Re: AÑO DIFERENTE (Harry S y ___)

por **Mey** Dom 22 Feb 2015, 11:25 am

CAP 3:CASTIGO

AÑO DIFERENTE (Harry S y ___) - Página 2 Hombres-vs-mujeres-red-social-L-2pnZFx

Su reacción no se hizo esperar luego de caer al suelo empujando dos o tres mesas y me lanzo a la cara una botella de refresco (raro. Parece que además de dormir también bebía en clase). Me pego en la frente y me resbale por un bolígrafo o con un borrador no me acuerdo bien. Lo cierto era que había caído y el se abalanzo sobre mi. Una patada en la tibia lo hizo poner en su lugar, otra vez haciéndolo saltar en un pie por el dolor.

-¡maldita p****!
-¡maldito h*** ** ****!- Después de tan bella poesía dedicada a una flor como yo, le devolví gustosamente el alago

Creo que lo que sobrevoló después sobre mi cabeza fue una silla. No me rompí nada, por fortuna, pero Jhony no tuvo la misma suerte. El pobre estaba a mi lado con los ojos cerrados mintiéndose a si mismo de que esto no era real. Que tonto. Creo que quedo traumatizado después del “tratamiento dental” que le di el año pasado.

Como no me podía quedar atrás, aplaste la despreciable sonrisa burlona del engreído con una mesa ( la mesa no era muy grande, era casi como de pesada a una silla) tampoco se rompió nada, que desgracia.

-¡Bastaaa!- La profesora camila pego un grito que se oyó en todo el colegio. Se la veía enojada-¡castigados los dos!
-¡fue el quien empezó todo!-me defendí
-¡tu fuiste la que me golpeo-se apresuró a contradecirme
-¡tu me llamaste fea, monstruo y que no parezco mujer! ¡tu tienes la culpa!
-¿¡Que!?

Su cara de confundido lo era todo, ojala hubiera tenido una cámara para sacarle una foto

-¡no me importa destrozaron el salón! ¡MALIK!

Salio al corredor gritando tan alto que podría haber levantado a los muertos. A los pocos segundos apareció el ex policía parado ya en la puerta, firme y servicial

-¡A sus ordenes, señora!

El rector recibió una linda bofetada por su descaro

-¡señorita!- dijo ella muy molesta (creo que la bofetada era mas para desahogarse por lo que nosotros hicimos que por el descaro del rector)
-Perdón, creí que ya habías formalizado con…
-¡cállate imbécil! ¡llévate a estos dos a la oficina de la directora! Basta con ver el desastre que hicieron para saber lo que paso. Los quiero castigados por un mes.
-¿¡un mes!?-preguntamos los dos al unisimo
-si, es lo que se merecen por su mal comportamiento
-pero…-intente replicar
-¡fuera de mi salón!-grito por ultima vez y nos cerro la puerta en la cara (maldita vieja)
-¿____, que hiciste esta vez?
-No dejaras que nos castiguen por un mes ¿cierto?
-Que honor poder ver a un héroe de la policía frente a mis ojos- Dijo el enano mediocre limpiándose la sangre de la camisa.
-¡Harry! ¿tu aquí?

A malik se le habían puesto los ojos tan grandes como platos, jamas se los había visto así.

- ¿ustedes se conoces?-pregunte con interés
-No. Tengo poderes metales tan grandes que puedo leer la mente de los demás
-¿ah si? Entonces dime ¿en que estoy pensando ahora?
-No leo la mente de los cavernícolas
-¡Maldito bastardo!
-Ahora veo que fue lo que causo todo- Decía malik mientras se ponía en medio de nosotros y nos separaba- Dejen de pelear y caminen hacia la dirección. Ella sabrá que hacer con ustedes, así que compórtense desde ahora.

Nos miramos con odio una ultima vez y luego nos encaminamos hacia nuestra ejecución

-Directora, le traigo a dos pequeños revoltosos

No quiero contar lo que sucedió en esta parte. Solo voy a decir que Ana se molesto mucho con nosotros diciéndonos que deberíamos pagar los daños que hicimos y castigarnos por dos meses. Stevan tuvo que venir (en pijamas todavía) a pedido del rector para convencer a la vieja de que nos perdone (Dios salve a malik). Después de muchas suplicas y de ofrecerse el mismo a pagar los daños (cosa que no iba a suceder y hasta el día de hoy la vieja le sigue exigiendo), Salvó nuestros pellejos de una posible suspensión también. Logro reducir nuestra condena a una semana, es mi héroe, a veces pienso que debió haber ofrecido su propio cuerpo para que la anciana nos perdonara o es el hecho de que le tiene mucho aprecio a stevan (no se porque, tal vez le gusta)

y bien adivinen quien tuvo que pasar toda la tarde limpiando los salones acompañada del cretino? Si, la pobre e inocente ____ ¿pueden creerlo? Que cruel es el mundo.

-por cierto podrías decirme ¿Qué mierdas te paso hoy? Nunca te dije nada de eso- me pregunto el mientras pasaba el escobilló cerca de la puerta.

Mire hacia la ventana y recordé porque había reaccionado así, es verdad, había sido solo un sueño, en realidad no me dijo ninguno de esos insultos.

-me lo dijiste en un sueño-dije en voz baja sin querer
-¿Qué? ¿soñaste conmigo?-pregunto riéndose
-¿ah?
-dijiste que lo soñaste
-am…si
-Mmmm…así que sueñas conmigo ¿Qué tanto te gusto para que me busques mientras duermes?
-¿Qué, que? ¡estas loco! ¡nada de eso!

Sin pensarlo, me puse roja como un tomate, o eso pensé porque sentí tanto calor, quizás fue por vergüenza. Nunca me había puesto a pensar la posibilidad de que me gustara un chico, tener novio y esas cosas, pero definitivamente ese no seria el, nunca.

-¿estas segura?-me volvió a preguntar con esa tonta sonrisa suya

Su pregunta me hizo enfurecer aun mas. Iba a golpearlo directo en la cara pero stevan entro por la puerta

-Vine para asegurarme de que estén trabajando. No quiero mas peleas
-Es mas gracioso verte tratando de actuar como un adulto que cuando te emborrachas
-¡oye _____! ¡no digas esas cosas enfrente de los alumnos!
-No es sorpresa, eres un holgazán inmaduro- dije sin prestarle demasiada atención

Me di la vuelta y seguí borrando la pizarra pensado en lo mucho que quería golpear a cierto castaño de ojos malditos (¿porque mi palabra? Bueno sus ojos verdes, eran tan …..)lo odiaba, lo detestaba y me odiaba a mi misma por haber soñado con el.

Nos pasamos el resto de la semana limpiando después de clases. Acordamos hacerlo por separado, o mas bien, stevan sugirió que no estuviéramos los dos en el mismo salón. Si fuera por mi no lo volvería a ver

El ultimo día de nuestra sentencia me lo cruce cuando iba de camino a recoger el escobillo y las bolsas de basura. Nos dimos un amigable saludo cuando pasamos el uno al lado del otro

-Idiota-murmure despacio
-Defectuosa-me contesto el

Entre al aula y acomode la sillas de los pupitres con rapidez. Quería irme lo antes posible. Vacié el bote de basura y cuando estaba barriendo, note al caniche tirado afuera en el pasto, con los brazos en la nuca y una pierna cruzando la otra, me moleste tanto, yo limpiando, cumpliendo nuestro castigo como se nos dijo y el descansando en el patio sin hacer nada. Abrí la ventana y salte al otro lado furiosa.

-¡oye! ¿¡porque no estas haciendo nada!?
-¿Qué? No te oí- me dijo sacándose los auriculares de las orejas y sentándose
-que porque mierdas no estas limpiando
-ya termine mi trabajo- dijo el de la manera mas calmada y serena
-¡entonces ayúdame a terminar con el mio!
-No tengo ganas-se negó volviéndose a acostar

La ira que nacía dentro de mi hizo su mas notable aparición y el impulso me gano de nuevo.
Levante el escobillon que me traje conmigo sin querer y se lo partí en la cara. Gracias a esto, estuvo toda una semana con esa muestra de mi afecto marcada en la frente: una linda y hermosa franja rosa que se iba poniendo morada con los días.

-¿¡Que demonios te pasa!?- Me grito enfadado
-Es lo que mereces por ser un maldito holgazán

Con todo su enojo me lanzo un puñetazo que pude esquivar sin ningún problema

-¡peleas como una niña!
-¿Qué?- me pregunto con cara de nada mientras me lanzaba una escuadra que había sacado de la mochila y que fue a parar en mi ojo
-¡dije que pareces una niña peleando!-conteste parpadeando por el golpe y lanzándole un puñetazo a la cara
-oh, lo siento olvide mi diccionario de humano-animal en casa- se reía mientras me esquivaba y me daba una pequeña patada en el abdomen (se que esa patada fue suave por eso mismo me enoje mas, no soy débil para que el no me tome enserio) caí sentada, eso me dolió (y por eso estaba mas furiosa, que me doliera sabiendo que no lo había pegado con todo)

-Maldito, leñador de bonsáis
-insultaría tu inteligencia, pero no puedo hablar de algo que no existe

Se rió de nuevo y puso su antebrazo en mi cuello haciendo que yo quedara recostada en el suelo. Quise sacármelo de encima pero la asfixia me estaba dejando sin fuerzas. Con la vista reducida hasta la mitad, pude comprobar que se acercaba con una sonrisa, preparada para escupirme. Tal atrevimiento a meritaba un fuerte escarmiento que no dude en realizar. Cuando se acerco lo suficiente, levante la cabeza con resolución para estrellarla contra la cara del condenado.

-¡maldita!-me grito alejándose

La sangre le volvía a brotar de las narices con soltura. Me acostumbré demasiado pronto a ver ese color tan puro y desbordante. Casi parecía una obra de arte.

El sonido de la puerta abriéndose nos hizo poner en alerta y corrimos hasta detrás de un árbol que estaba cerca para escondernos. La directora en persona era quien había salido en busca de los molestos ruidos que se oían desde el pasillo.

Recorrió el salón con la mirada y luego se marchó sin encontrar rastros de alguna presencia. Me giré hacia atrás porque sentí una ventisca molesta en mi oreja y me topé con la cara del chihuahua frente a mí. Estaba muy cerca. Eso me hizo sentir muy incómoda y nerviosa. Sin embargo él seguía concentrado espiando la escena del crimen atento a la nueva aparición de nuestro "comisario", cuando se dio cuenta de lo que lo miraba. Desvió su atención hacia mí sin expresión alguna en el rostro y cubriéndose uno de los orificios nasales, por donde sangraba. Me miró a los ojos y me se acercó más mientras se erguía.

Retrocedí nerviosa hasta encontrarme con el tronco del árbol. Estaba atrapada y él seguía acercándose muy seriamente. Me puse muy inquieta y me empecé a acalorar ¿Qué es lo que tramaba? Se acercó un poco más levantando su mano derecha y luego cerré los ojos. No sé qué me pasó en ese momento. Lo juro. Fue un instante de confusión. Me sentí tan tonta después.

Cuando oí una sonora palmada contra el tronco cerca de mi oído, lo primero que pensé fue que quería asustarme pero al abrir los ojos y girar mi cabeza, vi al mosquito aplastado en la mano del enano (tonta). Mi cara de alivio debió haberme delatado porque vi cómo el idiota se reía entre dientes. Quise insultarlo pero las palabras no me salían. Él tampoco dijo nada. Lo único que añadió fue "vamos a dejar esto en secreto". Podría parecer que se refería a lo de recién pero más bien yo creo que fue por la pelea que tuvimos. Si la vieja se enteraba era el fin.

Se limpió la sangre, recogió sus cosas y luego entró por la ventana al salón. Lo seguí preguntándole qué hacía a lo que él me respondió que me ayudaría por esta vez porque no quería ser castigado de nuevo y quería marcharse ya. Me quedé muda. Con los pedazos del escobillón que quedaban, terminé de limpiar y juntos sacamos la basura y devolvimos todo a su lugar. "Juntos". Qué asco. Eso suena repulsivo pero así fue.

Para el momento de presentarnos con la directora, él se sacó la camisa ensangrentada dejando al descubierto su playera azul con la "S" de Superman (más bien yo diría Supersádico) en el pecho. Cosa que la directora no pasó por alto y a lo que él respondió con un "tanto trabajo me dio calor y no quise sudar el uniforme para usarlo mañana".

En cierto sentido su explicación tenía algo de lógica pues estaba atardeciendo y ya no habría tiempo para lavar la prenda para que se secara al otro día. La vieja aceptó la desfachatez del renacuajo y luego nos dejó ir. Por suerte, el flequillo del tarado tapaba la evidencia del tremendo golpe que le di con el escobillón. Esa fue la única vez que caminé al lado de él hasta la salida sin decir nada y sin molestarnos.

- Seamos inteligentes la próxima vez y hagámoslo sin que nadie se entere. Adiós Pelirroja.

Esa despedida con doble sentido me dejó sin aliento. Me fui todo el camino a casa tratando de convencerme de que ese "hagámoslo" hubiese sido en referencia a nuestros duelos ocasionales. Lo odio.

por **Mey** Lun 23 Feb 2015, 12:50 pm

CAP 4: COMPETENCIA

AÑO DIFERENTE (Harry S y ___) - Página 2 Must-have-competitive-intelligence-software

El lunes y martes de la semana siguiente nuestras burlas y ofensas continuaron sin descanso durante las clases, durante el recreo y hasta durante el almuerzo. Sólo una de todas ellas me llegó realmente y fue cuando me dijo que tenía unas piernas muy feas y una ropa interior de horrible color. Mi cara era de todos colores cuando me dijo eso. Más o menos fue así:

- Para la próxima, usa pantaletas cómo la gente. Como si fueras una chica. Ese tono parece de vieja.
- ¡Mentira! ¡Tú no me has visto, lo estás inventando!
- ¿Ah no? ¿Entonces cómo sé que tienes uno gris con dibujitos de pandas?

Maldito malcriado. Tenía razón. No sé si fue suerte o de verdad lo vio pero desde ese día llevo un pantalón rojo tan ajustado que parecía una calza debajo de la falda azul, porque Malik me obligó a usar el "correcto" uniforme. Se rió de mí cuando aparecí al día siguiente con esta nueva vestimenta.

A mediados de la semana siguiente, Stevan anunció que haríamos un trabajo práctico en grupo y que debíamos preparar, además, una presentación para el festival cultural. Como el año pasado no pudimos hacerlo este año haríamos dos.

De nuevo nos dividiríamos en pequeños grupos para hacer los preparativos. Él y yo teníamos que hacer equipo otra vez gracias al estúpido sorteo de papelitos que hicieron. Aunque yo sospecho que Stevan hizo trampa. Nada bueno saldría de juntarnos a los dos para hacer algo.

En fin, el mes próximo empezaríamos con ese tema así que tuvimos que ponernos de acuerdo y votar todos en el salón para elegir el tema de nuestra división. Cosa que no fue fácil.

En cuanto a la entrega del trabajo en grupo, Louis se ofreció a hacerlo él solo ya que el caniche y yo no le dedicamos la suficiente atención. Ninguno de los dos se acordó de traer información sobre lo que nos ordenó Lou ni tampoco lo buscamos.

El miércoles siguiente tuvimos nuestra primera clase de Educación física, lo único que me gusta del colegio. Las chicas estábamos por un lado, todas formadas con pantalones cortos de color negro (demasiado cortos para mi gusto y demasiado ajustadas) y con unas playeras blancas (éstas sí, como la gente, cubriendo bien el hombro y con mangas). El mío particularmente era holgado porque así me gustaba.

Empezamos un poco más tarde de lo normal y fue porque nadie se puso de acuerdo en los docentes que se encargarían de lidiar con nosotros. Así que como el año pasado, los únicos voluntarios y capaces, se aparecieron puntuales y decididos. Y al igual que el año anterior, los chicos y las chicas realizaríamos nuestras actividades en el mismo lugar, en canchas contiguas. Todo porque Andres está perdidamente enamorado de nuestra profesora, Yenny. La adora a tal punto de que la persigue a donde quiera que vaya. No desaprovecha ninguna oportunidad para poder estar con ella y tratar de cortejarla.

- Yenny, mi amor. Nos volvemos a encontrar ¿No te da gusto? –preguntó El maestro de forma melosa.
- Buenas tarde, clase –nos habló ignorando a Andres

A veces siento pena por él. Tiene unos gustos bastante desagradables. Nuestra docente no era delicada, cocina muy mal y, a pesar de lucir una simpática sonrisa todo el tiempo, tenía muy mal carácter. Al pobre enamorado lo dejó varias veces tirado en la calle con tremendas contusiones en todo el cuerpo debido a sus maltratos. Pero él, a pesar de todo, persiste. Qué valiente.

- Comenzaremos con un precalentamiento trotando alrededor de la cancha por 20 minutos–decía ella con una sonrisa.

Por su parte, al lado, los chicos comenzaron su calentamiento también. Mientras yo corría, rastreé con la mirada de entre todos esos inútiles al salchicha ahumada buscando un pretexto para burlarme de él pero no lo encontré.

Llegando a los 15 minutos mis pulmones parecían que iban a explotar y no me ayudaban a generar una respiración armoniosa. Estaba agotadísima. Apenas podía levantar los pies del suelo. Caminé unos minutos más y luego me senté a un lado de la cancha para descansar.

- Eres patética. Ni siquiera puedes aguantar un poco de ejercicio. Das pena.

¿Quién podría decir tal comentario tan tranquilo, apoyado sobre la base de un árbol y con el antifaz en la cara?

- ¿Perdón? ¿Y tú qué haces sentado sin hacer nada?
- Sí, te perdono, tranquila. Estoy aquí porque tengo ciertos privilegios que los plebeyos como tú no tienen.
- ¿Privilegios de qué tipo? ¿Por invalidez mental? Se podría decir que tienes suerte, tú nunca podrás morirte de un derrame cerebral.
- Por lo menos a mí no me bautizaron en una plaza de toros y con camiones de riesgo como a ti.
- No tienes piojo solo porque no te llega sangre a la cabeza.
- Ja, no me digas. Tú eres la mejor prueba de que Dios tiene sentido del humor. Eres la criatura más espantosa que vi.
- Al menos yo no soy tan flojo y engreído como cierto tarado que estoy viendo ahora.
- Te dije que tengo privilegios especiales. No soy flojo.
- Demuéstramelo. Te juego una cerrera alrededor de la cancha. Apuesto a que puedo ganarte –y ese fue mi mayor error. Esa palabra lo complicó todo.
- ¿Apuestas? ¿Y qué gano yo si te venzo?

Me quedé sorprendida. No me esperaba que se lo tomara tan en serio.

- ¿Qué tal si el perdedor tiene que seguir las órdenes del otro por un mes? –propuso él.
- Es demasiado tiempo –dije apresurada, accediendo automáticamente.
- ¿Dos semanas entonces?
- Hecho.

En cuestión de segundos nos paramos y nos fuimos hacia nuestro punto de partida, ignorando todos los llamados de atención de los profesores. En el número dos de nuestra cuenta hasta tres, salimos (supongo que tuvimos la misma idea los dos) y corrimos a toda la velocidad de la que éramos capaces. La cancha era tan amplia que rodearla nos tomaría cerca de cinco a seis minutos. A pesar de eso y el cansancio que me aturdía hace poco, pude mantener el paso firme aunque no fue lo suficiente para sacarle ventaja. Me duele admitirlo pero él era quien llevaba la delantera. Me esforcé más y cuando lo alcancé, él se detuvo casi en seco inclinándose y tocándose las rodillas. Lo que no supe en ese momento fue que estaba herido y por eso tenía el "privilegio" de no hacer actividades físicas. Al parecer fue algo repentino porque ese día en la mañana estaba bien. No lo hubiera creído si me lo hubieran contado pero lo pude comprobar con mis propios ojos.

Me distraje desacelerando el paso para ver hacia atrás. Mal hecho. En un descuido tan tonto como ese, levantó su mirada con malicia y salió disparado como el rayo hasta completar la vuelta. Por más que corrí con todo el coraje y todas mis fuerzas, su recuperación había sido bastante exitosa. Me ganó suciamente.

- ¡Maldito!¡Hiciste trampa! –él sonreía con satisfacción.
- ¡____! No digas esas cosas frente a todos –me regañó Yenny.
- Pero hermana, él hizo trampa.
- Sí, lo vi. Pero hay distintas maneras de vengarte del desgraciado en silencio y hacer que lamente haber nacido –la expresión malévola y asesina de Yenny era más aterradora que la de Camila.
- Querida, mi dulzura. Seguro que el chico no lo hizo a propósito –intercedió Andres por él– Él está lastimado. Lo revisó el médico y…
- ¡No importa! Lo que vi fue a un futuro estafador. Repréndelo –exigió mi maestra.
Al ser la hermana mayor de mi mejor amigo, era prácticamente como mi hermana.
- Pero Yenny, mi amor –intentó seguir justificándolo Andres.
- ¡¿No vas a hacer nada?! Bien, si es lo que quieres.

Con mucha seguridad y autoridad llamó a todos los alumnos a un partido de vóley entre los chicos y las chicas. El pobre Andres no pudo si quiera tratar de detenerlo. Todos nos habíamos declarado la guerra y ya estábamos armando nuestros grupos para la batalla. Establecimos (o mejor dicho Yenny lo hizo) que jugarían todos los miembros de ambos equipos. En total éramos quince chicas y once tarados. Usaríamos toda la cancha y el equipo que dejara caer la pelota más veces al suelo o lo botara lejos del área contraria sería el perdedor. No se habló de los golpes intencionales o los pelotazos, por lo tanto, todo estaba permitido. Yenny fue el árbitro y cuando hizo sonar el silbato, el partido dio inicio. Lo que voy a decir me enorgullece enormemente.: FUE UNA MASACRE y la estrella había sido su servidora al relato. En cuando la bola me llegaba a mi alcance, no había nadie que lo pudiera parar. Destrocé varias cabezas y uno a uno, me fui deshaciendo del innecesario género opuesto.

Quedando sólo cinco valientes y toda la totalidad del equipo femenino, me propuse darles un final implacable y fui exterminando a los pocos que quedaban. Uno de ellos era el repugnante bruto que me trampeó. Después de la carrera quedó desecho y apenas podía mantener el ritmo del juego. Él fue el último en sobrevivir al exterminio. Para él reservé lo mejor. Después de dos pases y de gritarles a mis estúpidas compañeras que intentaban tenerle piedad porque se derretían por él, lo acabé con mi golpe más fuerte y una docena de pelotazos que Yenny tenía preparados. Les ganamos de la mejor manera. Todos y en especial el Fox Terrier deformado quedaron aplastados tirando humo, producto de nuestras magníficas balas de cañones calibrado. Nunca más volvió a desafiarme en frente de ella.

por **Mey** Mar 24 Feb 2015, 12:45 pm

CAP 5: APUESTA
AÑO DIFERENTE (Harry S y ___) - Página 2 Image

Celebrando nuestra grandiosa victoria, fuimos a las duchas y saboreamos el dulce placer del éxito y la venganza.

Cuando salí y lo vi sentado acomodándose una rodillera, quise seguir burlándome pero una realidad más grande y espeluznante me hizo bajar de mi nube.

- ¿Lo ves? Los tramposos siempre terminan pagando su precio.
- Bien jugado. Disfruta por ahora porque te espera una semana de esclavitud y todo terminará para ti. Voy a borrarte esa sobrante sonrisa.
- ¡Pero hiciste trampa! La carrera no cuenta.
- Dijimos que el que perdiera sería el lacayo del otro por dos semanas.
- Pero…
- Hice un engaño y por eso dejé que me apalearas. Pagué el precio por mi ilegalidad y ahora estoy listo para cumplir con mi parte de la apuesta. Tú debes hacer lo mismo.
- ¡No lo acepto! Fue una victoria fraudulenta ¡Me engañaste!
- ¿Y de qué forma te podría haber ganado entonces? Tengo la pierna hecha añicos, no podía correr en pleno estado.
- ¿Y por qué aceptaste entonces?
- Por el premio, la oportunidad de tenerte como esclava por dos semanas.
- Pero…
- ¡Hice un sacrificio enorme y salí vencedor! ¡Cumple!
- ¿Y por qué te lastimaste? –intenté desviar la conversación pero no funcionó, parece que se dio cuenta de mis planes.
- Eso no es asunto tuyo. Deja de poner excusas.
- ¡No! ¡No lo haré!
- Ok ¿Qué te parece si el viernes lo intentamos de nuevo? Y esta vez será definitivo, quien gane.
- Me parece bien.

Después del lapso que estipulamos, dejando tiempo a la recuperación de su herida, la carrera se llevó a cabo a las 5 en punto con la expectativa de muchos mirones y compañeros. Los detalles salen sobrando esta vez. Me ganó limpiamente. Como él es más alto y con piernas más largas, su contextura fue la única excusa y trampa inevitable que me hizo perder. Me sentí derrotada. Mis esfuerzos no sirvieron de nada.

- Te veré el Lunes, esclava –fue lo último que me dijo y se fue triunfante y animado.
Maldito idiota.

Mayo, segundo mes del año escolar. Pasé todo el fin de semana lamentándome y pensando excusas para no ir al colegio. Pero ni aunque inventara las que se me vinieran a la mente, no me ayudarían a salvarme de mi destino cruel. Todo había terminado para mí.

Aún así no pude evitar hacerme la enferma en lunes a la mañana.

- ¡Aaaaa! ¡Me duele mucho el estómago!
- Sí, claro. Vístete para ir clases.
- No, de verdad, Stevan. Me siento muy mal. Comí mucho ayer, quizás fueron esas chuletas con azúcar que hiciste anoche ¡Tú me enfermaste!
- ¡¿Te quejas de mi comida?! ¡Entonces prepárala tú la próxima vez! No, mejor no. No tengo ganas de comer arroz con huevo crudo.
- Pues prefiero eso a tu basura intoxicada con azúcar.
- ¡¿Basura dices?! Es que tú no tienes paladar como la gente, por eso dices eso.
- ¿Qué es paladar?
- Olvídalo, solo vístete en seguida.
- No quiero ir, voy a vomitar toda la clase.
- Lleva una bolsa entonces.
- ¿Para qué?
- ¿Cómo que "para qué"? Para que tires ahí tus porquerías.
- Nooo –dije en tono de súplica–. Si vomito mucho mucho y se derrama por el suelo, la directora me va a castigar de nuevo.
- No sería la primera vez. Camina. La vieja me advirtió que no te dejara faltar este año o subiría el costo de los daños que debo pagar.
- Y que nunca lo hiciste. Si de todos modos a las manos de la vieja no llega ni medio billete, ¿entonces para qué seguir las reglas?
- No es que no le pague. Lo haré después, todo junto cuando tenga dinero.
- Nunca vas a conseguirlo si te sigues gastando el sueldo en revistas de la Jump (son revistas donde publican manga).
- ¡Oye! No puedo dejar que queden abandonadas o peor, que vallan a parar a las manos de un cualquiera ¡No, señora! No puedo dejar que eso pase, por eso tengo que ser yo quien las compre. (Stevan con 26 años y sigue comprando esa porquería, que un niño de 10 años compra, aunque viéndolo el no demuestra su edad parece mas un adolecente)

Mi cara reflejaba lo indignada que estaba. Este tipo era un lunático ¿Qué clase de tutor tengo?

- Como sea, ponte tu uniforme y salgamos. Se hace tarde.

Diablos. Creí que con su emoción por los mangas se olvidaría de eso. Me vestí sin ganas insistiendo aún en mi mal estar estomacal pero no recibí ni las más mínima atención. Supongo que fue porque Stevan sabía que era mentira.

Un par de minutos antes de empezar la clase, yo ya estaba en el salón sentada en mi asiento rogando que el sádico no apareciera. Por desgracia eso no pasó. Llegó puntual, a unos segundos de que Stevan entrara.

- Hola, esclava –me saludó con su tono sarcástico.

No respondí, solo inflé las mejillas en señal de molestia y lo miré con odio. No podía creer que me había ganado "¿Qué tipo de ridiculeces me pedirá que haga?" me pregunté en ese momento. Él me miró con picardía antes de sentarse y luego comenzó a sacar, entre otras cosas, un anotador. (Maldito).

Me llamó para el receso y lamentablemente tuve que ir.

- ¿Qué quieres, idiota? –pregunté despectivamente.
- A, a –me dijo negando con el dedo índice de su mano derecha –desde ahora me llamarás "amo".
- ¡Ni que estuviera loca!
- Aaa, pero resulta que gracias a la apuesta que hicimos y que te gané, debo agregar, ahora tú debes obedecer todo lo que te ordene.
- Sí, pero no pienso llamarte así.
- ¿Y por qué no? Algún día seré el emperador de todo el mundo y entonces tendrás que decirme "amo".
- Sueñas demasiado alto, enano. Te vas a caer.
- No vas a decir eso cuando ocurra. Por ahora me conformo con que una peste como tú reconozca mi grandeza.
- Más bien "pequeñez". No eres nada.
- ¿Y tú de qué tanto hablas? Tampoco eres nada.
- Yo no me ando con aires de superioridad como su "majestad".
- Pero si es lo que soy.
- O eso crees tú.
- Primer lugar en la primaria con las mejores notas, todos los años. Salí campeón con mi equipo en Fútbol y en todos los torneos de velocidad.
- Con razón no pude ganarte.
- Fue muy fácil. No eres rival en absoluto para mí.
- ¡Mentira! Con un poco de entrenamiento podría vencerte.
- ¿Quieres apostar? –su pregunta me hizo callar y retractarme de mis palabras. Mi silencio lo dijo todo–. Bien, porque no serviría de nada. Nadie puede ganarme –me dieron muchas ganas de estamparle la cara contra el suelo cuando dijo eso.

- Si eres "tan" inteligente y genio ¿por qué repetiste de año? –no me contestó, en vez de eso hizo una mueca de enojo.
- ¡Qué te importa! –Me contestó lo mismo que la última vez.
- Eres un burro. No quieres admitirlo. Mientes diciendo que eres el mejor pero en realidad eres una desgraciada para la escuela
- Esa serías tú –me dijo cambiando la cara y sonriendo.
- Vamos, dilo de una vez, admítelo –insistí yo.
- Solo si dices "amo, estoy a tu servicio".
- ¡No! ¡Claro que no!
- Entonces no hay trato.
- No importa porque yo sé la verdad que escondes detrás de tus mentiras –él se rió de mí y me extendió unos cuadernos que tenía bajo el brazo.
- Deja de decir tonterías. Toma, este es tu primer trabajo de hoy.
- ¿Qué es?
- Son mis deberes del colegio. Los quiero para mañana.
- ¡¿Qué?! ¡Ni pienses que voy a hacer tu tarea!
- No puedes negarte, debes hacer lo que te pida.
- Pero…
- Shsh –mi silenció poniendo un dedo sobre mi boca (asco)–. No digas más. Ponte a trabajar.

Y luego se fue dejándome sola con la palabra en la boca. Malnacido.

Después del almuerzo me molestó con estupideces como alcanzarle el bolígrafo, que él mismo dejaba caer, o tirar al cesto de basura los bollitos de papel que había hecho especialmente para mí. En una ocasión fui hasta el cesto y desde allí le arrojé el bollo de papel a los ojos. No tuvo mucho impacto por lo que mi venganza no tuvo efecto.

A la tarde, cuando llegué a casa, después de merendar y hacer mi tarea (fue un milagro inesperado, lo hice solo por esa vez) me propuse hacer mis maldades. Tenía cinco hojas que había acumulado de la materia de Camila. Perfecto. Contesté horrendamente cada una de las preguntas, al contrario de un alumno educado, respetuoso y aplicado. Como él. Llené las respuestas con frases como "No me importa", "No me interesa", "¿Para qué mierdas me sirve esto en la vida real?" y muchas ofensas y malas palabras mezcladas con respuestas reales. Por eso hice el mío para comparar lo que "estaba bien" y lo que yo pondría mal en su trabajo.

por **Mey** Sáb 07 Mar 2015, 3:00 am

ANUNCIO IMPORTANTE

creo que no gusto mi idea...asi que pues la cancelare

pensare un poco; de pronto se me ocurre una mejor idea que les guste..., bueno espero poder leerlas pronto :)

hasta pronto!!!

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