sí mismo que era la última vez que la seguiría, pero para todas las últimas veces siempre había una vez más. 

Y por eso ambos habían terminado aquí, en una carretera poco frecuentada sin gas y sin señal. ━¡Maldición! ━ Charles cerró los ojos al escuchar los puños de su hermanastra chocar contra el metal. ━¡Qué estúpida! ¡Lo sabía!━ Pedirle a Mack que se calmara sería como echarse la soga al cuello y a Charles le gustaba vivir. 

Ignorarte me viene mejor, pensó... aunque al instante se arrepintió, porque recordó que la ausencia de Mack fue lo único que le hizo compañía entre tantas personas conocidas y en todas esas camas provocativas durante varios años. 

Y que cuando ella decidió regresar, aunque fuera sólo un regreso momentáneo, su corazón le dió un brinco. Casi al instante, ya estaba listo para todas las cosas malas que ella traía con una sonrisa, aparentemente sin una pizca de control.

Porque, ¿qué no es eso lo que provoca el amor?

Exhaló el humo exageradamente ruidoso, llamando la atención de Mack a propósito. Ella no perdió el tiempo en dar la cara con una sonrisa sombría, de oreja a oreja, cayendo por completo. ━ ¿Necesitas algo, sunshine?

━No, querida. Anda, continua, yo te espero. ━ ¡Como si pudiera hacer otra cosa! gritó su interior. Pareció que Mackenzie tomó vuelo al empujar su cuerpo de lejos de la camioneta y caminar descalza hacia él. Charles tiró lo sobrante del cigarrillo, preparándose para el impacto. 

Eleonor no lo decepcionó cuando lo tomó del cuello de la camisa con ambas manos, lista para culparle. ━¡Esto es tu culpa! ¡Yo estaba perfectamente bien! ¡Y si no hubiera sido por ti no habría perdido ni mi dinero ni mis tacones! ¡Y ve a tu alrededor!━ Gritó ella mientras él enarcaba una ceja pensando en que la respuesta no lo molestaba en absoluto. ━Además, ¿a quién carajos se le ocurre salir sin antes revisar que tiene la gasolina suficiente para volver?

Charles sólo podía pensar en que ahora él estaba con ella. Y ella estaba con él. 

No había palabras que pudiera decir Mack para que Charlie cambiara de opinión. Incluso la nada en este momento le parecía un buen lugar para estar. 

━ ¡Ahg! ¡Quita tu cara de imbécil! ━ Dijo llevando su mano al rostro del chico para evitar verlo, porque estaba vagamente segura de que su estado anarquista se redimiría con sólo una mirada más de Charlie. 

Y aún no quería ceder. 

Así que dió la vuelta, después de picarle el ojo, y comenzó a caminar hacia la dirección opuesta, abrazándose así misma por los codos al sentir el viento nocturno recorrerle la piel que el vestidito no cubría. 

━ ¡Vamos, Mack! ━ Escuchó. ━ ¡No podía dejar que entraras a ese lugar de mala muerte tu sola!
 
━ ¡Para tu información, Charles: yo ya estaba dentro! ¡Y sólo para aclarar soy muy buena apostadora! ━ Respondió a gritos.

━¡Dios nos libre de lo contrario! ━ Se podía escuchar la carcajada libertina de Charlie. ━ ¡Eres una mala perdedora! 

━ ¡Tú ni siquiera crees en Dios! ━ Chasqueó la lengua para darle el tiro de gracia al ateo; con una escurridiza sonrisa en el rostro, esta vez una genuina, careciente de maldad o cualquier intención que pudiera herir de alguna forma a Charles.

Tenerlo ahí... su simple presencia irradiaba calor. 

Después de todo, él era su sunshine. 

Le dolía admitirlo, pero él le podía y eso le asustaba; reconocer que otro tenía la capacidad de elevarla o hundirla no era precisamente una bendición. Desde que había "regresado" se preguntaba cada mañana sin excepción si había sido una buena idea quedarse en el departamento de Charlie. Pensar en que sólo le tomaría 40 pasos llegar a su la habitación tampoco ayudaba. 

Eleonor evitó el contacto visual bajando la mirada, recorriendo la desnudez de sus piernas hasta llegar a los pies sobre el asfalto. Apostaba su vida entera, a ciegas, por pura intuición como se hacen las grandes apuestas, a que Charlie se moría por abrigarle, calzarle, peinarle, bañarle. 

Besarle. 

Todo eso. 

Sin un orden. 

Resultaba injusto porque por mucho que quisiera ofrecerle con ahínco la almohada, la cama, la casa, la familia, ella no podía.

━ Charlie. ━ Susurró tan bajo que el otro sólo creyó haber escuchado su nombre.

No se resistió y dio el primer paso, seguido de otro y otro, y otro después de ese hacia ella, no conocía otro camino ni otro lugar al que quisiera ir. ━ Quédate ahí. ━ Le ordenó Mack entre dientes; recibir más de lo que se merecía no le parecía equitativo.

Mackenzie se definía así misma como un desastre, y como toda catástrofe siempre dejaba algún herido. Mejor dicho, a Charlie como el único quién tontamente le decía: En las malas siempre. ¿Qué no?. Eso la irritaba, saber que lo suyo era puro deseo pero al menos no moriría lento.

━ Si pelear delata la verdadera naturaleza de una persona, entonces nadie te conoce mejor que yo.━ Reconoció Charlie con melancolía al verla y al escucharla sollozar que no le quedó de otra más que sacar las manos de sus bolsillos y extender los brazos. Te daré lo que quieres, como siempre. El labio le temblaba demasiado que tuvo que morderse así mismo ante la espera.━ Ya, ven.

Ahora sí. 

Mack caminó lista para dejar que Charlie la envolviera entre sus brazos, y le brindara la calidez que para siempre jamás le faltaría sino lo tenía en su vida. Sus dedos en su pelo, y también la manera en la que él pegaba su rostro contra el de ella la hacía sentir segura. ━ Está bien. Todo está bien. ━ Susurró Charlie dulcemente.

Él levantó el rostro de su Mack gentilmente para poder mirarla a los ojos:

No quiero dejarte ir. 


Mack se levantó sobre la punta de sus pies para alcanzarlo. Charlie se inclinó aún más y se aferró a ella, casi cubriendola con su cuerpo por temor a que esto sólo fuera un sueño. 

Un beso bastó para que al despegarse por falta de aire él le pudiera decir: bienvenida, estás de vuelta en mi vida. Como lo había prometido en aquel gesto, ya estaba ofreciéndole todo a Mack, pero por el momento ella se conformó con su saco sobre sus hombros mientras él la llevaba en brazos de vuelta a la camioneta.

Este era su mecanismo. 

━ Deberás empujar el Jeep. ━ Dijo Eleonor con una sonrisa.

━ Ah. ━ Suspiró Charlie. ━ Ya lo veía venir.

Suyo y de nadie más.