Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Destroyed |Rublangel|
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
Página 1 de 1. • Comparte
Destroyed |Rublangel|
- FICHA OBLIGATORIA:
- Ficha
❄ Nombre: Destoyed.
❄ Autor: reality. (yo)
❄ Adaptación: No.
❄ Género: Romance, hot, drama.
❄ Advertencia: Si haces copy/paste y lo tomas como tuyo o lo adaptas sin avisar me voy a enojar y mucho.
❄ Otras páginas: Quizá después.
Destroyed.
-Look-“Pase mi lengua por mis labios y luego mire a Mangel. Destruido. Así estaba él, destruido complementamente y su mejor amigo no sabía qué hacer. Le acaricie el brazo tratando de reconfortarlo, pero parecía no funcionar. Me arrime a él y lo abrace, Mangel se acomodo en mi hombro y siguió llorando y yo simplemente golpee suavemente su espalda. Delicado. Otra palabra que lo describía en este momento. Suspire y me separe de ese abrazo, tome sus manos y las apreté para darle ánimos, pero no lo hacía. Era el peor en esto.
–No te merece…–fue lo único que salió de mi–
–Yo no la merezco a ella –y sujeto mis muñecas con firmeza, pero sin dolerme–
Entonces, dejándome llevar por mis instintos lo atraje a mí y nos fundimos en un fuerte abrazo. No lo soportaba. No soportaba verlo llorar por alguien tan estúpido e idiota como alguien que lo engaño. Acaricie su espalda y vi como lentamente dejaba de llorar.
– ¿Tú fuiste el que la engaño? ¿Tú fuiste él que jugó con sus sentimientos? ¿El que fingió amarlo mientras besaba a otra persona? –mencione y Mangel empezó a llorar de nuevo. No sirvo para esto–
Lo abrace de nuevo y le bese el cuello en un intento de tranquilizarlo y se ve que lo logro, ya que dejo de llorar nuevamente. Lo apreté aun más y bese su hombro. Se acomodo contra mi hombro y yo le acaricie el cabello suavemente. Parecía más tranquilo y eso me tranquilizaba a mí. Mangel nunca fue tan frágil de corromper, pero para él las relaciones eran algo serio y hermoso, que debías disfrutar a la persona con la que estabas. Y esa cojonuda chica no lo hizo.
–Todo estará bien…–sople sobre su oído y le susurre aquellas palabras–
–Si…–susurro igual asintiendo sobre mi hombro y con su cara hundida en mi cuello–
Me separe de él y lo mire a los ojos, ya respiraba normal. Entonces le sonreí y él igual lo hizo y, aun que hace unos segundos estaba destruido, ahora me sonreía sincero. Y eso era genial, que estuviera bien. Pensé en pararme pero luego lo vi. Se ve que vio mi intención de pararme y por su cara no le gustaba así que me acomode en el sofá con las piernas sobre el posa-brazos y mi cabeza en sus piernas.
–¿Ya estas mejor…? –pregunte mirándolo, el solo asintió y me acaricio el cabello–
Todo estaba sumido en un pequeño silencio. No era ni malo, ni bueno, solo… silencio. Mangel me miraba y yo lo miraba a él y… así estuvimos por un largo tiempo, hasta que aparto la vista y se acerco a mi frente y la beso, para luego correr mi cabeza y levantarse. Camino a su habitación y me le quede viendo al lugar por el que se había ido. Y al ver que no volvía me resigne y decidí irme a mi habitación.
Y al encaminarme a ella una mano me agarro antes de entrar, era Mangel. Lo mire algo sorprendido y feliz, traía una cobija y una almohada. Sonreí lo más que pude y camine, siendo arrastrado por su dulce y pequeño apretón. Puso el almohadón y me invito a remostarme, luego él se junto a mí y quedamos apretados, pero no incómodos. Puso la cobija sobre nosotros y me sonrió. Y yo igual sonreí y, creo, que hasta me brillaron los ojos. El miro todo mi rostro y mis facciones, me di cuenta por como susurraba cosas sin sentido. Sonreí y me reí a lo bajo, haciendo que él me miraba y se sonrojara. Lo abrace y le acaricie suavemente sobre la remera, luego levante esta y acaricie su espalda. Mangel se acerco más a mí.
–Duerme bien…–contra mi pecho menciono, pero yo no tenía sueño en lo absoluto–
–No tengo sueño –dije sonriéndole como un chiquillo rebelde–
–Yo tampoco…–susurro y luego miro mis labios–
Me acerque un poco más a Mangel y nuestras respiraciones chocaron, ambos mirábamos nuestros labios y, simplemente, nos dejábamos llevar, así que nos acercábamos levemente. Yo no tenía el control de mi cuerpo y, se ve, que ni el del suyo. ¿Simplemente me dejaría llevar? Si. Simplemente me dejaría llevar, porque… necesito saber que se sintió tener los labios de Mangel sobre los suyos y entender cómo es que pudo cambiarlo. Así que acorte rápidamente el camino y lo besé. Con el más puro y asqueroso sentimiento de amor por él que tenía en mi frio corazón. Lo bese.
No tengo que idea de que hacía, ni porque en este momento. Ya hace miles de veces que nos habíamos besado, pero eran bromas frente a nuestros amigos, pero aquí no había nadie y, igual, parecía que queríamos darnos ambos aquel tierno y sensual beso. Así que use mi otra mano libre para acariciar delicadamente su mejilla, el beso perfecto. Mejor que cualquier otro que me haya dado, así estaba yo, pensando eso, no, no estaba pensado “Joder macho, ¿Qué estoy haciendo?”, simplemente estaba disfrutando. Sentí como él se separaba bruscamente de mí y vi como cerraba los ojos con fuerza, quizás para no verme y evitar la incomodidad. Así que mire para abajo, aún con los ojos fuertemente apretados, yo simplemente me quede callado, no pensaba hablar, aun que yo era el responsable de al final habernos unido.
Pero, en el interior, se que él quería ese beso tanto como yo.
Levante mi mirada esperando encontrarme con la suya, pero seguía en la misma posición. Retire lentamente mi mano de su desnuda espalda y sentí como se estremeció al ya no sentir mi tacto, creo que ya se había acostumbrado. Lo mire, aun que Mangel no hiciera lo mismo. Sonreí. Espere tanto tiempo a que terminara con esa zorra, tanto tiempo llorando en silencio mientras veía desde mi puerta entre-abierta de mi habitación como se enrollaban en el sofá y yo sufría. Y, aun que ahora el estaba destruido, yo estaba en una parte feliz. Feliz de que ya entendiera que ella no era más que mugre, pero prefería que él lo hubiera sabido que haber tenido que presentar algo tan atroz con sus propios ojos. Porque, aun que la odiara y quisiera que se fuera de una forma a otra de la vida de Mangel, prefería que no de esa forma. Dejando a Mahe tan destruido y roto. Y, a la vez, a mi corazón frio y temeroso, el cual no soportaba más dolor y, mucho menos, él dolor ajeno de Mangel.
– ¿Te sientes incomodo? –como si fuera lo más normal del mundo hable–
Mangel choco su mano contra su frente, entonces yo reí y él igual, levanto la mirada y me suspiro, yo le sonreí levemente, con una pequeña sonrisa simple y tímida y, Mangel, la correspondió de la misma manera que yo. Así que, me levante y estaba dispuesto a irme, pero el nuevamente me agarro del brazo y me giro. Lo mire a los ojos y, como si el Rubén de siempre su hubiera ido, me abalance contra él y lo besé. Me importaba una mierda si ahora le incomoda, a Mangel o a mí, yo solo quería sentir sus labios otra vez. ¿Pueden creer que espere esto por 8 meses? 8 jodidos meses llorando a sus espaldas y sonriendo mientras le hablaba de las tías inexistentes que había visto, pensando y esperanzado de que me dijera algo como “Tú eres mío…”, pero simplemente me golpeaba el hombre y me decía “No te la tires en la casa, ¿vale?”. No saben cuánto espere esto y, en este momento, se estaba cumpliendo. Acaricie su estomago hasta bajar a su pantalones. Acaricie sobre su pantalón lentamente su entrepierna mientras sentía como el respiraba rápidamente, creo que era por los nervios o por que intentaba no soltar un gemido, para evitar momentos incómodos.
–Ah…–soltaron sus labios y yo sonreí satisfecho–
Entonces me separe de sus labios y me tire a un costado, como si ya hubiéramos tenido sexo, pero no hacía sido así. Trate de moverme, pero pareciera que mi cuerpo no reaccionaba. No sé porque, de la emoción, de la tristeza, ni idea. Simplemente se que, no me importa si luego todo empeora entre nosotros, vale sí, me importara, pero siempre recordare haberlo hecho gemir, como él me hizo gemir a mi tantas veces con solo sonreír.
–No tienes idea de cuánto te amo, tu solo me veías como un simple amigo, mientras te tirabas con veinte perras en la esquina yo te esperaba con una sonrisa fingida y creíble en mis labios…–deje de hablar y lo mire, el no tenía expresión en su cara–… No sabes todas las locuras suicidas y males que hice por simplemente tratar de dejar de amarte…
Entonces, como si necesitara hacerlo, le pegue una cachetada. Mangel simplemente cerró los ojos y yo volví a posicionarme mirando al techo. Joder, me sentí tan libre y bien, entonces me acomode y así estuve por unos minutos, Mangel no hablaba y yo menos y así estuvimos. Hasta que el toco mi mano y se la puso en su entrepierna y, al sentir un bulto me sobresalte. ¿Yo había provocado eso?
–Tu has provocado eso –me contesto a mis pensamientos y yo quise sonreír, pero no lo haría–
– ¿Piensas que después de haberme hecho llorar tanto, yo follare contigo? –y lo dije como si fuera lo más normal del mundo, entonces creo que él se extraño–
Junte mi mirada con la de Mangel y la mantuvo por algunos segundos, pero luego la bajo de nuevo. Incomodo. Una palabra que describía el maldito ambiente. Así que pensé un segundo en levantarme y enseguida lo intente pero sentí una mirada en mi trasero y eso me incomodo. Joder, estúpido y alzado Mangel. Así que me di la vuelta y lo mire, el se veía tan destruido y entonces es cuando me di cuenta que no estaba intentando tener sexo conmigo porque quisiera, si no porque quería olvidarse de la perra sucia con la que acababa de terminar. Y, creo, que eso fue lo que me hizo explotar y llorar.
–Eres un enfermo. No sabes cuantas noches he estado llorando y esperando a que este jodido momento llegara de una forma u otra y, ahora que me doy cuenta, hubiera preferido que llegara de una sola forma, tu dándote cuenta de que tal vez somos perfectos juntos y yo aceptando estar toda mi vida para ti, porque sé que en realidad no quieres hacer esto, no quiero intentar hacer esto porque intentas olvidarte de otra persona. Porque, créeme, tú que se supone que eres mi mejor amigo debes conocerme bien y saber que nunca me dejaría utilizar como un recurso enfermizo para olvidar a otra persona. Lo lamento Mangel, no sabes cómo espere este momento, como soñé cada noche que tú me vieras de la forma que te miro y… creo que eres tan idiota qué prefieres llorar y sufrir con alguien que no lo vale que seguir adelante y empezar con alguien que en verdad te ama –tan rápido lo pronuncie que, creo, que casi me quedo sin aire–
Mangel dejo de mirarme, entonces vi como ahora se tomaba enserio. ¿Entonces creyó que cuando le confesé mis sentimientos era una coña? Baje mis brazos, los cuales había movido en mi corto discurso para las expresiones y lo mire.
–Creí que me habías entendido…
–Creí que habías entendido que te estaba siguiendo el supuesto juego… –Mangel hablo–
Creí que había entendido que esto no era una broma. Que en ese momento no me reía, que entendía que tirarme atrás del sofá y resoplar no era porque me aguantara la risa, si no porque intentaba no llorar recordando todo…
–Eres un gran chico…–cállate, Mangel–
–Cállate –susurre firme–
Sentí mis piernas temblar y hizo que cayera al suelo. Pegue mis rodillas a mi pecho y las rodee con mis brazos, creo que esto lo hacían las personas como un mecanismo de defensa, pero sabían en su interior que no servía de nada, las palabras y las intenciones ya estaban hechas. ¿Por qué Mangel? ¿Por qué yo como la persona que te hiciera olvidarla? ¿Por qué yo elijo siempre a las personas que no debo? Empecé a llorar aún más suerte. Joder Mangel, no sabes cómo te amo.
–Eres tan tierno y gracioso…–siguió, y hizo que lo mirara, creo que le sorprendió verme tan mal–
–Cállate, por favor Mangel…–mi voz sonaba quebrada–
Mi puta voz sonaba tan quebrada que hasta yo me di pena, baja le mirada, tratando de ocultar mi rostro, pero el jodido gel que levantaba mi fleco así que se me viera perfectamente. Sentí como Mangel agarraba mi brazo y salía del sofá y se sentaba frente a mi sentado como un indio, entonces solloce y volví a llorar aún más fuerte. No quería que me tocara, así que aparte mi mano lentamente.
–Siempre me haces sentirme bien y eres… demasiado increíble…–levante la mirada y aguante tirar un gemido de tristeza, aun que al final termine tirándolo–… creo que eres perfecto.
–Cállate, eres un idiota, no pienso creerte, eres un estúpido insensible, ¿no te diste cuenta todo este tiempo como lloraba porque tú, simplemente, preferías estar con chicas que conmigo? No sabes cuantas noches sonreí imaginándome jodidas historias contigo, y luego empezando a llorar dándome cuenta que era imposible que algún día te dieras cuenta que yo en realidad sentía algo más que amistad por ti. No sabes todas las locuras y problemas que cometí simplemente por ti, no tienes de idea de cómo te amo…–tomé aire– Y, en este momento, hubiera preferido que te callaras y no intentaras nada a tener que haber terminado en esto.
–Rubius, eres increíble, siempre me haces reír en mis peores momentos y me aconsejas, aun que a veces siempre termine en algo pervertido y gracioso, cosa que hace olvidarme de la duda y el problema y me preocupe de solo sonreír contigo. Sé que no soy tan perfecto, ni este momento es tan perfecto como te lo imaginabas… Pero, creo, que la persona que tenga el placer de ser tu novia o novio, va a ser la persona más afortuna del mundo…
Entonces deje de llorar. Mire sus ojos y el los míos, entonces sentí como ponía su mano en mi nuca y empezaba a acariciarla, empezó a bajar la mirada a mis labios y ahí es cuando entendí sus intenciones. Cerré los ojos por unos cinco segundos y luego los abrí y Mangel estaba de la misma forma.
–Te amo, Mangel…–dije, durmiéndome–
–Y, creo que yo a ti Rubius…–dijo mirándome ahora a los ojos y acercándose–
Entonces, por lo que recuerdo, se acerco a mí y junto nuestros labios, dándonos un tierno beso, lo sentí tan real y puro, tan lleno de amor y cariño. Entonces, sonreí. Porque, aun que cortara el beso, se que en algún momento, nos dimos uno y sé que, Mangel, al fin entendió que… tal vez puedes hallar el amor en alguien que tiene frente a tus ojos…”
Entonces deje el lápiz a un lado y cerré mi pequeño cuaderno. Acaricie la tapa con el nombre de “Rubelangel” escrito, recuerdo como lo invente una noche pensando en Mangel. Y, entonces, me di cuenta que se había terminado de nuevo mi historia, y que había vuelto toda a la normalidad. Donde Mangel no me amaba y donde se suponia que yo no amaba a Mangel. O eso pensaban todos…
–No te merece…–fue lo único que salió de mi–
–Yo no la merezco a ella –y sujeto mis muñecas con firmeza, pero sin dolerme–
Entonces, dejándome llevar por mis instintos lo atraje a mí y nos fundimos en un fuerte abrazo. No lo soportaba. No soportaba verlo llorar por alguien tan estúpido e idiota como alguien que lo engaño. Acaricie su espalda y vi como lentamente dejaba de llorar.
– ¿Tú fuiste el que la engaño? ¿Tú fuiste él que jugó con sus sentimientos? ¿El que fingió amarlo mientras besaba a otra persona? –mencione y Mangel empezó a llorar de nuevo. No sirvo para esto–
Lo abrace de nuevo y le bese el cuello en un intento de tranquilizarlo y se ve que lo logro, ya que dejo de llorar nuevamente. Lo apreté aun más y bese su hombro. Se acomodo contra mi hombro y yo le acaricie el cabello suavemente. Parecía más tranquilo y eso me tranquilizaba a mí. Mangel nunca fue tan frágil de corromper, pero para él las relaciones eran algo serio y hermoso, que debías disfrutar a la persona con la que estabas. Y esa cojonuda chica no lo hizo.
–Todo estará bien…–sople sobre su oído y le susurre aquellas palabras–
–Si…–susurro igual asintiendo sobre mi hombro y con su cara hundida en mi cuello–
Me separe de él y lo mire a los ojos, ya respiraba normal. Entonces le sonreí y él igual lo hizo y, aun que hace unos segundos estaba destruido, ahora me sonreía sincero. Y eso era genial, que estuviera bien. Pensé en pararme pero luego lo vi. Se ve que vio mi intención de pararme y por su cara no le gustaba así que me acomode en el sofá con las piernas sobre el posa-brazos y mi cabeza en sus piernas.
–¿Ya estas mejor…? –pregunte mirándolo, el solo asintió y me acaricio el cabello–
Todo estaba sumido en un pequeño silencio. No era ni malo, ni bueno, solo… silencio. Mangel me miraba y yo lo miraba a él y… así estuvimos por un largo tiempo, hasta que aparto la vista y se acerco a mi frente y la beso, para luego correr mi cabeza y levantarse. Camino a su habitación y me le quede viendo al lugar por el que se había ido. Y al ver que no volvía me resigne y decidí irme a mi habitación.
Y al encaminarme a ella una mano me agarro antes de entrar, era Mangel. Lo mire algo sorprendido y feliz, traía una cobija y una almohada. Sonreí lo más que pude y camine, siendo arrastrado por su dulce y pequeño apretón. Puso el almohadón y me invito a remostarme, luego él se junto a mí y quedamos apretados, pero no incómodos. Puso la cobija sobre nosotros y me sonrió. Y yo igual sonreí y, creo, que hasta me brillaron los ojos. El miro todo mi rostro y mis facciones, me di cuenta por como susurraba cosas sin sentido. Sonreí y me reí a lo bajo, haciendo que él me miraba y se sonrojara. Lo abrace y le acaricie suavemente sobre la remera, luego levante esta y acaricie su espalda. Mangel se acerco más a mí.
–Duerme bien…–contra mi pecho menciono, pero yo no tenía sueño en lo absoluto–
–No tengo sueño –dije sonriéndole como un chiquillo rebelde–
–Yo tampoco…–susurro y luego miro mis labios–
Me acerque un poco más a Mangel y nuestras respiraciones chocaron, ambos mirábamos nuestros labios y, simplemente, nos dejábamos llevar, así que nos acercábamos levemente. Yo no tenía el control de mi cuerpo y, se ve, que ni el del suyo. ¿Simplemente me dejaría llevar? Si. Simplemente me dejaría llevar, porque… necesito saber que se sintió tener los labios de Mangel sobre los suyos y entender cómo es que pudo cambiarlo. Así que acorte rápidamente el camino y lo besé. Con el más puro y asqueroso sentimiento de amor por él que tenía en mi frio corazón. Lo bese.
No tengo que idea de que hacía, ni porque en este momento. Ya hace miles de veces que nos habíamos besado, pero eran bromas frente a nuestros amigos, pero aquí no había nadie y, igual, parecía que queríamos darnos ambos aquel tierno y sensual beso. Así que use mi otra mano libre para acariciar delicadamente su mejilla, el beso perfecto. Mejor que cualquier otro que me haya dado, así estaba yo, pensando eso, no, no estaba pensado “Joder macho, ¿Qué estoy haciendo?”, simplemente estaba disfrutando. Sentí como él se separaba bruscamente de mí y vi como cerraba los ojos con fuerza, quizás para no verme y evitar la incomodidad. Así que mire para abajo, aún con los ojos fuertemente apretados, yo simplemente me quede callado, no pensaba hablar, aun que yo era el responsable de al final habernos unido.
Pero, en el interior, se que él quería ese beso tanto como yo.
Levante mi mirada esperando encontrarme con la suya, pero seguía en la misma posición. Retire lentamente mi mano de su desnuda espalda y sentí como se estremeció al ya no sentir mi tacto, creo que ya se había acostumbrado. Lo mire, aun que Mangel no hiciera lo mismo. Sonreí. Espere tanto tiempo a que terminara con esa zorra, tanto tiempo llorando en silencio mientras veía desde mi puerta entre-abierta de mi habitación como se enrollaban en el sofá y yo sufría. Y, aun que ahora el estaba destruido, yo estaba en una parte feliz. Feliz de que ya entendiera que ella no era más que mugre, pero prefería que él lo hubiera sabido que haber tenido que presentar algo tan atroz con sus propios ojos. Porque, aun que la odiara y quisiera que se fuera de una forma a otra de la vida de Mangel, prefería que no de esa forma. Dejando a Mahe tan destruido y roto. Y, a la vez, a mi corazón frio y temeroso, el cual no soportaba más dolor y, mucho menos, él dolor ajeno de Mangel.
– ¿Te sientes incomodo? –como si fuera lo más normal del mundo hable–
Mangel choco su mano contra su frente, entonces yo reí y él igual, levanto la mirada y me suspiro, yo le sonreí levemente, con una pequeña sonrisa simple y tímida y, Mangel, la correspondió de la misma manera que yo. Así que, me levante y estaba dispuesto a irme, pero el nuevamente me agarro del brazo y me giro. Lo mire a los ojos y, como si el Rubén de siempre su hubiera ido, me abalance contra él y lo besé. Me importaba una mierda si ahora le incomoda, a Mangel o a mí, yo solo quería sentir sus labios otra vez. ¿Pueden creer que espere esto por 8 meses? 8 jodidos meses llorando a sus espaldas y sonriendo mientras le hablaba de las tías inexistentes que había visto, pensando y esperanzado de que me dijera algo como “Tú eres mío…”, pero simplemente me golpeaba el hombre y me decía “No te la tires en la casa, ¿vale?”. No saben cuánto espere esto y, en este momento, se estaba cumpliendo. Acaricie su estomago hasta bajar a su pantalones. Acaricie sobre su pantalón lentamente su entrepierna mientras sentía como el respiraba rápidamente, creo que era por los nervios o por que intentaba no soltar un gemido, para evitar momentos incómodos.
–Ah…–soltaron sus labios y yo sonreí satisfecho–
Entonces me separe de sus labios y me tire a un costado, como si ya hubiéramos tenido sexo, pero no hacía sido así. Trate de moverme, pero pareciera que mi cuerpo no reaccionaba. No sé porque, de la emoción, de la tristeza, ni idea. Simplemente se que, no me importa si luego todo empeora entre nosotros, vale sí, me importara, pero siempre recordare haberlo hecho gemir, como él me hizo gemir a mi tantas veces con solo sonreír.
–No tienes idea de cuánto te amo, tu solo me veías como un simple amigo, mientras te tirabas con veinte perras en la esquina yo te esperaba con una sonrisa fingida y creíble en mis labios…–deje de hablar y lo mire, el no tenía expresión en su cara–… No sabes todas las locuras suicidas y males que hice por simplemente tratar de dejar de amarte…
Entonces, como si necesitara hacerlo, le pegue una cachetada. Mangel simplemente cerró los ojos y yo volví a posicionarme mirando al techo. Joder, me sentí tan libre y bien, entonces me acomode y así estuve por unos minutos, Mangel no hablaba y yo menos y así estuvimos. Hasta que el toco mi mano y se la puso en su entrepierna y, al sentir un bulto me sobresalte. ¿Yo había provocado eso?
–Tu has provocado eso –me contesto a mis pensamientos y yo quise sonreír, pero no lo haría–
– ¿Piensas que después de haberme hecho llorar tanto, yo follare contigo? –y lo dije como si fuera lo más normal del mundo, entonces creo que él se extraño–
Junte mi mirada con la de Mangel y la mantuvo por algunos segundos, pero luego la bajo de nuevo. Incomodo. Una palabra que describía el maldito ambiente. Así que pensé un segundo en levantarme y enseguida lo intente pero sentí una mirada en mi trasero y eso me incomodo. Joder, estúpido y alzado Mangel. Así que me di la vuelta y lo mire, el se veía tan destruido y entonces es cuando me di cuenta que no estaba intentando tener sexo conmigo porque quisiera, si no porque quería olvidarse de la perra sucia con la que acababa de terminar. Y, creo, que eso fue lo que me hizo explotar y llorar.
–Eres un enfermo. No sabes cuantas noches he estado llorando y esperando a que este jodido momento llegara de una forma u otra y, ahora que me doy cuenta, hubiera preferido que llegara de una sola forma, tu dándote cuenta de que tal vez somos perfectos juntos y yo aceptando estar toda mi vida para ti, porque sé que en realidad no quieres hacer esto, no quiero intentar hacer esto porque intentas olvidarte de otra persona. Porque, créeme, tú que se supone que eres mi mejor amigo debes conocerme bien y saber que nunca me dejaría utilizar como un recurso enfermizo para olvidar a otra persona. Lo lamento Mangel, no sabes cómo espere este momento, como soñé cada noche que tú me vieras de la forma que te miro y… creo que eres tan idiota qué prefieres llorar y sufrir con alguien que no lo vale que seguir adelante y empezar con alguien que en verdad te ama –tan rápido lo pronuncie que, creo, que casi me quedo sin aire–
Mangel dejo de mirarme, entonces vi como ahora se tomaba enserio. ¿Entonces creyó que cuando le confesé mis sentimientos era una coña? Baje mis brazos, los cuales había movido en mi corto discurso para las expresiones y lo mire.
–Creí que me habías entendido…
–Creí que habías entendido que te estaba siguiendo el supuesto juego… –Mangel hablo–
Creí que había entendido que esto no era una broma. Que en ese momento no me reía, que entendía que tirarme atrás del sofá y resoplar no era porque me aguantara la risa, si no porque intentaba no llorar recordando todo…
–Eres un gran chico…–cállate, Mangel–
–Cállate –susurre firme–
Sentí mis piernas temblar y hizo que cayera al suelo. Pegue mis rodillas a mi pecho y las rodee con mis brazos, creo que esto lo hacían las personas como un mecanismo de defensa, pero sabían en su interior que no servía de nada, las palabras y las intenciones ya estaban hechas. ¿Por qué Mangel? ¿Por qué yo como la persona que te hiciera olvidarla? ¿Por qué yo elijo siempre a las personas que no debo? Empecé a llorar aún más suerte. Joder Mangel, no sabes cómo te amo.
–Eres tan tierno y gracioso…–siguió, y hizo que lo mirara, creo que le sorprendió verme tan mal–
–Cállate, por favor Mangel…–mi voz sonaba quebrada–
Mi puta voz sonaba tan quebrada que hasta yo me di pena, baja le mirada, tratando de ocultar mi rostro, pero el jodido gel que levantaba mi fleco así que se me viera perfectamente. Sentí como Mangel agarraba mi brazo y salía del sofá y se sentaba frente a mi sentado como un indio, entonces solloce y volví a llorar aún más fuerte. No quería que me tocara, así que aparte mi mano lentamente.
–Siempre me haces sentirme bien y eres… demasiado increíble…–levante la mirada y aguante tirar un gemido de tristeza, aun que al final termine tirándolo–… creo que eres perfecto.
–Cállate, eres un idiota, no pienso creerte, eres un estúpido insensible, ¿no te diste cuenta todo este tiempo como lloraba porque tú, simplemente, preferías estar con chicas que conmigo? No sabes cuantas noches sonreí imaginándome jodidas historias contigo, y luego empezando a llorar dándome cuenta que era imposible que algún día te dieras cuenta que yo en realidad sentía algo más que amistad por ti. No sabes todas las locuras y problemas que cometí simplemente por ti, no tienes de idea de cómo te amo…–tomé aire– Y, en este momento, hubiera preferido que te callaras y no intentaras nada a tener que haber terminado en esto.
–Rubius, eres increíble, siempre me haces reír en mis peores momentos y me aconsejas, aun que a veces siempre termine en algo pervertido y gracioso, cosa que hace olvidarme de la duda y el problema y me preocupe de solo sonreír contigo. Sé que no soy tan perfecto, ni este momento es tan perfecto como te lo imaginabas… Pero, creo, que la persona que tenga el placer de ser tu novia o novio, va a ser la persona más afortuna del mundo…
Entonces deje de llorar. Mire sus ojos y el los míos, entonces sentí como ponía su mano en mi nuca y empezaba a acariciarla, empezó a bajar la mirada a mis labios y ahí es cuando entendí sus intenciones. Cerré los ojos por unos cinco segundos y luego los abrí y Mangel estaba de la misma forma.
–Te amo, Mangel…–dije, durmiéndome–
–Y, creo que yo a ti Rubius…–dijo mirándome ahora a los ojos y acercándose–
Entonces, por lo que recuerdo, se acerco a mí y junto nuestros labios, dándonos un tierno beso, lo sentí tan real y puro, tan lleno de amor y cariño. Entonces, sonreí. Porque, aun que cortara el beso, se que en algún momento, nos dimos uno y sé que, Mangel, al fin entendió que… tal vez puedes hallar el amor en alguien que tiene frente a tus ojos…”
Entonces deje el lápiz a un lado y cerré mi pequeño cuaderno. Acaricie la tapa con el nombre de “Rubelangel” escrito, recuerdo como lo invente una noche pensando en Mangel. Y, entonces, me di cuenta que se había terminado de nuevo mi historia, y que había vuelto toda a la normalidad. Donde Mangel no me amaba y donde se suponia que yo no amaba a Mangel. O eso pensaban todos…
Saludos
- Spoiler:
- ❄ Hola, soy Anastacia y pues, probablemente las que me conocen y stalkean no van a tardar en llegar pero si lo leíste y te gustó te pediría que me dejaras tu opinión para mejorar. Un beso.
Última edición por reality. el Jue 08 Ene 2015, 3:48 pm, editado 1 vez
kuchta
Re: Destroyed |Rublangel|
JÉ sabias que llegaría aquí de todos modos ¿no? Pues como adivinaste aquí estoy. Sufriendo como una total perra por que hiciste un final tan amargo como este, coño. O es mi idea o la mayoría de las historias Rublangel siempre terminan con un final mas triste que hachiko, bue, fue lindo mientras duro. Besos xoxoxo
Invitado
Invitado
Re: Destroyed |Rublangel|
Esme bebita mía era obvio que ibas a llegar por eso dije, no sé como haces pero siempre estás. Siempre le hago un final amargo a todo, no soy de esas que creen mucho en los finales felices, lo sé soy muy rara . La mayoría de los OS tienen finales malos, creo; pero sí, la mayoría de los de Rubelangel terminan muy mal. Todo es más lindo mientras dura bue. Besos mi vidaÉmeraude. escribió:JÉ sabias que llegaría aquí de todos modos ¿no? Pues como adivinaste aquí estoy. Sufriendo como una total perra por que hiciste un final tan amargo como este, coño. O es mi idea o la mayoría de las historias Rublangel siempre terminan con un final mas triste que hachiko, bue, fue lindo mientras duro. Besos xoxoxo
kuchta
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.