Princesita de papel

Capítulo 1

Yo soy la vida que ya tengo. Y tú eres la vida que me falta. ✖

Caminé en medio de lo que se suponía que era la solitaria y polvorienta calle, además de antigua, bajo el ardiente sol de pleno verano, buscando algo que produjera la mas mínima sombra ante este horrible calor, esta región del país era caracterizada por su clima cambiante, si en este momento estaba siendo rostizada por el sol, al siguiente segundo podía estar completamente empapada por la lluvia.

Até mi cabello en una coleta en lo alto de mi cabeza.

-lindas piernas- dijo alguien tras de mi, seguida de la risa de otra persona

-y mira como se mueve- dijo otra voz
Me gire indignada

-¿que te sucede?- le dije enfadada

-nada hermosa, solo te imagino en mi cama- dijo sonriente el que habló primero

-pues mejor imagínate en una camilla de hospital, porque ahí llegaras si me sigues mirando así- dije con actitud

-wow amigo, tiene valor- dijo el parásito que lo acompañaba

-yo me encargo- dijo golpeándole el hombro

-claro hermano, buena suerte- el chico acompañante se marchó por donde vino

-vamos linda, será un momento- dijo seductora mente

- ¡¿que te sucede pervertido?!- exclamé con furia

-no te hagas la difícil- dijo acercándose a mi

No di ni un paso atrás, no le daría el placer de verme débil, no, yo no era débil.

Sujetó mi brazo, y trato de atraerme hacia él, esa fue mi oportunidad, puse mi pie tras su talón en un ágil movimiento y lo empuje, el chico calló sobre el polvoriento suelo.

-auch- se limitó a decir

Me senté sobre su abdomen, con las piernas a ambos lados de sus caderas

-wow y quieres parecer una señorita decente asi- dijo con sus manos en mis caderas- una señorita decente no se sienta sobre un chico en la calle, aun menos si lleva una falda tan corta- dijo sonriendome

- tu no eres un chico- dije con un deje de risa

-¿estas segura?,¿quieres comprobarlo?- preguntó con ironía, bajando las manos de mis caderas a mi...

- Dios no, no quiero tener pesadillas, y mis caderas están mas arriba- le dije quitando sus manos

- si claro como digas- me miró y sonrió

-¿cuantas aventuras?- pregunté

-cientos, y podríamos sumar una más, ¿cuantas?- me de volvió la pregunta

-cero- le dije con el ceño fruncido

-wow, chica de relaciones serias- dijo mirándome

-no entendiste, y si le dices a alguien te mato- dije con mi mano sobre su cuello

Abrió los ojos un tanto exageradamente entendiendo a que me referia.

Me levanté y caminé lejos de él, se me hacia tarde y debía llegar a casa antes del atardecer.

Me alcanzó, y se dispuso a caminar a mi lado

-no puedes estar hablando en serio- me dijo sin creerselo.

Acelere mi paso.

- solo mirate, es imposible, eres tan... Tan...- me señalaba de arriba hacia abajo mirandome- ¿cuantos años tienes?, ¿18?, ¿19?, debes estar bromeando

- no te cansas eh- le mire en toda su longitud- ¿por que no te marchas y me dejas en paz?- pregunte pasando por el corredor de la casa mas antigua de este pueblo, completamente de madera, la casa de la casi fundadora del lugar, la señora McGregory.

Llegue a la esquina y bajé uno de los escalones, retrocedí rápidamente con el corazón queriéndose salir de mi pecho

-¿que te sucede?- pregunto el casi desconocido

- no me pueden ver junto a ti- lo miré

-¿que?- cuestionó algo dudoso

- que no pueden vernos juntos, anda camina adelante, sal de aquí, rápido- lo empuje para que saliera antes que yo.

Conté hasta 10 mentalmente y baje los 3 escalones que me separaban de la calzada.

Pase junto a Katlin, la hija de la chismosa del pueblo, que también era una completa chismosa.

-Ainoha, hace mucho que no te veía por estos lugares- dijo sonriendo.

- hola Katlin, si, eh estado un poco ocupada en la ciudad- el nerviosismo me delataba.

- te veo un tanto alterada

- se me hace tarde para llegar a casa, nos vemos otro dia- o mejor nunca, pensé

-hasta luego- dijo

Corrí hasta la parada del autobús, subí rápidamente y le pagué a Jeorge, el chófer de éste, me sente sola en un lugar con 2 asientos disponibles.

El autobús emprendió su rumbo y segundos después llegó el chico se sentó junto a mi

-¿no podías tomar el siguiente autobús?- pregunté un un tanto irritada

-nop- respondió como solían hacer los niños pequeños

-soy Connor- dijo después de que lo huebiese ignorado un buen rato

-Noa- le respondí secamente

-¿siempre me mentirás?, ese es nombre de chico- se estaba cabreando

- Ainoha, Noa- le dije nuevamente- ¿feliz?- pregunté

-mucho- respondió

- y por si no lo sabías, Noa es nombre de chico y de chica- me gire hacia la ventana dando por terminada esa conversación

Vi como el paisaje pasaba a través de mis ojos rápidamente, árboles, casas, la carretera se volvía cada vez mas desértica a medida que avanzábamos, una gota calló sobre la ventana, nubes negras se formaron en lo alto, oh no, esto estaba mal...

Abran! :):