We're not too far, look, we're underneath the same sky.

We're not too far, look, we're underneath the same sky.

El rozaba sus labios contra la suave piel de su cuello. Ella se estremecía lentamente y su sonrisa apareció en su rostro como cada vez que las manos de Jared la tocaban. ¿Quería golpearlo? Claro que si, no me apetecía ver ese acto "semi-sexual" en el cual el idiota la ponía, Jared no tenia ningún derecho sobre ella y menos sobre su cuerpo. Y aunque me parezca bastante idiota de parte de Alice no querer defenderse o mínimo alejarse, yo no podía hacer nada, ya que la ultima vez que me metí, no hubo un final feliz. Alice no me hablo por casi un mes, y la verdad era una locura para mi no poder hablarle, ya que bueno, ella es casi mi mundo, mi cable a tierra sobre todo, pero ahora que lo pienso, yo soy mas su cable a tierra que ella el mio. Ahora Jared pasaba sus manos por los muslos casi desnudos de Alice, es obvio que el idiota aprovecha la poca tela de su "falda" o bueno, si es que a esa cosa se le puede llamar falda, ya que para mi solo me parece un pedazo de trapo reciclable, enroscado en la pequeña pero esbelta cadera de esta. Tosí una vez para ver si por alguna casualidad estos se percatan de mi presencia, o si por lo menos recuerdan que yo también me encuentro en el parque junto a ellos. Se que estaba vació, y que a las seis de la madrugada nadie iba a parecer para jugar a las hamacas, o bueno, bien se que no vendrán niños ruidosos a observar la escena casi ¿Pornográfica?. Me aferre mas al cuello de mi saco, la fría y fresca brisa que pasaba en cualquier momento haría que me consiga un buen resfriado, sin contar como el pequeño pero todopoderoso roció que caía sobre mi cabeza, volví la vista hacia los dos cuerpos que tenia enfrente algo indignada de que ninguno de los dos no tengan ni un poquito de frió, pero es obvio, con lo calientes que están ¿Como podrían sentir este frió?. Yo también podría ponerme caliente de ese modo, pero no quiero malinterpretarme, me refiero a estar celosa, no de Alice, si no de Jared quien me ha robado a mi mejor amiga y compañera de toda mi vida, pero últimamente Alice me esta pareciendo una cretina, una completa idiota con su actitud porque se que Jared no le hace bien, no como yo lo hago, y las veces que la veo llorando o con esas actitudes es por culpa del rey de roma, lo que me hace odiarlo por no tratarla como se debe. 
–Alice... –La llame con mi ronca y quebrada voz mientras rechinaba mis dientes con algo de molestia, al igual que eso un calor irracional se aproximaba de apoco por mis mejillas.– Ya es tarde. 
Estos no dejaron de compartir su saliva para dedicarse a prestarme atención un segundo, o mas bien por parte de Alice, ahora afirmaba lo que me pasaba por la mente, es una idiota, y no podía creerme que no lo notara antes, siempre fue, es y sera una idiota.  
–Oye, enserio tenemos que irnos. 
Unos, dos, tres, cuatro, cinc... No, definitivamente esta porquería de contar no me sirve, hace que me cabree cada vez mas, y que quiera esta vez, no solo golpear a Jared si no también a ella. Mi paciencia se agotaba al igual que mi fuerza emocional, mis barreras se rompían dejando libre mi corazón, el cual estaba muriendo de apoco frente a lo que mis ojos observaban. 
"Te amo, y no  estoy jugando" ¿Porque justo en esos momentos, todos los recuerdos que había pasado junto a Alice se venían a mi mente? No quería, y no podría aguantar mucho tiempo soportando mis pensamientos, y menos con la maravillosa vista que tenia frente a mi. ¿Como había llegado ahí? Por una falsa y estúpida mentira que ella me había hecho creer, Al sabe que le podría creer cada palabra que me diga, y mas cuando aprovecha lo indefensa que estoy, y me besa. Ay Alice, ¿Porque no te das cuenta de como me tienes?, pero esta vez no sera así, no como todas.
–Oh, ¡A la mierda Alice! Si quieres venir, bien por ti y si no quieres, me da lo mismo –Exclame, esto no 
debía ser la cosa mas madura del mundo pero ya había perdido todo rastro de dignidad y si me quedaba un poco, lo dudo, no dejaría que se pierda junto a estos. Alice se separo unos instantes del rostro de su jodido novio lo que hizo que nuestras miradas se encontraran, aunque este cabreada con ella también, me era difícil enojarme al verla a los ojos, a esos ojos casi esmeralda con los que me había encontrado esa mañana lluviosa y en una niña de unos nueve años. No entendía que quería decirme, pero con solo tardar un buen rato capte el mensaje, algo tan simple como "Vamos, ve tu primero que ya voy." Y ese ya voy nunca ocurre. Me cruce de brazos después de lanzarles el alargado saco bordo de Alice sobre ambos, el cual tapaba sus rostros. Maldije entre dientes y me gire en mis talones para dirigir mi caminata por en medio del parque, tal vez así pueda calmarme. No sentía los pasos de Alice tras de mi, lo que hacia que algo dentro de mi se rompiera lentamente, que unas fuertes ganas de echarme a llorar entraban por mi pecho al darme cuenta de que ella no vendría a consolarme para nada o con un simple "¿Porque lloras, K?", era difícil resistirse a caminar mientras mi pecho comenzaba a golpearme suavemente, mi respiración se agitaba, sin olvidar que las lagrimas ya estaban cayendo por mi rostro. No recuerdo bien como comenzó todo esto, ni si quiera se el porque todo mi mundo comenzó a girar alrededor de Alice, o el simple hecho de que si no lo hacia todo se oscurecía para mi. La conozco desde los nueve años y jamas me importo lo que hacia o lo que no, hasta ahora. Es extraño expresarme así con ella, jamas lo había echo antes en publico, ya que bueno ella me había hecho jurar que nunca haría algo en publico junto a ella, y no pensé hacerlo ahora, aunque una parte de mi me empujaba a que grite a los cuatro vientos lo que me estaba pasando, no me importaba enfrente de quien fuera, si era en la presencia de un desconocido o la de de Jared, en aquellas aturas tiraría todo al diablo, y me dejaría caer en el mismísimo infierno. Podría evitarlo, se que podría olvidarla y volver a comenzar todo de nuevo, pero es que ella están divertida aveces, cuando su malhumor no esta presente o cuando Jared no lo esta...Su sonrisa ilumina la mía, es como si brillaran tres soles al mismo tiempo, y al verlos no te lastiman los ojos, si no que al contrario, hasta con solo expresarme puedo sentir como mi corazón comienza a latir con una intensidad un poco anormal, después de sentir como se iba deshaciendo, creo que si fuera un chico todo esto que siento por Alice seria normal, pero soy una chica, y las chicas no expresan lo que sienten sobre otras, y mas cuando son sus mejores amigas, es algo ilógico, me resulta estúpido tener que hacer eso, tener que ocultar lo que pienso solo porque no soy igual a los demás, los chicos me parecen idiotas, las chicas también, pero Alice es diferente, yo soy diferente, y en cualquier momento mi pecho explotara haciendo que mi corazón salga como la bala de un arma cargada. Los besos que Alice me daba a las noches, cuando su madre dormía y ambas compartíamos su cama, la primer noche en la que nos escapamos para terminar sentadas en la azotea de la ciudad continua a la nuestra, era gracioso porque en esos lugares lejanos a los que íbamos nadie nos conocíamos, podíamos estar juntas y ser libres, pero eso era solo por un rato, porque cuando recuerdas quien eres y de donde perteneces todo los sueños o los buenos momentos que estas pasando se desploman como un diente de león, el cual soplas y se expande por el aire. Alice no era perfecta, yo lo sabia, ella también pero nunca me atrevería a decirle que no lo es, porque a pesar de que no lo era, para mi siempre seria perfectamente imperfecta. Sabia que no podría aguantar mucho tiempo, fingir que todo estaba bien, que no me molestaba que siempre Alice me prometa cosas tan simples y tontas como "El sera el ultimo, lo prometo" ¿Sabes lo que pasaba luego con esas promesas? Pues se rompían, ella mentía y nunca cambiaría eso, aun queriéndolo no lo haría, ella podía jugar conmigo porque sabia que no me iría de su lado, porque la amaría hasta el fin del mundo y aunque suene extraño, cada vez que ella me dañaba, dañaba el amor que sentía por ella...Y solo dejaba que de apoco el tiempo las sane, aveces ayudaban sus palabras, sus besos y hasta sus caricias que hacían que vuelva a caer en la rutina que nunca terminaba. Alice era una adicción de la que jamas podría salir, no importara cuando daño me hacia, siempre la necesitaría. Me recargue en uno de los arboles que yacía en el parque, mi respiración estaba mas que agitada si mi corazón no saltaba de mi pecho en esos instantes, juraría que moriría por el insoportable dolor, solo pude arrodillarme en el árbol, mis manos se lastimaban un poco con la corteza de este, este podría ser el peor día de mi vida que jamas olvidaría. Quería parar de llorar, que el tiempo se detuviera y todo volviera a empezar pero mas quería nunca haber conocido a Alice Winston. Tal vez fueron unos cinco o seis minutos en los que me quede paralizada pensando en toda mi deprimente vida, sin contar en las lagrimas y el llanto que debí de haber liberado hacia tanto tiempo. No creí importarle en lo mas mínimo a alguien, hasta el momento en el que unos brazos me rodearon con una sensación que podía callar mis pensamientos, y detener mis lagrimas, ¿Cariño, comprensión, amor? No, supongo que nada de eso, tal vez solo lastima, pero aun siendo eso lograba reconfortarme como nunca. 
Mis mejillas se enrojecieron con muchas fuerza lo que hizo que recorriera las manos que estaban alrededor de mi, debía de ser ella, tenia que serlo. 
–¿Alice?
Y en ese momento, me di cuenta de que volvía a caer, volvía a caer en ese abismo que se hacia llamar Alice.