let's not fall in love [n.c]

PRRRIIIIIIS TU PROLOGO   Me pusiste al Neruda, me iré a un rincón a iorar por tu culpa :c

Amor: se dice de cuando tu respiración se corta y sientes que no puedes seguir porque ya no eres una persona, porque te falta la mitad, y si no esta, mueres dolorosamente entre lagrimas y recuerdos. Sentimiento peligroso. Saca lo peor de ti e incluso puede llegar a matar. 

Io no puedo así loco, así no. Chau. Me encantó todo. Algo me dice que amaré a Mía, ahr.
 

Prólogo 003 // by Kida // next bwiyomi.
Nunca logró comprender la ambivalencia poética de una cicatriz, que tenía dos mensajes, aquí dolió, aquí sanó. Pero para él nunca fue así. Para Mess la cicatriz nunca sanó, quedaba ahí, latente y a la vista, como un recordatorio de lo que había perdido, de las promesas rotas y de los recuerdos que se reproducían sin permiso una y otra vez en su mente.

“Alguno de los dos va a salir lastimado”

Ella se lo había advertido, ella lo había apartado y cuando no pudo hacerlo más le había ofrecido una amistad. Él aceptó, porque en ese momento pasar unos minutos con ella de cualquier manera que ella le permitiera era mejor que verla de lejos, verla como arruinaba su futuro y no ser consciente de que él, al acercarse, estaba arruinando el suyo. O tal vez sí lo era, pero decidía ignorarlo, porque no lo importaba. Su error no fue acercarse a ella, fue no aceptar que para ese momento ya estaba completamente cautivado.

Cada vez que la sentía dormirse en sus brazos, reír por sus bromas o emocionarse por cada sobresaliente que conseguía en sus exámenes debido a las largas horas que pasaban juntos estudiando.

Pero así como recordaba todos los pequeños detalles de Ree, también recordaba ese momento en el que realmente pudo sentir el dolor en su pecho al verla marcharse que rompió su corazón y que quebró su camino.

Aún así, el error no fue sólo suyo. Fue de ambos. Jugaron en una muy fina línea que dividía el amor de la amistad, una línea que terminaron rompiendo y que ambos fueron muy cobardes como para aceptarlo.

Sin embargo, esa cobardía que le había evitado confesarle sus sentimientos ese día que hubiera podido retenerla a su lado, era la misma que lo reconfortaba. Él le había ayudado a crecer sus alas, no tenía el derecho de cortárselas por la súbita realidad de perderla.

Aunque no pudo haber perdido algo que nunca fue suyo.

Sólo quería pensar en el futuro, pensar en sus sueños, quería creer que podría seguir adelante, pero día a día la realidad de la vida le pesaba más en sus hombros. Las responsabilidades, los pagos, la falta de un título universitario y la soledad se le venían encima, dejándolo sin campo para pensar en sus sueños e incluso hasta llegar a un punto donde se encontraba sin ninguno. Intentó continuar por el camino que sabía debía tomar por el mayor tiempo que pudo, pero sin ella y con las presiones de una vida como “adulto” la tentación de un mundo nocturno era cada vez mayor.

Una nueva línea se había marcado en su vida, un nuevo límite con el que estaba dispuesto a jugar, ya que esta vez no tenía nada que perder. Un límite que separaba un futuro de sueños y una vida de peleas callejeras, con una pie en cada uno asegurándose de no pasar completamente al otro, asegurándose de no realizar ninguna decisión, sintiéndose como si estuviera esperando por algo que no llegaría a pasar.

Ya había sobrepasado el límite una vez y era cuestión, no de “si”, si no, de “cuándo” llegaría a sobrepasar este otro, que más allá de un juego del amor se había convertido en un juego de vida.

Lamento muchísisisimo la demora por traerles los merecidos comentarios baes (tambbién que sean así como kk)

pokemon:

pris:

allyyy:

Y bueno una vez ya comentado las tres primeras partes publicadas déjenme decirles que creo que vamos a acabar con el corazón rotito durante un tiempo con estas historias
also u

Prólogo 004 // by bwiyomi. // next baekhyun.

Aquellas palabras retumbaron en la cabeza de Dakine por días completos, no sabía porque había sentido tanta inquietud cuando las escuchó. Era extraño, Dakine siendo un orgullo para su familia y logrando todas las metas que se había puesto. ¿Por qué se sentía tan solo? ¿Por qué sentía un vacío en su corazón?

No podía evitar sentirse celoso cuando veía que todo mundo tenía una excepcional relación con sus padres cuando para él, nunca fue así y sabía que nunca sería así. Sus padres nunca le dieron el cariño que todo niño necesitaba cuando era pequeño, nunca le dieron el apoyo incondicional que se necesitaba cuando estaba perdido. Lo destruía por dentro, realmente lo hacía pero no iba a rendirse, continuaría sonriéndole al mundo aunque su corazón no se sintiera de la misma manera.

Y como si finalmente le estuvieran concediendo un deseo, llegó Gareth, un jugador de fútbol al que le faltaba muy poco para graduarse. Cómo se conocieron fue algo extraño, todo empezó cuando decidieron que Dakine sería el tutor perfecto para Gareth. Al principio tenía miedo, miedo de ser humillado y que tuviera que pasar un mal rato al lado del mayor. Pero todo cambió cuando Gareth le dedicó una sonrisa el primer día de sus tutorías, la primer sonrisa genuina que había recibido de alguien y todos los miedos que Dakine sentía, se esfumaron.

Gareth había sido la primera persona que mostró interés en los problemas de Dakine y la primera en ofrecerse a ayudarlo. Dakine no entendía, ¿qué había hecho para merecer toda esa bondad? Nunca podrá olvidar la mirada que le dio Gareth cuando comenzó a abrirse sobre sus sentimientos y problemas, era una mirada no de pena ni de lástima si no una de total comprensión que derritió el corazón de Dakine por completo.

Extrañamente se habían convertido en mejores amigos, en personas inseparables. Decir que conocer a Gareth había sido lo mejor que le había pasado en la vida era poco, le había salvado la vida, él y su familia. Fue salvado de ese sentimiento de soledad que anteriormente se había apoderado de él. Dakine se encontraba en total alegría, estaba pasando por la mejor etapa de su vida junto a Gareth. Tenía a alguien que lo escuchara, que lo apoyara, que estuviera a su lado y nunca encontraría las palabras suficientes para agradecérselo, olvidando y dejando pasar el hecho de que su corazón latía con fuerza cada vez que estaba a su lado, diciéndose a sí mismo que simplemente estaba muy feliz.

Pero esa alegría y felicidad no iba a durar para siempre. Aún recuerda el rostro de Gareth lleno de felicidad cuando le contó sobre su beca universitaria, Dakine limitándose a felicitarlo y regalarle sonrisas que no le llegaban a los ojos. Estaba feliz por Gareth, sabía lo importante que era para él esa beca pero eso significaba que estaría solo de nuevo, como en un principio. Aquella noche lloró hasta que no le salieran más lágrimas de los ojos, hasta que le dejara de doler el corazón. ¿Por qué la única persona que tenía en su vida debía desaparecer? No lo entendía. ¿Se lo merecía, acaso ese era su destino? Quería ser egoísta por primera vez en su vida pero no podía, no quería interponerse en el camino de Gareth. Así que cuando el mayor se fue, sintió como si lo hubieran golpeado un millón de veces en el rostro, la realidad lo había golpeado, Gareth se encontraba a mil kilómetros de distancia, llevándose con él, el corazón roto de Dakine.

Dakine entró en depresión, no tenía ánimos de nada, no quería comer, no quería ir a la escuela y su hermana Melody fue la encargada de pegar e intentar reparar el corazón roto de Dakine, por más difícil que fuera.

Estoy estresada bc quiero hacer un comentario digno de sus prólogos pero la inspiración para comentar está junto a la inspiración para hacer tarea (?) mentira. ahr. 

ally:

ana:

Me toca a mí 

Prólogo 005 // by baekhyun. // next Dena Vega.
Hay personas que tienen una magia especial. Tienen ese no sé qué que hacen que los quieras, así, de la nada, sin saber cómo ni cuándo. Esas mismas personas tienen el poder de llegar, mover tu mundo, ponerlo patas a arriba y hacer de tu vida un huracán sin necesidad de mucho esfuerzo, solo con una sonrisa o un “qué tal”.

Cuando lo conoció supo que él sería esa clase de persona. Con sus ojos marrones, sus finos labios y una sonrisa que podía iluminar todo su mundo. Todo él era como un pequeño ángel que había venido para sacar a Geraldine de aquella pesadilla que vivía a diario.

Él llegó a su vida de repente. Un día de secundaria en que ella comía sola. Fue la primera persona en acercarse, extraño, puesto que nadie se acercaba a “la pobre Geraldine”.

Con el paso del tiempo se fueron haciendo inseparables. Él siempre la defendía de los chicos abusivos, ella siempre lo ayudaba en sus tareas de literatura, pues si había una sola cosa en la que Carter era malo, era analizando viejos textos.

Nunca supo cuándo comenzó a quererlo; tampoco cómo robó su corazón, su aliento, ni mucho menos cuándo sus pensamientos a la hora de no poder dormir se convirtieron en recuerdos de ambos. Solo supo que desde que lo conoció hizo sus días mejores con solo un mensaje y una sonrisa.

Pero tuvo que irse, como todo lo bueno en su vida. Se fue, así, como si nada, como si con aquel adiós todo su mundo seguiría igual. Se fue dejándola con un nudo en el estómago, con rosas marchitas clavando sus espinas alrededor de su corazón. La dejó como la pequeña vela que alumbra la inmensa oscuridad y se apaga a causa de un soplido.

No quedó nada más que un corazón roto y mariposas muertas dentro de ella. No quedó nada más que un recuerdo de su sonrisa, una mirada tierna y una dulce voz que inundaba sus pensamientos cada vez que no podía dormir.

Se quedó sola. Su hermanita murió meses después a causa de la enfermedad que tenía y esa fue la gota que derramó el pequeño vaso de esperanza que tenía.

Ya no estaba Carter, ya no estaba su hermanita ¿Qué más le quedaba allí? ¿Un padre abusivo y una madre drogadicta? No quería más de eso.  Así que decidió dejar esa vida detrás.

Se fue tal como se había ido Carter, solo que ella no tendría la misma suerte que el muchacho. Ella sabía su camino, sabía lo que esperaba, sin embargo, eso no la detuvo al saltar por el precipicio de la depresión, ahogándose en tragos de alcohol cada noche y llorando sobre una pobre almohada hasta quedarse dormida, aún con aquel chico de hermosa sonrisa siendo su último pensamiento.
 

Prólogo 006 // by Dena Vega// next bowieonmars.
₪Cada vez que mis ojos encuentran los tuyos, la tercera guerra mundial comienza. Y no, no hablo de lo que me haces sentir, si no de lo que trato evitar; enamorarme y no poder recibir lo mismo.₪

No es lo que se imaginan, quizás es repetitivo, solo es otra trágica historia esperando ser contada. El amor en ciertas ocasiones tiene sus definiciones; es hermoso, es mágico, es doloroso... Es dañino. Y vaya que lo era, la vida de Kim Han Yeol podría ser testigo de ello, todo empezó en la estación del año menos indicada, en la situación menos apropiada, pero con la opurtunidad que nunca volvió a tener.

Un roce simple entre niños, una sonrisa inocente de parte de ella y aquella fue la llave a su destrucción; aquel fue el primer error en sus vida. No era secreto alguno que esos niños que solían pasar horas juntos tenían cierta atracción entre ellos, tampoco era secreto que detrás de esas sonrisas ocultaban misterios que anhelaban conocer la luz, estaban hartos de la oscuridad y al momento de encontrar la salida, prefirieron encerrarse nuevamente y quedarse en el olvido.

"Hanyeol, prometeme que no nos pasará lo mismo que nuestros padres. Amar parece destruir la felicidad."

Lo prometo. Pero creo que ambos perdimos ante su combate.

Verdad, ambos cayeron en la guerra del amor, ninguno puso una barrera ante sus sentimientos, y en su adolescencia las confusiones no tardaron en llegar. ¿Que era el amor?... Cambiemos la pregunta, ¿Podemos amar sin envenenar nuestra mente con una felicidad incierta? Ninguno de los dos quería amar, ella era muy egoísta ante sus decisiones, el ni se inmutaba a llevarle la contraria, y justo cuando las cosas no podían ir mejor; llegó el momento en que los dos dejen a un lado sus espadas y se enfrenten mano a mano.

La carta en su mochila fueron la patada en su estómago que lo dejó sin aire; sus palabras incoherentes fueron sus golpes más bajos en lastimarlo.

....."Espero entiendas mis razones, no podía verte a la cara, el miedo invadió mi cuerpo. Espero seas feliz y conozcas a alguien que te ame y te haga sonreír. Yeol, prometo que nos veremos, esto no es un adiós sino un hasta luego.

Mentiras, el no entendía ninguna razón y menos quería comprender sus ideales. El nunca será feliz y conocer a otra persona para amar no estaba en sus planes; ella era su bastón solo podía sonreirle, y ahora que se iba de sus brazos... No volvería a ser el mismo.

Perdóname Sooyoung por romper nuestra promesa. Tenías razón, el amor destruye la felicidad, tu eras esa felicidad.

"lenta se nace no se hace   :

Capitulo 000 // by username // next username.
Ellos eran dos seres de distinta procedencia pero similares.
Ella era como Icaro encaminado hacia su muerte cuando se topó con él, el sol. Pero en realidad la historia se roto hasta el punto de encontrarse ella siendo el sol flameante que no quería creer en el amor hasta ver marchar a Icaro y destruirlo todo hasta que quedaran cenizas como él había hecho de su amor.

En la vida existen muchos tipos de personas, Lydia solo había conocido a un par de ellas. Sin embargo todas resultaban ser o buenas personas o caraduras, y usualmente tendía a juntarse con caraduras. Así que cuando se encontró con Ed pensó que era un tío más.

Al empezar a conocerse más ella no pudo evitar sentir admiración. Era algo nuevo, algo fresco. Como cuando sacan un nuevo sabor de helado. Estaba aprendiendo de sus sabias palabras, de su mundo y de su vida vivida. Cada día tenía las ansias de volver a verle al día siguiente. Cuando llegaba a casa no podía evitar sentirse en una nube cuando se tumbaba sobre su cama y dormir plácidamente porque sentía que aquel día había aprendido algo nuevo. No sabía que le estaba ocurriendo, ya que en realidad no se había enamorado antes.

Sentía como si todo su mundo hubiera estado cubierto de blanco y negro hasta ese momento, y Ed había sido el único en darle esa chispa de color que lo hacía brillar. Había empezado a amar la vida de nuevo y había encontrado a el amor de su vida.
Fueron unos pocos años, pero se sentían décadas. En el pasado se había empezado a descubrir a sí misma, pero entonces empezó a descubrir el mundo.

Ambos habían formado un nuevo grupo social, un grupo libre de estándares de belleza y con el puro fin de divertirse y hablar sin tapujos. Charlas hasta las cinco de la mañana, cine de incógnito e independiente, miradas, conciertos, alientos. Él era su david y ella su venus, no importaba el proyecto que trataran casi siempre acababan ayudándose mutuamente. Sus amigos bromeaban sobre si eran pareja y ellos solo reian tímidamente, ya que no tenían el valor de dar un paso adelante. Ni siquiera al haber compartido aquel beso frío antes de llegar a casa. ¿Para que? si eran amigos.Pasaban prácticamente el día juntos y cuando después abandonaron los hogares de sus padres tuvieron la peor idea para su situación.

La mudanza fue lo que confirmó su nudo en el estómago. El estar a simples metros de su lado, el apoyar cabeza contra cabeza con una débil pared separándolos. El entrar una noche a casa y encontrarle compartiendo risas con otra gente. Verle acaramelado con otras personas. Todo aquello le mataba.

El crecimiento de su grupo había hecho que hasta faltara al trabajo, ella hasta se preocupó por aquello pero él fue áspero contestándole con groserias. Aquello empezó a separarles. Se había subido tan arriba que lo veía distante. Se había convertido en un ser cínico y radical. Sin embargo salió a la luz el motivo, pero ni siquiera el apoyo les había devuelto la distancia..

Entonces un día le preparó una sorpresa disculpándose por no haberle prestado atención y la invitó a cenar. Aunque más tarde al llegar a casa le explicó que le había llegado una carta de la escuela de artes de nueva york aceptando su audición y dando pie hacia el siguiente paso, la audición en Nueva York.

Y así como las hojas él se fue movido por el viento. Y de nuevo se encontraba sola, solo que esta vez si se encontraba completamente sola en un piso de dos habitaciones sin compañero. en un apestoso local en el que no entraba nadie y una familia con la que no se hablaba. Sus amigos se habían quedado algunos en Nueva York, otros se mudaban a Dublín o Londres y otros simplemente se habían evaporado. No tenía nada que valiera la pena, o al menos así lo veía. Entonces empezó a drogarse, intentando mantener vivo el aliento y el recuerdo.(decidió que era hora de marcharse a otro lugar, intentar encontrar una vida nueva). Pero hay cosas imposibles de ovidar, que te hacen estancarte y no ver la puerta hacia algo más allá.

Había cavado su propia tumba.

Como Icaro había ido directa al sol hasta quemarse. Hasta quedarse en cenizas y evaporarse.Y no volver a ver su luz nunca más.

Ally, hacia tanto que no leía algo tuyo   me llego al corazón que decirte. Bueno vos tenes esa habilidad especial que decir. Comentaría cada párrafo de tu prologo pero me voy a contener.

kida. escribió:Nunca logró comprender la ambivalencia poética de una cicatriz, que tenía dos mensajes, aquí dolió, aquí sanó. Pero para él nunca fue así. Para Mess la cicatriz nunca sanó, quedaba ahí, latente y a la vista, como un recordatorio de lo que había perdido, de las promesas rotas y de los recuerdos que se reproducían sin permiso una y otra vez en su mente.

Ya con eso se me estrujo el corazón. Quería hacerme una bolita chiquita porque se que voy a sufrir mucho con tus personajes  
Bueno en general toda la colectiva me hará sufrir porque para eso se hizo. A veces somos muy crueles. Bueno ya me callo. Me encanto el prologo.
Quiero saber como se van a desarrollar los problemas entre ellos y como saldrán de eso.

bwiyomi. escribió:“La soledad y el sentimiento de no sentirse querido son la pobreza más grande.”

Ya con eso me tuve que retirar para respirar profundo porque dkjasjd, no se si me entendes.
Veni Dakine que yo te abrazo fuerte y te cuido
Yo no puedo con tanto, basta, en cualquier momento me retiro de esto. Es que juegan duro con mis sentimientos che
okno. Ya dejo el dramatismo.

bwiyomi. escribió:Así que cuando el mayor se fue, sintió como si lo hubieran golpeado un millón de veces en el rostro, la realidad lo había golpeado, Gareth se encontraba a mil kilómetros de distancia, llevándose con él, el corazón roto de Dakine.

Yo también tengo el corazón roto. Solo voy a decir que el amor es muy lindo y todo pero sufrir por amor es la muerte misma. Dakine yo te banco.
Me encanto Ana.. También hacia mucho que no leía nada tuyo y me encanta la forma en la que escribís, fresca y fácil pero llena de sentimientos. Ya quiero ver como continua.

Capitulo 001 // by changkyun. // next wang.
— ¿Estás hablando enserio, cachetón? Mira que si es una mentira, realmente será la última vez que te ayude…— Minah tomo un poco de su lata de jugo de pera y se levantó, acomodando su falda la cual era obligatoria para el colegio al que asistían.

Yixing bufo por décima vez en el día, como odiaba cuando su amiga se ponía en modo dudoso. Pasaría toda la mañana dudando de él hasta que le entregaran los resultados de los exámenes, y de verdad que no tenía muchas ganas de aguantar a nadie.

Se había levantado con el pie izquierdo, sus padres peleaban una vez más y se había cansado de decirles que se callaran, para colmo su madre le había pegado un buen manotazo en su cara y su padre le había mandado a comprar cigarrillos, haciendo que el vendedor del negocio lo viera con mala cara.

—Minah, ya te he dicho que me ha ido bien, ¡Deja de dudar de mi maldita sea! —El chico se levantó tirando su jugo en las gradas, cuando menos se lo había pensado, ya estaba tocando el pasto del campo y se alejaba rápidamente de su amiga.

La chica bufo y se sentó de nuevo, odiaba cuando Yixing se ponía de ese modo, pero a la vez le entendía completamente. Sabia la situación que vivía a cada día y cuanto le costaba a Yixing sobrellevar eso, más que nada porque seguía adelante porque sabía que si cometía algo contra su vida, ella nunca se lo perdonaría.
Recordó la vez que lo vio incendiando una montaña de pasto cuando tenía nueve años y acerco sus manos, quemándose. Minah lo detuvo a tiempo y solo obtuvo algunas quemaduras menores, pero si fuera por él, ahora podría hasta no tener manos.

Se arrepentía de ser tan dudosa con él, pero era la verdad, quería estar segura de que lo había ayudado de la manera correcta y que había funcionado de verdad. Le iba pésimo en filosofía, mientras que Minah la llevaba como viento en popa; por lo que le ofreció toda su ayuda y el profesor le dio una oportunidad más de retomarla.

Yixing golpeaba sus dedos en su rodilla al mismo tiempo que movía su cabeza. La música se escuchaba bastante fuerte y la sombra del árbol le ayudaba durante la hora libre; dormir había sido la primera opción pero simplemente no podía, por lo que opto a solo escuchar música tranquilamente. Bueno, tranquilamente era solo una palabra, el rock pesado que salía de sus auriculares simplemente dejaría sordo a cualquiera.
Pero Yixing no era cualquiera.

—Me debes estar jodiendo, acá estabas. —Escucho el chico al mismo tiempo que le arrancaban los auriculares. —Te busque por todos lados.

Yixing levando la vista con el ceño fruncido, Minah sostenía con su mano derecha los auriculares y la otra se encontraba en su cintura, portando una postura completamente segura de sí misma.

— ¿En dónde más estaría? Sabes que siempre vengo aquí. —Yixing se levantó lentamente, al mismo tiempo que se limpiaba los jeans negros y levantaba el saco del suelo. Si la directora le viera que estaba usando el “prestigioso” saco como asiento para no ensuciarse mucho, le regañaría hasta el país más lejano. Pero, como siempre,  a él le importaba un pepino lo que nadie de allí le dijera.

—Uy, que humos…—Gruño la chica al mismo tiempo que torcía sus labios. —Venía a avisarte que nos dejan salir, volvamos a las cinco que es cuando están  los resultados.

El chico se tomó la cara con las manos, ahora tendría que aguantar a su amiga durante tres horas en algún parque, lo llevaría a rastras a una cafetería a comer la misma tarta de fresas de siempre y luego lo haría cantar en un karaoke durante una hora hasta que se hiciera tarde. La misma rutina de siempre.

—Bien, iremos al parque, al café y al karaoke como siempre, ¡Pero! —Levanto la mano, señalándole en forma de amenaza. —No dudes más de mí en todo el día, no menciones el examen y solo hablaremos de estupideces como siempre. Necesito que me relajes, no que me estreses ¿Esta bien?
—A veces me olvido que mi mejor amigo es tan directo… ¡Bien, hagamos eso! —Minah se acomodó el bolso en su espalda y camino hacia las puertas del parque escolar, donde también se podía salir con toda la tranquilidad del mundo. — ¡Vamos, flojo!
—Aquí vamos otra vez…—Susurro el chico.


Y si, como había dicho, llevaban casi una hora en el parque. Minah corría a las palomas para alimentarlas, mientras que él estaba sentado, observándola e ignorando el hecho de que se encontraba acompañando a una loca de remate.

— ¡Maldita paloma, deja que te alimente! —Grito la castaña al mismo tiempo que corría más cerca de Yixing.
— ¿Sabías que si las corres y les gritas, nunca vas a lograrlo? —Sus brazos cruzados y sus piernas estiradas demostraban que estaba completamente cómodo y era muy probable que le costara levantarse luego.
— ¿Y cómo quieres que lo haga? —Minah se colocó los brazos en forma de jarra.
—Ven aquí. —Tomo uno de los brazos de la chica y la sentó a su lado.

Le quito el paquete de comida y espero que algunas palomas se acercaran a él, comenzó lentamente a esparcir las semillas y las palomas comenzaron a comer tranquilamente mientras que él sonreía con egocentrismo.

—Quita esa sonrisa antes de que te la quite yo con uno de mis puñetazos. —Minah le quito el paquete e imito la acción anterior del chico.
—Como sea, eres una boba. —Se encogió de brazos y se levantó, gruñendo, había acertado cuando dijo que le costaría levantarse. —Vamos a la cafetería, todavía quedan dos horas para las cinco.

La chica asintió, termino de esparcir las semillas y tomo su saco, al mismo tiempo que su mochila y salía dando saltos tras Yixing.

— ¡Espérame, cachetón!


El tráfico, la cantidad de personas andando por la calle y las amistades de Minah habían hecho que el trayecto hasta su cafetería favorita durara cuarenta minutos, por lo que habían descartado completamente la idea de ir al karaoke. 

— ¡¿Esta es la maldita fila?! —La voz chillona de Minah resonó por todo el lugar.
—Shh, baja el volumen maldita sea. —Yixing tomo la boca de su amiga con su mano y saludo a la gente, pidiendo perdón por los gritos de la chica. —Tomaremos un pedido para llevar e iremos caminando para no llegar tarde ¿Si? Así que no pidas tarta. 
—Bueno, Mamá…—Susurro la chica al mismo tiempo que se acomodaba en la fila.

Un total de veinte personas estaban delante de él de todas las edades y tamaños. Esa fila, aseguraban, que tardaría cuarenta minutos en avanzar.

—Pero sigo diciendo que es muy larga…
— ¡Que te calles, Minah!


—Mueve las piernas, vamos. —Hablo Yixing mientras corría al lado de Minah.

Mientras este se encontraba en toda su normalidad, la chica cojeaba y a la vez le costaba respirar para ir al mismo ritmo que él. Le pasaba notoriamente en la asignación de educación física, totalmente, pero en ese momento lo más importante era ver si Yixing había logrado sacar filosofía.

— ¡Estoy en ello, cállate! —Minah se calmó cuando logro divisar las puertas traseras del colegio. En sus diecisiete años de vida, nunca se había sentido más contenta de llegar a ese lugar.

Yixing aumento su velocidad cuando vio que la gente se acercaba al paredón de corcho donde se pegaban siempre los resultados. Sin esperar a Minah la cual le gritaba como loca, de eso dependía repetir el año, por lo que le importo poco las palizas de la chica que recibiría luego por ignorarla.

Corrió a unos cuantos chicos y vio como muchos se alejaban con cara feliz, aunque en su mayoría mantenían una expresión normal. ¿Era al único que le iba para el asco en la materia? ¿Realmente era tan inútil? Ignoro nuevamente a las personas y se colocó frente a todos, buscando su nombre en toda la lista.

—No veo mi nombre…—Susurro el chico buscando entre los puestos de entre los veinte y los treinta.
— ¿Cómo que no? —Hablo una chica de la cual, realmente, no se acordaba el nombre. —Mira, eres el nueve.

¡¿Nueve?! ¡¿Realmente era el noveno entre ciento once alumnos?! 

Observo con atención, sin podérselo creer. Leyó y releyó quinientas veces, más de mil se podría decir también, y seguía sin creerlo.


— ¡Si, maldita sea!

Se alejó de todos y observo a una cansada Minah en las puertas que daban al patio trasero. Apenas estaba recuperando el aire, y sus cabellos caían en forma de cascada, se le había deshecho el rodete que llevaba diariamente y ahora se encontraba con el pelo completamente suelto. Su camisa y su saco estaban desordenados; la pollera se le había subido un poquito pero no dejaba ver nada, uno de sus calcetines largos se había bajado del todo mientras que el derecho seguía en donde debía estar.

Por unos segundos, a Yixing le pareció ver la persona más hermosa del universo, y esa era ella.
Sin pensarlo dos segundos, corrió hacia ella y le abrazo, con todas sus fuerzas. Sintió el perfume a moras que siempre portaba y pasó su mano por el cabello castaño y sedoso, dejando que sus manos se enredasen en este.

— ¿Aprobaste?

Yixing alejo su cabeza, mirando aquellos profundos ojos marrones que tanto le habían gustado toda su vida.

La beso. La beso como si su vida dependiera de eso. Fue un beso corto, simple pero dulce y tierno a la vez; el beso que más había disfrutado en toda su vida y el primero de Minah. La separo despacio y sonrió, le quería más de lo que se podía imaginar.

—Voy a tomar eso como un sí.