ShortStory - Un Beso

Titulo: Un Beso
+ Autor: Lalalalala
+ Adaptación: Nop, es mía, mía y solo mía!
+ Género: Romance
+ Contenido: Romance
+ Advertencias: Ninguna!
+ Otras páginas: Wattpad

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En medio de una acaudalada ciudad que jamás va a dormir, acompañada con el sonido de los cláxones que nunca dejan encontrar la paz, le miré a los ojos con una pequeña sonrisa en los labios.
Mi estómago dio un vuelvo extraño. Las mariposas extendieron sus alas y comenzaron a volar en su interior, provocándome cosquillas. Él, por su parte solo sacó las manos de los bolsillos de sus viejos pantalones azules y las poso con delicadeza en mis mejillas, acunando mi rostro como nunca antes lo había hecho.
Trague con fuerza cuando sentí como las yemas de sus dedos acariciaban la piel cercana a mis oídos y la sonrisa que se había dibujado en mis labios se enancho cuando él enredó uno de sus dedos en uno de mis largos y enredados rizos castaños.
“Bonita,” susurró con una sonrisa, “muy bonita.”
Yo reí, sintiéndome alagada porque del uno al diez yo solo soy un dos, mientras que él es un número 100.
“No lo creo,” murmure en respuesta, “lo sabes.”
Sus ojos verdes no dejaron de sonreír.
“Tú no sabes nada,” replicó él trazando la redondez de mi rostro con sus dedos, “eres bonita para mí.”
“Podrías tener a cualquiera,” dije poniéndome seria, porque aquella era la verdad.
“Sí,” aceptó él alejando las manos de mi rostro para ubicarlas en la parte baja de mi espalda, “pero no las quiero a ellas. Sinceramente, no quiero, ni deseo a ninguna.” Apretando su ligero agarre en mi chaqueta azul, él me acercó a su pecho, “tienes que creerlo.”
“Te creo,” dije bajando la mirada, “no obstante es difícil.”
“Tienes que creerlo,” repitió acariciando el puente de mi nariz con la punta de la suya, “mírame.” Lo hice. Sin dudarlo alce el rostro, “estamos aquí porque necesito decirte algo.”
“Lo sé, ayer dijiste lo mismo por mensaje de texto,” Las mariposas en mi estómago revolotearon locamente cuando dije esas palabras, “¿Qué me quieres decir?” Pregunte pasando la punta de mi lengua por mis labios. Él contemplo ese gestó con un inesperado brillo travieso en su mirada.
“Es algo que no puedo decir con palabras,” susurro ladeando la cabeza y acercando sus labios a los míos, “es algo que solo puedo expresar con…” Aquellas palabras acariciaron l delicada y tersa piel de mis labios.
Él no termino la oración, ya que su boca estaba sobre la mía, moviéndose en una danza lenta, deseable y dulce.
Su besó sabía a café, cigarrillos y menta.
Mis antebrazos se cerraron tras su cuello. Lo acerque más a mí e inconscientemente profunde el beso.
Ambos de nuestros ojos para este momento estaban cerrados. Los sonidos que nos rodeaban habían desaparecido, al igual que los transeúntes que caminaban a nuestro alrededor.
En ese simple beso pude sentir todo lo que quería decir. Gozo, amor, dulzura, deseo para luego volver al amor.
Nos separamos cuando nuestros pulmones necesitaron oxígeno.
Abrimos los ojos cuando las sensaciones del beso comenzaron a desaparecer de nuestros cuerpos y nos dijimos te amo cuando la verdad de nuestros sentimientos resplandecieron en nuestros corazones.
“Te amo,” dijo él apoyando la frente contra la mía.
“Te amo,” murmure.
“Prometí siempre hacerte sentir como la primera vez que te vi,” Sonreí, porque así era.
“Sí,” asentí como una tonta.
“¿Lo he logrado?” Preguntó él guiñándome el ojo.
“Sí, Johnny. Lo has logrado.”
Los dedos de Johnny se entrelazaron con los míos y caminamos con lentitud por Times Square.