penny dreadful | resultados.

Se suponía que las cosas saldrían bien, que era nuestro día mágico. Que las flores nacerían y que nuestra vida ya no dependería nunca más de nuestros padres. Pero, todo fue lo menos esperado.
Nada salió bien, no fue un día mágico. Las flores se marchitaron y nuestra vida se fue. No la pudimos contener mucho, se nos fue de las manos y la perdimos. Perdimos una vida repleta de felicidad y diversión por pensar las cosas equivocadas, por pensar que lo malo era lo único que daba felicidad. Perdimos todo lo que amábamos y lo que nos importaba. Perdimos el maldito juego de la vida.
El auto era barato, pero aun así no podíamos tocarlo. Mi padre se enojaría mucho y nuestra edad no estaba permitida aun para conducir. Como el alcohol tampoco.
“Toma un solo vaso” me dijeron, “no te hará nada” imploraron y por más de las veces que me negué, termine tomando un vaso y de ese pase a dos y luego a tres hasta que perdí la cuenta.
“Niña virgen, vamos al club” repitieron por decima vez, pero por más que volví a negarme, me terminaron subiendo al auto prohibido de mi padre. Sentí que un vacío se apoderaba de mí y contuve las ganas de llorar como loca, así que me reí.
Reí como nunca lo había echo. Reí todas mis penas y culpas. Reí por que estaba triste. Reí para quedar bien con mis amigos y reí por que no sabía que era lo último que haría en mi corta vida.
Una luz en la carretera se volvía más y más grande. Nadie me escuchaba, por que gritaba tan internamente que, como una idiota, solo me reí aun más. Lo hice tan alto que mis compañeros miraron adelante y rieron conmigo. Reímos tan fuerte que ni sentimos el impacto. Reímos hasta la última gota de nuestra alma. Reímos por que sabíamos que, lo último que queríamos dejar en este mundo, era felicidad.
No dolió, la risa amortiguo todo golpe que el camión le dio al auto. Tan solo, nos despedimos, la risa fue nuestro hola y nuestro adiós. Reímos juntos hasta el final, reímos por que sabíamos que estaríamos juntos para siempre. Reímos por que lo menos que queríamos en ese momento era lastimar a nuestros familiares, amigos, sobrinos, etc.
Lo único que queríamos era reír y lo hicimos. Esperamos que nuestra risa, nos haya echo más fuertes para los demás mundos en los que estaremos. Ahora, solo te queda reír a ti.