Yo no domino en este "juego" / Ziall.

Sus labios estaban contra los míos, me tenía dominado y atónito. Antes de separarse mordió mi labio inferior provocando que se me escapara un gemido fuerte y satisfactorio. Sentí mis mejillas hervir mientras lo miraba fijamente.
—Qué mierda haces —exclame molesto.
—No te gusta —dijo poniendo su mano sobre mi entrepierna.
—¡Zayn! —exclame tratando de sonar aun enojado pero pareció más un ruego.
Él sonrío satisfactoriamente mientras me presionaba con su mano mi "zona". Grite de dolor y él saco su mano del dolor.
—Perdón, niño bonito —se disculpó volviendo a su asiento.
Rodee mis ojos y baje mi vista a ver mi erección.
—Gracias, Malik.
Estaba irritado de sus insinuaciones, ya llevaría unos meses enteros actuando así.
—Dime que quieres, Horan —suspiro mi apellido y arquee una ceja.
—Lo que tú quieres.
Solté un poco dudoso, él sonrió y negó acercándose de nuevo. Tomó mi mano y me guio hasta su cuarto.
—Perrie te matara o nos matara si se entera —comente mientras el buscaba algo en la cómoda.
—No, yo le aclaré desde que la conocí que exijo mucho.
Me tomó con una mano un lado de la cadera y con la otra mi cabeza inclinándola a la derecha. Beso la piel de mi cuello suavemente y mordió lentamente dejando de seguro una pequeña marca.
—¿Crees que puedo dar lo que deseas? —pregunte dudoso.
—Tienes mucho más que eso —aseguro sin pensarlo una milésima de segundo.
Deje de buscar una excusa y acepte que yo no domino en este juego. Siendo algo brusco él me desnudo y yo a él pero con un trato más suave mientras repetía una y otra vez que le encantaba poder llevar nuestra amistad a otro nivel. Sin esperar tomó mi pene entre sus manos y comenzó a darle un masaje único por un buen rato y me pidió que le hiciera lo mismo.
Erróneamente lo hice venirse en mis manos, su semen era pegajoso y algo tibio aunque cuando lo probé estaba un tanto dulce.
Me pidió que me recostara en la cama boca arriba con las piernas extendidas con extremado cuidado aplico todo el lubricante necesario y empezó a introducirse siendo delicado. No era mi primera experiencia con un hombre pero las dimensiones del miembro viril de Zayn son totalmente distintas ya que sentí mucho más dolor que placer.
—No puedo —Gemí al borde de las lágrimas.
Sentía un tanto de frustración, ahora deseaba verdaderamente concluir con este encuentro.
—¡Zayn! —Grité rogando que parara cuando comenzó a entrar repetidamente.
El solamente me chito y siguió en lo suyo. No me molesto yo le seguí este juego y él dominaba aquí. Relaje todo mi cuerpo y guié mi mano izquierda hasta mi “zona” para comenzar a masturbarme lentamente pero fue alejada bruscamente por Zayn que me miro sonriente.
—Quiero oírte gritar un poco más —murmuro cerca de mi oído con un tono profundo que produjo una sensación placentera por todo mi columna vertebral.
Tras quince minutos no soportaba más y mi cuerpo ya no respondía coherentemente.
—Zayn —suspiré sintiéndome cada vez más satisfecho sexualmente.
—Diste más de lo que pensé alguna vez que podrías dar —suspiro y beso mis labios.
Estaba hartándome de estar extremadamente dominado por él, aunque no podía negarme en el fondo siempre había esperado esto… por eso mismo me encontré con Zayn, solos en su casa.
Eche la cabeza para atrás sintiendo mi cuerpo colapsar desde adentro mientras los últimos jadeos de la noche se me escapaban.
—¡Dios Niall! —Gemio fuerte Zayn.
Cuando recuperé la conciencia cuerda note a mi amigo, sobre mí, mirándome fijamente.
—No…
—¡Oh! Zayn… —solté algo alterado.
Quizás esta no era su intención, tan solo bromeo y terminamos en mayores. Sentí mis ojos aguarse, ya me imaginaba que por un estúpido momento íbamos a arruinar nuestra amistad desde hace ya diez años.
—Niall yo no quiero olvidar esto —dijo viéndome suavemente, mi cara estaría hablando por si sola.
—Ni yo —admití nervioso.
—Me has gustado hace mucho tiempo —murmuro terminando en uniendo nuestros labios.
Me besaba suavemente, deleitándose del momento y yo por mi lado respondía gustosamente. Hace tiempo nadie me había demostrado de alguna manera amor… nadie más que Zayn y hasta hoy no lo admitió totalmente.
—Quiero que seamos más que amigos ¿entiendes? —comenzó hablando nervioso.
Asentí y acaricie su cabello hasta que mis manos llegaron a su cuello.
—Seré todo lo que quieras, yo no domino en este "juego".