Percy Jackson and the Olympians "The Last Heir"

por **°Elizabeth°** Mar 01 Jul 2014, 3:11 pm

Ficha:

Percy podría haber tenido unas geniales dos semanas de vacaciones, pero ese sueño y todas esas visiones le estaban arruinando eso. Y no decir que ahora tendría que acompañar a su primo a rescatar a alguien que no tendría que haber nacido. Y a parte, tener ese molesto sentimiento que tendría que recordar algo muy importante

Nico simplemente no queria regresar al campamento. No pertencia a ese lugar, pero sabía que en ese lugar encontraria la respuesta a todos esos sueños y la razón por la cual ese fantasma no lo dejaba tranquilo. Pero presentia que todo lo que sucederia cambiaria su forma de ver el mundo, de cierta forma. Y eso es lo que no le gustaba

Annabeth ya se estaba acostumbrando a su vida: ir a la escuela, regresar al campamento, hacer las tareas, entrenar y poder molestar a su novio. Pero con la llegada de cierta persona y saber que algo andaba mal la hace desconectarse de su rutina y emprender un desafío que pondria cambiarle la vida.

por **°Elizabeth°** Jue 03 Jul 2014, 3:17 pm

Prologo

Se escuchaba un caos afuera del palacio. Se podía ver desde la terraza del palacio como los soldados marchaban para la cuidad. El cielo se estaba tornando de un color más y más oscuro a medida que pasaba el tiempo, se podía ver como se originaba una especie de remolino. La temperatura cayó repentinamente, como si se tratara del principio del invierno. Se escuchaba a las personas gritar, llorar, clamar en la ciudad, como si su vida dependiera de eso.

    Todo esto lo podía sentir, ver, escuchar desde la terraza de su habitación. Artaxes no entendía lo que pasaba, solo sabía que era algo grande. Nunca había presenciado algo así en sus siete años de vida. Era pequeño, pero siendo el hijo del rey sabía muchas cosas.

   “Arta, no te acerque ahí” le dijo su madre entrando a la habitación del pequeño.

    Ella llevaba una túnica morada, color de los de alta sociedad, que le llegaba hasta los pies. Su cuello era en estilo V, con unos aros que le sostenían la túnica en los hombros. Tenía brazaletes que le llegaban hasta los brazos, y sandalias de color dorado. Su cabello estaba sujeto a la mitad con un broche y se podía ver que llego hasta él corriendo por unos cabellos sueltos y por su respiración agitada. Sus ojos color gris mostraban preocupación y miedo. ¿Miedo? Se preguntó Artaxes. Nunca había visto a su madre mostrar miedo.

    “Arta, tenemos que irnos” le dijo su madre lo más calmada posible. Pero Artaxes noto el leve miedo en su tono de voz. Era algo muy raro para él.

    “¿Qué está pasando, madre?” preguntó inocentemente su hijo.

    “Algo terrible va a pasar. Tenemos que irnos” respondió “¡Ahora!”

    Él obedeció a su madre y salió de la habitación. Al llegar a la mitad del pasillo se encontraron con su padre, el rey Atreus.

       “Rápido, no hay tiempo” exclamó su padre. “Hay que darnos prisa o será demasiado tarde”

       Corrían por todo el palacio, pero Artaxes podría jurar que escucho a su padre decir “ya es demasiado tarde”. Él se preguntaba las razones por la cuales sus padres estaban tan preocupados y con miedo. Su padre siempre le decía que aunque tuviera preocupación o miedo nunca lo reflejara a las personas que eran sus enemigos, solo cuando era necesario.
    “Solo muestra miedo y preocupación cuando sabes que ellos se lo creerán, pero simplemente están equivocados” le dijo su padre una vez que estaban paseando por la ciudad.

    Pero ahora, él se preguntaba si lo hacían para demostrar sus enemigos o porque algo de verdad horrible había pasado.

    Se encontraban en los establos después de haber salido del palacio. Muchos de sus sirvientes se encontraban ahí arreglando los caballos y carretas. Más allá se encontraba la mano derecha de su padre y su mejor amigo, Brutus, con toda su familia.

   “Atreus, todo está listo. Debemos de irnos ahora” le dijo Brutus al rey.

   Todos entraron al carruaje real y detrás de ellos venían los sirvientes con otras carretas. Lo que Artaxes notó fue que pocos soldados iban con ellos y la mayoría de ellos habían quedado en la cuidad hacía una especie de guerra, contra quién él no estaba seguro.

    “Qué crees es lo que está pasando, Arta” escucho decir alguien cerca de él. Al voltear vio unos ojos azules y un cabello negro. Era de la misma estatura que él. Llevaba una túnica color azul con una capa negra encima de él.

   “No tengo la más mínima idea, Elatreus” respondió Arta mirando hacia la ciudad, o lo que se podía ver de ella. “Solo sé que algo malo va a pasar”.

**********************

    “¡No puedes hacer eso!” gritó con todas su fuerzas hasta hacer los mares estremecerse.

    “¡Claro que puedo hacerlo, Poseidón!” gritó el rey de los dioses. “Ellos atacaron a los
griegos sin razón ¡alguna! No me digas que no es cierto”

    “Debe de haber otra solución”

    “No te metas, Artemisa” le exclamo Zeus.

    “Pero, no puedes exterminar a toda una civilización. Está mal” razonó Artemisa. “Diles Atenea.”

    Los dioses se encontraban reunidos en el Olimpo, cada uno en sus tronos a excepción de dos de ellos. Atenea podía mirar desde su trono la guerra que pronto se daría entre los griegos y el otro pueblo. Ella sabía que esto resultaría en lo peor. Pero en solo pensar en…

    “No hay otra solución, eso tiene que pasar” dijo una vos ingresando a la sala de tronos. Los dioses voltearon a ver a la puerta para encontrarse con el Oráculo de Delfi. Ella se encontraba parada enfrente de ellos con su cabeza en alto, como si no le tuviera miedo a nada. Su túnica blanca caía hasta sus pies descalzos, sus dos brazos tenían brazaletes de oros, y en su cintura llevaba un tipo de cinturón de trenza color dorado.

    “Pero quedara una pequeña descendencia de esa civilización” finalizó el oráculo.

    “No habrá” habló seguro Zeus “cada uno de ellos morirá. No quedara ni uno.”

    “Pero de esa descendencia dependerá si el Olimpo cae o no.” En cuanto ella dijo eso, todos voltearon con asombro. “He visto que dentro de muchos años el mundo enfrentara algo grande y en esa pequeña descendencia caerá si el Olimpo permanecerá o caerá en manos de un enemigo.”

    “Como crees que te creamos si cada uno de ellos tomo la decisión de guerra” le respondió Zeus.

     “No todos ellos decidieron, hay uno que se rehusó”

***************************

    El carruaje se detuvo. Arta escuchaba a lo lejos a su padre y amigo hablar sobre algo. Podía sentir el viento helado soplar en su cara, escuchaba las olas del mar azotar en las rocas y podía oler el mar.

    “Arta, despierta” escucho a su mejor amigo mientras lo sacudía. Él abrió los ojos para saber lo que pasaba. Se adaptó a la luz y miro a su mejor amigo. “Debes de ver esto.”

    Al salir del carruaje, Arta se dio cuenta que se encontraban en una especie de acantilado. Al mirar hacia abajo, las olas chocaban contra las rocas. Pero lo que le llamo la atención fue lo que sucedía en el cielo. Un gran huracán se estaba formando en el centro del mar, justo donde…

    “Arta, ven aquí” le dijo su madre Drina. Él se acercó a ella. Al estar enfrente ella se arrodillo hasta quedar a la altura de su hijo. “Debes de comprender que ahora todo es diferente. Nada será como antes.” Sus ojos se cristalizaron “Pero debes prometerme que nunca guardaras rencor. Nunca hagas algo por venganza.”

     “No entiendo” respondió él “¿qué está pasando?”

     “Dentro de muchos años lo entenderás”

por **Choocoa.** Mar 15 Jul 2014, 4:03 pm

Me encanta tu nove!!!
PD: síguela!!!!

por Invitado Mar 15 Jul 2014, 5:17 pm

Sigue, no ves que quede enganchada,y pues, quiero saber que demonios pasa.
Y arg, se que hay una invación y eso,pero termina, de relatarme.
Quiero saber más,en fin saludos.
Percy Jackson and the Olympians "The Last Heir" 2592836091

Percy Jackson and the Olympians "The Last Heir" 2592836091

por **°Elizabeth°** Mar 15 Jul 2014, 9:35 pm

AHHHHHHHHHH mis primeras dos lectoras!!!!!!
Gracias por sus comentarios. Ya llevaba como una semana y nadie comentaba. Pero gracias :3

Y quiero preguntar algo: ¿Quiénes ya han leído todos los libros de Percy Jackson?

por **StephanieMalfoyWeasley** Miér 16 Jul 2014, 1:58 pm

Holaaaaa! Nueva Lectora reportandose por acá! :3

Ya quiero que la sigaaas pliisss!!!! Me suena a que va a ser interesante!

Sobre tu pregunta... yo voy por el tercer libro de percy jackson recién y todo gracias al colegio, pero bueno... Percy Jackson and the Olympians "The Last Heir" 2204300288

Percy Jackson and the Olympians "The Last Heir" 2204300288

xxxx,

Stephie.

por Invitado Miér 16 Jul 2014, 3:43 pm

He aquí....yo
Yo los leí todos desde "El ladrón del Rayo" a "El último Olimpico" y desde "El héroe Perdido" hasta "La casa de Hades", solo me falta "Blood of Olympus". Lo estoy esperando eso sí, quiero saber como termina todo
ñ-ñ. En fín Saludos, nos vemos, sube pronto.

:vibracionmodeo

por **AnitaHoranMcGinty** Miér 16 Jul 2014, 7:41 pm

Oh por Dios! Me ha encantado y siempre ando buscando ff de percy jackson! Espero la sigas, un beso grande :)

por **°Elizabeth°** Jue 17 Jul 2014, 8:11 pm

Gracias por sus comentarios, de verdad gracias.

por **°Elizabeth°** Vie 18 Jul 2014, 1:52 pm

Y por las que no han leido los libros: este fanfic es después de los primeros cinco libros, habrán personajes y eventos que tal vez muchos no saben. Y si quieren saber más sobre ellos me dicen :D

por **°Elizabeth°** Vie 18 Jul 2014, 3:52 pm

Meet the characters

Percy Jackson

Percy Jackson:

Annabeth Chase

Annabeth Chase:

Nico di Angelo

Nico di Angelo:

Rachel Elizabeth Dare

Rachel Elizabeth Dare:

Stoll Brothers

Stoll Brothers:

Thalia Grace

Thalia Grace:

Grover Underwood y Juniper

Grover Underwood y Juniper:

Clarisse la Rue y Chris Rodriguez

Clarisse la Rue y Chris Rodriguez:

Fanart por: Burdge bug, Viria y AndytheLemon

por **°Elizabeth°** Lun 04 Ago 2014, 7:26 pm

Advertencia, Warning, προειδοποίηση o como quieran : Hola me llamo Percy Jackson. Lo siguiente que van a leer es pura ficción [guiño, guiño]. Muchos ya habrán leído sobre otros libros sobre mi vida de semidiós. Sobre como soy el hijo de Poseidón y otras cosas. Pero debo decirles que es pura ficción [otro guiño]. Pero muchos sabrán que es verdad, así les pediré que no le digan a nadie sobre la siguiente historia. Nadie debe saberla porque…nadie debe de saberla. Me pidieron que si podía dar algunas partes de mi punto de vista de esta historia, no sé quiénes más van a dar su parte. Así que no me pregunten. Otra cosa, si eres un semidiós por favor ten cuidado a lo que leerás, porque si todavía no has sido reclamado muchas cosas te pasaran. Y si no, solo disfruta de la historia.

Y deben jurar por el Styx que no contaran esta historia.

Percy fuera.

por **°Elizabeth°** Mar 12 Ago 2014, 10:09 pm

I

Percy

Percy estaba teniendo un buen día, hasta ese sueño. Se había levantado para ir a la escuela, aunque no le gustaba mucho ir. Pero no tenía de otra sabiendo que su padrastro era su profesor en la escuela. Al levantarse, Percy tenía un presentimiento de que algo iba a pasar ese día. Y siendo un semidiós no era muy bueno ese presentimiento. Algunas veces solo puede significar problemas y de esos en los cuales puede que mueras. Pero Percy solo lo ignoro y decidió cambiarse y comer algo antes de ir a la escuela.

Estar en su segundo año de preparatoria y no tener a Rachel, con la cual platicaba y se sentía mejor, se estaba volviendo aburrido. Estar con Rachel en esa escuela lo hacía sentir menos perdido y se podría decir que le entendía a algunas clases. Pero ahora estaba aún más perdido.

Percy fue hacía la cocina y vio los panqueques azules que su madre le hizo. Como amaba esos panqueques y lo mejor…eran azules.

“Buenos días, Percy” le dijo su madre Sally

“Buebos bias” le contesto con panqueques en su boca.

“Percy…no hables con la boca llena de comida”

Percy tragó, tomó un poco de jugo y se disculpó. Después de haber desayunado y revisado que llevaba todo, aunque sea lo necesario como lápiz y papel, salió del departamento para la escuela.

Mientras caminaba, pensaba en como hace un mes y medio él y sus amigos se encontraban peleando contra Cronos y sus secuaces. Wow, se decía Percy, siento que eso fue hace mucho tiempo y solo ha pasado un mes y medio. Percy siguió caminando por Nueva York hasta llegar a la preparatoria Goode.

Percy hizo los mismo que hacia todos los días, ir a su casillero, sacar lo necesario (que constaba de un cuaderno y un lápiz) y salir hacia su clase (Algebra). Solo esperaba que esta vez no llegara un monstruo haciéndose pasar como profesor. Ya tenía suficiente con eso y no quería más problemas ya que esta era la primera vez que Percy asistía a la misma escuela por segunda vez. Aunque estaba seguro que Paul tenía algo que ver, no a cualquier chico lo dejan entrar después de incendiar el salón de música.

Percy llegó a su salón y se sentó atrás. No quería poner atención este día. Sus compañeros entraban platicando, chismeando y molestando entre ellos. Todos se callaron cuando escucharon una alarma. Por instinto, Percy saco su bolígrafo de su bolsillo y lo des encapucho y de él salió una espada de bronce de unos tres metros. Riptide. Al tal acto todos los del salón voltearon a verlo. Percy no tenía la más mínima idea de lo que ellos veían, podría ser que veían un palo de golf o un bate de baseball, tal vez incluso una batuta de música. Uno nunca estaba seguro de lo que los mortales veían, pero por veces podría ser algo insignificante o incluso ridículo.

Percy volvió a poner el tapón al bolígrafo y miró hacia otro lado. De las bocinas se escuchaba la voz del director de la preparatoria. “Chicos y chicas se les informa que las siguiente dos semanas no habrán clases por moti—”fue todo lo que se le escucho porque todos los alumnos gritaban de alegría y Percy no se quedaba atrás.

Al llegar a casa, Percy fue directo hacia su habitación a tomar algunas cosas (un par de ropa) y comida y meterlas en un bolsón. Fue a la cocina y le dejo una nota a su mamá. Cerró la puerta del departamento (pero se aseguró que tuviera llave) y se dispuso a pedir un taxi o mejor aún llamar a alguien.

Percy silbo, como todo un neoyorquino. En un abrir y cerrar de ojos Percy se encontraba en el suelo con un perro enorme encima de él. Y cuando hablamos de enorme, es enorme. Ms. O Leary estaba “besando” a Percy de la alegría. Para ser un sabueso del infierno era muy cariñosa.

“Bien, chica, llévame al campamento” le dijo Percy cuando se subió en Ms. O Leary. Como siempre a Percy le encantaba viajar en sombra. Si le temes a la oscuridad, y no te gusta el frio y sientes que por algo minúsculo vas a vomitar, nunca pruebes viajar en sombra. Pero en lo demás, era lo más genial del mundo.

En segundo se encontraban en el Campamento de Media Sangre. Pero al parecer aterrizaron en la mesa de alguien o en alguien porque escucharon un grito. Percy bajo del sabueso y miro quién era.

“Oye, ¿estás bien?” preguntó Percy.

“¡Percy, amigo! Ten cuidado la próxima vez. Nos arruinaste el plan para una broma para Katie”

“Sí, Percy, esta iba a ser buena.”

“Uh…Los siento. Pero creo que ya deberían de dejarla en paz. ¿No lo creen Travis, Connor?”

“No seas aguafiestas, Percy” le dijo Connor “solo iba ser una pequeña e inofensiva broma” Pequeña e inofensiva. Con Travis y Connor Stoll esas palabras en sus bromas nunca existían.

“Sí, es algo pequeño. No creo que Katie le moleste” siguió Travis. “Además, a Katie le gusta nuestra bromas”

Eso lo dudaba Percy. Siempre que los Stolls hacían algo a Katie, hija de Demeter, ella explotaba y empezaba a gritarles mil y un cosas. Tanto en inglés como en griego, y no eran lindas cosas.

“Si ustedes lo dicen…” Percy decidió seguir su camino, no quería meterse en más problemas. Y estando con los Stolls solo eso tendría.

Decidió ir a su cabaña, dejar su mochila, cambiarse de ropa y salir a practicar con su espada. Al terminar de practicar decidió ir a la playa a relajarse un poco, tal vez podría hablar con su padre o con Tyson.

“¿Qué no se supone que deberías de estar en la escuela, Cerebro de Algas”

Percy no tendría que girar su cabeza para saber quién era. Simplemente con el apodo y con la forma en acercarse a él hablaba por sí solo. “Me escabullí de la escuela. Estaba demasiado aburrido y necesitaba distraerme”

“Como si te voy a creer. Si fuera cierto, todos los días te vería aquí, y no es así. Así que dime” Nunca podría ganar con Annabeth, lo sabía todo.

“El director decidió darnos dos semanas de vacaciones” le respondió Percy.

“¿Y la razón fue?”

“No lo sé. No escuche su razón. Solo sé que no iré a la escuela por dos semanas” exclamó Percy acostándose en la playa con sus brazos en la cabeza. Aunque… ¿no debería de estar ella también en la escuela? “¿Y no deberías de estar también en tu “tan genial” escuela que tiene toda esas cosas sobre arquitectura?” le preguntó Percy.

Annabeth no respondió. Ha eso la dejo callada. Percy uno, Annabeth eh…bueno eso no importa. Pensó Percy, lo importante es que la deje callada. Era una muy, pero muy rara vez que Percy dejaba a Annabeth callada.

“En realidad, los profesores nos dejaron tres semanas sin escuela para los de segundo año para hacer un proyecto sobre las estructuras de Grecia y hacer una pequeña maqueta sobre ello” No duro mucho ese silencio, y además esa sí parecía una buena excusa. A comparación de la suya: ni idea. “Pero quise tomar una semana para descansar. Además ya tengo la mitad del proyecto hecho”

“Oh” fue todo lo que Percy pudo decir.

“Vamos, según tu horario tienes clase conmigo” sonrió Annabeth.

“Ugh” respondió Percy con mala cara. No que no le gustara que Annabeth le diera clase, le encantaba eso. Pero no era muy bueno en lo de la Historia Antigua, y tener de maestra a alguien en la cual sabía todo y era estricta no era muy bueno.

“Solo para hacer esta clase un poco más divertida, si respondo correctamente… ¿puedo tener un beso de recompensa?” sonrió maliciosamente Percy.

“Ya lo veremos…” respondió Annabeth.

En la cena, Percy se sentía contento. Veía a muchos campistas este año. Y el campamento se veía más lleno. Habían perdido a mucho en la Guerra de Titanes, pero después que los dioses habían jurado reconocer a sus hijos, el campamento nunca estuvo más lleno y con vida. Había más cabañas, más niños felices en sus nuevas cabañas y con sus nuevos hermanos. Ya no se vía a la Cabaña de Hermes estar tan saturada.

La fogata que se encontraba en medio de todas las mesas irradiaba de un color naranja; se sentía lo cálido del ambiente. Percy logro ver a Rachel entrar al comedor. Estaba vestida con su ropa del colegio. Qué bueno que en el mío no tenemos uniforme, pensó Percy. Rachel logro verlo y le regalo una sonrisa para dirigirse donde él. Siendo ella la Oráculo de Delfi podía sentarse donde ella quisiera. Pero antes que ella se sentara, Percy vio a ambos lados para saber si Annabeth estaba cerca. No quería que sucediera algo entre ellas. Aunque Annabeth ya le había dicho que eran amigas, Percy todavía no se sentía tan cómodo.

“Percy, me sorprende, bueno en realidad no me sorprende. Solo me preguntaba hasta cuando ibas a escapar de la escuela para venir aquí” le dijo Rachel sonriendo y sentando se enfrente de él.

Percy rio ante lo que dijo. “Que hay de ti Rachel, veo que también escapaste del internado” le sonrió maliciosamente a Rachel.

“No me escape, Percy.” Le dijo tranquilamente Rachel “Todos los días vengo al campamento luego de pasar horas en ese estúpido internado con todas esas niñas mimadas.”

Percy rio. Él no se imaginaba a Rachel Elizabeth Dare estar en un colegio privado con un montón de niñas mimadas usando ropa de marca; Rachel era lo opuesto. Percy siempre la veía con pantalones llenos de pintura y camisas normales y nunca decía quien eran sus padres. Además que ella fue la que le lanzo un broche de cabello al mismísimo Cronos. Y verla, o mejor, saber que asistía a ese tipo de escuela sonaba ridículo.

“¿Y qué tal las has pasado?” le preguntó Percy “¿alguna te ha preguntado algo y has dicho una profecía o algo por el estilo?”. Percy rio ante lo que pregunto. Solo se imaginaba a Rachel Elizabeth Dare ser poseída por el Oráculo de Delfi con esos ojos verdes y salir humo de ellos, más hablar con tres voces y ver como todas esas niñas quedaban asustadas ante tal cosa.

“He estado tratando de controlar eso. Una vez una chica me pregunto si sabía dónde estaba tal tienda y le conteste que tuviera cuidado con unos patines. Ella se me quedo viendo raro, pero a los días se quebró la pierna por estar cerca de un patín.” Le respondió Rachel riendo “Pero últimamente, he estado teniendo visiones de algo. No sé de qué exactamente.”

Percy pensó en la última profecía que Rachel Dare dijo hace unos meses. “¿Crees que sea sobre la otra Gran Profecía?” preguntó con cuidado Percy “Sé que Chiron dijo que esa profecía no podría pasar en este tiempo y que tal vez pasen años para que se cumpla, pero me tiene—“

“Preocupado, lo sé” dijo Rachel. “Pero creo que no debes de pensar mucho en ello. Nadie sabe si es cierto o no.”

Percy miro al plato que tenía enfrente. En él apareció una hamburguesa grande con papas y en su vaso una gaseosa azul. Al no más verla se le hizo agua a la boca. Volteo a ver el plato de Rachel y noto su pizza grande de queso. Más agua a la boca.

“Percy, ya tienes tu comida. No estés tratando de quitarme la mía.” Percy volteo y tomo su plato para ofrecer la mitad a su padre. Rachel lo siguió a la fogata. Percy se preguntaba a quién estaría ofreciendo la comida Rachel, si ella era una simple mortal sin ni una gota de un dios griego. “Es para Apolo, si te estás preguntando.”

“Pues claro” respondió Percy tratando que no se notara lo tonto de su cara.

Al regresar a la mesa, Percy y Rachel siguieron hablando de otras cosas. Chiron aviso después de unas horas que era hora de ir a las cabañas. Rachel se despidió de Percy y se fue a su cueva.

por **°Elizabeth°** Miér 17 Sep 2014, 10:09 pm

II

Percy

“Veo que disfrutaste tu cena con Rachel” dijo una voz detrás de él. Percy volteo y se encontró con un par de ojos grises con furia. Percy trago en seco. Jamás en tu vida hagas enojar a Annabeth porque las consecuencias serían desastrosas.

Percy pensó en que decir al respecto. No quería enojar más a Annabeth porque sabía que no le iría bien. “Eh…” fue todo lo que salió de su boca. Sí Percy, buena respuesta. Volvió a ver a Annabeth y vio como sus ojos brillaban de maldad. Ahí fue cuando Percy se dio cuenta que Annabeth estaba jugando con él. Con que así con las cosas ¿eh?

“En realidad si la disfrute” dijo Percy con una sonrisa ladeada.

“Oh, ¿de verdad?” le preguntó Annabeth con una ceja alzada.

“¡Percy!” escucho a alguien decir su nombre. Volteo la cabeza a la dirección de la voz de hace un momento y se encontró con un sátiro corriendo hacia ellos. Tenía puesta una camisa verde con un mundo en el centro diciendo “Salva la tierra”. En su cintura llevaba un cinturón con una pequeña daga y su flauta.

“¡Grover!” respondió Percy al ver a su mejor amigo corriendo hacia ellos. Al llegar Grover, ambos se dieron un abrazo, masculino para especificar. Uno con solo pasar tu brazo en el hombro del otro y una palmada en la espalda.

“Juniper me dijo que estabas aquí en el campamento. Siento que tengo años de no haberte visto viejo” le dijo Grover. “Hey, ¿acaso te escapaste de la escuela? Porque que yo recuerde tendrías que estar dormido a esta hora para descansar e ir a la escuela en la mañana”

Percy escucho como Annabeth reía en bajo por ese comentario. Gracias Grover por avergonzarme enfrente de Annabeth. Y es por esto que nunca gano.

“No olvidemos que babea cuando duerme” les recordó Annabeth con una maliciosa sonrisa.

“No me escape, solo nos dieron libre. Y cambiando de tema, ¿Qué hay de ti? ¿Qué ha pasado?”. Percy trató de cambiar el tema, no quería pasar más vergüenza.

“He ido por el país todavía tratando de convencer a dríadas, ninfas…sobre Pan. Ha sido difícil. Más con el constante viaje de muchos sátiros por todo el país para traer a los nuevos semidioses. Hedge está actualmente vigilando a dos en especial. Según él son poderosos”

“¿Y por qué no los trae?” pregunto Percy extrañado.

“Dice que ellos todavía no están listos. Quiere esperar. A parte que están en Nevada, lejos de aquí.”

“Me imagino. Siendo pequeños todavía no saben lo que les espera.” Comento Percy.

“¿Como tú te lo tomaste, Percy? ¿Desmayándote?” pregunto maliciosamente Annabeth.

¿Qué acaso era el día de avergonzar a Percy Jackson? Primero fue en la clase de Historia que tenía con Annabeth. Luego fue con esa pregunta con Rachel, y lo que dijo Grover sobre dormir, y no olvidemos lo de babear cuando duerme. ¿Y ahora esto? Definitivamente era el día de avergonzar a Percy Jackson.

“Hey, estaba exhausto después de pelear con ese minotauro y apenas tenía doce.” Se excusó Percy.

“Pone todas las excusas que quieras Cerebro de Algas…”

“Eh…creo que ya deberíamos de ir a las cabinas ¿No creen?” dijo Grover tratando que no hubiera una pelea.

“Grover tiene razón. ¿Me acompañas Percy?” pregunto inocentemente Annabeth. Como si no hubiera pasado nada.

“Claro” dijo fácilmente Percy.

Percy acompaño a Annabeth hasta su cabaña. El camino hacia su cabaña fue silencioso, pero no era un silencio incómodo. Era uno de esos silencios que te hacían sentir bien, con solo estar con esa persona especial a tu lado te hace sentir bien. Gracias a la magia que existía para controlar el clima en el campamento, el clima se sentía acogedor, ni frio ni caliente. Se podía escuchar a unas ninfas chismear, el agua del lago llegar hasta la playa y grillos haciendo su ruidos. Era una perfecta noche para caminar con su novia, cosa que duro poco cuando llegaron a la Cabaña de Atenea.

“Buenas noche Percy” dijo Annabeth devolviéndolo de sus pensamientos.

“Oh-he si buenas noches” respondió Percy. Volvió a ver a Annabeth y vio su sonrisa de burla. “Oye ¿por qué te ríes?”

“Por nada, Cerebro de Algas” fue todo lo que le dijo Annabeth antes de darle un beso y regresar a su cabaña.

De tan cansado que estaba, Percy al llegar a su cabaña lo primero que hizo fue caer rendido en la cama. No sintió cuando cerró los ojos y quedo sumamente dormido. Al parecer solo habían pasado un par de minutos cuando sintió el sol en su cara.

“Esto debe de ser una broma” se dijo Percy poniendo su antebrazo en los ojos y tapar la luz. Otra cosa que no duro mucho cuando sintió que alguien estaba jalando de él. “Annabeth solo cinco horas más. Tenemos mucho tiempo para Historia” dijo Percy somnoliento.

“Hey, Ojos de Foca, es tu turno”. Eso lo despertó. ¿Ojos de foca? Percy se levantó de un salto y miro a su alrededor. Estaba debajo de un árbol del Central Park. El clima era fresco, como si la primavera había recién llegado. Los pájaros cantaban y volaban de un lado al otro. Obviamente ya no se encontraba en su cuarto.

Percy miro como una niña de unos siete años estaba parada enfrente de él haciendo una mueca de fastidio. Ella tenía la piel bronceada, el cabello negro ondulado le llegaba hasta la mitad de la espalda. Tenía puesto unos shorts, camisa naranja y unos converse morados. Sus ojos verdes irradiaban de molestia, mientras sus manos estaban en su cintura.

“Cálmate, Sabelotodo, en eso estaba” dijo la voz de un niño detrás de Percy.

Percy no logro ver el rostro del niño ya que este salió corriendo cuando le quito un collar que tenía la niña en una mano, que él ni se dio cuenta que lo tenía. Pero solo logro ver su cabello negro y su camisa azul.

“¡Oye! Regrésame eso.” Reclamo la niña corriendo tras él.

“A ver si me alcanzas S—” gritó el niño, pero no termino la frase porque al parecer la niña ya estaba encima de él.

“¡HA! Te alcance, Patas de Pez” dijo la niña y se sentó en la espalda de su amigo.

“Oye, tú pesas. Quítate de encima” gimió el niño del “dolor”.

La niña de ojos verdes no le hizo caso y siguió sentada en la espalda del cabello negro.

“Bueno eso fue por quitarme MI collar, sabes que mi padre me lo regalo.”

“Sí, sí lo siento. Ahora quítate” insistía el niño.

“Nop”

“A—“el niño empezó a decir, pero de la nada Percy ya no se encontraba en Central Park. Si no en el aeropuerto de Nueva York.

Todo se veía como se tenía que ver en un aeropuerto, lleno de personas listas parar irse en un avión. Percy quería sentir otra vez que se sentía volar en un avión, pero siendo el hijo de Poseidón y sobrino del “gran” Zeus, que para recordar lo odiaba, no era muy buena idea viajar en avión.

“Por favor, no te enojes conmigo y no me olvides” dijo una voz cerca de él. O mejor dicho fue la única voz que escuchaba, ya que al parecer las demás voces no se escuchaban nada. Percy volteo y se encontró con la misma niña de antes, solo que esta vez estaba llorando y se veía más grande. La niña veía hacía la puerta, como esperando a alguien que nunca iba a aparecer. “Te quiero, no lo olvides” fue lo último que dijo antes de partir.

Percy despertó de un salto. No entendía ni una de estos sueños. Normalmente los sueños que tenía él implicaban salvar la vida de alguien, ver al enemigo hablar de su plan o en lo peor ver morir a alguien. Pero estos no tenían sentido, no veía el peligro en ningún lado. Solo a dos niños jugar y pasársela bien, bueno en el primer sueño se veía eso. Sabía que estos sueños significaban algo. Podría ser el pasado de alguien, ya había tenido sueños así. Como cuando vio la vida de Luke Castellan o la de Nico di Angelo. Pero esta, no sabía de quien era. Pero algo le decía que lo sabría pronto.

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