Angel with a handgun || Niall Horan

-¡Mierda!-dije con un tono elevado al ver que mi coche no arrancaba. Bufé, me bajé del auto y cerré la puerta de un golpe.
-¿No te ibas?-la voz de Rachel captó mi atención. Le miré, suspiré y señalé el coche con la mirada.-¿No arranca?-negué.-¿Y qué esperas? Era de tu padre cuando el tenía 18 años...y ahora tiene 42.-reí ante su comentario. En verdad, llevaba razón. Cuando me saqué el carnet de conducir, mi padre me lo regaló y él le tenía tanto cariño a este coche que no le pude decir que no.
-¿Por qué no te vienes con nosotros?-una voz desconocida sonó a mis espaldas haciendo que diera un pequeño grito. Me giré y le dediqué una mirada asesina al chico del que provenía la voz.-Lo siento, no quería asustarte.-dijo mientras reía.-Soy Louis Tomlinson.
-Sarah Parks.-sonreí y miré a Niall, quien había llegado antes de la presentación, y sonreí aún más.
-Eso, vente con nosotros. Rachel se iba a venir.-dijo el rubio. Miré a Rachel pensando en cómo y cuándo los había conocido. Suspiré y finalmente respondí a la pregunta que Louis hizo anteriormente. Me extraño no verles con la chica y el moreno pero supuse que ya se habrían ido.

Una vez subida en el coche, le indiqué la dirección a Louis y me acomodé en el asiento. Hoy el día había sido demasiado aburrido y deseaba llegar a mi casa para pasar el tiempo con Dev. En el camino hablaba con Rachel. Me contó que Louis estaba en la misma clase que ella. La profesora hizo que se sentara juntos y que se habían caído muy bien. Se le veía muy contenta y, la verdad, me alegraba por ella. Su última relación no había salido muy bien y ella quedó destrozada porque el tipo le engañó. Obviamente, yo como buena mejor amiga, no me iba a quedar de brazos cruzados y, digamos que ahora mismo, el tipo no volverá a tener ninguna relación sexual en un largo tiempo.

Entre charlas sobre como nos había ido el día y risas, llegamos a nuestro destino. Miré por la ventana y vi que Dev estaba en la puerta de mi casa. Sonreí, me despedí de los chicos y de Rachel y me bajé para, acto seguido, salir corriendo hacia donde estaba él. Me abalancé a sus brazos como loca y comencé a repartir besos por toda su cara. Hace dos semanas, él se fue a Madrid a visitar a algunos familiares y admito que le echaba de menos.
-¿Qué tal tu viaje?-dije una vez que me tranquilicé. Aún estaba encima de él.
-No me puedo quejar. Nada más llegar, nos han tratado muy bien a pesar de que han pasado años.-dijo con una sonrisa. Nos levantamos del suelo y entramos a casa. Mis padres estaban trabajando así que estaríamos solos.-Por cierto, te traje algo.-le miré sorprendida. Él no era de hacer regalos, pero cuando los hacía, se lo curraba. Sacó una cajita de su chaqueta y me la ofreció. La cogí, le quité el lazo que llevaba y la abrí.
-No puede ser...-le miré con una sonrisa de oreja a oreja.-¿Es el colgante que vimos en aquella joyería cerca de la playa?-asintió y sin querer, un gritó se escapó de mi boca. Me acerqué a un espejo y me lo coloqué. Nada mas verlo en aquella joyería, me enamoré de él y realmente lo quería pero no pude comprarlo y tampoco quería que Dev me lo regalara...pero, al parecer, hizo caso omiso a eso. Le miré, sonreí y le abracé tan fuerte como pude.-Muchísimas gracias, me encanta.-le di un leve beso en los labios y me dirigí a la cocina, no sin antes preguntarle si se quedaría a comer a lo que él aceptó encantado.

Después de comer, él se fue a su casa y yo me quedé sola. Llamé a Rachel para decirle que se viniera. Mientras ella llegaba, me puse una película para no quedarme dormida. En una media hora, el timbre sonó. Me levanté del sofá y abrí la puerta encontrándome con la morena acompañada de Louis y Niall.
-Los he invitado, espero que no te importe.-negué y sonreí mirándo a Niall el cual me dedicó una sonrisa no muy sincera. ¿Le pasaba algo?-Por cierto, tengo que hablarte de Dev.
-¿Qué pasa con Dev?-contesté mientras me sentaba en el sofá seguida de los chicos y de ella. Pausé la película, cogí algo de palomitas y me acomodé.
-¿Conoces a Stella McGregor?-asentí.-Bueno, pues Dev y ella son algo mas que amigos.-dijo mostrándome una fotos de ellos donde él le estaba tocando el culo y ella le daba un beso cerca de los labios.-Si tienes a Stella en facebook verás fotos peores que esta.-en verdad, no me sentía mal. No eramos novios, solo eramos algo raro. ¿Si sentía algo por él? Solo un gran cariño. No es que estuviera enamorada de él pero si que me gustaba un poco. Miré a Rachel con una sonrisa malévola y, a los pocos segundos, ella entendió a que me refería.
-Os vais a vengar, ¿verdad?-el rubio habló y yo le miré aún sin quitar esa sonrisa. Asentí y cogí mi móvil para llamar a Dev pero la mano de Niall impidiéndolo me sobresaltó.-Si le vas a llamar para dejarle, olvídate de eso. Lo que quieres es alejarlo, no atraerlo y esa llamada solo provocará que él quiera venir a hablar las cosas cara a cara.-suspiré y le dediqué una tierna sonrisa.
-Niall lleva razón.-esta vez habló Louis.-Somos chicos, entendemos a los chicos...haznos caso.-reí y, finalmente, solté el móvil.
-Bien, ya pensaré algo. ¿Os quedáis a ver una peli?-todos asintieron. Ellos escogieron la peli y yo fui a hacer palomitas. Hoy sería una tarde divertida.

Entre películas, risas y peleas de palomitas ni siquiera nos dimos cuenta de que la noche había llegado. Los chicos se fueron y Rachel y yo nos quedamos. Ella se quedaría a dormir para así, mañana, poder irnos juntas al instituto. Mis padres llamaron para decir que no los esperara despierta por lo que Rachel y yo nos subimos a mi habitación. Le presté algo de ropa y nos metimos en la cama. De pequeñas dormíamos en la misma cama y ahora, por ser mas grandes, no iba a cambiar eso. A los pocos minutos, Rachel cayó rendida. Aún me preguntaba como conseguía pillar el sueño tan rápido. Suspiré y pensé en lo que pasó esta mañana. El chico moreno le dijo “no” a Niall...¿por qué? Eso le hacía ver aún mas misterioso. Tanto a él como a Niall. Espero que mañana pueda conocerle. Así, quizás, podría preguntarle sobre eso.

Dos horas. Habían pasado dos horas desde que Rachel y yo nos acostamos. Había escuchado a mis padres entrar pero no quería que supieran que aún estaba despierta y por mucho que quería, no podía dejar de pensar en Niall. Tenía algo que me hacía querer conocerlo a fondo. Suspiré y me giré. De pronto, mi móvil sonó. ¿Quién llamaría a estas horas? Miré la pantalla brillante en la que ponía “Número desconocido”. Descolgué y respondí.
-¿Si? ¿Quién es?-respondí algo confundida.
-Aléjate de él, no te traerá más que problemas.-una voz distorsionada se escuchó al través del aparato. Algo de miedo se apoderó de mí pero lo ignoré y procedí a contestarle.
-Disculpe, creo que se ha equivocado.-mi voz estaba temblorosa. Tragué saliva y miré a Rachel. Aún estaba dormida.
-Sarah Parks, hija de Adams y Sophie Parks, Oxford Street número 1004...¿me equivocó?-me senté de golpe en la cama. ¿Cómo ese tipo sabía eso de mí?-Tomaré tu silencio como un no. Aléjate de Niall si no quieres tener problemas.-dijo lo último y colgó. Estaba temblando de miedo. Me levanté de la cama y comencé a hiperventilar. Estaba nerviosa, asustada y enojada por no saber quien era el que hizo la llamada. Salí de la habitación y bajé a la cocina. Una vez allí, me serví un vaso de agua. Aún estaba nerviosa y tenía muchas preguntas en mi cabeza. ¿Quién era ese y cómo sabía eso? Pero sobre todo, ¿a qué problemas se refería?