El secreto de Ash.

Hola usuarios de OWN. Me llamo Alexander, acá Alec, Alex o Al, tengo quince recién cumplidos y soy de México.
Me he dado cuenta de que en la sección de originales hace falta algo de suspenso o terror, bueno está idea se me ocurrió hace unos días ya que estoy leyendo al gran Stephen King con su gran best seller "it" y hecho a volar mi imaginación, aunque me inspire en algunas páginas del libro y una experiencia que tuve hace poco es completamente mía. 
Es general la trama de la novela, más sin embargo se inclina mucho más al suspenso y al amor, cualquier duda, queja o sugerencia no duden en hacérmela saber. Gracias por leer

¡Vic! Es bueno verte por aquí, muchas gracias cariño    Estoy trabajando en el prólogo, muy pronto lo subiré, lo juro. Besos.   

Un gusto Mía, que bueno que te haya gustado, si, el suspenso siempre rulea.    
Bueno, estoy trabajando en el prólogo, pronto lo subiré, lo juro, es cuestión solo de perfeccionarlo   
Gracias por leer cariño, besos. ñ.ñ

La televisión zumbaba, las gotas en la ventana se intensificaban y los ronquidos de mi padre se hacían cada vez más fuertes.
Era viernes, doce de enero, por lo que mi madre trabajaba hasta tarde por el doble turno que realizaba cada semana y después se pasaba por la estética para que le tiñeran el cabello de un tono rojizo, el mismo de cada semana, para cubrir su lacio cabello castaño que se estaba llenando de canas. Esos días resultaban emocionantes para ella, pacíficos para mi padre y libres para mi. Aunque, no me imaginaba que de ese día en adelante los viernes ya no serían lo mismo, si me hubiese enterado de que 'aquello' sucedería...simplemente me hubiese encerrado en mi cuarto y no bajaría hasta que el sonido de los tacones de mama se hicieran presentes fuera de la casa. Pero yo era sólo una niña y no tenía idea de nada.

Había amanecido lloviendo aquel día y no había dejado de caer agua del cielo desde que me desperté, la antena de la televisión se había caído por culpa del aguacero interrumpiendo el programa favorito de papa, sin señal de televisión y con mi padre dormido todo parecía sumamente normal, el típico olor de la pizza que él había encargado, el zumbido que causaba la televisión cuando estaba encendida y las voces de los Robinson en la casa vecina. El ambiente era extrañamente familiar, como si de un déjà vu se hubiese tratado, que me encontré a mi misma pensando en lo que vendría después.

Las mangas del suéter gris rozaban las yemas de mis dedos cuando me encontraba de pie, pues hacia tanto frío que ni con mi más abrigado suéter conseguí alejar el frío de mi cuerpo por lo que tomé prestado uno de papa, dándome la apariencia como la de una chica grande que usaba ropa de su novio.
Y eso me agradaba.

Había terminado yo sola con una rebanada de pizza que mi padre había guardado para más tarde después de que termine de limpiar la cocina, tenía diez años apenas pero esa era la edad a la cual mis padres llamaban apta para empezar con los deberes del hogar, por lo que estaba exhausta y apenas eran las nueve y media. Subí las escaleras con cuidado, descalza y dando pequeños pasos, para evitar hacer un ruido y despertar a papa; siempre se ponía de mal humor si interrumpía su siesta de los viernes después del trabajo.

Jamás fui de las que temen a la oscuridad, pero el pasillo largo del segundo piso estaba tan oscuro como si de una cueva estuviese hablando, y las excepciones en las noches de tormenta, con tu padre dormido en la sala, sin señal y con un oscuro pasillo...tenía motivo para temer. Me abracé a mi misma y respiré entrecortadamente dando pequeños pasos, aún descalza y de puntitas, mientras me adentraba en la oscuridad.
Cerré mis ojos, por un momento recordé las criaturas que acechan en las películas de terror que pasaban todos los domingos en el canal 407 a partir de las diez de la noche, tratando de calmar mis nervios y ahuyentar la sensación de que algo, o mejor dicho "alguien", me miraba entre las sombras. Un rayo ilumino el pasillo completamente desde la ventana y di un respingo en mi lugar para después correr hasta mi habitación. Puse el pestillo a la puerta una vez que la cerré diestra mío, más sin embargo aquello no sirvió de nada, pues al instante un trueno se escuchó y las luz de mi cuarto se apagó; ¿irónico, no?

No me pareció algo aterrador esa vez, pues aún entre la negrura que me rodeaba sabía que estaba sola en mi habitación y que estaba segura detrás de la puerta, además de que siempre contaba con la linterna de baterías que se quedaba en mi cuarto para ocasiones como aquellas. Aunque no era consciente de lo que pasaría después, tal vez era que no pensaba razonablemente todavía o la curiosidad de la cual todo niño depende, pues al instante en el cual me di media vuelta un crujido se escuchó cerca de mi armario, dude al principio pero finalmente decidí descubrir de que se trataba, y camine hacia allá; con la oscuridad aún presente.
Arrastré mis pies descalzos, siendo consciente de que si daba un mal paso me tropezaría yo misma, apretando los puños a mis costados con ambas cejas alzadas.

Mi cabeza me gritaba desesperadamente que olvidara aquello, que diera media vuelta y despertara a papa, aunque me ganaría un castigo, pero por otra parte estaba la otra voz. Una voz muy lejana, pero dentro de mi cabeza, que me alentaba a seguir caminando, a acercarme a los ruidos, a descubrir lo que había en el armario. Y, aunque yo sabía que debía hacerle caso a mi consciencia, seguí la voz oscura disfrazada de dulzura; llevándome a las sombras.

Pegué mi oído a la puerta del gran armario, cerrando los ojos, atenta ante cualquier cosa que se hiciera presente.

Un minuto, dos, tres, cuatro y hasta cinco, absolutamente nada ocurrió.
Dudé y culpé a mi cabeza por hacerme una broma de mal gusto, y eso se lo contaría a mama y papa para que culparan de todo al señor Thompson por meterme esa clase de cosas a la cabeza en las sesiones de psicología, encontrándome con la grata sorpresa de que estaba decepcionada de que nada extraordinario hubiese ocurrido.

Abrí mis ojos y salté hacia atrás, me cruce de brazos y fruncí el ceño, algo se movió adentro, lo escuche e incluso vi como la puerta del ropero se movió por un golpe.
Aturdida comencé a pestañear varias veces. Después de todo me pareció que no pudo ser algo que imagine, que bien para el psicólogo de la familia.
Me acerqué de nueva cuenta y con los nudillos golpeé la puerta de madera, esperé, y después de cinco segundos se escucharon dos golpes dentro.

Contesté volviendo a tocar la puerta, y me contestaron, llevé mis manos a la boca para evitar gritar a todo pulmón.

Un murmuro se escucho, tan bajo que me costó mucho creerlo yo misma, pero después aquel murmuró se volvió una voz, fría y áspera, que estaba lejos de ser humana. Con el corazón latiendo fuertemente y mi boca al igual que ojos abiertos de par en par me acerqué más.

—Hey Ash.

Salté hacia atrás y caí en la alfombra rosada cercas de la cama.
Mi pulso se aceleró y sentí como si la sangre dejaba de correr por mis venas, las manos y piernas me comenzaron a temblar así como a fallar, intentando ponerme de pie caía de nueva cuenta en la alfombra mirando aún al armario; horrorizada, pero con curiosidad.

—¿Quien es? —pregunté tartamudeando mientras me arrastraba hacia atrás sin despegar mis ojos de las puertas del armario.
—¿Quien soy? —cuestionó la voz que alcanzo varios tonos y timbres haciéndose así muchas más—. Somos, Ashlyn, somos muchos.

Mis dientes comenzaron a castañetear y el temblor recorrió todo mi cuerpo junto con un estremecimiento. Pero no hacia frío y yo me sentía como en el polo norte.
Nosotros había dicho la voz. ¿Ellos?

—Somos muchos Ash, y todos —murmuraron al mismo tiempo—, pero todos, sabemos tu secreto. Sabemos quien eres Ashlyn, sabemos que eres como nosotros.

Y sin más, la negrura llegó a mis ojos cuando la puerta comenzaba a abrirse, grité, mientras me desplomaba sobre la alfombra.

Hola Leslie, hay gracias, yo no me quejó bc es mi nombre pero bue...
Gracias por leer cariño, la seguiré en cuanto pueda, probablemente en dos o tres semanas más suba cap, pues estoy en exámenes y me es un poco difícil escribir. Hahaha muy pronto todo se sabrá :roll: Es cuestión de subir. Muy pronto, lo juro, besos.

Hola, gracias por leer linda, muchas gracias ñ.ñ
La seguiré, muy pronto en verdad, creo que el suspenso y la ficción hacen buena combinación y pues quería probar algo nuevo, menos mal que si les agrado la idea, nos leemos pronto cariño, besos.