searching in darkness.

Los copos de nieve le quemaban la cara pero no se subió más la bufanda. Le dolían los pies por correr pero no sé detuvo. Sabía que tenía que huir, escapar y sobrevivir, los sentía cerca, estaban detrás de él, sus risas se hacían más cercanas al igual que sus burlas; para MinHyuk la cosa más importante ahora era correr.
Para el chico siempre habia sido huir, esconderse y rezar que no lo descubrieran. El mundo de MinHyuk es un poco diferente al tuyo y al mío, los humanos no son la raza dominante en todo caso están casi extintos. El mundo es dominado por vampiros, vaya cliché pero esa es la realidad, desde antes de que el joven naciera todo habia empezado, los pocos humanos que vivían eran mascotas, destinados a obedecer a sus amos como si fuera lo último que pudieran hacer; MinHyuk no quería eso. Desde pequeño su padre le habia enseñado a defenderse, pero luchar con un vampiro no es fácil así que la única manera de protegerse era huir. B-Bomb, el apodo del chico, se comenzaba a agotar y el dolor era insoportable, sabía que tenía que perderlos, decidió tomar calles secundarias doblando en cada esquina que veía pero ellos no cedían, en uno de esos tantos giros termino en un callejón.
Estaba perdido, lo entendió antes que los tres hombres llegaran, las lágrimas amenazaron con salir, apoyo la cabeza sobre el muro del fondo mientras estas atravesaban el camino de sus ojos hasta su barbilla. Una silenciosa oración fue lo que salió de sus labios hasta que alguien lo tomo del hombro para voltearlo, frente a él estaba un hermoso joven de rasgos finos y una mirada misteriosa, MinHyuk sabía que era un vampiro, era fácil saberlo, ningún joven sería tan lindo.
―Ponte esto ―el chico tenía en un mano un simple brazalete amarillo con una inscripción en coreano, MinHyuk sabía que era oro y que la inscripción decía JaeHyo, también sabía que era un brazalete de mascota―, hazlo si quieres vivir.
Dudoso el chico atravesó su mano por el orificio, apenas el brazalete toco su muñeca se ajustó a su tamaño y sintió un terrible dolor, no porque no se hubiera ajustado bien sino por el hecho que las agujas destinas de mezclar su sangre con los de su nuevo dueño lo habían atravesado sin previo aviso, las lágrimas solo aumentaron, lo que estaba haciendo estaba muy en contra de sus principios pero habia algo en la mirada del chico frente a él que lo hacia confiar.
Fue cuando llegaron los otros tres, el joven, que MinHyuk podía estar casi seguro que respondía al nombre de JaeHyo, se volteó poniéndolo justo detrás de él. MinHyuk lo escucho gruñir, no fue un gruñido normal sino uno sobrenatural, uno de vampiro.
―Váyanse ―la voz fue completamente diferente a la dulce que habia escuchado momentos atrás―. Él es mío.
Mío. Por una extraña razón a MinHyuk le gusto cuando lo dijo, le produjo una especie de sensación en la boca del estómago, pero fue alli cuando comprendió que era la sangre la que le afectara; se estaba haciendo co-dependiente de él. El proceso era extenso para explicarlo pero el propósito era hacer a las mascotas leales, la sangre de un vampiro te ataba a él para siempre porque apenas esta entraba a tu organismo te hacías inmortal para poder pasar toda tu vida con tu amo, para siempre.
―No sabíamos que el chico tenia dueño ―él que estaba más cerca hablo, pero en lugar de retroceder se acercó más.
―¿Acoso no has visto esto? ―entonces JaeHyo lo tomo de la muñeca, pero en lugar de ser un toque brusco fue uno suave, lo jalo hacia adelante mostrando la delgada línea dorada que era el brazalete.
―No lo habíamos visto.
Entonces JaeHyo volvió a gruñir, este gruñido fue diferente al primero, este hizo que a MinHyuk le dieran ganas de correr y esconderse, supuso que por las expresiones de los otros tres hombres ellos habían sentido lo mismo.
―Deberías cuidar más tu propiedad ―fue lo último que dijo uno de ellos antes de desaparecer por en la oscuridad.
Apenas se habían ido JaeHyo se volteó y tomo su rostro entre sus manos para secar con sus pulgares las lágrimas, él era solamente cinco centímetros más alto que MinHyuk pero aun asi el humano se sentía bastante intimidado.
―¿Estas bien? ―la voz ahora era hipnotizaste, haciendo que MinHyuk solo pudiera mover la cabeza para afirmar.
Fue entonces cuando MinHyuk reparo que el chico se le hacía conocido, habia algo en el que le llamaba la atención y le hacía recordar los momentos de su vida cuando era un niño, cuando su padre vivía.
―MinHyuk, estoy aquí para protegerte.
El chico no supo que responder, no solo por la declaración sino también por el hecho que él no le habia dicho su nombre a JaeHyo.