a place to call our own | jai brooks |

— ¡Jai, detente! —Ariana se rio tontamente por como Jai la cosquilleó. El castaño hizo una pausa durante un segundo y la besó. — Esta bien, sólo porque te amo —dijo él después de la rotura del beso. Ese día, marcado el tercer día que ellos habían gastado en su nueva casa juntos, también era la primera vez que ellos habían vivido juntos.

Jai tenía a la pelirroja aún clavada en el sofá cuando de repente sonó el timbre.  — ¡Demonios! —Jai murmuró mientras se levantó para abrir la puerta. Justo cuando la puerta se abrió, Luke saltó encima de él, derribándolo en el proceso. — ¿¡Qué diablos Luke!? —Jai exclamó. — ¡Estoy contento de ver que mi hermano gemelo está vivo! ¿Dónde está Ari? —Luke le preguntó al mismo tiempo que su cabeza se asomaba por la puerta que conducía a la sala de estar. Ariana echó una ojeada encima del sofá, sólo para encontrar a un Jai mirando a un Luke con una mirada molesta por toda su cara. — Hola Ariana, me alegra que Jai no te haya matado hasta ahora —dijo con una leve sonrisa. Ariana lo saludó y le dedico una sonrisa. — ¿Por qué has venido? —Jai le pregunto impaciente. — ¡Cierto! Beau te envió otro cuadro suyo, Skip y James te echan demasiado de menos y pensé que estabas muerto —respondió. — Bueno, ¿dónde está el cuadro? —pregunto una vez más impaciente. — Está en el coche, vuelvo enseguida —Y con eso, Luke consiguió el cuadro e inmediatamente se marchó.

— ¡Por fin!, pensé que él nunca se marcharía —Jai dijo al mismo tiempo que caminaba de vuelta hacia el sofá. Ariana se rio tontamente. — Bebé, él estuvo solamente aquí como por 15 minutos.  — Pero fueron 15 minutos gastados estúpidamente que yo pude haber gastado contigo disfrutando de la nueva casa —dijo él sentándose al lado de Ariana. Jai posiciono su brazo alrededor de ella y la tiró cerca de él. — Realmente lo hicimos, tenemos un lugar para llamarlo nuestra casa. ¡No más interrupciones de tus hermanos, no más interrupciones de mi mamá o Frankie, bebé esto es tan perfecto! —Ariana dijo con un suspiro y una risa así como alzó la vista en Jai, que ya la miraba fijamente.— Claro que si bebe, bien dicho —empezó a decir. — Bueno, ahora que tenemos toda la casa para nosotros solitos... —Ariana lo cortó ahí. — ¡Pelea de almohadas! —dijo agarrando una almohada que estaba cerca, ya desempaquetada. Jai agarró otra almohada y empezó a golpearla ligeramente con él. — ¡Ouch! —lloró haciendo pucheros. Jai inmediatamente se detuvo y la miró arrepentido. — Lo siento bebe, no pensé en la fuerza con la que te pegaba. — ¿Qué tan arrepentido estás? —  preguntó y levantó su ceja. Jai sonrió, — Vamos arriba y te lo mostrare —Y con eso la recogió al estilo nupcial y se la llevó por las escaleras hasta su dormitorio, donde se quedarían por el resto del día.