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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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camp love | audiciones abiertas.
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Re: camp love | audiciones abiertas.
i know
mucha perfeccion u-u no sabía a quien tener o sea quería a jack j pero no sabía a quien más y dije bueno a bb gilinsky bc he's 2 perf
mucha perfeccion u-u no sabía a quien tener o sea quería a jack j pero no sabía a quien más y dije bueno a bb gilinsky bc he's 2 perf
sugg.
Re: camp love | audiciones abiertas.
cele volvió, ajá. ¡¡conny!! te extrañé muchísimo (aunque vos a mi no, i don't care). recién, literal, recién acabo de volver al foro y ya me encuentro con esta idea;-;. la amo, la amo, ¿cuándo vas a tener ideas malas? nunca, seguro.
bueno, dejo de molestar, y voy a participar; ojalá quede kjsdhbdgs.
bueno, dejo de molestar, y voy a participar; ojalá quede kjsdhbdgs.
Invitado
Invitado
Re: camp love | audiciones abiertas.
representantes: chris colfer; barbara palvin.
nombres: noah webster; savannah ross.
escrito:
- último capítulo 'the suicide pact':
- Me encontraba sentado en mi cama, con mi teléfono en la oreja y mis labios tiesos, esperando una llamada que sabía que no vendría. Había estado así por una semana entera, y nada había cambiado desde aquel lunes que arruinó todo.
Deseaba, con todo mi ser, que Stephanie me contactara. No me importaba si era porque quería asegurarse de que nunca más seríamos amigos, o algo más, o porque quisiera gritarme te odio.
Al menos, de esa manera, podría saber que todavía le seguía importando —tan sólo un poco, con eso me bastaba. Pero era lo suficientemente inteligente para entender que no, nunca jamás escucharía de ella.
Por primera vez en siete días, la realización de los hechos me golpeó fuertemente, como un iceberg golpea a un barco. Sentía lágrimas quemando mis ojos y garganta, y un nudo tan grande en mi estómago que me impresionaba el seguir respirando.
Estaba experimentando un sentimiento parecido al de ahogarse: estaba consciente de que estaba respirando, sólo que, también, sabía que necesitaría aire que me era imposible de capturar para seguir haciéndolo. Las figuras se hacían borrosas a mí alrededor, se desfiguraban y volvían a formarse, para repetir el proceso todo otra vez; no podía moverme de otra manera que no sea descontrolada y espasmódica, sin coordinación alguna de mis extremidades o control alguno de mi cuerpo.
Ahogué un ruidoso sollozo que quería escapar de mi organismo, pero eso sólo logró que algunas lágrimas se abrieran paso sobre mis mejillas. Pero no importaba, ya no.
Esa misma noche, realicé el primer movimiento desde el primer día de la semana; tomé un calendario arrugado que se encontraba entre los papeles de mi escritorio y rompí los meses correspondientes, hasta llegar hasta agosto.
Había perdido la cuenta de los días, y no sabía el número de estos. De lo único que estaba enterado era de que, en ese mes, sería mi cumpleaños.
Y, también, mi hora de partir. Sólo esperaba que fuera pronto.
Comencé a contar con mis dedos los días. Once, Trece, Dieciocho, Veinte… Veintidós.
Veintidós de agosto. Y, el lunes siguiente, sería veintitrés. El día en que nací.
Eso sólo podía significar una cosa, y era que mi felicidad estaba más cerca de lo que pensaba. Lo único que faltaba para que todo fuera perfecto, era darle algo a Stephanie.
Sabía que ella no querría recordarme —¿quién lo haría?—, y que siquiera lo haría, pero quería dejar, al menos, una pequeña huella en el mundo, para demostrar que no me fui del todo.
Sí, era ridículo. Nunca hice un cambio drástico en el universo, nunca salvé la vida de alguien o la marqué, o la hice más importante. Pero yo no buscaba eso. Lo que más ansiaba era dejar prueba de que Harold Edward Styles existió en este planeta. Que era querido por muy pocos, amado por nadie, y muerto por decisión propia. Que dejó a miles de maestros con la boca abierta por su vasto lenguaje y conocimientos, excepto, claro, en biología.
Primero que todo pensé en escribir una carta, pero era demasiado… esperado y cliché. Harry Styles no era así.
Luego de un tiempo de pensar, me decidí por qué hacer. Algo poco usado, odiado por los destinatarios de este; querido por pocos y amado por nadie. Algo demasiado parecido a mí.
Encontré una vieja cámara que se encontraba en el clóset —en el cajón de la ropa interior, en realidad, pero nadie debía saber esa parte— y la coloqué arriba de una pequeña mesa que estaba cerca de la cama. La posicioné y presioné “ON”.
—Hola, Stephanie… —empecé, nervioso. No tenía idea de qué decir—. Se siente raro decirlo en una habitación vacía, ¿sabes? —Reí tímidamente—. No tiene sentido hablarle al aire, a una cámara frente a mí. Es algo muy extraño. Pero, tú me conoces. Me encantan las cosas raras, porque siempre sigo que se parecen, de alguna u otra forma, a mí —bajé mis ojos hasta mis manos. Estas temblaban—. En fin, no te haré perder más tiempo e iré al grano. Entiendo, de veras lo hago, que estás ocupada con amigos y familia y todas esas cosas que nunca poseí, pero te imploro que mires esto hasta el final. No sólo por ti, para entender más sobre mí persona, sino por mí. Porque estoy haciendo un esfuerzo demasiado grande para no llorar y no tragar las palabras; sé que, al menos, me debes el ver esto, luego de nuestra pelea, ¿verdad?
Tomé una gran respiración, intentando tranquilizarme. No funcionó.
—Stephanie, tú sabes que no creo en el amor. Me parece algo superficial, idiota y tramposo. Lo aborrezco, y sinceramente, no lo entiendo. ¿Cómo podría si nunca fui testigo de algún acto de amor? Lo más parecido que encontré a ese término fue el sexo, y eso sólo por escucharlo por los pasillos de la escuela. Pero tú… tú cambiaste todo. ¿Sabías eso? Diste vuelta mis ideales, cambiaste mi visión del mundo, me diste una razón para vivir, Tep, y eso es lo más importante —intenté no sollozar, pero fallé, y un pequeño llanto se escapó de mi boca. La cubrí con la manga de mi campera, y seguí—. Desde pequeño, yo… yo no era apreciado. Es una cosa obvia, lo sé, pero aún así, me resulta complicado creer como seguí adelante. Seguro estás imaginando lo mismo; el débil Harry, que no soporta una noche en el hospital, atravesó toda su niñez solo, con la mera ayuda de enfermeras y doctores cada vez que sus visitas a la enfermería y sala de terapias intensivas se volvían frecuentes. Pues, te contaré mi secreto, pero, shhh, nadie debe de saberlo —reí forzadamente, sin mostrar mis dientes—. A los ¿diez?, ¿Doce? No recuerdo bien cuándo, pero si sé que un día cualquiera leí algo que cambió todo mi mundo.
>Pactos Suicidas, decía la noticia. No tenía idea de que eran, nunca los había escuchado en mi vida, pero tenía una idea de que podría significar.
El tema me interesó, y, aunque fuera una noticia local, seguí leyendo. Me fue frustrante al principio, el tener que entender por qué esos chicos tenían una fecha exacta para morir, por qué debían decidir un día para matarse y no hacerlo en el momento.
Al principio, pensé que eran cobardes. Luego, que, seguramente, querían ser salvados en ese corto tiempo que les quedaba. Pero, al cumplir trece, por fin había captado la idea de todo eso. ¡Ellos querían poseer control! Tan simple como eso.
Mis ojos comenzaron a lagrimear de nuevo, culpa de todos los recuerdos reprimidos que sacaba a la luz.
—Ese mismo día, en el que entendí todo… yo también hice un pacto. Todavía tengo guardado el papel dónde lo escribí —dije mientras me levantaba e intentaba recordar dónde diablos lo había guardado—. Sé que está por aquí, espera.
Me levanté rápidamente y caminé hacia mi escritorio, lleno de hojas inservibles.
Documentos viejos, trabajos de la escuela… y una foto. No me dejé observarla más de unos pocos segundos, ya que enseguida la guardé en mi bolsillo delantero y seguí buscando.
Luego de unos momentos más, al fin había localizado ese amarillento y viejo papel.
Volví a sentarme en la suave cama y desdoblé la pequeña hoja, con un ruido molesto.
—Aquí está —lo levanté y sonreí, como si estuviera orgulloso de mí mismo—. Dice “Yo, Harry Styles, establezco solemnemente que en el día de mi cumpleaños número diecisiete, una pistola me pondrá fin”. Lindo, ¿verdad?
>Sólo piensa un momento, Tep; ¡un niño de trece años estaba tan perturbado cómo para escribir esto! Y se encontraba todavía más loco por que de veras quería llevar su plan a cabo.
En fin, después de esto, todo siguió igual: mala vida, visitas al hospital, nadie me quería, blah, blah, blah… pero, al menos, tenía el consuelo de ese pequeño papel. Esa pequeña pieza era mi salvación, lo único que me mantenía en pie, flotando en un mar de soledad, sin tierra cercana.
Además de eso, también me alegraba el saber que, luego de la escuela, podría llegar a mi casa y refugiarme con una cuchilla. Sádico, así era, y lo sigo siendo.
Con los años, desarrollé una ansiedad demasiado grande, y los ataques de pánico se volvieron una rutina más que un susto.
Entonces, hasta aquí tenemos a un niño de trece o catorce años, con ansiedad crónica, depresión que incluía cortes, ataques de pánico y un pacto suicida que se haría realidad años después. Llevé una buena vida, ¿no lo crees?
Otra larga respiración, otro sollozo retenido, otra lágrima cayendo por mi mejilla.
—Todo era dolor en mi vida, en mi corazón… hasta que llegaste tú. Suena asquerosamente sacado de un cuento de hadas, y odio demasiado decirlo, pero es la verdad. Me salvaste, Stephanie, y no puedo estar más agradecido por ello. Estos últimos meses fui la persona más feliz de todo el planeta tierra, juro que lo fui.
>¿Sabes cuál es la primera palabra que se me viene a la mente cuando pienso en ti? Belleza. No sólo eres hermosa por fuera, sino que también por dentro. Tienes que creer cuando digo que eres una de las criaturas más maravillosas que habitan en el mundo. No diré que no tienes imperfecciones porque claro que las posees; lo rápido que te enojas, el ser impulsiva todo el maldito tiempo y no seguir órdenes, la manera en que quieres destruir a tus adversarios, tu risa, por todos los cielos. Pero todo esto llena el círculo que contiene todas tus buenas facciones, y no las nombraré porque son demasiadas. Tardaría mil años en describir todo lo hermoso que existe en ti, y, para mi mala suerte, no tengo ese tiempo. Apenas poseo unas cuantas horas más.
Mi voz tembló en esta última frase, al igual que todo mi cuerpo. Mi labio inferior estaba sangrando por la fuerte manera en que lo mordía, mi cabeza estallaba y mis lágrimas pedían a gritos ser liberadas.
Sólo un par de cosas más…
—Lo que quiero decir con todo esto, Tep, es que me enamoré de ti. Me enamoré profundamente, y te amo mucho más que a una amiga. Entiendo que no sientes lo mismo, porque, ¿quién me querría a mí? Pero sólo quiero que lo sepas, que sepas que te amé como nunca he amado a nadie más —ya no pude contenerme más. Una cascada salió de mis ojos, y no era capaz de pararla. Los sollozos comenzaron a hacer su aparición—. Y lamento… lamento muchísimo nuestra última pelea. Lamento no ser un verdadero hombre, lamento no ser la clase de hombre que necesitas. No debes disculparte por las cosas que dijiste, claro que no. De todos modos, son todas ciertas.
Cuando mi llanto comenzó a intensificarse tanto que las palabras no podías salir de mi boca, me tomé un momento para pensar en las palabras utilizadas por ellas.
—Eres un narcisista bueno para nada, Harry, ¡eso es lo que eres! ¡Un desperdicio de espacio, qué no hace más que infligir dolor en la vida de las personas que, obviamente, no te importan! —Gritó Stephanie, fuera de sí—. ¡Te odio, te odio, te odio!
El hecho de haber sido llamado indiscretamente una putrefacción humana me lastimó —no importa cuántas veces escuches que eres una basura asquerosa que merece ser sacrificada, siempre dolerá; lo peor es cuándo lo grita alguien que sí te importa lo suficiente como para prestar la atención necesaria—, pero no tanto como los ‘te odio’. Esas palabras fueron dagas en mi organismo, clavándose lenta y profundamente dentro de cada poro de ser, infectando todo a su paso, brindando un merecido dolor.
Quería explicar todo esto, quería decir lo que pasaba por mi mente; pero, simplemente, las palabras se atropellaban en mi boca en un tren sin sentido de frases incoherentes, y las letras se perdían en un torbellino de sollozos intentando ser reprimidos.
—Tep, te juro que… —me sobé la nariz con la rasposa tela, intentando recomponerme. Luego de unos momentos, negué mi cabeza—.Me pone triste que las últimas palabras que escuche de ti sean ‘te odio’, pero es lo que sientes, y no puedo negarlo por más que lo desee. Pero… —sacudí mi rostro nuevamente, sabiendo que no podría pronunciar más que una frase entera.
Decidí que ese sería el final, el final de la grabación; el final de mi vida.
Por primera vez en todo el video, levanté la cabeza y miré la cámara fijamente, sin despegar mis ojos del punto rojo.
—Tep, te deseo lo mejor del mundo. Lo mereces —sonreí, intentando demostrar algo de positivismo luego de tanta tristeza infligida por mí—. Lo único que quiero para ti es que seas feliz, ¿me prometes eso? ¿Me prometerás que serás la chica más feliz de la tierra? Me debes eso, Stephanie, me lo debes. —Con ojos rojos y cristalinos, agregué un suave—: Te amo, no lo olvides.
Saqué la fotografía que había encontrado junto con los desorganizados papeles y la dejé frente a la cámara unos diez segundos, intentado exitosamente tapar mi rostro.
Cuando este tiempo pasó, me paré lentamente, caminé hacia la videograbadora, y presione “OFF”.
Y, en ese momento, la metáfora estaba clara. Mi vida había terminado al presionar ese simple botón, porque sabía que sólo seguiría un momento después de este, y luego mi vida también se apagaría.
Invitado
Invitado
Re: camp love | audiciones abiertas.
AY AY AY AY AY AY AY AY AY AY, muero lentamente. Me causaste un infarto así, irás presa. Ah. ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta! Muchísimas gracias por crear una idea así, hacerla irresistible y casi matarme. Es hermosa, única, sencillamente original y la amé completamente. Ya tengo varias ideas así, re flashero viste.
Te amo mucho y espera mi ficha
PD; BECSTIN NO ME HAGAS ESTO NO PUEDE SER SE ME VA EL AIRE TODO AY WHAT
Te amo mucho y espera mi ficha
PD; BECSTIN NO ME HAGAS ESTO NO PUEDE SER SE ME VA EL AIRE TODO AY WHAT
bigtimerush.
Re: camp love | audiciones abiertas.
♡ nombres: ryder jacob hamilton | katelyn charlotte henderson.
♡ representantes: james maslow | kristen stewart.
♡ escrito: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
♡ representantes: james maslow | kristen stewart.
♡ escrito: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
bigtimerush.
Re: camp love | audiciones abiertas.
sugg. escribió:nombre de tus personajes: aun no sé:(
pb's: lauren t - jack j - taylor h - jack g.
escrito:[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
ficha aceptada.
muchísima suerte.
Invitado
Invitado
Re: camp love | audiciones abiertas.
¡CELE OMG! WJDHSAJDHA <3 ): yo sí te extrañé u-ú srsly. HDGSHDGAHD <3333 Ahora veo tu ficha bb <33Colfer. escribió:cele volvió, ajá. ¡¡conny!! te extrañé muchísimo (aunque vos a mi no, i don't care). recién, literal, recién acabo de volver al foro y ya me encuentro con esta idea;-;. la amo, la amo, ¿cuándo vas a tener ideas malas? nunca, seguro.
bueno, dejo de molestar, y voy a participar; ojalá quede kjsdhbdgs.
Invitado
Invitado
Re: camp love | audiciones abiertas.
Colfer. escribió:representantes: chris colfer; barbara palvin.nombres: noah webster; savannah ross.escrito:
- último capítulo 'the suicide pact':
Me encontraba sentado en mi cama, con mi teléfono en la oreja y mis labios tiesos, esperando una llamada que sabía que no vendría. Había estado así por una semana entera, y nada había cambiado desde aquel lunes que arruinó todo.
Deseaba, con todo mi ser, que Stephanie me contactara. No me importaba si era porque quería asegurarse de que nunca más seríamos amigos, o algo más, o porque quisiera gritarme te odio.
Al menos, de esa manera, podría saber que todavía le seguía importando —tan sólo un poco, con eso me bastaba. Pero era lo suficientemente inteligente para entender que no, nunca jamás escucharía de ella.
Por primera vez en siete días, la realización de los hechos me golpeó fuertemente, como un iceberg golpea a un barco. Sentía lágrimas quemando mis ojos y garganta, y un nudo tan grande en mi estómago que me impresionaba el seguir respirando.
Estaba experimentando un sentimiento parecido al de ahogarse: estaba consciente de que estaba respirando, sólo que, también, sabía que necesitaría aire que me era imposible de capturar para seguir haciéndolo. Las figuras se hacían borrosas a mí alrededor, se desfiguraban y volvían a formarse, para repetir el proceso todo otra vez; no podía moverme de otra manera que no sea descontrolada y espasmódica, sin coordinación alguna de mis extremidades o control alguno de mi cuerpo.
Ahogué un ruidoso sollozo que quería escapar de mi organismo, pero eso sólo logró que algunas lágrimas se abrieran paso sobre mis mejillas. Pero no importaba, ya no.
Esa misma noche, realicé el primer movimiento desde el primer día de la semana; tomé un calendario arrugado que se encontraba entre los papeles de mi escritorio y rompí los meses correspondientes, hasta llegar hasta agosto.
Había perdido la cuenta de los días, y no sabía el número de estos. De lo único que estaba enterado era de que, en ese mes, sería mi cumpleaños.
Y, también, mi hora de partir. Sólo esperaba que fuera pronto.
Comencé a contar con mis dedos los días. Once, Trece, Dieciocho, Veinte… Veintidós.
Veintidós de agosto. Y, el lunes siguiente, sería veintitrés. El día en que nací.
Eso sólo podía significar una cosa, y era que mi felicidad estaba más cerca de lo que pensaba. Lo único que faltaba para que todo fuera perfecto, era darle algo a Stephanie.
Sabía que ella no querría recordarme —¿quién lo haría?—, y que siquiera lo haría, pero quería dejar, al menos, una pequeña huella en el mundo, para demostrar que no me fui del todo.
Sí, era ridículo. Nunca hice un cambio drástico en el universo, nunca salvé la vida de alguien o la marqué, o la hice más importante. Pero yo no buscaba eso. Lo que más ansiaba era dejar prueba de que Harold Edward Styles existió en este planeta. Que era querido por muy pocos, amado por nadie, y muerto por decisión propia. Que dejó a miles de maestros con la boca abierta por su vasto lenguaje y conocimientos, excepto, claro, en biología.
Primero que todo pensé en escribir una carta, pero era demasiado… esperado y cliché. Harry Styles no era así.
Luego de un tiempo de pensar, me decidí por qué hacer. Algo poco usado, odiado por los destinatarios de este; querido por pocos y amado por nadie. Algo demasiado parecido a mí.
Encontré una vieja cámara que se encontraba en el clóset —en el cajón de la ropa interior, en realidad, pero nadie debía saber esa parte— y la coloqué arriba de una pequeña mesa que estaba cerca de la cama. La posicioné y presioné “ON”.
—Hola, Stephanie… —empecé, nervioso. No tenía idea de qué decir—. Se siente raro decirlo en una habitación vacía, ¿sabes? —Reí tímidamente—. No tiene sentido hablarle al aire, a una cámara frente a mí. Es algo muy extraño. Pero, tú me conoces. Me encantan las cosas raras, porque siempre sigo que se parecen, de alguna u otra forma, a mí —bajé mis ojos hasta mis manos. Estas temblaban—. En fin, no te haré perder más tiempo e iré al grano. Entiendo, de veras lo hago, que estás ocupada con amigos y familia y todas esas cosas que nunca poseí, pero te imploro que mires esto hasta el final. No sólo por ti, para entender más sobre mí persona, sino por mí. Porque estoy haciendo un esfuerzo demasiado grande para no llorar y no tragar las palabras; sé que, al menos, me debes el ver esto, luego de nuestra pelea, ¿verdad?
Tomé una gran respiración, intentando tranquilizarme. No funcionó.
—Stephanie, tú sabes que no creo en el amor. Me parece algo superficial, idiota y tramposo. Lo aborrezco, y sinceramente, no lo entiendo. ¿Cómo podría si nunca fui testigo de algún acto de amor? Lo más parecido que encontré a ese término fue el sexo, y eso sólo por escucharlo por los pasillos de la escuela. Pero tú… tú cambiaste todo. ¿Sabías eso? Diste vuelta mis ideales, cambiaste mi visión del mundo, me diste una razón para vivir, Tep, y eso es lo más importante —intenté no sollozar, pero fallé, y un pequeño llanto se escapó de mi boca. La cubrí con la manga de mi campera, y seguí—. Desde pequeño, yo… yo no era apreciado. Es una cosa obvia, lo sé, pero aún así, me resulta complicado creer como seguí adelante. Seguro estás imaginando lo mismo; el débil Harry, que no soporta una noche en el hospital, atravesó toda su niñez solo, con la mera ayuda de enfermeras y doctores cada vez que sus visitas a la enfermería y sala de terapias intensivas se volvían frecuentes. Pues, te contaré mi secreto, pero, shhh, nadie debe de saberlo —reí forzadamente, sin mostrar mis dientes—. A los ¿diez?, ¿Doce? No recuerdo bien cuándo, pero si sé que un día cualquiera leí algo que cambió todo mi mundo.
>Pactos Suicidas, decía la noticia. No tenía idea de que eran, nunca los había escuchado en mi vida, pero tenía una idea de que podría significar.
El tema me interesó, y, aunque fuera una noticia local, seguí leyendo. Me fue frustrante al principio, el tener que entender por qué esos chicos tenían una fecha exacta para morir, por qué debían decidir un día para matarse y no hacerlo en el momento.
Al principio, pensé que eran cobardes. Luego, que, seguramente, querían ser salvados en ese corto tiempo que les quedaba. Pero, al cumplir trece, por fin había captado la idea de todo eso. ¡Ellos querían poseer control! Tan simple como eso.
Mis ojos comenzaron a lagrimear de nuevo, culpa de todos los recuerdos reprimidos que sacaba a la luz.
—Ese mismo día, en el que entendí todo… yo también hice un pacto. Todavía tengo guardado el papel dónde lo escribí —dije mientras me levantaba e intentaba recordar dónde diablos lo había guardado—. Sé que está por aquí, espera.
Me levanté rápidamente y caminé hacia mi escritorio, lleno de hojas inservibles.
Documentos viejos, trabajos de la escuela… y una foto. No me dejé observarla más de unos pocos segundos, ya que enseguida la guardé en mi bolsillo delantero y seguí buscando.
Luego de unos momentos más, al fin había localizado ese amarillento y viejo papel.
Volví a sentarme en la suave cama y desdoblé la pequeña hoja, con un ruido molesto.
—Aquí está —lo levanté y sonreí, como si estuviera orgulloso de mí mismo—. Dice “Yo, Harry Styles, establezco solemnemente que en el día de mi cumpleaños número diecisiete, una pistola me pondrá fin”. Lindo, ¿verdad?
>Sólo piensa un momento, Tep; ¡un niño de trece años estaba tan perturbado cómo para escribir esto! Y se encontraba todavía más loco por que de veras quería llevar su plan a cabo.
En fin, después de esto, todo siguió igual: mala vida, visitas al hospital, nadie me quería, blah, blah, blah… pero, al menos, tenía el consuelo de ese pequeño papel. Esa pequeña pieza era mi salvación, lo único que me mantenía en pie, flotando en un mar de soledad, sin tierra cercana.
Además de eso, también me alegraba el saber que, luego de la escuela, podría llegar a mi casa y refugiarme con una cuchilla. Sádico, así era, y lo sigo siendo.
Con los años, desarrollé una ansiedad demasiado grande, y los ataques de pánico se volvieron una rutina más que un susto.
Entonces, hasta aquí tenemos a un niño de trece o catorce años, con ansiedad crónica, depresión que incluía cortes, ataques de pánico y un pacto suicida que se haría realidad años después. Llevé una buena vida, ¿no lo crees?
Otra larga respiración, otro sollozo retenido, otra lágrima cayendo por mi mejilla.
—Todo era dolor en mi vida, en mi corazón… hasta que llegaste tú. Suena asquerosamente sacado de un cuento de hadas, y odio demasiado decirlo, pero es la verdad. Me salvaste, Stephanie, y no puedo estar más agradecido por ello. Estos últimos meses fui la persona más feliz de todo el planeta tierra, juro que lo fui.
>¿Sabes cuál es la primera palabra que se me viene a la mente cuando pienso en ti? Belleza. No sólo eres hermosa por fuera, sino que también por dentro. Tienes que creer cuando digo que eres una de las criaturas más maravillosas que habitan en el mundo. No diré que no tienes imperfecciones porque claro que las posees; lo rápido que te enojas, el ser impulsiva todo el maldito tiempo y no seguir órdenes, la manera en que quieres destruir a tus adversarios, tu risa, por todos los cielos. Pero todo esto llena el círculo que contiene todas tus buenas facciones, y no las nombraré porque son demasiadas. Tardaría mil años en describir todo lo hermoso que existe en ti, y, para mi mala suerte, no tengo ese tiempo. Apenas poseo unas cuantas horas más.
Mi voz tembló en esta última frase, al igual que todo mi cuerpo. Mi labio inferior estaba sangrando por la fuerte manera en que lo mordía, mi cabeza estallaba y mis lágrimas pedían a gritos ser liberadas.
Sólo un par de cosas más…
—Lo que quiero decir con todo esto, Tep, es que me enamoré de ti. Me enamoré profundamente, y te amo mucho más que a una amiga. Entiendo que no sientes lo mismo, porque, ¿quién me querría a mí? Pero sólo quiero que lo sepas, que sepas que te amé como nunca he amado a nadie más —ya no pude contenerme más. Una cascada salió de mis ojos, y no era capaz de pararla. Los sollozos comenzaron a hacer su aparición—. Y lamento… lamento muchísimo nuestra última pelea. Lamento no ser un verdadero hombre, lamento no ser la clase de hombre que necesitas. No debes disculparte por las cosas que dijiste, claro que no. De todos modos, son todas ciertas.
Cuando mi llanto comenzó a intensificarse tanto que las palabras no podías salir de mi boca, me tomé un momento para pensar en las palabras utilizadas por ellas.
—Eres un narcisista bueno para nada, Harry, ¡eso es lo que eres! ¡Un desperdicio de espacio, qué no hace más que infligir dolor en la vida de las personas que, obviamente, no te importan! —Gritó Stephanie, fuera de sí—. ¡Te odio, te odio, te odio!
El hecho de haber sido llamado indiscretamente una putrefacción humana me lastimó —no importa cuántas veces escuches que eres una basura asquerosa que merece ser sacrificada, siempre dolerá; lo peor es cuándo lo grita alguien que sí te importa lo suficiente como para prestar la atención necesaria—, pero no tanto como los ‘te odio’. Esas palabras fueron dagas en mi organismo, clavándose lenta y profundamente dentro de cada poro de ser, infectando todo a su paso, brindando un merecido dolor.
Quería explicar todo esto, quería decir lo que pasaba por mi mente; pero, simplemente, las palabras se atropellaban en mi boca en un tren sin sentido de frases incoherentes, y las letras se perdían en un torbellino de sollozos intentando ser reprimidos.
—Tep, te juro que… —me sobé la nariz con la rasposa tela, intentando recomponerme. Luego de unos momentos, negué mi cabeza—.Me pone triste que las últimas palabras que escuche de ti sean ‘te odio’, pero es lo que sientes, y no puedo negarlo por más que lo desee. Pero… —sacudí mi rostro nuevamente, sabiendo que no podría pronunciar más que una frase entera.
Decidí que ese sería el final, el final de la grabación; el final de mi vida.
Por primera vez en todo el video, levanté la cabeza y miré la cámara fijamente, sin despegar mis ojos del punto rojo.
—Tep, te deseo lo mejor del mundo. Lo mereces —sonreí, intentando demostrar algo de positivismo luego de tanta tristeza infligida por mí—. Lo único que quiero para ti es que seas feliz, ¿me prometes eso? ¿Me prometerás que serás la chica más feliz de la tierra? Me debes eso, Stephanie, me lo debes. —Con ojos rojos y cristalinos, agregué un suave—: Te amo, no lo olvides.
Saqué la fotografía que había encontrado junto con los desorganizados papeles y la dejé frente a la cámara unos diez segundos, intentado exitosamente tapar mi rostro.
Cuando este tiempo pasó, me paré lentamente, caminé hacia la videograbadora, y presione “OFF”.
Y, en ese momento, la metáfora estaba clara. Mi vida había terminado al presionar ese simple botón, porque sabía que sólo seguiría un momento después de este, y luego mi vida también se apagaría.
ficha aceptada.
muchísima suerte.
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Re: camp love | audiciones abiertas.
bigtimerush. escribió:AY AY AY AY AY AY AY AY AY AY, muero lentamente. Me causaste un infarto así, irás presa. Ah. ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Me encanta! Muchísimas gracias por crear una idea así, hacerla irresistible y casi matarme. Es hermosa, única, sencillamente original y la amé completamente. Ya tengo varias ideas así, re flashero viste.
Te amo mucho y espera mi ficha
PD; BECSTIN NO ME HAGAS ESTO NO PUEDE SER SE ME VA EL AIRE TODO AY WHAT
WHAT NO PUEDO IR PRESA ): ahre. Que lindo que te encante Mey ): Y yo no la creé, es un rp de Tumblr sajdhsajd ;_; JAJAJJAJAJAJA sdashdga <3 Te amo más y ahora veo tu ficha bbu <3
PD; Becstin es vida y tu lo sabes u-u
PD; Becstin es vida y tu lo sabes u-u
Invitado
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Re: camp love | audiciones abiertas.
bigtimerush. escribió:♡ nombres: ryder jacob hamilton | katelyn charlotte henderson.
♡ representantes: james maslow | kristen stewart.
♡ escrito: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
ficha aceptada.
muchísima suerte.
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Re: camp love | audiciones abiertas.
Piensa Izzy )):michael. escribió:aún no sé por quién ir. ayuda lol):
Invitado
Invitado
Re: camp love | audiciones abiertas.
Creo que iré por Niall Horan. Porque mi firma la rulea(?) y porque está bien yolo eso de decir su nombre completo(?)spears. escribió:Piensa Izzy )):michael. escribió:aún no sé por quién ir. ayuda lol):
michael.
Re: camp love | audiciones abiertas.
Asahaghdga anda por él entonces )): y mola mucho eso de decir los nombres completos, i know u-umichael. escribió:Creo que iré por Niall Horan. Porque mi firma la rulea(?) y porque está bien yolo eso de decir su nombre completo(?)spears. escribió:Piensa Izzy )):michael. escribió:aún no sé por quién ir. ayuda lol):
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Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
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Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
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Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
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