El chico de la red social (Larry Stylinson / Ziam)

• Titulo: El chico de la red social.





Capitulo 1.

Harry miraba algo preocupado su reloj. Niall estaba tardando mucho más de lo normal pero sonrió al imaginarse que nueva historia le tendría para hoy. Niall era su mejor amigo, su compañero de todo, él único que sabía cuándo estaba bien y cuando mal.
Se levantó rápidamente al ver el auto de su amigo haciendo una señal con sus manos.


–No me vas a despedir ¿Verdad?– Pregunto el rubio con su habitual sonrisa.


–En lo absoluto te necesito para vivir. –Respondió Harry tratando de agregarle humor a aquella frase.


–Lo sé.


Harry golpeo levemente el brazo de Niall y soltó una sonora carcajada. Y no dejo de hacerlo en todo el camino al instituto, su mejor amigo era un experto en hacerlo reír y su historia del día ayudando a una monjas con las llantas de su auto pinchadas era lo mejor que había escuchado en mucho tiempo.


–Eres un hijo de Dios bebé. –Harry rio saliendo rápidamente del coche.


–No puedo evitarlo, Harry. –Niall miro a Harry divertido asegurándose de dejar bien estacionado su coche.
Harry mientras se orilló esperando a que su amigo se reuniera con él, ya casi todos habían entrado por lo que el rizado apuro un poco a su amigo.


–Tercer día después de vacaciones y tercer día que llegamos tarde. –Se quejó Harry haciendo una mueca.


–Es genial. –Dijo Niall consiente de lo que pensaría Harry sobre el comentario.


El rizado solo negó con su cabeza y gimió al ver la puerta del salón ya cerrada. Miro a Niall negando con su cabeza y toco un par de veces la puerta.


–Styles, Horan. Que novedad. –El señor Ben se quitó sus gafas limpiándolas con su lujoso paño de ceda.


–Lo sentimos, fue mi culpa, tú ve un problema y… –Niall ya tenía el discurso listo.


–Es usted un joven de travesías, Horan. Adelante los dos. –El señor Ben volvió a colocarse sus gafas. –La próxima ni se molesten en llegar a mi clase si no lo harán a tiempo.


Harry sonrió por amabilidad y busco su asiento entre las cabezas de sus compañeros notando una en especial. Louis Tomlinson estaba de nuevo en su clase de historia. Había llegado a pensar que se había cambiado de clase o incluso que había dejado ese instituto. Sonrió sin poder evitarlo al ver que usaba sus lentes. En alguna ocasión había mencionado lo molesto que le parecía usarlos pero lo hacía cuando en realidad los necesitaba. Distrajo un poco su atención de Louis para fijarse en el tema de la clase de hoy, pero en toda la clase no pudo lograr concentrarse, Louis Tomlinson cómo siempre se adueñó de toda su atención. Harry era consiente de cada movimiento del ojiazul incluso no podía evitar suspirar cada vez que Louis hablaba para aportar algo a la clase.
Al final de la clase distraído vio como Louis se iba del salón sin percatarse si quiera de su presencia.


–¿Harry? –Niall llamo un poco preocupado. –Hey, Harry ¿Todo bien?


–Sí, todo bien. Todo está bien… Cómo siempre. –Trato de sonreír para distraer a su amigo.


–Estas demasiado raro. –Expreso el rubio mirando aún preocupado.


–Que novedad. –Harry imito la voz del señor Ben y ambos rieron ante la broma.


–¿Por qué no se me ocurrió eso a mí?– Niall frunció el ceño.
Harry pasó su brazo por encima de los hombros de su amigo y abrazados salieron del salón haciéndose diferentes bromas.


–¿Qué tal se corazoncito? –Pregunto Harry sonriendo al ver a su amigo sonrojado.


–No empieces con eso, Harry.


–Deberías ya darle el sí. –Le revolvió un poco el cabello. –Nos vemos en la cafetería al acabar esta clase.


Harry se quedó viendo como Niall esquivaba la multitud ignorando que el mismo se encontraba en medio de esta cuando fue consciente de ello y quiso apartarse tropezó con alguien más y callo directamente al suelo lastimándose un poco el brazo.


–Oh, lo siento no me fije. –Se disculpó Louis colocándose de pie y ayudando a Harry a hacerlo también.
Harry abrió los ojos todo lo que pudo asegurándose que no estaba soñando. Acababa de escuchar la voz de Louis Tomlinson ¿Qué tan cruel podía jugarle el destino?


–¿Estas bien?, joder, te has lastimado el brazo. –El rizado casi gimió al sentir la mano de Louis en su brazo.


–Y–Yo… Sí. Estoy bien, no te preocupes. –Harry no se atrevía a espabilar porque pensaba que en cualquier momento Louis se esfumaría. Como en sus sueños.


–Déjame llevarte a enfermería… –El ojiazul lo miraba preocupado sin soltar su brazo.


–Está bien, s–solo es un calambre por el golpe. –Harry movió un poco su brazo, sentía como si la mano de Louis fueran llamas ardiendo sobre su piel.


–¡LOUIS!


Ambos se voltearon y Harry frunció el ceño al ver de quien provenía aquel grito. Era un chico muy bien parecido con sus brazos y su cuello cubiertos por múltiples tatuajes. Pero lo que sintió al ver a ese chico no fue nada comparado a lo que sintió cuando miro a Louis y lo vio sonriendo algo ridículo mirando directamente al punk.


–¿Estás seguro que no necesitas ayuda? –Louis dirigió su mirada por un breve momento de nuevo a Harry.
El rizado in poco molesto tomo su mochila del suelo y la colgó de su hombro ignorando el dolor de su brazo.


–No importa. Gracias de todos modos.
Sin esperar por una respuesta corrió en medio de la multitud y solo se detuvo hasta estar seguro de que Louis ya no lo veía.


–¿De quién te escondes?


Harry se asustó al escuchar aquella voz tan fuerte pero soltó el aire retenido al ver que se trataba de Dan quien reía bastante entretenido.


–Maldita sea, Dan.


–No pensé que de verdad estuvieras huyendo de alguien. –El cobrizo soltó una risita apoyándose en la pared. –¿De quién?


Harry invito a Dan a la cafetería ya que se le había pasado la hora para su próxima clase y tampoco estaba de humor para entrar a soportar a la tediosa maestra de biología. Dan le conto de sus aventuras a la isla que fue de vacaciones con su novia y Harry agradeció que haya logrado distraerlo de pensar en lo que había pasado con Louis hace un rato. Dan intento varias veces preguntarle que le pasaba pero se abstuvo y prefirió mejor seguir distrayéndolo de lo que fuese que lo tuviera tan tenso.


Después de hablar con Dan no pudo hacer más para sacar a Louis de su cabeza, o más bien el hecho de que seguramente estaba saliendo con aquel chico punk. Revolvió su cabello algo estresado y por fin decidió levantarse de la silla que ocupaba hace ya varias horas. Para empeorar mucho más las cosas no había sabido nada de Niall desde en la mañana en la clase de historia, le había marcado a su móvil pero no había obtenido ninguna respuesta así que decidió irse caminando hasta su casa y aprovecharía también para despejar un poco su cabeza.


Al llegar a su casa agradeció que no hubiera nadie, no quería enfrentarse a la curiosidad de su madre y su hermana por saber que le pasaba. Sobre todo su madre, más porque no le gustaba tener que mentirle pero tampoco podía contarle que llevaba enamorado de un chico desde hace tiempo y que ese chico ni siquiera sabía su nombre. Harry rio algo irónico negando con su cabeza pateando una pequeña piedra y gruño al sentir como una gota golpeaba en su cabeza. Camino más rápido tratando de protegerse del sereno que había empezado a caer.


(…)


Louis estaba algo molesto ya que Mikey llevaba 2 días enteros sin comunicarse con él. Por supuesto él le había marcado varias veces a su celular pero no tenía ninguna respuesta por parte de él. Pensó incluso que algo malo le había pasado y entonces cayó en cuenta de lo poco que sabía de su novio. Apenas y le conocía pero la relación había surgido más por atracción que por cualquier otra cosa. Había pasado unas semanas increíbles junto a Mikey experimentando muchas cosas nuevas en su vida sexual.


–¿Sigue sin contestar tus llamadas?


Louis sonrió de lado al ver a Zayn, quien se sentó a su lado.


–Creo que le paso algo.


–¿Por qué no le preguntas a uno de esos amigos con los que anda? Los del parque. –Sugirió el moreno.


–Estaba pensando justo en eso pero no sé si hacerlo, no le gusta que yo trate con sus amigos.


Zayn hizo un gesto de molestia y después de eso se quedaron en silencio varios minutos. Zayn le ofreció su cigarrillo y Louis rápidamente lo recibió dándole una larga calada.


–Sabes lo que pienso de ese tipo.


–Sí. No dicho por ti pero no disimulas que no le soportas.


El ojiazul rio sin ganas y le devolvió a Zayn su cigarrillo. Este le dio una última calada y lo desecho colocándose de pie ayudando después a Louis a hacer lo mismo. Zayn era su mejor amigo eran como una pandilla juntos y Louis aunque nunca se lo hubiera dicho estaba dispuesto a todo por él. Así como también estaba consciente de que su amigo haría lo mismo por él. Louis acompaño a Zayn hasta su casa y después se dirigió al parque donde esperaba que estuvieran los amigos de Mikey.


–Oh vean a quien tenemos aquí. –Un chico pelirrojo miro a Louis con algo de burla.


Louis maldijo para si al ver a Mikey junto a sus amigos riendo y tomando cervezas. Y se preguntó ¿Porque había estado tan preocupado? Al fin y al cabo conocía muy bien a Mikey.


–¿Qué diablos haces aquí?


–Nada. No sé qué hago aquí. –Louis miro a Mikey con rencor.


–Justo iba a hablarte a tu celular para que nos viéramos hoy. –El pálido chico movía sus manos en son de disculpa.


–Si seguramente después de no hacerlo en todo el puto fin de semana.


–Louis… Mira….


–No tienes que decir nada. Esta todo claro, Mikey.


Louis rápidamente se giró y camino lo más rápido que pudo pero logro escuchar las burlas y risas por parte de los chicos que había dejado atrás. Logro controlarse y llegar hasta su casa sin causar ningún problema aunque las ganas no le hacían falta. Quiso irse inmediatamente a su habitación pero su madre ya estaba en casa y le llamo al verlo tan apurado.


–¿Está todo bien, cariño?


–Sí. Solo es que tengo muchas cosas que hacer, nos vemos mamá. –Cuando termino de hablar ya estaba frente a la puerta de su habitación.


–Baja a comer, Louis.


–Eh si ya voy.


Apenas al entrar a su habitación se dejó caer sobre la cama y empuño con fuerza la almohada. Sentía tanta rabia y como siempre tanto asco por sí mismo. Entonces pensó en lo único que iba a poder ayudarlo a calmarse, lo pensó por un momento más y finalmente se decidió a hacerlo. Se levantó y camino hasta el tocador de su habitación y saco la pequeña cuchilla del ultimo cajón, miro esta y después su rostro húmedo por las lágrimas en el espejo. Llevo la cuchilla hasta su brazo y con su mano temblando se cortó un poco gimiendo al sentir un leve dolor, volvió a hacerlo un par de veces más y tal vez hubiera seguido si su madre no le hubiera interrumpido al tocar la puerta de su habitación al ver que no bajaba a comer.

–¿Louis?

–Y–Ya voy mamá.

–No tardes, se enfría. –Johannah quiso entrar pero al final prefirió no hacerlo y dejar a su hijo tomarse su tiempo. Como siempre.

Louis rápidamente volvió a guardar la cuchilla y se cubrió sus brazos recién heridos, entro al cuarto de baño y mojo su cara tratando que no se notara que había estado llorando. Bajo a paso lento y sonrío levemente al ver a su madre sentada en la mesa mientras leía uno de sus libros de cocina.

Siempre había querido tener una mejor relación con su madre y hermanas pero le resultaba muy difícil abrirse a cualquier persona y contarle de su vida. Prefería sufrir y llorar solo. Así nadie se ensuciaba con su mierda de vida. Nunca se había sentido bien consigo mismo y cuando trataba de hacerlo siempre pasaba algo y todo se venía abajo. Debería estar ya acostumbrado.

Comió solo un poco y retiro el plato llevándolo hasta la cocina desechando el resto antes de que su madre se diera cuenta. Apoyando sus brazos en el mueble de la cocina tomo una bocanada de aire. Debía pensar en algo para no derrumbarse de nuevo. De repente vino a su mente la imagen de Harry, el chico de su clase con el que se había tropezado en el pasillo, le había dado la impresión de que se había ido algo molesto. Sus divagaciones fueron interrumpidas por el sonido de su móvil.

–Hola.

–Lou. Soy Georgia.

–¿Georgia? Hey, hace mucho que no nos vemos. –Louis pensó en la llamada de Georgia como una señal de lo que debía hacer para distraerse.

–Lo sé estaba por llamarte hace mucho pero he estado algo ocupada. ¿Pasa algo? –El ojiazul bufo. Era típico de ella preguntarle todo el tiempo si algo le pasaba.

–Mejor nos vemos y te cuento.

Después de recibir una respuesta positiva por parte de Georgia. Louis corrió de nuevo a su habitación, tomo su mochila y salió rápidamente de su casa ignorando por completo los llamados de su madre. Podría considerar a Georgia además de su media hermana, sin duda una buena amiga a pesar de que el era mucho mayor. Y estaba totalmente seguro de que ella tendría las palabras correctas para hacerle sentir mejor. Miro su reloj al ver que no veía a Georgia en la cafetería donde habían quedado de encontrarse.

–Uh. Perdón.

Louis se giró con una sonrisa en su rostro al reconocer la voz de su hermana.

–Se me hizo raro que no estuvieras aquí ya.

–Estaba haciendo un par de cosas. –Georgia pellizco con ternura las mejillas de Louis.

–Hey, dolió. –Louis trato de parecer serio pero estallo en carcajadas al ver la mueca de Georgia.

–Eres un pesado.

–Y tu una princesa mimosa.

–Es verdad. –Georgia rio animada y lo agarró del brazo para que entraran a la cafetería.

Una vez sentados en una de las pequeñas mesas del café Georgia no espero un minuto más y le pregunto a Louis que le había pasado. Louis tratando de no echarse a llorar le conto como estaban las cosas con Mikey y lo mal que se había sentido en todos estos días que no había sabido nada de él. Georgia espero paciente a que Louis terminara de contarle todo lo que quisiera mientras pensaba que le diría para no hacerlo sentir peor. Mikey nunca fue del agrado de Georgia pero esta no se había atrevido a siquiera comentarlo porque sabía lo importante que era su opinión para su hermano.

–Lo mismo me ha dicho, Zayn. –Louis soltó una risita irónica.

–Es que parece como si no le importaras, eso no me gusta porque tú siempre estas al pendiente de él y no es justo.

–Igual no merezco nada. Joder, pero estoy tan cansado ya.

–No. Lou, mírame. –Georgia insistió hasta que Louis levanto la mirada. –Tú eres un chico increíble, no dudes eso nunca.

–No lo dudo. Estoy seguro de que soy una mierda y por eso me pasan estas cosas todo el tiempo.

–Oh, vamos, Lou. No puedes estar hablando en serio.

–Lo hago. Pero evitemos este tema porque vamos a empezar a discutir y no quiero… –Louis hizo una mueca al ver la cara de Georgia.

Pero al contrario de lo que pensaba Louis, Georgia solo asintió y cambio radicalmente el tema mientras disfrutaban del café mocca y las rebanadas de pastel de chocolate que habían pedido. Louis pudo casi olvidar su situación y disfrutar del momento con su hermana. Estar con Georgia era sin duda reconfortarle, ella tenía la tranquilidad y la paciencia para entenderlo. Algo que nadie más hacia con él. Ni siquiera su madre o alguna de sus hermanas con las que si vivía bajo el mismo techo, aunque le habría gustado reconocer que estaba siendo exagerado al llegar a esa conclusión. Pero no era así.

En medio de uno de sus carcajadas por algo que había dicho Georgia su mirada se cruzó con la de un chico rizado bastante conocido ya para su vista. Louis sonrió amable a Harry pero se sorprendió ante el gesto un poco arrogante con el que Harry respondió a su saludo.

–¿Lou?

Louis concentro su atención en Georgia nuevamente.

–Perdón me distraje un poco.

Georgia curiosa se giró y miro en dirección a donde lo hacía Louis hace un momento y sonrió al ver a Harry.

–¿Te gusta?

–¿A mí? Apenas y lo conozco. –Louis jugaba algo nervioso con la cuchara en su mocca.

–Yo tampoco lo conozco pero parece un buen chico por lo menos es muy amable y atiende muy bien a la gente que viene aquí.

–¿Trabaja aquí?

–Sí. ¿No sabias? ¿De dónde lo conoces? –Georgia parecía algo confundida.

–Compartimos unas cuantas clases en el instituto.

Louis trato de restarle importancia pero no podía sacarse de la cabeza por qué Harry había sido tan tosco con él hace un momento.

Louis suspiro cuando Georgia le informo que tenía que irse. Ya había oscurecido y él apenas y lo había notado. Se despidió de Georgia con un reconfortarle abrazo y volvió a dejarse caer en la silla frotando sus ojos.

–Permiso.

Louis levanto la mirada sin decir nada. Era Harry. El ojiazul vio la oportunidad de preguntarle que le había pasado con él.

–¿Estás enojado por el golpe que te diste esta mañana por mi culpa?

Harry lo miro por un breve momento y siguió haciendo su trabajo.

–No.

–Hey, Harry… –Louis rápidamente agarro el brazo del rizado quien se tensó en el acto.

–S–Sabes cómo me llamo.

El ojiazul no entendió muy bien eso último. –Claro que se cómo te llamas. Estamos juntos en varias clases.

–Sí, claro. Obviamente.

Harry logro zafarse del agarre de Louis y pretendía irse rápidamente pero Louis se lo impidió.

–Dios eres muy raro. Te imaginaba un poco más amable.

Harry se maldijo así mismo cuando vio que Louis tomaba sus cosas y se iba como alma que lleva el diablo. 

Continuo su camino hasta la cocina de la cafetería, ya era su hora de salida. No pudo evitar mostrar su mal humor tirando casi todo lo que se encontraba a su alcance.

–¿Problemas en el paraíso? –Era la voz de Gemma, su hermana.

–Ojala conociera siquiera el paraíso. –Harry miro a la chica divertido y se acercó para saludarla con un abrazo.

Gemma correspondió agregando un sonoro beso en su mejilla.

–Vine a invitarte a comer Pizza ¿No soy genial?

–Eres mi hermana. Lo llevas en la sangre.

Ambos rieron y por ultimo Harry tomo su chaqueta y salió abrazado a su hermana. Al menos el día no tendría un mal final.

–Estas raro ¿Qué tienes?

–Eres la segunda persona que me lo ha dicho en las últimas horas. –Harry trato de sonar divertido.

–Cuéntame, Harry. –El rizado gimió. Sabía lo insistente que podría llegar a ser su hermana.

–¿Tienes toda la noche libre? –Harry la miro alzando sus cejas.

–Hey. Soy tu hermana. –Gemma hizo una mueca fingiendo sentir asco.

–Oh, vamos yo debí tener ese humor. –Harry rio pinchando un pedazo de jamón de la pizza de su hermana.

–Yo debí tener tu trasero. –Se quejó la chica.

Harry le contó a su hermana como había transcurrido su día omitiendo algunos detalles que no quería explicar. Su hermana era algo así como su mejor amiga y solía contarle casi todo lo que le sucedía pero otras cosas eran solo para él. Bueno, no tanto otras cosas, más bien una persona. Louis Tomlinson.