Bajo Tus Efectos

• Autor: TomandoPorro
• Adaptación: No
• Género: Drama, Romance
• Contenido: Alto lenguaje
• Advertencias: Apologia a las drogas. Mi objetiv no es herir a nadie. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA
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Giovanni y Santi estaban solos en una oscura plaza a mediados de agosto por la noche. No sabían cuántas “secas” habían fumado, pero estaban seguros (o casi seguros, todo era muy dudoso) de que habían sido cinco. 

-¿Por qué tendremos cejas?- pregunto Santi lentamente y con los ojos achinados, pesados y completamente rojos- Re raro una línea de pelo ahí, en el medio de la cara. Nada que ver.

Giovanni no le prestó atención, tenía otras sensaciones. Los sentimientos volvían al igual que los recuerdos, pero “Ella” no lo haría nunca más.
 Las imágenes distorsionadas se colaban en su mente demasiado rápido como para que al girar la cabeza ya no estén, seguían ahí. Su corazón latía a mil por hora y aun así solo miraba a lo lejos.
-Ya estoy acá, Gio- Le dijo la dulce chica de cabellos negros y ojos cafés mientras le daba un beso en la frente. El no pronuncio palabra alguna, le fue imposible. Y  es que la había extrañado tanto, hace años no la veía y se veía exactamente igual que la primera vez: fresca, radiante, esplendida como una flor al amanecer.

Giovanni seguía sentado con las manos en los bolsillos y contemplándola. Ella, con sus dos manos heladas y suaves como el viento las coloco por debajo del rostro del muchacho mientras se inclinaba hacia el hasta chocar sus narices y sonreírle. No tenía aliento, parecía no respirar, pero seguía sonriendo. El seguía igual.

-Ya sabés que no me voy, nunca voy a irme. Voy a correr por tus pensamientos una y otra vez.Y cuando sientas que ya no estoy: sabés cómo llamarme. Como devolverme a tu lado, Giovanni.

El corazón de Giovanni parecía estallar en su pecho, pero no sentía el tacto de la señorita que tenía enfrente, de su novia. La amaba, más que a el mismo, más que a su familia incluso y el solo hecho de tenerla ahí, en medio de la noche fría no lo tranquilizaba, lo excitaba aún más. Pero seguía inmóvil, como una estatua.

Su novia inclino su rostro a un costado y lo beso suavemente. Él chico no podía seguirla, solo profirió un leve gemido como de dolor, aunque más bien podemos retratarlo como “desesperación”, si, desesperación.

-Dejate llevar, mi amor. Solo una vez más.- Susurraba melodiosamente haciéndolo dormir. Solo una vez más, no va ser necesario otra. Solo una…

Y todo se detuvo. Un  fuerte temblor invadió a Giovanni devolviéndolo. Ella desapareció.

Santiago agarro una botella de agua y se la metió en la boca haciéndole beber. Giovanni suspiro por fin, relajando todos sus músculos comprimidos, su corazón ya estaba normal.

-Ya no está hermano, tenés que dejar que se vaya o te va a llevar con ella.- Le dijo mirando a su amigo que comenzaba a recomponerse.- casi morís, ibas a convulsionar. Ya no es un juego.

Giovanni lo observo por un rato.

-Ya no lo vuelvo a hacer, es la última-

Pero los dos sabían que no lo era, que siempre terminaban cayendo, volviendo a ella o más bien: dejándose llevar por ella.