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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
unrequited love.
O W N :: Originales :: Originales :: One Shot's (originales)
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unrequited love.
nombre;; unrequited love.
autor;; yo, taemin.
adaptación;; no.
género;; romance.
advertencias;; contiene vocabulario típico de Corea.
otras páginas;; sólo en onlywn.
autor;; yo, taemin.
adaptación;; no.
género;; romance.
advertencias;; contiene vocabulario típico de Corea.
otras páginas;; sólo en onlywn.
unrequited love
Taemin se encontraba leyendo un libro en la cama, algo extraño considerando que la consola de videojuegos estaba desocupada y ningún otro miembro de la banda estaba viendo la televisión. El libro era una comedia romántica que el menor había encontrado por casualidad en la estantería llena de dramas y suspenso del lugar; obviamente, ver algo fuera de lo común hizo que le entrara curiosidad, y terminó completamente enganchado con la trama del libro apenas leyó la sinopsis.
La historia de la novela no era tan diferente a las que se ven todos los días en las películas: un amor no correspondido. En este caso, Julie, la protagonista, tenía un crush en su mejor amigo, Simon; pero él se estaba viendo con otra chica, y eso le partía el corazón a Julie. El libro se centra en cómo Julie vive la vida temiendo confesarse, hasta que encara a Simon y descubre que él también tenía sentimientos por ella. Una bella historia que Taemin no se cansaba de leer.
—¿Taemin?
Jinki se encontró a Taemin sonriendo a su libro; tenía esa tonta sonrisa de enamorado que desconcertó a Jinki, pero él no sabía que Simon acababa de regalarle un animal de peluche a Julia y que Taemin estaba maravillado por la reacción increíblemente tierna de la chica.
Taemin no contestó. Estaba demasiado concentrado en su libro como para prestarle atención a su mayor. Debía admitirlo, eso sacó un poco de quicio a Jinki, pero siempre sucedía cuando Taemin estaba muy concentrado en algo: era indiferente. La verdad es que Taemin podía ser terriblemente egoísta y despreocupado cuando quería, y era algo de lo que los demás miembros estaban acostumbrados, pero Jinki no podía evitar sentirse mal cuando el menor lo ignoraba.
—Nos vemos.
Taemin no respondió.
Taemin sonrió mientras cerraba el libro. Debía admitir que en algunas partes había soltado una que otra lágrima, pero el final fue un auténtico final de fantasía donde todo se resuelve y viven felices para siempre. A decir verdad, le gustaban estos finales; soñar que todo saldrá bien, que el bien triunfará sobre el mal y que todos vivirán felices y comerán perdices era algo que Taemin hacía muy a menudo. Pensaba que este era su propio cuento de hadas, donde él era el príncipe buscando a su princesa.
Ahora no sabía qué hacer. Había pasado toda la tarde leyendo el libro —el cual no era nada corto— y se había perdido la cena. Estaba hambriento, pero no quería despertar a Kibum para que le preparara algo. Él tampoco podía hacer nada por sí mismo si no quería terminar quemando la cocina, pero el hambre era más grande y tomó el riesgo.
Caminó lentamente hacia la cocina, saliendo de la habitación de su manager —a la cual él había ido a terminar de leer el libro luego de que Kibum se quejara de que Taemin estaba leyendo mientras todos intentaban dormir— y yendo cuidadosamente a la cocina, intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a nadie. Al llegar se sorprendió el encontrarse con Jinki comiendo algo de pollo frío.
—¿Onew?
Jinki dio un pequeño salto en su lugar, casi tirando el pollo que estaba en su mano. Miró sobresaltado al menor mientras llevaba su mano libre a su pecho, comprobando los rápidos latidos producto del susto que le había provocado el menor.
—Taemin, no me sorprendas así.
Jinki, además de la sorpresa que fue que alguien le hablara de la nada, también parecía sorprendido de ver a Taemin; había pensado que ya estaría dormido con el libro en sus manos, tirado en la cama desordenada de tanto buscar una posición cómoda para leer cada 5 minutos. Definitivamente, ninguno esperaba encontrarse con ninguno de sus compañeros a las tres de la mañana.
Taemin habló apenado: —Lo siento.
La situación era un poco incómoda. No sabían si era por la pata de pollo a medio comer que tenía Jinki en su mano o por el hecho de que Taemin estaba en sólo unos bóxer que daban mucho que desear.
—Dime, ¿terminaste de leer tu libro?
Jinki intentó iniciar la conversación, ignorando el hecho de que sería mejor quedarse callado antes de que Minho se despertara y los obligara a dormir en la calle por el simple hecho de molestarlo mientras dormía.
—Sí, sí..., fue entretenido.
Taemin estaba hablando un poco inseguro de sus palabras, algo impropio de él. Solía hacerlo cuando no prestaba atención o no estaba seguro de lo que estaba diciendo, probablemente la segunda opción en este caso. Aunque Jinki no comprendía por qué estaría inseguro sobre si terminó el libro o no, por lo que prefirió confirmarlo: —¿En serio?
—Sí, bueno, tuvo partes algo aburridas, pero lo demás fue excelente. Digo, ¿alguna vez viste una historia de amor tan realista? Bueno, tal vez no tan realista, pero la trama se basa en algo que pasa cotidianamente.
Taemin dijo eso con una sonrisa en su rostro. Esta vez no hubo duda en su voz, algo por lo que Jinki se alivió a pesar de que el maknae no había respondido su pregunta.
Jinki correspondió la sonrisa. —¿De qué va el libro?
—Un amor no correspondido.
Esas palabras helaron los huesos de Jinki. Por alguna razón, se sentía como si tuvieran un gran significado para él, pero no lograba encontrar una razón. Aún con ese sentimiento extraño brotando en el interior de Jinki, Taemin siguió hablando animadamente sobre el libro: Julia esto, Julia lo otro, amor, amor, amor y más amor; Jinki oía las palabras de Taemin, pero no las escuchaba realmente. No las procesaba, no intentaba comprender su significado. En cambio, comenzó a mirar todo desde otra perspectiva. Simplemente se quedó allí, parado, observando fijamente los labios de Taemin moverse una y otra vez, de una manera natural y seductora de la que nunca se había dado cuenta que poseía el menor.
—¿Quieres que te preste el libro?
La pregunta tan directa explotó la burbuja en la que se encontraba Jinki. Volvió a sí mismo y subió su mirada rápidamente desde los labios hasta los ojos del chico. Podía sentir un poco de calor en sus mejillas, y apostaría a que estaba sonrojado. Agradecía que la luz de la cocina fuera mala y que, en caso de ser cierto, su rubor no se notara tanto.
—Eh... —balbuceó, procesando las palabras que Taemin había dicho hace unos segundos.
—Si no quieres leerlo está bien, nadie te está obligando, hyung.
Jinki asintió, quedando anonadado al escuchar al menor llamarlo hyung. ¿Desde cuando se había vuelto tan sexy hablarle con respeto a tu mayor?
—Si no te molesta, iré a dormir. Buenas noches, Onew.
Jinki no respondió, sólo se quedó mirando a Taemin volver a la habitación del manager —donde al parecer dormiría—, y no era como si no quisiese, pero terminó observando al menor todo el camino hasta que lo perdió de vista. Igualmente, no podía negar que había visto más de lo que debería; vamos, ¿dónde consigues bóxers tan ajustados?
Varios años y no muchos días después, Taemin encontró un libro debajo de su cama. Era una novela, y no pudo evitar sentir un poco de nostalgia al leer el título: ¡era la historia de Julia! Esa novela había sido el inicio de su amor por el romance y los finales felices, y no está de más decir que fue lo que lo había impulsado al mundo literario en general; pensar que Taemin, el chico que nunca leía ni los folletos que le entregaban en la calle, ahora era todo un lector y gracias a este libro.
—Taemin.
Jonghyun había entrado a la habitación. Se extrañó al ver la sonrisa tonta que tenía el maknae, pero prefirió no decir nada y cumplir el objetivo por el que había entrado a la habitación ajena.
—Onew te está buscando.
Jonghyun no se molestó en asegurarse de que Taemin lo había escuchado; Kibum lo había estado molestando desde hace un rato con que ordenara su cuarto, y si no lo hacía probablemente no podría comer una comida decente el resto del día.
Pero, como era de esperarse, Taemin no le había prestado la mínima atención a Jonghyun. En cambio, se quedó recostado en su cama, siendo la tenue luz de su lámpara la única iluminación en la habitación. Leía partes del libro, recordando la divertida historia que había marcado una era de su vida, aunque no pudo hacer eso mucho tiempo más ya que Jinki había entrado a la habitación un tanto molesto por esperar.
—Taemin-ah, te estaba esperando.
Jinki se encontró exactamente la misma escena que hace mucho tiempo atrás: Taemin tirado en su cama, con un libro en manos y una sonrisa tonta en su rostro. Tampoco se sorprendió al ver que el libro era el mismo, pero un escalofrío le recorrió la columna al recordar ese día en particular.
Taemin, por más increíble que suene, desvió su mirada del libro para mirar a Jinki con una cara tonta que claramente transmitía que no tenía idea de lo que el mayor estaba hablando. Con unas ganas increíbles de llevarse una mano al rostro, Jinki habló: —Olvídalo.
Antes de que Jinki pudiera irse, Taemin lo detuvo llamándolo por su nombre. Jinki se detuvo inmediatamente, sorprendido al ver a Taemin mostrarse tan... abierto, aún cuando estaba ocupado en otra cosa. Alguien debería estar filmando esto, para tener pruebas de que en realidad sucedió.
La sorpresa no pudo llevar a nada más que la preocupación. —¿Pasa algo?
—Nada realmente —Taemin sonrió mientras cerraba el libro y cruzaba las piernas, haciendo el indio sin dejar de mirar a Jinki—, sólo me preguntaba si te quedarías conmigo un rato.
Jinki dudó, temiendo que todo fuera parte de una especie de alocado plan para que le terminara comprando algo al menor, pero sólo bastó una pequeña sonrisa para que Jinki bufara y se sentara al lado del maknae.
—¿Y bien, de qué querías hablar?
Taemin cerró los ojos y se balanceó suavemente hacia atrás, sin dejar de sonreir tontamente; Jinki pensó que caería sobre la cama, rendido, como siempre hacía luego de dar un gran show, pero no lo hizo. Unos segundos más tarde, volvió a reincorporarse y miró a Jinki fijamente, con un pequeño rubor en sus mejillas.
—¿Nunca has estado enamorado?
Esa pregunta tomó por sorpresa a Jinki. Sabía que si hubiera estado comiendo algo probablemente se hubiera atragantado; si hubiera estado bebiendo agua, la habría escupido; si hubiera... bueno, creo que se entiende.
—¿Qué? —fue lo único que pudo decir.
Taemin rió un poco al ver la reacción de su mayor. —Lo que escuchaste.
Jinki se quedó pensativo un momento. ¿Enamorarse? Bueno, sí, había estado enamorado varias veces en su vida, pero...
—¿Cómo se siente?
Taemin continuó, sin darle tiempo de contestar la primera pregunta. Sostenía con fuerza el libro entre sus manos mientras sonreía de oreja a oreja, esperando impaciente la respuesta de Jinki. De veras, en estos momentos es donde Jinki cuestionaba la edad de Taemin. Se veía como un niño pequeño esperando a que le den el juego que esperó por tanto tiempo.
Aún así, Jinki no tenía idea de lo que contestar. —¿A qué te refieres?
Taemin bufó, moviendo un poco de su flequillo de una manera divertida y tierna que enterneció a Jinki.
—Vamos, ya sabes: ¿cómo se siente? —persistió—, ¿de veras sienten mariposas y todas esas cosas que se leen en las novelas?
Un pequeño brillo de ilusión fue notorio en los ojos del menor, haciendo que Jinki fuera el que bufara esta vez.
—¿Por qué me preguntas a mí?
Eso había sonado un poco más desanimado de lo que Jinki esperaba. No quería que Taemin pensara que estaba irritado o algo, ya que el menor tenía la costumbre de adquirir los sentimientos a su alrededor y Jinki no quería que Taemin se sintiera de cualquier manera que no fuera alegre.
Sin otra opción, empezó: —Bueno, en realidad no lo sé muy bien, sólo estuve enamorado una vez, creo —hizo una pausa admirando la increíble atención que le prestaba el menor, completamente diferente a su indiferente personalidad—, pero si tuviera que describirlo sería algo así como increíble.
Taemin lo miró esperando a que prosiguiera; Jinki tragó la saliva que se había acumulado en su cabidad bucal antes de remojar sus labios, haciendo tiempo antes de seguir. La sonrisa que no se iba del rostro de Taemin lo comenzaba a poner nervioso, pero luego de realizar que su corazón estaba latiendo rápido y era por esa misma sonrisa se tranquilizó un poco.
—No sé muy bien qué decirte —dijo nervioso, ladeando su cabeza para quitar el flequillo que no se quedaba en su lugar y cubría sus ojos tapando la perfecta vista que tenía de Taemin.
—Dime lo que sientas.
Esas palabras fueron todo lo que necesitó para comenzar.
—Pues... la verdad, siento que mi corazón se acelera y siento unas terribles ganas de vomitar. No sé si esas serán las mariposas de la que todos hablan, pero si es así, son unas mariposas muertas y tan podridas como para hacerme sentir tan mal. Siempre me siento así cuando veo a aquella persona. Y siendo sincero, no se siente nada bien; sentir que estás a punto de vomitar frente a la última personas que quisieras que lo viera es horrible, más cuando intentas impresionarla y simplemente piensas que todo saldrá mal —Taemin asintió levemente, esperando pacientemente a que Jinki continuara—. Aunque creo que eso es relativo a la felicidad que sientes cuando todo salió de acuerdo al plan; impresionaste a esa persona, esa persona se divirtió contigo, todo salió de lo más bien; perfecto. Por eso mismo, cuando todo sale mal te sientes la persona más horrible. Piensas algo como «trágame tierra» y dejas que los pensamientos vuelen: «¿qué pensará de mí?», «¿se habrá defraudado», «¿no habré cumplido sus expectativas?», «¿me odiará?», cosas así —Taemin volvió a asentir, entendiendo, de alguna manera, lo que Jinki intentaba decir—. Pero al final no es tan malo, sólo tu mente lo hace parecer así. Piensas que eres la peor persona del mundo, que mereces que alguien te pegue un tiro y eche tu cadáver al río, o peor, que esa persona no vuelva a hablarte; pero todo es mucho mejor de lo que piensas, y te sorprendes, porque esa persona te vuelve a hablar cuando pensabas que no te volvería a dirigir palabra, y eso es simplemente la mejor sensación del mundo. Nada es tan malo como parece.
Taemin sonrió. —¿Y quién es esa persona?
Jinki no dijo nada por unos segundos. Taemin lo miraba expectante, hasta que pensó que lo mejor hubiera sido no preguntar.
—Si no quieres decirlo, está bien, yo...
—Está bien —Jinki lo cortó—, igualmente, esa persona me ve sólo como un amigo. Es un amor imposible.
—Un amor no correspondido —el rostro de Taemin estaba totalmente serio, tal vez tan serio como nunca lo estuvo en su vida. Jinki se detuvo a mirar ese rostro serio por unos segundos, admirando cada rasgo detalle por detalle, intentando grabar ese rostro que probablemente no volvería a ver—. Hyung —prosiguió el maknae—, sé que podrás lograr que ese amor sea correspondido. Como Julia.
Jinki lo siguió mirando por un largo rato hasta que una de sus comisuras se levantó mientras soltaba una pequeña risilla. Se levantó de la cama y apoyó una mano sobre la cabeza de Taemin lenta y suavemente, moviéndola en una suave caricia que desconcertó al menor.
—Claro que podré, tonto.
Taemin levantó un poco la cabeza, mirándolo entre los mechones de cabello que sobresalían de su flequillo disparejo. Jinki tenía una sonrisa que simbolizaba una promesa que no llegó a sellarse con palabras.
Unos pocos segundos después Jinki se fue de la habitación mientras Taemin sobaba su cabeza, preguntándose quién sería esa persona.
De veras, el tonto no era por nada.
La historia de la novela no era tan diferente a las que se ven todos los días en las películas: un amor no correspondido. En este caso, Julie, la protagonista, tenía un crush en su mejor amigo, Simon; pero él se estaba viendo con otra chica, y eso le partía el corazón a Julie. El libro se centra en cómo Julie vive la vida temiendo confesarse, hasta que encara a Simon y descubre que él también tenía sentimientos por ella. Una bella historia que Taemin no se cansaba de leer.
—¿Taemin?
Jinki se encontró a Taemin sonriendo a su libro; tenía esa tonta sonrisa de enamorado que desconcertó a Jinki, pero él no sabía que Simon acababa de regalarle un animal de peluche a Julia y que Taemin estaba maravillado por la reacción increíblemente tierna de la chica.
Taemin no contestó. Estaba demasiado concentrado en su libro como para prestarle atención a su mayor. Debía admitirlo, eso sacó un poco de quicio a Jinki, pero siempre sucedía cuando Taemin estaba muy concentrado en algo: era indiferente. La verdad es que Taemin podía ser terriblemente egoísta y despreocupado cuando quería, y era algo de lo que los demás miembros estaban acostumbrados, pero Jinki no podía evitar sentirse mal cuando el menor lo ignoraba.
—Nos vemos.
Taemin no respondió.
Taemin sonrió mientras cerraba el libro. Debía admitir que en algunas partes había soltado una que otra lágrima, pero el final fue un auténtico final de fantasía donde todo se resuelve y viven felices para siempre. A decir verdad, le gustaban estos finales; soñar que todo saldrá bien, que el bien triunfará sobre el mal y que todos vivirán felices y comerán perdices era algo que Taemin hacía muy a menudo. Pensaba que este era su propio cuento de hadas, donde él era el príncipe buscando a su princesa.
Ahora no sabía qué hacer. Había pasado toda la tarde leyendo el libro —el cual no era nada corto— y se había perdido la cena. Estaba hambriento, pero no quería despertar a Kibum para que le preparara algo. Él tampoco podía hacer nada por sí mismo si no quería terminar quemando la cocina, pero el hambre era más grande y tomó el riesgo.
Caminó lentamente hacia la cocina, saliendo de la habitación de su manager —a la cual él había ido a terminar de leer el libro luego de que Kibum se quejara de que Taemin estaba leyendo mientras todos intentaban dormir— y yendo cuidadosamente a la cocina, intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a nadie. Al llegar se sorprendió el encontrarse con Jinki comiendo algo de pollo frío.
—¿Onew?
Jinki dio un pequeño salto en su lugar, casi tirando el pollo que estaba en su mano. Miró sobresaltado al menor mientras llevaba su mano libre a su pecho, comprobando los rápidos latidos producto del susto que le había provocado el menor.
—Taemin, no me sorprendas así.
Jinki, además de la sorpresa que fue que alguien le hablara de la nada, también parecía sorprendido de ver a Taemin; había pensado que ya estaría dormido con el libro en sus manos, tirado en la cama desordenada de tanto buscar una posición cómoda para leer cada 5 minutos. Definitivamente, ninguno esperaba encontrarse con ninguno de sus compañeros a las tres de la mañana.
Taemin habló apenado: —Lo siento.
La situación era un poco incómoda. No sabían si era por la pata de pollo a medio comer que tenía Jinki en su mano o por el hecho de que Taemin estaba en sólo unos bóxer que daban mucho que desear.
—Dime, ¿terminaste de leer tu libro?
Jinki intentó iniciar la conversación, ignorando el hecho de que sería mejor quedarse callado antes de que Minho se despertara y los obligara a dormir en la calle por el simple hecho de molestarlo mientras dormía.
—Sí, sí..., fue entretenido.
Taemin estaba hablando un poco inseguro de sus palabras, algo impropio de él. Solía hacerlo cuando no prestaba atención o no estaba seguro de lo que estaba diciendo, probablemente la segunda opción en este caso. Aunque Jinki no comprendía por qué estaría inseguro sobre si terminó el libro o no, por lo que prefirió confirmarlo: —¿En serio?
—Sí, bueno, tuvo partes algo aburridas, pero lo demás fue excelente. Digo, ¿alguna vez viste una historia de amor tan realista? Bueno, tal vez no tan realista, pero la trama se basa en algo que pasa cotidianamente.
Taemin dijo eso con una sonrisa en su rostro. Esta vez no hubo duda en su voz, algo por lo que Jinki se alivió a pesar de que el maknae no había respondido su pregunta.
Jinki correspondió la sonrisa. —¿De qué va el libro?
—Un amor no correspondido.
Esas palabras helaron los huesos de Jinki. Por alguna razón, se sentía como si tuvieran un gran significado para él, pero no lograba encontrar una razón. Aún con ese sentimiento extraño brotando en el interior de Jinki, Taemin siguió hablando animadamente sobre el libro: Julia esto, Julia lo otro, amor, amor, amor y más amor; Jinki oía las palabras de Taemin, pero no las escuchaba realmente. No las procesaba, no intentaba comprender su significado. En cambio, comenzó a mirar todo desde otra perspectiva. Simplemente se quedó allí, parado, observando fijamente los labios de Taemin moverse una y otra vez, de una manera natural y seductora de la que nunca se había dado cuenta que poseía el menor.
—¿Quieres que te preste el libro?
La pregunta tan directa explotó la burbuja en la que se encontraba Jinki. Volvió a sí mismo y subió su mirada rápidamente desde los labios hasta los ojos del chico. Podía sentir un poco de calor en sus mejillas, y apostaría a que estaba sonrojado. Agradecía que la luz de la cocina fuera mala y que, en caso de ser cierto, su rubor no se notara tanto.
—Eh... —balbuceó, procesando las palabras que Taemin había dicho hace unos segundos.
—Si no quieres leerlo está bien, nadie te está obligando, hyung.
Jinki asintió, quedando anonadado al escuchar al menor llamarlo hyung. ¿Desde cuando se había vuelto tan sexy hablarle con respeto a tu mayor?
—Si no te molesta, iré a dormir. Buenas noches, Onew.
Jinki no respondió, sólo se quedó mirando a Taemin volver a la habitación del manager —donde al parecer dormiría—, y no era como si no quisiese, pero terminó observando al menor todo el camino hasta que lo perdió de vista. Igualmente, no podía negar que había visto más de lo que debería; vamos, ¿dónde consigues bóxers tan ajustados?
Varios años y no muchos días después, Taemin encontró un libro debajo de su cama. Era una novela, y no pudo evitar sentir un poco de nostalgia al leer el título: ¡era la historia de Julia! Esa novela había sido el inicio de su amor por el romance y los finales felices, y no está de más decir que fue lo que lo había impulsado al mundo literario en general; pensar que Taemin, el chico que nunca leía ni los folletos que le entregaban en la calle, ahora era todo un lector y gracias a este libro.
—Taemin.
Jonghyun había entrado a la habitación. Se extrañó al ver la sonrisa tonta que tenía el maknae, pero prefirió no decir nada y cumplir el objetivo por el que había entrado a la habitación ajena.
—Onew te está buscando.
Jonghyun no se molestó en asegurarse de que Taemin lo había escuchado; Kibum lo había estado molestando desde hace un rato con que ordenara su cuarto, y si no lo hacía probablemente no podría comer una comida decente el resto del día.
Pero, como era de esperarse, Taemin no le había prestado la mínima atención a Jonghyun. En cambio, se quedó recostado en su cama, siendo la tenue luz de su lámpara la única iluminación en la habitación. Leía partes del libro, recordando la divertida historia que había marcado una era de su vida, aunque no pudo hacer eso mucho tiempo más ya que Jinki había entrado a la habitación un tanto molesto por esperar.
—Taemin-ah, te estaba esperando.
Jinki se encontró exactamente la misma escena que hace mucho tiempo atrás: Taemin tirado en su cama, con un libro en manos y una sonrisa tonta en su rostro. Tampoco se sorprendió al ver que el libro era el mismo, pero un escalofrío le recorrió la columna al recordar ese día en particular.
Taemin, por más increíble que suene, desvió su mirada del libro para mirar a Jinki con una cara tonta que claramente transmitía que no tenía idea de lo que el mayor estaba hablando. Con unas ganas increíbles de llevarse una mano al rostro, Jinki habló: —Olvídalo.
Antes de que Jinki pudiera irse, Taemin lo detuvo llamándolo por su nombre. Jinki se detuvo inmediatamente, sorprendido al ver a Taemin mostrarse tan... abierto, aún cuando estaba ocupado en otra cosa. Alguien debería estar filmando esto, para tener pruebas de que en realidad sucedió.
La sorpresa no pudo llevar a nada más que la preocupación. —¿Pasa algo?
—Nada realmente —Taemin sonrió mientras cerraba el libro y cruzaba las piernas, haciendo el indio sin dejar de mirar a Jinki—, sólo me preguntaba si te quedarías conmigo un rato.
Jinki dudó, temiendo que todo fuera parte de una especie de alocado plan para que le terminara comprando algo al menor, pero sólo bastó una pequeña sonrisa para que Jinki bufara y se sentara al lado del maknae.
—¿Y bien, de qué querías hablar?
Taemin cerró los ojos y se balanceó suavemente hacia atrás, sin dejar de sonreir tontamente; Jinki pensó que caería sobre la cama, rendido, como siempre hacía luego de dar un gran show, pero no lo hizo. Unos segundos más tarde, volvió a reincorporarse y miró a Jinki fijamente, con un pequeño rubor en sus mejillas.
—¿Nunca has estado enamorado?
Esa pregunta tomó por sorpresa a Jinki. Sabía que si hubiera estado comiendo algo probablemente se hubiera atragantado; si hubiera estado bebiendo agua, la habría escupido; si hubiera... bueno, creo que se entiende.
—¿Qué? —fue lo único que pudo decir.
Taemin rió un poco al ver la reacción de su mayor. —Lo que escuchaste.
Jinki se quedó pensativo un momento. ¿Enamorarse? Bueno, sí, había estado enamorado varias veces en su vida, pero...
—¿Cómo se siente?
Taemin continuó, sin darle tiempo de contestar la primera pregunta. Sostenía con fuerza el libro entre sus manos mientras sonreía de oreja a oreja, esperando impaciente la respuesta de Jinki. De veras, en estos momentos es donde Jinki cuestionaba la edad de Taemin. Se veía como un niño pequeño esperando a que le den el juego que esperó por tanto tiempo.
Aún así, Jinki no tenía idea de lo que contestar. —¿A qué te refieres?
Taemin bufó, moviendo un poco de su flequillo de una manera divertida y tierna que enterneció a Jinki.
—Vamos, ya sabes: ¿cómo se siente? —persistió—, ¿de veras sienten mariposas y todas esas cosas que se leen en las novelas?
Un pequeño brillo de ilusión fue notorio en los ojos del menor, haciendo que Jinki fuera el que bufara esta vez.
—¿Por qué me preguntas a mí?
Eso había sonado un poco más desanimado de lo que Jinki esperaba. No quería que Taemin pensara que estaba irritado o algo, ya que el menor tenía la costumbre de adquirir los sentimientos a su alrededor y Jinki no quería que Taemin se sintiera de cualquier manera que no fuera alegre.
Sin otra opción, empezó: —Bueno, en realidad no lo sé muy bien, sólo estuve enamorado una vez, creo —hizo una pausa admirando la increíble atención que le prestaba el menor, completamente diferente a su indiferente personalidad—, pero si tuviera que describirlo sería algo así como increíble.
Taemin lo miró esperando a que prosiguiera; Jinki tragó la saliva que se había acumulado en su cabidad bucal antes de remojar sus labios, haciendo tiempo antes de seguir. La sonrisa que no se iba del rostro de Taemin lo comenzaba a poner nervioso, pero luego de realizar que su corazón estaba latiendo rápido y era por esa misma sonrisa se tranquilizó un poco.
—No sé muy bien qué decirte —dijo nervioso, ladeando su cabeza para quitar el flequillo que no se quedaba en su lugar y cubría sus ojos tapando la perfecta vista que tenía de Taemin.
—Dime lo que sientas.
Esas palabras fueron todo lo que necesitó para comenzar.
—Pues... la verdad, siento que mi corazón se acelera y siento unas terribles ganas de vomitar. No sé si esas serán las mariposas de la que todos hablan, pero si es así, son unas mariposas muertas y tan podridas como para hacerme sentir tan mal. Siempre me siento así cuando veo a aquella persona. Y siendo sincero, no se siente nada bien; sentir que estás a punto de vomitar frente a la última personas que quisieras que lo viera es horrible, más cuando intentas impresionarla y simplemente piensas que todo saldrá mal —Taemin asintió levemente, esperando pacientemente a que Jinki continuara—. Aunque creo que eso es relativo a la felicidad que sientes cuando todo salió de acuerdo al plan; impresionaste a esa persona, esa persona se divirtió contigo, todo salió de lo más bien; perfecto. Por eso mismo, cuando todo sale mal te sientes la persona más horrible. Piensas algo como «trágame tierra» y dejas que los pensamientos vuelen: «¿qué pensará de mí?», «¿se habrá defraudado», «¿no habré cumplido sus expectativas?», «¿me odiará?», cosas así —Taemin volvió a asentir, entendiendo, de alguna manera, lo que Jinki intentaba decir—. Pero al final no es tan malo, sólo tu mente lo hace parecer así. Piensas que eres la peor persona del mundo, que mereces que alguien te pegue un tiro y eche tu cadáver al río, o peor, que esa persona no vuelva a hablarte; pero todo es mucho mejor de lo que piensas, y te sorprendes, porque esa persona te vuelve a hablar cuando pensabas que no te volvería a dirigir palabra, y eso es simplemente la mejor sensación del mundo. Nada es tan malo como parece.
Taemin sonrió. —¿Y quién es esa persona?
Jinki no dijo nada por unos segundos. Taemin lo miraba expectante, hasta que pensó que lo mejor hubiera sido no preguntar.
—Si no quieres decirlo, está bien, yo...
—Está bien —Jinki lo cortó—, igualmente, esa persona me ve sólo como un amigo. Es un amor imposible.
—Un amor no correspondido —el rostro de Taemin estaba totalmente serio, tal vez tan serio como nunca lo estuvo en su vida. Jinki se detuvo a mirar ese rostro serio por unos segundos, admirando cada rasgo detalle por detalle, intentando grabar ese rostro que probablemente no volvería a ver—. Hyung —prosiguió el maknae—, sé que podrás lograr que ese amor sea correspondido. Como Julia.
Jinki lo siguió mirando por un largo rato hasta que una de sus comisuras se levantó mientras soltaba una pequeña risilla. Se levantó de la cama y apoyó una mano sobre la cabeza de Taemin lenta y suavemente, moviéndola en una suave caricia que desconcertó al menor.
—Claro que podré, tonto.
Taemin levantó un poco la cabeza, mirándolo entre los mechones de cabello que sobresalían de su flequillo disparejo. Jinki tenía una sonrisa que simbolizaba una promesa que no llegó a sellarse con palabras.
Unos pocos segundos después Jinki se fue de la habitación mientras Taemin sobaba su cabeza, preguntándose quién sería esa persona.
De veras, el tonto no era por nada.
sophie here. perdón a todas las 2min shipper, pero el ontae me puede. y bue, disfrutan, las amo, comenten y esa stuff, las vigilo ( ͡° ͜ʖ ͡°) ahno.
Invitado
Invitado
Re: unrequited love.
No, no hay derecho. ¿Cuántas veces tendré que repetirte que dejes de subir cosas como estas? Así acabare muriendo antes de conocer a Onew ): está de lo más perfecto, ¿qué podría decir yo? El amor prohibido siempre será el índice de una fanfiction y espero que algo nuevo renazca para no seguir leyendo esto de una forma... Susceptible. Me irradias sentimientos bastante vergonzosos, es como si quisiera vivir una historia igual. Me alegro tanto de que evitaras a toda costa terminar como final de cuentos, es mejor dejar la duda al aire para que el lector se imagine el resto... Yo lo hice, finalmente Tae lo busca, se besan, a Jjong le da envidia, se chupetea a la diva de Key y Minho al lado de hace la paja. Fin.
Saranghae, Sofí
Saranghae, Sofí
Invitado
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