—friends.

«Mensaje de Mister salchichón enorme»

Vibró dos veces. Un mes atrás, esto habría provocado mariposas en mi estómago y una enorme sonrisa en mi cara, pero ahora solo retuerce mi corazón y trae malos recuerdos. No me molesté en abrirlo, pues no quería que supiera que ya lo había visto. Tampoco tenía ganas de contestarle.
Subí el volumen de la televisión, de ella sonaba la canción "Friends" de Ed Sheeran. Me sentí identificada y lloré, abrazando fuertemente mis piernas, hundiendo la cara en mis rodillas.
Minutos después, la canción terminó y comenzó "Give me love" del mismo artista.

«Give me love like her...» la voz del pelirrojo retumbó en la habitación, también en mi corazón.

Dolía sentirme identificada con aquellas canciones, sería mucho mejor si fueran "Firefly" o "Fall". Mas estar en la zona de amistad apestaba, y eran las canciones que correspondían.
Mis ojos se sintieron pesados, fui dejándome caer en el sofá lentamente y abracé un almohadón. Instantes después, caí en las redes de Morfeo.

—Basta, para ya. —pronuncio riendo un poco.
—Bien, pero deja la tristeza de lado, —se sienta a mi lado y coloca su mano en mi hombro— tú no eres así.
—Lo sé.

Agacho mi mirada y observo mis piernas, las punzadas en mi pecho no cesan, mas decido mostrarle una sonrisa apenada.

—Oye, no es tan malo que te guste el ex de tu mejor amiga. Por algo es su "ex", ¿no? Ella lo entenderá, pues nadie elige de quien enamorarse. —se pone de pie, y comienza con sus extrañas danzas nuevamente.
—¡Ya sé! —capto su atención, haciendo que pare— ¿Qué tal si te lo presento? Así podré olvidarme de él, y tú al fin estarás con alguien que te merezca. —sonrío, teniendo en cuenta lo excelentes personas que son los dos— Hazlo por mí, por favor.
—No sé. —duda medio minuto antes de responderme y sonríe— Por ti, y para que tu alegre estado de ánimo habitual vuelvan a la normalidad.  

Sin estar completamente feliz con mi propuesta, abrazo a Julie, ya que ésta solo quiere ayudarme y verme feliz.

Mi repetitivo sueño fue interrumpido por las reiteradas vibraciones de mi móvil, que yacía junto a mí. Lo tomé y sin pensarlo dos veces, abrí los veintiséis mensajes que tenía de dos conversaciones en la famosa aplicación "Whatsapp". Lo primero que vi fue el nombre de mi mejor amiga Julie, a quien tenía como "Princesa Fiona", apreté suavemente para ver sus diez mensajes.

«Mira lo que me dijo Tyler, ¡lo amo!» 17:51
«Imagen» 17:51
«Imagen» 17:52
«Imagen» 17:52
«Creo que ya lo amo, es tan tierno, ¡gracias por presentármelo!» 17:52
«Te quiero» 17:53
«¡Y también quiero ir a visitarte!» 18:00
«   » 18:20
«rESPONDEME PERRA» 19:15
«¿Dónde estás? ¿Por qué no contestas mis llamadas? ¡Llámame!» 19:40

Las imágenes que me pasó eran capturas de pantalla de su conversación con él, se llevaban realmente bien, y hablaban como si se conocieran hace meses. A los dos se los notaba muy divertidos. No contesté y fui al chat que encabezaba la lista, éste contenía quince mensajes de Tyler, agendado como "Mister salchichón enorme".

«Hola, princesa, ¿estás en tu casa?» 17:30
«Necesito visitarte y contarte un par de cosas» 17:34
«Saaaaaaaaaaaam   » 18:00
«SAMANTHAAAAAAA» 18:06
«Mira esto, creo que ya la amo» 19:15
«Imagen» 19:16
«Imagen» 19:16
«¿Estás enojada conmigo? ¿He hecho algo malo?» 19:40
«Iré a tu casa, me estás preocupando» 19:45
«Ábreme» 19:50
«Oye, aquí estoy, y hace calor» 19:51
«Tiraré la puerta abajo» 19:55
«Ok, no la tiraré, solo esperaré aquí» 19:57
«Audio» 19:58
«Imagen» 20:00

Tampoco contesté y miré la hora: «20:05». Me levanté de un salto y corrí hacia la puerta, Tyler se levantó rápidamente del pórtico donde se encontraba sentado y me miró preocupado. No obstante, me abrazó como si no me hubiera visto en años, y entró.

—¿Qué te sucedió? —sonaba realmente preocupado.
—Dormía. —respondí de lo más normal, dirigiéndome al sofá nuevamente. Quería que se fuera, me hacía mal tenerlo cerca mío y más con las capturas que acababa de leer.
—Oye, ¿estás bien? —no abrí mi boca, y me recosté— Princesa...
—¡Deja de llamarme así! —vociferé, y creo que hasta yo me sorprendí de lo malhumorada que soné. Escondí mi cara en un almohadón, sentía que las lágrimas saldrían en cualquier instante.
—Basta, dime que sucede.
—Nada, Ty, solo... vete.
—No me iré con mi mejor amiga en este estado. —se sentó a mi lado y tocó mi hombro, luego encontró mi mentón y me obligó a mirarlo— ¿Qué tienes? —su mirada me transmitía confianza, ternura, sentimientos. Y por un momento, quise confesárselo todo.
—Creo que me mudaré. —mentí luego de unos minutos de silencio. Si eso fuera cierto, no creo que estaría así de mal.

Y allí comenzó su consuelo, abrazándome como si fuera una niña pequeña, diciéndome que todo estaría bien. Lloré, y lloré, descargándome, sabiendo que estaba haciendo oídos sordos a las palabras de mi "mejor amigo", escuchando mis propios pensamientos.
Cuando por fin pude dejar de llorar, observé el rostro comprensivo de Tyler, él era tan atractivo y bueno. Y eso me molestaba tanto, porque eran los principales motivos por los que había caído rendida a sus pies en secreto. Pues para mí, él era prohibido ya que había mantenido una relación amorosa con Chris, mi mejor amiga, un año menor que yo y sin amistad alguna con Julie.

—Lo siento bebé, debo irme, Julie está esperándome. —mis lágrimas volvieron a acumularse en mis ojos segundos después de oírlo— Pero volveré mañana, ¿sí? Te quiero. —depositó un beso en mi frente, y colocó un cabello detrás de mi oreja. Acto seguido, se alejó del sofá y salió de mi casa.

Continué llorando un rato más, necesitaba hacerlo, estaba reprimiendo tanto desde hace un largo tiempo. En realidad no fue mucho, pero para mí, ha sido como una eternidad.
Tomé mi celular, aún seguía la conversación de Ty abierta. Abrí la primera imagen que había recibido, también una captura de pantalla de la conversación con mi mejor amiga, la segunda igual lo era. Leí atentamente, y de repente, me sentí bien conmigo misma por haber juntado a dos personas tan parecidas y de enormes corazones, ellos realmente se merecían. Y me hacía feliz que ellos fueran felices, por más que sintiera cosas por el castaño, yo no puedo estar a su lado.
Creo que estuve siendo egoísta conmigo misma, por torturarme con cosas que no puedo tener y pensando en los momentos que podría pasar con él si fuera mío.

«Y ésta misma tarde me libero, fijándome en las cosas buenas que he hecho, y no en las que podría haber tenido.» @samrottary1 vía Twitter.