FATE (Harry Styles)

Ok, vine con la intención de quejarme porque no subías pero después me di cuenta de que si subiste y jamás me enteré? WTF OWN?!?! Nunca me avisaste traidor!

Bueno, ahora lo importante... I LOVE ITTTTT! Alguna vez te dije que soy tu fan N°1? porque si no es así aca va; Soy tu fan N°1!!! SEGUILA PLEASE

Lifelover escribió:Ok, vine con la intención de quejarme porque no subías pero después me di cuenta de que si subiste y jamás me enteré? WTF OWN?!?! Nunca me avisaste traidor!

Bueno, ahora lo importante... I LOVE ITTTTT! Alguna vez te dije que soy tu fan N°1? porque si no es así aca va; Soy tu fan N°1!!! SEGUILA PLEASE

JAJA WELCOME BACK!! En un rato subo!

Me senté en el sillón mirando al televisor que estaba apagado. Estaba sola hace ya tres días y sinceramente no me sentía para nada mejor. No quería estar sola, sé que eso había dicho pero nada parecía bien, estaba de mal humor y triste todo el tiempo.


“Flor: Nos vemos en el café de siempre en veinte minutos, me debes una cita.


Clary: Seguro, nos vemos allí.”


Me cambié el pijama que me había puesto luego de bañarme por un jean, una remera azul marino y un fino saco gris, me peine mientras me miraba en el espejo, parecía que no había dormido en un año, las ojeras me llegaban hasta prácticamente las rodillas. Me puse una campera y salí de mi casa.


Cuando llegué a la cafetería Flor ya estaba allí.


-Me debes una explicación sobre esto-dijo mostrándome una foto mía con Harry durante la cita de Mandy.


Me adentré en una detallada descripción de como el celoso de Harry había casi impuesto que iría a la cita de mi hermanita, cómo transcurrió todo, la charla con Chris y cómo había logrado que Mandy se besara con Chad.


-Se supone que debías cuidarla.                                                  


-Harry es el policía malo y yo soy el bueno.-sonreí orgullosa.


-Solo esperemos que jamás se entere, porque va a matarte.


-Definitivamente me mataría.


Seguimos hablando por un rato, sinceramente extrañaba esto, necesitaba pasar por lo menos una hora sin pensar en Chris y como la había cagado.


Cuando finalmente llegué a mi casa puse a cargar mi celular que estaba sin batería y vi que tenía dos mensajes de Chris.


“Chris: Mañana por la tarde llego a Londres


Chris: Quieres que nos veamos el Lunes?”


Mi corazón se aceleró, claro que quería verlo. Me apresuré a responderle y dejé mi celular para que cargue sin interrupciones. Estaba por sentarme en el sillón cuando mi celular sonó nuevamente.
“Harry: Debería ponerte en la lista de invitados mañana?”
 Flor y Liam pasarían el año nuevo con los padres de Flor en Buenos Aires, así que parecía que mi única opción iba a ser pasarla con Harry.


“Clary: No sé si me apetece una fiesta, sabes si tu madre y tu hermana tienen planes? Estoy de humor para algo más familiar este año


Harry: Eres una aburrida!


Harry: Si vienes a la fiesta prometo que pasaremos el primer día del nuevo año con mi madre y mi hermana.


Clary: Dudo que tu madre y hermana quieran pasar el primer día del año conmigo


Harry: Callate, si te quieren más que a mí.


Clary: Podría decir lo mismo…


Harry: No creo que tu madre me quiera mucho.


Clary: El otro día me dijo que eras un gran chico


Clary: Poco a poco te la vas ganando campeón


Harry: Vaya, y solo me tomó seis años.


Harry: Si sigo así podremos casarnos en Marzo.


Clary: Será mejor que busque mi vestido


Harry: Volviendo a la seriedad


Harry: Vendrás mañana?


Clary: Está bien, pero espero que Anne haga ese postre que tanto me gusta


Harry: Le haré llegar los términos de nuestro acuerdo.”


Subí a mi habitación y miré dentro de mi armario para descifrar que me pondría la noche siguiente. Luego de prácticamente una hora de dudar me decidí por un top dorado y una pollera negra con unos tacos del mismo color.


Colgué en una percha y bajé para cocinar algo para cena. Odiaba cocinar para mí sola, generalmente Chris y yo cenábamos juntos, ya sea en mí casa o en la suya. Opté por unos simples fideos con salsa, obviamente cociné de más, como si hubiera olvidado las proporciones para una sola persona.


Esa noche me fui a dormir con un sentido de nostalgia horrible en el pecho, y sintiendo que lo peor todavía no había llegado.




Me desperté cerca de las dos la tarde, no dormía tanto desde que estaba en la secundaria. Me levanté rápidamente y salí de la cama para meterme en el baño y darme una ducha rápida. Tenía todo mi día planeado, al parecer  tendría que ver ese preciado capítulo de mi serie favorita otro día.


Una vez salí de la ducha me puse algo cómodo para comenzar a cocinar. Mañana iría a casa de Anne y definitivamente no caería con las manos vacías, así que había decidido cocinar una rica tarta de frambuesa. Había pensado en llevar vino, pero Harry siempre lleva vino.


Puse en una olla a calentar los fideos que habían sobrado de la noche anterior. Por otro lado saqué las cosas necesarias para hacer la tarta de frambuesas. Puse en la mezcladora los ingredientes y comencé a hacer el relleno, una vez todo estuvo listo lo metí al horno y comencé a comer mi almuerzo. Me moría de hambre, ya no era una adolescente que se levantaba tarde y comía a la hora que quería, me sentía una abuela y solo tenía veintitrés años.


Terminé de comer y fregué los platos. Saqué la tarta del horno y la coloqué sobre una bandeja bonita para dejarla lista para mañana y luego la coloqué en la heladera.


Ya eran las cinco de la tarde y no sabía qué hacer, así que comencé a prepararme para la fiesta. Me puse la ropa y pasé por un largo y relajante proceso de maquillaje y peinado mientras escuchaba música. Comencé a pensar en la última vez que bailé, fue durante la universidad, y solo porque necesitaba ganar un poco de dinero por lo que empecé como ayudante en clases de danza para niñas de nuevo.
Rebusqué en mi joyero algún collar para ponerme, pero ninguno me convencía. Mi mano tropezó con un collar que hace años no veía. Un dije dorado que simulaba un avión de papel adornaba la bella cadena del mismo color. Aún recuerdo el día que me la había regalado.


-Harry, ¿qué haces aquí?-pregunté sorprendida abrazándolo.


-Vine a buscarte para almorzar-contestó sonriente-además, me encanta como te queda el uniforme.-Susurró en mi oído.


-Ya cállate- me quejé sonrojándome y pegándole levemente en el brazo.-Ahora vamos que muero de hambre-  dije para luego volver a abrazarlo contenta antes de entrar al auto.


-Feliz aniversario-dijo una vez en el restaurant mexicano entregándome una cajita.


-¿No deberías arrodillarte?-bromeé.


-Aún falta para ese regalo-contestó riendo-Anda ábrelo…


Abrí la pequeña cajita y sonreí.


-Es hermosa-dije contenta-ven ayúdame a ponérmela.


Él se paró de su asiento y me ayudó.


-Tengo una igual, pero en color plateado.


-¿Por qué soy la número uno y tú el número dos?


-Muy graciosa. No, porque me gustaba más el dorado para ti y el plateado para mí.


-Déjame decirte que has agregado algo a tu lista de regalos.


-¿Lista de regalos? ¿Es más de uno?


-Ahora sí.


-¿Se puede preguntar cuál es el nuevo regalo?


-Creo que deberías llevarme a tu casa esta tarde para saber…


-¿Mi casa?


-No creo que en mi casa estemos solos


-Me gusta a donde está yendo esto.”


Negué con la cabeza intentando alejar los recuerdos. Él ya no usaba su cadena, y tampoco yo lo hacía hace ya mucho tiempo, y así estábamos bien. Volví a guardar la cadenita en su lugar y saqué una que mi madre me había regalado para mi cumpleaños número veintiuno.


Eran las nueve de la noche cuando salí rumbo a la casa de Harry. Tardé casi cuarenta minutos en llegar a la casa de Harry gracias al maldito tráfico. Cuando llegué me bajé del auto y entré a la casa de Harry, ya había muchas personas dentro, pero por ahora no conocía ninguna.


-Clary-Me llamó alguien y suspiré al ver por fin una cara conocida.


-Niall, por fin alguien que conozco.-Dije saludándolo-No sabía que estabas en Inglaterra.


-Llegué hace un par de días.


-¿Has visto a Harry?


-Sí, ven sígueme.


Caminamos entre la masa de gente hasta llegar a la cocina dónde Harry estaba sacando unas cervezas de la heladera.


-Viniste-dijo sonriente.


-Soy una persona que cumple sus promesas.


-Ven, quiero presentarte oficialmente a Olivia.


-Ya conozco a Olivia-le dije riendo.


-Sí, pero no como mi novia.


-¿En verdad?-pregunté emocionada.


-Sí.


-Felicidades Harry-dije abrazándolo-Vamos, quiero conocer a esta chica y hacerle un par de amenazas.


-¿Amenazas?


-Sí, ya sabes, la típica “no le rompas el corazón a mi mejor amigo o verás” y esas cosas…


-Ella no romperá mi corazón.


-Claro que no, la gente me tiene miedo-Contesté sonriendo.


Nos acercamos a Olivia, que llevaba su largo cabello rubio suelto y un vestido que le quedaba espectacular.


-Olivia, esta es Clary. Clary, esta es mi novia Olivia.


-Es un gusto verte de nuevo Olivia.


-Igualmente Clary.


-Pensé que la amenazarías-bromeó Harry.


-Se supone que: Uno tú no deberías estar presente cuando lo haga y Dos no deberías mencionarlo-dije irritada-eres pésimo para esto Harry


-Es la primera vez que hacemos esto-se defendió.
-¿Primera vez?-preguntó Olivia incrédula, no la culpo, si desplegáramos la gran lista de novias de Harry cruzaría Inglaterra de punta a punta.


-Así es.


-Nunca me presenta a sus novias, siéntete especial Olivia.


Hablamos por un rato, hasta que de tantos tragos que tomamos tuve que ir al baño, dejándolos solos. Siempre pensé que el día que viera a Harry con su novia, una novia verdadera no como todo el resto, sería muy difícil. Pero para mi sorpresa no había despertado ningún sentimiento negativo hacia Olivia, lo cual era un alivio.


Cuando volví a bajar ya faltaban solo dos minutos para las doce de la noche. La mayoría de la gente se había reunido en el living donde en la tele se mostraba una cuenta regresiva. Divisé a Niall junto con Olivia y Harry entre la multitud y me acerqué a ellos.


-Cinco, cuatro, tres, dos, uno… ¡Feliz año nuevo!-grité abrazando a Niall ya que Harry estaba muy ocupado besando a Olivia.


-Pensé que me darías un beso de año nuevo-bromeó.


-Tengo novio Romeo.


-Maldito afortunado-dijo y ambos reímos.


-¡Feliz año nuevo tontita!-Gritó Harry dándome un abrazo haciendo que mis pies se despeguen un poco del piso.


-Feliz año nuevo para ti también-dije separándome de él- y para ti Olivia.


-Igualmente Clary.


Me quedé hablando y bebiendo con ellos hasta tarde, cuando por fin me disponía a irme Harry se negó a dejarme porque había estado tomando.


-Mañana pasamos por tu casa para que te cambies y busques la bendita tarta Clary, ahora vamos a dormir.-se quejó.


-Está bien.


-Ten-dijo pasándome una de sus camisas para que use para dormir-así estarás más cómoda.


-Gracias.


-¿Clary?


-¿Sí?


Pensó unos segundos como decidiendo si debía decir lo que quería decir.


- Buenas noches.



-Buenas noches-respondí no muy segura.

-Clary despierta-gritó tirándose sobre mí.


-No-me quejé.


-Vamos, mi madre nos espera y debemos pasar por tu casa para que te cambies.


Me levanté y me puse la pollera negra y me quedé con la remera de Harry. Guardé todas mis cosas y lo esperé en el living.


-¿Estás lista?


Yo solo asentí y salimos rumbo a mi casa. Subí las escaleras y una vez en mi habitación elegí la ropa que iba a ponerme.


-¡Harry!


-¿Qué?


-Saca la tarta de la heladera-le grité para entrar a la habitación y comenzar a sacarme la ropa.


-¿Dónde está la…?-preguntó pero frenó en seco al verme medio desnuda-lo lamento.


-Está bien-le respondí avergonzada poniéndome nuevamente su remera.-¿Qué ibas a preguntarme?


Él solo se quedó allí parado sin decir nada.


-¿Harry?


-Lo siento, ¿Dónde está la tarta?


-En la heladera, está cubierta con un repasador rojo.


Harry salió de la habitación sin decir otra palabra. Diablos, eso había sido incómodo. Entré al baño y puse la traba para poder bañarme tranquila. Unos minutos después ya estaba en la sala poniéndome los zapatos.


-¿Listo para irnos?-le pregunté parándome del sillón.


Él asintió y  salimos de mi casa rumbo a la casa de Anne.


-Clary, que bueno verte de nuevo-nos recibió con un abrazo.


-Igualmente Anne, ¿Y Gemma?


-Está arriba.


-Iré a buscarla-Dije comenzando a subir las escaleras-Harry pon la tarta en la heladera.


Golpeé la puerta de la habitación en la que Gemma se quedaba cuando venía a Londres y entré una vez ella dijo pase.


-Clary, ya casi estoy lista.


Dudé un segundo antes de hablar pero finalmente lo hice.


-¿Qué piensas de Olivia?


-No la conozco aun-dijo cautelosa-¿Pasa algo?


-No, solamente quería saber que pensabas.


-¿Tú lo conoces?


-La conocí ayer, es una buena chica.


-¿Pero?


-No hay peros.


-¿Entonces por qué estamos hablando de ella?


-No lo sé, sabes que soy muy curiosa.


Ella me miró no muy convencida.


-¿Harry ha dicho algo que no debía?


-¿A qué te refieres?


-A qué sé que es lo que sucedió en el casamiento de Liam y también sé que no necesito ser una genio para saber que ayer estuvieron bebiendo.


-No ha pasado nada anoche, estoy intentando solucionar las cosas con Chris y eso no ayudaría mucho.


-Está bien, ahora bajemos que nos están esperando.


El almuerzo pasó tranquilo, Anne era una cocinera espectacular, no comía algo tan delicioso hace mucho tiempo.


-Oí que Mandy tuvo una cita el otro día-comentó Anne mirando a Harry mientras contenía una risita.


-Sí, Chad es un chico muy lindo.


-Es un chico, los chicos no son lindos-se quejó Harry.


-¿Tú no eres lindo?


-Yo ya he crecido, pero créeme cuando te digo que no fui lindo hasta hace un año


-Y eso es lo que nos da esperanzas en los hombres


Salimos rumbo a la casa de Harry cerca de las cinco y media de la tarde. Una vez allí me despedí de él, me subí a mi auto y me fui a mi casa.


Estaba muy cansada, por lo que me puse ropa cómoda y me acosté en la cama a ver televisión, cinco minutos después ya estaba dormida y no me desperté hasta el día siguiente.


Al otro día me levanté a las once de la mañana. Mi celular estaba sonando así que con pereza me levante a contestar la llamada.


-¿Hola?-pregunté somnolienta.


-¿Clary? ¿Te desperté?


Mis ojos se abrieron y podría jurar que mi boca me llegaba a los talones.


-No, no te preocupes-respondí-¿Ya estás en Londres?


-Sí, llegué ayer en la noche-contestó-¿Quieres ir a almorzar?


-Me encantaría.


-Pasó por ti en media hora-dijo para luego colgar.


Corrí a mi armario, busqué rápidamente algo para ponerme y me cambié. Chris llegó cinco minutos después.


-Hola


-Te extrañé-dijo envolviéndome en sus brazos.


Eso sí que no me lo esperaba. Siendo sincera no sabía que esperar, parte de mí quería que esto pasara, que me abrazara y dijera cuanto me extrañaba, otra parte de mí estaba segura que actuaría frío conmigo.


El camino al restaurante se pasó en silencio. En la radio hablaban sobre política y Chris escuchaba atentamente cada palabra que decía el periodista invitado. Una vez allí pedimos las bebidas y no dijimos ni una palabra hasta que el mesero se hubiera ido.


-Antes que digas algo quiero que sepas que te perdono-dijo con una sonrisa en su rostro, sacando un gran peso de mis hombros.-Pero quería hablarte de algo.


-Claro, ¿Sobre qué quieres hablar?


-Nada, creo que será mejor hablarlo luego, en un lugar con más privacidad.


-De acuerdo-dije no muy convencida.


En el almuerzo me contó que su tío había vuelto de Irak por unos meses y pudo pasar la navidad con él.


-Eso es genial.


-Lo extrañaba mucho.


-Me imagino.


La vuelta a su departamento fue menos tensa. Tomó mi mano cuando bajamos del auto, sorprendiéndome de vuelta.


-¿Sobre qué querías hablar?


-Me han ofrecido un nuevo trabajo.


-¿De verdad? Eso es genial Chris


-Hay un problema-dijo haciendo una pausa-Es en África.


-¿África? ¿El continente?


Me pegué mentalmente, claro que estaba hablando del continente ¿De qué otra cosa estaría hablando?


-Sería por dos semanas y después si les gusta como trabajo me contrataran.


-África es muy lejos, y muy impreciso… ¿Qué parte de África?


-El Congo, tal vez Namibia, no estoy muy seguro aún.


-No puedes irte, no sin antes resolver esto.


-Ven conmigo-dijo parándose del sillón.


-¿Qué? ¿A África? No puedo ir a África.


-¿Por qué no?


-Londres está demasiado lejos de mi familia, imagínate África. Además tengo aquí mi trabajo.


-Lo lamento no se me había ocurrido que no hay papel ni lapiceras en África-se quejó.


-No es solo papel y lapiceras Chris, es editar una y otra vez, es juntarse a diseñar la portada, es hacer entrevistas para promocionar un libro.


-Es solo por dos semanas-se quejó-Dos simples semanas


-Pero si todo sale bien serán meses y meses, no puedo irme por tanto tiempo.


-Sí que puedes, el problema es que no quieres.


-¿Por qué soy yo la que siempre debe hacer sacrificios?-me quejé-Me pediste que venga contigo a Londres para tu trabajo perfecto y aquí estoy, y ¿ahora quieres que deje todo y que me mude a otro continente? ¿Cuándo serás tú él que haga sacrificios? No estoy pidiendo que te quedes, sé cuán importante esto es para ti, te estoy pidiendo que entiendas por qué no quiero ir.


-Solo es por tu familia ¿Verdad?


-¿Qué estás intentando decirme?-pregunté.


-Sabes que quiero decir Clary-me contestó levantando la voz.


-¿Te esperabas algo diferente? ¿Qué pensabas que te iba a decir Chris? ¿“No voy a irme de Londres necesito estar en la misma ciudad que Harry Styles a todo momento”?


-Básicamente.


-Tienes que estar bromeando…


-No lo estoy, sinceramente pienso que te preocupas más por él que por mí.


-Lamento informarte Chris que Harry es mi mejor amigo, al igual que Flor así que discúlpame si me preocupo por él.


-La gente no se acuesta con sus mejores amigos.


-Lamento haber venido a molestarte Chris


-¿Qué pasa Clary? ¿No es lindo cuando alguien te dice la verdad en la cara?



-Eres un idiota-dije para luego salir del departamento.

-No sé si sea la mejor idea…


-Clary, esto será muy bueno para aumentar la venta del libro-dijo Elena intentando convencerme-Tus fans ya lo han comprado, ahora tienes que promocionarlo para el resto de la gente.


-¿Y un programa de juegos para famosos mejores amigos hará eso? ¿A quién se le ocurre esas cosas de todas formas?-me quejé.


-Todas las fans de Harry verán el programa, un programa que tiene un gran rating cada día-dijo mostrándome unos papeles con el rating de ese programa y otros que estaban a la misma hora, era mucho más alto-Definitivamente ayudará a las ventas, lo prometo.


-Te creo, pero no creo que a Chris le guste mucho.


-Chris hizo una elección, está rumbo a Namibia en este preciso momento –dijo para luego apuntarme con su lapicera-ya hemos hablado de esto, si él puede ir a mejorar o expandir su carrera y ganar experiencia ¿Qué te detiene a ti?


-Tienes razón.


Anoté en mi agenda la fecha del programa. No había hablado con Harry desde año nuevo y sinceramente no sabía cómo iba a actuar frente a él.


Esa tarde estaba sentada en el sillón en pijama viendo una película cuando sonó el timbre.


-¿Olivia?-pregunté sorprendida-¿Qué estás haciendo aquí?


-Creo que Harry me está engañando-Dijo preocupada.


Mierda.


-Pasa-dije corriéndome para que ella pueda entrar-¿Por qué crees eso?


-No lo sé, es como una intuición-dijo sentándose-no estoy segura como pero lo sé.


-¿Has hablado con él?


-No…


-¿Quieres que hable con él?-pregunté no muy segura que hacía en mi casa ¿Sabía lo que había pasado en la boda de Liam?


-No lo sé…-dijo frustrada-no sé qué hago aquí sinceramente… ¿Hablarías con él?


-Claro…


-Pero no me dirás lo que te dijo


-No es mi secreto que contar, si es que te está engañando.


Por un segundo me puse a pensar en que tal vez había una tercera persona involucrada en esto, lo que no me sentó para nada bien.


-¿No te ha dicho nada?-preguntó a lo que yo solo negué-Lamento molestarte Clary, es que no sabía con quien más hablar.


-No te hagas problema, ¿quieres tomar algo?


-No, creo que debería irme-dijo tomando sus cosas- Gracias por ofrecerte a hablar con él.


-No hay problema.


Eso había sido raro e incómodo. Tomé mi celular de arriba de la mesa y le escribí a Harry.


“Clary: Tenemos que hablar.


Harry: Suena serio.


Harry Está todo bien? Es por lo de la entrevista?


Clary: Creo que será mejor que vengas.”


Media hora después Harry estaba sentado en el sillón en el que había estado sentada Olivia.


-¿Qué era tan importante que tenías que hacerme venir corriendo?-Bromeó.


-¿No le has dicho a Olivia lo de la boda?


-¿Por qué me preguntas…?


-Harry…


-No, no le he dicho aún.


-¿Aún? ¿Qué estás esperando?


-¿Por qué estamos hablando de esto?


-Porque hoy tuve a tu novia desconsolada sentada en ese mismo sillón preguntándome si la estabas engañando.


-Lo lamento Clary.


-¿La estás engañando?-Pregunté-Sabes que puedes hablarme de esto.


-No, solo fue esa vez en la boda de Flor contigo.


-Tienes que hablar con ella.


-¿Qué? ¿Por qué?


-Porque es mejor que se entere por ti a que un día Chris se vuelva loco y diga algo que no deba frente a ella.


-Lo sé-Dijo poniendo sus manos en su cara-Lamento si te incomodó que venga Olivia.


-No te preocupes, ¿quieres algo de beber? Tengo algo que contarte.


-¿Algo digno de un café o de un té?


-Definitivamente es algo digno de una tetera de té entera-dije riendo.


Una vez el té estuvo listo nos sentamos en la mesa de la cocina y le di una detallada descripción de lo que había sucedido con Chris.


-¿Cómo te sientes?


-¿Enojada más que nada?, no lo sé…-contesté dejando mi taza sobre la mesa-No es la primera vez que quedo después de la carrera de alguien.


-Auch-rió.


-Lo lamento.


-No tienes porque, es la verdad.


-Igualmente, no lo dije con la intención que parecía-reí.


-¿Deberíamos pedir pizza?


Miré la hora, eran las siete.


-Definitivamente, ¿quieres invitar a Liam y Flor?


-Me parece una gran idea, ¿Por qué no pides la pizza y yo los llamo?


Tomé el teléfono, llamé a la pizzería y pedí dos pizzas grandes.


-Están en camino-susurró Harry mientras yo aún estaba al teléfono.-No te olvides de las gaseosas.



Menos de una hora después estábamos los cuatro sentados comiendo pizza en mi cocina.

-Bienvenido querido público otra vez más a “No hay nada que no sepa”, hoy tenemos dos invitados muy especiales. Él, un reconocido cantante internacional. Ella, una fabulosa escritora de bestsellers-nos introdujo la conductora haciendo que Harry soltara una risita-sin más preámbulos señoras y señores, Harry Styles y Clarissa Clark Fitzgerald.


Harry y yo entramos en escena y saludamos a la conductora, Ana, para luego sentarnos en nuestros lugares.


-¿Están listos chicos?


-Nacimos listos-respondió Harry riendo.


-Genial, el primer juego es sencillo. Voy a hacerles preguntas sobre ustedes y tienen que anotarlas en estas pequeñas pizarras-dijo señalando a la mesa que estaba frente a nosotros-las respuestas deben coincidir.


-Hagámoslo.


-Está bien, primera pregunta.-dijo tomando una tarjeta-Comencemos con una fácil ¿Cuál es la canción favorita de Harry?


Tomé mi pizarra y escribí “Free falling (John Mayer)”.


-¿Listos? Den vuelta sus pizarras.


-No me decepciones-dijo Harry antes de dar vuelta su pizarra.


-Jamás lo haría.


Chocamos los cinco cuando vimos que las respuestas coincidían.


-Es hora de probar tus habilidades Harry  ¿Cuál es el libro favorito de Clarissa?


Tomé mi pizarra y la miré fijamente, ¿Cuál es mi libro favorito? Eso no era justo, ni yo lo sabía, había tantas opciones… Abrí el marcador y escribí “no tengo” rogando que Harry, que había contestado más rápido que yo, respondiera lo mismo.


-Bien, muestren sus respuestas.


Comencé a reír a ver un “No tiene” garabateado en la pizarra.


-¿Cómo es posible que hayas adivinado eso?-Preguntó la conductora sorprendida-¿Han practicado las respuestas?


Yo solo negué riendo.


-Sabía que no podría decidirse por uno, es como preguntarle “¿Clary que serie puedo ver en netflix?” es en vano, te recomendará la mitad del catálogo de netflix.-contestó riendo.


-Sigamos a la siguiente ronda de preguntas…-Dijo sonriendo Ana-Si Clary no fuera escritora, ¿A qué se dedicaría?


Ambos reímos, yo porque recordé esa noche hace ya tantos años cuando me escape de mi casa con él, supongo que Harry se reía de lo mismo. Tomé la pizarra y escribí “Directora de escuela” para luego soltar otra risita, haciendo que Harry se contagiara también y creando un círculo vicioso en el que cada vez nos reíamos más fuerte.


-Lo lamento-dije tratando de dejar de reír-Supongo que entenderán en cuanto vean la respuesta.


-Veamos si es así…


Di vuelta la pizarra y Harry rio de vuelta.


-No puedo creer que aún lo recuerdes.


-Como para no recordarlo, tuve que ir a rescatarte.


-Cosa que todavía agradezco.


-¿Algo que compartir con la clase?


-Cuando era más chica solía pelearme con mi madre, más seguido de lo que me gustaría admitir, así que una vez llame a Harry para que vaya a buscarme a mi casa, solo quería irme. Esa fue la noche que le conté que quería ser directora de escuela.


Las preguntas continuaron, hasta que Ana decidió que era momento de cambiar de juego. El nuevo juego consistía básicamente en contar anécdotas.


-Clary, necesito que me cuentes una anécdota que avergüence a Harry, por lo menos un poco.


-¿Avergonzar a mi mejor amigo en televisión? Suena tentador…-contesté riendo.


-El pueblo necesita una historia vergonzosa del perfecto Harry Styles, que parezca menos un dios y más una persona.


-Ten cuidado con lo que cuentas…-me amenazó Harry.


-¿O qué?


-Yo también tengo anécdotas muy vergonzosas…


-Está bien, tengo la anécdota perfecta-dije conteniendo la risa-una vez en el cumpleaños de Flor, cumpleaños número diecinueve de mi mejor amiga si mal no recuerdo, Harry había bebido tanto que tuvo una conversación de aproximadamente una hora y media con Sheldon-en ese momento tuve que parar de hablar por culpa de la risa.


-¿Sheldon?-preguntó Ana confundida.


-Sheldon es el gato de Flor.


Harry se puso todo rojo y me fulminó con la mirada.


-Harry, es tu oportunidad de vengarte.


-Cuando Clary y yo nos conocimos ella estaba muy enojada conmigo, por lo que la invité al cumpleaños de mi hermana para poder disculparme con ella. Como todos los que conocen a Clary saben, ella no bebe y cuando lo hace suele hacer cosas de las que luego se arrepiente.


Me sonrojé ante esto último, no por la historia que él iba a contar, sino por lo que había sucedido hace apenas unos meses en el casamiento de Flor.


-Esa noche salí con ella afuera para que tome un poco de aire y nos sentamos en un banco, del cual terminó cayéndose unos minutos después-contó omitiendo la parte del casi beso.


-¿Cuál dirías que es una característica de Clary, Harry?


-Reservada-respondió sin dudar.


-¿Reservada?-preguntó Ana sorprendida.


-Sí, no lo parece porque ella es muy inteligente-dijo mirándome-Clary te dice todos estos datos sobre ella que no te das cuenta que en realidad no la conoces.


-Me has perdido Harry.


-Lo que quiero decir es que la gente sabe muchas cosas de Clary, sabe que odia los tomates, que no soporta el calor y que ama la danza-dijo acomodándose en su lugar-pero son todos datos triviales. La gente que realmente la conoce, que son muy pocos, saben que no puede dormir sin al menos dos almohadas, que cada vez que ve un perro en la calle intenta adoptarlo y necesita que alguien la controle y le diga que no, y aun así se empeña en llevarlo a una veterinaria para que lo revisen y lo den en adopción. La gente que realmente la conoce sabe que cuando se enoja se pone de puntas de pie para ser más alta y tiene esta mirada que podría matarte a kilómetros de distancia.


-Eso sonó tan cursi-dije riendo.


- No te burles de mí.



-La gente que realmente me conoce sabe que eso jamás va a pasar-contesté riendo.

-¿Quieres ir a tomar algo?-me preguntó Harry una vez hubiéramos terminado.


-No puedo, voy a juntarme con Annalise.


-¿Analisse? ¿Cuántos años tiene esa niña? Hace mucho no la veo.


-Tiene ocho, el sábado próximo es su cumpleaños.


-Impresionante, creo que no te das cuenta de que estás envejeciendo hasta que ves a los niños crecer.


-Ni que lo digas, cada vez que veo a Andy, Mandy o Toby es como si envejeciera diez años.


-Sí, y cada vez que Mandy tiene una cita son otros veinte años que recaen sobre mí-comentó con pesar lo que causó que soltara una risita.


-¿Quieres venir?


-¿Qué?


-Si quieres venir conmigo a visitar a Annalise.


-¿Yo? Pero yo no sé… ¿Cómo…?


-Sabe leer labios y ha ido a terapia del habla, solo tienes que hablar mirándola a ella y un poco más lento y te puedo ayudar si lo necesitas.


-¿Estás segura?


-Harry, conozco a esta niña hace cuatro años, no te invitaría si no lo estuviera.


-Está bien-dijo sonriendo-vamos.


Nos subimos cada quien a su auto y Harry me siguió hasta la casa en la que la pequeña niña vivía junto a sus padres y hermanos. Una vez allí toqué el timbre y su madre Lucy salió a abrirnos.


-Clary, que gusto verte.


-Igualmente Lucy, vine con Harry, espero que no les moleste.


-Claro que no, los niños lo adoran-dijo sonriendo-pasen.


Pasamos a la casa y nos sentamos en el sillón mientras Lucy llamaba a su esposo Luke para que bajara junto con Annalise.


-¡Clary,viniste!-Dijo con señas una Annalise muy emocionada.


-Anna, por supuesto que vine, ¿Acaso lo dudabas?-contesté abrazando a la niña-traje visitas, ¿Lo recuerdas?


-No…pero lo conozco de la tele, hoy estaba contigo en el programa favorito de Lia.


-Hablando de Lia, ¿Dónde está tu hermana?


-Arriba


-Harry-lo llamé para que se acerque.


Tomé aire y me prepare mentalmente para hablar y hacer señas al mismo tiempo.


-Annie, este es Harry-Dije señalando al ruludo-Harry, tú debes recordar a Annalise.


Harry me miró y yo solo asentí para darle confianza.


-Hola Annalise.-dijo con una sonrisa.


-Hola Harry-respondió la niña de rulos con ese acento tan característico.


Con Harry pasamos la tarde en la casa de Annalise, y me hizo prometerle que le enseñaría a hablar con señas para la próxima vez que vengamos a visitarla poder comunicarse con ella.


Eran las ocho de la noche y yo ya me encontraba otra vez en casa. Estaba sentada en el sillón viendo la tele cuando las ganas de vomitar me invadieron. Me quedé allí junto al inodoro acostada el resto de la noche, cuanto más tiempo pasaba más me empeñaba en hacer cuentas y más iba creciendo la desesperación dentro de mí. Tomé mi teléfono celular del bolsillo y le mandé un mensaje a Flor pidiéndole por favor que venga a casa, iba a guardarlo pero decidí escribirle a Harry también.


Cuando Flor por fin llegó entró con su llave de emergencia y fue hasta el baño donde yo le había avisado que estaba, Harry llegó un par de minutos después. Sus caras denotaban preocupación cuando me vieron tirada en el suelo del baño llorando.


-Clary-me llamó preocupada bajándose a mi altura-¿Qué sucede?


Yo solo apoyé mi cabeza en su hombro y seguí llorando.


-¿Tú crees…? ¿Y si…?-era incapaz de terminar la frase-Yo no quiero…


Harry se levantó y caminó hasta la canilla donde tomó una toalla y la mojo para luego apoyarla en mi cara lo que logró que me tranquilizara un poco. El silencio reinó la casa.


-Tengo miedo-logré decir en un susurro.


-¿Miedo de qué Clary?


-Creo que estoy embarazada, y no puedo tener un hijo con Chris Flor, no puedo tener un hijo con alguien que no confía en mí.


Flor me miró y luego a Harry, para luego pedirle que baje a la cocina a preparar té. Una vez se fue comenzó a hablar.


-Clary, sinceramente no quiero hacer las cosas peor, juro que no-dijo haciendo una pausa-Pero en algún momento deberías planteártelo, ¿Estás segura que no es de Harry?


Cuando pensaba que mi corazón no podía achicarse más juro que lo sentí volverse una canica. ¿Harry? Ni siquiera se me había cruzado por la cabeza. Las cosas solo parecían ir de mal en peor.


-¿Debería…?-Comencé a decir pero la lágrimas me interrumpen-¿Debería decirle?


-No lo sé


Respiré profundamente y salí del baño para dirigirme a mi habitación. Abrí mi placar y comencé a buscar unos zapatos para ponerme.


-¿Qué haces?


-Busco unos zapatos…


-Clary no-me interrumpió-son las doce de la noche, duerme y mañana yo te acompaño al médico.


-No me dejes sola-contesté llorando nuevamente.


Me sentía una nena de nuevo, quería que alguien me abrazara y me diga que todo iba a estar bien. Me acosté en la cama y Flor se acostó a mi lado acariciando mi pelo hasta que me quede dormida.
 
 
Al otro día despierto y estoy sola en la cama. Me dolía la cabeza, probablemente porque me había quedado dormida mientras lloraba, y tenía la garganta seca.


Bajé a la cocina en busca de un vaso de agua para encontrarme con Harry y Flor hablando mientras toman té con tostadas.


-Pensé que se habían ido a casa-dije asustándolos ya que no se habían percatado de mi presencia.


-Cuando subí tú y Flor estaban dormidas, y no quise irme por si te despertabas otra vez así que dormí en el sofá.


-Gracias chicos, y perdón por todo.


-Hey, no te disculpes-me reprendió Flor-Cuando termines de desayunar subirás a cambiarte y te acompañaremos al médico.


El resto del desayuno transcurrió en silencio. Estaba tan nerviosa que solo comí una tostada a pesar de los reproches de mis amigos, pero sabía que si comía más las náuseas volverían. No quería ir al doctor, hacerlo podía significar confirmar que tal vez estuviera embarazada y no podía enfrentar algo así, no aún.


Salimos rumbo al hospital y yo no podía parar de morder mis uñas.


-Ya para Clary, te vas a hacer daño-me regañó Flor.


Cuando llegamos al hospital completé los formularios necesarios y me senté a esperar. A los veinte minutos el teléfono de Flor comenzó a sonar por lo que ella atendió.


-Mierda, lo había olvidado, voy en camino.-respondió para luego guardar su celular.


-Lo lamento Clary pero había olvidado que tenía una junta importante en el trabajo y van a matarme si no voy.


-Ve, no te preocupes, ya soy una chica grande-bromeé


-Cuídala Harry-ordenó apuntándole con su dedo-y tú me llamas ni bien tengas noticias-me regañó para luego salir por la puerta principal.


Esperamos cerca de otros diez minutos antes de que nos llame un médico. Le había rogado a Harry no ir al hospital en el que trabajaba Chris, a pesar de que era el más cercano, porque no quería cruzarme a alguien conocido.


-Clarissa Clark-me llamó una enfermera.



Harry y yo nos paramos y la seguimos hasta la habitación en donde el médico nos estaba esperando.