Aokigahara {N.C

Hunter se despierta con taquicardia, sabe que hacer el viaje es una equivocación, pero también sabe que debe hacerlo, no puede dejar solo a Nathan, no importa lo que él diga.
Se baja de la cama y pone la ropa previamente seleccionada, unos vaqueros ajustados y rasgados, una playera negra de su banda favorita y unos viejos tenis negros, en su mochila lleva una sudadera y las cosas básicas para sobrevivir, sabe que las brújulas no sirven en ese lugar, así que no lleva una, simplemente lleva pilas, una linterna, agua y comida enlatada.
Camina lentamente por los pasillos de su departamento, sabe perfectamente podría ser la última vez que lo va a ver.
Antes de ver si Nathan ya está listo se sienta en el comedor y comienza a escribir una carta a sus padres, una carta que se asegurara les llegue en seis meses, una carta que explica porque ya no está y porque nunca encontraran su cuerpo, termina la carta y suspira, quiere mantener sus pensamientos alejados de todo y se dedica a preparar el desayuno.
Ella y Nathan han compartido departamento desde que él termino la preparatoria y sus padres estuvieron de acuerdo porque se conocían desde que eran unos bebés, Nathan está estudiando la universidad y Hunter está en la preparatoria, aunque ahora se encuentran de vacaciones y los padres de ambos saben de su pequeño viaje a Japón.
El jugo de naranja escapa de las pequeñas manos de Hunter, pero alguien lo agarra antes de que toque el suelo.
— ¿Nerviosa Babu? —pregunta el pelinegro usando el apodo que le invento cuando eran pequeños.
—Tu sabes bien que si —responde exaltada la pelirroja, después de todo Nathan era su primer y único amor, claro que él no sabe nada de esto.
—No tienes por qué ir y lo sabes.
— ¿No quieres que vaya contigo?
—Sabes que me encanta que me acompañes, pero sabes que es peligroso.
—Exacto, si yo no voy ¿Quién te va a cuidar? — Dice sonriendo la chica, —Toma te hice el desayuno.
Nathan ayudo a llevar las cosas a la mesa y ambos se sentaron a comer en silencio, la verdad que Hunter aceptara vivir con Nathan fue un alivio para el chico, pues siempre desde que tiene memoria ha estado enamorado de la muchacha y aunque el piense que solo lo ve como un hermano, le gusta compartir tiempo con ella.El tiempo se agota, tienen que llegar al aeropuerto dos horas antes del vuelo y no logran encontrar los boletos por ninguna parte, no es hasta que Hunter sugiere buscar en la agenda que los encuentran.
—Estaría perdido sin ti ¿lo sabes?
—Sí, lo sé. —Hunter siente una gran opresión en el pecho, sabe que algo va a pasar. Cierra la puerta después de dar una última mirada al departamento, por alguna razón presiente que esta es la última vez que lo va a ver.La encargada de revisar los boletos no deja de mirar a Nathan, haciendo a Hunter sentí pequeña, puesto que la otra es rubia, alta, delgada y con una cara similar a la de Barbie, Hunter por otra parte es pelirroja, baja, flaca y pecosa, aunque Nathan parece no notar las miradas y sonrisas que la ayudante le lanza, Hunter si siente la mirada fulminante de está cuando Nat pasa la mano por su cintura.
La ayudante los conduce a la sala de espera, donde les muestra donde sentarse.
Se están sentados un rato, hasta que Nathan se aburre y comienza a hacerle cosquillas a Hunter, quien se intenta defender, sin ninguna clase de éxito, no es hasta que el chico logra tirar a Hunter de su asiento cuando para.
—Para tener veintiún años eres un poco inmaduro ¿lo sabes?
—Para tener diecisiete años eres un poco estirada ¿no crees?
— ¿Leíste Divergente?
—No es mi culpa que dejes tus libros por la casa y que tardes años en la escuela. —Hunter le dedica una sonrisa de lado y después se voltea para que no vea su sonrojo —Tengo hambre, toma 20 libras y ve por algo de comer.
—Lo que mande patrón.
—Soy tu mayor y me debes respetar.
La chica se para a regañadientes, pero con una sonrisa en los labios y camina hasta el área de comida rápida.
Repasa con la mirada los restaurantes y se decide por uno de hamburguesas, compra algo para que ella y Nathan coman, paga y espera el cambio mientras trata de recordar en donde están sentados, pero levanta la mirada y rápidamente encuentra a un chico cubierto de tatuajes.
—Toma, sé que a ti te gustan las hamburguesas con tocino, así que compre una, la verdad no entiendo como comes tanto, porque acabamos de tener el desayuno, de todas maneras yo me compre un helado y te compre una coca, ten el cambio.
—No sé quién crees que sea, pero estoy cien por ciento seguro de que no soy a quien buscas, hola un gusto me llamo Erik —dice el chico extrañado y tendiéndole la mano a Hunter.
—Disculpa, pensé que eras mi amigo, yo lo siento, soy Hunter, reamente lo siento. —la pelirroja estrecha la mano del muchacho y sale corriendo con la comida en las manos. Una vez que encuentra a Nathan le entrega la comida y el cambio sin decir una palabra.
—Babu, estas más roja de lo usual ¿paso algo?
—Cállate y come —susurra la chica provocando una sonora risa por parte de su amigo.El avión comienza a abordar y los dos chicos se agarran de la mano, Nathan quita la mochila se los hombros de Hunter y lleva las dos mochilas.
—Es la primera vez que me subo a un avión.
—Sí, lo sé, pero aquí estoy yo, te daré la mano todo el vuelo.
El avión despega y Hunter cierra los ojos y aprieta la mano de Nathan, quien solo la observa y sonríe, dejando que su estómago se llene de mariposas.
Llega el momento de quitarse los cinturones, sin embargo la joven chica no lo hace y Nathan también se lo deja para relajar a Babu, las azafatas comienzan a pasar ofreciendo dulces y bebidas para los viajeros. Una joven azafata ve a Nathan y se lo come con la mirada, pero mira a Hunter y siente un odio irracional, ella es una chica pelirroja y muy delgada, por lo que esa chica con aspecto de muñeca de trapo no sería competencia, pasa por el asiento donde los jóvenes están sentados contoneando sus caderas.
—Bienvenidos a su viaje con destino a Japón, mi nombre es Adrielle ¿hay algo que les pueda ofrecer? —pregunta en una seductora voz, que Nat no parece notar.
—Sí, me puede dar un vaso con agua y una barra de chocolate, por favor, mi amiga no se encuentra muy bien.
—En seguida lo traigo.
—Hunter, te dije que era una mala idea que te sentaras en la ventana —dice Nathan ignorando por completo la sonrisa coqueta de Adrielle.
—Para el regreso no me haces caso y me sientas en el pasillo ¿te parece?Es un vuelo largo y el cansancio es notorio en ambos jóvenes, Hunter por su parte descansa su cabeza en el pecho de Nathan, recibiendo miradas de furia por parte de la azafata que previamente los había atendido.
Otra azafata, una ya grande y que lleva años trabajando para la compañía es la encargada de repartir cobijas y almohadas entre los viajeros, en cuanto la señora vio a los jóvenes les entrego solo una cobija, gesto que Nathan agradeció con una encantadora sonrisa y acomoda la cobija alrededor de Hunter.La hora de aterrizar ha llegado, ya no se pueden echar para atrás, ambos jóvenes bajan del avión con las manos entrelazadas sin mirar que alguien los va siguiendo.
Es de noche cuando llegan a Japón, pero eso no se va a meter con sus planes, se suben al taxi que los llevara a su destino y una vez que pagan deciden entrar a bosque aun agarrados de la mano, el bosque se los traga sin dejar un rastro de ellos y la persona que los sigue entra cinco minutos después, desapareciendo por completo en la densa niebla que rodea a Aokigahara.

Spoiler: