Él, ella, el |STYLINSON|

—Mamá... no puedo creer que hayas decidido por mi —digo.
—¿No quieres casarte con Eleanor?

Pregunta fácil, pero soy mejor mintiendo que diciendo lo que realmente pienso, así que solo me quedaré callado.

—Lo sabía, no se preocupen, tengo todo listo —ahora no me sorprende que tenga la fecha.
—Lo que digas —murmuré.

Arreglaría esto luego. Ahora prefiero más la compañía de la 'princesa' que de mi madre y ella.

—¿No estás feliz, Louis? —pregunta ansiosa Eleanor y al ver mi rostro su sonrisa se desvanece, pero crea una más falsa.
—Bueno, cambiando de tema..., ¿que decías, Eleanor? —interrumpe mi madre y Eleanor reacciona para comenzar a hablar.

Luego de una media hora de pensamiento, decidí salir dejándolas solas y buscando una explicación.
Conduje lo más rápido que pude a la casa de Harry alias princesa y me detuve frente a la puerta tocando con mi puño cada vez más fuerte. No estaba. Y supe donde estaría. Así que entre de nuevo a la camioneta y fui hacia el bar.

Había muchas casas, pero al llegar a la carretera todo era solo calle, bosque y mucho más bosque. Había mucha sombra y era difícil ver entre los árboles, que eran lo único que pude ver, nada más.
Unos minutos más adelante, habían tiendas y diferentes bares, con gente paseando entre la oscuridad -porque ya era tarde-. Divisé el bar que buscaba frente a mi y me estacioné unas cuadras lejos.
Cualquiera pensaría que esta era una ciudad fantasma, pero por la noche era habitada en su totalidad.

Entré y lo primero que vi fue a Michael, pero el estaba charlando con un chico de cabello rojo en unas mesas; y aunque llevaba su uniforme, sabía que era su descanso.

Busqué a Harry con la mirada y lamentablemente no lo encontré.
Llamé a su teléfono y nada, me manda a buzón. Colgué antes de que me cobraran y lo intenté de nuevo. Nada.
Me cansé y simplemente me senté en el escritorio de Michael, el cual estaba frente a la pista y tenía un pequeño techo arriba -como una marquesina-.
Miré en dirección a Michael y el se veía demasiado feliz hablando con el chico que yo pareciendo un niño, tomé su libro y lo abrí. Tenía el logo del bar al frente y unas hojas mas adelante había una agenda, bueno, era una agenda. Fui a la hoja con la fecha de hoy y me puse a ver lo que había preparado. Estos chicos son como objetos -sin ofender-.

08:30 > Jean Ray — Alex Marc - 202.
09:27 > Harry Styles — Zayn Malik - 129.

Ese era el nombre de mi amigo, en el apartado de clientes que habían pagado por acostarse con algún chico. Y ese chico era Harry.
¿Cómo se atrevía? Tal vez Zayn no lo sabía, pero ese chico me pertenecía y el no tenía derecho a cogerse a MI invitado -si puedo seguir llamándolo así-.
Sentí demasiado enojo que tenía ganas de golpear a alguien y romper todo a mi alrededor. Así que por un momento sentí celos, y por otro mi enojo subía cada vez más. Los celos volvieron cuando me puse a pensar que cosas estarían haciendo esos dos. Miré la hora:

09:35


Maldije y ahora estaba dispuesto a arruinar cualquier plan en la noche de los dos.

Me dirigí hacia el pasillo caminando lo más rápido que pude. Había un par de chicos en medio de la pasada y por más que fueran lindos, los empujé a un lado pasando sin voltear.
Recordé la habitación: 129. Me dirigí a ella y al abrirla no me sorprendí de que estuvieran besándose -o devorándose-. Estaban con ropa y nadie dentro de nadie, genial.
A tiempo.

—¿Que crees que haces? —preguntó Zayn con cierto enojo.
—Llevándome lo que me pertenece, amigo —hice un énfasis en la última palabra.
—¿Qué? ¡Espera! —atinó a decir Harry antes de que lo tomara fuertemente de brazo y lo arrastraba a la puerta sin ningún cuidado.
Con su mano libre trataba de acomodarse mejor su 'ropa' o atuendo de prostituta.
—¿Qué te sucede? ¿Sabes lo que acabas de hacer? —habla enojado.
—Si, lo se perfectamente.

Mi enojo se convertía en ira y eso no era nada bueno.
Trataba de insultar todo a mi paso y si no, encontrar una buena excusa que dar.

—¿Dónde están tus cosas?
—¿Qué? No, dime que...-
—Dímelo —casi grité.
—Por acá —caminó aun conmigo tomándolo del brazo y tomó una bolsa anaranjada.
—Bien, vamos.
—¿Qué? Espera, no. —Dice y yo simplemente lo ignoro.
Pensando mejor en el, debe estar allí, muriendo por coger, pero no. Y lo creía mi amigo.
Tomé a Harry y simplemente lo arrojé dentro del asiento del copiloto mientras se quejaba cada vez más de que lo soltara. Entré a la camioneta.
—¡Mira lo que has hecho! —señaló su brazo con mis dedos marcados en él.
Era obviamente notable.
—¿Y tu pensabas coger con Zayn? —el frunce el ceño ante mis palabras.
—Bueno..., tu dijiste que romperías con Eleanor.
—Y lo hice —mentí.

Debería ser actor.
El se sorprendió y no dijo nada a menos unos segundos después.

—Lo siento, de verdad.
Sentí sus sinceras palabras y yo solo respondí:
—Está bien. Siento lo de tu brazo.
Pasa su mano por las marcas en su brazo lentamente.
—No es nada —murmura.
Ahora me siento mal porque le he mentido.
—Hey —se me ocurrió algo—, tu... ¿quisieras ser mi novio?
Estaba un poco nervioso ante su respuesta, pero yo no era así. En la escuela se lo había pedido a Eleanor, pero había usado un tono seductor y ahora casi tartamudeo.
Abre más sus ojos y parece pensar un poco.
No se porque pienso que dirá que no.
—¡Si!
Me equivoqué.
Lo beso como si todos los sentimientos que tengo hacia el fueron demostrados así.