miro, siento, pienso.

No debería estar mirándola como lo estoy haciendo ahora. Es mi amiga. Y sé que está mal, lo sé muy bien, pero lo hago. La miro como si fuera la única persona en la habitación. La miro como si no hubiera otra mujer en el mundo con semejante belleza.
Yo la miro.
Miro sus brillantes ojos marrones, parecidos al café con un chorrito de leche. Miro su nariz, con el tabique un poco alto, sin embargo hermosa para mí. Miro su boca, de un color cercano al rosa bebé; el labio inferior ligeramente más grueso que el superior, pero bastante lejos de ser los de Angelina Jolie. Miro sus pómulos y su delgado rostro, suave y definido. Miro su cabello, tan negro como la noche, enmarañado y despeinado.
Todo en ella yo miro.
Miro la forma en la que arruga la nariz cuando algo no le gusta. Miro sus ojos moverse de un lado a otro ante alguna incomodidad. Miro sus brazos cubrir los lados de su cadera. Miro su estómago encojerse al salir a la calle. Miro la cara neutra que pone cada vez que cree que nadie la ve. Miro como sonríe sin mostrar sus dientes. Miro como se avergüenza de hablarle a alguna autoridad.
Supongo que si ella supiera lo que pasa por mi mente cada vez que la veo, se asustaría, pues miro detalladamente todo lo que hace.
Miro como sus dedos índice y anular de la mano derecha mueven el anillo de su dedo medio, un tic nervioso propio de ella. Miro como sus ojos destellan con emoción cada vez que llueve o huele la humedad. Miro como su ceño se frunce cuando alguien pronuncia mal su nombre. Miro como sus pies se balancean, cual niño. Miro como se mira las uñas, y juega con sus manos cuando está aburrida. Miro como rueda los ojos cuando simplemente ve a alguien que le ca mal.
Pero no sólo miro, también siento.
Siento su dolor cuando es ignorada por las que solía llamar amigas. Siento la decepción cuando trata de contar algo importante, y nadie la oye. Siento su tristeza al caminar sola en los recreos.
Siento la felicidad al verme dándole toda mi atención. Siento su tranquilidad al escucharla hablar por horas. Siento su alegría al verme alejarme de mis amigos y caminar junto a ella.
Y pienso, pienso que si no se hiciera la fuerte, si se aceptara a sí misma, si le dejara de importar lo que los demás dicen de ella, entonces la preciosa sonrisa en su rostro sería, por fin, verdadera.

¿En serio pensás eso, Ana? Lloro limones. Gracias por leerlo, y gracias por pensar eso, aw. aw. aw.♡

Me lloro la vida, ¿tan bueno es? Ay. Mi nombre es Mica, pero decime Mare. Y muchísimas gracias, en serio. ♡♡♡

La concha de tu vieja, fue hermoso.

Nunca pensé que alguien me fuera a decir eso. ¿Queda mal decir que casi lloro por tu comentario? Bueno, no importa, casi lo hago. Es hermoso que alguien te diga esas palabras, te hacen senrir que no escribís para nada o algo por el estilo. No creo que me merezca un premio, ni siquiera creo que sea tan bueno, pero muchísimas gracias, en serio.

Leonela y sus comentarios tan inspiradores en donde me insulta, bravo.

Tengo demasiada paja como para poner el foro en versión web y poder citar, pero arabella. gracias, en serio. Me suben mucho el ánimo los comentarios como los tuyos, y eso. ♡
Y Annie, jodete vos. ah. Te amo, pelotuda. ♡