Re: Trouble, Love and more trouble's

por **Ariel.** Sáb 16 Jul 2016, 9:10 pm

Capítulo 15.

Carrie Benwik

- Santos cielos, Carrie, ¿Qué haces aquí? – escucho a mamá preguntarme.

Levanto mi cabeza del sillón y veo a Claudia frunciendo el ceño mientras sostiene a Candy en sus manos, y a Sebastián con una expresión de burla en su rostro al igual que Sheila. Mierda, me metí en un gran lío, debo tener un gran olor al alcohol que ingerí anoche.

- Parece que Emma olvido que vivo sola – pongo una sonrisa inocente, pero la saco cuando note que mi madre no está tragándose mi excusa – Lo siento.

- Camos a desayunar todos – dice mi padrastro, tratando que mamá no se ponga a regañarme.

Candy se pone a llorar en el momento correcto, llamando toda atención de Claudia. Sheila me tiende la mano y me ayuda a incorporarme, juntas subimos las escaleras hacia mi antiguo cuarto, menos mal que deje ropa aquí por las dudas, sino estaría en más problemas.

Me doy un baño mientras mi hermana escucha desde mi habitación la alocada noche con las chicas en la disco latina, además de el plan de juntar dinero vendiendo los mechones de los idiotas. Se ríe ante ello y me felicita por la gran idea que hemos tenido. Vaya que si somos unas genios.

Una vez que salgo de la ducha, me coloco la ropa que me ha pasado y juntas bajamos al comedor, teniendo el desayuno preparado. Aun mamá se nota molesta conmigo por mi actitud, no le gusta que salga y me emborrache, temiendo que quedara embarazada y sin saber quién es el padre de mí bebe; pero debería saber que no soy tan irresponsable como para acostarme con alguien sin protección. Sí, me he acostado con personas en el pasado solo por una noche, pero siempre procuro tomar las pastillas todos los días y que el idiota se coloque el preservativo. No quiero acabar con dieciocho años y con hijos, tirando así toda mi carrera a la basura.

La tensión se siente en la mesa, Sheila y Sebastián tratan de aligerar todo, pero parece no ser suficiente para mamá.

- ¿Cuándo vas a presentar a tu novio, Elizabeth? – me pregunta. Uh, está usando mi segundo nombre y solo lo hace cuando está muy enojada.

- Hoy – digo con nerviosismo. Su cara cambia y sonríe en grande. Bien, he mentido porque no he hablado de esto con el cabeza de algodón, pero si eso me libra de un gran regaño, estoy dispuesta a obligarlo a cenar con mi familia.

Sheila levanta las cejas en alto, divertida, Sebastián sonríe igual que mamá, y Candy juega con su comida. Basta, dejen de mirarme así.

- Si es que tienen algo que hacer, podemos dejar para otro día… – me apresuro a decir.

- ¡Por supuesto que no! No hay nada más importante que conocer al novio de mi hija – interrumpe mamá, sus ojos iluminan un brillo especial de felicidad. Ay mierda, ¿en qué me metí? Cuando descubran que Harry es todo un idiota, no quiero verla decepcionada por la “elección” que hizo su hija.

- Mamá, creo que hay que darle tiempo para que Carrie y su novio para formalizarlo aún más – comenta mi hermana, tratando de ayudarme.

- Tonterías, ya es formal desde que salieron en los medios – intervine Sebastián – Ya quiero conocer a ese chico. ¿Ya se lo has presentado a tu padre?

Niego con la cabeza. Sebastián hace una mueca de disgusto.

- Bien, espero que no le moleste que yo lo conozca primero.

- No creo – contesto, sabiendo que a Christopher solo le importa el hecho de tener más fama y más dinero.

- ¿Qué tal si vienen a la noche y les preparo algo rico? –- propone Claudia.

Finjo una sonrisa y asiento, asegurando que a las siete en punto estaremos para cenar. Solo espero que el cabeza de algodón no haga algo para que todo se vaya a la mismísima mierda. Lo que me falta es que se enteren de la cagada que me mande al participar en ese estúpido concurso.

{…}

Miro la hermosa chaqueta negra que hay enfrente de mí, me es suficiente para enamorarme y tomar de la mano a Coraline y tirar de ella, comentándole lo linda que es. Ella sonríe, con su sonrisa característica, pero puedo ver que en sus ojos se nota lo apagada que esta su alma. Me preocupa, tengo miedo que salga de su burbuja y se dé cuenta cuan idiota pueden ser erection.

- Es de tu taya, ¿Por qué no la compras? – pregunta la pequeña – Te quedaría muy bien.

- Veamos si esta belleza es para mí – digo, saco la chaqueta y me la coloco. Doy un par de vueltas y ella asiente, aprobando mi atuendo.

- Te queda muy linda Carrie – aplaude con emoción.

- Bien, este bebe es mío – la dejo en mi brazo, sosteniéndola. No sé si preguntarle o no, creo que debo hacerlo ahora que estamos solas y Emma y Jay se entretienen con remeras de sus bandas preferidas. - ¿Te sucede algo, pequeña? Se te nota un poco triste.

Suelta un suspiro, de inmediato niega con la cabeza y coloca esa sonrisa fingida y característica como cada vez que esta triste y no quiere aceptarlo. La presiono con la mirada, pero ella no parece inmutarse.

- Lo de siempre, mi hermanito tuvo un ataque, pero no ha pasado a peores esta vez – dice, lo que logra tranquilizarme. Se los problemas que tiene y me da pena por todo lo que sucede, más porque ella es el sostén de Xander – Solo que Niall estuvo presente.

Mi expresión de pena cambia rápidamente a una llena de curiosidad. Recuerdo cuando Michelle y yo estuvimos hace unos años en su casa y su hermano tuvo un ataque, me había asustado como los mil demonios, pero había comprendido la situación y les fuimos de consuelo a su madre y su hermana mayor. Sin embargo, no confió en ese duende mal teñido. Si le hizo algo a mi amiga, las va a pagar caro.

- ¿Y qué paso? – trato de no mostrarme impaciente, sino lo contrario.

- Hizo… hizo un comentario que a Elise no le gusto. Dijo que nuestra familia estaba loca y…

- ¡Miren, es Michelle! – chilla Jay, captando la atención de la rubia.

Dejamos atrás nuestra conversación y caminamos hacia nuestras dos amigas, aunque yo no he olvidado lo que hemos hablado. Voy a matar a ese rubio en cuanto lo vea por hijo de puta, ¿así que se atreve a ser tan incomprensible en una situación como esa? ¿Es idiota o qué? Coraline es la mejor chica que podrá conocer, si puede que sea insoportable cuando habla y habla y la desgraciada no cierra el pico; pero es mi mejor amiga, es mi pequeña y todas tenemos la misión de protegerla por ser la mejor persona que se pueda llegar a conocer.

Emma comienza a cantar los primeros versos de la canción de Lady Gaga mientras vemos a Michelle acercarse, con el rubor de sus mejillas y su evidente nerviosismo.

- ¡Alejandro, Alejandro! ¡Ale-ale-jandro, Ale-ale-jandro! – cantamos todas, incluso Cora, que se ve menos triste.

- Ya – dice la castaña. Se muere de vergüenza – Los paparazis están afuera, ¿no se dieron cuenta?

- Como si se pudieran enterar sobre tu galán – Jay le guiña el ojo, haciéndola enrojecer aún más. Vaya, no pensé que una persona pudiera estar tan roja.

- Pues, mi “novio” si lo sabe – hace una mueca de disgusto y atrae la atención de todas.

- No me digas que el chico malo se enteró de tu aventura con ese papito – Emma suelta una risotada al igual que Jay y yo. La única que se muestra seria y preocupada es Cora.

- ¿Cómo paso, Mich? – le pregunta la rubia.

- Leyó el mensaje que él me había mandado. La pregunta es ¿en qué momento le pase mi número?

- Oh, esa fui yo – levanta la mano Jay, colocando una sonrisa socarrona en su rostro. Cora y Michelle la miran de manera reprobatoria - ¿Qué? Oh vamos, estas con Malik en una “relación” para los medios, pero en tu vida privada puedes darte uno que otro revolcón.

- Jay, sabes que yo no…

- Si, virgen María, lo sabemos – le interrumpe la morena. – Pero ¿Quién te dice que Alejandro no sea el amor de tu vida y te lo estás perdiendo por Malik?

- Oye, Zayn es muy bueno cuando lo conoces – lo defiende Coraline.

- Oh vamos, tu ni siquiera lo conoces – replica Emma, colocando los ojos en blanco – Pero ¿saben qué? No vinimos aquí para hablar sobre Erection, sino a disfrutar una tarde de compras. Ya saben, mañana tenemos que ir a cenar con nuestros “novios”.

- Yo tengo una cena hoy con mi “novio” y mi familia – comento, echando al aire un suspiro.

- Oh Carrie – dice Coraline, emocionada – Tu madre amara a Harry.

Espero que no, ya veo que Claudia ama más al cabeza de algodón de lo que nos ama a mis hermanas y a mí. Sebastián solo quiere tener un compañero entre tantas mujeres, lo comprendo, ¿pero no puede esperar a que Sheila se ponga de novia? Tiene quince años, podría presentarle incluso algún chico.

Todas estamos de acuerdo con dejar a erection atrás y vamos de compras, fijándonos los precios, como nos queda y sobre todo riéndonos como idiotas. Poco y nada va a importarnos que una docena de paparazis este sobre nosotras a una distancia razonable; mientras no nos estén atacando con sus cámaras, Sophia estará bien guardada y evitaremos que Emma vaya a la cárcel por utilizar su linda navaja.

- Disculpe, señorita Benwick – dice una mujer a mis espaldas, me doy la vuelta al igual que Jay, quien frunce el ceño. Veo que también hay un hombre con una videocamara.

- ¿Sí? – digo, fingiendo una sonrisa en mi rostro.

- ¿Podría decirnos como va su relación con Harry Styles? ¿Y usted, señorita Williams? – nos ataca con las preguntas. Estoy a punto de contestar cuando me interrumpe - ¿Qué se siente ser mejores amigas y salir con mejores amigos? ¿Pueden asegurarnos que no existe Larry Stylinson?

Jay suelta una carcajada y me reprimo la mía, intentando no llorar por la retención. Dios mío, recuerdo lo sucedido hace unos días y juro que quiero hacer una escena como enfrente del departamento de Harry y Louis, pero eso ya sería suicidio social.

- Nuestra relación va muy bien, Harry es un gran chico – miento, Jay suelta otra risotada – Y me encanta salir con un chico que su mejor amigo sea el novio de mi mejor amiga, es más que su grupo de amigos salgan con mi grupo de amigas. Podemos apoyarnos mutuamente y comprendernos si hay pendejadas – me encojo de hombros. Dios, que Jay se deje de reír o voy a mearme encima.

- Créeme, si existe “Larry Stylinson”, también existe “Cayme Benwills”.

Mi amiga pasa un brazo a mi costado y se acerca, estirando sus labios mientras yo me alejo y me echo a reír. Ahora estaremos crucificadas por ser el nuevo “bromance” del siglo, pero amare por ver a Simone y a los chicos tirarse el pelo por nuestra pendejada. Y es más, los he hecho ver como unos pendejos a ellos, espero que capten sus fans lo idiotas que pueden ser.

La mujer se ve un poco perturbada ante nuestras bromas privadas y como solemos reírnos a carcajadas. Michelle pasa y se da cuenta que estamos siendo entrevistadas, le tomo de la mano y la tiro hacia nosotras, ignorando su rubor y su forcejeo en irse.

- ¿Y… que puede decirnos usted sobre su noviazgo con Zayn Malik?

Michelle se ve nerviosa y parece a punto de correr, pero llega Emma y Coraline detrás de ella y la sostienen para que no se vaya. Dios, van a matarnos por esto.

- Elle cree que Zayn exagera con todos las tatuajes que se hacen – comenta Emma – Es más, creo que el más sano allí es el novio de la pequeña Coraline. Los demás parecen obsesionados con las estupideces que se tatúan.

- Para mí son perfectos así – los defiende Coraline.

- Según mis fuentes, usted es gran fan de One Direction, ¿no? – le pregunta a Cora. Leo la etiqueta de su traje y sé que se llama Eva.

- Por supuesto, sus canciones son hermosas – contesta la rubia, extendiendo una linda sonrisa en su rostro – Los apoyaba desde que estaban en The X factor y ame a Simone Cowell por hacer la mejor banda del mundo.

- Hey, la mejor banda del mundo son los Beatles – replico, cruzándome de brazos y sosteniendo una sonrisa- Quizás ellos van después.

- O tal vez después de Queen – replica Emma.

- ¿Qué carajo? Va mucho después que Lady Gaga y su canción, Alejandro. – dice Jay, empuja a Michelle para hacerla captar la indirecta.

Mi celular suena de repente con la canción de “Twist&Shout” de los Beatles. Emma dice algo así sobre que el amor me llama mientras me disculpo, camino unos pasos más lejos para hablar con el cabeza de algodón al mismo tiempo que las demás siguen hablando, creo que debo colocarle un tono especial.

- ¡¿Qué carajo están haciendo?! – me grita en el oído. Alejo el celular un poco aturdida.

- ¿Qué sucede, cariño? – finjo, deslizando una sonrisa socarrona en mi rostro.

- ¡Están en vivo, idiotas! ¡Nos están haciendo quedar como estúpidos por salir con un montón de niñas inmaduras!

- Ya decía yo que había una razón para que te acostaras con mujeres que tienen la edad de tu madre - solté una risita.

- Estoy con los chicos y no están contentos, dejen de hacerse quedar como la burla de todo el mundo – replica, un poco más calmado.

- A diferencia de ti y tus amigos, nosotras no fingimos ser algo que no somos – contra ataco. – Somos así y nadie nos cambiara, ni siquiera la fama por salir con la peor banda que haya existido. Oh, y por cierto, vamos a cenar esta noche con mi familia.

- No.

- ¿Ah no? Espera que haga el anuncio mundial.

Corto la llama y apago el celular ¿Así que no quiere ir hoy a mi casa? Estoy segura que los medios le encantaran estar afuera de mi hogar mientras tenemos la gran cena con mi familia. Camino hacia donde están mis amigas, aun hablando idioteces, el hombre que graba se ve bastante divertido, pero la mujer está un poco perturbada. Que va, tenemos dieciocho y madurar aún no está en nuestros planes.

- Lo siento por mi tardanza, Harry me llamaba para recordarme cuanto era lo que me quería – me encojo de hombros, colocando una sonrisa de enamorada. – Iremos a cenar hoy con mis padres y mi hermana, ¿no es genial?

La sonrisa de la periodista se asoma, ha encontrado la noticia que quería.

- ¿Usted ya ha conocido a la familia de Styles?

- Aun no tengo el placer, pero me encantaría hacerlo – contesto, siento como Emma pasa una mano sobre mi hombro.

- Si nos disculpan, vamos a ir a pagar todo esto, tenemos que ir con nuestros novios antes que se pongan ansiosos – dice Jay.

Nos despedimos de la periodista y salimos del shopping aun riéndonos, aunque Coraline esta extrañada porque no entiende demasiado nuestras bromas privadas sobre “Larry Stylinson”. Solo espero que nunca se entere o va a asesinarnos.

{…}

- ¡Alejandro! ¡Ale-ale- jandro! ¡Ale-ale- jandro! – cantamos todas mientras caminamos hacia el departamento de Harry, donde supuestamente están todos.

Michelle ha dejado de tensarse al escuchar la canción, sabe que la cantamos porque la letra es pegadiza y se ha incorporado en nuestro vocabulario y nuestra mente, incluso se ha unido a nosotras. Al parecer, nuestro canto se escucha desde adentro de los departamentos, porque enseguida salen los cinco idiotas para mirarnos con el ceño fruncido.

- ¿Puede ser que canten tan mal? - escucho que dice Louis.

- Es lo mejor que podrán escuchar en años – replica Emma – Nuestra Carrie canta perfecto, y ni hablar de Jay. Cuando los discos de nuestra nena salgan a la venta, ustedes quedaran abajo.

- ¿Acaso estas retándonos? – Zayn levanta las cejas en alto.

- ¡Pero porque esa cara! - digo mientras suelto una risotada. – Sabes que nuestra bebe es mejores que ustedes.

- Yo no quiero colocarme en su contra – murmura Cora con inocencia – pero Jay canta hermoso.

- Si, si es que lo hace en un bar de mala fama – la contradice Styles, con dureza en su voz, lo que hace que Cora baje la cabeza.

Recuerdo lo idiota que ha sido el rubio, saco mi sonrisa y me coloco seria, fulminándolo con la mirada. Me doy vuelta, encarando a mis dos amigas, Michelle y Coraline, pidiéndoles que vayan a mi departamento y busquen una cartera negra para la cena de esta noche, además que dejen todas las bolsas. Les paso las llaves y ellas asienten. Jay, Emma y yo entramos al departamento con los idiotas, les doy la señal de atacar al rubio; ambas saben porque se los he dicho por mensaje de texto, y están dispuestas a hacerlo sufrir.

Una vez adentro, toman a Niall de la camisa y lo estampan contra la pared.

- ¿Qué mierda están haciendo? – Liam trata de intervenir, pero con la mirada de advertencia de Emma se queda atrás.

- Suéltenlo – dice Harry, confundido y molesto.

- No sin antes dejarle las cosas claras – Jay le contesta. Se vuelve a dirigir hacia Niall. – Escúchame bien, rubiecito, sino quieres morir más te vale que la próxima vez que vayas donde Coraline no le vuelvas a decir loca ni a ella ni a su familia.

- ¡Pero están locos! – replica, trata de zafarse - ¡Chicos, ayúdenme!

- No se metan – los fulmino con la mirada.- Esto también va para ustedes. ¿En verdad creen que Coraline finge ser fan de ustedes? – se quedan callados, al parecer si lo creía – Pues, bien, deben saber que Cora es pésima mintiendo. Y el estúpido rubio ha ataco lo que ella más ama: su familia y, sobre todo, su hermano.

- Xander tiene ataques de ansiedad y bipolaridad – dice Emma, matándolos con la mirada – Y no vamos a dejar que ustedes ni nadie haga sufrir a nuestra amiga.

- Y si tú quieres seguir conservando tus dientes y tu cabello – la morena toma el pelo del rubio y tirándoselos – Mas te vale guardarte tus comentarios.

Finalmente, Emma y Jay sueltan al rubio, fulminándolo con la mirada. El ambiente se vuelve tenso, pero poco ha de importarme cuando estos idiotas creen que nuestra pequeña es una mentirosa. Si no quieren sufrir, no harán sufrir a Cora, eso es seguro.

Minutos después, llegan Cora y Michelle mientras ambas cantan en susurros la canción de Lady Gaga; ante ello, los chicos parecen hartos de escucharlas cantar, pero que va, esa canción nos quedara por un buen tiempo hasta que nos harte o hasta que haya otra.

- No quiero ser molesta – murmura Coraline, saca de su bolso una libreta - no tuve la oportunidad de pedirles un autógrafo, ¿podrían?

Los cinco nos miran a las tres que hemos amenazado de muerte, al ver nuestras miradas de advertencia, se acercan a firmarle la libreta a la rubia. Todos se ven algo molestos, Liam parece ser el único que no parece molestarse demasiado, creo que es el más considerable de todos ellos. De todas formas, aun no quita que sea tan pendejo como todos los demás.

- Styles, vete arreglando para esta noche. Conocerás a mi familia – digo, captando la mirada de todos.

- Ya te dije que no iré – se nota molesto.

- Iras – sentencia Emma y Jay al mismo tiempo. Michelle se cruza de brazos, no dice nada pero le está exigiendo con la mirada.

- ¡No! No me gusta conocer los padres de mi novia – dice mientras frunce el ceño. Abre en grande los ojos cuando se da cuenta de algo - ¡Ni siquiera una novia de mentira! – se apresura a decir con nerviosismo.

- Vamos, Harry – lo alienta Cora, acercándose hacia él, pone una mano en su brazo - Claudia es una gran mujer y muy amorosa, Sebastián es un hombre muy divertido, Sheila es una chica muy simpática y Candy es un amor.

- ¿Quién es Candy y Sheila? – pregunta. Mierda, esto será difícil.

- ¡Son mis hermanas! – exclamo, los nervios se me han acumulado y van a matarme si saben que es mentira todo - ¡Mas te vale que hagas las cosas bien hoy o te juro que…!

- Carrie – me interrumpe Cora, hablándome con suavidad – Confía en Harry, lo hará bien.

Que Dios te escuche, amiga.

{…}

- Por fin llegan, mama esta histérica y se ha ido a arreglar mientras Sebastián está cambiando a Candy – dice Sheila una vez que abre la puerta. Se da cuenta quien está a mi lado y sonríe de lado – Hola Harry, soy Sheila, la hermana menor de Carrie – le estira la mano y este la estrecha con ella, sin muchas ganas.

Pasamos directamente a la sala, ambos sentándonos en el sillón con las manos entrelazadas. No es algo que me guste, pero no queda de otra cuando mis padres podrán verme y creer que estoy mintiendo, incluso pensaran que solo tengo un novio para que dejen de molestarme; sin embargo, prefiero eso antes que sepan lo del contrato.

Sheila trae bebidas para ambos, Harry la toma un poco con desconfianza, pero si no ha atacado a Sheila ella no le hará una de sus bromas pesadas; es mejor no meterse con mi hermana, es el diablo en persona si así lo desea.

- Por cierto Carrie, llamo papá – comenta, mis ojos se abren en grande.

- ¿Qué te ha dicho?

- Que no es posible que le presentes a tu novio a Sebastián antes que él – se encoge de hombros – Dice que no llevamos su sangre y no debemos rendirle cuentas a él.

- ¿Y tú que le contestaste? – insisto. Mi hermana y Christopher jamás han tenido una buena relación, debido a que Sheila siempre estuvo afectada por la poca atención que recibía de su padre.

- Le dije que se fuera al diablo porque a él poco y nada le importábamos. Sebastián fue más nuestro padre que él.

- ¡Sheila! – la regaño – No debiste decirle eso, sabes que él…

- Que ni se te ocurra excusarlo – levanta el dedo índice en alto – Sabes que es verdad y él también lo sabe, incluso se quedó callado y me corto.

Suelto un suspiro y no la detengo cuando murmura que se ira a su cuarto hasta la cena. Los años en que mamá estaba sola y tenía que llevar por si misma nuestra crianza eran duros, pero Sebastián había aparecido y nuestro mundo fue mucho mejor, ayudándonos con las tareas y llevándonos a las clases de danza. Ocupo un lugar que estaba vació en la vida de mi hermana y desde entonces para ella él es su padre. Amo a Sebastián, pero también amo a Christopher por más idiota que sea.

Harry y yo nos quedamos callados, aún estoy pensando en todo lo sucedido con mi hermana y mi padre. Me pregunto cuando me llamara a mí para gritarme que soy una desconsiderada con él, me niego a ir a comer con él y Meredith. Esa perra ya está en mi lista negra, arriba de todos aquellos que detesto.

Finalmente, escucho a mamá y Sebastián hablar entre si mientras Candy comienza a balbucear palabras sueltas y poco entendibles. Parece que saben sobre la discusión entre mi hermana y mi padre, por lo que ambos se notan muy preocupados cuando los veo; pero sus expresiones cambian cuando Harry y yo nos ponemos de pie, aun con nuestras manos entrelazadas.

- ¡Hola! – saluda mamá con alegría, sosteniendo una de sus hermosas miradas en el rostro.

Por la expresión y la sonrisa egocéntrica de Harry, sé que le ha gustado mi madre. Claudia no parece exactamente una mujer de treinta y seis años, sino parece de unos diez menos, incluso nos han dicho que parecemos hermanas. A diferencia de mí y de Sheila, su cabello es rubio y sus ojos un azulado precioso, todo ello fue heredado a Candy.

- Bienvenido a la familia, Harry – dice Sebastián, estrechando su mano con él.

- Un gusto, Señor y señora Smith.- contesta mi novio. Bien, sabe que debe comportarse o yo seré peor cuando su madre me conozca.

- ¿Por qué no pasan al comedor? En unos minutos estará la cena.

- ¿Quieres que sostenga a Candy? – le pregunto. Mamá se niega, diciéndome que no quiere incomodarnos – Vamos, mama, a Harry le encantan los niños – miento, no sé si es verdad o no.

- ¡Claro! – contesta mi novio con emoción, enseguida se me adelanta y toma a Candy en sus brazos. Me sorprendo por ello – Hola preciosa, ¿Cómo estás?

Al parecer, se ha ganado el cariño y afecto de mi hermanita, y eso que Candy no es la bebe más sociable del mundo; no deja que nadie la toque a no ser que sea alguien de confianza. Ay no, mi hermanita se enamoró de mi idiota novio de mentira y, por lo tanto, también a mis padres.

Harry y ella comienzan a jugar con los juguetes de mi hermanita, nunca pensé que le gustaran los niños, creía que eso de que es muy apegado a bebe Lux es solo una mentira para pretender ser un gran chico. Emma y Jay se mearan de risa cuando les cuente la debilidad número uno de Styles, además de las mujeres cincuentonas.

Saco mi celular y capturo una imagen con ella, sin saber muy bien que hacer. Finalmente, se la envió a mis amigas y la subo a Twitter.

“@CarrieBenwik apenas se conocen y Harry me ha dejado por mi hermanita, hahaha (:”

El cabeza de algodón se estaba comportando bien, no veo porque no darle una buena noticia sobre él en el mundo.

Solo espero que en verdad no finja también amar a los niños, porque eso sería caer bajo.

{…}

La cena fue larga y sin imprevistos, además que Harry y Sebastián se llevaron perfectamente bien mientras hablaban sobre la temporada de futbol y de autos; mama oficialmente lo ama como si fuera su hijo, diciendo que las puertas de la casa estaban abiertas para él, y no se llevó tan mal con Sheila desde que le dijo que le gustan los Beatles. Si hay alguien más fanática que yo de ellos, sinceramente es mi hermana menor.

Styles me robo a toda mi familia, sin mencionar que Candy lloro cuando él se estaba despidiendo y nos quedamos media hora más porque la había echo dormir ¡Ni siquiera yo que soy su hermana puedo hacerlo! Esto es una gran traición por parte de la niña, juro que se las voy a cobrar cuando este en una situación como yo. Bueno, si es que lo está algún día.

Caminamos en silencio a mi departamento, no sé porque lo hace cuando ya el espectáculo ha terminado y puede irse tranquilamente hacia el suyo. Nos quedamos enfrente de la puerta cuando llegamos, en silencio.

- Gracias por todo – digo, aclaro mi garganta – Realmente te agradezco que no fueras estúpido esta noche. Y también por dormir a Candy.

- Me gustan los niños – se encoge de hombros – No pensé que tu familia era tan buena, ¿de dónde salió tu genio? Supongo que de parte paterna.

- Cállate, lo que menos quiero pensar es en mi padre. – suspiro y paso una mano por mi cabeza, recordando la llamada que recibí en mitad de la cena – Lo peor es que mañana iremos a almorzar también con él y su perra esposa.

- ¿Con ellos también debo comportarme tan bien como hoy? – pregunta, divertido por la situación.

- Si quieres comer como cerdo y vomitarle el atuendo a mi madrastra, juro que lo tienes permitido – levanto el pulgar arriba – Hasta mañana, Styles.

- Hasta mañana, Benwik.

Cierro la puerta detrás de mí, sintiendo una extraña angustia dentro de mí. No entiendo porque me pasa esto, pero es como si sintiera que… que lo extraño.

- Bah, tonterías – suelto una risita ante el estúpido pensamiento.

Si tengo que extrañar algo de Styles, sinceramente es lo divertido que es molestarlo.

por **Ariel.** Sáb 16 Jul 2016, 9:12 pm

por **Ariel.** Sáb 16 Jul 2016, 9:13 pm

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