Esclavos del orgullo (Ziam Palik/Larry)

Autor: Yo, Fabián Méndez.
Adaptación: No, pero es basada en hechos reales los cuales viví muy de cerca. De hecho estoy dentro de la novela, adivinen qué personaje soy xD Además es coescrita por una de las protagonistas de esta historia quien me ayuda a llevar la secuencias de algunos hechos. :3
Nombre: Esclavos del orgullo.
Género: Romántica, Drama.
Advertencia: Los nombres, localidades, descripciones físicas y el sexo han sido alterados en algunas ocasiones para, ya saben, mantener en anonimato la identidad de aquéllos quienes presenciaron esta historia de amor. Posee contenido Homosexual explícito, si no te agrada puedes retirarte. Hay abundantes escenas de Larry Stylinson. Comenten y arrojen sus críticas para mejorar día a día. Gracias

           La vida de un adolescente común y corriente es relatada centrándose en la historia de su primer amor, un amor correspondido a principios y cuestionado al final. Liam Payne de 16 años de edad, un chico tímido pero  extremadamente perfeccionista, de carácter exasperante, con las mejores calificaciones de su clase y elogiado por todos, estudia el penúltimo año de secundaria preparándose para estudiar Economía, el sueño de su vida, que se ve alterado al darse cuenta de su sexualidad, enamorándose de un chico que le cambiaría la vida para siempre. No imaginaba que este nuevo año que iniciaba como un despertar más en su vida representaría los demonios que en su futuro, no muy lejano, tendría que enfrentar y dominar. Una historia en la que el amor se ve opacado por las dudas, por las confusiones y por eso que todo destruye: el orgullo. El peor enemigo de los arrepentidos y del perdón. Basada en una historia real “Esclavos Del Orgullo” se encargará de hacerles ver la realidad de las relaciones adolescentes de hoy en día, que nada es un cuento de hadas y que todo pasa por una razón, que nada en esta vida es una casualidad sino causalidades que dependen de cada paso que des o dejes de dar con la ayuda del famoso y renombrado “destino” que es también el responsable de cada lección aprendida en la vida. Déjate atrapar por esta historia que promete mucho más de lo que quizás esperes.

Es una calurosa mañana de un lunes como cualquier otro en Doncaster, el resplandor emanado por la luz del sol se cuela por las extensas ventanas de cristal de mi habitación, por vehemencia abro mis ojos y los restriego con la esperanza de despertar por completo; me siento en el costado derecho de la cama, el único que en realidad está libre ya que el izquierdo está unido a la pared donde me recuesto cada n0che para lograr conciliar mis sueños. Como todo ser humano en sus primeros minutos del día me dirijo hacia el baño privado de mi habitación cuya puerta yace justo en frente de mi cama de donde hace ya minutos me había levantado. Al llegar me miro al espejo y observo mi rostro, me sorprendí ya que tenía un rastro de acné en la punta de mi nariz “¡Genial!”-pensé de forma sarcástica. En fin… vi mi semblante mañanero y me dispuse a lavar mi cara, me volví a reflejar, ahora si estaba un poco mejor puedo presumir de unos ojos miel bien diferenciables, de unas cejas pobladas y pestañas por igual que engalanaban mi rostro, de cuerpo delgado y algo estirado, de brazos débiles y torso para nada marcado y, por último, mi cabello… MI PEOR PESADILLA, lacio pero con ondulaciones me encantaba pero ocasionaba problemas en mi familia y en mi escuela ya que a nadie le gustaba excepto a mí y a unos cuantos amigos que elogiaban mi muy bien cuidado cabello a rizos y de tonalidad castaña. Salí del baño y comencé a vestirme con el uniforme de mi colegio algo muy tedioso por cierto… una camisa blanca de mangas largas, una corbata roja y un pullover de tela y color similar a la corbata, un pantalón negro y zapatos igual, me vi al espejo de nuevo ya que necesitaba estar seguro de mi presencia y mi peinado que, para mi suerte, estaban más que perfectos… ¡OH DIOS! He olvidado presentarme, que maleducado soy, lo siento.
Soy Liam James Payne, tengo 16 años y estudio cuarto año de secundaria un poco adelantado para mi edad, soy un nerd, me saco un 10 en casi todas las asignaturas y soy un maniático de la perfección y del orden. Hijo único de mis padres siendo siempre el consentido, jamás fui desconcentrado y siempre obediente, no me meto en problemas y tampoco tengo muchos amigos, soy conocido en el colegio por mis méritos académicos pero nadie lo considera importante y si les soy sincero yo tampoco lo hago. He tenido unas cuantas novias no pasan de diez, nada importante ya que solo duraron algunos meses y las más reciente había sido hace un mes y aún me buscaba para “hablar” yo me negaba siempre para evitar momentos incómodos ya que los detesto. Termino de arreglar mi presencia y me dispongo a bajar a la cocina en busca de algo para comer, mi madre estaba allí recostada en el asiento que daba junto a la puerta por donde entraba la claridad al sitio con un espejo en mano sacándose las cejas como lo hacía absolutamente todas las mañana yo bufé de fastidio y monotonía mientras le abrazaba dándole su respectivo beso de las mañanas.
-Hola Mami, buenos días.-hablé saludando a mi progenitora.
-Hola niño, buenos días. Que dios te bendiga.-me respondió como lo hacía cada mañana con la dulzura de su voz, esa que tanto amaba. Mi madre es lo mejor que tengo en la vida, nuestra relación es la mejor del mundo, se podría decir que somos mejores amigos y compartimos todo. En cambio con mi papa, que gracias al Señor se había ido a trabajar por 7 días a un campo petrolero al sur del estado como lo hacía siempre, la relación es distante y fría, nos queremos mucho pero somos totalmente diferentes y extremadamente iguales a la vez por lo que nuestros caracteres chocan y si hablamos durante más de 5 minutos se arma un lío donde yo siempre salgo perdiendo debido a su despotismo y autocracia como le digo a su “gobierno”.
-Mami hoy es el primer día ¿qué me preparaste para desayunar?-pregunto emocionado.
-Lo sé hijo, preparé lo que más te gusta…-respondió risueña dándome un beso en la mejilla y poniendo el plato de comida en la mesa. Al devorar, prácticamente, cada migaja que había en el plato tomé mi mochila que reposaba sobre el sofá azul de la estancia de mi casa y salí rumbo al colegio. Como cada primer día estaba súper emocionado ya que volvería a ver a mis amigos tras unos largos 3 meses de vacaciones que las pasé en mi pueblo natal: Wolverhampton, visitando a mi familia.
Al cabo de unos minutos, después de tomar el transporte que me dejaba justo a una cuadra del infierno académico que me esperaba (le digo así porque realmente es muy difícil ese colegio, de hecho es uno de lo más temidos en todo Doncaster, por esa razón muchos también le dicen: “la prisión” a lo que, por cierto, me río bastante.) logro llegar a la famosa esquina donde estaban aglomerados muchos de mis viejos amigos y otras caras nuevas que no conocía. Saludo a cada uno con la espontánea emoción que merecen por mi cariño y, obviamente, me siento al lado de una de mis mejores amigas: Rachel, ella es única, no hay dos como ella en el mundo, y congeniamos muy bien, su personalidad me atrapó iniciando el primer año de secundaria desde donde siempre hemos sido amigos hasta el Sol de hoy, platicamos de nuestras vacaciones y de las expectativas que teníamos para este nuevo año que comenzaba. Yo aún estaba allí sentado esperando que mi mejor amigo llegara. Pasaron unos minutos y el “grupito”, como le decían muchos, ya estaba casi completo contaba con la presencia de Rachel, Niall, Caroline y yo, faltaba la cereza del pastel… Harry, el rizado y único ojiverde de la clase. Es la persona en la que más confío en todo el mundo ya que además de ser vecinos nos conocemos desde la escuela primaria solo que, realmente, nos consolidamos mejores amigos desde el segundo año en el que estuvimos juntos por primera vez en clase. Después de esperar hasta unos diez minutos antes de que tocara el timbre de entrada llega él con su muy bien cuidado uniforme, antes de poder tirármele encima de la emoción se me adelantó nuestra enana favorita Caroline (le decíamos así de cariño y, además, porque era la más pequeña de nuestro grupo) la efusiva emoción se sentía a kilómetros de distancia, nuestros gritos llamaban la atención de todos y mucho más porque lo hacíamos en medio de la vía pública, expuestos a transeúntes y a todo a quien que se le ocurriera meterse con nosotros. Nos preguntábamos todo lo prudente, desde qué hicimos cada uno el día inicial de vacaciones hasta hace unos minutos antes de llegar allí.
-Harry estás más alto que hace 3 meses, ya casi me alcanzas.-le dije rodeando su espalda entre mis brazos atrayéndolo a mí con mucho cariño, caminábamos todos hasta pararnos justo en frente de la gran puerta del colegio hasta que un carro se detuvo justo en frente de la puerta que daba acceso al colegio, dándonos a entender que alguien se bajaría de allí, nadie prestó atención solo yo porque me interesó, de repente, saber a quién vendrían a dejar en esta prisión.
……..
Narra ****
-No me gusta esta ciudad, hace mucho calor, además de eso se ve muy descuidada, nadie aquí es gente. Todos pareciesen que ni siquiera se bañaran.-le dije enojado a papa mientras miraba con repulsión aquellas calles horrorosas de Doncaster, las odio. Nada como Bradford esa sí que es una verdadera ciudad, a pesar de no ser tan grande abarca un importante porcentaje de la economía nacional. Unida y hermanada con Londres son dos grandes potencias explotadas y aun explotables del país, allí nací y mis padres, al igual que mis hermanas, también.
-Hijo te dije que aquí viviremos tú y yo por lo menos hasta que culmines este ciclo académico.-dijo mi papa con una tranquila sutileza en su ronca y áspera voz que siempre me asustó. Dicho esto me bajé del auto al ya haberse detenido en frente de mi nuevo colegio: “Arthur Bushwell Diamonds School” alcancé a leer en lo alto de un cartel, debo reconocer que el nombre le brinda imponencia y hasta presencia. Pude, después de esto, visualizar el mundo nuevo que me esperaba por vivir, tenía el presentimiento que comenzar de cero me iba a traer muchos inconvenientes pero apartando esto jamás me cerré a las oportunidades de ser querido por alguien, de verdad, de la forma bonita y como todos lo desean, más sin embargo veía esa meta al final de un camino muy largo y casi intransitable. Me distraje un momento mientras veía mi reflejo en un muy oscuro ventanal que, de seguro, era perteneciente a algún aula en la que quizás me tocaría ver una que otra clase. Caí en el trance.
Es hora de presentarme como debí hacerlo en un principio. Soy Zayn Javadd Malik hijo de Yasir Malik un importante arquitecto encargado del diseño de muchas de las pocas edificaciones presentes en esta “ciudad” así como también de un pesado número de las que se hallan en mi amada Bradford. Tengo 16 años de edad y vivo solo con mi padre ya que, después de un muy fuerte inconveniente con mi mamá, tuve que emigrar para esta pocilga dejando a mis hermanas (Doniya y Waliyha) junto a mamá en la ciudad de mis sueños. Mis padres vivían separados desde que tenía 5 años. Soy moreno y de cabello negro azabache, me lo dejo crecer lo más que pueda; amo sacar mechones que caigan hasta por mi frente. Soy delgado y muy flojo para los deportes y el ejercicio. Siempre fui un poco tímido y hasta orgulloso, de hecho muy orgulloso que hasta paso por arrogante y mucho más por odioso. De aquello nada me importaba, era feliz siendo como era. Manejo a la perfección cinco idiomas por lo que me llaman “el políglota”. Mi presencia no era la típica de todo nerd como tal vez han podido pensar, soy moreno y delgado, de estatura mediana, ojos color café bordeados por mis abundantes y quebradizas pestañas con las que hipnotizo a cada chica que se me cruza, o hasta uno que otro chico que me interese. Soy perfilado, de nariz delgada y piel suave, me dejo un poco la barba que apenas comenzaba a salir y, además de todo aquello, doy el lujo de vestirme con lo que quiero; pero, desgraciadamente, en esta ocasión llevo puesto el uniforme respectivo al tercer año de secundaria que estoy a punto de comenzar: una camisa de mangas largas color blanco, un pullover verde militar al igual que mi corbata (la cual me carga estrangulado) unos pantalones negros de vestir (algo ajustados como me encanta usarlos) acompañados de unos mocasines talla 40. Vuelvo mi vista al escuchar la voz de dos chicas saludándome, puse mi mejor sonrisa y me dispuse a ser educado.
Narra Liam:
Vi aquél espectáculo con mis ojos bien abiertos como dos platillos sin parpadear, atónito fue mi semblante al detallar cada rasgo, cada gesto del chico que, sólo a unos metros de mí, se miraba en el ventanal del colegio robando las miradas de todos el grupo, me gustó todo lo que vi de aquel chico del cual no sabía ni siquiera su nombre, me sentí realmente extraño. Decidí perder la mirada de allí para no levantar sospechas, miré a Harry, él también le observaba.
-¿Vieron al chico nuevo?-preguntó el rizado recibiendo afirmación de todos menos de mí ya que lo único por lo que me preocupé fue por demostrar o, mejor dicho, por aparentar total aburrimiento y desinterés.
-Se ve algo afeminado, sólo mírenlo de seguro se cree mejor que todos.-dije sin pensar.
-Cállate Liam, solo estás celoso porque es más lindo que tú y lo sabes.-soltó Rachel como siempre haciéndome quedar mal frente a todos. Rodé los ojos y perdí mi vista en otro sitio.
-¡Vamos!-Harry agarró a Caroline de la mano y se la llevó junto con Rachel dirigiéndose a la puerta donde aquél recién llegado se ubicaba dejándome solo con Niall con quien hablaba de las serie de TV o de los programas de talento que tanto nos gustaban, sin perder mi visión de cada movimiento ejecutado por los susodichos y por el moreno afeminado.
Los vi acercársele y cómo le preguntaban el nombre, todos respondieron y algunas sonrisas se vieron salir.
-¿Felices?-les pregunté bufando y poniendo mis ojos en blanco al ver que se acercaban. Asintieron.
-Se llama Zayn Malik, viene de… Bradford según nos dijo y estudiará tercer año en el salón donde está Louis… ¿sabes no? El amigo de nuestro amado Ed.-dijo esto último Harry con un tono sarcástico más que evidente.
-Ummm okay.-mostré indiferencia.-Ya me arruinaste el día hablando de esos enanos malvados.-fruncí el ceño a causa del dolor de barriga que se veía propiciado por aquellos nombres antes escuchados. Nadie en el grupo soporta a Ed y a Louis. Podría contar muchas cosas acerca de ellos, de hecho pasaríamos horas y hasta días destruyendo cada parte de esos seres. Yo no los odio, no siento eso por nadie, pero si es verdad que no los soporto ni un poco aunque sea. Antes solíamos todos ser amigos de Ed ya que estudió con nosotros desde el primer año pero ya nada era como antes y Louis… bueno él siempre fue antipático, odioso, arrogante jamás lo soporté, un día nos caímos a golpes por Ed ya que peleábamos por su amistad y ahora es que me doy cuenta que siempre fui un entero estúpido. Sumido en mis pensamientos no noté que ya habíamos entrado y estábamos formados en filas y columnas esperando la respectiva bienvenida por parte de nuestro personal docente y directivo de la institución, eso pasó. Luego entramos y vimos cada cosa típica de un primer día, las nuevas caras se presentaron y yo como siempre estuve amargado en todas las clases. Tuvimos desde la presentación de un tétrico profesor de matemática que nos declaró la guerra hasta el reencuentro con profesores de años pasados. Así el día transcurrió con normalidad y como ya era costumbre todos, exceptuando algunos que vivían cerca del colegio como Rachel y Caroline, nos fuimos caminando hasta el centro de la ciudad para conseguir, de esa forma, transporte mucho más rápido y por obvias razones también para disfrutar y divertirnos como cada día hacíamos mientras caminábamos con bastante calma. Íbamos Harry, Niall y yo, podríamos decir que los mejores amigos que podían existir éramos nosotros tres, siempre unidos e inseparables. Niall siempre era de tomar la palabra Harry y yo sólo escuchábamos atentos todas sus ocurrencias. Él era un poco más bajito que nosotros, de contextura delgada y nos reíamos un poco de él por tal razón, él se molestaba pero al rato se le pasaba, de cabello rubio muy alisado parado hacia arriba, de piel blanca y ojos profunda y encantadoramente azules, era un chico normal, uno más en todo el colegio pero especial para nosotros. Al culminar la caminata él tomó su autobús y nosotros el nuestro. Harry llegó a mi casa aquél día como siempre solíamos hacer, después de cenar lo llevé a su casa y finalizó el día como cualquier otro, exceptuando el hecho de que justo algunos segundos antes de caer en los brazos de Morfeo de manera irreversible mi subconsciente arrojó la imagen de un rostro que reconocí de inmediato: Zayn. Sonreí y dormí hasta el otro día sin interrupciones.

Narra Liam:
-Liam… Liam… Liam ¿me prestas atención? ¡LIAM!
-¡Ay!-salgo del trance en el que me encuentro y me fijo en el contexto que me rodea: Estudiantes sentados hacia un lado en los pasillos, otros caminando, unos haciendo fila para la cafetería, otros, simplemente, se sientan en cirulos en el suelo del patio a charlar sobre cualquier tema trillado o trivial, lo normal en un colegio y aún más para un segundo día de clases. Mi amigo Harry me observa dubitativo y decide preguntar.
-¿Qué te sucede? Desde esta mañana estas así. Algo te sucede Liam Payne, vamos cuéntame.-sus escalofriantes ojos verdes me capturan.
-Nada Harry, deja de alucinar y anda a traerme una galleta de la cafetería.-le ordeno, se encoge de hombros y se dirige hacia donde le indiqué. Mientras tanto vuelvo a caer en aquel letargo, donde me sumerjo viendo aquellos orbes tan preciosos de color miel, rodeados por esas pestañas tan quebradizas, aunado a su sonrisa de los mil demonios, tentadora e irresistible. ¿Qué demonios me sucede? Siempre me llamaron mucho la atención los chicos pero no como ahora que, inevitablemente, he caído en una confusión tremenda. Zayn, ese chico que ni siquiera sabe mi nombre, ha estado consumiendo mi atención en las últimas horas, no he sabido como sobrellevar el asunto pero verlo allí rodeado de todas esas aprovechadas que lo acarician, lo miran seductoramente, lo besan en la mejilla, se ríen con él como si lo conocieran de toda la vida me enerva la sangre y me pone de mal humor porque, por alguna extraña razón, me siento impotente de no ser yo quien esté en el lugar de ellas, de pronto un ruido interrumpe mi embelesamiento y vuelvo mi rostro hacia un lado y Rachel se ha sentado a mi lado con una radiante sonrisa.
-¿A que no adivinas qué me contaron, renacuajo?
-No me digas así, Rachel.-sueno severo más de lo que quería o acostumbraba.
-¿Qué pasa amigo? ¿Estas molesto?-pregunta haciendo de su sonrisa una recta línea en su rostro.
-No vale, solo un poco aturdido, no es nada.-evito expresarle en verdad cómo me siento.
-Bueno, no importa. Como estaba contándote ¿A que no…? ¿Liam y entonces…?
-¿Entonces qué?
-¿Qué haces mirando hacia allá como si estuvieras…? ¡Oh no! ¿A quién miras?-pregunta audaz echándose hacia mí para capturar con sus ojos mi punto de vista.
-A nadie.-me alejo de ella y sonrío nervioso.- ¿Qué me estabas contando?-pregunto desviando la situación, sería hombre muerto si le contaba a Rachel lo que me pasaba.
-Qué más da.-resopló.-Bueno… sabes que mi hermana Ericka está en el mismo salón que el hermoso chico nuevo, sabes… el moreno.-hago un gesto facial como si no supiera a quien se refiere. Yo, obviamente, sé a quién se refiere. –El tal… Zayn. Ése.-dice señalando hacia la dirección de donde había quitado mis ojos. Ahora está solo y parece un típico chico nuevo, sin amigos, sin nadie con quien hablar, está serio y mira hacia un punto fijo al frente. Yo le asiento a mi amiga para que continúe con el chisme.
-Resulta que me ha dicho que él es un genio. Viene con las mejores calificaciones de su antiguo colegio, que casi no le dejan venir porque no querían que alguien tan listo como él los abandonara, los profesores no paran de hablar de él y dicen que es un fuerte candidato para el primer lugar en el cuadro de honor del colegio.
-¿QUÉ?
-Como escuchaste amigo, nos ha llegado competencia.
-Peeeero… tú y yo hemos ocupado los dos primeros puestos desde que estamos en el primer año.-mi sorpresa no puede ser mayor, guapo, hermoso, encantador, sexy y de paso inteligente y un genio. ¿Será que nos engañaron y el espécimen humano perfecto sí existe? Vuelvo mi vista rápidamente hacia él pero ya se había levantado y no supe hacia donde agarró, lo que sí sé es que cuanto antes hable con él mejor, necesito conocerlo, sacármelo de la cabeza, besarlo, morderlo… Bueno, quizás esas dos últimas no, pero si necesito hacer algo urgente, está en mis prioridades saber todo de Zayn y, para eso, tengo que acercarme a sus amigos, jugar un juego en el que él no sepa que está jugando.
-No es mi culpa, solo vine a decirte.-fue lo último que escuché de mi amiga antes de que Harry llegara como toda una diva que era y se sentara a mi lado dándome sólo la mitad de una galleta, yo la tomo y directo a mi boca llegó.
El resto del día transcurre normal, sin muchas variaciones, nada del otro mundo. Espero con ansias la hora de salida para correr al tercer año y poder ver a ciertas amigas que tengo en dicho salón para interrogarlas a lo que a Zayn se refiere, a ver si saben algo, cualquier cosa que me acerque más a él o que me aleje, algo que sea efectivo para apaciguar las ganas que tengo de arremeter contra él de una forma un poco pervertida.
……
-Hola Liam.-una chica morena de cabello corto se detiene junto a mí, sonriente y con su brazo puesto sobre mi hombro. La reconozco enseguida.
-¡Rose! Hola ¿Qué tal?-le brindo un abrazo.
-Todo bien Li ¿y tú?-comenzamos a caminar por la acera que nos llevaría directo a la avenida por la que camino cada tarde con mis amigos, se ven como todos los estudiantes salen apurados por llegar a sus respectivos hogares después de aquella extenuante jornada de clases. Miro a mi amiga con sonrisa triunfante, la he estado esperando para preguntarle por… sí, por Zayn.
-Bien, un poco aturdido con mis amigas, ya sabes, todas están en el plan de excitarse con el chico nuevo.-toco el tema sólo para que ella pueda hablarme de eso también y así no sonar sospechoso por preguntarle. Algo inmaduro, pero así soy.
-Ah… ¿Malik? Él es bello… pero es gay.-tuerce los labios en una dura línea, me toma por sorpresa y abro los ojos más de lo normal.
-¿En serio? ¿Él te lo dijo?-pregunto para cerciorarme, no puedo creer que el chico más sexy, inteligente, hermoso, sexy, encantador, sexy y… sexy del colegio sea gay.
-No, pero se le nota cómo te mira.-mi cuerpo queda helado ante tal comentario, siento que los huesos se me despedazan poco a poco, mi respiración se detiene y con ella mi corazón da un mínimo pero potente salto. Ella lo nota.
-Rose… ¿Estás segura que me mira?-le atraigo del brazo hacia un muro cerca y bajo el tono de voz para hacer de ésta una pregunta muy privada.
-No, sólo quería ver tu reacción y, bueno, ya veo que te gustan los hombres.-entorna una sonrisa en su rostro, se deshace de mi agarre y se va por donde los demás estudiantes se encaminan. Me quedo frío ante aquel disparo de sinceridad. De pronto pasan unos segundos y camino hacia unos escalones ubicados justo en frente de la puerta de un edificio cercano y veo como cada persona camina por las calles, apresurados para descansar, con preocupaciones, hijos, trabajos por hacer, estudiantes riendo, niños llorando, todos con alguien a quien amar, a quien aferrarse, de distintas maneras pero tienen a ese alguien que los motiva a levantarse cada mañana, a vivir. Yo, pensándolo bien, aun no tengo a ese alguien, mi vida pende de un hilo muy pero muy fino que si alguien lo toca para repararlo me sana pero si alguien lo toca para destruirlo… me mata, y es peor estar muerto en vida que no vivir más por la muerte. Al cabo de unos segundos, por el rabillo de mi ojo izquierdo, veo cómo un par de delgadas piernas se acercan.
-Payne, vámonos. Hoy hablé con alguien y te vas a morir cuando te enteres de quien se trata.-me tiende la mano y yo, atento, alzo mi rostro para verle, observo sus ojos verde esmeralda, su cabellera alborotada y mal peinada, su socarrona sonrisa y aquellos hoyuelos en sus mejillas que tanta confianza me inspirar, por un momento pensé: “¡Qué feliz sería si me enamorara de Harry y él de mí!”. Es que somos inseparables y nos conocemos tanto que nunca nos aburriríamos pero, inmediatamente, descarto la idea y tomo su mano para levantarme, inesperadamente lo abrazo pegando mi rostro de su cuello. Siento como sonríe y pasa su mano derecha por mi espalda.
-Te quiero, Harry. Nunca lo olvides.
-También te quiero Li. Vamos, se nos hace tarde.-me dice terminando con nuestro abrazo.
Pasamos unos minutos en silencio mientras caminamos, Niall se había ido mucho más temprano por un dolor estomacal y nos tocaba irnos solos. Después Harry decide romper el hielo con el comentario que hace unos minutos había arrojado.
-¿A que no adivinas con quien hablé hoy?
-¿Con quién?-pregunto desinteresado.
-Con Louis.-responde sonriente.
-¿Qué Louis?-pregunto, de nuevo, desconcertado.
-Louis Tomlinson.-responde, de nuevo, fastidiado.
-¿CON LOUIS TOMLINSON? ¿TE HAS VUELTO LOCO HARRY STYLES?-grito en plena calle, algunas personas vuelven para verme y lo hacen de manera despectiva, los echo a un lado y continúo reprochando aquel infame acto.
-Sí, y fue agradable.
-Mmmm.-y hago un gesto con los labios expresando incredulidad.
-Es en serio Liam, fue agradable. Estaba por el abasto comprando unas hojas y estaba él con un amigo, entonces una cosa llevó a la otra y terminamos hablando de música, no sabía que The Beatles era su banda favorita.
-Ahora parecen Mejores Amigos Por Siempre.-refunfuñé.
-Ay Li, siempre serás el único.-entronó las cejas y yo bufé para molestarlo.
-¡Oye!-me golpea el brazo izquierdo.
-¿Qué sucede? Deja de arremeter contra mí, siempre lo haces. ¡Violento!-se ríe y yo me río con él.
-No me digas así, te golpe porque te amo.
-Y yo soy sadomasoquista que le gusta que le golpeen.-sarcasmo.
-Si tú lo dices.-y sonríe. Lo odio con mucho amor.
-Ya cállate Styles, escucharé música.-Y saco mis auriculares, mi blackberry y ubico la lista de reproducción, le doy play a mi música favorita “In The End” de Linkin Park y dejo que los fuertes sonidos de la batería inunden mi oídos mientras camino lentamente con mi amigo al lado, la voz de mi rapero favorito: Mike Shinoda, me transporta a una dimensión diferente y hace que los problemas se me olviden, me siento en paz y hasta un poco feliz por el efecto que la música genera en mí.
Ese día no logré saber nada de Zayn pero algo dentro de mí sabía muy bien que el día en el que tropezaríamos llegaría, tarde o temprano llegaría. Esa tarde, como cualquier otra dejé a Harry en su casa, me fui a la mía, cené y me acosté a dormir hasta el otro día.
-------------
Ahí tienen el capítulo 2 amigos, un poco aburrido, lo sé pero la historia comienza por allí, necesito que sepan detalles que luego tendrán relevancia. Pronto habrá acción se los prometo. :D arrojen sus comentarios, me encanta leerlos. Los quiero, adiós.

CAPÍTULO III
SECRETOS



Día lluvioso, las paradas de autobuses vacías, el frío y la flojera no ayudan en hacerme sentir mejor, el tercer día de clases y el aburrimiento se apodera de mí, solo quiero hacer una cosa: ver sus ojos de nuevo, acercarme a él, hablarle, poder mirarle de cerca. Caigo en un ensimismamiento terrible en donde olvido por completo la fila en la que estoy, avanzo después de que una señora, prácticamente, me empujara para adelantarme. Después de eso llego a la esquina antes del colegio con una emoción para nada positiva, me siento en uno de los escalones en donde reposan otros alumnos y veo cómo unos pocos estudiantes llegan algo mojados por la lluvia y como saltan charquitos para no empaparse con el agua, entre los pocos que hay resalta, desde lejos, su figura, observo como él cruza la avenida, el carro que lo trajo el primer día acaba de dejarlo del otro lado de ésta, camina con una elegancia inigualable, su oscuro cabello lacio y largo se mueve de una manera descaradamente sexy frente a mis ojos, se viene acercando y me pongo nervioso, tanto así que me acerco a una chica rubia que estudia con él y comienzo a hablarle, no sé por qué razón pero le saludo.
-Hola.-saludo tímidamente.
-Hola Liam.-me sonríe tiernamente la chica de la cual ni siquiera conozco su nombre, por lo menos le agradezco al cielo que me siga el juego.
-¿Cómo estás?-pregunto dejándola de mirar y volviendo mi rostro hacia la dirección en la que Zayn viene y muy bien noto como se acerca cada vez más y más.
-¿Bien y tú?-escucho su voz pero yo estoy paralizado observando tanta belleza acercarse lentamente hacia mí, entonces, como un arranque desesperado de encantar, sacudo mis rebeldes rizos ante la llegada de aquél moreno que nos mira atento, su inerte expresión me deja sin aliento.
-Hola chicos.-saluda y yo me quiero morir, me incluyó en el saludo.
-Hola Zaynie.-saluda con tanto cariño a la chica que ardo de molestia, no encuentro la manera de hacerme notar y, entonces, pregunto.
-Hola ¿Qué producto usas en tu cabello? Es genial.- ¡Qué idiota eres Liam Payne! Me maldigo internamente.
-No uso nada en especial, es así de naturaleza. Gracias a Dios no tengo rizos como tú.-Casi me desmayo ante aquél desborde de testosterona. Su voz es tan sexy, tan sugerente, arrogante. Primera vez que le dirijo la palabra y no puedo mirarlo a los ojos, me sonrojo y me incomodo mucho por su respuesta, aunque sonó algo despectiva me siento feliz porque ahora sabe que existo, es como un objetivo hecho realidad.
-Eh… me tengo que ir.-sonrío y me retiro, las manos me sudan, mi corazón bombea sangre hasta la última hebra de mi castaño cabello, ellos ni se inmutan y siguen conversando, me doy cuenta que fue un encuentro más para él pero algo especial para mí. Camino con dirección a la puerta de entrada lo bastante apresurado como para no mirar a nadie, ni saludar, ni nada por estilo, si no fuese por Harry atravieso la puerta de ese puto colegio con mi paso de caballo de carreras.
-¡Hey! Payne ¿por qué tan apurado?-se cruza en mi camino.
-Ay Harry, si supieras.-y me tiendo sobre él, recuesto mi rostro de su cuello y él toma mi cabello entre sus dedos.
-¿Qué sucede, feo?-me pregunta con cariño.
-Nada, nada. Sabes que este clima me pone sentimental.-evado la interrogante olímpicamente y, mientras las personas caminaban a cada costado de nosotros, él entrecierra los ojos en busca de un rastro de mentira en mí.
-Dime Payne, te conozco.
-Cállate Edward, sabes que no te debería estar hablando por haber socializado con Louis.
-¿Y qué? Ni que fuera la primera vez.
-¿ME ESTÁS DICIENDO QUE SE HAN HABLADO ANTES?-me altero y pongo a Harry a que me cuente lo que ha sucedido.
-Sí Liam.-dice fastidiado y me da la espalda. Pongo los ojos en blanco y tomo su brazo para atraerlo de nuevo a mí.
-¿Se puede saber qué está sucediendo?-y tuerzo mi boca en un gesto que le hace reír, estaba aguantando las ganas de reír, lo conozco perfectamente y él no puede mentir, es mal mentiroso.
-Ya Payne, pero suéltame.-y se deshizo del agarre echando mi mano a un lado.
-Empieza desde el principio.-hablo demandante.
-Bueno, el curso pasado yo estuve en casa de Caroline y pues… estaba él con Ed entonces… entonces...-mira de un lado a otro y no puedo creer el descaro.
-¿Caroline también?
-Ed y Lou le pidieron disculpas por su actitud.
-¿Y tú les crees?-estoy encolerizado, no puedo creer que no me contaran antes y que hayan socializado con aquellos seres después de lo que nos hicieron.
-Sí, bueno… se veían sinceros.
-Cállate Styles, lo que sucede es que a ti aún te gusta Ed.-y lo que dije pareció afectarle porque su expresión cambió. Harry hace dos años tuvo una fuerte y furtiva relación a escondidas con Ed y él es muy problemático, cuando terminaron por razones aún desconocidas para mí Ed enloqueció y nos metió en un súper problema a Nialler, a Rachel, a Caroline, a Harry y a mí. Como venganza le dijo a algunos profesores que nosotros nos habíamos robado unos exámenes de química de la oficina y pues éstos enloquecieron y fue difícil limpiar nuestro nombre y, aunque obviamente éramos inocentes, nadie nos creía. Eso nos molestó en demasía y, por eso, excluimos a Ed de nuestro círculo, posteriormente se le vio muy allegado a Louis, un año menor que nosotros, y desde allí su actitud también se vio algo altanera y con resentimiento, uno que jamás que he logrado entender.
-Entre Ed y yo ya no hay nada Liam y tú mejor que nadie sabe eso, así que por favor no saques ese tema en este momento.
-¿Qué quieres que haga Harry? Si acabas de decirme que eres amigo de Louis y de Ed.-comienzo a caminar de nuevo hacia la puerta del colegio.
-Escucha Liam… yo no soy su amigo, solo digo que Louis es agradable, si quieres al salir de clases nos vamos los tres juntos con Nialler y así vez que no pasa nada, que él es una buena persona.-me sonríe, esperando mi asentimiento.
-Aunque sé que esto terminará mal… acepto Harry.-su socarrona sonrisa salió al descubierto.-Sólo tengo algo más que preguntar…
-¿Ajá?
-Hablas con él por mensaje o cualquier otro medio desde antes de iniciar este curso ¿cierto?-pregunto y observo cómo baja el rostro.
-Sí, por mensajes.-no me sorprendo porque ya lo veía venir. Si Harry dice que Louis es una “buena persona” es porque ya lo conoce y la única forma de hacerlo es esa, haber permanecido meses hablando. Intento enfadarme pero no lo consigo.
-Vamos Harry, eres un niño malo que le guarda secretos a su mejor amigo. Lo miro depredadoramente, amenazante.
-Ya Liam, entremos.-me lleva consigo del brazo y pienso en el hecho de que si Louis estará con nosotros en la hora de salida puede que terminemos hablando de Zayn ya que ambos estudian juntos. Algo bueno tengo que sacar de todo esto y después del acercamiento de hoy mi cuerpo pide más y más, quiero volver a verlo de cerca, estar junto a él, escuchar su sexy y picante voz resonar a un lado de mis oídos. Me estremezco ante aquella idea, sonrío como un bobo y entro junto a Harry al salón de clases.
………..
-Bueno y como te seguía contando hubo un momento en la clase en la que la Profesora Celina se quedó callada y Rose le gritó a Richard para pedirle el sacapuntas, la reacción de Richie fue tan pero tan graciosa que yo casi me hago pis allí mismo.-la chillona voz de Louis retumba en mis tímpanos como el sonido de un martillazo o como el de las santamarías de los negocios cuando abren o cierran. Harry va atrapado en la conversación “amena” que nos brinda el ojiazul. Nialler va adelante solo, molesto e incómodo al saber que nosotros estamos con una de las personas que él menos soporta en todo el mundo, no lo culpo. Siento que no conozco a mi rizado amigo y reacciono sonriéndole al chico que, por más que sea, se ha comportado muy amable desde que coincidimos a la salida. Estoy rezando porque saque el tema de Zayn, no sé pero me desespero tanto que siento como mi estómago ruge, pero no de hambre sino de aquel sentimiento que se apodera de mí cada vez que voy a hacer una exposición, disertación o examen en el colegio, es algo parecido a ansiedad, nervios, no lo sé.
-Louis en serio me haces reír demasiado.-que ñoño se ha vuelto Styles al halagar de esa forma a nuestro enemigo, me siento en una especie de trampa y vuelvo el rostro hacia mi amigo.-¿Qué pasa Payne? ¿Por qué me miras así?-mis ojos no se tornan lo más apacible cuando me siento ofendido así que me adelanto para alcanzar a Niall. Harry hace intento de frenarme con su delgado brazo pero Louis lo detiene ¿Qué le sucede a ese chico?
-Déjalo Harry, lo entiendo. Cuando me cae mal alguien saben muy bien de lo que soy capaz, así que me pongo en sus zapatos.-su chillona voz me hace exasperar, soy demasiado celoso y Harry entra en la lista de las personas que celo y me irrita de sobremanera que ese enano que sólo habla de profesores, de Ed o cosas por el estilo esté allí cuando su objetivo era hablarme de Zayn. En realidad estoy molesto por ambas razones.
-Liam, si eres inmaduro.-me dice el ojiverde, vuelvo la cabeza como la niña del exorcista cuando estoy muy cerca de mi rubio amigo.
-Y TU ERES LA MATA DE LA MADUREZ, ESTUPIDO STYLES.-y me acerco a Niall. Apuesto que aquello hizo molestar a Harry, no hay algo que le moleste más que le diga “estúpido”.
-No deberías decirle así a Harry, recuerda que en primer año pasó todo un día llorando porque le dijimos así.-comienzo a reír descaradamente al recordar aquello. Vamos como a unos 5 metros por delante de los chicos caminando por la avenida de siempre.
-No olvides que tu aún lloras Nialler.-y le regalo mi mejor sonrisa.
-Cállate Payne, no sabes lo que dice.-me voltea el rostro y yo sigo riendo y contemplando su perfil, así puedo ver cómo, del otro lado de la avenida, van Rose (la chica morena que me dijo que me gustaban los hombres, no se equivoca mucho) y él, es Zayn caminando con su atípica elegancia, hombros derechos y marcados, espalda erguida y mentón apuntando hacia el frente, va sonriendo por alguna estupidez que Rose le dice y veo cómo su sonrisa es tan perturbadora, me estremezco y no enderezo la mirada, por lo tanto, me doy un buen cabezazo contra un poste de electricidad, casi caigo al suelo y pongo, inmediatamente, mi mano en la frente para aliviar el dolor. Todos se ríen y comienzan una pita que me molesta en seguida, estoy de mal humor y no soporto como Niall, Louis y Harry se burlan de mí. La algarabía llama la atención de muchos y entre esos, por desgracia o tal vez por suerte, la de Zayn. Su mirada intimidante me desnuda y me fijo la sonrisa que planta en su rostro. También se burla. Enrojezco de furia o, tal vez, vergüenza y me voy corriendo.
-¡Oye! ¡Liam! ¿Qué sucede amigo?-Harry viene tras de mí y disminuyo la velocidad, es muy torpe para correr y quizás se caiga, no quiero verlo en el suelo. Me detengo.
-¿Qué quieres?-sueno cortante.
-No te molestes chamo, todo es puro chalequeo. No suele irritarte.-reflexiono y sonrío instintivamente.
-Perdón Harry, solo que estoy de mal humor, además ¿no viste como el chico nuevo se burlaba también? Lo odio, es tan presuntuoso.-puse mi mejor rostro de fastidio y regreso caminando con él hacia Niall y Louis que caminan casi juntos. Nos vemos raros juntos, no importaba, intento calmarme y hacerlos sentir bien cómodos.
Después de unos minutos conversando y acercándonos a la parada de transportes Louis decide hablar acerca de lo que tanto he esperado.
-¿Saben algo referente a Zayn?-pregunta casi desinteresado.
-¿El chico nuevo?-inquiere Niall quien se ha integrado bastante a la conversación.
-Sí, él.-asiente.
-¿Qué pasó?-se interesa Harry, yo permanezco en silencio y escucho sigilosamente no pareciendo interesado.
-Es todo un niño consentido.-por favor dime algo que no sepa.-Pero es guapísimo y bueno… demasiado inteligente. De hecho corrigió al profesor Rodríguez en la clase de español y éste se sintió tan incómodo que se fue antes de que la hora finalizara.-se ríe al final como si lo que acaba de decir fuese gracioso. Me quedo paralizado y lo imagino hablando y diciendo cosas interesantes al oído de cualquier literato o amante de los idiomas. ¡Es malditamente sexy!
-Eso es muy fuerte.-ríe Niall.-Bueno caballeros yo me retiro.-el rubio ha llegado a su parada, entonces nos despedimos de él con un apretón de manos, seguimos el camino Harry, Lou y yo.
-Y… bueno ¿Qué tan increíble es ese tal Zayn?-pregunto arriesgando mi integridad.
-Es genial, de hecho hoy hablamos mucho, ya sabes temas de nerds: política, economía, religión.
-¡Dios! Podrías invitarlo un día a venirse con nosotros y así nos conocemos mejor y hablamos acerca de todo eso, así tipo un club de discusiones, un foro o algo así. ¿Qué opinas Li?-en ese momento casi muero, mi corazón comienza a fibrilar, siento que explotaré en cualquier instante, mi respiración se traba y ni siquiera puedo respirar. Hacerme de idea de tener al chico más sexy de la historia caminando a mi lado y hablando de ese tipo de temas hace que me dé un orgasmo mental, me estremezco y asiento como un maldito retrasado mental.
-Perfecto, yo le diré.-dice Louis y se detiene en un lado de la acera donde había una pequeña fila.-Aquí es mi parada.-sonríe despidiéndose y veo como Harry se acerca y le da un pequeño cuaderno de espirales de estampado amarillo con verde en la portada. Observo detenidamente la escena y veo la sonrisa de Louis y el apretón que se dan, me confundo, no sé en qué momento sucedió pero hay demasiada confianza entre ellos. Me irrita el asunto así que me despido de Lou con una señal de manos y él me sonríe.
Aquél día fue muy diferente de los demás, me llevé un buen coñazo en la frente y ahora me duele pero, apartando eso, pronto podré hablar con Zayn, lo tendré junto a mí y me emociono tanto que siento amar a Louis de una manera indebida. Sigo caminando con Harry hasta nuestra parada y el transcurso de todo sigue siendo normal hasta el hecho de que no pego un ojo en toda la noche por lo sucedido ese día. Lo vería más de cerca. Estaba extrañamente feliz.

--------------
Pronto... pronto les traeré el encuentro esperado, calma amigos. Gracias por leerme. Espero sus comentarios.

Narra Harry:
FLASHBACK
- ¡Es completamente inaceptable para mí! Yo no trato a Liam de esa manera y él es mi mejor amigo, y es también mi hermano, y es también mi todo. Pero tu trato con ese… -callé y tomé todo el aire que mis pulmones pudieron almacenar como la única forma de contener los insultos al impropio ese. –…es diferente y no parecieran simplemente amigos. ¿Qué coño es lo que pasa con el guaricho? ¿TIENEN ALGO? Si es así, dímelo, y me alejo, porque ya esta situación me tiene hasta la madre. –dije tratando de contener mi furia porque, de lo contrario, el teléfono sufriría las consecuencias.

- ¡No, por favor! Te prometo que las cosas entre él y yo van a cambiar. Pero por favor cálmate, estás enojado y las cosas no pueden arreglarse así. No tenemos nada, te lo juro. Necesito que me creas – suplicó Ed.

- ¡No me prometas ni jures nada! Si no quieres que sea yo quien le aclare el lugar que tiene en tu vida al guaricho ese, mejor arregla las cosas. –vociferé con propiedad. Me asombré.

- Está bien, mi amor. –dijo y tras unos segundos de silencio, tal vez diez, agregó –te amo, ¿sí? –esperanzado de que le correspondería.

- Buenas noches –dije con un nudo en la garganta por negarle un te amo. Estaba realmente molesto.

- Ey, te amo –dijo con un hilo de voz.

- Y también lo amas a él, por lo que veo -¡auch! Eso sé que lo hirió, pero de alguna forma tengo que hacerle saber lo molesto y, ¿por qué no?, lo celoso que estoy.

- Pero es diferente –dijo y allí se jodió conmigo. Esas últimas tres palabras fueron suficiente para presionar el botón de culminar llamada y darle fin a esta.
Estaba realmente molesto, mis pensamientos divagaban en un mar de decepción, inseguridades, desconciertos… mi orgullo estaba empezando a reclamarme y no podía evitar hacerme la pregunta del millón de dólares ¿me estarán viendo la cara de imbécil? No puede ser, me repito una y otra vez. Él me ama, me lo dice siempre, me lo dijo hace un momento. Tiene que ser verdad. Son amigos, sólo eso. Mis celos me están controlando y debo evitar que continúe pasando. Soy yo y mis cosas. De repente, la objetividad vuelve a apoderarse de mí y se reanuda la creencia de que los AMIGOS no se dicen ‘te amo’ en tan reiteradas ocasiones, ‘te extraño mucho, mi amor’, ‘quiero estar contigo’, ‘quiero dormir contigo’… NO, NO y NO. Hay un límite para todo. Los amigos se quieren, sí; se dice cosas bonitas, sí; van juntos a todos lados, sí; pero de allí a extrañarse a tan sólo 5 minutos de haberse visto y de querer ser ‘tu bebé’, como le escribió el guaricho ese, me parece demasiado, mucho. Me parece, así como él, impropio.
FIN FLASHBACK

“Este año será diferente” Es el primer pensamiento que hace presencia en mí, segundos luego de restregarme los ojos y obligar a mi hermoso y delgado cuerpo a despejar la cama. ¡Dios, qué fácil es acostumbrarse al sedentarismo! Y es que después de unas espléndidas vacaciones conociendo la hermosa ciudad de Mérida y a su gente tan cálida y afable, hasta quedarme por ahí me parecía genial, cualquiera en mi lugar pediría un alargamiento de vacaciones. Pero resulta que no es cualquier año escolar, es el cuarto año de ciencias y la emoción por el cambio de camisas es enorme, además hay alguien a quien quiero ver, entonces con mucho pesar me levanto, no sin antes mirarme al espejo y acomodar mis altaneros rizos que estaban más desordenados de lo normal, una cuestión de costumbre, chicos. Me alarmo al recordar que me quedé dormido y no respondí sus mensajes. Me molesto conmigo mismo. Reviso el teléfono y, como era de esperarse, tenía 5 mensajes de él. El primero era en relación a la conversación que manteníamos, nada que merezca ser comentado; en el segundo me preguntaba por qué no respondía; en el tercero creo que estaba molesto; el cuarto sólo contiene una carita triste y en el quinto me desea las buenas noches haciendo utilidad de esa palabra que me hace sonreír, tontito. Y es que es imposible evitar que mi rostro se ilumine con las más sinceras de las sonrisas, que mis ojos se llenen de brillo y que mis pensamientos me lleven a un lugar que desconozco pero que, sin duda alguna, me encantaría conocer, siempre y cuando sea junto a él. Hace 2 meses que estamos conociéndonos; hace dos meses que estoy pegado al teléfono cada minuto del día; hace dos meses que las cosas han ido tomando una forma tan diferente, tan inesperada y, de cierta forma, tan desconcertante que me parece que todo acabará en algo más allá de esto. No quiero apresurarme e intento que cada idea descabellada-no-tan-descabellada desaparezca y, en lugar de ello, me llene de energía para comenzar con las pilas puestas.
Son las 6:30 de la mañana, no he desayunado, y me apresuro a organizar mi uniforme, me meto en la ducha haciéndome la idea de no poder durar en ella los treinta minutos que acostumbro, pues en caso contrario llegaré tarde y eso no quiero. Salgo, me visto, organizo el morral y me doy cuenta que aún tengo la chance de comer algo. Me adentro en la cocina y mi madre me ha dejado el desayuno listo ¡qué sorpresa! Mis ojos parecen platos y mi boca está salivando a todo lo que da, ¡desayunaré con lasaña, mi comida favorita! Y allí es cuando deduzco que mi madre no ha cocinado, ella no es de hacer estas cosas, pero al menos hace que mi día comience con muy buena comida, digo, con muy buen pié.
-¡Qué rico! –digo para mí, pues no hay alguien en casa con quien compartirlo.
Salgo de mi embobamiento culinario y me dirijo a cepillar. Una vez listo, tomo las llaves de casa y me encamino a la parada del transporte. Siete pasados veinte minutos de la mañana y ya me estoy montando en el carro, escuchando al conductor quejarse de los tres estudiantes que se han montado (típicos refunfuños de estos señores) manifestando que sólo deberían ser dos. Una de las chicas que estaba se disponía a bajar de él y yo, disgustado por la situación, le propongo al señor cancelar el pasaje con tarifa civil y así evitar que la chica en cuestión tuviera que esperar por el otro transporte.
- Gracias –dice la chica castaña, con una enorme sonrisa.

- No te preocupes –me apresuro a decir, devolviéndole la sonrisa.

- Mucho gusto, soy Miranda –se presenta y añade –soy nueva en Doncaster.

- Soy Harry, un placer. ¿Hace cuánto estás por aquí? ¿de dónde eres?–

- Llegué hace tres semanas, soy de Londres –dice con orgullo y con un deje de ya extrañar su ciudad.

- Mi mirada es de sorpresa, pues el cambio es considerablemente radical – imagino que ya extrañas estar por allá –digo y ella sólo asiente. En eso recuerdo que tengo que cancelar el pasaje y busco el dinero. Por cordialidad cancelo el mío y el de la chica. Ella, quizás apenada, busca en su morral para reintegrarme el dinero y se lo impido- Tómalo como una bienvenida. Cortesía –le sonrío de forma cálida. La verdad me parece una buena muchacha. De repente le dice al conductor que por favor se detenga y, al hacerlo, se baja del carro, no sin antes agradecerme nuevamente y se va. ¡Qué bien se siente ser cordial!

Falta poco para llegar y me encuentro observando la cantidad de personas que se desplazan en distintos rumbos, de un lado al otro; estudiantes como yo, emocionados en su primer día de clases, con sus uniformes nuevos (porque, para qué negarlo, aun cuando ya estamos en un nivel más avanzado, eso también nos mueve); madres y/o padres que se apresuraban para llevar a los pequeños de la casa a la guardería tal vez, o a su también primer día de clases; trabajadores que comenzaran la primera mitad de su jornada laboral y van en busca de su desayuno, algunos con rostros sin expresión alguna, otros que se percibían abrumados por el sueño y otros que se manifestaban simplemente normales. Es impresionante cómo cada quién está inmerso en sus pensamientos, planeando su día, y el otro, y el que viene. Quizás por eso es que dicen que cada mundo es una cabeza… ¿o cada cabeza es un mundo? Como sea, es algo que siempre me ha dado mucha curiosidad; el comportamiento humano como ente social e individual. Me sorprendo al notar un cálido abrazo y un efervescente saludo por parte de Caroline ¿en qué momento me bajé del carro? ¿Y en qué momento le pedí al conductor que se detuviera?
- ¡Amigo, qué guapo estás! ¡Qué bella te queda esa camisa! –dice y no puedo evitar sonreír, no por el halago, sino por lo emocionada que está. Esa es mi amiga. Cuánto la he extrañado. Me abraza y me susurra al oído- Ya estamos en 4to, chamo.

- Sí, Caroline, ya estamos en cuarto –le digo y no puedo evitar rememorar los últimos dos años compartiendo con ella. Ella es maravillosa y una excelente estudiante. Me separo de ella y me sorprendo por lo que veo: Están todos y han cambiado. No es el mismo Liam de hace tres meses, quien me saluda efusivamente, mi mejor amigo es uno de los seres más importantes que tengo en este mundo, No es la misma Rachel de hace 3 meses- ¡ESTÁS BUENA! –llego a decir- ¿Qué coño estás comiendo? –y su carcajada seguramente se escuchó a novecientos metros a la redonda.

- Pasé dos meses moviendo las caderas, amigo. –dice con picardía estando al tanto del doble sentido de la oración, recibiendo una mirada de regaño de mi parte y corrige- Estuve haciendo bailoterapia. ¿Me veo bien?

- Ya te lo he dicho, estás buena. Voy a tener que cuidarte de los zamuros –digo en tono serio porque sí, soy celoso con mis amistades. Está Nialler, nuestro rubio cabezón favorito que se cansa de fastidiar a Caroline a Rachel y a Liam, menos mal que a mí no consigue sacarme de mis casillas, los abrazo a todos y comenzamos una amena conversación rodeada de risas y comentarios amistosos. Es el paraíso estar con mis amigos.

(…)
Ya es el tercer día de clases y, bueno, no han pasado grandes cosas. Sólo la llegada de un chamo nuevo en la sección que es inferior a la que estoy y que trae como fanáticas desenfrenadas a todas las chicas, de todas las secciones (y creo que algún chico por ahí, pero no me quiero adelantar). Tuve la oportunidad de presentármele el primer día de clases, con unas amigas, y me pareció agradable. Además viene de otra ciudad por lo que es compresible el enamoramiento de las chicas. El acento es una vaina que atrae, emboba y enloquece. Si lo sabré yo. El día transcurre con total normalidad y, sin darme cuenta, ya estoy en casa, Liam acaba de dejarme en la puerta de la misma como siempre acostumbra a hacer. Mamá tiene poco rato de haber llegado del trabajo, lo sé porque aún conserva puesta su ropa, nada casual, todo formal.
- Bendición, mamá. –le digo al tiempo en que le doy el tan acostumbrado beso en la mejilla. Tengo que agacharme un poco para poder hacerlo. Resulta que soy el más alto de mi casa.

- Dios te bendiga. –dice, correspondiéndome el beso. -¿Qué hiciste en el colegio?

- Nada. –respondo y, como era de esperar, se vuelve hacía mí con su expresión de “O sea, fuiste al colegio a calentar el asiento”. Me encanta su rostro al decirle tal cosa. Río para mis adentros pero no puedo evitar que se escape una pequeña sonrisa burlista. Es la típica pregunta que me hace al llegar del colegio y siempre recibe de mi parte la misma respuesta. Al parecer no se cansa, ni me canso. O tal vez espera que le conteste de otra forma. Sí, quizás. –Sabe que no fui a sólo fui a eso. Sé lo que está pensando. Me siento insultado. –Bromeo.- Las profesoras no pierden tiempo y ya comenzaron con la asignación de actividades. Necesito que me ayude a investigar unas cosas de Biología. –le pido, mientras vamos caminando hacia la cocina.

- ¿Para cuándo lo necesitas? –me dice dándome espacio para ir en busca de mi cena y agrega- Traje pan, están recién horneados.

- Para la semana que viene, no hay apuros. –Digo, abriendo la nevera, sacando queso y jamón.- ¿y la mantequilla? –me apresuro a preguntar.

- No hay. Vas a tener que comerte el pan con sólo eso. Mañana compraré. Anótame los puntos que necesitas en la agenda para investigártelos lo más pronto posible. No dejes las cosas para el día antes.

- ¿Pan recién horneado sin mantequilla, mamá? –Ella me ignora. Sale de la cocina. Y sí, mi mamá y sus comentarios, que si bien son bastantes acertados y correctos, me molestan. Que me digan lo que tengo que hacer, no es algo que me agrade.

Mi madre…. Ella es lo que todo hijo desea. Por supuesto que tiene cosas que ofuscan, pero ¿quién no? La admiración que profeso hacía ella es inmensa. Su dedicación al trabajo, a las responsabilidades, al beneficio en común; sus ganas de aprender y aprender. Me lleno de orgullo al decir que mi mamá está cursando su segunda carrera universitaria y que se desenvuelve a la perfección en su trabajo de pila y aquel como docente. Me ha demostrado que mientras más preparado te encuentres, mayor serán tus oportunidades; que aunque quieras estudiar medicina, tienes el deber de también conocer la contabilidad, la informática, la sociología, TODO. ¿Qué mejor ejemplo que ese? Mi mami es madre soltera. Mis padres se separaron cuando tenía la edad de tres años pero siempre, hasta el sol de hoy, tengo contacto con él y debo decir que, si bien no me he formado con su ejemplo, con su figura paterna y con el apoyo que todo padre debería darle a sus hijos, le agradezco infinitamente por todo lo que no dio. Pues, seguramente, las cosas serían distintas. Quizás para bien, pero también quizás para mal, porque ¿quién es sabedor de lo que depara el destino con alguna variable u otra? Si tuviésemos esa habilidad el mundo no sería lo que es, y nosotros no seríamos lo que somos. Más allá de lo que vemos, escuchamos, pensamos, se encuentra el desconocimiento. El único desconocimiento que considero rico, maravilloso. Mi madre me apoya y me da fuerza para alcanzar lo que me propongo. No es mi mejor amiga, eso sí. Debido a sus largas y arduas jornadas de trabajo y estudio, el tiempo que compartimos es muy poco (ya comprenderán el por qué no es mi confidente, mi amiga). Y considero que debe ser así. La fórmula MADRE-MEJOR AMIGA no la encuentro, no la ubico. Con esto no quiero decir que a mi madre no le puedo contar cosas, compartir, salir de compras, pedirle un consejo en algún momento. Sólo que el carácter que genera una madre, no lo hace un amigo; un amigo te cubre muchas travesuras, una madre tiene el deber de reprenderte cuando las lleves a cabo o tengas la intención de hacerlo, si es necesario; todo esto según yo. Y claro que tengo mis momentos de diversión con ella. Compartimos el mismo gusto por series de televisión, por ejemplo. Además vivimos constantemente aprendiendo uno del otro. Eso me encanta. Ella me corrige, yo la corrijo; ella me enseña, yo le manifiesto lo poco que sé; nos burlamos cuando en algún momento utilizamos términos en desuso o utilizamos algún lenguaje técnico. Cosa de nosotros.
Audaz, íntegra e intuitiva son los tres términos que le otorgan una perfecta definición a mi madre.
Creo que ya es hora que conozcan un poco de mí. Soy bastante alto (1.80 metros de estatura) de complexión delgada, tengo el cabello color chocolate echado hacia tras en forma de rizos desordenados, hace poco me hice unos tatuajes en el torso, de los cuales me arrepiento un poco, soy de ojos verdes igual que mi madre, mi sonrisa es reluciente y ésta hace que se formen hoyuelos en mis blanquecinas mejillas cuando sonrío. Soy de piel pálida y se burlan un poco de mí por eso. Mi familia es de un pueblo llamado Holmes Chapel que queda al norte del país, su acento es algo extraño sin embargo adoro visitar a mis tíos y abuelos en dicho poblado. Soy sociable; hablador en confianza, callado en territorios desconocidos. Soy de pocos amigos; compartir en familia y allegados está dentro de los mejores placeres de la vida. Le encuentro muchísimos sentidos a la vida y el único sentido que le encuentro a la muerte es como suceso que evita la superpoblación. Amante de la buena lectura, de la buena música y, en ocasiones de la peorcita, amante de los detalles. Siempre detallista. No expreso siempre lo que pienso, pero nunca hago lo contrario. Eso sería como si me clavara una daga en el corazón y muriera desangrado lentamente. Lo peor que puedes hacer es ir en contra de tus ideales, por muy absurdos que sean (en algún momento te darás cuenta de ello) pero mientras los tengas, defiéndelos a capa y espada. Son tuyos, nadie te los puede quitar, ni sustituir si no quieres. Soy una persona cerrada con mis sentimientos y, muchas veces, con mis pensamientos; guardo mis cosas en una cajita sellada en algún lugar de mí, no sé exactamente dónde, y no porque me resulte difícil confiar en alguien, sino porque nunca tuve esa persona con quien hablar amenamente, a quien comentarle las cosas que me pasaban, con quien desahogarme. Y desconozco cómo hacerlo. Por todo eso soy un llorón de primera clase, pues es una manera de liberar mis temores, problemas, desilusiones y amores. Sensible, sólo en algunas cosas. Débil, para nada. Soy fuerte, no me rindo fácilmente. Me gusta trabajar por lo que quiero aunque tenga en contra al mundo entero, aunque la noche oscurezca cada sendero que debo cruzar, aunque la luna y las estrellas se olviden de iluminar mi camino, aunque no tenga árboles que me otorguen sombra y descanso durante el recorrido, aunque los ríos y lagos sean atacados con una inminente sequía y no tenga una gota de agua para beber, ni una gota de sudor que transpirar. Si las nubes se tornan grises y quisieran transmitirme la tristeza y pesimismo de su tan opaco color les mostraré que lo que algún día llegó a ser una exuberante y espléndida mariposa, en sus inicios fue una mínima oruga despreciada por todo aquel que no veía más allá. Aunque los monstruos del pasado se manifiesten y quieran debilitar cada paso que doy, me haré a un lado, les daré un espacio, para que vayan conmigo, porque con ellos se aprende a vivir, no se olvidan.
Mis verdaderos amigos son muy pocos, contados con una sola mano y sobran dedos. Tengo a mi mejor amigo, mi hermano, Liam. Ese chamo cómo me saca la piedra (en otros términos, me molesta) pero es su forma de demostrar cariño. Creo. Sabemos de la existencia de cada uno desde hace muchísimo tiempo porque estudiamos en la misma escuela primaria, sólo que él en un aula y yo en la otra, factor suficiente para “caernos mal” (ya saben, por todo eso de las rivalidades entre secciones) y vivíamos en la misma zona; es decir, todo se prestaba para nuestro inminente encuentro. Era nuestro destino (Te amo, bro ;)). Sin embargo fue en la secundaria cuando nos conocimos realmente, empezamos a tratarnos y todo comenzó a fluir de tal manera que ahora somos casi inseparables. Como toda relación, hemos tenido nuestros altos y bajos. Hemos tenido hasta ese “tiempo” del que mucho se habla. En fin, lo que tienen que saber es que él es my person (sí, como Cristina Yang y Meredith Grey. Espero sepan de lo que hablo). Nosotros vamos más allá de lo que puede cualquier individuo imaginar.
“Amigos como tú jamás encontraré.
Espero que siempre recuerdes, amigo, que contigo siempre estaré.
Nuestras peleas, nuestras discusiones, son indicios de una verdadera amistad,
Pues sabes que eso hace de lo nuestro eso tan perfectamente ideal.
Sólo quiero recordarte que te quiero inmensamente,
Gracias por estar a mi lado cuando me invade eso a lo que llaman ‘mala suerte’
Cuando un amigo te acepta y te guía, cuando te llena de alegría,
Sabes que has hecho al menos algo bueno y ya tiene algún sentido tu vida.
Y es que aún no sé cómo retribuirte todo lo que por mí has hecho
En esos momento enfermos ‘de hadas, duendes, ogros y elfos’
”

Le agradezco a no sé quién por haberlo puesto en mi camino porque en un mundo en donde las personas están dañadas sentimentalmente, encontrar la compañía de un ser como él, es un milagro.
(…)

Narra Liam:

No he podido pegar un solo ojo en toda la noche y recuerdo a cada instante la sonrisa tan perturbadora de Zayn, las burlas de Harry, Niall y Louis, hago una rara mueca con la boca y desarropo mi cuerpo a la vez que me levanto de la cama, abro la puerta del baño y entro en él, estaba oscuro, enciendo la luz y entonces me veo en el espejo, mi reflejo está feliz, está confundido, no sabe qué hacer pero sabe que hay algo que lo llena de regocijo, sonrío ante tal vista al fondo de mi ser y me lavo el rostro, froto con fuerza mis ojos y mis pómulos, siento un pequeño ardor por tal acto y luego me seco, me dirijo a la cama de nuevo y tomo mi celular: ¡SON LAS 2:00 AM! y pego un saltito del susto, pero no puedo hacer nada en contra del hecho de que Morfeo se olvidó de mí el día de hoy. Abro el cajón en la mesita de noche y rebusco entre mis pertenencias para hallar los auriculares, cuando los consigo sonrío y los conecto a mi Blackberry, busco en mi lista de reproducción y pongo a sonar “A place in my head” de Linkin Park y el estruendoso sonido de la batería hace que me despierte aún más y que, a su vez, caiga en una dimensión extraña en donde me imagino con Zayn en un sitio desolado, conversando, riendo y disfrutando de los placeres de la vida, nos vemos muy unidos y apegados, en ese instante le pido un beso y él, furtivamente, me toma entre sus delgados pero gloriosos brazos y une sus labios de manera abrasadora con los mío, saboreando yo cada centímetro de la deliciosa y prohibida esencia de sus labios, esos que quizás nunca logre besar. Después de unos minutos la reproducción aleatoria hace efecto y una muy linda canción adormece mis oídos “21 Guns” de Green Day suena en mi cabeza y con ella logro sumirme por fin en un lindo y profundo sueño, el único lugar donde realmente soy feliz.

Narra Liam:
-Despierta Liam.-me revuelco entre mis sábanas al escuchar aquella voz que me habla.
-Ya voy mamá, sólo un poco más.-pongo la almohada en mi cara y doy media vuelta dándole la espalda.
-Liam, son casi las siete de la mañana, pensé que ya te habías ido.-al escuchar eso salto inmediatamente de la cama y abro los ojos hasta más no poder, mi mamá hace un gesto con su boca en señal de diversión y me visto desesperadamente sin, ni siquiera, tomar un baño antes.
-Mamá ¿Por qué no me despertaste antes?-enfurecido termino de encajar mi zapato izquierdo, tomo el morral y la miro fijamente.
-Hijo, lo siento. Pensé que te habías ido. Toma.-me tiende la mano y me da dinero.-Para que compres tu desayuno, ya no te dará tiempo de comer aquí. Ve rápido, que llegarás tarde.-asiento con la cabeza, le doy un beso en la mejilla y corro olímpicamente hacia afuera, saliendo de casa, empujando transeúntes y esquivando carros lo más humanamente posible.
Cuando por fin llego a la esquina antes del colegio, me bajo del transporte y me dirijo de una vez a la puerta del mismo pero antes de que pueda hacer eso me fijo en una escena algo extraña que aprisiona a mi vista: Harry besándose con Taylor. Pego un fuerte salto sobre mí mismo y me escondo tras unos arbustos que estaban en un pequeño jardín casi entrando al colegio, observo cómo, poco a poco, Harry profundiza el beso y la manera en la que toca descaradamente a Taylor, una chica rubia, alta y de figura esbelta que estudia en nuestra clases desde el primer año. Siempre supe de la atracción de ella hacia Harry pero nunca pensé siquiera que mi mejor amigo pudiera besarla, me mareo y casi me desvanezco allí mismo. Después de unos fogosos segundos mi amigo se separa de la rubia, la toma cariñosamente de la mano y la encamina dentro del colegio, para su suerte pero no la mía todos esos alrededores estaban desolados, indicando que ya las clases han empezado, a pesar de correr y tomar el transporte rápidamente se me ha hecho tarde. Me erguí de donde estaba escondido y entro triunfalmente al instituto.
(…)
-Cállate Nialler, estoy molesto y no tengo el suficiente humor como para escuchar tus estupideces.-me quejo, lo tiro hacia un lado y pongo mi mueca de fastidio.
-Me voy Liam, pero no me hables ni me busques más.-finge molestia, se levanta del asiento y se larga. Pienso en levantarme a ofrecerle una disculpa pero lo descarto inmediatamente. Mi cabeza está ocupada en muchas cosas y ni siquiera llevamos un mes en este colegio. Va más de la mitad de la jornada de clases y no he comido nada porque mi hambre se fue junto con mi orgullo y mis ánimos a otro sitio. Harry está ocultándome muchas cosas, primero la razón por la cual terminó con Ed, el repentino acercamiento a Louis, el cuadernito que comenzaron a compartir, las miraditas y sonrisas raras y ahora esto: El grandísimo beso con Taylor. Me siento decepcionado y por tanto ni le dirijo la palabra, he estado distante y sumido en mi mundo depresivo. Estos días han sido extraños y de acercamientos bastantes inesperados. Me he estado yendo con Nialler hacia el centro de la ciudad sin Harry porque el ojiverde ha agarrado la mala costumbre de irse muy solo con el detestable de Louis. Sabía que él nos causaría problemas así que desde el primer día que compartimos solo lo saludo con un mínimo gesto facial, no me preocupo por hablar. Y Zayn, por su parte, ha estado rodeado de millares de chicas y yo creo que se le olvidó mi existencia porque desde el día en el que le pregunté sobre su cabello nunca más me volvió a saludar o, si quiera, a mirar.
-¿Me prestas 5 €?-su ronca voz hizo que volviera a verle.
-No, Harry.-y, de nuevo, sigo sin verle.
-¿Qué sucede Li?-pregunta abrazando mis hombros.
-Los vi. A ustedes.-sueno frío y demandante de una explicación.
-¿A mí? ¿Con Taylor? Es mi novia, te lo dije anoche.- ¡Es cierto! Ahora que recuerdo Harry estuvo anoche contándome unas cosas mientras lo llevaba a su casa pero yo ni le escuché cuando lo hizo. Ahora me siento avergonzado, sonrío y le devuelvo el abrazo.
-Van a tener hijos muy bonitos, Harry.-Sonrío sarcásticamente.
-Ah, gracias.-dice con un deje en su voz.-Y por cierto, no le digas a Louis que estoy con Taylor ¿De acuerdo?
-De acuerdo.-respondo extrañado y más curioso que antes. Me limito a no indagar. Luego de unos segundos, como si él esperara algo que yo no estaba dispuesto a hacer, rompe el hielo.
-¿Y entonces?-pregunta poniendo sus ojos en blanco. Si Harry tuviera un mínima idea de cómo detesto ese gesto jamás lo volvería hacer.
-¿Entonces qué?-
-¿No me darás el dinero?-me mira acusadoramente.
-Ten. No tengo más, rizos.-le tiendo lo único que tenía. Los toma y sale por la puerta para dirigirse al receso en el patio. Algo me dice, aún, que se me olvidó hacer cierta actividad en casa, no sé si del colegio u otra cosa pero me siento extraño.
…
-… Entonces le dije que me dejara en paz, que no quería que me vieran saliendo con él, entonces se alejó y por eso me ve de esa forma tan extraña.-las palabras que Caroline dice vienen a mí interrumpidamente, no sé exactamente el orden en que las dijo pero si sé que hablaba de Joseph, su ex. Rachel escucha atentamente al igual que Harry, estamos sentados en la banca justo al lado de la cafetería y yo miro directamente hacia el frente y por la gran puerta hacia su entrada triunfal moviendo su sexy cabello oscuro, Zayn tiene unos ojos de Dioses y una sonrisa malévola como un demonio. Camina hasta una banca muy cerca de nosotros y se sienta a conversar con unas cuantas chicas a su alrededor, de nuevo como cada día me enerva la sangre y me levanto del asiento desesperadamente sin ver a dónde voy y en el proceso tropiezo con Andrea, una de mis pesadillas en ese infierno.
-¡Maldito Marica! Mira por dónde caminas la próxima vez.-me grita y posteriormente me empuja. Todos presenciaron tal escena, ella se ríe y yo lo hago también para disimular aunque me siento bastante molesto por tal actitud. Se acerca a mí y me toma entre sus manos, yo abro la boca exhalo aire para alejarla y, en eso, recuerdo qué actividad olvidé a realizar esta mañana.
-¡Ni siquiera se lava los dientes este marica porque su boca huele a basurero de fin de mundo!- Todos empiezan a reír, se burlan de mí y yo me sonrojo en seguida por la vergüenza y la rabia que siento. Observo claramente como Zayn me mira, primera vez que me mira desde el golpe que me di en el poste de electricidad hace días y la ocasión esta vez es porque soy el hazmerreír con mal aliento. Esa fue la gota que derramó el vaso para mi paciencia.
-Cállate puta. Es mejor que te largues de mi vista.-le dije con un intento de calma en mi halo de voz. Mis ojos rebosaban vergüenza y molestia infinita.
-Prefiero ser puta y no marica como tú.-
-Soy lo que me dé la gana de ser.-le digo y me marcho entre las burlas de todos, con paso apresurado entro al baño y busco el grifo para lavarme la boca con jabón si es posible. Para mi mala suerte (como suele suceder) no hay ni una gota de agua en el baño. Me veo en el espejo mientras intento controlar mi rabia y frustración, mi rostro está sudado y muy enrojecido, mis rizos están más alborotados de lo normal y las ojeras junto a mi pálida tez me dan un aspecto tétrico, parezco el mismísimo Voldemort. Luego de criticar mi propio aspecto salgo del baño esperando que la marea mermara y así pasa, los estudiantes caminan a sus respectivos salones después del receso y así mismo yo los imito.
…
-Hola Liam.-me tiende la mano, yo miro dudoso su señal de cortesía y allí le dejo esperando.
-No lo saludes más nunca Lou, por grosero.-la voz de Harry me estaba más que molestando ese día.
-Da igual.-se encoge de hombros y prosigue. Me quiero morir en este mismo instante, acabamos de salir de clases y estaré solo con este par de… Un momento… ¿Y Taylor? ¿No se supone que Harry debería estar con ella? Y como si las respuestas cayeran del cielo allí estaba la rubia junto a nosotros con su típico combo incluido: Perrie y Eleanor. Perrie estudia el mismo año que Louis, sin embargo no son para nada amigos y Eleanor estudia con Harry, Taylor y yo.
-¿A dónde vas sin mí?-pregunta la rubia que, al llegar, se dirige a Harry. Yo no sé qué otra cosa hacer en ese instante ya que me siento incómodo así que poco a poco voy alejándome, cruzo la calle y me encamino hacia un taller mecánico ubicado en la calle siguiente después de cruzar la avenida principal, dicho establecimiento es del padre de Niall y siempre he sido muy bien recibido allá, Niall tiene que trabajar muy fuerte allí cuando no está estudiando, su padre es un poco desconsiderado y no toma para nada en cuenta a su hijo. A veces me siento muy mal por él y me encantaría ayudarlo pero no sé cómo ayudar a una persona en su lugar porque nunca lo he hecho. Me encojo de hombros, tomo aire y me dirijo hacia allá.
-¡Niall!-llamo su atención para que salga debajo del auto en el que estaba. Mi rubio amigo es un excelente mecánico.
-Liam ¿Qué pasa? Me asustaste.-sonríe.
-¿Acabas de llegar de clases y ya tu papá te pone a trabajar?-pregunto indignado mientras camino hacia afuera, no me gusta el olor del aceite, gasolina ni nada de esos derivados del petróleo que los autos usan. Nialler me sigue.
-Esa belleza de auto tiene que estar libre antes de mañana así que hoy nos iremos tarde a casa porque necesito terminarlo.
-Ah bueno, genial Nialler. Recuerda la presentación de biología mañana.-le digo tomando uno de sus hombros entre mis manos.
-¡Liam! Lo había olvidado amigo, menos mal y me lo recordaste.-me abraza en plena calle, su apretón es algo exagerado y me saca el poco oxígeno que puede entrar en mi cuerpo. En esas veo cómo la figura de Zayn se acerca poco a poco desde lejos. Cierro los ojos y los vuelvo abrir. Está más cerca que hace unos segundos, pasará justo en frente del taller y nos verá en este abrazo, muchos momentos embarazosos por el día de hoy. Me despego de Niall y éste me mira intrigado por el brinco que di sobre mi propio eje y cómo mis ojos comenzaron a saltar hacia el frente.
-¿Por qué lo miras así? ¿A caso te gusta Zayn?-al salir esas interrogantes de sus labios desee golpearlo. Acomodo mi ser interior mientras observo detalladamente la manera con la cual camina, con sus manos dentro de los bolsillos del suéter azul marino que carga sobre su uniforme, ya nos da la espalda y ni siquiera había volteado a vernos, evado las preguntas de Niall y con mi cara de póker doy media vuelta y me voy.
-¿A dónde vas?-
-Pues a mi casa, ya saqué bastante ventaja de Louis y Harry, eso era lo que quería. Adiós.-le digo alzando mi mano derecha para despedirme mientras camino dándole la espalda. Cuando voy por media cuadra recuerdo algo importante: Mis clases de karate ¡Oh Dios! Las he olvidado por completo desde que inicié este curso.
Practico karate desde hace 3 años y es mi deporte favorito después del béisbol y fútbol, los demás me aburren. No soy muy atlético que se diga tampoco pero me gustan esos 3 deportes. Estoy en un cinturón ya un poco avanzado y por tanto no se me permiten muchas faltas así que el día de mañana reanudaré mi entrenamiento que comienza a partir de las 6:30 pm, justo media hora después de salir de clases. Me parece extenuante pero hay que cumplir responsabilidades.
…
-¿Y cómo te fue hoy en clases hijo?-pregunta mi papá después de un largo silencio en la mesa, mamá está junto a él. Estamos cenando.
-Bien, supongo.-le contesto con un deje de voz que él ni nota.
-¿Y el karate? ¿No has ido más a entrenar?-pregunta simultáneamente.
-No.-respondo temeroso porque sé a la perfección que a él le desagrada que falte a mis prácticas, sinceramente hasta a mí me irrita.
-¿Y se puede saber por qué?
-Me distraje en los primeros días de clases, papá. Lo siento y no volverá a pasar.-contesto y él no dice nada. Después subo a mi cuarto, busco mi celular y pongo música de la buena: “Teenage Dream” de Katy Perry se encarga de hacer vibrar mi habitación, canto al compás de Katheryn, si tuviera un poco de talento nomás no dudaría en intentar ser cantante aunque mi padre me matara por tal motivo. Luego de aquello mi mente se deja absorber por la hermosa voz de mi diva favorita: “Cry” de Rihanna, la cantante preferida de mí enrulado amigo comienza a reproducirse. Al recordarlo a él se me vino a la mente todas y cada una de las imágenes que mi cerebro tomó del día acabado de vivir sin saber que ese sería el comienzo de un largo camino por recorrer.

MESES DESPUÉS.

-¡Deja de morderte los labios!
-¡No muevas los ojos!
-¡Con la vista puesta en el objetivo!
-¡Abajo! ¡20 flexiones y extensiones de codo con los puños cerrados! ¡Vamos!
-¡Eso es para que aprendas que al objetivo no se le quita la vista de enfrente! ¿Quieres ser campeón?
La instructora me está matando, hoy han venido muy pocos a la práctica, por tanto, se enfrasca en cada uno, se ensaña con ímpetu. Mi cuerpo no da para más debido a todas y cada una de sus exigencias, me cerebro va a explotar, mi cabeza duele.
-¡F0rmación! ¡Nos vamos!
Les agradezco a todos los santos por lo que dijo. La clase ha terminado y yo estoy destruido: Mi cuerpo pesa, mis nudillos duelen a causa de las flexiones realizadas, mi cabello se pega a mi frente debido al sudor que lo empapa. Después de unos minutos de perturbador desasosiego en los vestidores salgo sin mi uniforme de prácticas, camino hacia la salida despidiéndome de la instructora con un grotesco apretón de manos que hace dolor mis nudillos más de lo que ya me dolían. Llamo a papá para que me pasara buscando y me siento en uno de los escalones de la salida, veo el estrellado cielo de principios de año, la noche me hace sentir feliz, siento cómo me identifico con ella y ella conmigo, sus tiernos nubarrones grises obstruyen la luz de luna sin ocultar algunas de sus hermosas estrellas; siento el aire frío colarse por mis huesos, me estremezco a causa de ello y me levanto, veo salir al resto de mis compañeros a los cuales ni saludo, no tengo un solo amigo en el gimnasio ya que no he llegado a congeniar con ninguno debido a sus actitudes de niños mimados de la mayoría, bufo al pasar junto a uno que le llora a su mamá por teléfono. Estúpido, pensé.
-¡Liam!-vuelvo mi rostro al escuchar la voz de mi padre llamarme desde el auto, corro hacia él y me introduzco en el mismo. El regreso a casa es silencioso.
…
-Te lo ruego Liam ayúdame con Harry, quiero volver con él. Yo lo amo.-mientras camino por el patio del colegio en horas de receso intentando estudiar para una importante exposición de Historia después del mismo la señorita Taylor me molesta con su chillona voz, no puedo creer que sea tan insistente.
-Okay Tay, intentaré ayudarte.-miento, sabiendo o bueno… sospechando que algo entre Harry y Louis se está dando o ya se dio, solo necesito confirmarlo.
-¡Ay Li! ¡Gracias! ¡Eres mi mejor amigo!-me vuelvo extrañado hacia ella.
-¿Ah? ¿Y Perrie? ¿Y Eleanor?
-Nada, olvídalo.-se va dejando un sonoro beso encima mi oreja. Le ignoro y continúo en mi estudio, necesito un 10 urgente y en mi caminadera por el patio veo algo que me deja boquiabierto: Louis y Eleanor en pleno beso, me asusto porque pienso que en cualquier momento se devorarán sus almas, tal acto carnal parece una escena extraña sacada de una película pornográfica, los demás estudiantes pasan a su lado como si nada y yo los observo detenidamente sin saber por qué, luego de unos segundos reacciono y me voy del sitio para seguir en mi asunto, aunque me pregunto a mí mismo el porqué de todo esto, estoy más que seguro que Harry y Louis se gustan y, al parecer, lo ocultan o ni siquiera se lo han confesado, niego con mi cabeza en señal de no entender y continúo hablando solo repasando mi tema.
Han pasado pocos días del primer mes del año después de unas breves vacaciones de año nuevo y navidad. Nada ha cambiado, solo que Louis, Harry y yo hemos estado más unidos que de costumbre, sobretodo aquél par de enanos. Hace algunos días cuando Harry se descuidó saqué de su mochila el cuadernito amarillo con verde que se la pasa intercambiando con Lou a cada rato, lo abro y observo unas grandes letras en mayúscula escritas sobre la primera hoja y se podía notar muy bien que estaban suspendidas dentro de un corazón. Las iniciales que vi aquél día eran: TAMTB. Aun me sigo preguntando qué significaran ya que Harry, aun con tantas veces que le he insistido, se niega a contarme. Enfurezco pero luego se me pasa, no he visto más aquél cuadernito del misterio.
Luego de estudiar sigo caminando solo por los mismos alrededores buscándolo con la mirada, observo muy bien a los de pullover verde, no veo nada, no logro ver ese sexy cabello, esa sonrisa del demonio, esos ojos celestiales. Me preocupo. Me encierro en un universo en donde no quiero ver nada, solo su rostro y, por desgracia, no veo nada porque su rostro no está. No ha venido hoy a clases, maldigo a todos en mi interior, sé muy bien que no nos hablamos, no nos conocemos formalmente pero yo soy feliz viéndolo de lejos como mi amor secreto, como mi amor platónico, ese que nunca se cristalizará.
-¡Hey Liam!
-¡Ah!-pego un salto en mi lugar tirando mis papeles al suelo. Harry me ha dado el susto del siglo.
-¿Qué pasa? ¿Te asusté?-y todavía lo pregunta el muy descarado.
-Sí Harry.-me río, producto de la expresión sentida de su rostro.
-Lo siento.-me dice sinceramente, yo le sonrío y recojo mis cosas. Me lleva consigo para sentarnos en una de las bancas en la cafetería.
-No me quiero sentar ¿sabías?
-Pues no te sientes, te traje para acá porque te veo sólo.
-Gracias.-me siento.
-No y que no…
-Da igual.-y hago un gesto con la mano para que sonría.
El receso pasa sin más ni menos, un chico nuevo se tropezó con un escalón intentando subirlo y todos se rieron de él, agua en vasos de plástico desechable voló por nuestros cielos, la gente gritaba y se escondía como si fuese ácido clorhídrico lo que volaba, obviamente todo aquello fue obra de algunos bromistas, yo me reía en demasía al observar los rostros de terror de los demás. Fue, verdaderamente, un desmadre.
…
-Saqué 8 en la exposición Lou ¿Puedes creerlo?-Harry se queja de su calificación, yo estoy igual de molesto por haber sacado 7,5 él por lo menos sacó medio punto más que yo.
-No, no puedo Hazz, eres un bruto.-Y me río de su comentario.
-Cállate Louis, no pienso discutir contigo.-Y la voz dramática de Lou comienza a entrar en escena. Río por cada ocurrencia de esos chicos.
Ya es la hora de salida y estamos sentados en los escalones de la famosa esquina esperando a no sé quién. Nialler llega a nosotros y se sienta justo a mi lado.
-No lo puedo creer. Saqué 9.-sacar 9 para Nialler es el mejor logro de su vida y yo deseo su nueve pero no digo nada, solo lo felicito y sonrío porque, realmente, hizo una muy buena presentación a pesar de todo.
-Suerte, eso se llama suerte.-le bromea Harry.
-Esa no es tu calificación Niall, no te creas lo máximo, debe ser que la profesora se equivocó.-río por haber dicho eso y observo el rostro irritado de Niall.
-¿Saben qué? Me voy a ir solo. No los quiero ver.-se va sin más y yo me río de nuevo. Se le pasara rápido el enojo.
-¡Ahí estás! ¡Por fin! Pensé que no vendrías.-la voz de Lou a mi espalda se hace más aguda de lo normal al recibir a ese alguien.
-Lo siento, tuve un pequeño percance.-la voz de ese ser la reconocería hablando mandarín, persa o griego antiguo. Vuelvo mi rostro rápidamente y mis ojos se plantan en el mismísimo cielo al capturar los de él como el propio paraíso del edén dándome la bienvenida a su hermosa rivera. La miel de sus ojos es adornada por unas quebradizas y hermosas pestañas, unas cejas inquisitivas y malditamente sexys.
-Liam.-habló Lou sacándome del trance celestial en el que había sido absorbido.-Él es Zayn, es mi mejor amigo desde que llegó al colegio.-Y su mano derecha se acerca y toma la mía en un amistoso apretón.
-Soy Liam.-digo algo dudoso.
-Lo sé.- ¡Oh Dios mío lo sabe! ¡Lo sabe! Me voy a morir.
-¿Cómo lo sabes?-pregunto ilusionado esperando que me diga algo que deseo oír desde que lo vi el primer día de clases.
-Lo acaba de decir Lou.-sonríe descaradamente y deja ver unos hermoso y perfectos dientes blancos. Mi cara arde de la vergüenza ¡Siempre he sido un idiota en estas situaciones! Obviamente Lou había dicho mi nombre ¿Y yo qué esperaba? ¿Qué saliera diciéndome que había estado observándome secretamente desde que llegó al colegio celándome de cualquier loca que se me acercara? No, para nada.
-Ah cierto, lo siento.-sonrío y Harry me observa con cierta desconcierto en sus verdosos ojos.
-Ahora que estamos completos podemos irnos.-Louis habla dando el primer paso hacia el frente. Lo seguimos.
-Y… cuéntame Liam ¿Cómo saliste en tu exposición?-¿Ah? ¿Ah? ¿Ah? Se supone, pensándolo mejor, que Zayn no había venido hoy al colegio ¿Dónde se había metido? ¿Y por qué me hace esa pregunta? Me voy a desmayar.
--------------

CAPÍTULO VI
MOMENTOS

¡Oh Dios! Sabe que tuve actividad y le interesa cómo me fue en ella, casi me desmayo de la impresión y, a su vez, de la emoción. Observo detenidamente como sus abrumantes ojos color ámbar me devoran con solo verme, me estremezco deseando algo que quizás nunca ocurrirá, mientras fantaseo en un mar de inciertos deseos vagan por mi pensamiento algunas maneras de responder a su interrogante hasta que su gruesa voz hace temblar el interior de mi ser.
-Disculpa que me entrometa, no tenía ni la mínima noción de que te molestaría mi pregunta. Solo detallé hoy la forma en la que te desplazabas por el patio del colegio, por un instante logré ver un hoyo por donde pasabas una y otra vez.-todos ríen ante tal afirmación. Yo reacciono de inmediato a querer decirle que no me molestaban sus preguntas.
-Sabemos que no te molestan sus preguntas Li, es más Zayn puedes hacerles las que quieras ¿verdad amigo?-si Harry hubiese dicho eso en otro tono menos inquisitivo le hubiese agradecido.
-Me fue excelente Zayn, gracias por preguntar ¿Tú dónde estabas? Porque no te vi.-Harry tose incómodo, Louis se ríe y lo mira sonriendo. Esos dos se aman aunque lo nieguen, eso lo sé.
-Observándote en silencio.-mira hacia el frente, clava su vista en el rostro de las personas que van en dirección contraria a la nuestra. Sus hombros y espalda erguida le otorga elegancia aunada a su delgado y provocativo cuerpo, me ahogo en un océano repleto de deseos indebidos. Sus hipnóticas palabras me hacen sentir especial, deseado.
-JAJAJA ¡Qué chistoso Zayn!
-No, es verdad. Es interesante la manera en la que estudias. Se te nota concentrado. Me gusta que la gente se concentre.-si algo está a punto de hacerme desmayar es su seductora voz, es como una melodía exquisita que pone mis vellos de punta. Saliendo de mi embobamiento puedo ver claramente cómo hoy no trae su mochila, sus cuadernos y libros reposan sobre su brazo derecho, hago un gesto para preguntar, pero como si leyera mi mente responde sin anestesia–Mi mochila se rompió cuando venía a clases así que me tocó cargar con este arsenal de libros en mis manos. ¿Me harías el grandísimo favor de llevarlos en tu mochila hasta que lleguemos al centro?-
-Claro Zayn.-le sonrío y le doy mi espalda para que introduzca sus libros en mi mochila. Me gustaría que introdujera otra cosa pero pensar en eso me hace sentir extraño. Río en mi interior ante mi cochina imaginación.
-Gracias Li.-dice caminando hacia adelante y posándose a mi lado.
-De-de na-nada.-sonrío. Es el mismo Dios que lo ha enviado para castigarme, eso debe ser.
El recorrido hacia el centro de la ciudad es extraño, vamos a mitad de camino y hasta ahora solo he intercambiado argumentos con Zayn, detrás de nosotros con su lento caminar se desplazan Lou y Hazz con un muy bajo tono de voz y por lo tanto no logro escuchar nada de su conservación, sin embargo no me interesa, en otra ocasión hubiese saltado sobre ellos como un lobo feroz en busca de un chisme que escuchar o, inclusive, para molestarlos; pero ya no más, en este momento Zayn representa el único nombre que quiero escuchar, los ojos más hermosos que alguna vez haya visto solo me atrapan a mí en una inexorable conversación sobre el amor y sus derivaciones.
-Yo creo que el amor solo es una actividad química que se lleva a cabo en el cerebro.- menciona moviendo sus manos, intentando poner muy en claro su postura con respecto a ello. Estremezco por la manera en la que el viento mueve su precioso cabello color ébano.
-Opino algo similar, sin embargo cuando sintamos eso ya no será fácil escapar, claro, si hay opción de escarpar, porque si no la hay toca quedar atrapado, encerrado el resto de nuestras vidas en ese sentimiento ¿no crees?- digo en manera de desinterés, me considero bueno ocultando mis deseos y sentimientos, no por nada soy el mejor actor de mi clase.
-¿De dónde sacaste eso?-me pregunta asombrado. Levanto una ceja e introduzco mis manos en los bolsillos de mi pantalón haciéndome el importante.
-Leo mucho Zayn, mucho.-
-¿Te gusta la lectura? Yo la adoro, es como parte de mi existir, también amo escribir historias, es como mi pequeño secreto.-al ver que compartimos algo en común dejó escapar una bella sonrisa. Me paralizo. Camino porque estoy condicionado a hacerlo no porque sea consciente de tal acto. Me sonrojo, su sonrisa es de las más hermosas que he visto, sus perfectos dientes esbozan un mar de experiencias plantadas sobre su terso y delicado rostro. No puedo aún creer que haya compartido un “pequeño secreto” conmigo.
-Oye eso es genial Zayn, me encantaría tener el placer de leer una de tus historias.-mi gran sonrisa hace que se sienta cómodo, lo demostraba con el brillo de su mirar.
-Bueno sería perfecto, tengo algunas cosas escritas en mi celular ¿te apetece escucharlas ahora mismo?-el Sol se ha ido, la noche cae sobre nosotros, en esta época del año el viento aun es un poco helado en Doncaster. Su voz va de la mano con él, golpea mi rostro en una estoica caricia.
-Ahora mismo Zayn.-él sonríe y extrae de su bolsillo izquierdo su BlackBerry, presiona algunas teclas y le veo detenidamente como jamás me cansaré de hacerlo.
-Escucha Li:
Algo más de ti a mi vida ha llegado,
el amor nuevamente llegó a mi puerta
como nunca antes lo había dejado
esta vez el paso le he dado,
mi esperanza que ya estaba muerta
dejó un muy buen legado.
¡Aquí de nuevo me encuentro permitiéndome ser amado!
Con locura en mi ser y dulzura en mi ojos
expreso sin enojo
que tu sentir en mi corazón
allí se encuentra alojado.
Gracias a esos besos que no me has dado
mis ganas considerablemente han aumentado,
sueño cada noche con tu cuerpo que me invade con lujuria
y con una sonrisa que ni daña ni perjuria
Son ellos los que allí siempre se hunden olvidados
Al ver tu rostro mi mundo y mi vivir con Dios se han transportado
viendo nubes y arcoíris, yo muy encantado,
respirando el dulce aroma que de tu ser es emanado.
Sigue junto a mí, llenándome de más amor y vivir-
Ocupa cada espacio de mi obscuro corazón,
ese que algún día te entregué con razón.

-¿Y? ¿Te gustó?-pregunta al finalizar de leer. Yo había caído hipnotizado ante tan perfecta lectura, las palabras que utiliza, la manera en la que las enlaza, sus rimas. Todo. Lo vuelve sexy, me hizo caer en un estado de relajación total en donde el ruido del tráfico, de las masas caminando, de los vendedores ofreciéndote pasar a sus tiendas, pasó a que digo segundo plano, a tercero, cuarto y hasta quinto, solo eran sus preciosas palabras. Olvidé mi vida, olvidé a Lou a Hazz, solo estaba él. Hasta que finalizó. Ahora me pregunta si me gustó ¿Cómo le responderé sin ser obvio de que me hizo estremecer hasta la médula?
-Hermoso, perfecto. Eres un escritor increíble, amé cada letra, cada sílaba. Eres un grande Zayn. Te felicito.-le doy la mejor de mis sonrisas, quizás fui muy efusivo. Por nada del mundo quiero parecer sospechoso frente a él, por alguna extraña razón no quiero que se entere de lo que siento por él.
-Gracias Li, tu comentario es muy valorado.-de repente veo como se sienta en un escalón hacia la entrada de un centro comercial, me siento junto a él. Ya hemos llegado al centro, estamos justo en frente de la parada de autobuses de Louis que se ubica un poco más lejos que la mía y de Hazz.
-¿Por dónde vives?-sus sonrisas no son actuadas, son sinceras, lo puedo sentir.
-Al otro lado de la ciudad, saliendo hacia el este.-respondo de inmediato.
-Ah okay, bueno no conozco nada de Doncaster, sabrás que no soy de estos lados. Soy de Bradford.-dice orgulloso sonriendo y mirando hacia las nubes grisáceas en el firmamento. Al parecer ama su ciudad, desearía que plantara ese semblante en su rostro cuando pensara en mí. Definitivamente este hombre me vuelve loco.
-Sí, algo escuché. Es interesante, por eso es que todas te persiguen, casi nunca vienen de otras ciudades a estudiar por acá, lo normal es que sea lo contrario.-respondo sin dejar de observar su perfecto perfil.
-¿Sabes algo Liam?-pregunta volviendo su rostro poco a poco hacia mí.
-Dime Zayn.
-Me caes muy bien.-yo sonrío al instante, bajo mi cabeza y enfoco mi mirada en el suelo. No puedo creer que haya dicho eso.
-Y tú a mí.-lo miro a los ojos. Pude ver por medio de ellos y detallo algo sincero en ellos.
-¡DENSE UN BESO!
-JAJAJAJAJA
La voz de Harry y la risa de Lou hacen que caiga sobre la realidad, Zayn y yo estamos sentados muy cerca el uno del otro, observándonos directamente a los ojos y reconozco que la escena es extraña pero la impertinencia de éstos me hace reír. Ellos pasan de largo frente a nosotros y se posan en la parada antes mencionada esperando a que Louis se marchase.
-¿Harry es así siempre?
-No, normalmente es el más sensato de todos, nunca grita y es bastante serio, al menos hasta que comience el chalequeo allí se pervierte.
-Como ahora, por ejemplo.
-Exacto.
Reímos durante algunos minutos más mientras contamos experiencias vividas de parte y parte hasta que se hizo un silencio un poco incómodo durante unos segundos.
-Ehm… quisiera confesarte algo.-primera vez desde que hemos estado hablando que suena inseguro o incapaz de decir algo. Hasta ahora no conocía algo que amedrentara a Zayn. Tiemblo de ansias.
-¿A mí? ¿Qué sería?
-¡Liam! Tenemos que irnos, mi mamá me llamó histérica.-Harry me toma del brazo sin que yo ponga resistencia y se despide de Zayn con un apretón de manos sin ocultar su rostro de desconcierto debido a su acción.
-Ya voy Harry que Zayn me tiene que…
-Nada Liam, puede esperar. Tranquilo.-me sonríe y hace un ademán con su mano en señal de despedida. Hago un puchero y doy la espalda para dirigirme hacia mi destino con Hazz.
-¡Espera Li!-al escuchar su voz me deshago del agarre de mi rizado amigo.
-Dime-camino de vuelta a él para saber qué sucede.
-Mis libros, no me los diste.-ah, era eso.
-Claro, lo siento.-le vuelvo a dar la espalda y en menos de unos segundos los libros estaban sobre sus brazos.
-Gracias de nuevo amigo.
-Para eso estamos Zayn.-estreche fuertemente su mano y, aunque sea increíble en todos los aspectos de la palabras, un cosquilleo invade mi abdomen y con él una presión se apodera de mi pecho, le sonrío y me despido.
----------------------

Hola srtos feliz año nuevo :3 disculpenme por no haber subido... ya saben las fiestas de navidad y toda la cosa me tenían distraído pero ya subí así que no se preocupen :3 Cambié de tema a la novela porque había un intruso leyendola, la lectura para esa persona no está permitida así que lo hice por mi seguridad y la de mi coescritora, sí, tengo una coescritora que me ayuda a relatar ciertos hechos que desconozco, ignoro o que simplemente he olvidado, reitero el hecho de que esta novela es basada en hechos reales por lo que tiene que ser contada como en verdad pasó y no un invento de mi retorcida imaginación jajajaja xD Bueno arrojen sus comentarios, nos leemos pronto y digan qué opinan a cerca del acercamiento Ziam :3 ahora es que falta :3

Tu me haces emocionarme y llego y Bada de smut. Exijo el smut o mr msto. Es bello

Puta Madre...¡¡ que es eso, como se te ocurre dejarnos a medias... ya quiero conocer a la pareja de Nashal, será acaso Ed o su vecino. Vamos di de una vez,,, aunque neos dejes a la mitad.

Quedo genial tu capítulo, sigue la sha..|Δ§ por favor

PipeAlejandroMalik escribió:Tu me haces emocionarme y llego y Bada de smut. Exijo el smut o mr msto. Es bello

JAJAJAJA tranquilo para el smut aun falta, mi coescritora me puso al corriente y recorde que aun faltan por relatar algunos hechos previo a. Gracias por decir que es bello amigo mio.

Mike Gallagherry escribió:Puta Madre...¡¡ que es eso, como se te ocurre dejarnos a medias... ya quiero conocer a la pareja de  Nashal, será acaso Ed o su vecino. Vamos di de una vez,,, aunque neos dejes a la mitad.

Quedo genial tu capítulo, sigue la sha..|Δ§ por favor

JAJAJA A medias es emjor así se acumula la emoción para el siguiente capítulo muajajaja. Soy malo? No verdad? Tranquilo que Niall no tendrá pareja, su personaje no tenía pareja para aquél tiempo. Ahí veré qué hago con él. Ed será una sorpresa... por lo que he escrito creo que te has dado cuenta que fue nocio de Harry cierto? Bueno no olvides eso porque lo que relato del pasado, los flashbacks y esas cosas sirven para que vayan viendo lo complicado y algo enredado que se ponen las cosas más adelante jajajjaa

Leslie Tomlinson escribió:Hola.
Mierda, mierda, mierda, mierda AME, el capítulo.
 Asdfghjkls son tan lindos esos dos:3
¿Zayn Malik con un BlackBerry? Zayn lindo, que ocurrió con tu Nokia.... xD o ya, no mas bulin
Estupido Harold que interrumpió a Zayn. Le iba a decir algo importante pero no, ahí vas tu. Agh, que impotencia el no poder hacer nada.
Sigue la, me encanta.
Uff, me alegra que te hayas librado del problema.
Besos xx

Gracias por ser tan linda, tus comentarios son muy tiernos jaja. Zayn tenia un BB para aqu'el tiempo, nada de nokias jajajaja. Harold es lo mejor que hay en esta novela, te lo aseguro. Lo que Zayn le dirá a Liam cambiará el rumbo de esta hisoria :3 ya verás.