rasguña las piedras. {one shot.

✿ nombre: rasguña las piedras.
✿ autor: yo, camille, ceonella.
✿ adaptación: no.
✿ advertencias: no, creería.
✿ otras páginas: no.

Me llamo Rodrigo Martinez y les voy a contar mi vida, durante la dictadura militar.
Tomé un viaje a España donde mi tía abuela, Delia. Irse del país era lo mejor que se podía hacer en ese tiempo. 1976, el año donde empezó todo, el dolor. 

Me tomé tiempo para mandarle cartas a mi hermana Delfina a su domicilio, en capital. Les mandé unas 5 y dejó de responderme. Me sorprendió mucho porque llevábamos esta rutina por vario tiempo. Yo le escribía en la mañana y ella respondía en la noche. Siempre empezaba con un "querida Delfina" y ella terminaba con un "beso Rodrigo". Me asusté, pensé que tal vez ya no quería responderme, ya no quería hablarme pero, sabía lo que estaba pasando en el país, lo sabía. Aunque el mismo gobierno pensaba que nosotros los argentinos estábamos ciegos, no fue así, sabíamos perfectamente la represión que ocurría y el dolor que andaba suelto.
Mi hermana siempre fue terca, nunca voy a entender por qué me dijo que no, por qué no se vino conmigo a España. No supo que con ese viaje salvaría su vida, y la de su novio, Juan. 
También yo, que no la lleve a la fuerza, no intenté de convencerla, y me vivo culpando por eso. ¿Saben lo que es sentirse culpable por la perdida de otro? El dolor irremediable de saber que pudiste cambiar algo pero no lo hiciste, por miedo. 

Saqué esto de papá, quién en ese momento estaba en un trabajo en Canadá. Se había separado de mi mamá hace unos años, yo era un pibe, un nene. ¿Delfina? Ella es 3 años menor que yo, y en ese año ella tenía 3 años, sí, 3 años. 
Dos años antes de esta terrible dictadura, mi mamá falleció. Un ataque al corazón se la llevó tan rápido de nuestros brazos.

Estaba ya en en casa con Delia cuando me doy cuenta de la situación en la que podría estar mi hermana, sin dudarlo, viaje a Argentina, capital. Tenía la esperanza de encontrarla, e irme con ella y su novio a España, de una vez por todas. Pero no, no fue así.
Antes, pensé que no me respondía por el simple hecho de no querer saber nada de mi, pero era todo lo contrario, ella me buscaba, me quería devuelta. ¿Por qué? Se la habían llevado, embarazada. La tenían secuestrada, atada, le mintieron y no sólo a ella, sino a todo un país, durante 7 años.
Primero pensé en buscar a Juan y matarlo, por no poder cuidarla, pero no fue su culpa, yo no la cuidé. Después me enteré, que los corruptos también se lo habían llevado a él. Y me dolió, muchísimo, tanto que lo sentí, un hermano mío. Después de todo, lo era. 

No, esto no era lo peor, lo peor fue la guerra. 1983, Malvinas. Me volvió loco. Pensé que antes de que esto viniera podría haber encontrado a Delfina. Intenté de todo, hasta entregarme pero sabía que me tenían fichado y al verme, me matarían. No quería morir sin antes haber hecho algo por mi familia o mi país, algo.
Me entristecía ver a chicos de 19 años (edad que tuve cuando me fui a España) agarrar un arma pero no saber usarla, agarrarla porque los obligaron, me ponía mal, pésimo. Y me dolió hasta que terminó todo el infierno.
Ver a las abuelas desesperadas, a la gente perdiendo, llorando, sufriendo. Robar la identidad de una persona es retrasar su nacimiento. 


Una y 30.000 veces volveremos. Nosotros, todo el país. Todos los que sufrimos, perdimos. Hoy, vamos a ganar. No vamos a olvidar, porque hasta el día de hoy recordamos, por la gente que no pudo, ganar. 
Y si me preguntan cómo estoy ahora, cómo me siento. Bueno, bien, me siento bien al saber que tengo gente a mi lado que me apoya, que me ayuda, que recuerda como yo. ¿Mi sobrino? Hijo de desaparecidos, hija mejor dicho. Ana, Ana Frattoni. Hija de Delfina Martinez y de Juan Frattoni. 
Gracias a las abuelas plaza de Mayo pude encontrarla, hoy vive conmigo, sabe su historia y recuerda a sus padres con una sonrisa, porque sabe, que eran gente buena, buenísima. 
Hoy me siento algo tranquilo, y agradezco a cualquiera que recuerde, a los desaparecidos en, la dictadura militar.

hi: