factus pro invicem.

tavern. escribió:Son tantas cosas que han pasado este año, que muchas veces me pregunto si fueron realmente verdaderas o solo fue un juego de mi propia realidad. Son tantas las cosas y personas que han llegado a mi vida, y se han ido sin avisar; como refriado en octubre. Cuando recuerdo esas situaciones y mi corazón se torna melancólico, extrañando esos momentos; al mismo tiempo me pregunto si quiero extrañarlos de verdad o solamente es una defensa involuntaria mía ante el olvido. Creo que a veces no es necesario recordarlos tanto, en cierto modo. Se me ha ido el año de las manos y espero que con el tiempo, aquellos agridulces recuerdos también. He cambiado de una manera muy drástica, creo que de manera positiva, en mi tedioso camino, abriéndose oportunidades que jamás había divisado. Trato de tomar ventaja de todas ellas teniendo en mente la idea de que si no soy yo ¿quién?, sino es ahora ¿cuando?. Aferrándome enormemente a ellas, pero sin sujetarme demasiado porque por razones que desconozco, en algún momento, ellas podrían ya no estar en mi camino. Todo a mi alrededor ha cambiado, ya no somos y nunca más seremos los que fuimos minutos atrás y lo veo plenamente en las acciones de todo lo que me rodea. Cambiamos, porque parte la naturaleza humana es. Sin embargo a pesar de vivir en un mundo de cambios, vivimos generalmente nuestra vida envuelta en redundancia y monotonía. Ahora me pregunto si todo lo que escrito tiene sentido. Me levanto cada mañana para tratar de hacer cada día de mi vida diferente, único. Porque ciertamente así debe ser. Sonrío porque amo sonreír, lloro porque amo llorar, vivo porque amo vivir. Quiero hacer grande mi viaje, disfrutar hasta que mi cuerpo muera de emoción.