Re: H A U N T E D

por **Ingrid B.** Sáb 11 Nov 2017, 8:56 pm

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por **Ingrid B.** Sáb 11 Nov 2017, 8:57 pm

Dices que vamos a comer algo; estoy sangrando, me levanto y me lavo. Regreso, y estás comiendo todo lo contrario.

por **Ingrid B.** Sáb 11 Nov 2017, 8:58 pm

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por **Ingrid B.** Sáb 11 Nov 2017, 8:59 pm

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por **Ingrid B.** Sáb 11 Nov 2017, 9:04 pm

Si la mujer no sangrara

No procreara

Ergo, existiría esta idea blanca

De que el hombre no hablara

O que no caminara

O que no respirara

Entonces la mujer sería más feliz

Más libre; entonces ella existiría

Sin miseria, sin trato extra

Sin valer por su cuerpo, ni su tacto

La mujer valdría por el valor real metafísico

No por el universo paralelo monetario

por **Ingrid B.** Sáb 11 Nov 2017, 9:04 pm

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por **Ingrid B.** Sáb 11 Nov 2017, 10:09 pm

CRÓNICA DE AMOR DE UN SÚCUBO

Toqué su corazón, pero no lo sentí. Dicen que la diminuta e insignificante acción de tocar verdaderamente no existe. Pero entonces no podía quedarme con la duda, tenía que comprobarlo, tomarlo. Me enamoré, probablemente de una manera muy superficial, muy patética, muy inocente. Sin embargo dentro de cada mente humana nunca falta esa horrorizad, esa sensación de querer hacer el mal por el simple hecho de hacerlo, sonreír cuando uno ve cosas atroces por simple placer no por nervios. Lo hice. Lo tengo que decir pero cuando lo digo no me tiemblan las manos, ni la consciencia. Lo hice y daría lo que fuera por repetirlo una y otra vez y ver sus ojos sin luz otra vez. Nuestro organismo es maravilloso. Perfecto. Sería imposible que fuéramos semejante creación de evolución o destrucción. Y él, él era de esos que miras desde lejos, que percibes su olor desde metros y te sigue volviendo loca, quiero aclarar desde el principio que mi historia no siempre fue como terminó, en algún mínimo momento hubo pasión, consideración. Pero las buenas historias nunca terminan con un final feliz, me aburren.

Su nombre, la vibración de cada letra en mi lengua, en mi cabeza, hacía que recordara cada vez más su cabello, sus ojos, su sonrisa, la manera en la que me miraba y me hechizaba y me hacía sentir la única, la última. Podía decirle "te amo" en francés, italiano, japonés, inglés, alemán... esa forma de ser; porque nunca hubo una razón en específico para quererlo, ni para no quererlo. Todo en él tenía algún sentido enigmático aunque no tuviera sentido lógico para mí y eso lo hacía tan adictivo para mi piel, para mi olfato. Mis momentos favoritos, no los podría explicar con palabras humanas, ni con mil poemas, ni con versículos de la Biblia misma. Atención, tampoco lo comparo con los Dioses pero no tengo forma de explicar semejante perfección en carne y piel al momento de hacer el amor, al momento de besarme a media noche con sabor a vino y almendra. Quiero decir, que dentro de él, incluso la manera en la que se acercaba a mi cuello y me miraba me hacía sentir tan querida, tan real. Nunca me dedicó poemas, canciones. Cartas sí, mal redactadas, ortografía espantosa; también me dio flores, buenos paseos por la playa en lunas llenas, fumamos hasta que la saliva se desertificaba, nos besamos hasta que el aire se nos iba y sólo estuvimos juntos en la cama algunas veces, pero fueron vitales para mí y fueron las necesarias para hacerme adicta a él, a cada partícula de su olor, de su piel, de sus brazos. Eso de ver los atardeceres con él y darme cuenta que éramos significativamente diferentes, porque mientras yo observaba cada segundo cada imagen, él se aburría y era capaz de dejar de mirarlo sin que le importara; no como yo que me encandilaba de ver tan directamente el sol metiéndose en las nubes así como nos metíamos en las sábanas; quiero decir, era frío, muy frío para ciertas cosas, y lo peor es que no se daba cuenta. Ni siquiera le importaba. Enfermedades, no le interesaban. Libros, nunca leyó uno completo, ni sabía diferenciar prosa con verso ni novela con cuento. Y yo por otro lado tan poética, tan mágica, tan musa de idealizarlo todo, fanática de prender las luces mientras lo seduzco pero después apagarlas y abrir las ventanas para hacer el amor.

A él no le importaban mis gustos, ni a mí los de él. Con el tiempo las cosas se fueron desgastando. Nunca vivimos juntos, nos veíamos de vez en cuando; en mi cafetería favorita, en mi árbol junto paredes blancas para fumar y leerle capítulos de Cortázar que ni siquiera entendía pero le gustaba tirar humo y mirarme, escucharme. Lo sé porque se le notaba en sus ojos, no le daba importancia pero me amaba, y me amaba de una manera seca pero rica en homeostasis. Su corazón era un condenado Zahara pero yo era el único oasis que se pudiera encontrar. Muchas veces intentaba besarme y me zafaba, eso lo hacía molestar. A pesar de todo, era amor, amor de una manera indefinible pero lo era. Aunque sus detalles fueran tan extraños, tan insatisfactoria, tan vacíos. Entonces poco a poco fui despertando de mi sueño azul. Morfeo me dejó caer y caí en una bella aventura de vivir otra vez, de renacer, de tener una muerte de fénix y regresar. Comencé a cambiar en muchos aspectos, así como cambió nuestra relación. Ya no había contacto sexual sólo tensión. Ya no tenía esta adicción hacia él pero él sí la tenía por mí, no era que no lo siguiera queriendo, sino que aunque lo quisiera cerca de mí ya no sentía que fuera necesario o incluso emocionante. Comencé a interesarme en él de una manera más astral, científica, es decir, me gustaba verlo comer, sudar, tocarse, bañarse, y me gustaba hacerlo enloquecer. Acercarme y provocarlo, y ahora si prendía las luces no las apagaba. Ya no había romance ni ternura, sino rituales y rudeza. Ya no había cariño en mí, sino posesión. Me gustaba hacerlo sentir especial, me gustaba complacerlo en lo que fuera necesario hasta que terminara, me gustaba susurrarle verdades disfrazadas de metáforas en pleno clímax. Me excitaba mirar la manera en la que se enternecía en mis brazos, me fascinaba verlo adicto hacia todo lo que tuviera que ver conmigo, me enloquecía mirarlo suplicar por más, por todo, por mí. El sexo ya era muy frecuente y cada vez más devastador. Más emocionante, más complicado cada noche, cada mañana, cada madrugada. Ahora él era el que disfrutaba los atardeceres después de la cama, y yo era la que se irritaba de mirar patéticas nubes y mejor prendía un cigarro y lo miraba a él con sus ojos llenos de esperanza y pasión, y yo llena de hielo y tormentas de atrozidad por dentro. Ya no me atraía su sonrisa, ni sus ojos, ni su cabello. Me gustaba su respiración agitada, su infinita necesidad por tenerme a todo momento. Entonces con él ahora enamorado y yo tan extrema como clima en desierto, nos casamos, nos mudamos juntos.

Cada mañana hacía el café, sin falta; cada viernes me traía flores, sin falta. Cada tarde, a más tardar a las siete tomábamos el té, sin falta. Cada noche hacíamos el amor, sin falta. Cada aniversario me regalaba una alhaja cara. Cada luna llena yo seguía mi ritual, sin falta; y mi amor dormía suave y tranquilamente sin esperar mi acto final. Perlas, diamantes, oro, vino, sexo, era lo que me sobraba. Calidez era lo que me faltaba, entonces comencé a engañarlo; arroparlo cada noche, leerle poesía de nuevo, hacerlo creer que tendríamos el romance perfecto hasta que ambos termináramos de existir, y aunque no estuviéramos juntos seguiría viviendo pensando en él por todo el universo ... "hasta que mi alma te vuelva a encontrar". Le decía siempre. Le dije que le sería fiel hasta el día de mi muerte, que lo amaría con locura y pasión hasta que alguno de los dos desapareciera del plano, le dije que mi alma y espíritu estaban destinados a estar juntos. Y no mentía. Porque cada mes me daba cuenta que su corazón me pertenecía, que su respiración había sido diseñada para mí, que su mirada era para adornar la mía, que su piel tenía que estar sobre la mía hasta el día que Dios lo quisiera. Me gustaba verlo satisfecho y lleno de lujuria hacia mí, y que a la vez, por más seductora o cruel que fuera me decía: "Te quiero".

Una noche, llegó cansado del trabajo, era viernes; las flores no podían faltar. Me besó, me sonrío, rutina cotidiana: se metió a bañar mientras yo terminaba la cena. Salió, cenamos, fuimos a la sala, tomar el té, fumar, platicar, calendario: 27 de Febrero. Ayer había sido su cumpleaños. Comenzábamos a extasiarnos, y qué bien, todo iba conforme al plan. Haríamos el amor como ninguna otra noche, como ningún otro día. Había usado la mayoría de joyas ese día; rubíes, zafiros, oro en el cuello, y él también.

Lo comencé a preparar ahí mismo en la sala, le quité la ropa, lo llevé hasta nuestra habitación, olía delicioso justo como me gustaba. En ese momento yo tenía todo listo, velas rojas, blancas, negras y naranjas alrededor de la cama. El mar hoy sonaba más fuerte, entonces una ola tronó muy cerca de nuestro balcón, y se asustó, sonreí y le comenté mientras posicionaba su mano sobre mi lencería negra: "No te preocupes amor, hoy es luna llena, sabes cómo es". Volvió a darme toda la atención nuevamente, comenzó a desnudarme, y las joyas sentía que me quemaban, me daban una sensación inexplicable, tácita. Me besaba fuertemente, sin embargo, como ningún otro día, porque yo lo sabía, era luna llena. En luna llena el mar es más fuerte, las emociones del consciente humano son más sensibles y ágiles, pero más desnaturalizadas también por este hecho de que somos 80% agua. Sonreía y me emocionaba más pensar esto, entonces accidentalmente lo mordí, y resopló de dolor, porque lo hice sangrar. "Lo siento amor, es que es luna llena, sabes cómo es" y lo miré fijamente y dejó el tema atrás, no le importó seguirme besando aún con la sangre. Al momento de casi llegar a la penetración, el acto final, tanta emoción. Mi cabello negro en toda su anatomía, su espalda toda perfecta sobre mí, puse mis manos con perfecto esmalte y anillos y lo voltee sobre mí. Me miró horrorizado, "...tus ojos" dijo casi afónico, saltó de espanto al sentir las escamas en mis piernas, mi larga cola negra, "...son rojo carmín" y miró mis grandes alas negras, gritó despavorido. "Perdona corazón, es que es luna llena, sabes cómo es" dije con una voz irreconocible, y metí bruscamente mis garras sobre su pecho. Su piel perfectamente tonificada, saqué su corazón, las velas prendieron el fuego máximo. Nunca me había saboreado tanto a un humano, nunca había sentido tanto placer al matarlo. Lo besé nuevamente ya muerto y me volví a convertir en mortal. "Hasta que mi alma te vuelva a encontrar" le dije sonriente y complacida al cuerpo desagrado en la cama de seda casi carcomida.

por **Ingrid B.** Sáb 18 Nov 2017, 3:32 pm

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por **Ingrid B.** Sáb 18 Nov 2017, 3:57 pm

DESEOS

Quiero evolucionar la mentalidad humana, quiero dejar de escapar y jugar los mismos juegos; ya me cansé. Quiero que mi país se mueva, que mi gente sea culta, que sepan la diferencia entre palabras, que aprendan más de un idioma, que todos se puedan expresar como gusten y no se maten por comida. Quiero evolucionar el mundo. Che, quiero salir a la calle y no preocuparme por mi apariencia. Quiero salir y no preocuparme si traigo puesto o no brassier, o un short demasiado corto. Quiero salir de aquí para aprovechar ideas nuevas de otros lugares, otros espíritus para poder traer vida nueva y progreso a mi tierra. Quiero que la gente entienda que la mujer vale igual que el hombre pero en diferente aspecto. Quiero que mis hermanas tengan la oportunidad de llegar tan lejos como se lo propongan sin que las vean como material sexual.

También puedo tomar cerveza, también fumo, ¿y qué? damos vida, damos pasión, damos romanticismo, ciencia, ocultismo al universo. Somos la virtud fértil, y nos quitan el placer. El hombre simplemente tiene envidia. Mientras nosotras tenemos tres ojos y seis sentidos, ellos tienen dos ojos y cinco sentidos. No pretendo decir que la masculinidad no sea exquisita, ni placentera, ni útil. Quiero decir; que la mujer es reprimida de cosas que no deberían. El feminismo no es la solución, sin embargo, nada parece serlo, entonces ¿qué podría ser?

¿Qué podría ser?

Quiero levantar a la sociedad en educación, en cultura, en política, quiero que incluso en África reciban mi amor y apoyo. Quiero rodear todo el mundo, conociendo, amando, dando puro servicio, pura felicidad, puro arte. Quiero poder ser tan buena en lo que hago que hasta en Europa sepan de mí. Quiero ser una persona reconocida de mi época, quiero sobresalir para dar inspiración a más artistas, quiero resolver tantos problemas mundiales como sea posible, pero ¿cómo? si la mujer solamente es un utensilio de cocina, objeto sexual, muñeca de trapo, máquina de fetos.

por **Ingrid B.** Sáb 18 Nov 2017, 4:09 pm

Il faut bonne mémoire après qu'on a menti

por **Ingrid B.** Sáb 18 Nov 2017, 4:47 pm

Mon amour;

Te escribo en anónimo porque creo que si pusiera tu nombre y te leyera después, me arrepentiría gravemente. Porque hasta la fecha no comprendo, ¿qué es esto que tienes que puedo encontrar fácilmente en todo pero en ti es tan adictivo, tan especial? Que no posees ningún espacio de cultura, sabiduría, arte, pasión y de igual manera me sigue gustando cómo me tocas, cómo rozas tus labios en mi vientre, en mi cuello. No sabes nada de literatura, y a mí que me encanta. Te hago preguntas importantes y respondes cosas tan patéticas que quisiera partirte la cara pero no lo hago. Después de igual manera te sigo besando y se siente tan bien tenerte en mis brazos. Quisiera que comprendieras los peces negros, Vivaldi, todas las turas del mundo. Que no te equivocaras al pronunciar francés, o incluso que corrigieras tu ortografía en inglés -y en español- en todo idioma che; detesto tu perífrasis con locura, quisiera asesinar lenta y cruelmente a tus pleonasmos.

Ojalá pudieras escucharme, darme buenos consejos, razonar de manera incluso más abstracta que yo. Quisiera cambiarte tantas cosas che, pero desgraciadamente, no comprendo, pero de igual manera te quiero. Te quiero, pura y desquiciad-amente. Debe ser por la manera en la que me miras, o me abrazas, o alabas mi cuerpo. Pero debería haber algo más. Debería tener infinitas razones para escribir, y explicarle a todos. Y no puedo, no lo entiendo. He intentado aproximadamente un año en encontrar respuestas, analizar cada detalle, pero no logro ningún avance. ¿Será cuestión de pureza? ¿como cuando las personas no pueden explicar la perfección de Dios? ¿como cuando incluso los científicos contradicen sus teorías? ¿será así el amor real? ¿que es exactamente todo lo contrario a lo que buscas y no lo puedes explicar?

Porque siento que el tiempo no me basta contigo, siento que el mar es finito cuando me besas, en tus brazos siento que podría regresar la Segunda Guerra Mundial y estaría protegida. Cuando pienso en ti incluso, no me emociono pero tampoco me molesta. ¿Será costumbre ya, mon chère?

por **Ingrid B.** Dom 19 Nov 2017, 1:28 pm

"En la escala de lo cósmico sólo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero."

por **Ingrid B.** Sáb 25 Nov 2017, 9:03 pm

¿Dios existe?

por **Ingrid B.** Sáb 02 Dic 2017, 10:17 pm

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por **Ingrid B.** Sáb 02 Dic 2017, 10:18 pm

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