Secret Messages.

Lunes, son exactamente las siete con treinta y siete minutos y la escuela secundaria Sacred Family ya había abierto sus puertas a los estudiantes, había nuevos estudiantes procedentes de séptimo, y tenían –como todos- un coeficiente mínimo de setenta por ciento. A diferencia de otras instituciones esta sólo cuenta con un promedio de cincuenta hasta ciento setenta, ¿sabes quienes tienen ciento cuarenta de promedio? los estudiantes de octavo año, claro, la división A y B suelen ser los mejores promedios de toda la escuela. Salvo por algunas ovejas negras que no siguen al rebaño y bueno, no se las toma en cuenta.
Octavo año cuenta con ochenta estudiantes de edades de dieciséis a diecinueve. Al ser tantas personas tuvieron que dividirlos en dos grupos, y señalemos que entre ellos no se llevan muy bien que digamos.
Los de la división A suelen ser algo egocéntricos, pero son buenas personas, con bastantes SECRETOS. Pero de eso nos ocuparemos luego, sigamos con la división A, como ya he dicho son buenas personas, la mayoría de ellos no tienen relación con la división B porque realmente no se llevan bien, entran a la sala de los del B y conversan con los pocos compañeros con los que se hablan pero se sientan donde quieren, cambian los útiles de lugar abren mochilas y demás. Aún no han sacado nada del aula misma hacia otra.
La división B es más compañera y menos revoltosos que los del A pero son jóvenes y les gusta molestar pero como las bromas son entre ellos no pasa nada ni hay problemas con los profesores, salvo por algunas excepciones, nada GRAVE: dos huecos en la pared, meter una mochila en el cesto de basura, romper un tubo fosforescente de la luz, algunas sillas demasiado estiradas o dobladas, nada más que eso. Es verdad que son compañeros entre los mismos, pero igual existe el hostigamiento y las burlas que no pasan a más, si hay alguien que es obeso no se lo dirán de frente pero por la espalda hablarán de esa persona sin más intención que la crítica.
Supongo que ustedes están acá para saber que secretos trafican y tratan estas divisiones, bueno a eso iba… hay secretos que no deben ser contados y otros que son a voces. ¿Cuál quieres leer primero?
Empezaré con los a voces, son inofensivos tesoros que no lastimarían a nadie y probablemente si se lo cuentas a su dueño solo se avergüence por unos días o lo admita. No son armas, y con ellos no puedes certificarte nada seguro. “Te cortabas el año pasado” “Te quedaste borracha en la fiesta de Phill Coleman y bailaste desnuda” “No eres rubio natural” ¿ves? Ya no importan, son pasado y lo peor de todo es que son casi obvios, como las cirugías plásticas en las celebridades, no lo aceptan, pero todos lo saben.
Y ahora les presento los más jugosos en su especie, esos secretos que están tan escondidos dentro de las personas que hasta creen que con respirar el otro se enterará de su sombra, no importa si eres el mejor amigo casi hermano del que los esconde, no lo sabrás nunca. Excepto él, este anónimo conoce TODOS los secretos de toda la división A y B, parece que no le importa otro año, sólo octavo.
“Linda tu hermana, lástima que sea un monstro” “¿Tienes una beca? Lo supuse, tu familia no te quiere demasiado para pagarte la escuela” “Te vi hablando muy cómoda con cierto príncipe verde, creo que tu mejor amiga no lo sabe, ¿cómo reaccionará si se entera de ti y su platónico?”
Hay odio en sus mensajes, rencor y furia. Es mejor que a PARTIR de ahora empieces a contar tus secretos oscuros, porque él puede adelantarse.

Primer día de clases. Vaya, aburrida forma de empezar el día con tal pensamiento en la cabeza. Pues, para todos era lo único que importaba; extraño que sólo un suceso pudiese arruinar el día, la semana, el mes y hasta el año a algunas personas (la mayoría). De todas maneras creo que tienen motivo.
Al menos Piper había empezado un poco mejor su día que los demás por una sola razón: Pink Floyd. ¿A quién no le llenaba la vida de colores escuchar a su banda favorita? Igual despertó desganada, ella era una de esas muchachas que se sentían acorraladas en aquel infierno, mejor conocido como escuela. Podemos recalcar que a veces solía exagerar, pero tenía sus motivos. La desintegración y falta de motivación para aprender son dos de los fundamentales, luego hay menores como la aburrida arquitectura y que no había mucha elección en el almuerzo para gente vegana (maldita activista). Aunque, por más que se quejara, tendría que seguir yendo ya que, bueno, los padres y las necesidades para subsistir en la sociedad siempre existieron y existirán. Entonces terminó de ponerse su uniforme, desayunó una manzana, tomó su bolso y se dirigió a la escuela, caminando como un robot mientras escuchaba música. Parezco un niño de siete años que tiene padres católicos en la iglesia. 
Lisa y Kurt decidieron juntarse, como todos los días, para ir caminando juntos a la institución. Hacían todo juntos, de hecho. Lo mejor de esta amistad era que hacían de todo una realidad relativamente divertida, al menos para ellos, y generalmente para el resto también. ¿Han oído de los típicos payasos de la escuela? Bueno, ellos no lo eran, pero algo así. Tal vez porque sólo eran ellos mismos y no intentaban hacer reír, aunque no se quejaban si lo hacían. Ellos simplemente vivían la vida riendo y así funcionaba bastante bien. 
La mayoría de los estudiantes se encontraban en el establecimiento, algunos saludándose, otros simplemente solos, otros conversando, besándose, y luego estaban los profesores castigando a los adolescentes sólo por ser. Bueno, no todos, claro que habían profesores simpáticos, como por ejemplo el profesor Allan (podemos agregar que era el preferido de Kurt y Piper). 
La primera clase para la división A era matemática. Oh Buda. Sin embargo, para la división B, el día lunes arrancaba con… tutoría. Bueno, distintas maneras de arrancar el primer día de la semana, y, en este caso, del año escolar. Pero tampoco era motivo de suicidio… para la mayoría. 
Para Piper era demasiado aburrido ver a tanta gente vestida de la misma manera. Pero ella siempre estuvo consciente de que la ropa no es la mente, y digamos que eso lo aprendió casi de manera innata. Ni bien entró a su aula correspondiente, se quitó los auriculares y dejó de escuchar “Another Brick in the Wall” (perfecta para el ambiente) para reunirse con su grupo de amigos: Hannah, Lisa y Kurt. Sí, no era el más grande ni el más sereno pero era extremadamente especial. Todos siempre se valoraron uno al otro como es debido. 
—Mi primera protesta del día es: ¿cuándo dejaremos de tener matemática como primera clase los lunes? —gruñó Lisa, y sí, claro que todos estaban de acuerdo, excepto los que luego serían estudiantes en la Universidad de Ciencias Exactas, claro.
Cuando la profesora entró al salón, todos corrieron inmediatamente a sus respectivos lugares. La clase comenzó y el aburrimiento ya empezaba a sentirse en el aire. Algunos se dormían, otros usaban sus teléfonos móviles y otros hacían garabatos en sus cuadernos. Pero sólo los que se sentaban delante de todos eran los que prestaban atención, y ni Lisa, Hannah, Kurt o Piper estaban incluidos allí. No. Aunque Lisa podía ser de los intermedios, porque no era que odiaba los números, sólo le interesaban determinados temas acerca de ellos. El actual era uno de ellos. Pero mientras tanto, sus mejores amigos tenían ganas de tirar los bancos directo a la cabeza de la profesora e irse corriendo. Excepto Piper, ella era más pacifista. 
Kyle y Dane, dos muchachos que se sentaban al final de la fila que se encontraba contra la pared del lado derecho, eran definitivamente los que más aburridos se encontraban. Dane era el que estaba roncando como un cerdo y Kyle, pues, pintaba la cara de su compañero de banco y mejor amigo. Eran totalmente diferentes, pero se ve que los años de amistad hicieron que conozcan la verdadera alma del otro. 
Así que así fueron las primeras dos horas del día para la división A. 
Sin embargo, la división B estaba un poco más alegre, como siempre, ya que no tenían la materia más aburrida en las primeras horas. Pero así es la dura vida escolar. Aunque había alguien que sí era como los de la división anterior: James. Él sí que se aburría en cualquier hora, excepto en la hora de español, ah, su pasión sí que eran las demás culturas. Pero, obvio, nadie tenía en cuenta las pasiones de un drogadicto. 
Winona y Emily, las entusiastas de todas las clases y preferidas de los profesores, se encargaban de motivar a sus compañeros e inculcarles la idea de que tener la oportunidad de ir al colegio era fabuloso y más tener profesores que les ayuden voluntariamente (aunque ellas no se encargaban de esta tarea voluntariamente, pero todos creían que sí al ser las estudiantes estrella). Y Naomi se encargaba de echarles una mirada irritada para que se den cuenta de que si no se callaban de una vez y dejaban a todos en paz con sus desganadas ganas de aprender, las golpearía. 
Vamos, que son adolescentes. 
Y por eso todos festejaron cuando el primer timbre anunciando el primer recreo sonó en los salones. Hora del desayuno. 
—Hora del desayuno que no es más que animal —rodó los ojos Piper, quien siempre desayunaba antes de ir ahí por la misma razón. Así que no fue con sus amigos al comedor, sino que fue a fumar al patio mientras leía “El Banquete”. 
—¿Te puedo acompañar? —preguntó amablemente James, y se sentó junto a la chica en cuanto ésta accedió. La amistad de estos dos era la prueba de que no siempre las divisiones eran rivales entre sí. Y no, no eran amigos sólo porque ambos son veganos.

Jé: