somos una poesía con pasión pero sin versos.

No me afecta. No me afecta. No me afecta. No me afecta. No me afecta.

Es domingo, está lloviendo, hice todo lo que tenía pendiente en la uni y mañana es fiesta. Voy a hacer comentarios y escuchar música hasta que me duelan los oídos.

Estoy en fase de; me comería todo el helado del mundo sino fuese intolerante a la lactosa y en la que me río de lo tonta que he sido.

Mañana no me levanto ni con remolque.

Odio la raza masculina. Me voy a dormir toda la tarde o toda la vida, según me pille. Adiós.

Me ha mirado un tuerto.

Piden que se las respete, predican la igualdad de género, critican el machismo. Pero luego criticas After, que cuenta con todos los valores o costumbres por las que piden y/o critican, y lo defienden como si fuese el Santo Grial de la literatura. Me da pena que alguien piense que a lo máximo que puede aspirar en el amor es a una historia como esta. Dicen que es una saga con altas dosis de realidad, fiel a los jóvenes y con esa clase de amor que todo el mundo quiere vivir. Yo soy joven, yo me he enamorado y he leído el primer libro. En ningún momento me he sentido identificada con la pareja protagonista y doy gracias todos los días por no perder mi dignidad como Tessa Young (y también por no parecerme a ella ni en el blanco de los ojos) y porque en mi camino nunca se haya cruzado un tío como Hardin Scott, que pobrecito Harry Styles por haber tenido que ser este personaje en su versión de Wattpad.

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