he's out of my limit. | one shot.

               

ficha:

Belleza. ¿Qué es realmente la belleza? Dicen mis amigas que ser linda, atraer chicos, ser popular. Bueno, también dicen que yo no lo soy, pero que debería fijarme en ellas y parecerme un poco a ellas. Suelen decir que tengo sobrepeso, y creo que es cierto. Me miro al espejo y no me veo como antes, me veo gorda. Antes me veía bien, estaba bien, ¿no? Ellas dicen que nunca lo he estado, solo que debería bajar un poco mi autoestima para ver la realidad, para ver todos mis michelines, todos... Todos mis defectos. La más linda de ellas, Kathy, solía ser mi mejor amiga. Era la única que me apoyaba y me quería como era. Pero al entrar a el instituto, dio un cambio radical. Se alejo un poco de mi, y comenzó a coquetear con chicos. Eran lindos, pero yo tenía algo así como una obsesión por un chico. Se llamaba Ryan, y sus ojos son tan, o incluso más, azules que el cielo, y su cabello es seda rubia pura. Pero como según ellas, yo estoy gorda, y un chico tan lindo como Ryan no se va a fijar en una rubia gorda. Eres gorda, Elizabeth. Soy gorda, estoy gorda. Lo estas. Ryan NL me querrá si estoy gorda. No, no lo hará.

Ella quiere ser todo lo que ya es, pero no lo puede ver.


- Venga, chicos. - volvió a alzar la voz de el Sr.Worm, mi profesor de educación física.

Toda la clase corría alrededor de el campo de fútbol, donde la clase superior, en la qué estaba Ryan, jugaba a un partido de fútbol. Me quiero morir. El profesor nos obliga a llevar camisa y pantalón corto, y puedo sentir como mis anchas carnes botan en cada paso que doy. Los chicos de mi clase, en especial Louis y Tom, me miran fijamente y se ríen. ¿Tan gorda estoy? Mucho más de lo qué piensas.

- ¡Cuidado, gorda!

La voz de Louis, estoy segura. Pero antes de poder contestarle de manera ofensiva, caigo al suelo, porque soy tan torpe como gorda, y he tropezado con una piedra. Risas comienzan a resonar por mi alrededor, y siento la sangre subir a mis mejillas. Además de gorda, torpe. Lo primero que hago, es observar a mi alredor. Y tal y como me temía, ahí esta Ryan, mirando la escena con pena. ¿Con pena?

Claro que sí, gorda. Tiene pena porque la gorda se ha caído, das pena. Doy pena, le doy pena a Ryan.

Ella quiere ser todo lo que ya es, pero no lo puede ver.


- ¿Ya te lo has puesto, Beth?- pregunta Mackenzie.- Dejame ver, anda.

Mackenzie es mi prima. Vino de intercambio desde Australia, y es la única que me hace sentir bien, aunque sea un poco. Esta en mi clase, y al estupendo (Que se note el sarcasmo.) profesor de educación física, nos dará clases en la piscina. Mackenzie me insistió en ir a comprar nuevos bikinis, aunque me muero de vergüenza.

- E-espera un momento. - logró susurrar, con la voz entrecortada.

Una lágrima rueda por mi mejilla. Porque duele, duele saber que nunca seré tan linda como Mackenzie, o como Kathy. Porque nunca conseguiré el amor de Ryan, porque el esta fuera de mi límite.

- ¿Beth? Llevas ahí un buen rato.

Finalmente, y sin mi permiso, Mackenzie entra al probador. Intentó secar mis lágrimas lo más rápido que puedo, pero me es imposible. No dice nada, y agradezco aquello, pues solo me envuelve en sus delgados brazos.

Ella quiere ser todo lo que ya es, pero no lo puede ver.


- Bueno chicas, principalmente lo más normal para perder peso, es lo típico de meterse los dedos. Cuando sientas el vómito por tu garganta, deja que salga, en el baño. Y no comas, porque no serviría de nada lo anterior dicho- cita todo aquello, Kathy. Después suelta una carcajada. - Eso a nosotras no nos sirve chicas- se dirige a las demás, porque se que a mi no. - Solo a a algunas con sobrepeso - y ahora, todas me miran.

No digo nada y me levantó. Justamente sonó el timbre, por lo que hago camino a casa. Para mi suerte, mi madre no esta en casa. Miró la puerta del baño, y pienso en lo citado por Kathy. ¿Debería hacerlo? Si. Voy al baño, y me siento frente a la taza. Directamente, meto los dedos en mi boca, hasta sentir el vómito subir por mi garganta y caer en la taza. Y me siento bien, se siente bien hacer algo para dejar de ser gorda.

Ella quiere ser todo lo que ya es, pero no lo puede ver.


Ha pasado un mes desde la primera vez que vomite intencionadamente. También he comenzado a cortarme las muñecas, eso me ayuda un poco.Mis padres no notan nada, y eso es que no he adelgazado. No puedo más, no aguanto más. Necesito liberarme.

Me desnudo, y ni quiero mirar mi figura. Entró a la bañera, ya llena, y cojo una cuchilla de afeitar y comienzo a cortar mis muñecas alocadamente. El agua artificial se vuelve roja. Y veo todo negro.

Ella quiere ser todo lo que ya es, pero no lo puede ver.


- ¿Elizabeth, me oyes?

No... Ese, ¿es Ryan? Creo que sí, aunque no consigo escuchar con claridad, veo todo negro.

- Soy Ryan. No puedo creer que hayas hecho eso. - susurra decepcionado, y se escucha un sollozo. - Te quiero. Te quiero como nunca quise a nadie. No te dije nada porque creía que estas fuera de mi limite. Tan hermosa, tan única.., ¿porqué lo haces? Eres perfecta, eres perfecta para mi.

- T-tu estas fuera de mi limite... T-te amo... - y eso, eso es lo último que digo, mis ojos se cierran, pero esta vez se cierran para siempre.