we're all just kids who grew up way too fast.

Nadie se hubiera imaginado que terminarían siendo mejores amigas dos personas tan diferentes. Pero la vida da vueltas, y a veces te pone en situaciones en las que nunca hubieras pensado estar. Porque quien diría que dos años después Alycia se encontraría allí, en aquella oficina gris y sin ventanas, dando su declaración del día en que conoció a su mejor amiga; que por cierto lleva desaparecida más de cuatro meses.

Nathan se alejó de Clara y caminó hacia la salida del campus. A decir verdad, toda esta situación se les estaba escapando de las manos. Había estado bien en un comienzo, pero en el momento en que la policía había decidido intervenir había sentido que ya era demasiado. Tomó su celular y volvió a prenderlo, con la esperanza de que Nina le hubiera respondido alguna llamada o uno de los tantos mensajes que él le había mandado. Pero ya habían pasado horas, días, y nada. Absolutamente nada.

Y ese “nada” iba a terminar por volverlo loco tarde o temprano.

Adelaine se sentó debajo de aquel árbol, con el pequeño libro entre sus manos como lo hacía cada tarde. Lo abrió en la página en la que se había quedado y quiso continuar su lectura, pero no pudo. El sobre aún se encontraba sellado en su mochila, y desde la mañana estaba enterrado bajo toda la pila de libros y cuadernos de texto. Y no es que no tuviera tiempo de abrirlo, claro que no. Era que, contra todo pronóstico, estaba aterrorizada. Porque sabía que toda su vida cambiaría si leía el contenido de aquella carta, y Adelaine se había encargado durante tanto tiempo de hacer planes como para que se destruyeran en un instante.

"Dicen que se quiso suicidar" escuchabas a la gente decir al verlo caminar por la calle. "Dicen que tuvo problemas con la ley" hablaban otros, cruzando a la acera del frente cada vez que lo veían venir. "Dicen que es peligroso" escuchó decir a una chica que pasaba por su lado con sus amigas, susurrando para que él no se diera cuenta de lo que hablaban. "Dicen, y es cierto" respondió Jev con una sonrisa, dejando a las tres chicas rubias atónitas. Continuó su camino, observando como todos se hacían a un lado mientras pasaba. En realidad, no le importaba lo que los demás pensaran, porque no les debía absolutamente nada a ninguno de ellos.  Y la única persona que podría manipularlo era una chica castaña y popular que estaba seguro ya no sería un problema.

Sonrió, y dobló el pasillo. Tal vez que Nina McHale haya desaparecido no era tan malo después de todo.

Chanel volvió su mirada hacia el reloj, golpeando impacientemente el lapicero contra el pequeño escritorio en el que se encontraba. Mentiría si dijera que estaba tranquila, aunque eso es lo que aparentaba frente a cinco pares de ojos que observaban cada uno de sus movimientos. "Aún no entiendo la razón por la que estoy aquí" dijo en un susurro, pensando en voz alta. Aunque esa también era una mentira. "Señorita van der Rozzen" escuchó una voz masculina, y levantó la mirada para encontrarse con uno de los detectives. "Esta aquí porque usted fue la última persona con la que estuvo Nina antes de que desapareciera" continuó, y Chanel contuvo el impulso de entornar los ojos frente a toda esa gente. "¿Y eso por qué importa?" preguntó la rubia "A fin de cuentas, Nina no quiere que la encuentren".

"Si pudieras escaparte a un lugar, a cualquiera, ¿a dónde irías?" Dominik volteó a ver a Nina, confundido. No se esperaba para nada esa pregunta. Pero así solía ser Nina, impredecible. "Australia" respondió él, sonriendo. "Tienen las mejores playas". Nina entornó los ojos, pero soltó una risa al final. "¿Tú?" preguntó Dominik, y vio como ella se quedaba unos minutos callada, pensándolo. "No lo sé" contestó, para luego fijar su vista al frente. "La verdad, sí sé, y a veces me dan ganas de simplemente dejar todo e irme a aquel lugar" prosiguió, Dominik la observó en silencio. "Nadie me extrañaría realmente si me fuera". "Yo sí" el muchacho se apresuró a decir, abrazándola. "Créeme que yo me iría contigo, sólo dime a dónde".

Dominik Kingsley escuchó la pregunta del detective, y por un instante no supo qué responder. Finalmente, negó con la cabeza, y el detective dio por terminado el interrogatorio, yéndose del lugar. El chico de cabello rubio se quedó allí por un momento, y luego de pensarlo bien supo que había tomado la decisión correcta. Porque si él decía que sí sabía a dónde podría haberse fugado Nina, tendría que contar toda la historia de fondo. Y aún no se sentía preparado para enfrentar aquella verdad.

Cameron volvió sobre sus pasos hasta llegar a su casillero. Maldijo internamente haberse olvidado el libro allí, y luego de demorarse unos cuantos segundos en recordar la clave, abrió el locker y sacó el libro. Lo estaba guardando en su mochila cuando escuchó una voz femenina y chillona que conocía bastante bien. "Es ella" Geneviéve La Fontainne la señaló, y el hombre que se encontraba a su lado asintió. "Señorita Fletcher, queremos interrogarla por el caso de desaparición de Nina McHale" soltó, como si estuviera haciendo un comentario sobre el clima. "Yo ni siquiera conozco a Nina" se excusó Cameron, y escuchó la risa sarcástica de Geneviéve. "Tú la odiabas, acéptalo. Y eso es sospechoso". El hombre iba a decir algo pero la castaña entornó los ojos y asintió. "Está bien, terminemos con esto" contestó, para luego seguir al hombre hacia la oficina del rector de la universidad.

Quiso refutarle algo a la rubia, pero terminó por sonreírle al acordarse del famoso secreto que sólo ella sabía. Pasó por su lado y caminó por el pasillo sin quitar la sonrisa de su rostro. Si Geneviéve supiera que su mejor amiga pasaba las horas besándose con su querido novio Dominik Kingsley, estaba segura que la historia sería diferente.

Tyler observó todo el campus, su mirada vagando por toda la facultad. Una sensación que hace mucho no habitaba en él apareció: esa sensación de vacío, de tristeza, de...soledad. Y es entonces cuando cayó en la cuenta de algo que siempre supo: estaba solo. Desde la muerte de su hermana había tratado de ocultar ese sentimiento, yendo a fiestas cada que podía, drogándose o bebiendo hasta perder el sentido. Todo por no llegar a su casa, abrir la puerta y ver que nadie salía a recibirlo. Que sus padres estaban más ocupados trabajando que preocupándose por él. Que su hermana ya no estaba, y que el único hermano que le quedaba se encontraba trabajando al otro lado del mundo.

Se abrazó a sí mismo, sintiendo el frío viento que lo golpeaba. Su mirada vagó por unos instantes por todo el campus..y de repente podía entender las razones por las que alguien como Nina McHale había huído. Él también lo hubiera hecho si hubiera estado en su lugar. Porque soportar la muerte de una hermana es difícil, pero soportar la muerte de una madre  es algo que te cambia, te afecta...te rompe.

"Todos tenemos versiones diferentes de la familia de Nina. ¿Por qué es eso?" preguntó Clara Wells, su mirada pasando de Nathan, Alycia, hasta llegar a mí. Nos quedamos en silencio unos minutos, y aunque era la primera vez que hablaba con todos ellos sabía que en ese momento estaban pensando lo mismo que yo. Si Nina había mentido en detalles tan simples como su familia, ¿en qué más nos había estado mintiendo? De repente ya no estaba tan segura de conocerla realmente, ni de dónde se encontraba en ese momento.

Porque la única que podía resolver todas las dudas que teníamos era la misma Nina, y nadie sabía dónde se encontraba desde hace dos días.

"Tienes que cooperar, Aleksander" escuché por tercera vez, y me contuve para no salir corriendo de allí. ¿Qué acaso no entendían que no sabía absolutamente nada?. "Ya dije que no lo sé" contesté, separando cada palabra. El detective Jhonson estaba más que frustrado y mi madre sólo se encontraba de pie ahí, sin decir palabra. Pero es que a pesar de que Nina y yo vivíamos bajo la misma casa, apenas la conocía. Ella tenía su mundo y yo el mío, y raras veces teníamos una conversación que no fuera porque queríamos un favor del otro. "Yo también quiero encontrarla, ¡es mi hermana! Pero no recuerdo absolutamente nada que..." me callé, una escena en mi mente haciéndose presente. Había sido una charla que ella y yo habíamos tenido dos semanas antes de que desapareciera. "Ella dijo que salía con alguien. Alguien mucho mayor que ella. Recuerdo que me molesté y la seguí algunos días tratando de averiguar quién era el dichoso chico, pero nunca lo supe. Si ella en realidad salía con alguien mayor, ambos lo sabían esconder muy bien."

Mi madre me miró fijamente, y el detective Jhonson luego de anotar en su libreta, me habló. "Eso no concuerda con lo que dijo una de sus amigas, Chanel. Ella dijo que Nina había contado que salía con alguien de su año." Me encogí de hombros, sin saber realmente qué decir. Nina se había ido y dejado tras de sí todo un rastro de mentiras y verdades, y nuestro trabajo consistía en, precisamente, descubrir cuál era cuál.