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Entre ángeles y demonios
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Entre ángeles y demonios
Nombre: Entre ángeles y demonios
Autor: Belu Padula
Adaptación: Es una historia que pienso hace tiempo, totalmente mia. me fascina la escritura fantástica.
Género: Fantasía - Aventura - Romance - Acción
Advertencias: Me gusta escribir mucho, así que los capítulos son un poco largos pero están segmentados.
Otras páginas: No
1- EL PRÍNCIPE OSCURO
_No puedes tener este hijo -le dijo él mirandola de frente
_No puedes decirme eso - le contesto ella en tono de suplica
Él bajó la mirada y cerro los puños con fuerza. Sus ojos eran fríos y vacíos de expresión. Desde que la habia visto por primera vez sabia que algo iba mal pero igual no pudo resistirse a poseerla y haciendo caso omiso de su linaje y la situación, había continuado con los encuentros sin pensar en las consecuencias que esto podía traer entre sus mundos.
Pasaron por su mente todas las batallas que había comandado y las que vendrían. Eran tan diferentes. Tan distantes. Había un abismo entre ellos pero de todas formas no le había importado desobedecer las órdenes de su padre.
_Tienes que entenderlo - le dijo con una voz profunda y fría - soy un demonio y tú una simple
mortal... sabes lo que eso significa...
Ella trató de buscar su mirada pero no la encontró. Lo amaba de todas formas y no le importaba que sucediera. Sabía cuan cruel podía ser pero también sabía que si había sido capaz de amarla durante tanto tiempo era por que ella era importante para él.
_Gêldar por favor - le dijo con dulzura - sé que me amas
_Eso no importa ahora -dijo él dandole la espalda
Por un momento parecía mas alto que lo habitual, sus hombros parecían más anchos y fuertes y sus piernas parecían más musculosas que de costumbre. Estiró una mano y tocó suavemente su hombro para llamar su atención. Al contacto de sus dedos Gêldar se dio vuelta lentamente con la cabeza gacha. Un mechón de pelo negro como las mismas tinieblas caía sobre sus ojos y no alcanzaba a ver su expresión. Se quedo en silencio un momento para luego acercarse mas a él. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, pudo sentir su respiración tan caliente como el mismo infierno y por primera vez desde que supo lo que era sintió miedo y se apartó unos pasos hacia atrás. Antes de que pudiera poner una distancia entre ellos, la mano de él la tomo con fuerza del brazo y un frío helado le recorrió el cuerpo. Al mismo tiempo Gêldar levanto la mirada y ella pudo ver sus ojos coronados de un aro de fuego.
Por un instante se quedo sin aliento, trato de soltarse pero no tenia fuerzas para hacerlo, solo se sometió a su mirada de fuego esperando que él dijera algo.
_ ¿Ves lo que soy? - le dijo con una voz gutural y tan grave que no parecía la de él - No se puede
cambiar. ¿Qué piensas que saldrá de tu vientre? ¿Acaso piensas que estaré contigo haciendo mi función de padre como todos los mundanos acostumbran?
_ Me estas lastimando - dijo casi sin aliento
Gêldar la tomo de los hombros tratando de disminuir la fuerza pero apenas si podía controlarse. En otro momento y si ella fuera otra cualquiera, del montón de mundanos que no representaban nada para él, la habría convertido en cenizas y se hubiera tragado su alma, pero por alguna razón no podía hacerlo con ella. Nunca había tenido sentimientos de ninguna clase para con otra persona que no fuera de su especie y sin embargo desde que la había visto algo en su interior había cambiado. No sabía nada del amor, ni de la compasión, ni de otro sentimiento mundano y ahora, ante una simple humana, se sentía flaquear. Ella le había enseñado a amar, le había enseñado a sonreír y a extrañar a alguien por primera vez desde que había sido creado, porque los de su estirpe no tenían sentimientos, ni corazón y no sabían lo que era el amor.
_Esto soy - le dijo más tranquilo - soy el príncipe de Argozz y comando legiones de demonios que libran batallas para el reino de mi padre.
_ Pero me amas ... sé que me amas...
_ Eres una mundana... que ademas tiene sangre de angeles en sus venas!
_ Nunca te importo eso, como a mi no me importo que fueras... que fueras
_ Dilo!! - le gritó - Un demonio! Es lo que soy y no puedo cambiarlo!
Estaban en un campo lindero a una finca abandonada en las afueras de la ciudad. El sol acababa de ponerse, aunque todavía quedaban jirones de violeta, naranja y rosa que le daban un color extraño y bello. Nada hacía pensar que podría desatarse una tormenta, pero el cielo se puso gris de pronto y todo se quedo calmo como si estuvieran suspendidos en el tiempo y este hubiera dejado de correr, como la calma que antecede a la tempestad. Gêldar miro a su alrededor, los ojos todavía llameantes como el mismo infierno.
_ No puedes tener ese hijo - le dijo determinado
_No me importa lo que pase - dijo ella con miedo en su voz - quiero tenerlo... se que me amas y es producto del amor que sentimos, no importa si me muero en el intento, pero por favor no me quietes esta felicidad - le suplico
Él la miro un instante y de pronto sus ojos cambiaron al celeste de hielo de siempre, disminuyendo también la presión que sus dedos ejercían en sus hombros.
El aire se puso helado de golpe, al punto de que el aliento de sus bocas se transformaba en vapor. Por alguna razón, que no alcanzaba a comprender, Gêldar no pudo sentir furia y su boca hizo una mueca que intento ser una sonrisa.
_ Aline - le dijo quedamente - la razón por la que no puedes tener ese hijo es por que morirás cuando des a luz y no sabes que puede salir de esta unión. Ni siquiera sé como pudo pasar esto. Simplemente no debería haber pasado.
_ Tal vez así debe ser
_ No, tu eres una Nefhilim y yo un príncipe demoníaco. No esta bien. Si esa criatura llega a nacer no sabemos que consecuencias puede traer.
_ No soy Nefhilim. -dijo ella de pronto.
_Sí lo eres - dijo él con exasperación
_No me crié como tal. Ni siquiera tengo..
No termino la frase, porque antes de que lo hiciera él colocó un dedo sobre su boca para hacerla callar.
_Escuchame bien - le dijo en tono grave - Sabes que te amo... si es que quebrar las leyes de mi mundo y el no desear destruirte es amor - dijo en tono helado - y por esto que siento contigo debo advertirte: mi padre sabrá de esto aunque no se lo cuente, y cuando eso ocurra puede desatarse una guerra entre mi raza y la tuya. Mi padre no permitirá que ese niño ande por ahí para que sea usado de alguna manera en su contra por los ángeles o alguna de esas criaturas que se refriegan como gatos zalameros a los pies de Dios. Mientras sea un niño, ningún demonio podrá tocarlo, pero cuando sea mayor vendrán por él y yo no podre evitarlo y tu no estarás para protegerlo. ¿Que pasará entonces?
Una lágrima rodo por la mejilla helada de Aline sin que pudiera evitarlo. Sabia que él tenia razón, pero estaba segura de que hallaría la forma de proteger a ese niño que venia en camino. Que era una locura ya lo sabía, pero ya estaba hecho y no daría un paso atras. Pensó en lo difícil que sería enfrentar a su familia. ¿como haría para explicarle a su madre que estaba esperando un hijo de un demonio cuado su padre había muerto en manos de uno? La cabeza comenzó a darle vueltas y se sintió descompuesta.
Desde que su padre muriera en su casa no se hablaba ni de Dios ni del Diablo, Ni siquiera de los
Ángeles, el tema de la religión había sido sepultado junto con él y de hecho no había en la casa un solo elemento religioso en ningún rincón.
Cuando empezó a interesarse por las cosas sobrenaturales, compro a escondidas una tabla Ouija y empezó a experimentar hasta que un día Gêldar apareció ante ella sin saber como. A partir de ese momento su vida cambio por completo y ya no pudo volver para atrás. Hasta el momento había mantenido oculto todo lo que pasaba, pero ahora era diferente y no sabia como enfrentar lo que sabia que venia.
_No lo se - dijo casi en un susurro - supongo que pensare en algo
_Aline... cuando te conocí algo en mi cambio, y desobedecí a mi padre... aunque por mucho que te ame siempre seré leal a él ¿comprendes eso?
_ Si... lo se
_ Mi naturaleza es ... es
_No tienes que decirlo - le atajo - se quien eres
_Entonces no podrás decir que no estas advertida.
Lo miro a los ojos como tratando de descubrir algo del fuego que había visto antes, pero solo vio las frías pupilas celestes ,como el cielo, de siempre. Ni un atisbo de furia en ellos, nada que hiciera suponer que estaba molesto. Su pálido rostro estaba medio oculto bajo su negro cabello. Sin saber por que, no podía imaginarlo comandando sus legiones, despiadado y cruel, como sabia que debería ser en su reino y de alguna manera supo que este hijo que esperaba, no podía ser un monstruo. Ya estaba hecho ese niño era suyo y de él y nadie podría cambiar lo que pasaba, ni el amor que se tenían.
Era verano, sin embargo al rededor de ellos la temperatura era helada, pero no le importó, solo se abrazó fuertemente a él y lo besó tiernamente. Sabía que nada sería igual a partir de ese momento y quiso perderse entre sus brazos para siempre.
_Llévame contigo - le dijo
_No puedo hacer eso._ le dijo apartándola con frialdad_ No esta dentro de las posibilidades. Seré castigado por esto Aline y no me importa, pero llevarte es imposible. Ningún mortal puede ir a Argozz sin morir.
_ Pero tu puedes darme protección... debe haber alguna cosa que se pueda hacer.
Se paso la mano por el cabello al borde de la exasperación. Desde el principio supo que todo era un error y aun asi siguió adelante. Sabía que sería castigado por ello. Todo tenía un orden y nada justificaba que hubiese desobedecido una orden de su padre y muho menos enamorerse de una Nefhilim.
Una vez, un ángel se había enamorado de una humana y fué expulsado del reino de Dios; como consecuencia de ello, había nacido una nueva raza mitad ángel y mitad humanos: los Nefhilim, humanos con sangre celestial. Primero fueron maldecidos y luego, al ver que eran inocentes y que no tenían la culpa de su procedencia, fueron perdonados y se las asignó la tarea de custodiar los portales y capturar todo tipo de demonio que intentara cruzar y devolverlo a su lugar de origen; y así era desde hacía siglos y pasaba de generación en generación.
Gêldar sabía que había quebrado todas las leyes de su mundo, y también sabía que nada escapaba a los oidos de su padre, hasta el momento nada se sabía, pero el nacimiento de un ser humano con sangre de demonio de alto linaje no pasaría desapercibido. El mundo mortal estaba lleno de brujos y brujas, hechiceros y chamanes, que siempre estaban metiendo sus narices para averiguar cosas que luego pudieran vender a buen precio a algún demonio dispuesto a negociar a cambio de conocimiento de alguna pósima o algún hechizo de magia negra. Sabía que se sabria quizas antes de que el niño naciera. Amaba a Aline visceralmente, casi salvajemente, de manera bestial, no podía resistir su olor, su mirada lo perdía al punto de olvidarse a dónde pertenecía; pero eso solo duraba un instante fugaz, apenas notorio. Penso en todo los que pasaría y un extraño sentimiento creció dentro de él, algo que no sabía definir, que nunca había sentido ¿era trizteza? tal vez si, no lo sabía. Dejó a un lado lo que sentía y tomo la cara de ella entre sus manos, miro dentro de sus ojos y pudo ver como a travez de un cristal. La vio embarazada, luego dando a luz en en lugar limpio y sin nunguna clase de lujos, dos monjas la asistian; la vio sonreír al ver la cara de su hijo y luego cerrar sus ojos; vio a las monjas correr en busca de alluda y llevarse al niño de allí. Todo paso en una fracción de segundo, tan rápido y tan claro como el agua, podría haber visto mas si hubiese querido, pero prefirió no hacerlo; prefirió no saber nada del hijo que ella tendría sola y que también era su hijo.
_Que sucede?
Su voz lo trajo de nuevo al presente como si lo hubieran arrancado con violencia de un mal sueño.
_Nada - mintió
_Estabas leyendo mi alma, pude sentirlo... ¿qué viste?
_Lo que no tendría que haber pasado nunca - le dijo
Sin decir mas la besó casi salvajemente, era una despedida y ambos lo sabían. Cayeron al suelo cubierto de hierba, él sobre sus codos por encima de ella. Hizo a un lado su espada para no lastimarla y levantando la barbilla la observo con los ojos entrecerrados. Todo el fuego del infierno corria por su cuerpo ahora y ella podía sentirlo a travez de su piel. Acarició sus hombros y sus fuertes brazos surcados por pequeñas cicatrices. Por encima de su espalda, el cielo se cernia gris y amenazador sobre ellos; de alguna forma se imaginó que así sería siempre el cielo en su mundo. Todo era salvaje en él, su cabello negro semi largo que siempre caía sobre sus ojos; sus ojos celestes tan claros que casi eran blancos, coronados por una espesa linea de pestañas que los hacían resaltar mas aún; su boca fina de expresión dura que casi nunca sonreía; sus manos grandes pero a la vez refinadas con dedos largos y ágiles surcados por pequeñas marcas de cicatrices; su piel palida casi grisacea con simbolos tatuados que según su estado de ánimo resaltaban individualmente; podía ser dulce si quería, pero la mayoría de las veces le ganaba su instinto salvaje. De alguna manera Aline sabía que esa era la ultima vez que estarían juntos y quiso gravar en sus retinas su rostro, así que aparto con un dedo los cabellos que cubrían en parte su rostro y lo observo detenidamente. Estaba perdida en su mirada cuando él metio los dedos entre sus cabellos dorados y alborotados para luego llevarselos al rostro y olerlos como un animal huele a su presa para grabarse su olor. Se pegó mas a él y justo en ese momento dejo de existir la tierra, el cielo y el mismo infierno para ambos, un remolino de emociones los enredo y ya no supo mas nada. Solo que él era suyo y ella era de él. La noche los sorprendío, la oscuridad los rodeo de pronto y ya no importó nada mas, solo su cuerpo enlazado al de él.
Autor: Belu Padula
Adaptación: Es una historia que pienso hace tiempo, totalmente mia. me fascina la escritura fantástica.
Género: Fantasía - Aventura - Romance - Acción
Advertencias: Me gusta escribir mucho, así que los capítulos son un poco largos pero están segmentados.
Otras páginas: No
1- EL PRÍNCIPE OSCURO
_No puedes tener este hijo -le dijo él mirandola de frente
_No puedes decirme eso - le contesto ella en tono de suplica
Él bajó la mirada y cerro los puños con fuerza. Sus ojos eran fríos y vacíos de expresión. Desde que la habia visto por primera vez sabia que algo iba mal pero igual no pudo resistirse a poseerla y haciendo caso omiso de su linaje y la situación, había continuado con los encuentros sin pensar en las consecuencias que esto podía traer entre sus mundos.
Pasaron por su mente todas las batallas que había comandado y las que vendrían. Eran tan diferentes. Tan distantes. Había un abismo entre ellos pero de todas formas no le había importado desobedecer las órdenes de su padre.
_Tienes que entenderlo - le dijo con una voz profunda y fría - soy un demonio y tú una simple
mortal... sabes lo que eso significa...
Ella trató de buscar su mirada pero no la encontró. Lo amaba de todas formas y no le importaba que sucediera. Sabía cuan cruel podía ser pero también sabía que si había sido capaz de amarla durante tanto tiempo era por que ella era importante para él.
_Gêldar por favor - le dijo con dulzura - sé que me amas
_Eso no importa ahora -dijo él dandole la espalda
Por un momento parecía mas alto que lo habitual, sus hombros parecían más anchos y fuertes y sus piernas parecían más musculosas que de costumbre. Estiró una mano y tocó suavemente su hombro para llamar su atención. Al contacto de sus dedos Gêldar se dio vuelta lentamente con la cabeza gacha. Un mechón de pelo negro como las mismas tinieblas caía sobre sus ojos y no alcanzaba a ver su expresión. Se quedo en silencio un momento para luego acercarse mas a él. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, pudo sentir su respiración tan caliente como el mismo infierno y por primera vez desde que supo lo que era sintió miedo y se apartó unos pasos hacia atrás. Antes de que pudiera poner una distancia entre ellos, la mano de él la tomo con fuerza del brazo y un frío helado le recorrió el cuerpo. Al mismo tiempo Gêldar levanto la mirada y ella pudo ver sus ojos coronados de un aro de fuego.
Por un instante se quedo sin aliento, trato de soltarse pero no tenia fuerzas para hacerlo, solo se sometió a su mirada de fuego esperando que él dijera algo.
_ ¿Ves lo que soy? - le dijo con una voz gutural y tan grave que no parecía la de él - No se puede
cambiar. ¿Qué piensas que saldrá de tu vientre? ¿Acaso piensas que estaré contigo haciendo mi función de padre como todos los mundanos acostumbran?
_ Me estas lastimando - dijo casi sin aliento
Gêldar la tomo de los hombros tratando de disminuir la fuerza pero apenas si podía controlarse. En otro momento y si ella fuera otra cualquiera, del montón de mundanos que no representaban nada para él, la habría convertido en cenizas y se hubiera tragado su alma, pero por alguna razón no podía hacerlo con ella. Nunca había tenido sentimientos de ninguna clase para con otra persona que no fuera de su especie y sin embargo desde que la había visto algo en su interior había cambiado. No sabía nada del amor, ni de la compasión, ni de otro sentimiento mundano y ahora, ante una simple humana, se sentía flaquear. Ella le había enseñado a amar, le había enseñado a sonreír y a extrañar a alguien por primera vez desde que había sido creado, porque los de su estirpe no tenían sentimientos, ni corazón y no sabían lo que era el amor.
_Esto soy - le dijo más tranquilo - soy el príncipe de Argozz y comando legiones de demonios que libran batallas para el reino de mi padre.
_ Pero me amas ... sé que me amas...
_ Eres una mundana... que ademas tiene sangre de angeles en sus venas!
_ Nunca te importo eso, como a mi no me importo que fueras... que fueras
_ Dilo!! - le gritó - Un demonio! Es lo que soy y no puedo cambiarlo!
Estaban en un campo lindero a una finca abandonada en las afueras de la ciudad. El sol acababa de ponerse, aunque todavía quedaban jirones de violeta, naranja y rosa que le daban un color extraño y bello. Nada hacía pensar que podría desatarse una tormenta, pero el cielo se puso gris de pronto y todo se quedo calmo como si estuvieran suspendidos en el tiempo y este hubiera dejado de correr, como la calma que antecede a la tempestad. Gêldar miro a su alrededor, los ojos todavía llameantes como el mismo infierno.
_ No puedes tener ese hijo - le dijo determinado
_No me importa lo que pase - dijo ella con miedo en su voz - quiero tenerlo... se que me amas y es producto del amor que sentimos, no importa si me muero en el intento, pero por favor no me quietes esta felicidad - le suplico
Él la miro un instante y de pronto sus ojos cambiaron al celeste de hielo de siempre, disminuyendo también la presión que sus dedos ejercían en sus hombros.
El aire se puso helado de golpe, al punto de que el aliento de sus bocas se transformaba en vapor. Por alguna razón, que no alcanzaba a comprender, Gêldar no pudo sentir furia y su boca hizo una mueca que intento ser una sonrisa.
_ Aline - le dijo quedamente - la razón por la que no puedes tener ese hijo es por que morirás cuando des a luz y no sabes que puede salir de esta unión. Ni siquiera sé como pudo pasar esto. Simplemente no debería haber pasado.
_ Tal vez así debe ser
_ No, tu eres una Nefhilim y yo un príncipe demoníaco. No esta bien. Si esa criatura llega a nacer no sabemos que consecuencias puede traer.
_ No soy Nefhilim. -dijo ella de pronto.
_Sí lo eres - dijo él con exasperación
_No me crié como tal. Ni siquiera tengo..
No termino la frase, porque antes de que lo hiciera él colocó un dedo sobre su boca para hacerla callar.
_Escuchame bien - le dijo en tono grave - Sabes que te amo... si es que quebrar las leyes de mi mundo y el no desear destruirte es amor - dijo en tono helado - y por esto que siento contigo debo advertirte: mi padre sabrá de esto aunque no se lo cuente, y cuando eso ocurra puede desatarse una guerra entre mi raza y la tuya. Mi padre no permitirá que ese niño ande por ahí para que sea usado de alguna manera en su contra por los ángeles o alguna de esas criaturas que se refriegan como gatos zalameros a los pies de Dios. Mientras sea un niño, ningún demonio podrá tocarlo, pero cuando sea mayor vendrán por él y yo no podre evitarlo y tu no estarás para protegerlo. ¿Que pasará entonces?
Una lágrima rodo por la mejilla helada de Aline sin que pudiera evitarlo. Sabia que él tenia razón, pero estaba segura de que hallaría la forma de proteger a ese niño que venia en camino. Que era una locura ya lo sabía, pero ya estaba hecho y no daría un paso atras. Pensó en lo difícil que sería enfrentar a su familia. ¿como haría para explicarle a su madre que estaba esperando un hijo de un demonio cuado su padre había muerto en manos de uno? La cabeza comenzó a darle vueltas y se sintió descompuesta.
Desde que su padre muriera en su casa no se hablaba ni de Dios ni del Diablo, Ni siquiera de los
Ángeles, el tema de la religión había sido sepultado junto con él y de hecho no había en la casa un solo elemento religioso en ningún rincón.
Cuando empezó a interesarse por las cosas sobrenaturales, compro a escondidas una tabla Ouija y empezó a experimentar hasta que un día Gêldar apareció ante ella sin saber como. A partir de ese momento su vida cambio por completo y ya no pudo volver para atrás. Hasta el momento había mantenido oculto todo lo que pasaba, pero ahora era diferente y no sabia como enfrentar lo que sabia que venia.
_No lo se - dijo casi en un susurro - supongo que pensare en algo
_Aline... cuando te conocí algo en mi cambio, y desobedecí a mi padre... aunque por mucho que te ame siempre seré leal a él ¿comprendes eso?
_ Si... lo se
_ Mi naturaleza es ... es
_No tienes que decirlo - le atajo - se quien eres
_Entonces no podrás decir que no estas advertida.
Lo miro a los ojos como tratando de descubrir algo del fuego que había visto antes, pero solo vio las frías pupilas celestes ,como el cielo, de siempre. Ni un atisbo de furia en ellos, nada que hiciera suponer que estaba molesto. Su pálido rostro estaba medio oculto bajo su negro cabello. Sin saber por que, no podía imaginarlo comandando sus legiones, despiadado y cruel, como sabia que debería ser en su reino y de alguna manera supo que este hijo que esperaba, no podía ser un monstruo. Ya estaba hecho ese niño era suyo y de él y nadie podría cambiar lo que pasaba, ni el amor que se tenían.
Era verano, sin embargo al rededor de ellos la temperatura era helada, pero no le importó, solo se abrazó fuertemente a él y lo besó tiernamente. Sabía que nada sería igual a partir de ese momento y quiso perderse entre sus brazos para siempre.
_Llévame contigo - le dijo
_No puedo hacer eso._ le dijo apartándola con frialdad_ No esta dentro de las posibilidades. Seré castigado por esto Aline y no me importa, pero llevarte es imposible. Ningún mortal puede ir a Argozz sin morir.
_ Pero tu puedes darme protección... debe haber alguna cosa que se pueda hacer.
Se paso la mano por el cabello al borde de la exasperación. Desde el principio supo que todo era un error y aun asi siguió adelante. Sabía que sería castigado por ello. Todo tenía un orden y nada justificaba que hubiese desobedecido una orden de su padre y muho menos enamorerse de una Nefhilim.
Una vez, un ángel se había enamorado de una humana y fué expulsado del reino de Dios; como consecuencia de ello, había nacido una nueva raza mitad ángel y mitad humanos: los Nefhilim, humanos con sangre celestial. Primero fueron maldecidos y luego, al ver que eran inocentes y que no tenían la culpa de su procedencia, fueron perdonados y se las asignó la tarea de custodiar los portales y capturar todo tipo de demonio que intentara cruzar y devolverlo a su lugar de origen; y así era desde hacía siglos y pasaba de generación en generación.
Gêldar sabía que había quebrado todas las leyes de su mundo, y también sabía que nada escapaba a los oidos de su padre, hasta el momento nada se sabía, pero el nacimiento de un ser humano con sangre de demonio de alto linaje no pasaría desapercibido. El mundo mortal estaba lleno de brujos y brujas, hechiceros y chamanes, que siempre estaban metiendo sus narices para averiguar cosas que luego pudieran vender a buen precio a algún demonio dispuesto a negociar a cambio de conocimiento de alguna pósima o algún hechizo de magia negra. Sabía que se sabria quizas antes de que el niño naciera. Amaba a Aline visceralmente, casi salvajemente, de manera bestial, no podía resistir su olor, su mirada lo perdía al punto de olvidarse a dónde pertenecía; pero eso solo duraba un instante fugaz, apenas notorio. Penso en todo los que pasaría y un extraño sentimiento creció dentro de él, algo que no sabía definir, que nunca había sentido ¿era trizteza? tal vez si, no lo sabía. Dejó a un lado lo que sentía y tomo la cara de ella entre sus manos, miro dentro de sus ojos y pudo ver como a travez de un cristal. La vio embarazada, luego dando a luz en en lugar limpio y sin nunguna clase de lujos, dos monjas la asistian; la vio sonreír al ver la cara de su hijo y luego cerrar sus ojos; vio a las monjas correr en busca de alluda y llevarse al niño de allí. Todo paso en una fracción de segundo, tan rápido y tan claro como el agua, podría haber visto mas si hubiese querido, pero prefirió no hacerlo; prefirió no saber nada del hijo que ella tendría sola y que también era su hijo.
_Que sucede?
Su voz lo trajo de nuevo al presente como si lo hubieran arrancado con violencia de un mal sueño.
_Nada - mintió
_Estabas leyendo mi alma, pude sentirlo... ¿qué viste?
_Lo que no tendría que haber pasado nunca - le dijo
Sin decir mas la besó casi salvajemente, era una despedida y ambos lo sabían. Cayeron al suelo cubierto de hierba, él sobre sus codos por encima de ella. Hizo a un lado su espada para no lastimarla y levantando la barbilla la observo con los ojos entrecerrados. Todo el fuego del infierno corria por su cuerpo ahora y ella podía sentirlo a travez de su piel. Acarició sus hombros y sus fuertes brazos surcados por pequeñas cicatrices. Por encima de su espalda, el cielo se cernia gris y amenazador sobre ellos; de alguna forma se imaginó que así sería siempre el cielo en su mundo. Todo era salvaje en él, su cabello negro semi largo que siempre caía sobre sus ojos; sus ojos celestes tan claros que casi eran blancos, coronados por una espesa linea de pestañas que los hacían resaltar mas aún; su boca fina de expresión dura que casi nunca sonreía; sus manos grandes pero a la vez refinadas con dedos largos y ágiles surcados por pequeñas marcas de cicatrices; su piel palida casi grisacea con simbolos tatuados que según su estado de ánimo resaltaban individualmente; podía ser dulce si quería, pero la mayoría de las veces le ganaba su instinto salvaje. De alguna manera Aline sabía que esa era la ultima vez que estarían juntos y quiso gravar en sus retinas su rostro, así que aparto con un dedo los cabellos que cubrían en parte su rostro y lo observo detenidamente. Estaba perdida en su mirada cuando él metio los dedos entre sus cabellos dorados y alborotados para luego llevarselos al rostro y olerlos como un animal huele a su presa para grabarse su olor. Se pegó mas a él y justo en ese momento dejo de existir la tierra, el cielo y el mismo infierno para ambos, un remolino de emociones los enredo y ya no supo mas nada. Solo que él era suyo y ella era de él. La noche los sorprendío, la oscuridad los rodeo de pronto y ya no importó nada mas, solo su cuerpo enlazado al de él.
Última edición por belu1973 el Mar 21 Ago 2012, 9:33 pm, editado 1 vez
belu1973
Re: Entre ángeles y demonios
2- Despertar
Estaba parado en la cima de una colina baja y desde allí podía ver una extención de terreno árido y tan desolado que era imposible pensar que allí podía existir alguna clase de vida. Hasta donde alcanzaban sus ojos todo era igual, sin vegetación, salvo por algún árbol seco que parecía que en cualquier momento se convertiría en cenizas. Al final podía distinguir un barranco profundo y del otro lado un camino tortuoso que conducía a una ciudad oscura apenas iluminada por antorchas que parecían suspendidas en el aire. Un puente angosto de piedra, sin protecciones, que apenas si mantenía el equilibrio sobre unos pilares que emergían de lo profundo del barranco, unía los dos lados.
Estaba ataviado con un pantalón angosto de color negro, de una especie de cuero opaco y resistente pero tan elástico que le daba una libertad de movimiento increíble. Tenía una remera del mismo color y material pero la tela era mas dura, las fibras con la que estaba hecha eran resistentes a cualquier impacto y a la vez eran elásticas. Un cinturón de cuero, que portaba una daga afilada de hoja serpenteante con la empuñadura de oro y obsidiana tallada se ajustaba a su cintura y unas correas con vainas se acomodaban a sus piernas con siete dagas mas pequeñas igual de afiladas. De su espalda colgaba una aljaba llena de flechas sostenida por una correa que se cruzaba su pecho en diagonal como un morral. Un arco estilo medieval era sostenido por su mano izquierda como si fuera una prolongación de su brazo.
El viento era helado y traía una fetidez como de basura podrida que le revolvía el estómago y una extraña niebla se desparramaba por el suelo.
Un chillido como de ave de rapiña, pero mas fuerte y estridente, surcó el cielo negro acercándose a él. Apenas tuvo tiempo de sacar una flecha de la aljaba cuando una clase de serpiente con dos cabezas y enormes alas emergió del barranco entre la espesa niebla. Dos enormes patas terminadas en garras como la de las águilas apuntaban directo a él. Cuatro ojos redondos y rojos brillaban en la oscuridad y se hacían mas grandes al acercarse a toda velocidad. Todo el cuerpo del animal era negro verdoso y las plumas de sus enorme alas eran de un negro azabache y parecían como si estuvieran desgarradas aunque eso parecía no afectar su vuelo. Rápidamente acomodó la flecha en el arco y apuntó a donde pensó que podía estar el corazón del extraño animal, contuvo la respiración un momento y disparó. La flecha cruzó el fétido aire con una velocidad abrumadora y dió en el blanco arrancando un alarido ensordecedor al bicho, que comenzó a caer sin control. Lo siguió con la mirada pero no tuvo tiempo de ver donde caía aunque estaba cerca, una bandada de esas pestes ya comenzaba a asomar desde el barranco chillando enfurecidas hacia él. Eran demasiadas y no había donde guarecerse, así que sacó una flecha y disparó al montón derrivando a una de ellas, otra flecha salió disparada y luego otra más, y otra. En un instante se vio rodeado de los bichos alados y pestilentes, estaban por todas partes rodeándolo por encima de su cabeza, volaban en círculo como los buitres en vuelo razante. Tuvo que agacharse varias veces para evitar que lo derivaran o que lo alcanzaran con una mordida de sus vocas abiertas y llenas de afilados dientes, mientras que trataba de disparar sus flechas. Algo lo golpeó fuertemente por detrás, dejándolo medio aturdido y cayo de rodillas. de inmediato un latido punzante comenzo en la nuca y se extendio por su espina dorsal bañándo su cuello de algo caliente y viscoso; estaba sangrando. Trato de incorporarse ayudandose con su arco como si fuera un bastón pero sus piernas no le respondían, el golpe había sido demasiado fuerte, los oídos le sumbaban y no lograba aclarar la vista. Saco la daga de su cinturon justo cuando uno de esos malditos animales se posaba frente a él amenazador.
_ Mierda!! -exclamo
Lanzó la daga que se clavó en el pecho del animal y lo vió caer entre la bruma espesa que cubría sus ojos. Sintió otro fuerte golpe, pero esta vez en su espalda, que lo dejo sin aliento y un mareo se apoderó de él; los brazos perdieron su fuerza y el arco cayó al suelo. Intentó leventarlo pero su cuerpo se desplomo sin remedio a pesar de que intentaba por todos los medios de levantarse. Sintió que unas garras lo tomaban de las piernas con fuerza y lo levantaban por el aire, pero estaba demasiado débil para oponer resistencia, apenas si podía abrir los ojos. Lo último que vio fué el barranco aproximarse a toda velocidad desde una gran altura.
Lo despertó un terrible ardor en la nuca y una oleada de dolor le atravazó de lado a lado la cabeza. Entreabrió los ojos con mucho esfuerzo y trato de mantenerse quieto para que el dolor se suavisara. De pronto una alarma se extendió desde su cerebro a todo su cuerpo, se llevo las manos a la cintura y se palpó las piernas donde deberían estar el cinturón y las correas que portaban las dagas, para comprobar casi con horror que no las tenía. Estaba desarmado. Miro a su alrededor y descubrió que estaba en una especie de celda cuadrada muy pequeña con solo una angosta puerta de gruesos barrotes. Lentamente se incorporó. primero sobre el costado izquierdo apoyándose en el codo y luego se sentó; estaba sobre el suelo, mareado y aturdido. Miró a su alrededor buscando otra salida y solo vio muros de piedra negra, la celda estaba débilmente iluminada por una antorcha que dejaba filtrar su luz por entre los barrotes de la puerta. Se puso de rodillas y gateando se acerco a la pared del costado, todo le daba vueltas y una oleada de náuseas se amontonaba en su garganta; los muros eran de piedra muy irregulares, por lo que pudo encontrar donde asirse con facilidad para pararse. Cuando logró ponerse en pié quedo apoyado sobre la pared con el hombro izquierdo y allí se dio cuenta de que le ardía el brazo terriblemente. De inmediato su reflejo fue examinar su brazo para descubrir, con asombro, que tenía una especie de símbolos marcados en la piel como si se los hubiera hecho con un hierro candente. Allí donde tenía la piel enrojecida por lo que parecía una quemadura el ardor era tremendo. Tambaleante se acercó a la puerta y trato de ver algo a través de los gruesos barrotes, de afuera provenía una voz que no podía distinguir con claridad, pero era como un llamado aunque no veía a nadie cerca. El embote de su cabeza era cada
vez mas grande y la vista se le empezó a nublar, apenas si podía mantenerse en pie, pero la voz era cada vez mas fuerte y mas clara. ¿Acaso no decían su nombre? Y esa voz le era familiar. trato de aclarar su cabeza pero se sumió en una pesadez y se quedo sin fuerza.
_Eldar... Eldar...
Unas manos lo sacudían delicadamente.
_Eldar...
Se incorporó de un salto y miro a su alrededor con ojos desencajados, la luz del día hiriéndole las retinas. Estaba en su habitación y la voz que lo llamaba era la de su tía Alma que trataba de despertarlo. Todo era una pesadilla. ¿Lo era? Había sido tan real. El lugar, su vestimenta, las armas, esos animales espantosos, incluso el fétido aire...
_Eldar... estas bien? - le dijo su tía en tono preocupado
La miro un momento como si no comprendiera que hacía allí y luego respondió.
_Sssii
_Estabas gritando... tuviste una pesadilla - le dijo pasandole la mano por la frente llena de sudor - ¿Te encuentras bien? estas un poco afiebrado
_ Si tía Alma. Estoy bien... solo que me duele un poco la cabeza...eso es todo
_Estas seguro?
_Si
Alma era una mujer de unos cincuenta años de mirada bondadosa y pelo entrecano. Siempre
estaba atenta a cada cosa que él necesitara y a veces eso provocaba un fastidio por que se sentía asfixiado, pero sabía que lo hacía por que lo quería, lo había criado y era la única madre que conocía. Siempre estaba preocupada por dónde estaba y con quien, si comía, si se sentía bien, a veces le daba la sensación de que tenia miedo de que le pasara algo.
_ Tía... - dijo suavemente - necesito asearme ... y vestirme
_Lo siento -dijo ella levantandose del borde de la cama donde se había sentado para despertarlo - Te prepararé algo de desayunar
_No tengo hambre ahora... solo quiero ducharme
_Debes comer algo. Uno siempre debe desayunar para poder comenzar el día con...
_Tía Alma!! - exclamo
_... de acuerdo... esta bien... te dejare para que te duches... pero te preparare algo ...solo una taza de café y unas tostadas
_ ...tíaaa! - exclamo con toda la ternura que su exasperación le permitió
_Si, si - dijo la mujer saliendo de la habitación
Exhaló el aire de sus pulmones con fuerza en algo que no supo si era un suspiro o un resoplo de enojo. Se levantó de la cama de un salto y se estiró. Le dolía el cuerpo como si hubiera hecho mucho ejercicio, era como si su pesadilla lo hubiera agotado. Se metió al baño directo a la ducha y ya debajo del agua se enjabonó rápidamente, se sentía cansado y el agua lo reanimaba. Cuando pasó las manos por el pelo para escurrirse el exceso de agua sintió un ligero pinchazo en la nuca, enseguida sus dedos palparon una leve hinchazón. ¿Era posible que se hubiera golpeado sin darse cuenta mientras dormía? Serró los grifos y salió de la ducha envolviéndose una toalla a la cintura. Se paró frente al espejo y examinó su rostro. Su cabello negro y alborotado por el agua enmarcaba su rostro pálido y cansado, unos círculos oscuros rodeaban sus ojos celestes como el cielo. Instintivamente se llevo una mano a la nuca, recordó su pesadilla mientras palpaba el pequeño chichón y un reflejo inconsciente le hizo mirar su brazo izquierdo. Con horror sus ojos se posaron sobre unas finas marcas blancas como de quemadura ya cicatrizadas que formaban un extraño símbolo, no había dolor pero allí estaba, tan real como su reflejo en el espejo. Se sintió descompuesto, mareado, tuvo que apoyar una mano en el borde del lavatorio para sostenerse. Volvió a mirar su brazo con detenimiento; las marcas eran finas y perfectas como si se las hubieran trazado con un elemento cortante y candente. Pasó la yema de los dedos suavemente y noto un relieve suave al tacto y un frío cosquilleo le recorrió la espina dorsal. Nunca había visto esas marcas en su vida pero de alguna manera le resultaban familiares, todavía no podía comprender como era posible que parte de su pesadilla se plasmara en el mundo real, pero aparentemente eso estaba pasando aunque no alcanzaba a comprender muy bien como ni porqué.
Algo se movió entre los pliegues de la cortina de la ducha. Corrió la tela de un manotazo, pero nada salió, ni apareció, aunque estaba seguro de haber escuchado algo. Se volvió al espejo y trato de acomodarse un poco el cabello húmedo y de nuevo esa sensación de que algo se movía. Decidido tomó la cortina y la sacudió, una forma pequeña y oscura cayo al suelo. Una cucaracha negra y gorda intento escapar por detrás del lavatorio, maldijo estar descalzo aún, pero odiaba las cucarachas y con un gesto de asco la aplasto con el talón.
_Mierda!! - exclamó al notar el viscoso líquido negro que se le pego en el pié y se desparramó por el suelo de mosaicos blancos - Que asco!!!
Algo no andaba bien, generalmente las cucarachas no tenían esa cosa negra y pegajosa dentro. Se agachó para ver mas de cerca al insecto. Sea lo que fuera no era una cucaracha, aunque se le parecía bastante. Lo que quedaba de su cuerpo aplastado era de un color verde negruzco segmentado como el de las cucarachas de Madagascar que había estudiado en el laboratorio de la escuela, pero tenia una apariencia mas bien escamosa. Se agacho un poco mas para verla mas de cerca y un hedor espantoso se le metió por las fosas nasales provocándole arcadas. Se levanto de golpe y tuvo que sostenerse nuevamente del lavatorio porque un mareo lo sacó de su eje, aunque ésta vez se recupero mas rápido que la anterior. Tomó un pedazo de papel higiénico con el que levantó al inmundo insecto del suelo y lo tiro al inodoro, para luego apretar el botón. Se quedo mirando para asegurarse que el agua se lo llevara y después salio del baño para vestirse, aun pasando la yema de los dedos por las marcas del brazo.
Alma estaba en la cocina sirviendo café caliente y humeante en una taza cuando lo vio parado
en el marco de la puerta, apoyado a medias con un hombro. Tenía puesta una camiseta negra ajustada al cuerpo con mangas cortas que le cubrían las marcas del brazo, un jaen oscuro y calzaba sus botas de cuero negras. Parecía mas alto y mas corpulento, aunque mantenía la linea de delgadez de siempre. Le dio la impresión de que estaba mas robusto, los músculos de sus brazos se notaban suavemente marcados. Tenía el pelo semi largo y desparejo cayéndole un poco sobre los ojos; su rostro presentaba huellas de no haber descansado bien y una sombra oscura rodeaba el celeste acuoso de sus pupilas. Llevaba una chaqueta liviana de cuero en la mano y la miraba con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante recordándole a un felino acechando a su presa. Recordó que siempre tuvo esa expresión de astucia en la mirada y un gesto de rigidez en la boca, como si estuviera siempre estudiando todo lo que ocurría a su alrededor, aún cuando era solo un niño pequeño ya tenía aquella expresión.
_Te prepare café - dijo Alma mirándolo con cariño - Feliz cumpleaños!! -exclamo acercandose a él para abrazarlo
A pesar de que no era muy afecto a los abrazos y al contacto físico recibió el abrazo de su tía con agrado.
_Gracias tía - dijo suavemente intentando sonreír
_¿Creíste que lo había olvidado?
_No... nunca lo haces
_Claro que no!- exclamo Alma a manera de reto suave - que harás hoy? Seguro vendrá Lyra a saludarte...es tu novia no?
_Lyra no es mi novia! Solo somos amigos y ...no se que haré hoy - dijo casi con enfado
Alma se sentó haciéndole un gesto con la mano que lo invitaba a hacer lo mismo. De mala gana se sentó a la mesa y tomó la taza de café humeante entre las manos, después de todo un poco de café le haría bien.
_ Te ves cansado. ¿Pasaste mala noche?
_ No dormí muy bien... tuve pesadillas... muy...realessss - dijo sorbiendo un poco de cafe
_ Quieres contarme?
_ No lo encenderías..
_Inténtalo - dijo expectante.
Él clavó sus ojos en el cafe humeante y flashes de su sueño vinieron a su cabeza como si fuera una película antigua
_ No importa - dijo lentamente
_Está bien.. si no deseas contarmelo ahora no importa. Cuando eras niño solías despertarte agitado en la noche y te quedabas horas despierto mirando el techo...
_si? No lo recuerdo...
_ Eras muy pequeño entonces.
_Tía... -dijo vacilante - las pesadillas pueden hacerse realidad?
Alma lo miró un instante pensativa. Desde que era niño había cuidado de él de una manera excesiva, ocultando un temor que aumentaba a medida que él iba creciendo y haciéndose mas independiente. Ella sabía cosas que él ignoraba y siempre tubo el temor de que llegara el momento en que tuviera que contarle la verdad sobre esas pesadillas que ella conocía bien, y no sabía como se lo diría. Por eso no le sorprendió demasiado su pregunta justo después de uno de esos sueños y en el día en que cumplía dieciocho años. Trató de buscar la manera de darle una respuesta lógica pero no sabía cómo, así que intento que él llevara la conversación.
_ A que te refieres? - pregunto como haciéndose la desentendida
A él no le gustaba darle vueltas a las cosas, siempre iba directo al grano por muy poco diplomático que pareciera y por muy duras que sonaran sus palabras. De manera que tomo aire y levantándose la manga de la remera exhibió las marcas de su brazo directamente ante los ojos de su tía, como si no fueran necesarias las palabras para explicarle el porqué de su pregunta.
Alma palideció bruscamente y se levanto casi dando un salto, teniendo que agarrar la silla para que ésta no cayera al suelo. Eldar la miraba imperturbable pero inquisidor, como si no le hubiera sorprendido la reacción de ella, aunque por dentro algo se agitó en él al punto de acelerar su corazón.
_ Desde cuando tienes eso? - dijo casi sin aliento la mujer.
_ Desde que lo soñé... anoche. Pero no es todo. Tengo un golpe en la nuca que me hace perder el eje por momentos. - dijo llevandose la mano a la parte trasera de su cabeza como para mostrarle dónde le dolía.
Alma se quedó mirando las marcas un momento, buscando la manera de darle alguna
explicación, algo que no fuera demasiado difícil de entender. Pero ¿cómo?. Desde hacía tiempo guardaba celosamente el secreto de Aline, quien le había hecho jurar por los Ángeles que siempre cuidaría de él. Y por otro lado tenía que cumplir con lo pactado años atrás con el Consejo. Durante todos estos años había temido que llegara el momento de tener que explicarle algo al chico y esperaba que nunca llegara ese día, que solo pasara y nunca tuviera que verse en esta situación. Miles de veces se había preguntado como sería el niño al crecer, casi con miedo lo observaba en silencio mientra él hablaba tratando de descubrir algún cambio en sus ojos, o en su comportamiento. Recordó que cuando era un niño pequeño
revisaba con detenimiento su pequeño cuerpo buscando alguna marca o un cambio en la piel que le diera un indicio de que algo estaba mal, pero nunca encontró nada alarmante. A medida que fue creciendo ya no pudo tener una acercamiento de ese tipo, pero de todas maneras siempre estaba alerta a cualquier cambio y en las noches solía mirarlo dormir tratando de descubrir que soñaba. Todo había ido bien; nada hasta ahora que le hiciera suponer un cambio hasta hacía un instante, cuando tuvo ante sus ojos aquellas marcas.
Eldar pudo leer en su rostro la alteración y supo que ella sabía cosas que él ignoraba por alguna razón y aunque todo le parecía una locura, no podía imaginar cómo su tía podía saber que eran esas marcas. Siempre había sentido que Alma le ocultaba cosas, cada vez que preguntaba por sus padres se mantenía esquiva e intentaba cambiar de conversación, como si intentara retrasar el momento de dar alguna explicación mas concreta. Todo lo que sabía de ellos era que su madre había muerto dando a luz y que su padre nunca apareció.
_ Tú sabes...-dijo de pronto casi de manera acusadora
Alma palideció aún mas. El chico tenía esa forma de leer en las personas que la asustaba a veces.
_ Creo - dijo tomando aire - que debo mostrarte algunas cosas
Bajo la mirada inquisidora de Eldar, fué hacia un armario que había en el saloncito de entrada y sacó de su interior una pequeña caja de madera cerrada con un candado diminuto. Con la caja en la mano vaciló un momento y luego se acercó a la mesa donde Eldar todavía estaba sentado y la depositó frente a él. Revolvió en uno de los cajones del bajo mesada de la cocina y volvió con una llave pequeña que coloco encima de la caja, ante la mirada fría de Eldar.
Por un instante se quedo examinando la caja de madera, tan negra como su cabello; era del tamaño de una hoja de impresora y unas iniciales estaban grabadas en la tapa:
A.L., Aline Loughty
Pasó los dedos por encima de las iniciales, como si quisiera leer algo mas allí
_ Ábrela - le dijo Alma con cariño y un poco de temor en la voz - creo que hallaras algunas respuestas allí, estaré en mi habitación para cuando termines y responderé a todas las preguntas que quieras. Ha llegado un momento importante en tu vida Eldar.
Estuvo un momento mirando la caja hasta que tomó coraje para abrirla. Al levantar la tapa su contenido se mostro ante el azul hielo de sus ojos. Sacó del interior algo alargado envuelto en un pedazo de terciopelo rojo atado con una cinta del mismo color y lo depositó con cuidado sobre la mesa. Con el mismo cuidado desató el nudo de la cinta y el terciopelo se abrió como los pétalos de una flor, una nausea le broto en el estómago al ver lo que ocultaba el envoltorio y tuvo que cerrar los ojos un instante y respirar profundo. Una daga con empuñadura de oro y obsidiana de hoja serpenteante brilló a la luz del sol que entraba por la ventana de la cocina. La empuñadura era de oro labrado con incrustaciones de obsidiana con unos símbolos finamente tallados, tenía un aspecto antiguo de siglos; la doble hoja afilada era mitad plateada y mitad negra como si estuviera compuesta de dos aceros diferentes aunque no parecía haber una unión. Con determinación la tomo por la empuñadura y no hubo sorpresa al descubrir que se adaptaba perfectamente a su mano, era como si hubiese sido hecha para él, era la daga que tenia en su sueño, la que lanzó a aquel bicho inmundo. La
cabeza le daba vueltas, unos pinchazos le picoteaban el brazo donde tenía las marcas y sentía una nausea inexplicable. Dejo la daga sobre el terciopelo como si le quemara en la mano y
posó su vista sobre un papel algo amarillento doblado por la mitad que estaba en el fondo
de la caja. Con una mano temblorosa tomo lo que parecía ser una carta y desdoblándola comenzó a leer con ansiedad. La letra era fina y pareja y se parecida a la de él, por lo que supo, antes de ver la firma, que era una carta de su madre.
" No se cómo comenzar, se que si estas leyendo estas líneas es porque has llegado a un momento difícil de tu vida y te juro por el Ángel que me guía que hubiese deseado estar contigo en este momento. Primero debes saber quien fué tu abuelo. Su nombre era Joseph
Loughty y era un Nefhilim, su vida estaba enteramente dedicada a proteger las entradas a este mundo, nuestro mundo, del ataque de seres oscuros que vienen del mundo de las sombras, del infra mundo. La gente normal conoce a estas criaturas como demonios o diablos, según sus creencias. Se que te sonará extraño y difícil de comprender, pero espero que
con el tiempo puedas asimilarlo y aprendas a protegerte. Tu abuelo guardaba esta daga que fue pasando de generación en generación desde tiempos inmemoriales ahora debes tenerla tú
y guardarla bien. Es la "Daga De Los Mundos" y su hoja fue forjada con una mezcla de aceros
que hacen su hoja muy filosa y resistente; la mitad de su hoja esta mezclada con sangre de Demonio y la otra mitad con sangre de Ángel, lo que le da el poder de abrir portales entre ambos mundos, de allí su nombre. Pero también puede abrir los portales del Astral a donde van los demonios y están los grandes espíritus oscuros y con la daga se puede traer a toda clase de demonios a nuestro plano. A través de los siglos la daga fue buscada por legiones enteras de Demonios por su importancia. Mi padre murió a manos de un demonio por salvar la Daga. A partir de allí mi madre quitó de la casa todos los elementos que tuvieran algo que ver con el Consejo, así como también todo lo que representara una conexión con los Ángeles y escondió la Daga. Yo era pequeña y crecí entre el rencor de mi madre hacia todo lo sagrado y las creencias religiosas. Cuando cumplí dieciocho años conocí a Alma, tu tía. Ella era una hechicera que a veces hacía algunos encargos secretos para el Consejo. Generalmente consultaba las Runas Sagradas y podía predecir algunas cosas que para el Consejo eran importantes. A escondidas de mi madre empece a interesarme por ese mundo y quise experimentar con algunos conjuros. Al principio no ocurria nada, pero un día algo se presento ante mi, primero fue fugaz y casi imperceptible, pero con el tiempo se hizo mas fuerte. Yo no sabía que tipo de fuerzas estaba invocando y resulto ser un demonio de alto linaje en su forma humana. De alguna manera él lograba pasar los portales y acudía a mi cada vez que lo llamaba. Alma me advirtió que era posible que el Demonio viniera por la Daga De Los Mundos y que me alejara de él. No se como pasó, y esto es lo mas difícil de explicarte, pero nos enamoramos y como resultado de ese amor quede embarazada"
En este punto, Eldar contuvo la respiración y se levanto de la silla con las manos temblorosas. ¿Estaba entendiendo bien lo que leía? ¿Su padre era un demonio? Era una locura absurda que no tenía sentido, nada tenía sentido. ¿Qué era eso del Consejo, mundos paralelos de
demonios y de ángeles y una daga con poderes? Que a estas alturas del mundo y de la tecnología sucedieran cosas tan medievales como aquellas era ridículo e increíble. Necesitaba
que todo aquello fuera otra de sus pesadillas y despertar en su habitación como tantas otras veces.
Comenzó a caminar en círculos alrededor de la mesa tratando de aclarar su mente o se volvería loco, le faltaba el aire y le dolía mucho la cabeza, la luz que entraba por la ventana
le hería las retinas como agujas que lo arraezaban. No podía creer lo que le estaba pasando. En la escuela siempre lo miraban como vicho raro pero nunca le había importado, y ahora se sentía como un bicho raro de verdad. Sus peores pesadillas se mezclaban con la realidad y todo lo que creía que era de una manera ahora eran de otra.
A pesar de la locura que todo ello le parecía, igual sentía la necesidad de saber más, por lo que trató de serenarse y se apoyó en la mesada de la cocina de espaldas a la ventana y otra
vez comenzó a leer. Al principio las letras se confundían borrosas y parecían cobrar vida en el papel; tuvo que refregarse los ojos y tratar de aclarar la visión para poder seguir leyendo.
"Al principio me asuste mucho y cuando se lo dije a Gêldar, así se llama tu padre, me dijo que no podría tenerte y que la mezcla de sangre me mataría si daba a luz. Trató de convencerme de que era una locura y me advirtió que no sería bien visto en su mundo. Siempre sentí que si estabas adentro de mi vientre era por algo y me hacía feliz y entonces decidí seguir adelante. Una noche nos encontramos y presentí que esa era una despedida y así fue. Nunca supe que pasó con él, ni tampoco supe si había acudido a mi por la Daga como me advirtió Alma. A partir de allí estaba sola y la única persona que podía ayudarme era mi querida Alma. Mi madre se enteró de mi embarazo paro nunca supo la verdad y ante la vergüenza de que todo el mundo supiera que era madre soltera me llevo a un convento y le dijo a todo el mundo que me había ido de viaje. No se que pasará ahora mi querido niño, algo en mi me dice que eres un varón y que te parecerás mucho a tu padre... no lo odies porque yo la amo aún y siempre lo amare, conmigo siempre fué bueno y amable a pesar de su naturaleza. Estoy por dar a luz en estos días, puedo sentirte con muchas ganas de salir a pesar de que las monjas dicen que no es tiempo, voy por el séptimo mes pero se que falta poco.
Antes de despedirme debo decirte que mientras seas un niño nada te podrá dañar, pero me temo que cuando alcances los dieciocho, despertará tu conciencia y tu sexto sentido y estarás expuesto a los peligros de estar entre dos mundos. Por esto debes estar preparado y aprender todo sobre el Consejo y los Nefhilim, también sobre el mundo de las tinieblas. Temo que quieran buscarte y llevarte a su mundo y eso no sería bueno para ti. Te pido perdón por haberte puesto en este lugar, ya que debido a tu mezcla de sangre estarás siempre entre los dos mundos, entre el bien y el mal, entre luz y sombra, entre Ángeles y Demonios. Te pido que cuando llegue el momento elijas bien y tengas cuidado, no confíes en nadie excepto en mi querida Alma, ella te cuidara y te protegerá. Busca ayuda del Consejo, ellos son una fuerza poderosa. Siempre te amaré y velare por tí desde donde esté. Por tu naturaleza se que seras fuerte, pero igual cuídate mucho.
Hasta siempre...
Aline"
Cuando concluyó de leer sus ojos estaban empañados y veía con dificultad a causa de las lágrimas que no pudo contener. Desde hacia unos años quería saber cosas de sus padres, saber su origen, su identidad, y ahora que lo sabía una tristeza enorme llenaba su alma como nunca antes. Se quedó parado allí, totalmente inmóvil, sin saber que hacer ni que pensar.
¿Que venía ahora? ¿Salir a matar bichos extraños y deformes como en sus pesadillas? Era todo una locura que no terminaba de comprender, no sabía que hacer. Cómo podía seguir su vida con tremendo secreto, porque si de algo estaba seguro es que no podía contarselo a nadie por una razón muy sencilla: se reirían de él y lo meterían en uno de esos loqueros que hay por ahí en la parte baja de la ciudad. Además solo tenía una amiga que por mucho que lo quisiera no le iba a creer, y si todo era cierto y él estaba en peligro, no podía arriesgarla a ella a que algo malo le pasara.
Una parte de su cerebro le decía que todo era una locura, una broma del día de su cumpleaños, pero por dentro algo le decía lo contrario, era un sentimiento distinto, algo visceral.
Se sentía cansado y le dolía el cuerpo, las manos le temblaban por la emoción y una punzada de dolor le venia a la nuca de vez en cuando y la situación no lo llevaba a relajarse. Se estaba preguntando mil cosas a la vez y la cabeza iba a estallarle en cualquier momento.
_ Te traje una aspirina
La voz de su tía Alma lo trajo de nuevo a la tierra. ¿Debía llamarla tía? A pesar de que lo había criado como si fuera su propia madre, ahora sentía que estaba frente a una desconocida.
_ Gracias - le dijo en su tono mas normal pero sin sacarle los ojos de encima.
En ese momento su mirada era glacial y llena de dureza. Alma pensó que por los ojos se ve el alma de las personas y ahora veía, a través de esos ojos de hielo, su lado oscuro, la parte de su ser interior que había heredado de su padre; esa calma fría y absoluta que solo tiene aquel que tiene el control de si mismo.
_Que es un Nefhilim? y que es eso de el "Consejo" - dijo como entre dientes dejando ver que estaba molesto, mientras que se tragaba la aspirina que Alma le ofrecía.
_ Bueno - dijo alma suspirando
_Sin vueltas por favor
Los nefhilim son una raza de seres humanos que tienen su sangre mitad humana y mitad celestial
_Explícate mejor
_ Hace mucho tiempo los Ángeles cuidaban de unas personas en la tierra y poco a poco se fueron acercando cada vez mas hasta que se enamoraron unos de otros y la cruza de sangres dio origen a una nueva raza
_Nefhilim...
_Si
_ Y.. que hay del consejo. ¿Ellos son Ángeles? ¿Qué carajo son?
_ Son Nefhilim, como tu abuelo, solo que están organizados en rangos y ellos son quienes deciden sobre las cosas que deben hacer los Nefilim de rangos inferiores. Es una cadena de mando, de esa forma se mantiene el orden. Ningún Nefhilim puede pasar por encima del Consejo ni tomar decisiones que tengan que ver con otros mundos sin permiso y menos aún abrir un portal. El consejo depende en gran parte de la iglesia, que es la que financia el movimiento y cada tanto hay que rendir cuentas.
Eldar la miro en silencio, un silencio que puso nerviosa a Alma y que a pesar de no haber durado mucho a ella le pareció un siglo.
_¿Por qué todo esto? Todo este tiempo viví engañado sin encontrar respuestas a un montón de pesadillas que parecían tan reales que me acompañaban días enteros. ¿Por que no me lo dijiste antes tía Alma - se detuvo- ¿debo llamarte tía?
_ Cuando naciste me hice cargo de ti por pedido expreso de tu madre a sabiendas del Consejo y te crié como si llevaras mi sangre... no veo por que no puedes llamarme como siempre lo has hecho.
Había un dejo de tristeza en sus palabras y él lo advirtió.
_ Estoy confundido... tía Alma
_ Lo se, pero debes ir despacio en esto o sera demasiado
_ Que hay de mi padre...? Eso de que es un demonio su nombre es parecido al mío supongo que así quiso mi madre que me llamaran
_ Él es un príncipe de las tierras de la oscuridad. En cierta forma también es un ángel. Los demonios son angeles caídos que Dios expulsó del cielo .
_ Pero es un demonio.. - le costaba decirlo - y eso es malo..
_ Me temo que si... aunque con tu madre no lo fue, la protegió hasta dónde pudo...
_ ¿Qué se supone que son estas marcas?
Alma miro mas de cerca las marcas que Eldar tenía en el brazo.
_El semicírculo con terminaciones como flechas, que se asemejaban a un tridente pero de dos puntas representa el clan de tu padre, es la cuna de donde vienes y las flechas sus defensas - dijo lo mas claro que pudo, pues la voz le temblaba -las formas del centro son runas; Teiwaz, la runa de la guerra; y Kenaz, la runa de la protección. De alguna manera fuiste marcado por el clan de tu padre. Supongo que es un especie de identificación, una protección para que los demás demonios sepan quién eres, pero no estoy muy segura...
No pudo seguir porque en ese momento sonó el timbre en la puerta.
_ Hablaremos mas tarde de eso
Quiso pararlo pero ya era tarde. Eldar ya había tomado su chaqueta de cuero y salía a paso largo de la cocina. Se quedo allí parada mientras él salia sin decir una palabra mas. Solo le quedaba rezar para que estuviera bien como lo hacía cada vez que él salia.
Estaba parado en la cima de una colina baja y desde allí podía ver una extención de terreno árido y tan desolado que era imposible pensar que allí podía existir alguna clase de vida. Hasta donde alcanzaban sus ojos todo era igual, sin vegetación, salvo por algún árbol seco que parecía que en cualquier momento se convertiría en cenizas. Al final podía distinguir un barranco profundo y del otro lado un camino tortuoso que conducía a una ciudad oscura apenas iluminada por antorchas que parecían suspendidas en el aire. Un puente angosto de piedra, sin protecciones, que apenas si mantenía el equilibrio sobre unos pilares que emergían de lo profundo del barranco, unía los dos lados.
Estaba ataviado con un pantalón angosto de color negro, de una especie de cuero opaco y resistente pero tan elástico que le daba una libertad de movimiento increíble. Tenía una remera del mismo color y material pero la tela era mas dura, las fibras con la que estaba hecha eran resistentes a cualquier impacto y a la vez eran elásticas. Un cinturón de cuero, que portaba una daga afilada de hoja serpenteante con la empuñadura de oro y obsidiana tallada se ajustaba a su cintura y unas correas con vainas se acomodaban a sus piernas con siete dagas mas pequeñas igual de afiladas. De su espalda colgaba una aljaba llena de flechas sostenida por una correa que se cruzaba su pecho en diagonal como un morral. Un arco estilo medieval era sostenido por su mano izquierda como si fuera una prolongación de su brazo.
El viento era helado y traía una fetidez como de basura podrida que le revolvía el estómago y una extraña niebla se desparramaba por el suelo.
Un chillido como de ave de rapiña, pero mas fuerte y estridente, surcó el cielo negro acercándose a él. Apenas tuvo tiempo de sacar una flecha de la aljaba cuando una clase de serpiente con dos cabezas y enormes alas emergió del barranco entre la espesa niebla. Dos enormes patas terminadas en garras como la de las águilas apuntaban directo a él. Cuatro ojos redondos y rojos brillaban en la oscuridad y se hacían mas grandes al acercarse a toda velocidad. Todo el cuerpo del animal era negro verdoso y las plumas de sus enorme alas eran de un negro azabache y parecían como si estuvieran desgarradas aunque eso parecía no afectar su vuelo. Rápidamente acomodó la flecha en el arco y apuntó a donde pensó que podía estar el corazón del extraño animal, contuvo la respiración un momento y disparó. La flecha cruzó el fétido aire con una velocidad abrumadora y dió en el blanco arrancando un alarido ensordecedor al bicho, que comenzó a caer sin control. Lo siguió con la mirada pero no tuvo tiempo de ver donde caía aunque estaba cerca, una bandada de esas pestes ya comenzaba a asomar desde el barranco chillando enfurecidas hacia él. Eran demasiadas y no había donde guarecerse, así que sacó una flecha y disparó al montón derrivando a una de ellas, otra flecha salió disparada y luego otra más, y otra. En un instante se vio rodeado de los bichos alados y pestilentes, estaban por todas partes rodeándolo por encima de su cabeza, volaban en círculo como los buitres en vuelo razante. Tuvo que agacharse varias veces para evitar que lo derivaran o que lo alcanzaran con una mordida de sus vocas abiertas y llenas de afilados dientes, mientras que trataba de disparar sus flechas. Algo lo golpeó fuertemente por detrás, dejándolo medio aturdido y cayo de rodillas. de inmediato un latido punzante comenzo en la nuca y se extendio por su espina dorsal bañándo su cuello de algo caliente y viscoso; estaba sangrando. Trato de incorporarse ayudandose con su arco como si fuera un bastón pero sus piernas no le respondían, el golpe había sido demasiado fuerte, los oídos le sumbaban y no lograba aclarar la vista. Saco la daga de su cinturon justo cuando uno de esos malditos animales se posaba frente a él amenazador.
_ Mierda!! -exclamo
Lanzó la daga que se clavó en el pecho del animal y lo vió caer entre la bruma espesa que cubría sus ojos. Sintió otro fuerte golpe, pero esta vez en su espalda, que lo dejo sin aliento y un mareo se apoderó de él; los brazos perdieron su fuerza y el arco cayó al suelo. Intentó leventarlo pero su cuerpo se desplomo sin remedio a pesar de que intentaba por todos los medios de levantarse. Sintió que unas garras lo tomaban de las piernas con fuerza y lo levantaban por el aire, pero estaba demasiado débil para oponer resistencia, apenas si podía abrir los ojos. Lo último que vio fué el barranco aproximarse a toda velocidad desde una gran altura.
Lo despertó un terrible ardor en la nuca y una oleada de dolor le atravazó de lado a lado la cabeza. Entreabrió los ojos con mucho esfuerzo y trato de mantenerse quieto para que el dolor se suavisara. De pronto una alarma se extendió desde su cerebro a todo su cuerpo, se llevo las manos a la cintura y se palpó las piernas donde deberían estar el cinturón y las correas que portaban las dagas, para comprobar casi con horror que no las tenía. Estaba desarmado. Miro a su alrededor y descubrió que estaba en una especie de celda cuadrada muy pequeña con solo una angosta puerta de gruesos barrotes. Lentamente se incorporó. primero sobre el costado izquierdo apoyándose en el codo y luego se sentó; estaba sobre el suelo, mareado y aturdido. Miró a su alrededor buscando otra salida y solo vio muros de piedra negra, la celda estaba débilmente iluminada por una antorcha que dejaba filtrar su luz por entre los barrotes de la puerta. Se puso de rodillas y gateando se acerco a la pared del costado, todo le daba vueltas y una oleada de náuseas se amontonaba en su garganta; los muros eran de piedra muy irregulares, por lo que pudo encontrar donde asirse con facilidad para pararse. Cuando logró ponerse en pié quedo apoyado sobre la pared con el hombro izquierdo y allí se dio cuenta de que le ardía el brazo terriblemente. De inmediato su reflejo fue examinar su brazo para descubrir, con asombro, que tenía una especie de símbolos marcados en la piel como si se los hubiera hecho con un hierro candente. Allí donde tenía la piel enrojecida por lo que parecía una quemadura el ardor era tremendo. Tambaleante se acercó a la puerta y trato de ver algo a través de los gruesos barrotes, de afuera provenía una voz que no podía distinguir con claridad, pero era como un llamado aunque no veía a nadie cerca. El embote de su cabeza era cada
vez mas grande y la vista se le empezó a nublar, apenas si podía mantenerse en pie, pero la voz era cada vez mas fuerte y mas clara. ¿Acaso no decían su nombre? Y esa voz le era familiar. trato de aclarar su cabeza pero se sumió en una pesadez y se quedo sin fuerza.
_Eldar... Eldar...
Unas manos lo sacudían delicadamente.
_Eldar...
Se incorporó de un salto y miro a su alrededor con ojos desencajados, la luz del día hiriéndole las retinas. Estaba en su habitación y la voz que lo llamaba era la de su tía Alma que trataba de despertarlo. Todo era una pesadilla. ¿Lo era? Había sido tan real. El lugar, su vestimenta, las armas, esos animales espantosos, incluso el fétido aire...
_Eldar... estas bien? - le dijo su tía en tono preocupado
La miro un momento como si no comprendiera que hacía allí y luego respondió.
_Sssii
_Estabas gritando... tuviste una pesadilla - le dijo pasandole la mano por la frente llena de sudor - ¿Te encuentras bien? estas un poco afiebrado
_ Si tía Alma. Estoy bien... solo que me duele un poco la cabeza...eso es todo
_Estas seguro?
_Si
Alma era una mujer de unos cincuenta años de mirada bondadosa y pelo entrecano. Siempre
estaba atenta a cada cosa que él necesitara y a veces eso provocaba un fastidio por que se sentía asfixiado, pero sabía que lo hacía por que lo quería, lo había criado y era la única madre que conocía. Siempre estaba preocupada por dónde estaba y con quien, si comía, si se sentía bien, a veces le daba la sensación de que tenia miedo de que le pasara algo.
_ Tía... - dijo suavemente - necesito asearme ... y vestirme
_Lo siento -dijo ella levantandose del borde de la cama donde se había sentado para despertarlo - Te prepararé algo de desayunar
_No tengo hambre ahora... solo quiero ducharme
_Debes comer algo. Uno siempre debe desayunar para poder comenzar el día con...
_Tía Alma!! - exclamo
_... de acuerdo... esta bien... te dejare para que te duches... pero te preparare algo ...solo una taza de café y unas tostadas
_ ...tíaaa! - exclamo con toda la ternura que su exasperación le permitió
_Si, si - dijo la mujer saliendo de la habitación
Exhaló el aire de sus pulmones con fuerza en algo que no supo si era un suspiro o un resoplo de enojo. Se levantó de la cama de un salto y se estiró. Le dolía el cuerpo como si hubiera hecho mucho ejercicio, era como si su pesadilla lo hubiera agotado. Se metió al baño directo a la ducha y ya debajo del agua se enjabonó rápidamente, se sentía cansado y el agua lo reanimaba. Cuando pasó las manos por el pelo para escurrirse el exceso de agua sintió un ligero pinchazo en la nuca, enseguida sus dedos palparon una leve hinchazón. ¿Era posible que se hubiera golpeado sin darse cuenta mientras dormía? Serró los grifos y salió de la ducha envolviéndose una toalla a la cintura. Se paró frente al espejo y examinó su rostro. Su cabello negro y alborotado por el agua enmarcaba su rostro pálido y cansado, unos círculos oscuros rodeaban sus ojos celestes como el cielo. Instintivamente se llevo una mano a la nuca, recordó su pesadilla mientras palpaba el pequeño chichón y un reflejo inconsciente le hizo mirar su brazo izquierdo. Con horror sus ojos se posaron sobre unas finas marcas blancas como de quemadura ya cicatrizadas que formaban un extraño símbolo, no había dolor pero allí estaba, tan real como su reflejo en el espejo. Se sintió descompuesto, mareado, tuvo que apoyar una mano en el borde del lavatorio para sostenerse. Volvió a mirar su brazo con detenimiento; las marcas eran finas y perfectas como si se las hubieran trazado con un elemento cortante y candente. Pasó la yema de los dedos suavemente y noto un relieve suave al tacto y un frío cosquilleo le recorrió la espina dorsal. Nunca había visto esas marcas en su vida pero de alguna manera le resultaban familiares, todavía no podía comprender como era posible que parte de su pesadilla se plasmara en el mundo real, pero aparentemente eso estaba pasando aunque no alcanzaba a comprender muy bien como ni porqué.
Algo se movió entre los pliegues de la cortina de la ducha. Corrió la tela de un manotazo, pero nada salió, ni apareció, aunque estaba seguro de haber escuchado algo. Se volvió al espejo y trato de acomodarse un poco el cabello húmedo y de nuevo esa sensación de que algo se movía. Decidido tomó la cortina y la sacudió, una forma pequeña y oscura cayo al suelo. Una cucaracha negra y gorda intento escapar por detrás del lavatorio, maldijo estar descalzo aún, pero odiaba las cucarachas y con un gesto de asco la aplasto con el talón.
_Mierda!! - exclamó al notar el viscoso líquido negro que se le pego en el pié y se desparramó por el suelo de mosaicos blancos - Que asco!!!
Algo no andaba bien, generalmente las cucarachas no tenían esa cosa negra y pegajosa dentro. Se agachó para ver mas de cerca al insecto. Sea lo que fuera no era una cucaracha, aunque se le parecía bastante. Lo que quedaba de su cuerpo aplastado era de un color verde negruzco segmentado como el de las cucarachas de Madagascar que había estudiado en el laboratorio de la escuela, pero tenia una apariencia mas bien escamosa. Se agacho un poco mas para verla mas de cerca y un hedor espantoso se le metió por las fosas nasales provocándole arcadas. Se levanto de golpe y tuvo que sostenerse nuevamente del lavatorio porque un mareo lo sacó de su eje, aunque ésta vez se recupero mas rápido que la anterior. Tomó un pedazo de papel higiénico con el que levantó al inmundo insecto del suelo y lo tiro al inodoro, para luego apretar el botón. Se quedo mirando para asegurarse que el agua se lo llevara y después salio del baño para vestirse, aun pasando la yema de los dedos por las marcas del brazo.
Alma estaba en la cocina sirviendo café caliente y humeante en una taza cuando lo vio parado
en el marco de la puerta, apoyado a medias con un hombro. Tenía puesta una camiseta negra ajustada al cuerpo con mangas cortas que le cubrían las marcas del brazo, un jaen oscuro y calzaba sus botas de cuero negras. Parecía mas alto y mas corpulento, aunque mantenía la linea de delgadez de siempre. Le dio la impresión de que estaba mas robusto, los músculos de sus brazos se notaban suavemente marcados. Tenía el pelo semi largo y desparejo cayéndole un poco sobre los ojos; su rostro presentaba huellas de no haber descansado bien y una sombra oscura rodeaba el celeste acuoso de sus pupilas. Llevaba una chaqueta liviana de cuero en la mano y la miraba con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante recordándole a un felino acechando a su presa. Recordó que siempre tuvo esa expresión de astucia en la mirada y un gesto de rigidez en la boca, como si estuviera siempre estudiando todo lo que ocurría a su alrededor, aún cuando era solo un niño pequeño ya tenía aquella expresión.
_Te prepare café - dijo Alma mirándolo con cariño - Feliz cumpleaños!! -exclamo acercandose a él para abrazarlo
A pesar de que no era muy afecto a los abrazos y al contacto físico recibió el abrazo de su tía con agrado.
_Gracias tía - dijo suavemente intentando sonreír
_¿Creíste que lo había olvidado?
_No... nunca lo haces
_Claro que no!- exclamo Alma a manera de reto suave - que harás hoy? Seguro vendrá Lyra a saludarte...es tu novia no?
_Lyra no es mi novia! Solo somos amigos y ...no se que haré hoy - dijo casi con enfado
Alma se sentó haciéndole un gesto con la mano que lo invitaba a hacer lo mismo. De mala gana se sentó a la mesa y tomó la taza de café humeante entre las manos, después de todo un poco de café le haría bien.
_ Te ves cansado. ¿Pasaste mala noche?
_ No dormí muy bien... tuve pesadillas... muy...realessss - dijo sorbiendo un poco de cafe
_ Quieres contarme?
_ No lo encenderías..
_Inténtalo - dijo expectante.
Él clavó sus ojos en el cafe humeante y flashes de su sueño vinieron a su cabeza como si fuera una película antigua
_ No importa - dijo lentamente
_Está bien.. si no deseas contarmelo ahora no importa. Cuando eras niño solías despertarte agitado en la noche y te quedabas horas despierto mirando el techo...
_si? No lo recuerdo...
_ Eras muy pequeño entonces.
_Tía... -dijo vacilante - las pesadillas pueden hacerse realidad?
Alma lo miró un instante pensativa. Desde que era niño había cuidado de él de una manera excesiva, ocultando un temor que aumentaba a medida que él iba creciendo y haciéndose mas independiente. Ella sabía cosas que él ignoraba y siempre tubo el temor de que llegara el momento en que tuviera que contarle la verdad sobre esas pesadillas que ella conocía bien, y no sabía como se lo diría. Por eso no le sorprendió demasiado su pregunta justo después de uno de esos sueños y en el día en que cumplía dieciocho años. Trató de buscar la manera de darle una respuesta lógica pero no sabía cómo, así que intento que él llevara la conversación.
_ A que te refieres? - pregunto como haciéndose la desentendida
A él no le gustaba darle vueltas a las cosas, siempre iba directo al grano por muy poco diplomático que pareciera y por muy duras que sonaran sus palabras. De manera que tomo aire y levantándose la manga de la remera exhibió las marcas de su brazo directamente ante los ojos de su tía, como si no fueran necesarias las palabras para explicarle el porqué de su pregunta.
Alma palideció bruscamente y se levanto casi dando un salto, teniendo que agarrar la silla para que ésta no cayera al suelo. Eldar la miraba imperturbable pero inquisidor, como si no le hubiera sorprendido la reacción de ella, aunque por dentro algo se agitó en él al punto de acelerar su corazón.
_ Desde cuando tienes eso? - dijo casi sin aliento la mujer.
_ Desde que lo soñé... anoche. Pero no es todo. Tengo un golpe en la nuca que me hace perder el eje por momentos. - dijo llevandose la mano a la parte trasera de su cabeza como para mostrarle dónde le dolía.
Alma se quedó mirando las marcas un momento, buscando la manera de darle alguna
explicación, algo que no fuera demasiado difícil de entender. Pero ¿cómo?. Desde hacía tiempo guardaba celosamente el secreto de Aline, quien le había hecho jurar por los Ángeles que siempre cuidaría de él. Y por otro lado tenía que cumplir con lo pactado años atrás con el Consejo. Durante todos estos años había temido que llegara el momento de tener que explicarle algo al chico y esperaba que nunca llegara ese día, que solo pasara y nunca tuviera que verse en esta situación. Miles de veces se había preguntado como sería el niño al crecer, casi con miedo lo observaba en silencio mientra él hablaba tratando de descubrir algún cambio en sus ojos, o en su comportamiento. Recordó que cuando era un niño pequeño
revisaba con detenimiento su pequeño cuerpo buscando alguna marca o un cambio en la piel que le diera un indicio de que algo estaba mal, pero nunca encontró nada alarmante. A medida que fue creciendo ya no pudo tener una acercamiento de ese tipo, pero de todas maneras siempre estaba alerta a cualquier cambio y en las noches solía mirarlo dormir tratando de descubrir que soñaba. Todo había ido bien; nada hasta ahora que le hiciera suponer un cambio hasta hacía un instante, cuando tuvo ante sus ojos aquellas marcas.
Eldar pudo leer en su rostro la alteración y supo que ella sabía cosas que él ignoraba por alguna razón y aunque todo le parecía una locura, no podía imaginar cómo su tía podía saber que eran esas marcas. Siempre había sentido que Alma le ocultaba cosas, cada vez que preguntaba por sus padres se mantenía esquiva e intentaba cambiar de conversación, como si intentara retrasar el momento de dar alguna explicación mas concreta. Todo lo que sabía de ellos era que su madre había muerto dando a luz y que su padre nunca apareció.
_ Tú sabes...-dijo de pronto casi de manera acusadora
Alma palideció aún mas. El chico tenía esa forma de leer en las personas que la asustaba a veces.
_ Creo - dijo tomando aire - que debo mostrarte algunas cosas
Bajo la mirada inquisidora de Eldar, fué hacia un armario que había en el saloncito de entrada y sacó de su interior una pequeña caja de madera cerrada con un candado diminuto. Con la caja en la mano vaciló un momento y luego se acercó a la mesa donde Eldar todavía estaba sentado y la depositó frente a él. Revolvió en uno de los cajones del bajo mesada de la cocina y volvió con una llave pequeña que coloco encima de la caja, ante la mirada fría de Eldar.
Por un instante se quedo examinando la caja de madera, tan negra como su cabello; era del tamaño de una hoja de impresora y unas iniciales estaban grabadas en la tapa:
A.L., Aline Loughty
Pasó los dedos por encima de las iniciales, como si quisiera leer algo mas allí
_ Ábrela - le dijo Alma con cariño y un poco de temor en la voz - creo que hallaras algunas respuestas allí, estaré en mi habitación para cuando termines y responderé a todas las preguntas que quieras. Ha llegado un momento importante en tu vida Eldar.
Estuvo un momento mirando la caja hasta que tomó coraje para abrirla. Al levantar la tapa su contenido se mostro ante el azul hielo de sus ojos. Sacó del interior algo alargado envuelto en un pedazo de terciopelo rojo atado con una cinta del mismo color y lo depositó con cuidado sobre la mesa. Con el mismo cuidado desató el nudo de la cinta y el terciopelo se abrió como los pétalos de una flor, una nausea le broto en el estómago al ver lo que ocultaba el envoltorio y tuvo que cerrar los ojos un instante y respirar profundo. Una daga con empuñadura de oro y obsidiana de hoja serpenteante brilló a la luz del sol que entraba por la ventana de la cocina. La empuñadura era de oro labrado con incrustaciones de obsidiana con unos símbolos finamente tallados, tenía un aspecto antiguo de siglos; la doble hoja afilada era mitad plateada y mitad negra como si estuviera compuesta de dos aceros diferentes aunque no parecía haber una unión. Con determinación la tomo por la empuñadura y no hubo sorpresa al descubrir que se adaptaba perfectamente a su mano, era como si hubiese sido hecha para él, era la daga que tenia en su sueño, la que lanzó a aquel bicho inmundo. La
cabeza le daba vueltas, unos pinchazos le picoteaban el brazo donde tenía las marcas y sentía una nausea inexplicable. Dejo la daga sobre el terciopelo como si le quemara en la mano y
posó su vista sobre un papel algo amarillento doblado por la mitad que estaba en el fondo
de la caja. Con una mano temblorosa tomo lo que parecía ser una carta y desdoblándola comenzó a leer con ansiedad. La letra era fina y pareja y se parecida a la de él, por lo que supo, antes de ver la firma, que era una carta de su madre.
" No se cómo comenzar, se que si estas leyendo estas líneas es porque has llegado a un momento difícil de tu vida y te juro por el Ángel que me guía que hubiese deseado estar contigo en este momento. Primero debes saber quien fué tu abuelo. Su nombre era Joseph
Loughty y era un Nefhilim, su vida estaba enteramente dedicada a proteger las entradas a este mundo, nuestro mundo, del ataque de seres oscuros que vienen del mundo de las sombras, del infra mundo. La gente normal conoce a estas criaturas como demonios o diablos, según sus creencias. Se que te sonará extraño y difícil de comprender, pero espero que
con el tiempo puedas asimilarlo y aprendas a protegerte. Tu abuelo guardaba esta daga que fue pasando de generación en generación desde tiempos inmemoriales ahora debes tenerla tú
y guardarla bien. Es la "Daga De Los Mundos" y su hoja fue forjada con una mezcla de aceros
que hacen su hoja muy filosa y resistente; la mitad de su hoja esta mezclada con sangre de Demonio y la otra mitad con sangre de Ángel, lo que le da el poder de abrir portales entre ambos mundos, de allí su nombre. Pero también puede abrir los portales del Astral a donde van los demonios y están los grandes espíritus oscuros y con la daga se puede traer a toda clase de demonios a nuestro plano. A través de los siglos la daga fue buscada por legiones enteras de Demonios por su importancia. Mi padre murió a manos de un demonio por salvar la Daga. A partir de allí mi madre quitó de la casa todos los elementos que tuvieran algo que ver con el Consejo, así como también todo lo que representara una conexión con los Ángeles y escondió la Daga. Yo era pequeña y crecí entre el rencor de mi madre hacia todo lo sagrado y las creencias religiosas. Cuando cumplí dieciocho años conocí a Alma, tu tía. Ella era una hechicera que a veces hacía algunos encargos secretos para el Consejo. Generalmente consultaba las Runas Sagradas y podía predecir algunas cosas que para el Consejo eran importantes. A escondidas de mi madre empece a interesarme por ese mundo y quise experimentar con algunos conjuros. Al principio no ocurria nada, pero un día algo se presento ante mi, primero fue fugaz y casi imperceptible, pero con el tiempo se hizo mas fuerte. Yo no sabía que tipo de fuerzas estaba invocando y resulto ser un demonio de alto linaje en su forma humana. De alguna manera él lograba pasar los portales y acudía a mi cada vez que lo llamaba. Alma me advirtió que era posible que el Demonio viniera por la Daga De Los Mundos y que me alejara de él. No se como pasó, y esto es lo mas difícil de explicarte, pero nos enamoramos y como resultado de ese amor quede embarazada"
En este punto, Eldar contuvo la respiración y se levanto de la silla con las manos temblorosas. ¿Estaba entendiendo bien lo que leía? ¿Su padre era un demonio? Era una locura absurda que no tenía sentido, nada tenía sentido. ¿Qué era eso del Consejo, mundos paralelos de
demonios y de ángeles y una daga con poderes? Que a estas alturas del mundo y de la tecnología sucedieran cosas tan medievales como aquellas era ridículo e increíble. Necesitaba
que todo aquello fuera otra de sus pesadillas y despertar en su habitación como tantas otras veces.
Comenzó a caminar en círculos alrededor de la mesa tratando de aclarar su mente o se volvería loco, le faltaba el aire y le dolía mucho la cabeza, la luz que entraba por la ventana
le hería las retinas como agujas que lo arraezaban. No podía creer lo que le estaba pasando. En la escuela siempre lo miraban como vicho raro pero nunca le había importado, y ahora se sentía como un bicho raro de verdad. Sus peores pesadillas se mezclaban con la realidad y todo lo que creía que era de una manera ahora eran de otra.
A pesar de la locura que todo ello le parecía, igual sentía la necesidad de saber más, por lo que trató de serenarse y se apoyó en la mesada de la cocina de espaldas a la ventana y otra
vez comenzó a leer. Al principio las letras se confundían borrosas y parecían cobrar vida en el papel; tuvo que refregarse los ojos y tratar de aclarar la visión para poder seguir leyendo.
"Al principio me asuste mucho y cuando se lo dije a Gêldar, así se llama tu padre, me dijo que no podría tenerte y que la mezcla de sangre me mataría si daba a luz. Trató de convencerme de que era una locura y me advirtió que no sería bien visto en su mundo. Siempre sentí que si estabas adentro de mi vientre era por algo y me hacía feliz y entonces decidí seguir adelante. Una noche nos encontramos y presentí que esa era una despedida y así fue. Nunca supe que pasó con él, ni tampoco supe si había acudido a mi por la Daga como me advirtió Alma. A partir de allí estaba sola y la única persona que podía ayudarme era mi querida Alma. Mi madre se enteró de mi embarazo paro nunca supo la verdad y ante la vergüenza de que todo el mundo supiera que era madre soltera me llevo a un convento y le dijo a todo el mundo que me había ido de viaje. No se que pasará ahora mi querido niño, algo en mi me dice que eres un varón y que te parecerás mucho a tu padre... no lo odies porque yo la amo aún y siempre lo amare, conmigo siempre fué bueno y amable a pesar de su naturaleza. Estoy por dar a luz en estos días, puedo sentirte con muchas ganas de salir a pesar de que las monjas dicen que no es tiempo, voy por el séptimo mes pero se que falta poco.
Antes de despedirme debo decirte que mientras seas un niño nada te podrá dañar, pero me temo que cuando alcances los dieciocho, despertará tu conciencia y tu sexto sentido y estarás expuesto a los peligros de estar entre dos mundos. Por esto debes estar preparado y aprender todo sobre el Consejo y los Nefhilim, también sobre el mundo de las tinieblas. Temo que quieran buscarte y llevarte a su mundo y eso no sería bueno para ti. Te pido perdón por haberte puesto en este lugar, ya que debido a tu mezcla de sangre estarás siempre entre los dos mundos, entre el bien y el mal, entre luz y sombra, entre Ángeles y Demonios. Te pido que cuando llegue el momento elijas bien y tengas cuidado, no confíes en nadie excepto en mi querida Alma, ella te cuidara y te protegerá. Busca ayuda del Consejo, ellos son una fuerza poderosa. Siempre te amaré y velare por tí desde donde esté. Por tu naturaleza se que seras fuerte, pero igual cuídate mucho.
Hasta siempre...
Aline"
Cuando concluyó de leer sus ojos estaban empañados y veía con dificultad a causa de las lágrimas que no pudo contener. Desde hacia unos años quería saber cosas de sus padres, saber su origen, su identidad, y ahora que lo sabía una tristeza enorme llenaba su alma como nunca antes. Se quedó parado allí, totalmente inmóvil, sin saber que hacer ni que pensar.
¿Que venía ahora? ¿Salir a matar bichos extraños y deformes como en sus pesadillas? Era todo una locura que no terminaba de comprender, no sabía que hacer. Cómo podía seguir su vida con tremendo secreto, porque si de algo estaba seguro es que no podía contarselo a nadie por una razón muy sencilla: se reirían de él y lo meterían en uno de esos loqueros que hay por ahí en la parte baja de la ciudad. Además solo tenía una amiga que por mucho que lo quisiera no le iba a creer, y si todo era cierto y él estaba en peligro, no podía arriesgarla a ella a que algo malo le pasara.
Una parte de su cerebro le decía que todo era una locura, una broma del día de su cumpleaños, pero por dentro algo le decía lo contrario, era un sentimiento distinto, algo visceral.
Se sentía cansado y le dolía el cuerpo, las manos le temblaban por la emoción y una punzada de dolor le venia a la nuca de vez en cuando y la situación no lo llevaba a relajarse. Se estaba preguntando mil cosas a la vez y la cabeza iba a estallarle en cualquier momento.
_ Te traje una aspirina
La voz de su tía Alma lo trajo de nuevo a la tierra. ¿Debía llamarla tía? A pesar de que lo había criado como si fuera su propia madre, ahora sentía que estaba frente a una desconocida.
_ Gracias - le dijo en su tono mas normal pero sin sacarle los ojos de encima.
En ese momento su mirada era glacial y llena de dureza. Alma pensó que por los ojos se ve el alma de las personas y ahora veía, a través de esos ojos de hielo, su lado oscuro, la parte de su ser interior que había heredado de su padre; esa calma fría y absoluta que solo tiene aquel que tiene el control de si mismo.
_Que es un Nefhilim? y que es eso de el "Consejo" - dijo como entre dientes dejando ver que estaba molesto, mientras que se tragaba la aspirina que Alma le ofrecía.
_ Bueno - dijo alma suspirando
_Sin vueltas por favor
Los nefhilim son una raza de seres humanos que tienen su sangre mitad humana y mitad celestial
_Explícate mejor
_ Hace mucho tiempo los Ángeles cuidaban de unas personas en la tierra y poco a poco se fueron acercando cada vez mas hasta que se enamoraron unos de otros y la cruza de sangres dio origen a una nueva raza
_Nefhilim...
_Si
_ Y.. que hay del consejo. ¿Ellos son Ángeles? ¿Qué carajo son?
_ Son Nefhilim, como tu abuelo, solo que están organizados en rangos y ellos son quienes deciden sobre las cosas que deben hacer los Nefilim de rangos inferiores. Es una cadena de mando, de esa forma se mantiene el orden. Ningún Nefhilim puede pasar por encima del Consejo ni tomar decisiones que tengan que ver con otros mundos sin permiso y menos aún abrir un portal. El consejo depende en gran parte de la iglesia, que es la que financia el movimiento y cada tanto hay que rendir cuentas.
Eldar la miro en silencio, un silencio que puso nerviosa a Alma y que a pesar de no haber durado mucho a ella le pareció un siglo.
_¿Por qué todo esto? Todo este tiempo viví engañado sin encontrar respuestas a un montón de pesadillas que parecían tan reales que me acompañaban días enteros. ¿Por que no me lo dijiste antes tía Alma - se detuvo- ¿debo llamarte tía?
_ Cuando naciste me hice cargo de ti por pedido expreso de tu madre a sabiendas del Consejo y te crié como si llevaras mi sangre... no veo por que no puedes llamarme como siempre lo has hecho.
Había un dejo de tristeza en sus palabras y él lo advirtió.
_ Estoy confundido... tía Alma
_ Lo se, pero debes ir despacio en esto o sera demasiado
_ Que hay de mi padre...? Eso de que es un demonio su nombre es parecido al mío supongo que así quiso mi madre que me llamaran
_ Él es un príncipe de las tierras de la oscuridad. En cierta forma también es un ángel. Los demonios son angeles caídos que Dios expulsó del cielo .
_ Pero es un demonio.. - le costaba decirlo - y eso es malo..
_ Me temo que si... aunque con tu madre no lo fue, la protegió hasta dónde pudo...
_ ¿Qué se supone que son estas marcas?
Alma miro mas de cerca las marcas que Eldar tenía en el brazo.
_El semicírculo con terminaciones como flechas, que se asemejaban a un tridente pero de dos puntas representa el clan de tu padre, es la cuna de donde vienes y las flechas sus defensas - dijo lo mas claro que pudo, pues la voz le temblaba -las formas del centro son runas; Teiwaz, la runa de la guerra; y Kenaz, la runa de la protección. De alguna manera fuiste marcado por el clan de tu padre. Supongo que es un especie de identificación, una protección para que los demás demonios sepan quién eres, pero no estoy muy segura...
No pudo seguir porque en ese momento sonó el timbre en la puerta.
_ Hablaremos mas tarde de eso
Quiso pararlo pero ya era tarde. Eldar ya había tomado su chaqueta de cuero y salía a paso largo de la cocina. Se quedo allí parada mientras él salia sin decir una palabra mas. Solo le quedaba rezar para que estuviera bien como lo hacía cada vez que él salia.
belu1973
Re: Entre ángeles y demonios
¡Belu esto me encanta!
Es justamente el genero que me encanta leer y escribir. Yo también escribo capítulos largos con numeraciones (en números romanos)
Fíjate que para otra novela investigué bastante acerca de religión y demás cosas, por lo que me hice hábil en muchos términos. Los nefhilim son justamente lo que aquí marcas; un mestizaje de ángel-humano hecho mediante relaciones sexuales prohibidas por dios.
Claro, que difiero en el hecho de que un demonio y un ángel no puedan estar juntos, pues de hecho, ambos son lo mismo. Los demonios son simplemente ángeles rebeldes que se alejaron del camino de dios.
....
Después del leer el cap2, ¡debo decir que realmente me gusta lo fiel que es esta historia a lo que he investigado! Te debo una disculpa por dudar de ti... ¡Parece que ya tienes todo bien planeado para que sea una historia interesante! Ahora el prota puede avanzar como un nefhilim ocultando su procedencia demoniaca, esa marca que puede tanto protegerlo como condenarlo.
¡Ya quiero ver que sigue!
Me encanta tu forma de pensar Belu, espero seamos buenos vecinos.
Tengo una historia enseguida de la tuya, espero la leeas.
Y recuerda que no me gusta comentar poco ni tampoco que me comenten con un "Siguela" Así es como debemos tratarnos si queremos ser buenos lectores y escritores.
Bueno, nos leemos!
Es justamente el genero que me encanta leer y escribir. Yo también escribo capítulos largos con numeraciones (en números romanos)
Fíjate que para otra novela investigué bastante acerca de religión y demás cosas, por lo que me hice hábil en muchos términos. Los nefhilim son justamente lo que aquí marcas; un mestizaje de ángel-humano hecho mediante relaciones sexuales prohibidas por dios.
Claro, que difiero en el hecho de que un demonio y un ángel no puedan estar juntos, pues de hecho, ambos son lo mismo. Los demonios son simplemente ángeles rebeldes que se alejaron del camino de dios.
....
Después del leer el cap2, ¡debo decir que realmente me gusta lo fiel que es esta historia a lo que he investigado! Te debo una disculpa por dudar de ti... ¡Parece que ya tienes todo bien planeado para que sea una historia interesante! Ahora el prota puede avanzar como un nefhilim ocultando su procedencia demoniaca, esa marca que puede tanto protegerlo como condenarlo.
¡Ya quiero ver que sigue!
Me encanta tu forma de pensar Belu, espero seamos buenos vecinos.
Tengo una historia enseguida de la tuya, espero la leeas.
Y recuerda que no me gusta comentar poco ni tampoco que me comenten con un "Siguela" Así es como debemos tratarnos si queremos ser buenos lectores y escritores.
Bueno, nos leemos!
Dante_Locke
Re: Entre ángeles y demonios
Gracias Dante!! Realmente me pone muy contenta que te guste lo que escribo. Seguro ya estoy leyendo lo tuyo y te digo que me parece. Pero antes quería agradecerte por tus comentarios. La verdad es que es la primera vez que me animo a publicar lo que escribo. Gracial mil!!
Seguro que nos leemos!!
Seguro que nos leemos!!
belu1973
Re: Entre ángeles y demonios
3 - El Consejo
_ Convoqué esta reunión para hablar de algo que nos interesa a todos - dijo Wolfgann
Wolfgang era el presidente del Consejo desde que era joven y se había ganado su lugar a fuerza de inteligencia, había sabido hilar su tela de manera que siempre lo habían permitido tomar las decisiones mas importantes, hasta que finalmente fue votado por unanimidad para ocupar la presidencia. Todas las decisiones que tomaba el Consejo pasaban por él y nunca se hacía nada sin su conocimiento. A la hora de castigar a los que se salían del protocolo y de las reglas del Consejo, era ejemplar por lo cual era temido y respetado. Se decía que algunos Nefhilim que se habían atrevido a desafiarlo habían desaparecido misteriosamente y no se sabía que había pasado con ellos. Era un hombre que siempre estaba serio y caminaba lento debido a que le faltaba una pierna, que había perdido a manos de un demonio destructor cuando era joven. A pesar de que tenia una edad avanzada, tenía una energía excepcional y nunca había faltado al Consejo. Tenía una voz pastosa y grave por lo que cuando hablaba imponía mas respeto aún, generando un silencio total de parte de sus subordinados. El Consejo estaba organizado como un ejército y cada cosa tenía su lugar y ese lugar se respetaba.
La cuna de esta organización estaba debajo del museo de ciencias de la ciudad y solo se accedía a él por un intricado laberinto de túneles subterráneos al cual se llegaba por diferentes entradas que solo los integrantes mas asiduos del Consejo conocían.
_ Tomen asiento - dijo sentandose a la cabecera de la gran mesa
Además de él, había en el recinto unas doce personas más que tomaron asiento sin hacer ruido alguno y esperaron a que el presidente tomara la palabra. Wolfgann ocupaba la cabecera de la gran mesa y a su derecha se sentaba su concejero personal al que llamaban Bruce y usaba unos anteojillos de lectura que le daban un aspecto intelectual; a su izquierda se sentaba una mujer rubia de aspecto desalineado llamada Brenda que se ocupaba de llevar todos los informes que llegaban de los Nefhilim que intervenían en asuntos del Consejo. Los demás eran representantes de las distintas agrupaciones que estaban distribuidas por toda la ciudad.
_ Los reuní para tratar un tema muy importante para todos nosotros - dijo con seriedad - Hace unos años, un portal fue abierto y por él se hizo presente en nuestro mundo un demonio de alto rango al que ninguno de nosotros pudo capturar, debido a que su presencia en reiteradas oportunidades, fue demasiado breve. Así como desapareció ante nuestras narices sin dejar rastro, pudimos saber que no ha vuelto a aparecer desde que el portal fuera sellado. - hizo una pausa para mirarlos a todos y luego continuó - Supimos luego que tuvo un acercamiento con Aline Loughty, pero no intento llevarse la Daga De Los Mundos. Alma Vismark guardo bien el secreto de la chica Laughty pero...
_ ¿Alma Vismark? - dijo Brenda interrumpiendo- ¿no es esa la psíquica que colaboraba antiguamente con el consejo?
_ Exacto! - exclamo Bruce
Todos se miraron entre si y hubo algunos murmullos en el recinto.
_¿ Y eso que tiene que ver ahora? - dijo uno de los hombres que estaba en la otra punta del salón
Wolfgann lo fulminó con la mirada y el silencio volvió a reinar. El hombre que había hecho la pregunta era un conocido brujo de la ciudad que a veces participaba de las reuniones del Consejo por sus conexiones con los mundos bajos y hacía de informante de cuando en cuando. Se hacía llamar Summum Magus, que en latín significa mago supremo, por pura adulación personal pero en realidad de llamaba Miguel. Lo cierto es que muy pocos lo aceptaban por no ser un Nephilim, pero él conocía muy bien los mundos oscuros y era un experto en materia de portales, por lo cual cada vez que el Consejo necesitaba de hechizos para cerrar o abrir un portal lo convocaban. Summum era delgado y espigado y siempre iba vestido de negro con el pelo engominado, dándole un aspecto de seriedad a su persona, pero en realidad era bastante atrevido y algunos lo tachaban de mal educado. De manera que todos lo miraron con un gesto de desaprobación.
_ Esta bien - dijo Summum casi divertido - lo siento
_ Voy a responder a tu pregunta "amigo" Summum - dijo Wolfgann con evidente malestar - Hago referencia a esto porque me ha llegado a oídos de que un portal que estaba sellado se abrió y por él pasaron algunos demonios Ginêngi.
_ Oh si, si - afirmo Summum frunciendo el seño - Esas pestilentes criaturas que parecen cucarachas y que les gusta meter las narices en todas partes.
_ Que tú conoces muy bien... - le lanzó Bruce con desdén
_ Señores no es momento de riñas personales - dijo Wolfgann
Bruce y Summum se odiaban desde tiempos inmemoriales. Bruce era un Nefhilim arrogante que no soportaba la presencia de ningún brujo, hechicero, psíquico a como quisiera que se llame, porque decía que no eran de fiar y eran los culpables de abrir siempre la puerta a los demonios. Summun lo sabía y su odio era recíproco y no se privaba de molestarlos cada vez que podía.
_ De acuerdo! -exclamo Summum sonriéndole a Bruce para luego dirigirse a Wolfgann - Y
que relación hay con los hechos de años anteriores... si es que se puede saber.
_ Que al parecer algunas de ellas han sido atrapadas y otras se han escapado. Logramos dar con la zona en donde fueron vistas las que huyeron y allí esta la coincidencia... - Wolfgann hizo una pausa y luego de tomar un sorbo de agua continuó - Mandamos rastreadores y fueron seguidas hasta las inmediaciones de la casa de Alma Vismark.
Todos se miraron y los murmullos comenzaron a desparramarse como el zumbido de las moscas.
_ En su casa? -Pregunto Summum
_ No exactamente, pero fueron vistas a un par de calles y eso es lo que quiero que se trate hoy aquí, ya que es mucha coincidencia.
_ Tenemos que mandar una patrulla a que averigüe que esta pasando - dijo bruce mirando de reojo a Summum
_ No creo que eso sea lo mas conveniente
_ Y dime... Summum ¿por que dices que no? - dijo Wolfgann tamborileando en la mesa con los dedos
_ Sencillo. Porque esos demonios son espías y aunque son un poco tontos no lo son lo suficiente para no darse cuenta de que una patrulla de Nefhilim los están buscando.
_ Y qué sugieres entonces?
_ Tu eres el consejero Bruce
Bruce enrojeció de ira pero se contuvo ante la mirada de todos los que estaban en el recinto y dirigió su mirada altiva y arrogante a Wolfgann esperando que éste interviniera, pero en lugar de eso el presidente del consejo ignorándolo por completo se dirigió a Summun Magus, como le gustaba que lo llamen.
_ Tu reflexión es interesante - le dijo ante la mirada perpleja de todos - Creo que lo mejor es ir directamente al grano y hacerle una visita a Alma Vismark y ver que sabe ella de todo esto.
_ No creo que sepa demasiado, hace tiempo que está alejada de ese tipo de cosas.
_ De todas formas hay que averiguar - dijo Wolfgann - díganle de que venga a verme. Ademas, se han cumplido ya dieciocho años desde el nacimiento del niño que la chica Laughty tuvo con ese Demonio y debemos saber si el chico ya despertó a su lado oscuro. Si ya está listo para su misión, puede que los demonios de Argozz quieran tener la Daga De Los Mundos y llevarse al chico. Recuerden que ese chico es demasiado importante para nosotros, cuando descubra sus habilidades lo usaremos para entrar en los clanes demoníacos y desmembrarlos.
_ Ese chico es un demonio mas que no debería existir
_Pero existe! - exclamo Summum a modo de reto - y no tiene la culpa de ser quien es...
_ A ti te encanta eso - dijo Bruce con sarcasmo - Apuesto a que le envidias! Ja ja!
_ No quisiera estar en sus zapatos, ademas...
_Basta ya caballeros!!
La voz de Wolfgann sonó atronadora en el recinto y se hizo un silencio abrumador.
_ Dejen sus rencillas de lado. Ahora hay que ir a casa de Alma y ver que pasa.
_ Si le parece puedo ir yo mismo a casa de esa mujer
_ Si Bruce. Tú irás pero no lo harás solo, Summum ira contigo ya que la conoce mejor que tú y ademas fue el elegido para guiar al chico cuando comenzaran los cambios. Y si te encuentras con el chico... no olvides lo importante que es para el Consejo - dijo a manera de advertencia
Bruce palideció pero no dijo nada, aspiraba algún día a ser el presidente del Consejo y por esa razón era lo suficientemente astuto para no ponerse en contra a Wolfgann objetando alguna de sus órdenes. De manera que se guardó la ira e hizo un gesto de afirmación por toda respuesta.
_ Mañana quiero que Alma esté aquí de manera que es mejor que ésta misma tarde le hagan una visita para darle mi mensaje. Ahora - dijo poniéndose en pie - les pido a todos que activen sus clanes para asegurarse que no sea abierto ningún otro portal y estén atentos porque los volveré a necesitar pronto. Vienen momentos decisivos para este Consejo y podemos vernos ante una gran amenaza.
_ Puedo preguntar algo mas?
_ Última pregunta Summum
_ En donde fue abierto el portal?
_ Tu lo sabes, en el viejo cementerio de las afueras de la ciudad. De alguna manera rompieron el sello. Pero eso no importa ahora, ya mande a custodiar la zona.
_ y ...por qué debería yo saber? Estoy de acuerdo en que soy el que mas experiencia tiene con los portales pero no todo pasa por mi.
_ Ambos sabemos por qué - dijo Wolfgann con gesto grave - No me hagas tener que decírtelo Summum
***
Lyra trataba de seguirle el paso a Eldar lo mejor que podía, pero le costaba seguirlo sin tener que andar a la carrera de vez en cuando. Él parecía ignorarla, como si caminara solo, y empezaba a preguntarse si sabía que estaba caminando a su lado. Ni siquiera sabía a donde se dirigían, desde que habían salido de la casa de Eldar caminaban sin decir una sola palabra. Algo estaba mal, algo que ella no podía procesar.
Lyra mejor que nadie conocía el carácter de Eldar, era el chico con mas autocontrol que había visto, andaba siempre como los gatos atento a todo, nada se le escapaba, siempre con un humor algo ácido y por lo general no era de tener muchos amigos. Los otros chicos decían que era raro pero para ella, que lo conocía bien, solo era ... diferente.
Habían crecido juntos y desde niña estaba enamorada de él, aunque nunca se lo había dicho. Pensaba que era inferior a él, que nunca se fijaría en ella; ella, que era una mas del montón con su cabello castaño y sus ojos color miel; ella, que no tenía el cuerpo torneado como las demás chicas que andaban a su alrededor; ella, que era como su "hermana" así le había llamado una vez; ella, tan sencilla y atolondrada a veces, no podía ni siquiera imaginarse que alguna vez tuviera una milésima de oportunidad. Así que se resignaba a acompañarlo siempre y a compartir todos los momentos que podía; mientras que se mordía el labio hasta sangrar cada vez que lo había visto besando a una chica.
Comenzó a notar que le faltaba el aliento de tanta carrera y decidió hacerle notar que estaba a su lado por las dudas si se la había olvidado.
_ Me puedes decir a dónde vamos? - le pregunto poniéndose las manos en la cintura y parándose frente a él
Tuvo que agarrarla con una mano de la espalda para no tirarla al suelo al tropezar con ella. La miro a los ojos como si realmente la hubiera visto por primera vez desde que habían salido a la calle.
_ y? - dijo ella mirandose en sus ojos.
_ Lo siento... te hice daño?
_ No. ¿qué pasa contigo? Estoy corriendo tras de ti desde hace .... bueno... no se cuantas cuadras ya! - dijo entre divertida y preocupada
Algo diferente había en esos ojos celestes que ella tanto quería, era como caer en un vacío mirarse en ellos. Eldar siempre aparentó menos edad de la que tenía, pero en ese momento una lineas finas de expresión, casi imperceptibles le hacían parecer mayor.
Eldar exhaló una bocanada de aire contenido como tratando de liberar alguna tensión
_ Lyra yo... lo siento de verdad - dijo él haciendo una pequeña mueca con la boca
_ Te ves diferente
Habían retomado la marcha pero esta vez a paso mas normal
_ Debe ser que no dormí bien
_ mmm... y eso por que?
_ simplemente no dormí bien
_ Eldar el comunicativo!!
_Lyra!!... no estoy de humor para tus regaños de niña histérica
Se arrepintió de inmediato de lo que le había dicho
_ Bueno.. está bien.. ya veo que hoy no es tu día - le dijo ella en un tono de enfado
_ No debí decir eso... lo siento
_ es tu cumpleaños... se supone que deberías estar contento
Habían llegado a una plazoleta en la que siempre se juntaban cuando eran niños
_ ¿Qué tal si nos sentamos aquí? - dijo ella señalando un banco
Se sentaron en silencio y Eldar entornó los ojos, la luz le molestaba
_ Escucha Ly - le dijo pasándose la mano por el pelo - De verdad hoy no estoy de humor. Tal vez debería acompañarte a tu casa y vernos en otro momento. Si lo deseas puedo pasar por ti mas tarde y podemos ir a Onix
Onix era un bar nocturno donde se mezclaba toda clase de adolescentes de diferentes tribus urbanas; emos, floggers, darks, punk, etc y chicos simples como ella. Allí nadie se fijaba en nadie y cada uno hacía lo suyo sin importarle que hacía el otro. Era uno de los pocos lugares en donde Eldar se hallaba "cómodo".
_ Ssi - dijo dudosa - hace mucho que no vamos a bailar... pero no te veo muy convencido
Eldar la miro un instante buscando que decir. Se sentía aturdido y lo que mas deseaba era estar un momento solo.
_ Es solo que necesito estar solo un rato
_ Algo te pasa...digo... además de que no estés de humor y todo eso
Le pasaba todo! Pero como contarle la locura que estaba viviendo? Simplemente le diría que era una especie de demonio y que había un mundo de criaturas apestosas que lo atacaban
en sus pesadillas que luego se hacían realidad? No, no podía decirle eso, porque a pesar de ser su amiga, simplemente lo tomaría por loco. Aunque por otro lado tal vez se sintiera mas relajado si se lo contaba.
_ No puedo contarte lo que me pasa hasta que yo mismo pueda entenderlo.. Se estaba poniendo molesto con la luz de tal manera que estaba inquieto.
_ Definitivamente si te pasa algo - afirmo ella - puedo sentirlo... estás mas pálido de lo que eres, tus ojos se ven diferentes y tienes esa mirada penetrante como cuando estas molesto.
Él torció la boca en lo que intento ser una sonrisa. Lyra lo conocía mejor que nadie, a ella no podía mentirle.
_ Puedes contármelo o puedes quedarte aquí solo
_ No me creerías
_ Inténtalo. Te enamoraste de alguien y no me lo quieres contar? Eldar sonrió a pesar de no tener ganas._ No es eso
_ Mmm?_ Solo que mi tía me conto algunas cosas de mis padres...
_ Pero eso es bueno! O... no?
_ No lo se... todavía lo estoy asimilando
_ Me doy cuenta - dijo ella tratando de encontrar su mirada esquiva - entiendo que no me lo quieras contar
_ Mira - dijo mirandola con gravedad - creo que no debes estar conmigo por ahora, vete a tu casa y déjame solo.
No supo por que le dijo eso pero estaba fastidioso de tantas preguntas y solo quería estar solo.
La respuesta la dejó paralizada. Nunca le había dicho algo así. Por un momento tuvo ganas de irse y dejarlo solo, había colmado su capacidad de comprensión y se sintió herida. Siempre reñían por boberías, pero nunca le habló de esa manera. Se sentía incómoda y su primer impulso fue irse. Al levantarse creyó que él la seguiría para pedirle disculpas, pero su sorpresa fue mayor cuando Eldar la dejó ir sin intenciones de arreglar las cosas.
Por su lado Eldar se sintió violento consigo mismo y apretó los puños mientras la veía alejarse a paso apretado cruzando la plazoleta en dirección a su casa. Estaba seguro que se fué furiosa, pero pensó que de momento era mejor así; si de verdad él estaba en peligro, no podía arriesgarla a ella a que algo le pasara por estar con él. Cuando pudiera aclarar las
cosas iría a buscarla y trataría de contarle que le pasaba y disculparse. Mientras tanto se tragó su veneno y se puso de pie.
Cuando dio el primer paso noto que algo caminaba detrás de él y volteó para ver que era. Nada. ¿estaba perseguido?. Siguió caminando y otra vez la misma sensación. Se detuvo en seco y giró rápidamente y allí estaba; un extraño pájaro parecido a un cuervo pero mas pequeño que lo miraba fijamente. Se quedo viéndolo un instante y le dio un escalofrío; era extraño, trato de acercarse al ave pero en cuanto dio el primer paso el bicho alzó el vuelo a una velocidad de vértigo y desapareció entre los árboles. No se había dado cuenta, pero ya estaba cayendo la tarde, así que decidió ir a su casa. Aún después de hacer varias cuadras tenía la misma sensación y varias veces miro para atrás sin poder ver al ave nuevamente. Apreto el paso, su estómago ya comenzaba a dar signos de hambre y una sed que nunca había tenido le quemaba la garganta. Se sentía extraño y quería llegar a casa pronto para seguir la conversación que había quedado pendiente con su tía Alma.
***
Alma Vismark quedó helada frente a la puerta al ver a Summum acompañado del otro hombre al que conocía bien; hacía años que no tenía contacto con el Consejo, y si ahora estaban en su casa era porque algo malo pasaba. Un sudor frío le corrió por el cuerpo y rogó que Eldar no regresara justo en ese momento. Antes de que el Consejo echara mano de él tenía que ponerlo al tanto de muchas cosas.
_ No esperaba verlos por aquí señores - lo dijo haciendose la desentendida pero sin invitarlos a pasar
Bruce la hizo a un lado y entró en el saloncito de entrada sin esperar la invitación. Alma se quedo mirando a Bruce y reprimió el deseo de insultarlo, pasando una mirada de reproche hacia Summum que se mantenía en la puerta tímidamente.
_ Te pido disculpas por el comportamiento de Bruce - le dijo con una inclinación de cabeza a manera de saludo - Es que todavía no aprueba la clase de educación.
Bruce que estaba ya dentro del saloncito husmeando lo que había en los estantes de un mueble repleto de libros, se dio vuelta y fulminó a Summum con la mirada y de buena gana hubiese sacado una daga de combate matándolo ahí mismo. En cambio se guardo la ira y tomando un portarretratos de uno de los estantes, lo miro con asco. Era un retrato de Eldar el día en que se graduó en la secundaria.
_ Así que éste es el demonio - dijo burlón
Esto sacó de quicio a Alma que se abalanzó sobre él y le quito el retrato de la mano con furia. Summum aprovechó el movimiento para dar un paso hacia adelante y entrando en el saloncito cerró la puerta tras de si por si algún vecino entrometido andaba husmeando.
_ ¿Cómo te atreves? -dijo Alma entre dientes - Que representes al Consejo no te da derecho a entrar en mi casa de prepo y hurgar mis cosas.
Bruce hizo caso omiso del reclamo y se sentó en un pequeño sillón que estaba en un rincón.
_ Querida Alma - dijo Summum tratando de calmar las cosas - Lamento la situación
_ A qué han venido?
_ A buscar a tu niño demonio y a que nos cuentes algunas cosas - dijo con sorna y malicia
Bruce
_ ¡¡Ya basta!! - exclamo exasperado Summum - ¿Qué pasa contigo? Venimos a hablar con
Alma, no a atacarla!
_ Por mi es igual... es una impura!
_ No pienso hablar contigo Bruce - dijo Alma indignada y colérica - si el Consejo quiere algo de mi, dilo ya Summum y váyanse de mi casa.
Bruce emitió una risilla que enojo más a Alma. Él tenía la arrogancia del que es inferior pero se cree superior, en el fondo era un cobarde que solo servía para adular a Wolfgann. Maldijo para sus adentros y sintió ganas de largarle un hechizo para que enmudeciera, pero sabía que eso le costaría caro. Lo único que quería era que se fueran de una vez, no deseaba que Eldar los encontrara allí; si tenía que haber un encuentro con el Consejo, esa no era la mejor forma, así que respirando profundo se dirigió a Summum.
_ Sólo hablare contigo - le dijo apuntándolo con el dedo - ¿Qué es lo que desean?
_ Explícale "brujo" - lanzó Bruce con sarcasmo y despectivamente.
_ Un día voy a ponerte en tu lugar - y sin transición - Alma, vinimos a hacerte algunas preguntas - dijo amablemente
Bruce resopló fastidioso pero no dijo nada y dejo que Summum se hiciera cargo de la conversación.
Alma miro de reojo a Bruce y se sentó en el otro sillón expectante.
_ El motivo de que estemos aquí, es que el Consejo esta un poco ...preocupado
_ Preocupado - repitió Alma - Imagino que tiene que ver conmigo...
_ Contigo, la Daga De Los Mundos y el chico
Alma hizo un respingo y se irguió altivamente.
_ Explícate - le pidió
_Al parecer algunos Espías pasaron a este mundo y fueron vistos en las inmediaciones de tu casa - prosiguió Summum - Como es de imaginar, el Consejo está preocupado por la Daga De Los Mundos y por el chico.
Bruce se puso en pié y de manera inquisidora se acerco a Alma que tuvo que tirarse hacia atrás por la proximidad.
_ Parece que tus amigos están tras tu chico demonio - le dijo sonriendo con malicia
_ Eldar no es un demonio
_ Ah! ¡Eldar! Así se llama el demonio
_ Ya basta Bruce!
_ Solo dinos lo que sabes y nos iremos - dijo Bruce amenazante colocando las manos en los brazos de los sillones de manera que Alma quedó acorralada.
_ No se nada de lo que me están hablando, no he visto a ningún demonio espía por aquí... por lo menos no en mi casa - dijo Alma sin amedrentarse ante la mirada inquisidora de Bruce
_ Bruce!! - exclamo Summum entre dientes - Ya déjala en paz!!
Bruce se aparto con una risita que Alma tuvo ganas de borrar de su cara de un bofetón.
_ Alma - dijo suavemente Summum - Lo que queremos es que nos digas si has visto algo raro en estos días, en especial por el hecho de que... tú sabes... el chico... Eldar ¿Verdad?
Alma asintió con la cabeza en total silencio, mientras se le venía a la cabeza la imagen de
Eldar mortificado por lo que le estaba pasando y las marcas en su brazo...
_ No he visto nada, por lo menos no un Espía
_ y... hubo algún cambio?
_ ¿A que te refieres cuando dices un cambio?
Bruce tenía muy poca paciencia y tratándose de personas que no toleraba directamente no la tenía, así que volviendo a apoyarse en el sillón donde Alma estaba sentada y la increpó de manera brusca tomandola por un brazo.
_ No me hagas perder la paciencia!! - le dijo entre dientes
_No te atrevas a tocarme - dijo alma clavándole los ojos a sus dedos flacos
Summum ya estaba cansado de las reacciones de Bruce y lo tomo de un brazo para alejarlo de Alma, pero bruce le pegó un empujón y el brujo trastabilló dando la espalda contra la pared, momento que Bruce aprovechó para seguir hostigando a Alma.
_ Tu siempre te llevaste bien con los demonios y por tu culpa ese chico va a arruinarlo todo!
- dijo apretando mas el brazo de Alma
_Suéltame Bruce! - dijo Alma con un gesto de dolor
_ No lo haré hasta que me digas...
_ Suéltala
Eldar estaba parado en el umbral de la entrada y con la cabeza medio gacha mirando de frente a Bruce, pero sin perder de vista a Summum que lo miró sorprendido.
_ No lo volveré a repetir... - dijo en tono quedo
Sus ojos eran como dagas congeladas, su mirada molestaba; incluso el tono de su voz había sido helado y con una serenidad que alarmó a Alma. Summum calculó que el chico medía un metro noventa, mas alto de lo que él se lo había imaginado; tenía la postura desafiante propia de los demonios y sin embargo sus facciones eran de una belleza angelical. Bruce se sorprendió de tal manera que quedó paralizado, pero intentó no demostrarlo y soltando a Alma, con una sonrisa socarrona, se irguió lo mas que pudo para tratar de impresionar a Eldar con su porte y se vio él mismo sorprendido cuando, de un salto, Eldar lo tomo por el cuello y lo estampo contra la estantería de libros ante la mirada atónita de Alma y Summum.
_ No se quien mierda eres - le dijo entre dientes - pero si vuelves a tocar a mi tía te arrancaré los ojos
Bruce trato de poner una mirada amenazante mientras decía
_ No sabes con quien te estás metiendo
_ No me interesa quien mierda seas -le dijo casi en un susurro - puedo oler tu miedo... solo eres un cobarde
Eldar nunca había sido mas exacto con sus palabras que en ese momento. Summum que miraba la escena esbozó una sonrisa de placer y lejos de intervenir lo disfrutaba. Ojalá el chico cumpliera con lo que decía
_ Eldar... por favor - dijo alma tratando de tranquilizar a su sobrino.
Era la primera vez que Eldar se ponía de esa manera tan violenta, casi salvaje. Al escuchar la voz de su tía se dio cuenta de su reacción y soltó a Bruce con mucha lentitud, como si no quisiera realmente soltarlo
_ Son del Consejo - dijo Alma suavemente
Eldar paseó la mirada de uno a otro y dando un paso atrás tomo distancia de Bruce para ponerse al lado de su tía que se había levantado del sillón.
_ Hola, soy Summum - dijo éste extendiéndole la mano a manera de saludo- lamento la situación
La mano de Summum quedó suspendida en el aire y cuando ya pensaba que Eldar no respondería el saludo, éste extendió la mano desconfiadamente.
_Soy Eldar - dijo fríamente
_ Vinimos a charlar un rato con tu tía...
_ No parecía una charla, mas bien un interrogatorio - dijo aniquilando a Bruce con la mirada
_ No tengo que darte explicaciones demonio - dijo Bruce de manera despreciable
Por un momento Summum pensó que Eldar lo tomaría del cuello de nuevo, pero se sorprendió otra vez al notar que la expresión de Eldar era indiferente, casi divertida, aunque no le sacaba los ojos de encima y ladeaba un poco la cabeza como si lo estuviera estudiando.
_ Wolfgann quiere verte - le dijo a alma tratando de despegarse de la mirada gélida de Eldar.
_Esta bien... iré a verle mañana_ Vamos -dijo Bruce a Summum , pero éste no se movió.
_Vamos! - exclamó
Eldar no le quitaba los ojos de encima, con la cabeza medio gacha y los ojos entrecerrados, le recordó a los grandes felinos cuando acechan una presa.
_ No me iré contigo - dijo Summum divertido
_ Como quieras
Sin decir mas, Bruce salio de la casa dando largas zancadas como si quisiera huir de allí lo mas rápidamente posible.
Cuando los tres se quedaron solos hubo un silencio en el cual la mirada de Eldar iba de Summum a Alma y viceversa. Fue un momento un poco tenso e intenso; Eldar estaba pálido y esa palidez le daba a su expresión una dureza gélida. En realidad estaba mareado y le dolía mucho la cabeza, todo le daba vueltas y una nausea se acumuló en su estómago; fué tan fuerte que se tambaleó un momento y tuvo que apoyarse en la biblioteca para no caer.
_ Eldar! -exclamo Alma al darse cuenta de lo mal que estaba
_ No! -la atajo con la mano - estaré bien ... solo debo
No llegó a terminar la frase por que las piernas le flaquearon y si Summum no hubiese estado de una salto a su lado, se habría desplomado al suelo.
_ ¡¡Oh!! -exclamo Alma
_ Tranquila - le dijo Summum ayudando a Eldar a recostarse en el sillón mientras le tocaba la frente; Eldar estaba sudando frío.
_ Esta volando de fiebre - dijo Summum
_Traeré unos paños fríos
Summum se agacho delante de Eldar y examinó sus ojos, apenas si podía abrirlos, pero no estaba desmayado, solo aturdido.
_Eldar... puedes oírme?
_ Ssi - dijo débilmente
_ Tranquilo -le dijo Summum con una sonrisa. No sabía si era el hecho de que había puesto en su lugar a Bruce, pero lo cierto es que el chico le caía bien - Estarás bien, solo quiero examinarte un poco ...
_ Estoy bien - murmuro Eldar
_ Summum aquí esta el agua y los paños - dijo Alma entrando con un tacho lleno de agua con hielo.
_ La sangre de demonio lo está envenenando - dijo grave Summum - si logra el equilibrio entre las dos sangres se salvará...si no, no pasara de esta noche.
Pero Eldar ya no lo escuchaba.
Summum tomó un paño y escurriéndolo un poco lo colocó en la frente afiebrada de Eldar. EL contacto con lo frío del paño le dio un escalofrío que lo hizo estremecerse pero a la vez lo relajó tanto que cerró los ojos con un gesto de alivio. Escuchaba que Alma y Summum hablaban de él pero por mas que lo intentaba no podía concentrarse en lo que decían, algunas palabras sueltas se mezclaban con su nombre; Consejo, Argozz, Daga, lucha, no podía terminar de comprender lo que hablaban. Cuando mas trataba de concentrarse en lo que hablaban mas se perdía y poco a poco se fue hundiendo en un abismo profundo que lo arrastraba y lo llevaba para abajo, trató desesperadamente de asirse del sillón pero los brazos no le respondían, era como estar soñando despierto, sin poder moverse; tenía los ojos cerrados pero aún podía ver un reflejo de luz azulina frente a él. ¿Realmente tenia los ojos cerrados? Lentamente la luz fue creciendo y una figura que parecía humana comenzó a formarse en el centro; la figura era cada ve mas grande y creció hasta estar de su tamaño frente a él, Unos ojos como los suyos pero mas helados lo miraban fijamente; el hombre que lo miraba así se parecía a él, aunque mas mayor y con el pelo mas largo; iba vestido de negro con una especie de traje de combate y llevaba una espada muy afilada colgando de un cinturón de armas, una especie de cuervo negro se posaba en su hombro; la mirada de ese hombre no le daba miedo, porque era como mirarse a si mismo pero se estremeció al darse cuenta de quién era; trato de hablarle pero sus labios estaban sellados. La figura se puso borrosa de pronto y la oscuridad comenzó a cubrir su visión, un murmullo como de abejas revoloteando comenzó a crecer a su lado; no eran abejas, eran voces y eran las voces de antes, trato de moverse y pedir ayuda pero no podía hacerlo, entonces decidió que lo mejor era no luchar y tratar de relajarse; de esa manera tal vez lograra algo. Se relajo y las voces comenzaron a hacerse mas claras y mas cercanas, eran las voces de Summum y Alma que aun estaban allí con él. Con sorpresa noto que podía abrir los ojos y lo hizo lentamente, primero pudo distinguir un reflejo de luz artificial, ¿era de noche?; cuando por fín pudo terminar de abrir los ojos vio a su tía y a Summum sentados junto a él con una taza de café en la mano cada uno. Al parecer estaban conversando muy cordialmente, lo que tranquilizó a Eldar. La luna brillaba a través de la ventana abierta de la cocina.
Alma notó que Eldar los miraba y le hizo una seña a Summum que al comprender lo que ella le mostraba, se inclinó sobre Eldar y le toco la frente con la yema de los dedos.
_ La fiebre ha cedido - dijo Summum dirigiéndose a Alma
_ Traeré otra taza de café - dijo ALma levantándose de su asiento para meterse en la cocina
_¿Cómo te sientes? - Summum miraba a Eldar con curiosidad
Eldar se paso la mano por el cabello mientras se acomodaba en el sillón con las piernas cruzadas, ya no le dolía la cabeza y se sentía diferente, aunque no sabía explicarse muy bien su estado, estaba como si hubiese dormido dos días seguidos. Instintivamente se llevó la mano a la nuca, todavía estaba el chichón pero mas desinflamado y ya no le dolía.
_ Supongo que bien para ser un demonio - dijo con sarcasmo
Summum lo miro levantando la cabeza como si lo estudiara.
_ Mmm... si, creo que estas mejor - dijo con una pequeña sonrisa
_ No se que me pasó..-dijo vacilante.
_ Tuviste una fiebre muy alta...delirabas creo
_ Dije algo?
_Nno, solo luchabas para no caer.
_Entonces si estaba pasando
_ Creo que estabas luchando contigo mismo - dijo Alma que estaba de vuelta con la taza de café y se la ofrecía.
_ Qué me pasó, creo que me dormí y soñé
_Volabas de fiebre
_ Creo que me deben una explicación - dijo Eldar pasando la mirada de uno a otro
Alma y Summus se miraron y fue el brujo quien tomo la palabra ante la dudosa expresión de su tía.
_ Verás - dijo Summum tomando una postura seria - hubo una lucha en tu interior
Eldar se tiro un poco hacia adelante para prestar mas atención.
_La mezcla de sangres que hay en ti luchan por dominar. La sangre de demonio es mas densa que la de ángel, que es pura. Eso te hizo levantar una fiebre muy alta y no pudiste controlar tu cuerpo... pero creo que has superado el trance bastante bien. Eres mas fuerte de lo que pensaba, podrías haber muerto.
_ Así nada mas?
_ Eldar - dijo Alma - Aún no lo sabes, pero hay en tí una fuerza tan inmensa que te será difícil a veces controlar.
_ Pero... hasta ayer no me pasaba esto...
_ Al cumplir dieciocho años - dijo Summun - Las fuerzas que luchan dentro tuyo comenzaron a despertar, se supone que ahora estas listo para enfrentarte a tus responsabilidades.
_Mis responsabilidades??
_ La Daga De Los Mundos debe ser custodiada y tu eres el que debe hacerlo
Eldar miro al brujo sin comprender lo que decía.
_Estas diciendo que tengo que transformarme en una especie de guerrero del infra mundo o algo así -dijo con sarcasmo.
Summum sonrió con las palabras de Eldar, definitivamente le agradaba aquel chico; tenía la arrogancia propia de los demonios pero su lado de luz lo hacía casi majestuoso; realmente era como se lo había imaginado.
_ Ya eres un guerrero, aunque no lo sabes - le dijo
_ De a poco irás descubriendo de lo que eres capaz - dijo Alma
Eldar se levanto del sillón y tomo la Daga que estaba en la caja de madera donde la había dejado y la examinó, bajo las miradas curiosas de Alma y Summum. La hoja reluciente brilló ante sus ojos con un fulgor azulado, le pareció que resplandecía aún mas si la empuñaba con fuerza. Noto unas letras grabadas en la hoja, era latín, la frase salió de sus labios casi sin querer.
_ solum nobilis de cor gerunt hoc page
La hoja refulgió entre sus dedos con una luz blanquecina que ilumino la habitación por una fracción de segundo. Summum se paro de su asiento de un salto y alma se llevo la mano al corazón, temiendo que éste se saliera de su pecho. Eldar en cambio se quedó mirando la hoja pero su rostro tenía una expresión marcial; fue para él como si hubiera esperado que eso pasara.
_ "Solo el noble de corazón podrá blandir esta hoja" - dijo Summum con entusiasmo, traduciendo lo que Eldar había dicho - La Daga De Los Mundos te ha reconocido chico! - exclamó. - Las puertas de la vida y la muerte se han abierto para ti...
Eldar se quedo tieso mirando la hoja y después cerró los ojos un momento, cuando los abrió nuevamente su mirada había cambiado.
_ Convoqué esta reunión para hablar de algo que nos interesa a todos - dijo Wolfgann
Wolfgang era el presidente del Consejo desde que era joven y se había ganado su lugar a fuerza de inteligencia, había sabido hilar su tela de manera que siempre lo habían permitido tomar las decisiones mas importantes, hasta que finalmente fue votado por unanimidad para ocupar la presidencia. Todas las decisiones que tomaba el Consejo pasaban por él y nunca se hacía nada sin su conocimiento. A la hora de castigar a los que se salían del protocolo y de las reglas del Consejo, era ejemplar por lo cual era temido y respetado. Se decía que algunos Nefhilim que se habían atrevido a desafiarlo habían desaparecido misteriosamente y no se sabía que había pasado con ellos. Era un hombre que siempre estaba serio y caminaba lento debido a que le faltaba una pierna, que había perdido a manos de un demonio destructor cuando era joven. A pesar de que tenia una edad avanzada, tenía una energía excepcional y nunca había faltado al Consejo. Tenía una voz pastosa y grave por lo que cuando hablaba imponía mas respeto aún, generando un silencio total de parte de sus subordinados. El Consejo estaba organizado como un ejército y cada cosa tenía su lugar y ese lugar se respetaba.
La cuna de esta organización estaba debajo del museo de ciencias de la ciudad y solo se accedía a él por un intricado laberinto de túneles subterráneos al cual se llegaba por diferentes entradas que solo los integrantes mas asiduos del Consejo conocían.
_ Tomen asiento - dijo sentandose a la cabecera de la gran mesa
Además de él, había en el recinto unas doce personas más que tomaron asiento sin hacer ruido alguno y esperaron a que el presidente tomara la palabra. Wolfgann ocupaba la cabecera de la gran mesa y a su derecha se sentaba su concejero personal al que llamaban Bruce y usaba unos anteojillos de lectura que le daban un aspecto intelectual; a su izquierda se sentaba una mujer rubia de aspecto desalineado llamada Brenda que se ocupaba de llevar todos los informes que llegaban de los Nefhilim que intervenían en asuntos del Consejo. Los demás eran representantes de las distintas agrupaciones que estaban distribuidas por toda la ciudad.
_ Los reuní para tratar un tema muy importante para todos nosotros - dijo con seriedad - Hace unos años, un portal fue abierto y por él se hizo presente en nuestro mundo un demonio de alto rango al que ninguno de nosotros pudo capturar, debido a que su presencia en reiteradas oportunidades, fue demasiado breve. Así como desapareció ante nuestras narices sin dejar rastro, pudimos saber que no ha vuelto a aparecer desde que el portal fuera sellado. - hizo una pausa para mirarlos a todos y luego continuó - Supimos luego que tuvo un acercamiento con Aline Loughty, pero no intento llevarse la Daga De Los Mundos. Alma Vismark guardo bien el secreto de la chica Laughty pero...
_ ¿Alma Vismark? - dijo Brenda interrumpiendo- ¿no es esa la psíquica que colaboraba antiguamente con el consejo?
_ Exacto! - exclamo Bruce
Todos se miraron entre si y hubo algunos murmullos en el recinto.
_¿ Y eso que tiene que ver ahora? - dijo uno de los hombres que estaba en la otra punta del salón
Wolfgann lo fulminó con la mirada y el silencio volvió a reinar. El hombre que había hecho la pregunta era un conocido brujo de la ciudad que a veces participaba de las reuniones del Consejo por sus conexiones con los mundos bajos y hacía de informante de cuando en cuando. Se hacía llamar Summum Magus, que en latín significa mago supremo, por pura adulación personal pero en realidad de llamaba Miguel. Lo cierto es que muy pocos lo aceptaban por no ser un Nephilim, pero él conocía muy bien los mundos oscuros y era un experto en materia de portales, por lo cual cada vez que el Consejo necesitaba de hechizos para cerrar o abrir un portal lo convocaban. Summum era delgado y espigado y siempre iba vestido de negro con el pelo engominado, dándole un aspecto de seriedad a su persona, pero en realidad era bastante atrevido y algunos lo tachaban de mal educado. De manera que todos lo miraron con un gesto de desaprobación.
_ Esta bien - dijo Summum casi divertido - lo siento
_ Voy a responder a tu pregunta "amigo" Summum - dijo Wolfgann con evidente malestar - Hago referencia a esto porque me ha llegado a oídos de que un portal que estaba sellado se abrió y por él pasaron algunos demonios Ginêngi.
_ Oh si, si - afirmo Summum frunciendo el seño - Esas pestilentes criaturas que parecen cucarachas y que les gusta meter las narices en todas partes.
_ Que tú conoces muy bien... - le lanzó Bruce con desdén
_ Señores no es momento de riñas personales - dijo Wolfgann
Bruce y Summum se odiaban desde tiempos inmemoriales. Bruce era un Nefhilim arrogante que no soportaba la presencia de ningún brujo, hechicero, psíquico a como quisiera que se llame, porque decía que no eran de fiar y eran los culpables de abrir siempre la puerta a los demonios. Summun lo sabía y su odio era recíproco y no se privaba de molestarlos cada vez que podía.
_ De acuerdo! -exclamo Summum sonriéndole a Bruce para luego dirigirse a Wolfgann - Y
que relación hay con los hechos de años anteriores... si es que se puede saber.
_ Que al parecer algunas de ellas han sido atrapadas y otras se han escapado. Logramos dar con la zona en donde fueron vistas las que huyeron y allí esta la coincidencia... - Wolfgann hizo una pausa y luego de tomar un sorbo de agua continuó - Mandamos rastreadores y fueron seguidas hasta las inmediaciones de la casa de Alma Vismark.
Todos se miraron y los murmullos comenzaron a desparramarse como el zumbido de las moscas.
_ En su casa? -Pregunto Summum
_ No exactamente, pero fueron vistas a un par de calles y eso es lo que quiero que se trate hoy aquí, ya que es mucha coincidencia.
_ Tenemos que mandar una patrulla a que averigüe que esta pasando - dijo bruce mirando de reojo a Summum
_ No creo que eso sea lo mas conveniente
_ Y dime... Summum ¿por que dices que no? - dijo Wolfgann tamborileando en la mesa con los dedos
_ Sencillo. Porque esos demonios son espías y aunque son un poco tontos no lo son lo suficiente para no darse cuenta de que una patrulla de Nefhilim los están buscando.
_ Y qué sugieres entonces?
_ Tu eres el consejero Bruce
Bruce enrojeció de ira pero se contuvo ante la mirada de todos los que estaban en el recinto y dirigió su mirada altiva y arrogante a Wolfgann esperando que éste interviniera, pero en lugar de eso el presidente del consejo ignorándolo por completo se dirigió a Summun Magus, como le gustaba que lo llamen.
_ Tu reflexión es interesante - le dijo ante la mirada perpleja de todos - Creo que lo mejor es ir directamente al grano y hacerle una visita a Alma Vismark y ver que sabe ella de todo esto.
_ No creo que sepa demasiado, hace tiempo que está alejada de ese tipo de cosas.
_ De todas formas hay que averiguar - dijo Wolfgann - díganle de que venga a verme. Ademas, se han cumplido ya dieciocho años desde el nacimiento del niño que la chica Laughty tuvo con ese Demonio y debemos saber si el chico ya despertó a su lado oscuro. Si ya está listo para su misión, puede que los demonios de Argozz quieran tener la Daga De Los Mundos y llevarse al chico. Recuerden que ese chico es demasiado importante para nosotros, cuando descubra sus habilidades lo usaremos para entrar en los clanes demoníacos y desmembrarlos.
_ Ese chico es un demonio mas que no debería existir
_Pero existe! - exclamo Summum a modo de reto - y no tiene la culpa de ser quien es...
_ A ti te encanta eso - dijo Bruce con sarcasmo - Apuesto a que le envidias! Ja ja!
_ No quisiera estar en sus zapatos, ademas...
_Basta ya caballeros!!
La voz de Wolfgann sonó atronadora en el recinto y se hizo un silencio abrumador.
_ Dejen sus rencillas de lado. Ahora hay que ir a casa de Alma y ver que pasa.
_ Si le parece puedo ir yo mismo a casa de esa mujer
_ Si Bruce. Tú irás pero no lo harás solo, Summum ira contigo ya que la conoce mejor que tú y ademas fue el elegido para guiar al chico cuando comenzaran los cambios. Y si te encuentras con el chico... no olvides lo importante que es para el Consejo - dijo a manera de advertencia
Bruce palideció pero no dijo nada, aspiraba algún día a ser el presidente del Consejo y por esa razón era lo suficientemente astuto para no ponerse en contra a Wolfgann objetando alguna de sus órdenes. De manera que se guardó la ira e hizo un gesto de afirmación por toda respuesta.
_ Mañana quiero que Alma esté aquí de manera que es mejor que ésta misma tarde le hagan una visita para darle mi mensaje. Ahora - dijo poniéndose en pie - les pido a todos que activen sus clanes para asegurarse que no sea abierto ningún otro portal y estén atentos porque los volveré a necesitar pronto. Vienen momentos decisivos para este Consejo y podemos vernos ante una gran amenaza.
_ Puedo preguntar algo mas?
_ Última pregunta Summum
_ En donde fue abierto el portal?
_ Tu lo sabes, en el viejo cementerio de las afueras de la ciudad. De alguna manera rompieron el sello. Pero eso no importa ahora, ya mande a custodiar la zona.
_ y ...por qué debería yo saber? Estoy de acuerdo en que soy el que mas experiencia tiene con los portales pero no todo pasa por mi.
_ Ambos sabemos por qué - dijo Wolfgann con gesto grave - No me hagas tener que decírtelo Summum
***
Lyra trataba de seguirle el paso a Eldar lo mejor que podía, pero le costaba seguirlo sin tener que andar a la carrera de vez en cuando. Él parecía ignorarla, como si caminara solo, y empezaba a preguntarse si sabía que estaba caminando a su lado. Ni siquiera sabía a donde se dirigían, desde que habían salido de la casa de Eldar caminaban sin decir una sola palabra. Algo estaba mal, algo que ella no podía procesar.
Lyra mejor que nadie conocía el carácter de Eldar, era el chico con mas autocontrol que había visto, andaba siempre como los gatos atento a todo, nada se le escapaba, siempre con un humor algo ácido y por lo general no era de tener muchos amigos. Los otros chicos decían que era raro pero para ella, que lo conocía bien, solo era ... diferente.
Habían crecido juntos y desde niña estaba enamorada de él, aunque nunca se lo había dicho. Pensaba que era inferior a él, que nunca se fijaría en ella; ella, que era una mas del montón con su cabello castaño y sus ojos color miel; ella, que no tenía el cuerpo torneado como las demás chicas que andaban a su alrededor; ella, que era como su "hermana" así le había llamado una vez; ella, tan sencilla y atolondrada a veces, no podía ni siquiera imaginarse que alguna vez tuviera una milésima de oportunidad. Así que se resignaba a acompañarlo siempre y a compartir todos los momentos que podía; mientras que se mordía el labio hasta sangrar cada vez que lo había visto besando a una chica.
Comenzó a notar que le faltaba el aliento de tanta carrera y decidió hacerle notar que estaba a su lado por las dudas si se la había olvidado.
_ Me puedes decir a dónde vamos? - le pregunto poniéndose las manos en la cintura y parándose frente a él
Tuvo que agarrarla con una mano de la espalda para no tirarla al suelo al tropezar con ella. La miro a los ojos como si realmente la hubiera visto por primera vez desde que habían salido a la calle.
_ y? - dijo ella mirandose en sus ojos.
_ Lo siento... te hice daño?
_ No. ¿qué pasa contigo? Estoy corriendo tras de ti desde hace .... bueno... no se cuantas cuadras ya! - dijo entre divertida y preocupada
Algo diferente había en esos ojos celestes que ella tanto quería, era como caer en un vacío mirarse en ellos. Eldar siempre aparentó menos edad de la que tenía, pero en ese momento una lineas finas de expresión, casi imperceptibles le hacían parecer mayor.
Eldar exhaló una bocanada de aire contenido como tratando de liberar alguna tensión
_ Lyra yo... lo siento de verdad - dijo él haciendo una pequeña mueca con la boca
_ Te ves diferente
Habían retomado la marcha pero esta vez a paso mas normal
_ Debe ser que no dormí bien
_ mmm... y eso por que?
_ simplemente no dormí bien
_ Eldar el comunicativo!!
_Lyra!!... no estoy de humor para tus regaños de niña histérica
Se arrepintió de inmediato de lo que le había dicho
_ Bueno.. está bien.. ya veo que hoy no es tu día - le dijo ella en un tono de enfado
_ No debí decir eso... lo siento
_ es tu cumpleaños... se supone que deberías estar contento
Habían llegado a una plazoleta en la que siempre se juntaban cuando eran niños
_ ¿Qué tal si nos sentamos aquí? - dijo ella señalando un banco
Se sentaron en silencio y Eldar entornó los ojos, la luz le molestaba
_ Escucha Ly - le dijo pasándose la mano por el pelo - De verdad hoy no estoy de humor. Tal vez debería acompañarte a tu casa y vernos en otro momento. Si lo deseas puedo pasar por ti mas tarde y podemos ir a Onix
Onix era un bar nocturno donde se mezclaba toda clase de adolescentes de diferentes tribus urbanas; emos, floggers, darks, punk, etc y chicos simples como ella. Allí nadie se fijaba en nadie y cada uno hacía lo suyo sin importarle que hacía el otro. Era uno de los pocos lugares en donde Eldar se hallaba "cómodo".
_ Ssi - dijo dudosa - hace mucho que no vamos a bailar... pero no te veo muy convencido
Eldar la miro un instante buscando que decir. Se sentía aturdido y lo que mas deseaba era estar un momento solo.
_ Es solo que necesito estar solo un rato
_ Algo te pasa...digo... además de que no estés de humor y todo eso
Le pasaba todo! Pero como contarle la locura que estaba viviendo? Simplemente le diría que era una especie de demonio y que había un mundo de criaturas apestosas que lo atacaban
en sus pesadillas que luego se hacían realidad? No, no podía decirle eso, porque a pesar de ser su amiga, simplemente lo tomaría por loco. Aunque por otro lado tal vez se sintiera mas relajado si se lo contaba.
_ No puedo contarte lo que me pasa hasta que yo mismo pueda entenderlo.. Se estaba poniendo molesto con la luz de tal manera que estaba inquieto.
_ Definitivamente si te pasa algo - afirmo ella - puedo sentirlo... estás mas pálido de lo que eres, tus ojos se ven diferentes y tienes esa mirada penetrante como cuando estas molesto.
Él torció la boca en lo que intento ser una sonrisa. Lyra lo conocía mejor que nadie, a ella no podía mentirle.
_ Puedes contármelo o puedes quedarte aquí solo
_ No me creerías
_ Inténtalo. Te enamoraste de alguien y no me lo quieres contar? Eldar sonrió a pesar de no tener ganas._ No es eso
_ Mmm?_ Solo que mi tía me conto algunas cosas de mis padres...
_ Pero eso es bueno! O... no?
_ No lo se... todavía lo estoy asimilando
_ Me doy cuenta - dijo ella tratando de encontrar su mirada esquiva - entiendo que no me lo quieras contar
_ Mira - dijo mirandola con gravedad - creo que no debes estar conmigo por ahora, vete a tu casa y déjame solo.
No supo por que le dijo eso pero estaba fastidioso de tantas preguntas y solo quería estar solo.
La respuesta la dejó paralizada. Nunca le había dicho algo así. Por un momento tuvo ganas de irse y dejarlo solo, había colmado su capacidad de comprensión y se sintió herida. Siempre reñían por boberías, pero nunca le habló de esa manera. Se sentía incómoda y su primer impulso fue irse. Al levantarse creyó que él la seguiría para pedirle disculpas, pero su sorpresa fue mayor cuando Eldar la dejó ir sin intenciones de arreglar las cosas.
Por su lado Eldar se sintió violento consigo mismo y apretó los puños mientras la veía alejarse a paso apretado cruzando la plazoleta en dirección a su casa. Estaba seguro que se fué furiosa, pero pensó que de momento era mejor así; si de verdad él estaba en peligro, no podía arriesgarla a ella a que algo le pasara por estar con él. Cuando pudiera aclarar las
cosas iría a buscarla y trataría de contarle que le pasaba y disculparse. Mientras tanto se tragó su veneno y se puso de pie.
Cuando dio el primer paso noto que algo caminaba detrás de él y volteó para ver que era. Nada. ¿estaba perseguido?. Siguió caminando y otra vez la misma sensación. Se detuvo en seco y giró rápidamente y allí estaba; un extraño pájaro parecido a un cuervo pero mas pequeño que lo miraba fijamente. Se quedo viéndolo un instante y le dio un escalofrío; era extraño, trato de acercarse al ave pero en cuanto dio el primer paso el bicho alzó el vuelo a una velocidad de vértigo y desapareció entre los árboles. No se había dado cuenta, pero ya estaba cayendo la tarde, así que decidió ir a su casa. Aún después de hacer varias cuadras tenía la misma sensación y varias veces miro para atrás sin poder ver al ave nuevamente. Apreto el paso, su estómago ya comenzaba a dar signos de hambre y una sed que nunca había tenido le quemaba la garganta. Se sentía extraño y quería llegar a casa pronto para seguir la conversación que había quedado pendiente con su tía Alma.
***
Alma Vismark quedó helada frente a la puerta al ver a Summum acompañado del otro hombre al que conocía bien; hacía años que no tenía contacto con el Consejo, y si ahora estaban en su casa era porque algo malo pasaba. Un sudor frío le corrió por el cuerpo y rogó que Eldar no regresara justo en ese momento. Antes de que el Consejo echara mano de él tenía que ponerlo al tanto de muchas cosas.
_ No esperaba verlos por aquí señores - lo dijo haciendose la desentendida pero sin invitarlos a pasar
Bruce la hizo a un lado y entró en el saloncito de entrada sin esperar la invitación. Alma se quedo mirando a Bruce y reprimió el deseo de insultarlo, pasando una mirada de reproche hacia Summum que se mantenía en la puerta tímidamente.
_ Te pido disculpas por el comportamiento de Bruce - le dijo con una inclinación de cabeza a manera de saludo - Es que todavía no aprueba la clase de educación.
Bruce que estaba ya dentro del saloncito husmeando lo que había en los estantes de un mueble repleto de libros, se dio vuelta y fulminó a Summum con la mirada y de buena gana hubiese sacado una daga de combate matándolo ahí mismo. En cambio se guardo la ira y tomando un portarretratos de uno de los estantes, lo miro con asco. Era un retrato de Eldar el día en que se graduó en la secundaria.
_ Así que éste es el demonio - dijo burlón
Esto sacó de quicio a Alma que se abalanzó sobre él y le quito el retrato de la mano con furia. Summum aprovechó el movimiento para dar un paso hacia adelante y entrando en el saloncito cerró la puerta tras de si por si algún vecino entrometido andaba husmeando.
_ ¿Cómo te atreves? -dijo Alma entre dientes - Que representes al Consejo no te da derecho a entrar en mi casa de prepo y hurgar mis cosas.
Bruce hizo caso omiso del reclamo y se sentó en un pequeño sillón que estaba en un rincón.
_ Querida Alma - dijo Summum tratando de calmar las cosas - Lamento la situación
_ A qué han venido?
_ A buscar a tu niño demonio y a que nos cuentes algunas cosas - dijo con sorna y malicia
Bruce
_ ¡¡Ya basta!! - exclamo exasperado Summum - ¿Qué pasa contigo? Venimos a hablar con
Alma, no a atacarla!
_ Por mi es igual... es una impura!
_ No pienso hablar contigo Bruce - dijo Alma indignada y colérica - si el Consejo quiere algo de mi, dilo ya Summum y váyanse de mi casa.
Bruce emitió una risilla que enojo más a Alma. Él tenía la arrogancia del que es inferior pero se cree superior, en el fondo era un cobarde que solo servía para adular a Wolfgann. Maldijo para sus adentros y sintió ganas de largarle un hechizo para que enmudeciera, pero sabía que eso le costaría caro. Lo único que quería era que se fueran de una vez, no deseaba que Eldar los encontrara allí; si tenía que haber un encuentro con el Consejo, esa no era la mejor forma, así que respirando profundo se dirigió a Summum.
_ Sólo hablare contigo - le dijo apuntándolo con el dedo - ¿Qué es lo que desean?
_ Explícale "brujo" - lanzó Bruce con sarcasmo y despectivamente.
_ Un día voy a ponerte en tu lugar - y sin transición - Alma, vinimos a hacerte algunas preguntas - dijo amablemente
Bruce resopló fastidioso pero no dijo nada y dejo que Summum se hiciera cargo de la conversación.
Alma miro de reojo a Bruce y se sentó en el otro sillón expectante.
_ El motivo de que estemos aquí, es que el Consejo esta un poco ...preocupado
_ Preocupado - repitió Alma - Imagino que tiene que ver conmigo...
_ Contigo, la Daga De Los Mundos y el chico
Alma hizo un respingo y se irguió altivamente.
_ Explícate - le pidió
_Al parecer algunos Espías pasaron a este mundo y fueron vistos en las inmediaciones de tu casa - prosiguió Summum - Como es de imaginar, el Consejo está preocupado por la Daga De Los Mundos y por el chico.
Bruce se puso en pié y de manera inquisidora se acerco a Alma que tuvo que tirarse hacia atrás por la proximidad.
_ Parece que tus amigos están tras tu chico demonio - le dijo sonriendo con malicia
_ Eldar no es un demonio
_ Ah! ¡Eldar! Así se llama el demonio
_ Ya basta Bruce!
_ Solo dinos lo que sabes y nos iremos - dijo Bruce amenazante colocando las manos en los brazos de los sillones de manera que Alma quedó acorralada.
_ No se nada de lo que me están hablando, no he visto a ningún demonio espía por aquí... por lo menos no en mi casa - dijo Alma sin amedrentarse ante la mirada inquisidora de Bruce
_ Bruce!! - exclamo Summum entre dientes - Ya déjala en paz!!
Bruce se aparto con una risita que Alma tuvo ganas de borrar de su cara de un bofetón.
_ Alma - dijo suavemente Summum - Lo que queremos es que nos digas si has visto algo raro en estos días, en especial por el hecho de que... tú sabes... el chico... Eldar ¿Verdad?
Alma asintió con la cabeza en total silencio, mientras se le venía a la cabeza la imagen de
Eldar mortificado por lo que le estaba pasando y las marcas en su brazo...
_ No he visto nada, por lo menos no un Espía
_ y... hubo algún cambio?
_ ¿A que te refieres cuando dices un cambio?
Bruce tenía muy poca paciencia y tratándose de personas que no toleraba directamente no la tenía, así que volviendo a apoyarse en el sillón donde Alma estaba sentada y la increpó de manera brusca tomandola por un brazo.
_ No me hagas perder la paciencia!! - le dijo entre dientes
_No te atrevas a tocarme - dijo alma clavándole los ojos a sus dedos flacos
Summum ya estaba cansado de las reacciones de Bruce y lo tomo de un brazo para alejarlo de Alma, pero bruce le pegó un empujón y el brujo trastabilló dando la espalda contra la pared, momento que Bruce aprovechó para seguir hostigando a Alma.
_ Tu siempre te llevaste bien con los demonios y por tu culpa ese chico va a arruinarlo todo!
- dijo apretando mas el brazo de Alma
_Suéltame Bruce! - dijo Alma con un gesto de dolor
_ No lo haré hasta que me digas...
_ Suéltala
Eldar estaba parado en el umbral de la entrada y con la cabeza medio gacha mirando de frente a Bruce, pero sin perder de vista a Summum que lo miró sorprendido.
_ No lo volveré a repetir... - dijo en tono quedo
Sus ojos eran como dagas congeladas, su mirada molestaba; incluso el tono de su voz había sido helado y con una serenidad que alarmó a Alma. Summum calculó que el chico medía un metro noventa, mas alto de lo que él se lo había imaginado; tenía la postura desafiante propia de los demonios y sin embargo sus facciones eran de una belleza angelical. Bruce se sorprendió de tal manera que quedó paralizado, pero intentó no demostrarlo y soltando a Alma, con una sonrisa socarrona, se irguió lo mas que pudo para tratar de impresionar a Eldar con su porte y se vio él mismo sorprendido cuando, de un salto, Eldar lo tomo por el cuello y lo estampo contra la estantería de libros ante la mirada atónita de Alma y Summum.
_ No se quien mierda eres - le dijo entre dientes - pero si vuelves a tocar a mi tía te arrancaré los ojos
Bruce trato de poner una mirada amenazante mientras decía
_ No sabes con quien te estás metiendo
_ No me interesa quien mierda seas -le dijo casi en un susurro - puedo oler tu miedo... solo eres un cobarde
Eldar nunca había sido mas exacto con sus palabras que en ese momento. Summum que miraba la escena esbozó una sonrisa de placer y lejos de intervenir lo disfrutaba. Ojalá el chico cumpliera con lo que decía
_ Eldar... por favor - dijo alma tratando de tranquilizar a su sobrino.
Era la primera vez que Eldar se ponía de esa manera tan violenta, casi salvaje. Al escuchar la voz de su tía se dio cuenta de su reacción y soltó a Bruce con mucha lentitud, como si no quisiera realmente soltarlo
_ Son del Consejo - dijo Alma suavemente
Eldar paseó la mirada de uno a otro y dando un paso atrás tomo distancia de Bruce para ponerse al lado de su tía que se había levantado del sillón.
_ Hola, soy Summum - dijo éste extendiéndole la mano a manera de saludo- lamento la situación
La mano de Summum quedó suspendida en el aire y cuando ya pensaba que Eldar no respondería el saludo, éste extendió la mano desconfiadamente.
_Soy Eldar - dijo fríamente
_ Vinimos a charlar un rato con tu tía...
_ No parecía una charla, mas bien un interrogatorio - dijo aniquilando a Bruce con la mirada
_ No tengo que darte explicaciones demonio - dijo Bruce de manera despreciable
Por un momento Summum pensó que Eldar lo tomaría del cuello de nuevo, pero se sorprendió otra vez al notar que la expresión de Eldar era indiferente, casi divertida, aunque no le sacaba los ojos de encima y ladeaba un poco la cabeza como si lo estuviera estudiando.
_ Wolfgann quiere verte - le dijo a alma tratando de despegarse de la mirada gélida de Eldar.
_Esta bien... iré a verle mañana_ Vamos -dijo Bruce a Summum , pero éste no se movió.
_Vamos! - exclamó
Eldar no le quitaba los ojos de encima, con la cabeza medio gacha y los ojos entrecerrados, le recordó a los grandes felinos cuando acechan una presa.
_ No me iré contigo - dijo Summum divertido
_ Como quieras
Sin decir mas, Bruce salio de la casa dando largas zancadas como si quisiera huir de allí lo mas rápidamente posible.
Cuando los tres se quedaron solos hubo un silencio en el cual la mirada de Eldar iba de Summum a Alma y viceversa. Fue un momento un poco tenso e intenso; Eldar estaba pálido y esa palidez le daba a su expresión una dureza gélida. En realidad estaba mareado y le dolía mucho la cabeza, todo le daba vueltas y una nausea se acumuló en su estómago; fué tan fuerte que se tambaleó un momento y tuvo que apoyarse en la biblioteca para no caer.
_ Eldar! -exclamo Alma al darse cuenta de lo mal que estaba
_ No! -la atajo con la mano - estaré bien ... solo debo
No llegó a terminar la frase por que las piernas le flaquearon y si Summum no hubiese estado de una salto a su lado, se habría desplomado al suelo.
_ ¡¡Oh!! -exclamo Alma
_ Tranquila - le dijo Summum ayudando a Eldar a recostarse en el sillón mientras le tocaba la frente; Eldar estaba sudando frío.
_ Esta volando de fiebre - dijo Summum
_Traeré unos paños fríos
Summum se agacho delante de Eldar y examinó sus ojos, apenas si podía abrirlos, pero no estaba desmayado, solo aturdido.
_Eldar... puedes oírme?
_ Ssi - dijo débilmente
_ Tranquilo -le dijo Summum con una sonrisa. No sabía si era el hecho de que había puesto en su lugar a Bruce, pero lo cierto es que el chico le caía bien - Estarás bien, solo quiero examinarte un poco ...
_ Estoy bien - murmuro Eldar
_ Summum aquí esta el agua y los paños - dijo Alma entrando con un tacho lleno de agua con hielo.
_ La sangre de demonio lo está envenenando - dijo grave Summum - si logra el equilibrio entre las dos sangres se salvará...si no, no pasara de esta noche.
Pero Eldar ya no lo escuchaba.
Summum tomó un paño y escurriéndolo un poco lo colocó en la frente afiebrada de Eldar. EL contacto con lo frío del paño le dio un escalofrío que lo hizo estremecerse pero a la vez lo relajó tanto que cerró los ojos con un gesto de alivio. Escuchaba que Alma y Summum hablaban de él pero por mas que lo intentaba no podía concentrarse en lo que decían, algunas palabras sueltas se mezclaban con su nombre; Consejo, Argozz, Daga, lucha, no podía terminar de comprender lo que hablaban. Cuando mas trataba de concentrarse en lo que hablaban mas se perdía y poco a poco se fue hundiendo en un abismo profundo que lo arrastraba y lo llevaba para abajo, trató desesperadamente de asirse del sillón pero los brazos no le respondían, era como estar soñando despierto, sin poder moverse; tenía los ojos cerrados pero aún podía ver un reflejo de luz azulina frente a él. ¿Realmente tenia los ojos cerrados? Lentamente la luz fue creciendo y una figura que parecía humana comenzó a formarse en el centro; la figura era cada ve mas grande y creció hasta estar de su tamaño frente a él, Unos ojos como los suyos pero mas helados lo miraban fijamente; el hombre que lo miraba así se parecía a él, aunque mas mayor y con el pelo mas largo; iba vestido de negro con una especie de traje de combate y llevaba una espada muy afilada colgando de un cinturón de armas, una especie de cuervo negro se posaba en su hombro; la mirada de ese hombre no le daba miedo, porque era como mirarse a si mismo pero se estremeció al darse cuenta de quién era; trato de hablarle pero sus labios estaban sellados. La figura se puso borrosa de pronto y la oscuridad comenzó a cubrir su visión, un murmullo como de abejas revoloteando comenzó a crecer a su lado; no eran abejas, eran voces y eran las voces de antes, trato de moverse y pedir ayuda pero no podía hacerlo, entonces decidió que lo mejor era no luchar y tratar de relajarse; de esa manera tal vez lograra algo. Se relajo y las voces comenzaron a hacerse mas claras y mas cercanas, eran las voces de Summum y Alma que aun estaban allí con él. Con sorpresa noto que podía abrir los ojos y lo hizo lentamente, primero pudo distinguir un reflejo de luz artificial, ¿era de noche?; cuando por fín pudo terminar de abrir los ojos vio a su tía y a Summum sentados junto a él con una taza de café en la mano cada uno. Al parecer estaban conversando muy cordialmente, lo que tranquilizó a Eldar. La luna brillaba a través de la ventana abierta de la cocina.
Alma notó que Eldar los miraba y le hizo una seña a Summum que al comprender lo que ella le mostraba, se inclinó sobre Eldar y le toco la frente con la yema de los dedos.
_ La fiebre ha cedido - dijo Summum dirigiéndose a Alma
_ Traeré otra taza de café - dijo ALma levantándose de su asiento para meterse en la cocina
_¿Cómo te sientes? - Summum miraba a Eldar con curiosidad
Eldar se paso la mano por el cabello mientras se acomodaba en el sillón con las piernas cruzadas, ya no le dolía la cabeza y se sentía diferente, aunque no sabía explicarse muy bien su estado, estaba como si hubiese dormido dos días seguidos. Instintivamente se llevó la mano a la nuca, todavía estaba el chichón pero mas desinflamado y ya no le dolía.
_ Supongo que bien para ser un demonio - dijo con sarcasmo
Summum lo miro levantando la cabeza como si lo estudiara.
_ Mmm... si, creo que estas mejor - dijo con una pequeña sonrisa
_ No se que me pasó..-dijo vacilante.
_ Tuviste una fiebre muy alta...delirabas creo
_ Dije algo?
_Nno, solo luchabas para no caer.
_Entonces si estaba pasando
_ Creo que estabas luchando contigo mismo - dijo Alma que estaba de vuelta con la taza de café y se la ofrecía.
_ Qué me pasó, creo que me dormí y soñé
_Volabas de fiebre
_ Creo que me deben una explicación - dijo Eldar pasando la mirada de uno a otro
Alma y Summus se miraron y fue el brujo quien tomo la palabra ante la dudosa expresión de su tía.
_ Verás - dijo Summum tomando una postura seria - hubo una lucha en tu interior
Eldar se tiro un poco hacia adelante para prestar mas atención.
_La mezcla de sangres que hay en ti luchan por dominar. La sangre de demonio es mas densa que la de ángel, que es pura. Eso te hizo levantar una fiebre muy alta y no pudiste controlar tu cuerpo... pero creo que has superado el trance bastante bien. Eres mas fuerte de lo que pensaba, podrías haber muerto.
_ Así nada mas?
_ Eldar - dijo Alma - Aún no lo sabes, pero hay en tí una fuerza tan inmensa que te será difícil a veces controlar.
_ Pero... hasta ayer no me pasaba esto...
_ Al cumplir dieciocho años - dijo Summun - Las fuerzas que luchan dentro tuyo comenzaron a despertar, se supone que ahora estas listo para enfrentarte a tus responsabilidades.
_Mis responsabilidades??
_ La Daga De Los Mundos debe ser custodiada y tu eres el que debe hacerlo
Eldar miro al brujo sin comprender lo que decía.
_Estas diciendo que tengo que transformarme en una especie de guerrero del infra mundo o algo así -dijo con sarcasmo.
Summum sonrió con las palabras de Eldar, definitivamente le agradaba aquel chico; tenía la arrogancia propia de los demonios pero su lado de luz lo hacía casi majestuoso; realmente era como se lo había imaginado.
_ Ya eres un guerrero, aunque no lo sabes - le dijo
_ De a poco irás descubriendo de lo que eres capaz - dijo Alma
Eldar se levanto del sillón y tomo la Daga que estaba en la caja de madera donde la había dejado y la examinó, bajo las miradas curiosas de Alma y Summum. La hoja reluciente brilló ante sus ojos con un fulgor azulado, le pareció que resplandecía aún mas si la empuñaba con fuerza. Noto unas letras grabadas en la hoja, era latín, la frase salió de sus labios casi sin querer.
_ solum nobilis de cor gerunt hoc page
La hoja refulgió entre sus dedos con una luz blanquecina que ilumino la habitación por una fracción de segundo. Summum se paro de su asiento de un salto y alma se llevo la mano al corazón, temiendo que éste se saliera de su pecho. Eldar en cambio se quedó mirando la hoja pero su rostro tenía una expresión marcial; fue para él como si hubiera esperado que eso pasara.
_ "Solo el noble de corazón podrá blandir esta hoja" - dijo Summum con entusiasmo, traduciendo lo que Eldar había dicho - La Daga De Los Mundos te ha reconocido chico! - exclamó. - Las puertas de la vida y la muerte se han abierto para ti...
Eldar se quedo tieso mirando la hoja y después cerró los ojos un momento, cuando los abrió nuevamente su mirada había cambiado.
belu1973
Re: Entre ángeles y demonios
Bueno, disculpa Belu, eres de las pocas chicas que me leyó realmente.
Y debo decir que me gustó mucho tu historia, simplemente por que me identifique con el tema del cual yo también investigue hace tiempo.
Esto es una despedida, sinceramente quise intentar estar en este foro (Puedes ver muchos de mis sinceros comentarios en muchas de las historias) pero realmente siento que la vibra del resto está algo corrompida con poner solo "siguela" y con eso basta.
Llevó un foro de historias y fanfics, solo quise experimentar un poco con algún otro foro y creo que el mio es y será siempre el mejor.
Me conocen como Lord_locke, si te interesa y quieres más lectores sinceros, como yo búscame. O envíeme la historia por correo, yo te daré mis consejos y opiniones sin nada a cambio.
Nos leemos... en otra ocasión.
Sigue escribiendo, que tienes mucho talento.
Y debo decir que me gustó mucho tu historia, simplemente por que me identifique con el tema del cual yo también investigue hace tiempo.
Esto es una despedida, sinceramente quise intentar estar en este foro (Puedes ver muchos de mis sinceros comentarios en muchas de las historias) pero realmente siento que la vibra del resto está algo corrompida con poner solo "siguela" y con eso basta.
Llevó un foro de historias y fanfics, solo quise experimentar un poco con algún otro foro y creo que el mio es y será siempre el mejor.
Me conocen como Lord_locke, si te interesa y quieres más lectores sinceros, como yo búscame. O envíeme la historia por correo, yo te daré mis consejos y opiniones sin nada a cambio.
Nos leemos... en otra ocasión.
Sigue escribiendo, que tienes mucho talento.
Dante_Locke
Re: Entre ángeles y demonios
Me encanta la manera en que escribes, es una novela que es amena de leer y tiene una trama muy buena. Se ven cosas que en otras novelas del foro no se ven. Espero poder leer un capitulo pronto
Q.Lovegood
Re: Entre ángeles y demonios
4 - El ataque
Necesitaba salir a tomar un poco de aire, los pensamientos giraban en torno a su cabeza vertiginosamente, todavía no alcanzaba a entender todo lo que le estaba pasando, apenas horas atrás era un chico como cualquier otro o por lo menos así se sentía y de pronto se había transformado en una especie de fenómeno de estudio. Sencillamente todo era una locura demencial, algo que escapaba a todas las cosas normales y cuerdas, era como despertar de un sueño para descubrir que seguía soñando. Seguramente tenía muchas cosas que aclarar todavía y Alma Vismark, le debía un sin número de explicaciones, por que si de algo estaba seguro era de que durante todos lo años de su vida había vivido bajo mentiras y eso loo irritaba al punto de ponerlo violento. Por eso antes de continuar descubriendo cosas de su nueva vida, necesitaba tomar aire, un poco de distancia, intentar distraerse y aflojarse, todavía le dolía un poco la cabeza. Así que recordó a Lyra y lo angustiada que se había ido, ella no merecía su desplante, tenía que pedirle disculpas y tal vez hasta contarle lo que le estaba pasando aunque lo creyera loco y se burlara de él, además ellos siempre habían estado juntos en todo y ahora necesitaba hablar con ella y descargarse para sentirse mas tranquilo. Fue hasta su casa y tuvo una sorpresa cuando su madre le dijo que se había ido a Onix, Lyra no iba a bailar sola nunca, eso quería decir que estaba molesta y que necesitaba distraerse igual que él. Primero pensó en volverse a su casa y dejar las cosas así hasta el otro día, pero en lugar de tomar el camino de regreso, siguió caminando absorto en sus pensamientos, hasta que sin saber en que momento se encontró en la puerta de Onix. La entrada estaba atestada de chicos y chicas que aún no entraban, aunque hacía rato que adentro sonaba la música que se filtraba hasta la calle, si se escuchaba desde afuera imagino que adentro sería casi imposible entablar una conversación, pero de todas formas se abrió paso entre un grupo de chicos punk y fue a la ventanilla a pagar la entrada. Al pasar junto a los punk uno le llamó la atención por sobre los otros, no pudo saber bien que era lo que le parecía extraño, pero algo en ese chico no le gustaba, ambos cruzaron la mirada un momento y pudo sentir que al otro le pasaba lo mismo, sin dejar de mirarlo se acercó a la ventanilla y pagó su entrada. Aún habiendo pasado la puerta de entrada se volteó para verlo una vez más, pero el chico le daba la espalda. Le costó un momento adaptar los ojos a la poca luz de adentro, pera llegar a la pista había que atravesar un tonel angosto, las paredes eran negras con incrustaciones de piedras y corrían por el techo unas lineas finas de neón negro y rojo que eran la única iluminación, al final del túnel ana arcada cubierta por un grueso cortinado de terciopelo negro hacía de puerta que comunicaba con el boliche. Corrió el cortinado y entró vacilante al estridente espacio que había antes de la pista central, una chica rubia toda vestida de negro se dio vuelta en ese momento y puso cara de sorpresa.
_ ¡¡Hey!! - exclamó - ¡¡Eldar!!
Ya era tarde. Lo había descubierto y no podía hacerse el tonto. Que si evadirla haciendose el distraído y saludando al pasar con una mano, pero ya era tarde, la chica se colgaba de su cuello para hablarle al oído.
_ No pensabas saludarme? - le dijo sensualmente
- Hola Carla - dijo él suspirando profundo
_¡Huuuy! Supongo que ese suspiro no es de fastidio... ¿no?
Eldar la tomó por la cintura para apartarla un poco y quedaron frente a frente, ella lo miraba con una sonrisa.
_ Nnoo! - mintió
_ Justo pensaba en tomar algo... y pensé que tal vez podrías acompañarme a la barra... - dijo Carla mientras metía una mano por dentro de la campera de Eldar para acariciar su espalda.
Eldar exhaló profundo por la nariz, en otro momento habría accedido a la petición de la chica, pero en ese momento lo único que deseaba era que se fuera y lo único que se le ocurrió fue dejar salir su humor ácido.
_ ¿Qué pasa? ¿No vino tu chico hoy?
_ Tú eres mi chico! - dijo ella haciendo un mohín
_ No - dijo él con una sonrisa medio chueca mientras tomaba su barbilla entre los dedos y acercándose como si fuera a besarla - Perdiste tu turno...
_ ¿Perrrrdooónn? - dijo ella ofendida
Por respuesta él le dio un beso en la frente y sacando la mano de ella de su espalda la hizo a un lado con suavidad.
_ Lo siento - le dijo - esta noche no me interesa hacer relaciones públicas!
_ ¡ Cerdo!!
_ Si, como todos los que te gustan a ti
La dejo allí parada y rabiosa y siguió caminando fastidiado posando la mirada en cada grupo de chicos y chicas que encontraba a su paso. Se quedó parado un instante oteando la pista para ver si veía a Lyra, pero no la vio por ningún lado, así que decidió caminar por la pasarela del costado que estaba mas alta para ver si tenía mejor suerte. Entre la multitud de chicos que no paraba de moverse le era muy difícil poder localizarla y entonces se le ocurrió que su subía al Vip podría tener una mejor visión. Mientra subía las escaleras dirigió su mirada hacia la barra , pero allí tampoco estaba, entonces siguió subiendo lentamente hasta que llegó al último peldaño. El vip era una L con barandas de vidrio y acero brillante que se asemejaba a las terrazas de los edificios, todo el boliche podía verse desde allí. Se apoyó en la baranda y comenzó a recorrer con la vista toda la pista nuevamente y de pronto la vio apoyada en una columna de un costado que estaba medio escondida, tenía puesta una minifalda demasiado corta para lo que acostumbraba a usar y una remera ajustada con breteles finos, pero eso no le sorprendió tanto como darse cuenta de que no estaba sola. Un chico de pelo rojo rabioso vestido de negro la tenía acorralada contra la columna y le pasaba su lengua por el cuello, mientras metía una mano por debajo de su minifalda. Ella no parecía molestarse por eso, solo lo abrazaba mientras
que apuraba una lata de cerveza. Algo dentro de él se detuvo, como si el tiempo mismo se hubiera parado allí, al instante una ira crecía en su interior que no podía controlar. Sin darse cuenta comenzó a bajar las escaleras y todo alrededor desapareció como si realmente no estuviere allí, solo veía a Lyra y a ese chico refregarse como si estuvieran solos. Cuando estuvo a unos pasos de ellos, se dio cuenta de que a ella a duras penas se mantenía en pie, el chico aprovechaba a situación. Se quedó inmóvil frente a ellos tratando de serenarse, la respiración entrecortada y un hormigueo frenético de ira recorriéndole la espina dorsal. Los ojos de Lyra se cruzaron con los suyos. Sentía ganas de agarrarla de un brazo y sacarla de allí, solo unos pasos los separaban y ella lo miraba con una sonrisa de placer mientras el chico, ajeno a la situación seguía haciendo lo suyo.
_ ¡¡Eldar!! - exclamo ella de pronto entre risas
El chico se dio vuelta y lo miro sin importarle quien pudiera ser.
_ ¡Eldar! - dijo ella con la mano en el cuello del chico - Te voy a presentar a un amigo!
Él se acerco lentamente con las manos en los bolsillos del jean como reprimiendo las ganas de darle un cachetazo. Se sentía furioso, nunca la había vista así y lo hería el desparpajo de ella.
_ Vamos... - dijo fríamente extendiendo una mano hacia ella
_ Te presento a ... Al... Alan - dijo arrastrando las palabras
_ Estas borracha . . .
_Nnno... solo estoy ... disfruuutaando de la fiesta!!
_ Vamos... - lo decía casi gritando por la música que hacía perderse las palabras
_ ¿Quién es este? ¿Tu papi? - dijo el chico mientras le besaba un hombro
_ nnoo... él, él, es... mi hermano! - dijo con una carcajada que colmo la paciencia de
Eldar.
Estiró la mano y la tomo con fuerza de la muñeca haciendole volcar la cerveza encima de la remera.
_ Mira... pero ..que pasa contigo? - dijo ella tratando de deshacerse de la mano de
Eldar.
El chico miro a Eldar enojado y puso una mano en su hombro para apartarlo, pero
Eldar lo esquivó y con la mano que tenía libre le dió un empujón.
_NO ... te metas!!! - le dijo clavándole la mirada.
Algo en ese chico le dio mala espina y recordó al otro que había visto al entrar, en algún punto tenían un parecido aunque en ese instante no supo qué era. Lo único que le importaba era sacar a Lyra de allí.
_ Es mi novia - le dijo al chico con una mirada helada, sus ojos parecían mas claros cuando se enojaba.
El chico pelirrojo levanto las manos sonriendo y dio unos pasos para atrás.
_ Vamos Lyra -le dijo mientras casi la arrastraba a la salida del boliche. En la mitad del camino Lyra se planto agarrándose de una columna y Eldar se paró en seco.
_ Déjame e paz!! - le grito ella tambaleándose y acusándolo con el índice - no...
tienes derecho...
_ Tengo el derecho que me da ser tu amigo de toda la vida y encontrarte medio desnuda y borracha dejando que un desconocido se aproveche de ti.
_ Mmmm!! - apenas podía hablar - y eso qué?? ¿Eh?
_ Hablaremos afuera - le dijo tirando de ella
_ No tengo nada que hablar contigo
_ No hagas que te cargue y te saque a la fuerzo -su mirada era amenazadora
_ Ja, ja!! Claro que nooo - dijo Lyra empujándolo sin fuerzas.
Eldar perdió la paciencia que no era mucha y agachandose un poco la tomo por las piernas y la cargo al hombro como una bolsa de papas. Inmediatamente Lyra comenzó a chillar como si la estuviera matando y con los puños cerrados empezó a pegarle en la espalda mientras gritaba.
_ ¡Idiota!!... no tienes derecho... suéltame.... estúpido, dejame en paz
Nada de lo que grito o pataleó logró hacer que Eldar la soltara, estaba decidido a sacarla de allí y no le importaba si sus métodos no eran demasiado ortodoxos.
Los demás chicos los miraban entretenidos pero nadie se metió para ayudar a Lyra, de manera que pronto se encontraron afuera y aún así Eldar no la soltó hasta que no llegaron a la esquina.
_Eres un estúpido! - le grito ella mientras se acomodaba la pollera y trataba de no caerse
_ Tal vez lo sea -dijo el en tono frío - pero tu eres como una niña malcriada
_ Vete al demonio!! - le grito a manera de insulto
Eldar hizo una mueca que intentó ser una sonrisa.
_Después - le dijo - ahora te llevaré a tu casa
_ Quién crees que eres para decirme... decirme...a mi lo q... que pue debo hacer??
¿Eh? -lo increpó
_Mírate!... estas borracha y apenas si puedes mantenerte en pie, no voy a dejarte aquí.
_ Yo no..no necesitaba que ...”ayudaras” - hizo el gesto de comillas con los dedos mientras se balanceaba de un lado a otro - yo estaba pasándola bien
_ Estabas dejando que ese idiota se aproveche de tu estado - dijo él mientras la agarraba de un brazo para que no se caiga
_ Suéltame ... a ti que te importa ¿mmm?... yo pueda hacer lo que quiera
_ Vine aquí para verte - dijo en fría calma - para pedirte disculpas por la manera en que te hablé hoy y te encuentro así, medio ... desnuda dejando que ese chico se aproveche de que estas borracha...solo te estoy ayudando
_ NOO! ... no quiero tu ayuda -dijo ella comenzando a caminar - yo no te dije nada...
¿entiendes?... nada... cuando tú, cuando tú... te revolcabas con alguna de esas... esas chicas con las que...
_Eso es diferente
_No lo es...
_ Tú eres mujer no debes permitir que nadie se aproveche de tí - lo dijo sabiendo que se sentía herido.
_ ¡Ahhh! ¡Shh!... que sabes de mi ... acaso piensas que nunca me acosté con nadie?
_ Ya basta Lyra... no tienes que...
Las palabras de Lyra entraban en su cerebro provocándole un dolor sordo, se sentía celoso y molesto. ¿Celoso?
_ ¿Que? .... eres un estúpido...
_ La estúpida ahora eres tú - dijo con fastidio - estas dando el espectáculo del que todos hablarán mañana
_ Siiii!!... tienes razón...yo soy la estúpida...por ...por que vivo para tí... pero tú no ves nada... solo ...solo lo que quieres
Habían llegado a una cortada que salía a la plaza y Eldar se quedó parado mirándola mientras ella se apoyaba en una pared para no caer.
_ yo...yo - le costaba hablar - yo siempre estoy detrás de ti... como una estúpida
_ Lyra, lo siento, mañana hablaremos de todo lo que quieras - le dijo exhalando con fuerza mientras se acercaba mas a ella para tratar de ayudarla y ponerse derecha
_ soy una estúpida y tú... mas estúpido
_ Esta bien... di lo que quieras, mañana verás las cosas de otra manera.
_ Tal vez... pero eso no cambia las cosas... tu no ves nada... eres un necio y un idiota
_ No me insultes - le dijo agarrandola por el pelo y conteniendo el deseo de sacudirla con fuerza para hacerla entender que estaba borracha y no tenía que hablar. Quedaron a solo unos centímetros de distancia, muy cerca, casi podían rozarse. Él tuvo que inclinar la cabeza para poder mirarla a los ojos; lentamente disminuyo la presión de su mano y apoyó la otra mano en la pared, podía sentir la respiración agitada de ella.
_No entiendes nada lyra, si vine aquí esta noche - dijo acercándose mas - fue para hablar con tigo - dijo colérico_y en cambio me sacas a los tirones de ahí... como si fuera... como si fueras... el hermanito mayor... - le dijo ella mirándolo con ira - pero sabes que? ¡No eres mi hermano!
_No... no lo soy
_Déjame sola
_Fuí a buscarte a tu casa... por eso vine aquí, necesitaba hablar contigo y contarte algunas cosas que me pasaron hoy... cosas importantes
Lyra se rió y le dio un empujón, pero no tuvo la suficiente fuerza para apartarlo, el alcohol en su sangre la volvía débil.
_ Bueno... busca otro persona a quien contarle tus penas
_ Así nada mas?
_ Si... ya me canse de que me cuentes tus ... tus conquistas... tus mierdas!!
Lo hería nuevamente y tuvo ganas de dejarla sola y que se arreglara como pudiera, pero por alguna razón no podía despegarse de ella.
_ ¡¿Es que no lo ves?! - le gritó ella - no puedes darte cuenta.. de nada
Una lágrima había nacido en los ojos de Lyra y comenzaba a resbalar por su mejilla quemándole, era un dolor que llevaba dentro hacía tiempo.
_ Que es lo que no veo Lyra - lo dijo casi como si le doliera decirlo... lentamente.
_Nada... - dijo ella en un susurro, las lágrimas cayendo silenciosas por sus mejillas
_ Dime ... ¿Qué?
Estaban tan cerca que la rodilla flexionada de él rozaba la de ella. Lyra volteo la cara para otro lado, le costaba mirarlo a los ojos, estaba a punto de decir algo de lo que luego se arrepentiría, pero de todas formas se sentía en un laberinto que ella misma había trazado al comenzar a hablar.
_ Que... que estoy enamorada de ti... - dijo aún sin mirarlo - que te amo desde que era una niña y tú ... maldito estúpido... no lo ves...
_Lyra.. Yo -le dijo pasando la yema de los dedos por sus mejillas húmedas - no digas eso... estas borracha...
_ y tu eres tan... tan correcto y caballero- dijo con tristeza - que no te aprovecharías de eso
_ No - se mordió el labio inferior con fuerza - pero no quiere decir que no desee hacerlo...
No sabía como había dicho eso, simplemente le había brotado desde lo mas profundo de su
alma, y lo había dejado salir sin pensar. Estaban a solo un centímetro de rozarse los labios, podía sentir la respiración agitada de Lyra y su pecho subir y bajar profundamente a través de su propio pecho, nunca habían estado así de cerca y él nunca había pensado en ella de esa manera, sino hasta ese instante. Se moría de ganas de besarla, pero a la vez algo le decía que no era así como debían ser las cosas; no, estando Lyra en ese estado, si algo pasaba entre ellos tenía que ser de otra manera.
._ Lyra... no debo hacer esto- le susurró
_ Déjame entonces... -le pidió ella despacito mirándolo nuevamente.
_ No puedo
Sus labios se encontraron de pronto, sin poder evitarlo.
Al principio Eldar tuvo miedo de arrepentirse mas tarde, cuando las cosas se calmaran y ella estuviera sobria y él con la cabeza fría, tuvo miedo de dejarse llevar por su instinto y no querer, soltarla mas. Lyra se entregó a ese beso con el corazón latiendole desbocadamente, lo había esperado tantos años que le parecía un sueño, Eldar la besaba delicadamente como si tuviera miedo de lastimarla. Ël se apartó un instante para mirarla y acariciar su cara con la punta de los dedos apenas rozando sus mejillas húmedas.
_Es verdad - dijo quedamente - No te vi... Lyra... esto está mal
_ ¿Por qué?
_ Hay cosas que no sabes de mi...
Se interrumpió por un estridente silbido que le traspasó el cerebro y lo trajo de nuevo a la realidad. Sus músculos se tensaron y volteó lentamente para ver que tres chicos se acercaban a ellos. Reconoció a dos, uno era el que había cruzado en la puerta de Onix al entrar y otro era el que estaba con Lyra.
_ Eldar... lo ciento - dijo Lyra al darse cuenta que habría problemas
Eldar no le contestó, estaba estudiando la situación y contemplando la posibilidad de una vía de escape en caso de que fuera necesario. Se colocó de espaldas a Lyra y se acomodó la campera, de inmediato noto algo duro y frío en uno de los bolsillos internos, se había olvidado que llevaba la Daga De Los Mundos para mostrársela a Lyra.
_Quédate detrás de mi - le dijo a ella sin voltear mientras que observaba con mirada felina los tres que ya estaban solo a unos pasos de ellos.
_Así que aquí están Romeo y Julieta - dijo el de pelo rojo en tono burlón
Los otros dos se limitaron a mirar a Eldar de una manera sobradora; se detuvieron a unos
pasos pero el chico de pelo rojo avanzó un poco mas como si fuera el líder del trío.
Eldar dejo formar una media sonrisa tan helada que el chico que al parecer llevaba la voz parlante se detuvo y se puso serio.
_ ¿ Qué quieren?
_ Veras... - dijo el de pelo rojo - creo que tienes algo que me pertenece...
_¡Uuuhhh! - aullaron a coro los otros dos
En ese momento Eldar pudo ver que era lo que no le gustaba del chico Punk de la puerta, tenía los ojos completamente negros, no se distinguía el iris de la pupila, su mirada carecía de expresión como si no tuviera ojos. El otro que estaba a su lado tenía la misma mirada, pero sus ojos eran de un negro rojizo. En cuanto al chico que estaba con Lyra, tenía los ojos tan negros como el otro, pero algo en ellos los hacía diferentes, parecían mas grandes.
_ Déjennos en paz - dijo lira con la vos entrecortada
_No veo qué tengo tuyo - dijo Eldar con un tono helado.
_La chica estaba conmigo...
Algo recorrió la espina dorsal de Eldar en ese momento, fue como si un témpano de hielo lo recorriera desde la nuca. Esos chicos no eran normales, no eran humanos, algo en ellos estaba mal; recordó todo los que había escuchado durante el día. En su interior una alarma creció de prisa y sintió que todos sus músculos se tensaban, eran demonios.
_ Estaba - dijo Eldar acercándose al chico
Eran casi de la misma estatura, pero Eldar había cambiado su expresión y le habló con la cabeza medio baja como un felino acechando su presa.
_ Y que piensas hacer? - le dijo entre dientes.
Lyra comenzó a gritar en ese momento, al ver que el chico de pelo rojo tenía una navaja de hoja larga en la mano que brillaba rara a la poca luz de la cortada; pero no era la única que la había visto, Eldar lo había notado antes de que Lyra comenzara a gritar.
_ No me gustas - le dijo Eldar al chico - tus ojos son de... ¿demonio? -le preguntó con sarcasmo
Todo sucedió en un instante. Los otros chicos empezaron a aullar como si fueran lobos y Lyra se tapó los oídos mientras que se dejaba caer de rodillas al suelo detrás de Eldar. El chico pelirrojo tiró una brazada con la navaja que paso cerca del cuello de Eldar, pero éste esquivó la hoja y con un movimiento de su mano derecha saco la Daga de Los Mundos del interior de la campera. Al ver la Daga los otros quedaron en completo silencio y dieron unos pasos hacia atrás, mientras que el pelirrojo sorprendido por la acción de Eldar dio un paso atrás para tomar distancia. Eldar jugueteaba con la Daga entre los dedos con el brazo pegado al cuerpo como si tuviera pereza de alzarlo.
_ La conoces... ¿verdad? - le dijo con una sonrisa y enarcando una ceja
_ De todas formas voy a matarte cazador - le dijo el chico
_No soy un cazador
_ ¿Que está pasando? - sollozó Lyra detrás de Eldar
_ Quédate detrás de mi Lyra! - exclamo Eldar con la adrenalina latiendo en sus cienes y su garganta y sin sacarle los ojos de encima al chico demonio.
_Así que eres tu - dijo el demonio sonriendo
Dicho esto se lanzó hacia adelante para atacar a con furia; la navaja rozó la piel del cuello de Eldar al mismo tiempo que él, de un salto se puso a un costado del demonio y tomándolo por la muñeca lo hizo girar quedando de espaldas. Eldar puso la Daga en el cuello del chico ante la mirada horrorizada y los gritos de Lyra.
_Tienes una única oportunidad de irte- le dijo
Por respuesta el demonio levantó los brazos en señal de rendición y Eldar lo soltó de un empujón que lo alejo unos pasos. Aún con la Daga en la mano se acerco a Lyra y la tomó de la mano para ayudarla a levantarse.
_¿estas bien?
Lyra iba a contestarle que si cuando un grito salió de su garganta.
_¡¡Cuidado!!! - alcanzó a gritar
Eldar se dio vuelta justo cuando la punta de la navaja del demonio comenzaba a pincharle la espalda y con una rapidez que luego no sabría como explicar, hundió la daga en el estómago del demonio. Un liquido viscoso y negro salio inmediatamente alcanzando la punta de los dedos de Eldar, que retiro la daga con asco. El demonio se desplomo entre quejidos y aullidos mientras que buscaba con la mirada a los otros dos, que habían huido dejándolo solo al ver la Daga De Los Mundos. Eldar dio un paso para atrás mientras que Lyra lloraba a los gritos.
_ Lo mataste!! -exclamó Lyra entre lágrimas
Eldar limpió la Daga en sus jean y la guardo dentro de su campera, mientras miraba con
asombro como se desintegraba a polvo el cuerpo del demonio. Lyra también lo veía y esto le causo tanta impresión que automáticamente dejo de llorar y se tapo la boca ahogando un grito. En ese momento el único foco que alumbraba la cortada estalló en mil pedazos con una explosión y miles de chispas de estática se esparcieron por el aire como luciérnagas; el vidrio de la ventana de un piso de arriba comenzó a caer en forma de lluvia encima de ellos; Lyra atinó a protegerse la cabeza con los brazos mientra que Eldar de un salto se acercaba para cubrirla con su propio cuerpo.
Trataba de protegerla cuando un dolor insoportable comenzó a recorrer sus venas quemándolo por dentro, mientras que sentía que miles de agujas se clavaban en su piel, las cienes le latían dolorosamente y los músculos de todo el cuerpo se le endurecían.
_ Ahhh!!
_Eldar!!! - grito lyra al ver que estaba desfigurado por el dolor - ¿Que tienes? - lloró
Pero él no la escuchaba, calló de rodillas con las manos en el suelo y una nausea le revolvió las tripas al punto de vomitar; trato de ponerse en pie pero todo daba vueltas vertiginosamente como una calesita fuera de control y solo logro arrastrarse unos centímetros con sus rodillas.
_¡Eldar! ¡Dios que alguien me ayude!! - gritaba Lyra
Creyó verla acercarse de rodillas y abrazarlo mientras él hacía un esfuerzo por tratar de respirar, creyó escuchar su llanto desesperado mientras que pedía ayuda. Sus ojos se nublaron y todo se puso negro de golpe, solo quedaba un zumbido estremecedor en sus oídos que se fue extinguiendo hasta que perdió el conocimiento en los brazos de Lyra que trataba de reanimarlo sin éxito.
***
Abrió los ojos lentamente y descubrió que estaba en una cama de dos plazas y en una habitación que no era la suya. Un reflejo de sol entraba apenas por entre las cortinas de un ventanal, las paredes eran blancas con algunos cuadros modernos y coloridos. Volteó para mirar a su alrededor y pudo ver la puerta que estaba entreabierta, aguzó el oído pero ningún ruido provenía de afuera. Se levantó con sigilo y fue hacia la puerta, notó que estaba descalzo, miró alrededor buscando las botas y las encontró al lado de la cama, con rapidez se las calzo y advirtió que estaba hecho un desastre. Su jean estaba manchado de algo negro que se había endurecido al secarse, entones un flash de la noche anterior acudió a su cerebro y recordó lo que había ocurrido. El corazón le dio un vuelco en ese mismo momento
¿dónde estaba Lyra?. Abrió la puerta y salió de la habitación tropezando con el marco de la
puerta.
_ Veo que ya estas despierto - dijo Summum desde la cocina.
Eldar estaba en una estancia amplia que supuso era el living de la casa de Summum, frente a él una arcada con un pasa platos separaba la cocina modernamente equipada. Todas las paredes estaban pintadas de blanco amplios ventanales le daban una buena ventilación y luminosidad, todo estaba ordenado aunque lleno de libros por doquier.
Eldar quedo paralizado ante la sorpresa, no esperaba encontrarse en la casa del brujo.
_ ¿Dónde está Lyra? - pregunto desencajado
_ En su casa...supongo que descansando
_¿En su casa?
_ Si - dijo Summum con naturalidad - Le di dinero para un taxi y se fue a su casa
_Pero... ¿La dejaste sola? - dijo Eldar un tanto molesto
_ Ella estará bien - dijo Summum mirándolo a los ojos con un poco de enfado - Me aseguré de que se calme y se fuera a su casa, que es donde mejor puede estar.
_Bien! - exclamo Eldar fastidiado - Ya entendí ahora dime...¿Por qué estoy aquí?
_ Si - dijo Summum rascándose la cabeza- es una buena pregunta aunque primero deberías asearte y venir a desayunar, nos espera un largo día.
_ Un que? - dijo Eldar sin comprender - es que... primero quiero que..
_ Luego hablaremos tranquilos - le interrumpió haciéndole un gesto con la mano para que fuera al baño.
Eldar se metió al baño sin decir mas. Se lavó la cara varias veces para despabilarse. Cuando levanto la cabeza, el espejo le devolvió una imagen desastrosa; tenía el pelo revuelto y unos círculos oscuros rodeaban sus ojos; el cuello de la remera estaba manchado de sangre seca y una fina linea roja atravesaba su cuello en diagonal, apesar de la sangre en su remera la herida estaba limpia y casi cicatrizada, tal vez Summum lo hubiera curado. Instintivamente se levantó la remera para verse la espalda donde el chico demonio le había hundido levemente la navaja, pero sus ojos se detuvieron en una marca enrojecida que tenía en la boca del estómago, parecían unas letras trazadas a la ligera; paso la yema de los dedos por encima y comprobó que tenían un pequeño relieve. El recuerdo de la Daga De Los Mundos hundiendose en el estómago del chico demonio le vino a la memoria, justo en el mismo lugar pensó, ¿como podían aparecer esas marcas así de la nada?. Los recuerdos de la noche anterior comenzaron a aparecer en su mente como los flashes de una cámara de fotos, cada momento vivido en Onix acudía sin cesar hasta el momento en que los vidrios estallaron y trato de cubrir a Lyra, luego de allí un gran dolor y la mente en blanco. Trató de recordar como había llegado hasta allí y llegó a la conclusión de que Summum lo había traído, pero
¿cómo es que Summum lo encontró?. Estaba hilando sus pensamientos cuando unos golpes suaves vinieron desde la puerta.
_ Ya salgo - dijo acomodándose la remera
La puerta se abrió unos centímetros y la mano de Summum asomó con una pila de telas negras bien dobladas.
_ Quizá quieras ponerte ropa limpia - le dijo
_ Gracias - dijo Eldar tomando la pila de las manos de Summum
Realmente necesitaba hacerlo, por dónde se mirara estaba sucio y manchado de sangre. Cuando salió del baño llevaba un pantalón negro que le quedaba a la perfección y le recordaba al que llevaba en su pesadilla, y una remera negra de mangas cortas y escote V que le resaltaba mucho mas la palidez de su rostro.
_ Me gusta el negro - dijo Summum mirándolo de arriba a abajo - y parece que usamos el mismo talle.
_ Si...gracias - dijo Eldar acomodándose un poco el pelo que le venía a la cara - Summum creo que no fui demasiado educado recién.
_ No te preocupes, estabas desorientado supongo
_Bastante... igual fui maleducado
_Siéntate a desayunar mientras que hablamos de algunas cositas que tenemos que aclarar.
El tono de Summum le sonó a reto y le hizo recordar cuando era niño y Alma lo retaba por alguna travesura que había hecho, siempre le daba una sensación rara en el estómago y se quedaba mudo esperando el sermón sin protestar. Apenas conocía a Summum por lo que no entendía que había hecho mal, así que se limitó a mirar como el brujo servía dos enormes tazas de café con leche, ponía unas galletas redondas azucaradas en la mesa y luego se sentaba frente a él que no le sacaba los ojos de encima, impaciente por escuchar lo que tenía que decir.
_ La verdad - dijo Summum luego de terminar de acomodarse - Tú eres asombroso!! -
exclamo con los ojos muy abiertos
_ No se a que te refieres
_Apenas ayer, por la mañana, te enteras de todo un mar de cosas que tienen que ver con tu historia y tu identidad, tu verdadera identidad - aclaró -y en la noche matas a un demonio como si nada!
Eldar se quedó con la boca abierta sin poder responder.
_ Realmente eres increíble!
_ Aún no se bien como pasó todo eso
_ Eldar ¿te das cuenta que lo que hiciste fue temerario?
_ En realidad todavía no entiendo que pasó
_ Por que llevabas la Daga contigo? -pregunto Summum sorbiendo su café
_Espera un momento... - dijo Eldar frunciendo el ceño - ¿Cómo sabes tú lo que pasó anoche?
_Por que estaba ahí - lo dijo como si fuera algo natural - y vi todo, desde que entraste a ese boliche.
_Me estabas siguiendo? - Eldar estaba sorprendido y desencajado - No puedo creer que me hallas seguido!!
_ Menos mal que lo hice - dijo Summum levantando una ceja - de lo contrario tu novia estaría muerta quizás y la Daga habría sido robada.
Eldar miro a Summum con el seño aún fruncido, pero era mas una expresión de confusión que de enojo, se paso la mano por el cuello y respiró hondo.
_ De acuerdo -dijo - Primero: Lyra... ella no es mi novia y segundo: hay partes de lo que pasó anoche que no recuerdo.
_ De acuerdo - dijo Summum imitando a Eldar - Primero: no daba la impresión de que la chica no fuera tu novia cuando la besabas y Segundo: no recuerdas algunas cosas por que en parte no eras tu y ademas te desmayaste.
_ Hagamos una tregua - dijo Eldar adelantando el cuerpo hacia Summum
_ Estoy de acuerdo - dijo el brujo imitando la postura.
Ambos se quedaron en silencio un momento y se relajaron aflojando la pequeña tensión que se había generado entre ellos con la situación.
_ Si lo viste todo - dijo Eldar con mas calma - ¿Porque no me ayudaste? Podrían haber
lastimado a Lyra... eran tres, aún no se como tuve el reflejo para defenderme de esos demonios...no soy así.
_ Antes que nada - dijo Summum con un gesto cordial en la voz - hay algunas cosas que debes saber para poder entender lo que pasó, pero antes debo decirte que no intervine simplemente por que quise ver con mis propios ojos de lo que eras capaz.
_ Por qué me seguiste?
_ Alma me pidió que lo hiciera por todo lo que habías pasado en el día...creo que tenía miedo por ti y no se equivocó cuando me dijo que podía pasarte algo malo.
_ Jamas me di cuenta de que me seguías
_ Era la idea!
_ Lo hiciste bien - sonrió Eldar
_ Ahora dime una cosa... ¿Qué te hizo llevar la Daga De Los Mundos contigo?
_ Fuí a hablar con Lyra - suspiró Eldar - por que ella estaba enojada conmigo...digamos que con lo que me estaba pasando no la traté muy bien y entonces necesitaba pedirle disculpas y tratar de explicarle lo que me pasaba...
_ Y llevaste la Daga para que te crea
_ Algo así
-Eldar - dijo con seriedad el brujo - Lo que hiciste fue increíble... mataste a un demonio experimentado, como si lo hubieras hecho toda la vida, con la diferencia que era tu primera vez y debiste estar preparado para lo que venía después. Podrías haber muerto, claro que en caso de que corrieras peligro yo hubiese intervenido, pero te arriesgaste demasiado. Igual pienso que fue una suerte que eso pasara por que tu chica habría muerto a manos de ese demonio si tú no entrabas en el momento justo.
_¿Qué quieres decir?
_ El demonio que mataste es uno mas de los tantos que se mezclan entre la gente, se alimentan de cosas como el odio, el sufrimiento, los sentimientos de tristeza, etc y chupan las energías vitales de las personas normales como tu chica. Están entre nosotros y hacen
todo el daño que pueden antes de ser descubiertos y devueltos al infra mundo. Probablemente hubiera matado a Lyra de no ser por que tú llegaste. No fue casualidad que estuvieras ahí... es tu destino
_Pero yo no lo quiero - dijo Eldar
_ Pero ya estás en esto -dijo Summum encogiéndose de hombros
_ ¿ A qué te refieres con chupar la energía?
_ Pongámoslo así: necesitan alimentarse
_Como vampiros
Summum sonrió con la comparación
_Algo así -dijo frunciendo el ceño - ¿Cómo supiste a lo que te enfrentabas?
_No lo se, algo en sus ojos... eran completamente negros. Parecía como si no tuvieran ojos y luego simplemente lo supe... después supongo que me deje llevar por algo dentro mío... algo que no puedo controlar desde ayer...
_ Tu lado salvaje.
Eldar miro a Summum un largo rato antes de poder definir qué era lo que sentía realmente.
_ Es como una ira que me hace violento por momentos - dijo - No puedo controlarla
_ Tienes que aprender a hacerlo antes de que te conviertas en uno de ellos
_Yo no soy eso - dijo desafiante
_ ¿que piensas que te ocurrió luego?
_No lo recuerdo solo se que estallaron vidrios y luego el dolor me paralizo y ya no recuerdo mas nada.
_ Lo que sucedió -dijo Summum tratando de encontrar las palabras - fue que al morir el demonio, toda su energía fue absorbida por ti, como es tu primer movimiento te sacudió el dolor y no lo pudiste soportar, cada partícula se metió por tu sangre y todavía no estas acostumbrado... La próxima vez será menos traumático hasta que llegue el momento en que aprendas a controlar esa energía sin que te afecte.
_Pero no quiero hacerlo... no quiero esto - dijo Eldar con algo de enojo en su voz - Antes dijiste que querías saber de lo que era capaz...
_ Me refería a esto mismo
_No entiendo...
Summum se paró y fue hacia el ventanal de la cocina y corrió las cortinas mientras observaba a Eldar, que inmediatamente entre cerró los ojos en señal de que le molestaba la luz.
_ Te molesta la luz del sol
_ Si, un poco... y eso ¿Qué?
_ Es la primera señal de que tu sangre de demonio esta haciéndose mas fuerte - dijo Summum acercándose a él- Y ... ¿notaste que la herida de tu cuello esta casi cicatrizada? Instintivamente Eldar se paso la mano por el cuello palpando la herida, para darse cuenta que Summum tenía razón.
_ Los demonios sanan mas rápido que cualquier persona - dijo el brujo - pero para eso necesitan de energía que deben tomar de seres vivos o de otros demonios... en los puros es nato, pero tu no eres puro ya que tu sangre está mezclada, por lo tanto debes aprender a controlar tu fuerza salvaje o ... bueno... podrías dañar a alguien que ames...
Eldar lo miró con sorpresa y pensó en Lyra y en ese sentimiento doble que sentía por ella; por un lado tenía la necesidad de tocarla, de besarla, de fundirse con ella y por el otro algo le decía que tenía que alejarse lo antes posible.
_ ¿Qué quieres decir?
_ A ver... - Summum contuvo el aliento - cuando un hombre y una mujer tienen sexo... usualmente se dice que el hombre toma posesión de la mujer.
_¡Eso es machista! - protesto Eldar
_ Si... tal vez. El asunto es que machista o no...es así - dijo Summum oscilando la cabeza de un lado a otro - Cuando un ser de la oscuridad tienen sexo toma la energía del otro y viceversa... en el caso de un demonio y un humano... el resultado sería la muerte del humano.
_ Si te refieres a mi - dijo Eldar pensativo - Nunca mate a nadie por un rato de placer
Summum se hecho a reír con las palabras de Eldar, lo que causó una mirada de reproche del otro lado.
_ Lo siento - dijo recuperando la compostura - eso... eso era hasta ayer y debes saber que a partir de ahora todo en ti es diferente y a medida que el tiempo pase sera mas fuerte tu unión con el lado oscuro. Por eso es importante que aprendas a controlar tu demonio interior, debes hacerlo por que ahora es inconsciente y no lo manejas
_ Pero entonces...
_Entonces... tienes dos opciones... aprendes a controlarlo o... te alejas de esa chica hasta que lo hagas porque podrías matarla, ella no lo notará al principio, pero luego ... harás con ella lo que hiciste con ese chico demonio... te nutrirás de su energía vital.
Las palabras de Summum lo golpearon con fuerza en lo mas profundo de su ser, un dolor se clavó en su corazón y su mente viajó al momento en el que besaba a Lyra; cómo era posible que con algo tan hermoso como era amar a alguien se pudiera matar; cómo era posible que después de tanto tiempo de no verla, como ella le había reprochado, ahora que la veía por fín, no pudiera tenerla. La carta de su madre vino a su cabeza y se dio cuenta que su padre la había matado con su amor; que él mismo sin saberlo la había consumido hasta matarla. Este último pensamiento lo horrorizó a tal punto que Summum pudo notarlo.
_ No pienses en eso ahora - le dijo preocupado - Tenía que advertirte simplemente. Con el tiempo lograrás dominar tu fuerza interna... debes mantenerte firme y no dejar que tu lado oscuro te gane.
_ Y que hay de esto? - dijo Eldar levantándose la remera para mostrar la marca que tenía en la boca del estómago
Summum miro de cerca la marca y movió la cabeza en un gesto afirmativo como si estuviera leyendo un libro y entendido lo que dice
_ Es una runa - dijo Summum con naturalidad - su nombre es Uruz, representa lo que dejas atrás para emprender un nuevo camino, es aquello que no puede domesticarse ni someterse. Significa que debes dominar tu parte interna para poder dominar lo externo.
Summum parecía tomar con extremada naturalidad lo que para él era un completo desastre.
_ Está en el mismo lugar dondé clave la Daga a ese demonio - dijo eldar pensativo -creí que tenía que ver con eso
_En realidad eso es casualidad... solo se abrió uno de tus chacras para dejar fluir la energía
que corre dentro de ti, que simplemente debe fluir hacia adentro y hacia afuera. - dijo Summum como un profesor en su cátedra - La otra marca es Eiwaz y es la runa que da protección de los peligros
_ Es demasiado simplel para ti... -dijo Eldar fríamente
_ Mmmm... tal vez - dijo Summum mirándolo a los ojos fijamente - Ahora debemos ir al Consejo, Alma ya está allí y nos espera... y yo lo que espero es que no se hayan enterado de lo de anoche, aunque ya deben saberlo...
_ Cómo pueden enterarse?...no había nadie allí mas que yo y esos bichos... y Lyra
_ Te olvidas que los otros dos escaparon chico listo - dijo Summum apuntándolo con el dedo
- a estas alturas lo debe saber hasta el mismo diablo!!
Necesitaba salir a tomar un poco de aire, los pensamientos giraban en torno a su cabeza vertiginosamente, todavía no alcanzaba a entender todo lo que le estaba pasando, apenas horas atrás era un chico como cualquier otro o por lo menos así se sentía y de pronto se había transformado en una especie de fenómeno de estudio. Sencillamente todo era una locura demencial, algo que escapaba a todas las cosas normales y cuerdas, era como despertar de un sueño para descubrir que seguía soñando. Seguramente tenía muchas cosas que aclarar todavía y Alma Vismark, le debía un sin número de explicaciones, por que si de algo estaba seguro era de que durante todos lo años de su vida había vivido bajo mentiras y eso loo irritaba al punto de ponerlo violento. Por eso antes de continuar descubriendo cosas de su nueva vida, necesitaba tomar aire, un poco de distancia, intentar distraerse y aflojarse, todavía le dolía un poco la cabeza. Así que recordó a Lyra y lo angustiada que se había ido, ella no merecía su desplante, tenía que pedirle disculpas y tal vez hasta contarle lo que le estaba pasando aunque lo creyera loco y se burlara de él, además ellos siempre habían estado juntos en todo y ahora necesitaba hablar con ella y descargarse para sentirse mas tranquilo. Fue hasta su casa y tuvo una sorpresa cuando su madre le dijo que se había ido a Onix, Lyra no iba a bailar sola nunca, eso quería decir que estaba molesta y que necesitaba distraerse igual que él. Primero pensó en volverse a su casa y dejar las cosas así hasta el otro día, pero en lugar de tomar el camino de regreso, siguió caminando absorto en sus pensamientos, hasta que sin saber en que momento se encontró en la puerta de Onix. La entrada estaba atestada de chicos y chicas que aún no entraban, aunque hacía rato que adentro sonaba la música que se filtraba hasta la calle, si se escuchaba desde afuera imagino que adentro sería casi imposible entablar una conversación, pero de todas formas se abrió paso entre un grupo de chicos punk y fue a la ventanilla a pagar la entrada. Al pasar junto a los punk uno le llamó la atención por sobre los otros, no pudo saber bien que era lo que le parecía extraño, pero algo en ese chico no le gustaba, ambos cruzaron la mirada un momento y pudo sentir que al otro le pasaba lo mismo, sin dejar de mirarlo se acercó a la ventanilla y pagó su entrada. Aún habiendo pasado la puerta de entrada se volteó para verlo una vez más, pero el chico le daba la espalda. Le costó un momento adaptar los ojos a la poca luz de adentro, pera llegar a la pista había que atravesar un tonel angosto, las paredes eran negras con incrustaciones de piedras y corrían por el techo unas lineas finas de neón negro y rojo que eran la única iluminación, al final del túnel ana arcada cubierta por un grueso cortinado de terciopelo negro hacía de puerta que comunicaba con el boliche. Corrió el cortinado y entró vacilante al estridente espacio que había antes de la pista central, una chica rubia toda vestida de negro se dio vuelta en ese momento y puso cara de sorpresa.
_ ¡¡Hey!! - exclamó - ¡¡Eldar!!
Ya era tarde. Lo había descubierto y no podía hacerse el tonto. Que si evadirla haciendose el distraído y saludando al pasar con una mano, pero ya era tarde, la chica se colgaba de su cuello para hablarle al oído.
_ No pensabas saludarme? - le dijo sensualmente
- Hola Carla - dijo él suspirando profundo
_¡Huuuy! Supongo que ese suspiro no es de fastidio... ¿no?
Eldar la tomó por la cintura para apartarla un poco y quedaron frente a frente, ella lo miraba con una sonrisa.
_ Nnoo! - mintió
_ Justo pensaba en tomar algo... y pensé que tal vez podrías acompañarme a la barra... - dijo Carla mientras metía una mano por dentro de la campera de Eldar para acariciar su espalda.
Eldar exhaló profundo por la nariz, en otro momento habría accedido a la petición de la chica, pero en ese momento lo único que deseaba era que se fuera y lo único que se le ocurrió fue dejar salir su humor ácido.
_ ¿Qué pasa? ¿No vino tu chico hoy?
_ Tú eres mi chico! - dijo ella haciendo un mohín
_ No - dijo él con una sonrisa medio chueca mientras tomaba su barbilla entre los dedos y acercándose como si fuera a besarla - Perdiste tu turno...
_ ¿Perrrrdooónn? - dijo ella ofendida
Por respuesta él le dio un beso en la frente y sacando la mano de ella de su espalda la hizo a un lado con suavidad.
_ Lo siento - le dijo - esta noche no me interesa hacer relaciones públicas!
_ ¡ Cerdo!!
_ Si, como todos los que te gustan a ti
La dejo allí parada y rabiosa y siguió caminando fastidiado posando la mirada en cada grupo de chicos y chicas que encontraba a su paso. Se quedó parado un instante oteando la pista para ver si veía a Lyra, pero no la vio por ningún lado, así que decidió caminar por la pasarela del costado que estaba mas alta para ver si tenía mejor suerte. Entre la multitud de chicos que no paraba de moverse le era muy difícil poder localizarla y entonces se le ocurrió que su subía al Vip podría tener una mejor visión. Mientra subía las escaleras dirigió su mirada hacia la barra , pero allí tampoco estaba, entonces siguió subiendo lentamente hasta que llegó al último peldaño. El vip era una L con barandas de vidrio y acero brillante que se asemejaba a las terrazas de los edificios, todo el boliche podía verse desde allí. Se apoyó en la baranda y comenzó a recorrer con la vista toda la pista nuevamente y de pronto la vio apoyada en una columna de un costado que estaba medio escondida, tenía puesta una minifalda demasiado corta para lo que acostumbraba a usar y una remera ajustada con breteles finos, pero eso no le sorprendió tanto como darse cuenta de que no estaba sola. Un chico de pelo rojo rabioso vestido de negro la tenía acorralada contra la columna y le pasaba su lengua por el cuello, mientras metía una mano por debajo de su minifalda. Ella no parecía molestarse por eso, solo lo abrazaba mientras
que apuraba una lata de cerveza. Algo dentro de él se detuvo, como si el tiempo mismo se hubiera parado allí, al instante una ira crecía en su interior que no podía controlar. Sin darse cuenta comenzó a bajar las escaleras y todo alrededor desapareció como si realmente no estuviere allí, solo veía a Lyra y a ese chico refregarse como si estuvieran solos. Cuando estuvo a unos pasos de ellos, se dio cuenta de que a ella a duras penas se mantenía en pie, el chico aprovechaba a situación. Se quedó inmóvil frente a ellos tratando de serenarse, la respiración entrecortada y un hormigueo frenético de ira recorriéndole la espina dorsal. Los ojos de Lyra se cruzaron con los suyos. Sentía ganas de agarrarla de un brazo y sacarla de allí, solo unos pasos los separaban y ella lo miraba con una sonrisa de placer mientras el chico, ajeno a la situación seguía haciendo lo suyo.
_ ¡¡Eldar!! - exclamo ella de pronto entre risas
El chico se dio vuelta y lo miro sin importarle quien pudiera ser.
_ ¡Eldar! - dijo ella con la mano en el cuello del chico - Te voy a presentar a un amigo!
Él se acerco lentamente con las manos en los bolsillos del jean como reprimiendo las ganas de darle un cachetazo. Se sentía furioso, nunca la había vista así y lo hería el desparpajo de ella.
_ Vamos... - dijo fríamente extendiendo una mano hacia ella
_ Te presento a ... Al... Alan - dijo arrastrando las palabras
_ Estas borracha . . .
_Nnno... solo estoy ... disfruuutaando de la fiesta!!
_ Vamos... - lo decía casi gritando por la música que hacía perderse las palabras
_ ¿Quién es este? ¿Tu papi? - dijo el chico mientras le besaba un hombro
_ nnoo... él, él, es... mi hermano! - dijo con una carcajada que colmo la paciencia de
Eldar.
Estiró la mano y la tomo con fuerza de la muñeca haciendole volcar la cerveza encima de la remera.
_ Mira... pero ..que pasa contigo? - dijo ella tratando de deshacerse de la mano de
Eldar.
El chico miro a Eldar enojado y puso una mano en su hombro para apartarlo, pero
Eldar lo esquivó y con la mano que tenía libre le dió un empujón.
_NO ... te metas!!! - le dijo clavándole la mirada.
Algo en ese chico le dio mala espina y recordó al otro que había visto al entrar, en algún punto tenían un parecido aunque en ese instante no supo qué era. Lo único que le importaba era sacar a Lyra de allí.
_ Es mi novia - le dijo al chico con una mirada helada, sus ojos parecían mas claros cuando se enojaba.
El chico pelirrojo levanto las manos sonriendo y dio unos pasos para atrás.
_ Vamos Lyra -le dijo mientras casi la arrastraba a la salida del boliche. En la mitad del camino Lyra se planto agarrándose de una columna y Eldar se paró en seco.
_ Déjame e paz!! - le grito ella tambaleándose y acusándolo con el índice - no...
tienes derecho...
_ Tengo el derecho que me da ser tu amigo de toda la vida y encontrarte medio desnuda y borracha dejando que un desconocido se aproveche de ti.
_ Mmmm!! - apenas podía hablar - y eso qué?? ¿Eh?
_ Hablaremos afuera - le dijo tirando de ella
_ No tengo nada que hablar contigo
_ No hagas que te cargue y te saque a la fuerzo -su mirada era amenazadora
_ Ja, ja!! Claro que nooo - dijo Lyra empujándolo sin fuerzas.
Eldar perdió la paciencia que no era mucha y agachandose un poco la tomo por las piernas y la cargo al hombro como una bolsa de papas. Inmediatamente Lyra comenzó a chillar como si la estuviera matando y con los puños cerrados empezó a pegarle en la espalda mientras gritaba.
_ ¡Idiota!!... no tienes derecho... suéltame.... estúpido, dejame en paz
Nada de lo que grito o pataleó logró hacer que Eldar la soltara, estaba decidido a sacarla de allí y no le importaba si sus métodos no eran demasiado ortodoxos.
Los demás chicos los miraban entretenidos pero nadie se metió para ayudar a Lyra, de manera que pronto se encontraron afuera y aún así Eldar no la soltó hasta que no llegaron a la esquina.
_Eres un estúpido! - le grito ella mientras se acomodaba la pollera y trataba de no caerse
_ Tal vez lo sea -dijo el en tono frío - pero tu eres como una niña malcriada
_ Vete al demonio!! - le grito a manera de insulto
Eldar hizo una mueca que intentó ser una sonrisa.
_Después - le dijo - ahora te llevaré a tu casa
_ Quién crees que eres para decirme... decirme...a mi lo q... que pue debo hacer??
¿Eh? -lo increpó
_Mírate!... estas borracha y apenas si puedes mantenerte en pie, no voy a dejarte aquí.
_ Yo no..no necesitaba que ...”ayudaras” - hizo el gesto de comillas con los dedos mientras se balanceaba de un lado a otro - yo estaba pasándola bien
_ Estabas dejando que ese idiota se aproveche de tu estado - dijo él mientras la agarraba de un brazo para que no se caiga
_ Suéltame ... a ti que te importa ¿mmm?... yo pueda hacer lo que quiera
_ Vine aquí para verte - dijo en fría calma - para pedirte disculpas por la manera en que te hablé hoy y te encuentro así, medio ... desnuda dejando que ese chico se aproveche de que estas borracha...solo te estoy ayudando
_ NOO! ... no quiero tu ayuda -dijo ella comenzando a caminar - yo no te dije nada...
¿entiendes?... nada... cuando tú, cuando tú... te revolcabas con alguna de esas... esas chicas con las que...
_Eso es diferente
_No lo es...
_ Tú eres mujer no debes permitir que nadie se aproveche de tí - lo dijo sabiendo que se sentía herido.
_ ¡Ahhh! ¡Shh!... que sabes de mi ... acaso piensas que nunca me acosté con nadie?
_ Ya basta Lyra... no tienes que...
Las palabras de Lyra entraban en su cerebro provocándole un dolor sordo, se sentía celoso y molesto. ¿Celoso?
_ ¿Que? .... eres un estúpido...
_ La estúpida ahora eres tú - dijo con fastidio - estas dando el espectáculo del que todos hablarán mañana
_ Siiii!!... tienes razón...yo soy la estúpida...por ...por que vivo para tí... pero tú no ves nada... solo ...solo lo que quieres
Habían llegado a una cortada que salía a la plaza y Eldar se quedó parado mirándola mientras ella se apoyaba en una pared para no caer.
_ yo...yo - le costaba hablar - yo siempre estoy detrás de ti... como una estúpida
_ Lyra, lo siento, mañana hablaremos de todo lo que quieras - le dijo exhalando con fuerza mientras se acercaba mas a ella para tratar de ayudarla y ponerse derecha
_ soy una estúpida y tú... mas estúpido
_ Esta bien... di lo que quieras, mañana verás las cosas de otra manera.
_ Tal vez... pero eso no cambia las cosas... tu no ves nada... eres un necio y un idiota
_ No me insultes - le dijo agarrandola por el pelo y conteniendo el deseo de sacudirla con fuerza para hacerla entender que estaba borracha y no tenía que hablar. Quedaron a solo unos centímetros de distancia, muy cerca, casi podían rozarse. Él tuvo que inclinar la cabeza para poder mirarla a los ojos; lentamente disminuyo la presión de su mano y apoyó la otra mano en la pared, podía sentir la respiración agitada de ella.
_No entiendes nada lyra, si vine aquí esta noche - dijo acercándose mas - fue para hablar con tigo - dijo colérico_y en cambio me sacas a los tirones de ahí... como si fuera... como si fueras... el hermanito mayor... - le dijo ella mirándolo con ira - pero sabes que? ¡No eres mi hermano!
_No... no lo soy
_Déjame sola
_Fuí a buscarte a tu casa... por eso vine aquí, necesitaba hablar contigo y contarte algunas cosas que me pasaron hoy... cosas importantes
Lyra se rió y le dio un empujón, pero no tuvo la suficiente fuerza para apartarlo, el alcohol en su sangre la volvía débil.
_ Bueno... busca otro persona a quien contarle tus penas
_ Así nada mas?
_ Si... ya me canse de que me cuentes tus ... tus conquistas... tus mierdas!!
Lo hería nuevamente y tuvo ganas de dejarla sola y que se arreglara como pudiera, pero por alguna razón no podía despegarse de ella.
_ ¡¿Es que no lo ves?! - le gritó ella - no puedes darte cuenta.. de nada
Una lágrima había nacido en los ojos de Lyra y comenzaba a resbalar por su mejilla quemándole, era un dolor que llevaba dentro hacía tiempo.
_ Que es lo que no veo Lyra - lo dijo casi como si le doliera decirlo... lentamente.
_Nada... - dijo ella en un susurro, las lágrimas cayendo silenciosas por sus mejillas
_ Dime ... ¿Qué?
Estaban tan cerca que la rodilla flexionada de él rozaba la de ella. Lyra volteo la cara para otro lado, le costaba mirarlo a los ojos, estaba a punto de decir algo de lo que luego se arrepentiría, pero de todas formas se sentía en un laberinto que ella misma había trazado al comenzar a hablar.
_ Que... que estoy enamorada de ti... - dijo aún sin mirarlo - que te amo desde que era una niña y tú ... maldito estúpido... no lo ves...
_Lyra.. Yo -le dijo pasando la yema de los dedos por sus mejillas húmedas - no digas eso... estas borracha...
_ y tu eres tan... tan correcto y caballero- dijo con tristeza - que no te aprovecharías de eso
_ No - se mordió el labio inferior con fuerza - pero no quiere decir que no desee hacerlo...
No sabía como había dicho eso, simplemente le había brotado desde lo mas profundo de su
alma, y lo había dejado salir sin pensar. Estaban a solo un centímetro de rozarse los labios, podía sentir la respiración agitada de Lyra y su pecho subir y bajar profundamente a través de su propio pecho, nunca habían estado así de cerca y él nunca había pensado en ella de esa manera, sino hasta ese instante. Se moría de ganas de besarla, pero a la vez algo le decía que no era así como debían ser las cosas; no, estando Lyra en ese estado, si algo pasaba entre ellos tenía que ser de otra manera.
._ Lyra... no debo hacer esto- le susurró
_ Déjame entonces... -le pidió ella despacito mirándolo nuevamente.
_ No puedo
Sus labios se encontraron de pronto, sin poder evitarlo.
Al principio Eldar tuvo miedo de arrepentirse mas tarde, cuando las cosas se calmaran y ella estuviera sobria y él con la cabeza fría, tuvo miedo de dejarse llevar por su instinto y no querer, soltarla mas. Lyra se entregó a ese beso con el corazón latiendole desbocadamente, lo había esperado tantos años que le parecía un sueño, Eldar la besaba delicadamente como si tuviera miedo de lastimarla. Ël se apartó un instante para mirarla y acariciar su cara con la punta de los dedos apenas rozando sus mejillas húmedas.
_Es verdad - dijo quedamente - No te vi... Lyra... esto está mal
_ ¿Por qué?
_ Hay cosas que no sabes de mi...
Se interrumpió por un estridente silbido que le traspasó el cerebro y lo trajo de nuevo a la realidad. Sus músculos se tensaron y volteó lentamente para ver que tres chicos se acercaban a ellos. Reconoció a dos, uno era el que había cruzado en la puerta de Onix al entrar y otro era el que estaba con Lyra.
_ Eldar... lo ciento - dijo Lyra al darse cuenta que habría problemas
Eldar no le contestó, estaba estudiando la situación y contemplando la posibilidad de una vía de escape en caso de que fuera necesario. Se colocó de espaldas a Lyra y se acomodó la campera, de inmediato noto algo duro y frío en uno de los bolsillos internos, se había olvidado que llevaba la Daga De Los Mundos para mostrársela a Lyra.
_Quédate detrás de mi - le dijo a ella sin voltear mientras que observaba con mirada felina los tres que ya estaban solo a unos pasos de ellos.
_Así que aquí están Romeo y Julieta - dijo el de pelo rojo en tono burlón
Los otros dos se limitaron a mirar a Eldar de una manera sobradora; se detuvieron a unos
pasos pero el chico de pelo rojo avanzó un poco mas como si fuera el líder del trío.
Eldar dejo formar una media sonrisa tan helada que el chico que al parecer llevaba la voz parlante se detuvo y se puso serio.
_ ¿ Qué quieren?
_ Veras... - dijo el de pelo rojo - creo que tienes algo que me pertenece...
_¡Uuuhhh! - aullaron a coro los otros dos
En ese momento Eldar pudo ver que era lo que no le gustaba del chico Punk de la puerta, tenía los ojos completamente negros, no se distinguía el iris de la pupila, su mirada carecía de expresión como si no tuviera ojos. El otro que estaba a su lado tenía la misma mirada, pero sus ojos eran de un negro rojizo. En cuanto al chico que estaba con Lyra, tenía los ojos tan negros como el otro, pero algo en ellos los hacía diferentes, parecían mas grandes.
_ Déjennos en paz - dijo lira con la vos entrecortada
_No veo qué tengo tuyo - dijo Eldar con un tono helado.
_La chica estaba conmigo...
Algo recorrió la espina dorsal de Eldar en ese momento, fue como si un témpano de hielo lo recorriera desde la nuca. Esos chicos no eran normales, no eran humanos, algo en ellos estaba mal; recordó todo los que había escuchado durante el día. En su interior una alarma creció de prisa y sintió que todos sus músculos se tensaban, eran demonios.
_ Estaba - dijo Eldar acercándose al chico
Eran casi de la misma estatura, pero Eldar había cambiado su expresión y le habló con la cabeza medio baja como un felino acechando su presa.
_ Y que piensas hacer? - le dijo entre dientes.
Lyra comenzó a gritar en ese momento, al ver que el chico de pelo rojo tenía una navaja de hoja larga en la mano que brillaba rara a la poca luz de la cortada; pero no era la única que la había visto, Eldar lo había notado antes de que Lyra comenzara a gritar.
_ No me gustas - le dijo Eldar al chico - tus ojos son de... ¿demonio? -le preguntó con sarcasmo
Todo sucedió en un instante. Los otros chicos empezaron a aullar como si fueran lobos y Lyra se tapó los oídos mientras que se dejaba caer de rodillas al suelo detrás de Eldar. El chico pelirrojo tiró una brazada con la navaja que paso cerca del cuello de Eldar, pero éste esquivó la hoja y con un movimiento de su mano derecha saco la Daga de Los Mundos del interior de la campera. Al ver la Daga los otros quedaron en completo silencio y dieron unos pasos hacia atrás, mientras que el pelirrojo sorprendido por la acción de Eldar dio un paso atrás para tomar distancia. Eldar jugueteaba con la Daga entre los dedos con el brazo pegado al cuerpo como si tuviera pereza de alzarlo.
_ La conoces... ¿verdad? - le dijo con una sonrisa y enarcando una ceja
_ De todas formas voy a matarte cazador - le dijo el chico
_No soy un cazador
_ ¿Que está pasando? - sollozó Lyra detrás de Eldar
_ Quédate detrás de mi Lyra! - exclamo Eldar con la adrenalina latiendo en sus cienes y su garganta y sin sacarle los ojos de encima al chico demonio.
_Así que eres tu - dijo el demonio sonriendo
Dicho esto se lanzó hacia adelante para atacar a con furia; la navaja rozó la piel del cuello de Eldar al mismo tiempo que él, de un salto se puso a un costado del demonio y tomándolo por la muñeca lo hizo girar quedando de espaldas. Eldar puso la Daga en el cuello del chico ante la mirada horrorizada y los gritos de Lyra.
_Tienes una única oportunidad de irte- le dijo
Por respuesta el demonio levantó los brazos en señal de rendición y Eldar lo soltó de un empujón que lo alejo unos pasos. Aún con la Daga en la mano se acerco a Lyra y la tomó de la mano para ayudarla a levantarse.
_¿estas bien?
Lyra iba a contestarle que si cuando un grito salió de su garganta.
_¡¡Cuidado!!! - alcanzó a gritar
Eldar se dio vuelta justo cuando la punta de la navaja del demonio comenzaba a pincharle la espalda y con una rapidez que luego no sabría como explicar, hundió la daga en el estómago del demonio. Un liquido viscoso y negro salio inmediatamente alcanzando la punta de los dedos de Eldar, que retiro la daga con asco. El demonio se desplomo entre quejidos y aullidos mientras que buscaba con la mirada a los otros dos, que habían huido dejándolo solo al ver la Daga De Los Mundos. Eldar dio un paso para atrás mientras que Lyra lloraba a los gritos.
_ Lo mataste!! -exclamó Lyra entre lágrimas
Eldar limpió la Daga en sus jean y la guardo dentro de su campera, mientras miraba con
asombro como se desintegraba a polvo el cuerpo del demonio. Lyra también lo veía y esto le causo tanta impresión que automáticamente dejo de llorar y se tapo la boca ahogando un grito. En ese momento el único foco que alumbraba la cortada estalló en mil pedazos con una explosión y miles de chispas de estática se esparcieron por el aire como luciérnagas; el vidrio de la ventana de un piso de arriba comenzó a caer en forma de lluvia encima de ellos; Lyra atinó a protegerse la cabeza con los brazos mientra que Eldar de un salto se acercaba para cubrirla con su propio cuerpo.
Trataba de protegerla cuando un dolor insoportable comenzó a recorrer sus venas quemándolo por dentro, mientras que sentía que miles de agujas se clavaban en su piel, las cienes le latían dolorosamente y los músculos de todo el cuerpo se le endurecían.
_ Ahhh!!
_Eldar!!! - grito lyra al ver que estaba desfigurado por el dolor - ¿Que tienes? - lloró
Pero él no la escuchaba, calló de rodillas con las manos en el suelo y una nausea le revolvió las tripas al punto de vomitar; trato de ponerse en pie pero todo daba vueltas vertiginosamente como una calesita fuera de control y solo logro arrastrarse unos centímetros con sus rodillas.
_¡Eldar! ¡Dios que alguien me ayude!! - gritaba Lyra
Creyó verla acercarse de rodillas y abrazarlo mientras él hacía un esfuerzo por tratar de respirar, creyó escuchar su llanto desesperado mientras que pedía ayuda. Sus ojos se nublaron y todo se puso negro de golpe, solo quedaba un zumbido estremecedor en sus oídos que se fue extinguiendo hasta que perdió el conocimiento en los brazos de Lyra que trataba de reanimarlo sin éxito.
***
Abrió los ojos lentamente y descubrió que estaba en una cama de dos plazas y en una habitación que no era la suya. Un reflejo de sol entraba apenas por entre las cortinas de un ventanal, las paredes eran blancas con algunos cuadros modernos y coloridos. Volteó para mirar a su alrededor y pudo ver la puerta que estaba entreabierta, aguzó el oído pero ningún ruido provenía de afuera. Se levantó con sigilo y fue hacia la puerta, notó que estaba descalzo, miró alrededor buscando las botas y las encontró al lado de la cama, con rapidez se las calzo y advirtió que estaba hecho un desastre. Su jean estaba manchado de algo negro que se había endurecido al secarse, entones un flash de la noche anterior acudió a su cerebro y recordó lo que había ocurrido. El corazón le dio un vuelco en ese mismo momento
¿dónde estaba Lyra?. Abrió la puerta y salió de la habitación tropezando con el marco de la
puerta.
_ Veo que ya estas despierto - dijo Summum desde la cocina.
Eldar estaba en una estancia amplia que supuso era el living de la casa de Summum, frente a él una arcada con un pasa platos separaba la cocina modernamente equipada. Todas las paredes estaban pintadas de blanco amplios ventanales le daban una buena ventilación y luminosidad, todo estaba ordenado aunque lleno de libros por doquier.
Eldar quedo paralizado ante la sorpresa, no esperaba encontrarse en la casa del brujo.
_ ¿Dónde está Lyra? - pregunto desencajado
_ En su casa...supongo que descansando
_¿En su casa?
_ Si - dijo Summum con naturalidad - Le di dinero para un taxi y se fue a su casa
_Pero... ¿La dejaste sola? - dijo Eldar un tanto molesto
_ Ella estará bien - dijo Summum mirándolo a los ojos con un poco de enfado - Me aseguré de que se calme y se fuera a su casa, que es donde mejor puede estar.
_Bien! - exclamo Eldar fastidiado - Ya entendí ahora dime...¿Por qué estoy aquí?
_ Si - dijo Summum rascándose la cabeza- es una buena pregunta aunque primero deberías asearte y venir a desayunar, nos espera un largo día.
_ Un que? - dijo Eldar sin comprender - es que... primero quiero que..
_ Luego hablaremos tranquilos - le interrumpió haciéndole un gesto con la mano para que fuera al baño.
Eldar se metió al baño sin decir mas. Se lavó la cara varias veces para despabilarse. Cuando levanto la cabeza, el espejo le devolvió una imagen desastrosa; tenía el pelo revuelto y unos círculos oscuros rodeaban sus ojos; el cuello de la remera estaba manchado de sangre seca y una fina linea roja atravesaba su cuello en diagonal, apesar de la sangre en su remera la herida estaba limpia y casi cicatrizada, tal vez Summum lo hubiera curado. Instintivamente se levantó la remera para verse la espalda donde el chico demonio le había hundido levemente la navaja, pero sus ojos se detuvieron en una marca enrojecida que tenía en la boca del estómago, parecían unas letras trazadas a la ligera; paso la yema de los dedos por encima y comprobó que tenían un pequeño relieve. El recuerdo de la Daga De Los Mundos hundiendose en el estómago del chico demonio le vino a la memoria, justo en el mismo lugar pensó, ¿como podían aparecer esas marcas así de la nada?. Los recuerdos de la noche anterior comenzaron a aparecer en su mente como los flashes de una cámara de fotos, cada momento vivido en Onix acudía sin cesar hasta el momento en que los vidrios estallaron y trato de cubrir a Lyra, luego de allí un gran dolor y la mente en blanco. Trató de recordar como había llegado hasta allí y llegó a la conclusión de que Summum lo había traído, pero
¿cómo es que Summum lo encontró?. Estaba hilando sus pensamientos cuando unos golpes suaves vinieron desde la puerta.
_ Ya salgo - dijo acomodándose la remera
La puerta se abrió unos centímetros y la mano de Summum asomó con una pila de telas negras bien dobladas.
_ Quizá quieras ponerte ropa limpia - le dijo
_ Gracias - dijo Eldar tomando la pila de las manos de Summum
Realmente necesitaba hacerlo, por dónde se mirara estaba sucio y manchado de sangre. Cuando salió del baño llevaba un pantalón negro que le quedaba a la perfección y le recordaba al que llevaba en su pesadilla, y una remera negra de mangas cortas y escote V que le resaltaba mucho mas la palidez de su rostro.
_ Me gusta el negro - dijo Summum mirándolo de arriba a abajo - y parece que usamos el mismo talle.
_ Si...gracias - dijo Eldar acomodándose un poco el pelo que le venía a la cara - Summum creo que no fui demasiado educado recién.
_ No te preocupes, estabas desorientado supongo
_Bastante... igual fui maleducado
_Siéntate a desayunar mientras que hablamos de algunas cositas que tenemos que aclarar.
El tono de Summum le sonó a reto y le hizo recordar cuando era niño y Alma lo retaba por alguna travesura que había hecho, siempre le daba una sensación rara en el estómago y se quedaba mudo esperando el sermón sin protestar. Apenas conocía a Summum por lo que no entendía que había hecho mal, así que se limitó a mirar como el brujo servía dos enormes tazas de café con leche, ponía unas galletas redondas azucaradas en la mesa y luego se sentaba frente a él que no le sacaba los ojos de encima, impaciente por escuchar lo que tenía que decir.
_ La verdad - dijo Summum luego de terminar de acomodarse - Tú eres asombroso!! -
exclamo con los ojos muy abiertos
_ No se a que te refieres
_Apenas ayer, por la mañana, te enteras de todo un mar de cosas que tienen que ver con tu historia y tu identidad, tu verdadera identidad - aclaró -y en la noche matas a un demonio como si nada!
Eldar se quedó con la boca abierta sin poder responder.
_ Realmente eres increíble!
_ Aún no se bien como pasó todo eso
_ Eldar ¿te das cuenta que lo que hiciste fue temerario?
_ En realidad todavía no entiendo que pasó
_ Por que llevabas la Daga contigo? -pregunto Summum sorbiendo su café
_Espera un momento... - dijo Eldar frunciendo el ceño - ¿Cómo sabes tú lo que pasó anoche?
_Por que estaba ahí - lo dijo como si fuera algo natural - y vi todo, desde que entraste a ese boliche.
_Me estabas siguiendo? - Eldar estaba sorprendido y desencajado - No puedo creer que me hallas seguido!!
_ Menos mal que lo hice - dijo Summum levantando una ceja - de lo contrario tu novia estaría muerta quizás y la Daga habría sido robada.
Eldar miro a Summum con el seño aún fruncido, pero era mas una expresión de confusión que de enojo, se paso la mano por el cuello y respiró hondo.
_ De acuerdo -dijo - Primero: Lyra... ella no es mi novia y segundo: hay partes de lo que pasó anoche que no recuerdo.
_ De acuerdo - dijo Summum imitando a Eldar - Primero: no daba la impresión de que la chica no fuera tu novia cuando la besabas y Segundo: no recuerdas algunas cosas por que en parte no eras tu y ademas te desmayaste.
_ Hagamos una tregua - dijo Eldar adelantando el cuerpo hacia Summum
_ Estoy de acuerdo - dijo el brujo imitando la postura.
Ambos se quedaron en silencio un momento y se relajaron aflojando la pequeña tensión que se había generado entre ellos con la situación.
_ Si lo viste todo - dijo Eldar con mas calma - ¿Porque no me ayudaste? Podrían haber
lastimado a Lyra... eran tres, aún no se como tuve el reflejo para defenderme de esos demonios...no soy así.
_ Antes que nada - dijo Summum con un gesto cordial en la voz - hay algunas cosas que debes saber para poder entender lo que pasó, pero antes debo decirte que no intervine simplemente por que quise ver con mis propios ojos de lo que eras capaz.
_ Por qué me seguiste?
_ Alma me pidió que lo hiciera por todo lo que habías pasado en el día...creo que tenía miedo por ti y no se equivocó cuando me dijo que podía pasarte algo malo.
_ Jamas me di cuenta de que me seguías
_ Era la idea!
_ Lo hiciste bien - sonrió Eldar
_ Ahora dime una cosa... ¿Qué te hizo llevar la Daga De Los Mundos contigo?
_ Fuí a hablar con Lyra - suspiró Eldar - por que ella estaba enojada conmigo...digamos que con lo que me estaba pasando no la traté muy bien y entonces necesitaba pedirle disculpas y tratar de explicarle lo que me pasaba...
_ Y llevaste la Daga para que te crea
_ Algo así
-Eldar - dijo con seriedad el brujo - Lo que hiciste fue increíble... mataste a un demonio experimentado, como si lo hubieras hecho toda la vida, con la diferencia que era tu primera vez y debiste estar preparado para lo que venía después. Podrías haber muerto, claro que en caso de que corrieras peligro yo hubiese intervenido, pero te arriesgaste demasiado. Igual pienso que fue una suerte que eso pasara por que tu chica habría muerto a manos de ese demonio si tú no entrabas en el momento justo.
_¿Qué quieres decir?
_ El demonio que mataste es uno mas de los tantos que se mezclan entre la gente, se alimentan de cosas como el odio, el sufrimiento, los sentimientos de tristeza, etc y chupan las energías vitales de las personas normales como tu chica. Están entre nosotros y hacen
todo el daño que pueden antes de ser descubiertos y devueltos al infra mundo. Probablemente hubiera matado a Lyra de no ser por que tú llegaste. No fue casualidad que estuvieras ahí... es tu destino
_Pero yo no lo quiero - dijo Eldar
_ Pero ya estás en esto -dijo Summum encogiéndose de hombros
_ ¿ A qué te refieres con chupar la energía?
_ Pongámoslo así: necesitan alimentarse
_Como vampiros
Summum sonrió con la comparación
_Algo así -dijo frunciendo el ceño - ¿Cómo supiste a lo que te enfrentabas?
_No lo se, algo en sus ojos... eran completamente negros. Parecía como si no tuvieran ojos y luego simplemente lo supe... después supongo que me deje llevar por algo dentro mío... algo que no puedo controlar desde ayer...
_ Tu lado salvaje.
Eldar miro a Summum un largo rato antes de poder definir qué era lo que sentía realmente.
_ Es como una ira que me hace violento por momentos - dijo - No puedo controlarla
_ Tienes que aprender a hacerlo antes de que te conviertas en uno de ellos
_Yo no soy eso - dijo desafiante
_ ¿que piensas que te ocurrió luego?
_No lo recuerdo solo se que estallaron vidrios y luego el dolor me paralizo y ya no recuerdo mas nada.
_ Lo que sucedió -dijo Summum tratando de encontrar las palabras - fue que al morir el demonio, toda su energía fue absorbida por ti, como es tu primer movimiento te sacudió el dolor y no lo pudiste soportar, cada partícula se metió por tu sangre y todavía no estas acostumbrado... La próxima vez será menos traumático hasta que llegue el momento en que aprendas a controlar esa energía sin que te afecte.
_Pero no quiero hacerlo... no quiero esto - dijo Eldar con algo de enojo en su voz - Antes dijiste que querías saber de lo que era capaz...
_ Me refería a esto mismo
_No entiendo...
Summum se paró y fue hacia el ventanal de la cocina y corrió las cortinas mientras observaba a Eldar, que inmediatamente entre cerró los ojos en señal de que le molestaba la luz.
_ Te molesta la luz del sol
_ Si, un poco... y eso ¿Qué?
_ Es la primera señal de que tu sangre de demonio esta haciéndose mas fuerte - dijo Summum acercándose a él- Y ... ¿notaste que la herida de tu cuello esta casi cicatrizada? Instintivamente Eldar se paso la mano por el cuello palpando la herida, para darse cuenta que Summum tenía razón.
_ Los demonios sanan mas rápido que cualquier persona - dijo el brujo - pero para eso necesitan de energía que deben tomar de seres vivos o de otros demonios... en los puros es nato, pero tu no eres puro ya que tu sangre está mezclada, por lo tanto debes aprender a controlar tu fuerza salvaje o ... bueno... podrías dañar a alguien que ames...
Eldar lo miró con sorpresa y pensó en Lyra y en ese sentimiento doble que sentía por ella; por un lado tenía la necesidad de tocarla, de besarla, de fundirse con ella y por el otro algo le decía que tenía que alejarse lo antes posible.
_ ¿Qué quieres decir?
_ A ver... - Summum contuvo el aliento - cuando un hombre y una mujer tienen sexo... usualmente se dice que el hombre toma posesión de la mujer.
_¡Eso es machista! - protesto Eldar
_ Si... tal vez. El asunto es que machista o no...es así - dijo Summum oscilando la cabeza de un lado a otro - Cuando un ser de la oscuridad tienen sexo toma la energía del otro y viceversa... en el caso de un demonio y un humano... el resultado sería la muerte del humano.
_ Si te refieres a mi - dijo Eldar pensativo - Nunca mate a nadie por un rato de placer
Summum se hecho a reír con las palabras de Eldar, lo que causó una mirada de reproche del otro lado.
_ Lo siento - dijo recuperando la compostura - eso... eso era hasta ayer y debes saber que a partir de ahora todo en ti es diferente y a medida que el tiempo pase sera mas fuerte tu unión con el lado oscuro. Por eso es importante que aprendas a controlar tu demonio interior, debes hacerlo por que ahora es inconsciente y no lo manejas
_ Pero entonces...
_Entonces... tienes dos opciones... aprendes a controlarlo o... te alejas de esa chica hasta que lo hagas porque podrías matarla, ella no lo notará al principio, pero luego ... harás con ella lo que hiciste con ese chico demonio... te nutrirás de su energía vital.
Las palabras de Summum lo golpearon con fuerza en lo mas profundo de su ser, un dolor se clavó en su corazón y su mente viajó al momento en el que besaba a Lyra; cómo era posible que con algo tan hermoso como era amar a alguien se pudiera matar; cómo era posible que después de tanto tiempo de no verla, como ella le había reprochado, ahora que la veía por fín, no pudiera tenerla. La carta de su madre vino a su cabeza y se dio cuenta que su padre la había matado con su amor; que él mismo sin saberlo la había consumido hasta matarla. Este último pensamiento lo horrorizó a tal punto que Summum pudo notarlo.
_ No pienses en eso ahora - le dijo preocupado - Tenía que advertirte simplemente. Con el tiempo lograrás dominar tu fuerza interna... debes mantenerte firme y no dejar que tu lado oscuro te gane.
_ Y que hay de esto? - dijo Eldar levantándose la remera para mostrar la marca que tenía en la boca del estómago
Summum miro de cerca la marca y movió la cabeza en un gesto afirmativo como si estuviera leyendo un libro y entendido lo que dice
_ Es una runa - dijo Summum con naturalidad - su nombre es Uruz, representa lo que dejas atrás para emprender un nuevo camino, es aquello que no puede domesticarse ni someterse. Significa que debes dominar tu parte interna para poder dominar lo externo.
Summum parecía tomar con extremada naturalidad lo que para él era un completo desastre.
_ Está en el mismo lugar dondé clave la Daga a ese demonio - dijo eldar pensativo -creí que tenía que ver con eso
_En realidad eso es casualidad... solo se abrió uno de tus chacras para dejar fluir la energía
que corre dentro de ti, que simplemente debe fluir hacia adentro y hacia afuera. - dijo Summum como un profesor en su cátedra - La otra marca es Eiwaz y es la runa que da protección de los peligros
_ Es demasiado simplel para ti... -dijo Eldar fríamente
_ Mmmm... tal vez - dijo Summum mirándolo a los ojos fijamente - Ahora debemos ir al Consejo, Alma ya está allí y nos espera... y yo lo que espero es que no se hayan enterado de lo de anoche, aunque ya deben saberlo...
_ Cómo pueden enterarse?...no había nadie allí mas que yo y esos bichos... y Lyra
_ Te olvidas que los otros dos escaparon chico listo - dijo Summum apuntándolo con el dedo
- a estas alturas lo debe saber hasta el mismo diablo!!
belu1973
Re: Entre ángeles y demonios
5 - Eldar y el Consejo
Summum lo llevó a través de viejos túneles que corrían serpenteantes por debajo de la ciudad, habían entrado a ellos por una puerta trasera de un viejo edificio que parecía abandonado y que él ni sabía que existía. Tomaron por diferentes corredores apenas iluminados por tubos incandescentes que parpadeaban de vez en cuando, aunque a pesar de la poca iluminación se veía lo suficiente para avanzar sin problemas. Al principio a Eldar le daba la sensación de estar en un laberinto y se preguntó si Summum no se perdería al dar la vuelta en algún recodo y cuando pensaba que no llegarían nunca, desembocaron en una escalera angosta y empinada por la que subieron, lo que a Eldar le parecieron, mil escalones; a pesar de ello no se sentía cansado, por el contrario, estaba como renovado, con una energía altamente reconfortante, aunque sentía latir las runas que llevaba marcadas en el estómago.
Cuando llegaron a la cima de la escalera, ésta se abrió en un amplio corredor bien iluminado de unos tres metros de ancho que terminaba en una puerta de madera maciza, frente a la cual había un hombre corpulento vestido de negro, a manera de guardia. A medida que se iban acercando Eldar pudo notar que en el suelo, frente a la puerta, había una estrella de cinco puntas grabada con bordes dorados y unas inscripciones, que supuso eran una protección, ya había visto esa estrella antes en algún lugar y alguien le había dicho que se usaba como escudo contra los malos espíritus, y relacionándolo con la función del Consejo, supuso que sería lo que pensaba. Cuando estuvieron frente a la puerta el hombre de negro los miró con seriedad y se detuvo en Eldar con un dejo de curiosidad.
_Hola Fran - saludo Summum extendiendo la mano
El hombre le devolvió el gesto y miró a Eldar vacilante y luego de un instante le tendió la mano.
_ Supongo que tú eres ese chico del que hablan
_ Supone bien - dijo Eldar seriamente correspondiendo el saludo
_ Adentro los están esperando - dijo y abrió la puerta sin dejar de observar con curiosidad a
Eldar
Un recinto rectangular de singulares proporciones apareció ante ellos, estaba lleno de gente que Eldar no conocía pero eso no lo incomodó; todos estaban rodeando una gran mesa rectangular de madera y en su mayoría estaban todos parados, había algunos grupos aislados y todos se encontraban conversando, e incluso pudo notar que algunos discutían acaloradamente aunque en voz baja.
Cuando ellos entraron, inmediatamente se hizo un silencio de tumba y todos los ojos se clavaron en Eldar. Algunas de las miradas eran de enfado y otras de curiosidad, pero todas estaban dedicadas solamente a él. Summum lo miró y estaba a punto de decirle que no se dejara intimidar por las miradas, pero se contuvo al ver la expresión de tranquilidad y frialdad en su mirada, otra vez esa mirada de superioridad que le recordaba a los felinos, entró seguro y erguido caminando lentamente hacia el centro del recinto. A Summum le hizo pensar en los gladiadores que entraban con la cabeza en alto a la arena aún sabiendo que iban a morir, claro que aquí nadie mataría a Eldar, pero en cierta manera era como una presa de un montón de cazadores sedientos por disparar.
Eldar por su lado, sostuvo la mirada de todos los que cruzó mientras avanzaba, con cada paso que daba los que estaban en su camino se corrían para dejarlo pasar aunque eso significara empujar al de atrás o al del costado. Del otro lado de la mesa, justo en la cabecera, un hombre mayor de rostro serio, lo miraba con atención, a su lado pudo ver a Alma y del otro lado al tipo que la había sacudido el día anterior, algo en ese hombre no le agradaba y eso hizo que se le tensaran los músculos de los brazos y la mandíbula. Trato de restarle importancia y avanzando entre la gente se cerco hasta Alma, que al tenerlo cerca le dio un abrazo, que supuso era de alivio, al saber que estaba bien después de lo de la noche anterior, Summum que lo seguía de cerca se quedo parado junto a él y le hizo un guiño casi imperceptible a Alma.
Fue Wolfgann quien rompió el tenso silencio.
_ Mi nombre es Joseph Wolfgann - le dijo a Eldar mientras lo estudiaba con la mirada - Te doy la bienvenida al Consejo de Las Sombras
Eldar solo le hizo un gesto con la cabeza pero no emitió ningún sonido, se sentía alerta a cualquier cosa que pudiera pasar y eso lo ponía algo tenso, todo había estado medianamente bien hasta que vio a Bruce cerca de Alma
_Tomemos asiento - dijo Wolfgann
Los que se pudieron sentar lo hicieron y los demás se quedaron de pie lo mas cerca que podían para no perderse nada de lo que pasaría a continuación.
_ Tranquilo - le dijo Alma
Eldar la miró a los ojos un instante y luego clavo la mirada en Wolfgann
_ Señores... - dijo Wolfgann con ese aire que caracteriza a los líderes de algún movimiento -Estamos aquí para decidir algunas cosas, pero antes quiero que Alma Vismark nos presente a su sobrino.
_ No necesito representantes - dijo Eldar en un tono glacial
Todos le miraron incrédulos ante el atrevimiento y un murmullo recorrió el recinto.
_Silencio por favor - otra vez Wolfgann lideraba la conversación
_ Mi nombre es Eldar... y vine porque me llamaron - dijo pasando la mirada por todos los presentes y terminando en Wolfgann que lo estudiaba con interés
_ Eres atrevido “demonio” -le dijo Bruce con desprecio
Eldar hizo ademán de levantarse de su asiento y provocó una leve inquietud en Bruce que se tiró para atrás en su silla como dispuesto a atajarse de un ataque. Eldar sonrió con un gesto de placer, como quien demuestra que es superior que su oponente.
_ Bruce, si no te comportas te sacare del recinto - amenazó Wolfgann
_ Creo que deberíamos escuchar a Alma - intervino Summum
_ Alma? - dijo Wolfgann invitando con la mirada a la mujer para que tomara la palabra
Alma tomo aire y lo exhalo con un largo suspiro como para tomar fuerzas y se puso de pie, acto que Eldar imito colocándose detrás de ella como para darle valor.
_ Creo - dijo mirando a todos y cada uno - que ya saben quién es éste joven y lo que representa... ahora les diré lo que no saben. Eldar no es mi sobrino de sangre, pero lo crié como tal por encargo de su madre, Aline Laugthy y por pedido de éste Consejo.
_ No todos estamos de acuerdo con eso - dijo una voz en el fondo
_ Tal vez - dijo Alma mirando con enojo al hombre que lo había dicho - sé que para algunos de ustedes... es difícil de comprender, pero Eldar no es lo que ustedes piensan.
_Entonces como explicas que sea medio demonio - dijo otra voz
_ Él no es un demonio tal y como ustedes se lo imaginan... solo tiene sangre de demonio por que su padre es un demonio de alto linaje, pero eso no lo hace un demonio de los que ustedes están acostumbrados a combatir. Todos saben lo que las runas sagradas predijeron hace unos años... y ahora... ese niño ha crecido y está aquí esperando que ustedes se den cuenta de que no tiene culpa de su destino.
Todos comenzaron a hablar a la vez, lo que provocó la incomodidad de Wolfgann.
_ ¡Silencio! Prosigue Alma
_ Lo importante - dijo Alma siguiendo su relato - es que él es el heredero de la Daga De Los Mundos, con todo lo que representa y nosotros debemos guiarlo para que le de el uso que siempre esperamos, además debemos darle nuestro apoyo y cuidar de él.
_Además -dijo Summum - la Daga lo ha aceptado... y eso no se puede cambiar
_ Y se supone que tenemos que confiar en él... y que no le entregue la Daga a sus colegas de las sombras?
_ Exacto - dijo Wolfgann - y aquel que no este de acuerdo puede comenzar por dar un fundamento real y detallado del porque no debe ser así.
_Creo que eso esta mas que claro - dijo Bruce - es un demonio y tarde o temprano...
_ Tal vez deberías tenerla tú - le dijo Eldar con una mirada helada
_ La Daga solo tiene un dueño - dijo Wolfgann - y debe permanecer con él
_ Muy bien - dijo una voz del fondo - yo estoy de acuerdo con eso, pero pienso que deberíamos votar si es que vamos a integrarlo al Consejo como un guardián más.
_ Estoy de acuerdo con eso -dijeron a coro unas cuantas personas de alrededor.
_ Muy bien - dijo Wolfgann - Entonces botaremos!
_Debo recordarles a todos los de éste Consejo - dijo Summum - que el chico no es un guardián mas, todos sabemos que él es el Caminante y que puede hacer cosas que ninguno de ustedes puede hacer.
Otra vez se hizo el silencio en el salón, pero esta vez fue Eldar quien lo rompió.
_ ¿Caminante? - dijo levantando las cejas con sorpresa - explícate
_ Después hablaremos de eso - le dijo Summum por lo bajo - confía en mi...
Eldar guardó silencio, pero aniquiló a Summum con la mirada, si algo odiaba era no tener la información necesaria para saber de qué estaban hablando.
_Miembros del Consejo de las Sombras - dijo Wolfgann con seriedad - procederemos a votar.
_ Eso es ridículo - dijo Summum - el voto no cambiara la realidad de quién es Eldar
_ Tienes razón Summum, pero es una costumbre y forma parte del protocolo del Consejo - dijo Wolfgann - si tienes problemas con ello puedes esperar afuera.
Summum exhaló profundamente en un evidente gesto de fastidio, aveces le colmaba la paciencia tanta estupidez burocrática, parecían como perros atados a una correa durante toda la vida, no saben que hacer sin ella. De todas formas se mordió el labio inferior ocultando su ira y se limitó a dejar que las cosas siguieran corriendo.
Eldar por su lado se sentó en su silla y empezó a juguetear con el cierre de su campera mientras que no le quitaba los ojos de encima a Bruce, que ya empezaba a ponerse bastante incómodo.
_ Brenda toma nota para el acta de hoy - dijo Wolfgann
Eldar notó por primera vez a la extraña mujer de aspecto desalineado y se dio cuenta que no había hablado en ningún momento, solo se limitaba a hacer algunos movimientos de cabeza en algunas ocasiones; estaba sentada muy erguida en su silla y de su regazo sacó un libro de actas que parecía tener mil años por lo ajado que se veía. Inmediatamente la mujer abrió el gran libro y comenzó a escribir.
_ Los que estén a favor de que ...
_ Eldar Laugthy - le apunto Alma
_ Los que estén a favor de que Eldar Laugthy forme parte de éste Consejo - dijo Wolfgann elevando la voz - que levanten la mano ahora
Hubo unos segundos antes de que tímidamente uno de los que estaba casi al final de la mesa levantara la mano mientras todos se miraban entre sí, al poco tiempo otros comenzaron a imitarlo y luego otras manos se fueron elevando tímidamente. Como resultado Eldar noto que un gran número de personas levantaba la mano y quedó sorprendido, hubiera apostado a que nadie votaría a favor.
_Muy bien - dijo Wolfgann - ¿Alguien más?
Un par de manos mas se alzaron desde el fondo.
_ Ahora los que estén en contra
Aquí y allá se levantaron algunas manos pero muy pocas en comparación con la vez anterior, por supuesto que quien hizo saber primero su voto negativo fue Bruce, que al levantar su mano miró a Eldar con desprecio.
_ De acuerdo ... Brenda tomaste nota ¿verdad?
_ Si
_ Muy bien - dijo Wolfgann con tono de legalidad - la votación está cerrada y a mi entender el resultado es altamente afirmativo... por lo que a partir de ahora Eldar Laugthy será tomado como un miembro mas de éste Consejo y tendrá acceso a la biblioteca del Consejo, a las reuniones y a la sala de armas.
Eldar miraba y escuchaba atentamente cada frase dicha por Wolfgann como si estuviera escuchando la historia fantástica de otra persona y no la suya. Sala de armas... se imaginó una sala repleta de ametralladoras, escopetas y granadas, aunque supuso que de seguro estaba imaginando cualquier cosa y el nombre era mas un sentido figurado que otra cosa.
Summum lo miro de reojo y se dio cuenta de que Eldar estaba sorprendido por todo lo que estaba ocurriendo, pero para nada asustado, lo que demostraba que era ideal para todo lo que vendría, no tener miedo lo ayudaría mucho después.
Bruce se levantó de la silla casi furioso y le dijo algo al oído a Wolfgann que mientras escuchaba miraba de soslayo a Eldar y a Alma; cuando hubo terminado, Wolfgann solo se limito a hacer un gesto negativo con la cabeza y Bruce simplemente se sentó en su silla con la cabeza gacha tratando de ocultar su ira.
Podía fingir ante todos pero Eldar podía leer su alma como a un libro de niños y cada vez afirmaba mas que algo estaba mal en él. Trato de no prestarle mas atención y se disponía a decirle algo a Alma cuando Wolfgann lo llamó por su nombre.
_Eldar Laugthy - dijo en tono marcial - ¿Estas de acuerdo?
Eldar se encogió de hombros y torció la boca hacia un costado, no entendía nada pero sabía que todos esperaban que dijera que sí, en especial Alma, que lo miraba suplicante como si le estuviera diciendo que no la haga quedar mal frente a todos. Sorprendió a Summum sonriendo con gesto burlón mientras miraba a Bruce y pensó que de alguna manera lo estaba disfrutando mas que cualquiera en el recinto.
_ Supongo que no tengo opción - dijo
_ Eldar - le suplicó Alma
_ Si - dijo clavando sus ojos de hielo una vez mas en Bruce que seguía en la misma postura
_ Entonces - dijo Wolfgann formalmente - ¿Juras defender, honrar y ser leal a este Consejo de las Sombras y defender su causa con tu vida si fuera necesario?
Todas las miradas se clavaron como agujas afiladas en él y un aire tenso surcó el recinto.
_ Si... lo juro - ya estaba hecho no podía volver atrás pensó
_¿ Juras usar la Daga De Los Mundos con responsabilidad y solo bajo la autorización y control del Consejo de las Sombras?
A Eldar le vinieron en ese momento las imágenes de la noche anterior y dudó en decir que sí, pero por otro lado ya estaba metido en el embrollo, de manera que no le quedó alternativa.
_ Si... lo juro - dijo mientras un escalofrío corría por su espalda.
_ Muy bien señores - dijo Wolfgann - Ya está todo dicho, ahora regresen a sus clanes y estén atentos al llamado, sepan que a partir de ahora cualquier cosa puede pasar
Así, sin mas, pensó Eldar, tanto protocolo para irse cada cual por su lado, hubiera esperado una ceremonia rara de esas que se estilan en las logias secretas, pero tal vez el Consejo se manejaba así.
Bruce se levantó de su silla y luego de saludar a Wolfgann, salió del salón a toda prisa como si estuviera desesperado por irse, lo que a Eldar le representó un alivio porque no lo soportaba. En un momento el recinto quedo vació, excepto por Summum, Alma, Wolfgann y él.
_Ahora que estamos solos - dijo Wolfgann - ya me enteré de los acontecimientos de anoche
Eldar y Summum se miraron y ambos hicieron un mohín de sorpresa. Alma miró a Eldar a modo de reto y fue Summum quien tomó la palabra.
_ El chico mato un demonio - dijo con naturalidad
_ No fue su intención -dijo Alma
_ Quiero saber por que
_ Fue en defensa mía y de una amiga - dijo Eldar desafiante - No fue premeditado
_¿Sabes lo que has hecho?
_ Lo sabe - se apresuró Summum - Ya lo hemos hablado... no volverá a pasar
_ El problemas es que ahora se puso en evidencia y todo el mundo de los demonios sabrá que la Daga ya tiene dueño - dijo Wolfgann con el seño fruncido - eso los alentara a venir en busca del chico para tratar de manipularlo y encima una mundana está mezclada en este asunto.
_ Ya estoy advertido - dijo Eldar fríamente - Le juro que no sabía en ese momento lo que podría pasar... yo solo fuí a ver a una amiga y ni siquiera sabía que el chico que estaba con ella era un demonio hasta que me atacó y lo demás sucedió tan rápido que apenas pude entenderlo hasta que Summum me lo explicó antes de venir.
_ Yo... - comenzó a decir Alma - No debí darle la daga... supongo que cometí un error
_Un error que puede costarnos caro, tendrías que haber consultado con el Consejo
_ Lo sé... pero las cosas se dieron de una manera inesperada y no supe cómo poner al tanto a
Eldar de lo que le estaba pasando...y le di una carta de su madre que lo explicaba todo
_ La Daga estaba con la carta - dijo Eldar
_Cuando la tomó, la Daga refulgió iluminando la habitación -dijo Summum
_Mmmm - dijo Wolfgann pensativo - Ahora Summum... debes instruir a Eldar, hay muchas cosas que debe saber.
_ Si -dijo Eldar mirándoles a los tres inquisidoramente - ¿Qué es eso del Caminante?
_ Es aquel que puede entrar en el mundo de las sombras sin morir - dijo Wolfgann - Ninguno de nosotros puede hacerlo, solo los que tengan sangre de demonio pueden entrar en Argozz ya hemos mandado a muchos de los nuestros y nunca han regresado
_Y yo puedo?
_ Si - dijo Summum - porque hay sangre de demonio viva en ti
_Que bien - dijo Eldar sarcásticamente - No entiendo que importancia puede tener para los demonios tener la Daga para abrir portales de entrada aquí... ellos lo hacen todo el tiempo sin tener la Daga en su poder.
_ Es buena la observación - dijo Wolfgann - Lo que no sabes es que la Daga no abre portales solo entre nuestro mundo y el de ellos.
_ Abre la puerta del astral -dijo Summum dándole a sus palabras un tono de misterio.
_ ¿El astral?
_ Cuando matas a un demonio -dijo Alma - su cuerpo material muere pero la esencia demoníaca es confinada y pasa al plano astral, a la oscuridad... si los demonios pudieran abrir ese portal podrían traer de vuelta legiones enteras de demonios en todas sus formas, aún aquellos que nunca entraron en nuestro plano y eso sería terrible... no habría como contenerlos.
Eldar se pasó la mano por el pelo, recién ahora podía darse cuenta de por qué la Daga era tan importante y de la responsabilidad que recaía sobre sus hombros, ya tenía bastante con tener que afrontar todo lo que le estaba pasando a él y encima ahora el destino de las personas dependía de sus actos. Tenía ganas de salir corriendo y escapar de todo aquello lo mas lejos posible, pero sentía que no tenía elección
_ No se supone que solo yo puedo usarla? - dijo
_ Si y por eso es importante que te prepares - dijo Wolfgann - Seguramente vendrán por ti y querrán corromperte... lo que podría ser fácil si dejas que el demonio dentro de ti tome el control._ Genial!! - el sarcasmo aparecía nuevamente en la voz de Eldar - ¿Tienen alguna buena noticia para darme?
_ Si - dijo Summum - no estarás solo en esto... te protegeremos y te diremos todo lo que necesites saber
_ Me quedo más tranquilo...
_Eldar -dijo Alma - Sé que todo es nuevo ahora... pero sé que eres fuerte y tu corazón es noble y confiamos en que tendrás la fuerza para hacerlo
_ Chico, aún no tienes idea del poder que hay en tu interior
Summum lo llevó a través de viejos túneles que corrían serpenteantes por debajo de la ciudad, habían entrado a ellos por una puerta trasera de un viejo edificio que parecía abandonado y que él ni sabía que existía. Tomaron por diferentes corredores apenas iluminados por tubos incandescentes que parpadeaban de vez en cuando, aunque a pesar de la poca iluminación se veía lo suficiente para avanzar sin problemas. Al principio a Eldar le daba la sensación de estar en un laberinto y se preguntó si Summum no se perdería al dar la vuelta en algún recodo y cuando pensaba que no llegarían nunca, desembocaron en una escalera angosta y empinada por la que subieron, lo que a Eldar le parecieron, mil escalones; a pesar de ello no se sentía cansado, por el contrario, estaba como renovado, con una energía altamente reconfortante, aunque sentía latir las runas que llevaba marcadas en el estómago.
Cuando llegaron a la cima de la escalera, ésta se abrió en un amplio corredor bien iluminado de unos tres metros de ancho que terminaba en una puerta de madera maciza, frente a la cual había un hombre corpulento vestido de negro, a manera de guardia. A medida que se iban acercando Eldar pudo notar que en el suelo, frente a la puerta, había una estrella de cinco puntas grabada con bordes dorados y unas inscripciones, que supuso eran una protección, ya había visto esa estrella antes en algún lugar y alguien le había dicho que se usaba como escudo contra los malos espíritus, y relacionándolo con la función del Consejo, supuso que sería lo que pensaba. Cuando estuvieron frente a la puerta el hombre de negro los miró con seriedad y se detuvo en Eldar con un dejo de curiosidad.
_Hola Fran - saludo Summum extendiendo la mano
El hombre le devolvió el gesto y miró a Eldar vacilante y luego de un instante le tendió la mano.
_ Supongo que tú eres ese chico del que hablan
_ Supone bien - dijo Eldar seriamente correspondiendo el saludo
_ Adentro los están esperando - dijo y abrió la puerta sin dejar de observar con curiosidad a
Eldar
Un recinto rectangular de singulares proporciones apareció ante ellos, estaba lleno de gente que Eldar no conocía pero eso no lo incomodó; todos estaban rodeando una gran mesa rectangular de madera y en su mayoría estaban todos parados, había algunos grupos aislados y todos se encontraban conversando, e incluso pudo notar que algunos discutían acaloradamente aunque en voz baja.
Cuando ellos entraron, inmediatamente se hizo un silencio de tumba y todos los ojos se clavaron en Eldar. Algunas de las miradas eran de enfado y otras de curiosidad, pero todas estaban dedicadas solamente a él. Summum lo miró y estaba a punto de decirle que no se dejara intimidar por las miradas, pero se contuvo al ver la expresión de tranquilidad y frialdad en su mirada, otra vez esa mirada de superioridad que le recordaba a los felinos, entró seguro y erguido caminando lentamente hacia el centro del recinto. A Summum le hizo pensar en los gladiadores que entraban con la cabeza en alto a la arena aún sabiendo que iban a morir, claro que aquí nadie mataría a Eldar, pero en cierta manera era como una presa de un montón de cazadores sedientos por disparar.
Eldar por su lado, sostuvo la mirada de todos los que cruzó mientras avanzaba, con cada paso que daba los que estaban en su camino se corrían para dejarlo pasar aunque eso significara empujar al de atrás o al del costado. Del otro lado de la mesa, justo en la cabecera, un hombre mayor de rostro serio, lo miraba con atención, a su lado pudo ver a Alma y del otro lado al tipo que la había sacudido el día anterior, algo en ese hombre no le agradaba y eso hizo que se le tensaran los músculos de los brazos y la mandíbula. Trato de restarle importancia y avanzando entre la gente se cerco hasta Alma, que al tenerlo cerca le dio un abrazo, que supuso era de alivio, al saber que estaba bien después de lo de la noche anterior, Summum que lo seguía de cerca se quedo parado junto a él y le hizo un guiño casi imperceptible a Alma.
Fue Wolfgann quien rompió el tenso silencio.
_ Mi nombre es Joseph Wolfgann - le dijo a Eldar mientras lo estudiaba con la mirada - Te doy la bienvenida al Consejo de Las Sombras
Eldar solo le hizo un gesto con la cabeza pero no emitió ningún sonido, se sentía alerta a cualquier cosa que pudiera pasar y eso lo ponía algo tenso, todo había estado medianamente bien hasta que vio a Bruce cerca de Alma
_Tomemos asiento - dijo Wolfgann
Los que se pudieron sentar lo hicieron y los demás se quedaron de pie lo mas cerca que podían para no perderse nada de lo que pasaría a continuación.
_ Tranquilo - le dijo Alma
Eldar la miró a los ojos un instante y luego clavo la mirada en Wolfgann
_ Señores... - dijo Wolfgann con ese aire que caracteriza a los líderes de algún movimiento -Estamos aquí para decidir algunas cosas, pero antes quiero que Alma Vismark nos presente a su sobrino.
_ No necesito representantes - dijo Eldar en un tono glacial
Todos le miraron incrédulos ante el atrevimiento y un murmullo recorrió el recinto.
_Silencio por favor - otra vez Wolfgann lideraba la conversación
_ Mi nombre es Eldar... y vine porque me llamaron - dijo pasando la mirada por todos los presentes y terminando en Wolfgann que lo estudiaba con interés
_ Eres atrevido “demonio” -le dijo Bruce con desprecio
Eldar hizo ademán de levantarse de su asiento y provocó una leve inquietud en Bruce que se tiró para atrás en su silla como dispuesto a atajarse de un ataque. Eldar sonrió con un gesto de placer, como quien demuestra que es superior que su oponente.
_ Bruce, si no te comportas te sacare del recinto - amenazó Wolfgann
_ Creo que deberíamos escuchar a Alma - intervino Summum
_ Alma? - dijo Wolfgann invitando con la mirada a la mujer para que tomara la palabra
Alma tomo aire y lo exhalo con un largo suspiro como para tomar fuerzas y se puso de pie, acto que Eldar imito colocándose detrás de ella como para darle valor.
_ Creo - dijo mirando a todos y cada uno - que ya saben quién es éste joven y lo que representa... ahora les diré lo que no saben. Eldar no es mi sobrino de sangre, pero lo crié como tal por encargo de su madre, Aline Laugthy y por pedido de éste Consejo.
_ No todos estamos de acuerdo con eso - dijo una voz en el fondo
_ Tal vez - dijo Alma mirando con enojo al hombre que lo había dicho - sé que para algunos de ustedes... es difícil de comprender, pero Eldar no es lo que ustedes piensan.
_Entonces como explicas que sea medio demonio - dijo otra voz
_ Él no es un demonio tal y como ustedes se lo imaginan... solo tiene sangre de demonio por que su padre es un demonio de alto linaje, pero eso no lo hace un demonio de los que ustedes están acostumbrados a combatir. Todos saben lo que las runas sagradas predijeron hace unos años... y ahora... ese niño ha crecido y está aquí esperando que ustedes se den cuenta de que no tiene culpa de su destino.
Todos comenzaron a hablar a la vez, lo que provocó la incomodidad de Wolfgann.
_ ¡Silencio! Prosigue Alma
_ Lo importante - dijo Alma siguiendo su relato - es que él es el heredero de la Daga De Los Mundos, con todo lo que representa y nosotros debemos guiarlo para que le de el uso que siempre esperamos, además debemos darle nuestro apoyo y cuidar de él.
_Además -dijo Summum - la Daga lo ha aceptado... y eso no se puede cambiar
_ Y se supone que tenemos que confiar en él... y que no le entregue la Daga a sus colegas de las sombras?
_ Exacto - dijo Wolfgann - y aquel que no este de acuerdo puede comenzar por dar un fundamento real y detallado del porque no debe ser así.
_Creo que eso esta mas que claro - dijo Bruce - es un demonio y tarde o temprano...
_ Tal vez deberías tenerla tú - le dijo Eldar con una mirada helada
_ La Daga solo tiene un dueño - dijo Wolfgann - y debe permanecer con él
_ Muy bien - dijo una voz del fondo - yo estoy de acuerdo con eso, pero pienso que deberíamos votar si es que vamos a integrarlo al Consejo como un guardián más.
_ Estoy de acuerdo con eso -dijeron a coro unas cuantas personas de alrededor.
_ Muy bien - dijo Wolfgann - Entonces botaremos!
_Debo recordarles a todos los de éste Consejo - dijo Summum - que el chico no es un guardián mas, todos sabemos que él es el Caminante y que puede hacer cosas que ninguno de ustedes puede hacer.
Otra vez se hizo el silencio en el salón, pero esta vez fue Eldar quien lo rompió.
_ ¿Caminante? - dijo levantando las cejas con sorpresa - explícate
_ Después hablaremos de eso - le dijo Summum por lo bajo - confía en mi...
Eldar guardó silencio, pero aniquiló a Summum con la mirada, si algo odiaba era no tener la información necesaria para saber de qué estaban hablando.
_Miembros del Consejo de las Sombras - dijo Wolfgann con seriedad - procederemos a votar.
_ Eso es ridículo - dijo Summum - el voto no cambiara la realidad de quién es Eldar
_ Tienes razón Summum, pero es una costumbre y forma parte del protocolo del Consejo - dijo Wolfgann - si tienes problemas con ello puedes esperar afuera.
Summum exhaló profundamente en un evidente gesto de fastidio, aveces le colmaba la paciencia tanta estupidez burocrática, parecían como perros atados a una correa durante toda la vida, no saben que hacer sin ella. De todas formas se mordió el labio inferior ocultando su ira y se limitó a dejar que las cosas siguieran corriendo.
Eldar por su lado se sentó en su silla y empezó a juguetear con el cierre de su campera mientras que no le quitaba los ojos de encima a Bruce, que ya empezaba a ponerse bastante incómodo.
_ Brenda toma nota para el acta de hoy - dijo Wolfgann
Eldar notó por primera vez a la extraña mujer de aspecto desalineado y se dio cuenta que no había hablado en ningún momento, solo se limitaba a hacer algunos movimientos de cabeza en algunas ocasiones; estaba sentada muy erguida en su silla y de su regazo sacó un libro de actas que parecía tener mil años por lo ajado que se veía. Inmediatamente la mujer abrió el gran libro y comenzó a escribir.
_ Los que estén a favor de que ...
_ Eldar Laugthy - le apunto Alma
_ Los que estén a favor de que Eldar Laugthy forme parte de éste Consejo - dijo Wolfgann elevando la voz - que levanten la mano ahora
Hubo unos segundos antes de que tímidamente uno de los que estaba casi al final de la mesa levantara la mano mientras todos se miraban entre sí, al poco tiempo otros comenzaron a imitarlo y luego otras manos se fueron elevando tímidamente. Como resultado Eldar noto que un gran número de personas levantaba la mano y quedó sorprendido, hubiera apostado a que nadie votaría a favor.
_Muy bien - dijo Wolfgann - ¿Alguien más?
Un par de manos mas se alzaron desde el fondo.
_ Ahora los que estén en contra
Aquí y allá se levantaron algunas manos pero muy pocas en comparación con la vez anterior, por supuesto que quien hizo saber primero su voto negativo fue Bruce, que al levantar su mano miró a Eldar con desprecio.
_ De acuerdo ... Brenda tomaste nota ¿verdad?
_ Si
_ Muy bien - dijo Wolfgann con tono de legalidad - la votación está cerrada y a mi entender el resultado es altamente afirmativo... por lo que a partir de ahora Eldar Laugthy será tomado como un miembro mas de éste Consejo y tendrá acceso a la biblioteca del Consejo, a las reuniones y a la sala de armas.
Eldar miraba y escuchaba atentamente cada frase dicha por Wolfgann como si estuviera escuchando la historia fantástica de otra persona y no la suya. Sala de armas... se imaginó una sala repleta de ametralladoras, escopetas y granadas, aunque supuso que de seguro estaba imaginando cualquier cosa y el nombre era mas un sentido figurado que otra cosa.
Summum lo miro de reojo y se dio cuenta de que Eldar estaba sorprendido por todo lo que estaba ocurriendo, pero para nada asustado, lo que demostraba que era ideal para todo lo que vendría, no tener miedo lo ayudaría mucho después.
Bruce se levantó de la silla casi furioso y le dijo algo al oído a Wolfgann que mientras escuchaba miraba de soslayo a Eldar y a Alma; cuando hubo terminado, Wolfgann solo se limito a hacer un gesto negativo con la cabeza y Bruce simplemente se sentó en su silla con la cabeza gacha tratando de ocultar su ira.
Podía fingir ante todos pero Eldar podía leer su alma como a un libro de niños y cada vez afirmaba mas que algo estaba mal en él. Trato de no prestarle mas atención y se disponía a decirle algo a Alma cuando Wolfgann lo llamó por su nombre.
_Eldar Laugthy - dijo en tono marcial - ¿Estas de acuerdo?
Eldar se encogió de hombros y torció la boca hacia un costado, no entendía nada pero sabía que todos esperaban que dijera que sí, en especial Alma, que lo miraba suplicante como si le estuviera diciendo que no la haga quedar mal frente a todos. Sorprendió a Summum sonriendo con gesto burlón mientras miraba a Bruce y pensó que de alguna manera lo estaba disfrutando mas que cualquiera en el recinto.
_ Supongo que no tengo opción - dijo
_ Eldar - le suplicó Alma
_ Si - dijo clavando sus ojos de hielo una vez mas en Bruce que seguía en la misma postura
_ Entonces - dijo Wolfgann formalmente - ¿Juras defender, honrar y ser leal a este Consejo de las Sombras y defender su causa con tu vida si fuera necesario?
Todas las miradas se clavaron como agujas afiladas en él y un aire tenso surcó el recinto.
_ Si... lo juro - ya estaba hecho no podía volver atrás pensó
_¿ Juras usar la Daga De Los Mundos con responsabilidad y solo bajo la autorización y control del Consejo de las Sombras?
A Eldar le vinieron en ese momento las imágenes de la noche anterior y dudó en decir que sí, pero por otro lado ya estaba metido en el embrollo, de manera que no le quedó alternativa.
_ Si... lo juro - dijo mientras un escalofrío corría por su espalda.
_ Muy bien señores - dijo Wolfgann - Ya está todo dicho, ahora regresen a sus clanes y estén atentos al llamado, sepan que a partir de ahora cualquier cosa puede pasar
Así, sin mas, pensó Eldar, tanto protocolo para irse cada cual por su lado, hubiera esperado una ceremonia rara de esas que se estilan en las logias secretas, pero tal vez el Consejo se manejaba así.
Bruce se levantó de su silla y luego de saludar a Wolfgann, salió del salón a toda prisa como si estuviera desesperado por irse, lo que a Eldar le representó un alivio porque no lo soportaba. En un momento el recinto quedo vació, excepto por Summum, Alma, Wolfgann y él.
_Ahora que estamos solos - dijo Wolfgann - ya me enteré de los acontecimientos de anoche
Eldar y Summum se miraron y ambos hicieron un mohín de sorpresa. Alma miró a Eldar a modo de reto y fue Summum quien tomó la palabra.
_ El chico mato un demonio - dijo con naturalidad
_ No fue su intención -dijo Alma
_ Quiero saber por que
_ Fue en defensa mía y de una amiga - dijo Eldar desafiante - No fue premeditado
_¿Sabes lo que has hecho?
_ Lo sabe - se apresuró Summum - Ya lo hemos hablado... no volverá a pasar
_ El problemas es que ahora se puso en evidencia y todo el mundo de los demonios sabrá que la Daga ya tiene dueño - dijo Wolfgann con el seño fruncido - eso los alentara a venir en busca del chico para tratar de manipularlo y encima una mundana está mezclada en este asunto.
_ Ya estoy advertido - dijo Eldar fríamente - Le juro que no sabía en ese momento lo que podría pasar... yo solo fuí a ver a una amiga y ni siquiera sabía que el chico que estaba con ella era un demonio hasta que me atacó y lo demás sucedió tan rápido que apenas pude entenderlo hasta que Summum me lo explicó antes de venir.
_ Yo... - comenzó a decir Alma - No debí darle la daga... supongo que cometí un error
_Un error que puede costarnos caro, tendrías que haber consultado con el Consejo
_ Lo sé... pero las cosas se dieron de una manera inesperada y no supe cómo poner al tanto a
Eldar de lo que le estaba pasando...y le di una carta de su madre que lo explicaba todo
_ La Daga estaba con la carta - dijo Eldar
_Cuando la tomó, la Daga refulgió iluminando la habitación -dijo Summum
_Mmmm - dijo Wolfgann pensativo - Ahora Summum... debes instruir a Eldar, hay muchas cosas que debe saber.
_ Si -dijo Eldar mirándoles a los tres inquisidoramente - ¿Qué es eso del Caminante?
_ Es aquel que puede entrar en el mundo de las sombras sin morir - dijo Wolfgann - Ninguno de nosotros puede hacerlo, solo los que tengan sangre de demonio pueden entrar en Argozz ya hemos mandado a muchos de los nuestros y nunca han regresado
_Y yo puedo?
_ Si - dijo Summum - porque hay sangre de demonio viva en ti
_Que bien - dijo Eldar sarcásticamente - No entiendo que importancia puede tener para los demonios tener la Daga para abrir portales de entrada aquí... ellos lo hacen todo el tiempo sin tener la Daga en su poder.
_ Es buena la observación - dijo Wolfgann - Lo que no sabes es que la Daga no abre portales solo entre nuestro mundo y el de ellos.
_ Abre la puerta del astral -dijo Summum dándole a sus palabras un tono de misterio.
_ ¿El astral?
_ Cuando matas a un demonio -dijo Alma - su cuerpo material muere pero la esencia demoníaca es confinada y pasa al plano astral, a la oscuridad... si los demonios pudieran abrir ese portal podrían traer de vuelta legiones enteras de demonios en todas sus formas, aún aquellos que nunca entraron en nuestro plano y eso sería terrible... no habría como contenerlos.
Eldar se pasó la mano por el pelo, recién ahora podía darse cuenta de por qué la Daga era tan importante y de la responsabilidad que recaía sobre sus hombros, ya tenía bastante con tener que afrontar todo lo que le estaba pasando a él y encima ahora el destino de las personas dependía de sus actos. Tenía ganas de salir corriendo y escapar de todo aquello lo mas lejos posible, pero sentía que no tenía elección
_ No se supone que solo yo puedo usarla? - dijo
_ Si y por eso es importante que te prepares - dijo Wolfgann - Seguramente vendrán por ti y querrán corromperte... lo que podría ser fácil si dejas que el demonio dentro de ti tome el control._ Genial!! - el sarcasmo aparecía nuevamente en la voz de Eldar - ¿Tienen alguna buena noticia para darme?
_ Si - dijo Summum - no estarás solo en esto... te protegeremos y te diremos todo lo que necesites saber
_ Me quedo más tranquilo...
_Eldar -dijo Alma - Sé que todo es nuevo ahora... pero sé que eres fuerte y tu corazón es noble y confiamos en que tendrás la fuerza para hacerlo
_ Chico, aún no tienes idea del poder que hay en tu interior
belu1973
Re: Entre ángeles y demonios
6- Lyra
Se había quedado solo, ese había sido su deseo luego de volver del Consejo, aunque le había costado convencer a Alma y a Summum de que estaría bien y que nada le pasaría. De todas formas el brujo insistió en pasar mas tarde, según le dijo, para enseñarle algunas cosas que
debía saber y le advirtió que no saliera por la noche, así que se encerró en su habitación y tras leer una docena de veces la carta de su madre, tomo su guitarra y comenzó a improvisar algunas melodías. Estaba tirado en la cama, descalzo y se había sacado la remera por que tenía calor a pesar de que el aire era fresco, se sentía ahogado; de tanto en tanto miraba la Daga que descansaba a un costado sobre la cama y no podía dejar de recordar el momento en que la había clavado en el abdomen de ese demonio y en los gritos desesperados de Lyra. Quería poner la mente en blanco pero le era imposible, tenía la necesidad olvidarse de todo lo que le estaba pasando por un momento. Mientras intentaba unos acordes la imagen de Lyra se instaló en su mente, ¿cómo era posible que nunca hubiera sentido nada por ella y ahora de pronto la había besado así nada más? Recordó todas las veces que le había contado sus conquistas amorosas, como si fuera otro chico, sin saber que la estaba hiriendo, pensó en lo mal que se habría sentido y nunca le dijo nada. Si no hubiera estado borracha probablemente nunca lo habría sabido, aunque tal vez si ese sentimiento estaba dormido en su interior habría salido a la luz de todas formas. En algún momento debía darle una explicación y tenía que pensar que le diría, como comenzar, si para él era difícil, para ella también lo sería. Un sonido estridente lo trajo de sus reflexiones, el timbre de la puerta sonaba como si alguien se hubiera quedado pegado a él, lamentó que Alma se hubiera ido a hacer algunas compras, no tenía deseos de levantarse a abrir, pero tenía que hacerlo, probablemente fuera Summum que venía a verlo. Dejó a un costado la guitarra y se levantó perezosamente de la cama para ir a abrir la puerta, el timbre había dejado de sonar para cuando puso la mano en el pomo de la cerradura y abrió unos centímetros la puerta del departamento.
Se llevó una sorpresa al ver a Lyra parada con cara de desesperación; sin decir una palabra la chica se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza. Todo en él se estremeció, y por un instante no supo que hacer y dando un paso atrás con Lyra pegada a él, cerro la puerta.
_ Estaba tan preocupada por ti -dijo Lyra con desesperación - vine varias veces y nadie salio... pensé que te había pasado algo y que estabas en algún hospital...creí que... creí que estabas muerto ... yo... tuve mucho miedo...
Lyra no dejaba de hablar y no lo soltaba.
_ Lyra -dijo él suavemente
Pero ella no lo escuchaba, simplemente seguía relatándole lo preocupada que estaba.
_ Lyra! -exclamo apartandola suavemente para mirarla a los ojos - Mírame... sshh!... estoy bien
Ella dejó de hablar y se quedó mirándolo.
_Tuve mucho miedo - le dijo sin aliento
_ Lo se - le dijo tomándola de la mano y llevándola a su habitación como hacían cada vez que ella lo visitaba - Ven aquí ... tranquila... vamos a hablar.
Siempre acostumbraban a quedarse por horas en su habitación charlando y escuchando música, por eso el primer impulso fue llevarla allí, pero a mitad de camino se arrepintió por miedo a no poder contener lo que sentía. Recordaba las palabras de Summum y sintió miedo por ella, así que dio la vuelta y se sentaron en un sillón del living.
_ ¿Estas bien? -dijo ella mirando las marcas que Eldar tenía en el cuerpo y en el cuello donde lo había cortado la navaja del demonio.
Eldar se dio cuenta de que no llevaba la remera puesta y las marcas estabas expuestas, Instintivamente se pasó la mano por la delgada línea, ya apenas visible, que surcaba su cuello.
_Si- dijo - estoy bien - sonrió -y tu?
_ Un poco avergonzada... y con algo de malestar estomacal - dijo ella - ¿qué fue todo eso de anoche?
_ Es largo y difícil de explicar, luego te lo contare... ahora dime como estás
_Ya te dije - dijo esquivando la mirada - anoche ... no me comporte muy bien... te dije cosas horribles y ..
_ También dijiste cosas lindas...
_ Eldar... yo ... en realidad no quiero presionarte - comenzó a decir - olvídate de lo que dije...
_ No quiero... - dijo él tomándole la mano suavemente - hablaremos de eso Lyra... pero antes quiero que me escuches... necesito decirte lo que iba a decirte anoche cuando todo eso paso y ya no pude hacerlo.
_ Fue horrible - dijo Lyra consternada - fue muy extraño también... y luego ese chico solo... desapareció... se convirtió en polvo... Eldar....fue como una pesadilla horrible y luego tú comenzaste a gritar de dolor... te desmayaste y no sabía que hacer
Las lágrimas corrían por las mejillas de Lyra silenciosas mientras trataba de resumir lo que había vivido, Eldar limpió sus lágrimas con la punta de sus dedos y tuvo que contener el impulso de abrazarla y besarla en ese instante.
_ Lo se... -dijo casi en un susurro - yo... tengo una explicación pero no se como lo vas a tomar.
_ No entiendo nada, dime algo para que pueda comprenderlo.
_ Ayer cuando viniste... yo estaba pasando un momento difícil y raro. No sabía si contarte lo que me estaba pasando porque pensé que no me ibas a creer - dijo con pesar - Cuando te fuiste enojada yo solo necesitaba estar un rato solo... tratar de acomodar mi cabeza... no me sentía bien.
_Estabas raro y parecías enojado
_ No contigo - le dijo mirándola a los ojos con ternura - luego me dí cuenta que no tenías la culpa de lo que me pasaba y decidí ir a buscarte a tu casa para pedirte disculpas y contarte todo aunque creyeras que estaba loco y te burlaras de mí, pero tu madre me dijo que te habías ido a Onix.
_Y fuiste a buscarme... y yo... Oh! Estoy tan avergonzada de mi comportamiento - dijo cubriéndose el rostro con las manos
_ Lyra no llores... mira - dijo tratando de encontrar las palabras - Ayer al despertar de una pesadilla estas marcas aparecieron en mi brazo - dijo mostrando el brazo a Lyra
_ ¿Qué es lo que te pasó? - dijo ella mirando extrañamente las marcas
_ Creo que mi pesadilla se hizo realidad, como sea ya no importa - dijo él levantándose para ir a su habitación - espera un momento...
Lyra se quedó sentada refregándose las manos con nerviosismo, estaba tan alterada y había sentido tanto miedo que ahora le costaba relajarse. Vio salir a Eldar de su habitación con un papel amarillento y algo arrugado en su mano.
_ Cuando desperté - dijo Eldar tomando asiento a su lado - comencé a tener una charla con mi tía Alma, le conté mi sueño y le mostré las marcas... ella se sorprendió y se puso nerviosa...le hice preguntas y no supo como contestarme, así que me dio esta carta... es de mi madre - le dijo extendiéndosela para que la lea
_¿ De tu madre? Siempre quisiste saber de ella - dijo Lyra pensativa - no debo leerla ... es tan personal... es tuya y ...
_ Por favor, leela y así me será más fácil que puedas entender lo me está pasando
Lyra lo miro un instante como esperando que él se arrepintiera y luego tomó la carta con suavidad y se puso a leer. Al principio lo hizo rápidamente, pero luego tuvo que volver a leer varias veces la misma frase para dar crédito a lo que leía y asegurarse que sus ojos estaban leyendo correctamente. Todo lo que leía le parecía asombroso, como sacado de una historia de fábula, pero sin embargo no dudó ni un instate de que todo fuera real, no después de lo vivido la noche anterior. Cuando hubo concluido se encontró con la mirada expectante de Eldar, esos ojos celestes estaban cargados de ansiedad y de tristeza al mismo tiempo, podía ver a través de ellos como en un libro abierto todas las emociones que Eldar estaba atravesando, pero a la vez le parecían serenos.
_ Esto es...
_Una locura -dijo él
_ Es increíble! - dijo casi maravillada - Es loco, sí.... pero
_ Soy una especie de monstruo - dijo Eldar
_ No... yo no te veo así
_¿Qué piensas de todo lo que leíste?
_ Mmm... bueno sinceramente?
_ Sí
_ Si me lo hubieras contado antes, probablemente... habría creído que era broma - dijo Lyra reflexivamente - pero después de lo que vi anoche no tengo opción que creer cada palabra de esta carta.
_ Eso no es todo
_Imagino que no -dijo Lyra apasionadamente - Cuéntame mas...
Eldar tomó aire y comenzó a relatarle a Lyra su pesadilla y que sucedió al despertar; lo que Alma le dijo, su encuentro con Bruce y con Summum y de cómo Summum le había contado lo que le estaba pasando; de como se había dado cuenta de que los chicos de Onix eran demonios y de todas sus sensaciones de esa noche; luego le contó de sus charlas con Summum esa mañana, aunque omitió la parte en la que le advertía sobre ella; y por último le contó de su encuentro con el Conseja de las Sombras. Lyra lo escuchaba con suma atención y de tanto en tanto se llevaba una mano a la boca en señal de asombro, cada palabra que Eldar decía era asimilada y analizada por su cerebro como si se tratara del relato de una película, no podía creer todo lo que él le contaba, pero lo creía por que lo había visto.
_ Iré cambiando Lyra - dijo Eldar con un dejo de tristeza y frialdad en su voz - No sé en que me transformaré... ni que pasará a partir de ahora conmigo... algo en mi interior es diferente, me siento con mayor fuerza... estoy sintiendo cambios lentos en mi
_Te vez diferente - le dijo ella acariciando la mano que Eldar dejaba descansar sobre la rodilla
- parece como si fueras mas alto... más grande... mas fuerte, nunca te vi pelear con nadie y anoche parecía como si no tuvieras miedo... la manera en la que les hiciste frente... eras otro, no sé cómo explicarlo... pero para mi siempre serás el mismo chico del que...
Lyra se interrumpió al darse cuenta de cómo Eldar la miraba en ese momento, un rubor le encendió las mejillas y quedó paralizada un instante.
_ Del que qué? - dijo Eldar suavemente
_ eh... del que me hice amiga ... tu siempre...
_Lyra - dijo con un suspiro - anoche... pude verte...tenías razón, no veía nada... estaba ciego y el verte con ese chico demonio me despertó, me hizo sentir rabia... celos, yo... no pude soportar verte con él...¡mierda! - exclamó - no se como decirte esto...
_ No lo digas - dijo ella en un susurro ahogado - no tienes que decir nada... me comporté como una estúpida anoche y no quiero que eso arruine nuestra amistad...
_ Es que.. -comenzó a decir Eldar mientras se ponía de rodillas frente a ella para tenerla mas cerca - Anoche pude ver que... que siento cosas por ti - dijo acariciando su rostro
suavemente con la yema de los dedos - anoche te bese... y sentía que no quería dejar de hacerlo nunca Lyra
_Eldar... yo te amo - dijo en un susurro - Desde que era una niña....
Eldar puso su frente pegada a la de ella y cerró los ojos, quería besarla, pero tenia miedo sentía que involucrarla mas en su vida la pondría en peligro y la idea de que algo malo le pasara lo volvía loco.
_ Lyra... mi vida será una mierda ahora - dijo con impotencia- no quiero arrastrarte en esta locura... no sé que pasará y tengo miedo por ti.
_ Lo entiendo - dijo Lyra con la voz entrecortada - siempre te tuve lejos ...y ahora por lo menos sé que sientes algo por mí
_Lyra... Lyra... - lo decía como suplicando como si ella pudiera salvarlo de lo que le pasaba - No quiero que nada malo te pase... y no puedo dejar de pensar en ti desde que anoche ... desde que te besé...
Lyra no podía decir nada, estaba paralizada por la emoción, estaba agitada, le costaba respirar, la proximidad de Eldar la ponía nerviosa y lo que más deseaba en ese momento era que la besara otra vez, no le importaba nada más. Eldar tenía la cara de Lyra entre sus manos y podía sentir su respiración igual de agitada, estaba haciendo un esfuerzo por no besarla pero no servía de nada, ya sus labios rozaban los de ella.
Al principio fue un beso tímido, como de niños pequeños que están asustados, pero poco a poco se fue haciendo más intenso, Lyra fue dejándose llevar y se dejó caer lentamente en el sillón. Eldar se acomodó muy despacio por encima de ella apoyando los codos a ambos lados de su cuerpo para no aplastarla, la besaba despacio pero intensamente, le acariciaba el pelo y la cara mientras su boca descendía por su cuello tan suave y tibio. Se detuvo un instante para mirarla a los ojos mientras dejaba que sus dedos hábiles bajaran por el pecho de Lyra suavemente hasta la cintura, podía sentir como ella contenía la respiración levemente. Lyra acariciaba su espalda provocándole escalofríos mientras que entrecerraba los ojos entregándose por completo a él.
_Eldar - susurró -
_ No digas nada...
_ Lo que dije anoche... sobre que me había acostado con muchos chicos...
_Shh! - dijo el ya sobre su boca nuevamente - no me importa con cuantos chicos hayas estado...
_ Es mentira... - dijo ella respirando profundamente - nunca estuve con nadie...
Las palabras de Lyra fueron como campanadas de advertencia en su cerebro y recordó lo que Summum le dijera de absorber la energía de las personas, todo se derrumbó en ese momento y se apartó de ella casi de un salto mientras Lyra lo miraba sin comprender que le pasaba.
_ ¿Que pasa? - le dijo sentándose en el sillón y acomodándose el pelo
_ Lyra... me gustas mucho, demasiado... - dijo recuperando el aliento - no quiero lastimarte... no debemos continuar...
_Pero...
_No Lyra... no así - dijo pasandose las manos por la cara con desesperación - tú eres demasiado importante para mí... no eres una chica mas...no puedo ... no me lo perdonaría.
_ Es algo que dije? -dijo ella sin comprender
_ No
_¿Es porque nunca estuve con un chico?
_ ¡Sí!... No! - dijo él con tristeza - Soy yo... Lyra sería maravilloso para mi ser el primero, pero no así.. No ahora... no esta vez...es demasiado pronto... es una locura, no sé cómo explicártelo.
Lyra se ruborizó, no se había dado cuenta de su entrega porque había esperado ese momento tanto tiempo que solo lo disfrutaba sin pensar nada más.
Para Eldar era una tortura, la tenía ahí, totalmente a su disposición, dispuesta a darle todo y él deseaba tomarlo, pero no estaba preparado, necesitaba aprender a controlar su demonio interno para asegurarse de que podía estar con ella sin lastimarla... sin matarla, no sabía que podía pasar en el momento en que ya no pudiera dominar su pasión.
_ Lo siento - dijo
_ Esta bien -dijo ella con timidez - creo que me deje llevar...no pienses
_No pienso nada - le dijo tranquilizándola - Lyra me gustas mucho y quiero cuidarte.
_ Lo entiendo...
_¡No! - exclamo exasperado - No lo entiendes, el amor que mi madre tuvo hacia mi padre fue lo que la mato... yo la mate... absorbí toda su energía vital...yo... fue mi culpa...
Eldar ya no controlaba su angustia y mientras hablaba una mezcla de ira y de tristeza dejaban caer lágrimas de sus ojos, ya no le importaba si Lyra lo veía débil, necesitaba descargarse y aflojar un poco todas esas sensaciones de vacío que llevaba dentro desde muy pequeño y nunca pudo saber a qué se debían. Pero ahora era diferente, por fín estaba comprendiendo porque tenía tantas pesadillas, porque esa sensación de que su madre no estaba por su culpa y ahora lo comprendía, era una especie de monstruo que necesitaba de otros para vivir y necesita poder controlarlo antes de lo controlara a él.
Lyra sintió una tristeza casi tan grande como la de Eldar al verlo llorar, era extraño verlo así, siempre fue un chico frío y seguro de sí mismo, poco expresivo, siempre con ese dejo de sarcasmo en sus comentarios como si todo le resbalara, siempre tan sereno y tan centrado; todos decían que era raro porque no le gustaba salir con amigos como los demás chicos y siempre se la pasaba encerrado en su casa estudiando y tocando la guitarra; las chicas que salían con él duraban poco y estaba con ellas porque se le regalaban; pero ella conocía otro Eldar, un Eldar con el que se divertía a morir, que siempre tenía algo que la sorprendía, que estaba para ella siempre que lo necesitara, ella lo conocía bien, pero sin embargo nunca lo había visto llorar y eso la conmovió tanto que lo abrazó con fuerza y comenzó a acariciar su pelo como si fuera un niño pequeño.
_No es tu culpa - dijo conteniendo las lágrimas - Eras un inocente...no debes pensar así
_ Era un inocente... e igual la mate... se consumió por mí... hasta que nací y estuvo tan enferma que no lo soportó
_Muchas mujeres mueren en el parto - dijo buscando algo con qué consolarlo
_ Pero esto es distinto Lyra - dijo desesperado - mirame bien... no sé que cosa vive dentro de mí... no sé cuando puedo cambiar y destruir todo lo que amo... incluso a ti
_ Eldar... dentro de ti solo hay mas de ti mismo - le dijo tomando su cara entre las finas manos - solo que hay una parte que no conoces
_ Y esa es la parte a la que le temo... viste como mate a ese chico demonio!!
_ Él te hubiera matado - dijo con determinación - Solo te defendiste y me defendiste a mí... Eldar... me salvaste ¿no lo ves?... si no estabas ahí tal vez me hubiera matado él a mí.
Eldar se quedó mirándola a los ojos un instante y otra vez pudo darse cuenta de que ella veía las cosas de otra manera, siempre era así; cuando él tenía un problema Lyra siempre le buscaba la vuelta para que él se diera cuenta de que no era tan grave. Se dio cuenta de cuánto la necesitaba en su vida, era su otra mitad, era su amiga, su compañera, era su amor.
_Lyra te necesito tanto - dijo acariciando su cara y sus labios - Si estás conmigo todo es ma fácil...
_ Si tú me lo pides ... siempre estaré para ti... en todas las formas... siempre.
_No me dejes solo
_ Nunca - dijo susurrando - te amo Eldar...
Se fundieron en un beso tan intenso que ninguno se dio cuenta del tiempo, ni el espació, solo existían ellas dos y sus corazones acelerados, se besaban con ternura, lentamente como si quisieran recuperar el tiempo perdido, ninguno pudo darse cuenta de que Alma había entrado y estaba mirándolos con felicidad.
Alma siempre supo que Lyra estaba enamorada de su sobrino, podía ver cómo lo miraba, la paciencia que le tenía, todo lo que hacía era para él y Eldar no se daba cuenta, aunque tal vez no quería darse cuenta. Estaba maravillada y feliz de encontrarlos así, se merecían, tenían que estar juntos, además hacían tan linda pareja y ella estaba contenta por ambos.
_ ¡Ah! - exclamo con una sonrisa de oreja a oreja - ¡Por fín!
Eldar y Lyra se sobresaltaron y se separaron de un salto como si hubieran sido niños pequeños a los que se sorprende haciendo alguna travesura. Lyra se ruborizó y Eldar se puso nervioso.
_Tía... no pienses
_Eldar - lo interrumpió Alma - No me expliques nada... no tienes que hacerlo y tu no te pongas colorada, ya era hora de que se dieran cuenta de que están enamorados.
_ ¡Tía! - la retó él - yo no te doy expli...
_ Desde que eran niños - lo interrumpió Alma - que los veo como se miran y siempre esperé el día de verte con Lyra como ahora... solo te pido que la cuides - dijo poniéndose seria - especialmente ahora... ya sabes
_ Si - dijo él con el mismo tono de seriedad - Lyra ya está al tanto de lo que pasa
_ ¿Le contaste? -se sobresalto Alma - Eldar no debiste hacerlo la expones demasiado
_ Tenía que hacerlo ¿olvidas lo de anoche?
_ No lo olvido jovencito
_ No lo retes Alma -pidió Lyra - en parte es mi culpa.
_ Bueno... bueno - dijo llevando las bolsas que traía a la cocina - esta bien... solo que ahora
Lyra estará expuesta si la ven contigo, no quisiera que le pase nada malo.
_ Y yo sí ¿no? - dijo Eldar con un poco de sarcasmo
_ No te enojes conmigo -pidió Alma - solo me preocupa la situación.
_ Lo siento, no me enojo. La cuidaré, no te preocupes.
_ De acuerdo, pero debes aprender muchas cosas todavía -dijo Alma mientras guardaba las cosas con ayuda de Lyra - Debes reunirte con Summum, te mostrará algunas cosas y te enseñará como usarlas.
_ ¿Qué cosa? - dijo Eldar levantando las cejas
Alma miró a Lyra dudando de si debían hablar delante de ella, pero si ya él le había contado todo supuso que era lo mismo, seguramente después se lo contaría, así que decidió hablar.
_ La sala de armas del Consejo
_¿Armas? - preguntó Lyra
_ Si... Eldar estará en peligro a partir de ahora y debe aprender a defenderse. Clara que no son las armas que ustedes creen... los demonios no se matan a balazos._ Ay! No vas a pretender que ande buscando demonios por ahí para matarlos ¿no? - dijo
Eldar medio en broma y medio preocupado
_ No los buscaras - dijo Alma mirándolo firmemente - Son ellos los que te buscarán a ti!
Eldar y Lyra se miraron con los ojos enormes por la impresión que les causo lo que Alma había dicho. Las cosas estaban mas que claras y Lyra comprendió que lo que estaba pasando iba mas allá de un cuento fantástico, pero tenía tanta confianza en Eldar que no sintió miedo.
_ Si lo hubieras visto enfrentarse a esos chicos como yo lo vi - dijo - Tengo plena confianza que sabrá como defenderse.
_ Gracias por tu voto de confianza - dijo Eldar con una sonrisa a medias, le daba vergüenza que Lyra lo defendiera - Pero Alma tiene razón, aún no conozco a lo que me enfrento, debo prepararme, de eso te hablaba cuando te decía que tenía miedo que te pase algo por estar conmigo.
_Bueno -dijo Lyra encogiéndose de hombros - tendremos que andar con cuidado.
_ Mucho cuidado - dijo Alma - Ahora creo que sería mejor que dejes a Lyra en su casa, se está haciendo de noche y la noche encierra muchos peligros para ter y para ella si está contigo, además tienes que ir a ver a Summum.
_¿Ahora? - dijo Eldar con fastidio - ¿No puede esperar hasta mañana?
_ No Eldar, es importante
_No te preocupes por mí - dijo Lyra - Me puedo ir sola._ Ni lo pienses! - le dijo Eldar en forma de adventicia
_ Estaré bien, solo son unas cuadras.
_ No - dijo rotundo - La última vez que te dejé sola ... un chico demonio casi te mata
_ Y tu me salvaste_ Y lo seguiré haciendo - dijo robándole un beso por sorpresa delante de Alma que sonrió y se hizo la tonta - Me visto y te acompaño... de paso podría sacar a ventilar mi moto que está arrumbada en la cochera... ¿Qué dices?
_ Está bien
***
Hacía mucho que no andaba en moto y casi había olvidado lo bien que se sentía, más aún si tenía el cuerpo de Lyra pegado a su espalda y sus brazos rodeándolo con fuerza. Ya estaba anocheciendo y el cielo se teñía de rojo y violeta y los rayos de sol que quedaban formaban ases de colores naranjas. El motor vibraba suavemente y la moto se deslizaba por el asfalto arrojando una brisa sobre su cara que lo relajaba. Estaba logrando olvidarse por un momento de todo lo que le pasaba cuando recordó que había dejado la Daga en su habitación, pero pensó que no la necesitaría, solo dejaría a Lyra en su casa y luego pasaría a ver qué quería Summum. Aminoró la marcha suavemente al notar que se acercaba a la casa de Lyra y cuando estuvo en la puerta subió a la vereda y detuvo el motor.
_ Bueno - dijo sacándose el casco - ya estamos aquí.
_ Si - dijo ella haciendo lo mismo mientras se bajaba
_ Entra y me iré -dijo tomándola de la mano
_ Eldar yo ... no quiero que esto termine
_ Porqué lo dices?
_ No sé - dijo ella tímidamente - esto es tan... repentino
Eldar la miro fijamente y la atrajo hacia él con un suave tirón.
_ No terminará - dijo sonriendo apenas - Te lo prometo... solo debes tener un poco de paciencia no será fácil estar juntos... hasta que no aclare algunas cosas no quiero arriesgarte... ¿lo entiendes?
_ mmm... creo que si
La besó suavemente y acarició sus mejillas frías por el viento.
_ No puedo creer que esto nos esté pasando Lyra... hasta ayer solo eras mi amiga de la infancia y ahora no puedo dejar de besarte.
La besó nuevamente acariciando con suavidad sus mejillas y su cuello, no quería que se fuera, no quería separarse de ella, pero tampoco quería arriesgarla, tenía que decidir luego que haría. Se separó de ella sin ganas de hacerlo y la miró a los ojos sonriendo.
_ Ahora debes entrar -dijo mirando el cielo - ya casi es de noche.
_Si
Le costo horrores alejarse de él para entrar en su casa, pero Eldar parecía decidido a que entre y no quiso contrariarlo aunque se muriera de ganas de quedarse con él.
Eldar por su parte no tenía ganas de dejarla ir pero algo en su interior estaba inquieto, como un mal presentimiento, miraba para todos lados, tenía la sensación de que era observado y se arrepintió de no haber traído la Daga con él. La dejó ir y se quedó esperando hasta asegurarse de que ella había entrado para darle contacto nuevamente al motor.
Rodaba calle abajo en dirección a la casa de Summum cuando creyó ver por el espejo que dos motos mas lo seguían y aceleró un poco para ver si las otras motos lo imitaban, cuando volvió a ver los espejos ya no estaban allí, probablemente estaba un poco paranoico y solo era una coincidencia, pero hubiera jurado que lo estaban siguiendo. Hizo unos metros más y dobló en una esquina para tomar la calle de Summum y allí estaban otra vez, pero ahora mas cerca; decidió acelerar un poco mas y cambió de dirección varias veces hasta que logró perderlas. Se detuvo en la esquina de la casa de Summum y miró para todos lados, el corazón acelerado, pero la mente fría, había un leve olor a basura que provenía de alguna parte muy cerca; un escalofrío recorrió su cuerpo y se quito el casco para poder tener mejor visión, pero ni rastros de las otras motos. La calle estaba casi desierta y la noche ya lo cubría todo con su manto, algo no estaba bien, podía sentirlo; la sangre bullía en su interior como un torrente que late y crece con cada latido, pero a pesar de eso todo su ser estaba impasible, con una extraña calma que aumentaba sus sentidos. Algo le hizo recordar la pesadilla anterior. Decidió continuar a pie los veinte metros que le quedaban para llegar a la puerta de Summum, porque el ruido del motor apagaría cualquier otro ruido y estaba seguro que alguien lo estaba siguiendo. Caminó arrastrando la moto con él unos metros hasta una especie de callejón muy angosto que había entre el edificio de Summum y el de al lado y que servía de pasadizo para ir al cuerpo trasero de uno de ellos y se detuvo un instante oliendo el aire como si fuera un lobo, el olor de basura era mas fuerte allí, aunque en realidad no era olor a basura en sí pero se le parecía bastante; trató de ver entre las sombras algún movimiento pero nada se movía excepto algunas hojas secas que levantaba la brisa fría de la noche. Decidió dejar la moto junto a un poste de luz que estaba contra la pared de la izquierda y entrar al edificio de Summum que estaba junto al callejón; le cortó la corriente a la moto y cuando se dio la vuelta para encarar la entrada sintió un fuerte golpe en la base del cuello y enseguida alguien le tomó el brazo con fuerza y lo empujó contra la pared quedándole la mejilla derecha contra el ladrillo; no tuvo tiempo de reaccionar por que el golpe lo tomo por sorpresa aturdiéndolo y para cuando su cerebro se recobró ya estaba inmovilizado. Una ira se apoderó de él y comenzó a sentir que se prendía fuego por dentro, de reojo pudo ver unos pies por detrás de él y un olor nauseabundo le invadió las fosas nasales.
_ No pareces tan malo ahora ¿No? - dijo una voz sibilante
El chico Punk aparecía ahora frente a él recostándose en la pared para verlo directamente a los ojos, su piel era gris y sus ojos estaban mas negros que antes y una sonrisa de oreja a oreja dejaba al descubierto una hilera de dientes puntiagudos y afilados como los de los tiburones pero tan amarillos que a Eldar le dio asco. Alguien mas lo sujetaba pero no podía verlo, aunque supuso que era el otro demonio que huyó la noche anterior.
_ Voy a matarte - le dijo Eldar entre dientes sus ojos estaban coronados por un alo negro como si se les hubiera agregado un anillo
_¿En serio? - dijo el Punk sacando una fina daga negra -sujétalo bien - le dijo al otro con malicia
Eldar trató de safar de la llave que el otro demonio le estaba haciendo pero no lo lograba, el otro ejercía cada vez mas presión sobre él apretándolo mas contra la pared.
_ ¿Sabes una cosa? - dijo el punk - Anoche nos pescaste desprevenidos... pero ya no nos asustas.
_ Que bueno -dijo Eldar con una sonrisa burlona y entrecerrando los ojos - Ahora podemos jugar a que te mato y te mando con tu otro amiguito...
El demonio que lo sujetaba lo apretó mas contra la pared impidiendo que Eldar siguiera moviéndose; mientras el punk se acercó mas a él encolerizado.
_ Ya te dije que no se como lo harás - dijo mientras apoyaba la punta de la daga en la mejilla de Eldar - Quería devolverte el favor...pero... me lo han prohibido, solo te traigo un mensaje...
_ Eres un cobarde - dijo Eldar otra vez entre dientes
El demonio Punk clavó la punta de su filosa daga en la mejilla de Eldar y una gota de sangre manó de la hoja y rodo por la mejilla. El demonio que sostenía Eldar tenía una fuerza increíble y por mas que forcejeaba no podía safar de la posición en la que estaba.
_ Apenas me contengo de matarte - dijo el Punk mientras iba cortando muy despacio la mejilla de Eldar hacia abajo - parece que te protegen en Argozz, debes ser importante allá.... me ordenaron decirte que quieren la Daga De Los Mundos... si cooperas será más fácil...
_ No tengo nada con que cooperar -dijo Eldar mientras sentía como corría la sangre por su cuello - Dile a tu lacayo que me suelte y veamos si mano a mano tienes tanto coraje demonio
- dijo escupiéndole en plena cara.
El demonio que lo sujetaba le dio un codazo en los riñones tan fuerte que lo dejó casi sin aliento, pero esto solo hizo enfurecer mas a Eldar que sentía que el calor subiendo por sus piernas era cada vez más ardiente; se agachó un poco, lo suficiente para cambiar un poquito la posición y liberó de un tirón su brazo izquierdo. El demonio que lo sostenía trató de esquivar la mano de Eldar pero ésta ya estaba aferrada a su cuello y el pulgar se clavaba con fuerza en su garganta; el demonio Punk al ver el rápido movimiento de Eldar le puso la punta de su daga en la yugular pero algo hizo que la daga cayera con torpeza de su mano y el chico Punk cayó de rodillas al suelo; Eldar aprovecho el momento y safando del otro demonio le dio un empujón y puso el pie encima de la daga que el Punk intentaba recuperar. Al levantar la vista pudo ver que entre las sombras venía alguien a toda prisa con lo que parecía ser una vara o un palo en la mano; el otro demonio aprovechó la distracción de Eldar para asestarle otro golpe que le dio de lleno en la espalda y lo hizo caer para adelante y estaba por darle otro mas cuando advirtió que alguien se aproximaba y en lugar de eso decidió ayudar al demonio Punk a levantarse. Eldar había logrado agarrarse de la moto y no caer, pero quedó de espaldas a los dos demonios y quien quiera que fuera que venía por el otro lado del callejón, por lo que se dio la vuelta justo para ver que la persona ya estaba allí y lo que traía no era ni un palo, ni una vara, era una espada larga tipo samurai que refulgía a la luz de la luna; la espada se alzó en alto y bajó con fuerza para dar de lleno en el cuello del demonio Punk decapitándolo y ya se levantaba en dirección del otro cuando salió corriendo a toda velocidad y desapareció entre las sombras. El cuerpo desmembrado del Punk cayó hacia adelante y Eldar pudo ver que tenía una daga pequeña clavada debajo de un omóplato; levantó la vista y vio que quien portaba la espada era una chica y se aproximaba a él al mismo tiempo que el cuerpo del demonio comenzaba a hacerse polvo; los ojos de Eldar tomaron otro color, unas llamas vivas coronaban sus pupilas y todo el cuerpo comenzó a quemarle; la tensión de la luz disminuyó en el lugar y un remolino se alzó en donde había caído el demonio como si fuera una columna de humo gris y rodeó a Eldar.
_ Nooo!! - gritó Eldar comenzando a sentir el mismo dolor de la otra noche y cayó de rodillas
La chica de la espada se acercó a él pero Eldar le detuvo levantando una mano abierta en clara señal de que se alejara. El dolor otra vez se metía por sus venas y por sus huesos enloqueciéndolo y dándole nauseas y unas arcadas tremendas, como la noche anterior. Los oídos le zumbaban y sentía un dolor punzante en las sienes, trató de alcanzar la pared para recostarse pero apenas si podía moverse, unas manos lo agarraron y lo ayudaron a ponerse en pie, pero el dolor lo doblaba y lo hacia retorcerse, pensó que perdería el conocimiento y se esforzó por ordenarle a su cerebro que no lo hiciera, necesitaba recuperarse; aspiraba grandes bocanadas de aire entre nausea y nausea y eso lo ayudaba un poco pero no lo suficiente. Le faltaba el aliento y respiraba con dificultad, pero pudo incorporarse a medias apoyando las manos en sus rodillas. Poco a poco el dolor se fue haciendo más débil y se le asentó el estómago, tenía la vista nublada pero podía ver frente a él unas piernas enfundadas en unas calzas negras que se metían en unas botas con suela gruesa de goma del mismo color; el remolino en torno a él se disipó y poco a poco recuperó el aliento. Se apoyó en la pared y muy despacio se enderezó, a su alrededor había un silencio absoluto y una chica delgada toda vestida de negro lo miraba con las manos en la cintura, tenía el cabello corto y rubio sobre la cara, la espada por detrás de la espalda colgaba asomando por un costado dentro de una vaina también negra.
_ ¿Ya estas bien?- le preguntó dando un paso hacia él
_ ¿Quién eres? - le preguntó él aun recuperando el aliento - Déjame solo...
_ Deberías agradecerme - le dijo ella enojada - acabo de salvarte la vida
Eldar la miró con el seño fruncido, sus ojos aún tenían un halo negro alrededor del iris.
_ No tenías que hacerlo...
_Me advirtieron que eras arrogante - dijo ella levantando la cabeza para mirar el cielo
_ ¿ Qué es lo que pasa aquí?
Summum había aparecido en el callejón y se acercaba a Eldar rápidamente. La chica cruzó su mirada con Summum y dio un paso al costado para dejarlo pasar.
_ Hola Summum -le dijo
_ ¿Qué haces aquí? - dijo Summum sin comprender - Eldar ¿estás bien?
Eldar limpió su mejilla ensangrentada frotándola en su hombro y luego se pasó el dorso de la mano por la herida.
_ ¡Mierda!! -exclamó - si estoy bien
_ Lo atacaron dos demonios - dijo la chica - llegue justo a tiempo...
_ ¿La conoces? -le dijo a Summum
Summum los miro a ambos y llevó las manos a la cadera en señal de fastidio.
_ Vamos a mi casa - dijo seriamente - tienes que limpiarte esa herida... y tú- le dijo a la chica - me dirás qué haces aquí
Los tres entraron al edificio; Eldar caminaba con dificultad pero seguía de cerca a Summum mientras que de tanto en tanto le dirigía una mirada de reojo a la chica que iba a su lado sin omitir palabra. Al entrar al departamento Eldar notó que todo era un caos, parecía como si hubiese habido una batalla dentro, todo estaba revuelto y había cosas tiradas por todas partes. Summum levantó unas sillas que estaban caídas en la cocina y les hizo una seña para que se sentaran.
_ ¿Qué pasó aquí? -dijo Eldar mirando a su alrededor
_ Llegué y había un demonio dando vuelta mi casa - dijo Summum colérico - Era fuerte el maldito... pero logre deshacerme de él...odio a esos bichos!!
_ ¿Que querían? Dijo Eldar - mirando de reojo a la chica que los miraba a ambos en silencio.
_ Supongo que te buscaban a ti - dijo Summum levantando algo del suelo - cuando entré tenía esto en la mano
Eldar pudo ver que era la ropa que llevaba puesta esa mañana toda sucia de sangre y que al salir hacia el Consejo había quedado allí sin darse cuenta.
_ Rastrearon tu sangre -dijo arrojando la ropa sobre el sillón que estaba volteado - Ahora dime que pasó abajo, bajé por que escuche gritos y cuando llegué me encontré con ustedes dos.
La chica bajo la mirada y se acomodó en la silla.
_ Wolfgann me mando a verte - dijo con seriedad - me pidió que me una a ti par proteger a
... su nuevo chico prodigio y cuando estaba llegando vi que dos demonios lo tenían atrapado...
_Me los hubiera sacado de encima sin tu ayuda - dijo Eldar frunciendo el seño
_ Si - dijo ella riendo - Seguro...
_ Bueno - dijo Summum carraspeando - En primer lugar... No seas tan orgulloso, un poco de ayuda no viene mal en ciertos casos... y si el Consejo te mandó - dijo mirando a la chica - es porque las cosas se han puesto mal.
_ Han entrado demonios por el portal de la casa abandonada... la que está junto al río - dijo ella - ya lo han sellado, están todos alterados...Wolfgann me mando a verte... quiere que custodie al chico.
_ Deja de llamarme así - dijo Eldar entre dientes
_ Qué paso Eldar?
_ No sé... deje a Lyra en su casa... venia hacia aquí con mi moto y por el espejo vi que me seguían pero luego los perdí y cuando llegue aquí... deje la moto y me atacaron por la espalda.
_ Típico - dijo Summum con una risita
_ Uno era hermano del que mate anoche...
_ Bueno ya se reunió con él - dijo ella con sarcasmo
_ Y que querían? ¿Se llevaron la Daga De Los Mundos?- dijo Summum levantando las cejas
_No la traigo conmigo - dijo Eldar mordiéndose el labio - No pensé que la necesitaría
_ Mmm... ahora sabes que sí!
_ Querían darme un mensaje -dijo Eldar mirando la sangre de su mano - si no lo hubieras matado podría haber sabido algo mas...
_ Iba a matarte - dijo ella enojada
_ Ya estaba caído cuando lo decapitaste!!
_Lo decapitaste? - Preguntó Summum
_ Bueno -dijo la chica levantando un hombro - es una manera rápida
Summum sonrió y miró a Eldar.
_ Deja que te vea esa herida - le dijo acercándose - y...¿Que mensaje era ese?
_Me dijo... - comenzó a decir Eldar mientras que Summum le limpiaba un poco el corte de la cara - que en Argozz me protegían y que no podía matarme... dijo que quieren que les lleve la Daga De Los Mundos y que coopere con ellos...
_ Era de esperarse... el corte parece profundo - le dijo - pero mañana estarás bien, solo quedará apenas una linea.
_ Entonces es verdad que puede regenerarse como los demonios - dijo la chica asombrada
_ Si -dijo Eldar mirándola a los ojos - y tu colaboraste... casi me desmayo del dolor... ¿Por qué mierda tiene que pasarme esto si yo no lo mate? - le dijo a Summum
_ Porque estabas demasiado cerca -dijo Summum con total seriedad - Por lo menos esta vez no perdiste en conocimiento... ¡Ah! No me di cuenta... ella es Alex y él... es Eldar
_ Todo un placer - dijo ella
_Lo mismo digo
_ Si van a tener que estar juntos será mejor que traten de llevarse bien - dijo Summum - ademas ella te salvó la vida Eldar
_ Está bien -dijo con fastidio - lo siento... gracias. Pero igual
_ Si.. Ya sé... podías solo
Eldar no dijo nada mas, no tenía ganas de pelear se sentía agotado, así que depuso su actitud un poco y trató de no mirarla mal; no sabía por que se sentía con ira, pero no la podía controlar, de pronto se acordó que momentos antes había dejado a Lyra en su casa y se sobresaltó. Se paró volteando la silla y comenzó a buscar en sus bolsillos, mientras que Alex y Summum lo miraban extrañados.
_Qué té pasa? - preguntó Summum
_Lyra.. - dijo sacando su celular del bolsillo de la campera y comenzando a marcar a toda prisa un número - la deje en su casa hace un instante... si me seguían puede que me hallan visto con ella y... Mierda Lyra atiende!!
_Tranquilo - dijo Summum - mientras tanto llamaré a Alma para decirle que ponga protecciones en la casa...
Summum se fue al living y comenzó a buscar el aparato de teléfono entre las cosas que estaban tiradas por el suelo.
Eldar seguía marcando el número de Lyra una y otra vez con desesperación y no le contestaba.
_ Si quieres puedo acompañarte a su casa - dijo Alex de pronto
_ No tienes que hacerlo - dijo Eldar sin mirarla - vamos Lyra contesta!
_ como quieras -dijo Alex - es tu novia ¿no?
Eldar la miró un instante mientras escuchaba sonar el teléfono que Lyra no contestaba.
_ Ya le avisé a Alma -dijo Summum entrando con el teléfono inalámbrico en una mano - vayamos a tu casa ahora... ahí veremos que hacer
_ Vayan ustedes - dijo Eldar guardando el celular - yo voy por Lyra... no me contesta
_ Tal vez no escuche el teléfono - dijo Summum
El teléfono de Eldar comenzó a sonar justo en ese momento.
_ No le digas nada -le advirtió Summum - no la alarmes
_Lyra! -dijo Eldar aliviado - porque no atendías?
_ Me estaba duchando - dijo Lyra del otro lado - ¿pasó algo?
Eldar miró a Summum que le hacía señas de que salieran y que no le dijera nada de lo que había pasado.
_ No -mintió - solo quería saber si estaba todo bien
_ Si, ¿estás con Summum?
_ si -dijo él - bueno tengo que dejarte ahora Lyra... estoy en medio de algo...
_ Bueno -dijo ella con voz dudosa - ¿Está todo bien?
_ Si - ya estaban en la calle y Summum y Alex lo esperaban - si.. Si...solo que estoy... en el
Consejo y no puedo hablar ahora
_ Está bien -dijo ella - si quieres llama mas tarde...
_ Si, yo te llamo... ah Lyra, no salgas de tu casa... si ves algo raro llámame
_ bueno... si
_Ok un beso
Cortó la comunicación antes de que Lyra se diera cuenta que le estaba mintiendo y no quería que se preocupara, aunque cuando lo viera se daría cuenta pero mientras tanto estaba a salvo. Alex había ido a buscar su moto que era del mismo color que su ropa y la hacía roncar con impaciencia mientras esperaba.
_ Todo te combina ¿no? - le dijo Eldar
_Algo así... ¿nos vamos o que?
Eldar puso en marcha la moto e invitó a Summum a subir alcanzándole el casco. Summum todavía no se había acomodado en el asiento cuando Eldar puso el cambio y aceleró a fondo haciendo chirriar la cubierta trasera, no sabía porque se sentía violento, tenía la necesidad de sentir la adrenalina correr por sus venas; Alex lo seguía de cerca sin despegarse de él.
_ Trata de que no nos matemos en el camino -dijo Summum aferrándose al soporte trasero
_ Lo siento - dijo Eldar aminorandola velocidad
_ Así está mejor... debes dominar al demonio - le dijo Summum
Se había quedado solo, ese había sido su deseo luego de volver del Consejo, aunque le había costado convencer a Alma y a Summum de que estaría bien y que nada le pasaría. De todas formas el brujo insistió en pasar mas tarde, según le dijo, para enseñarle algunas cosas que
debía saber y le advirtió que no saliera por la noche, así que se encerró en su habitación y tras leer una docena de veces la carta de su madre, tomo su guitarra y comenzó a improvisar algunas melodías. Estaba tirado en la cama, descalzo y se había sacado la remera por que tenía calor a pesar de que el aire era fresco, se sentía ahogado; de tanto en tanto miraba la Daga que descansaba a un costado sobre la cama y no podía dejar de recordar el momento en que la había clavado en el abdomen de ese demonio y en los gritos desesperados de Lyra. Quería poner la mente en blanco pero le era imposible, tenía la necesidad olvidarse de todo lo que le estaba pasando por un momento. Mientras intentaba unos acordes la imagen de Lyra se instaló en su mente, ¿cómo era posible que nunca hubiera sentido nada por ella y ahora de pronto la había besado así nada más? Recordó todas las veces que le había contado sus conquistas amorosas, como si fuera otro chico, sin saber que la estaba hiriendo, pensó en lo mal que se habría sentido y nunca le dijo nada. Si no hubiera estado borracha probablemente nunca lo habría sabido, aunque tal vez si ese sentimiento estaba dormido en su interior habría salido a la luz de todas formas. En algún momento debía darle una explicación y tenía que pensar que le diría, como comenzar, si para él era difícil, para ella también lo sería. Un sonido estridente lo trajo de sus reflexiones, el timbre de la puerta sonaba como si alguien se hubiera quedado pegado a él, lamentó que Alma se hubiera ido a hacer algunas compras, no tenía deseos de levantarse a abrir, pero tenía que hacerlo, probablemente fuera Summum que venía a verlo. Dejó a un costado la guitarra y se levantó perezosamente de la cama para ir a abrir la puerta, el timbre había dejado de sonar para cuando puso la mano en el pomo de la cerradura y abrió unos centímetros la puerta del departamento.
Se llevó una sorpresa al ver a Lyra parada con cara de desesperación; sin decir una palabra la chica se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza. Todo en él se estremeció, y por un instante no supo que hacer y dando un paso atrás con Lyra pegada a él, cerro la puerta.
_ Estaba tan preocupada por ti -dijo Lyra con desesperación - vine varias veces y nadie salio... pensé que te había pasado algo y que estabas en algún hospital...creí que... creí que estabas muerto ... yo... tuve mucho miedo...
Lyra no dejaba de hablar y no lo soltaba.
_ Lyra -dijo él suavemente
Pero ella no lo escuchaba, simplemente seguía relatándole lo preocupada que estaba.
_ Lyra! -exclamo apartandola suavemente para mirarla a los ojos - Mírame... sshh!... estoy bien
Ella dejó de hablar y se quedó mirándolo.
_Tuve mucho miedo - le dijo sin aliento
_ Lo se - le dijo tomándola de la mano y llevándola a su habitación como hacían cada vez que ella lo visitaba - Ven aquí ... tranquila... vamos a hablar.
Siempre acostumbraban a quedarse por horas en su habitación charlando y escuchando música, por eso el primer impulso fue llevarla allí, pero a mitad de camino se arrepintió por miedo a no poder contener lo que sentía. Recordaba las palabras de Summum y sintió miedo por ella, así que dio la vuelta y se sentaron en un sillón del living.
_ ¿Estas bien? -dijo ella mirando las marcas que Eldar tenía en el cuerpo y en el cuello donde lo había cortado la navaja del demonio.
Eldar se dio cuenta de que no llevaba la remera puesta y las marcas estabas expuestas, Instintivamente se pasó la mano por la delgada línea, ya apenas visible, que surcaba su cuello.
_Si- dijo - estoy bien - sonrió -y tu?
_ Un poco avergonzada... y con algo de malestar estomacal - dijo ella - ¿qué fue todo eso de anoche?
_ Es largo y difícil de explicar, luego te lo contare... ahora dime como estás
_Ya te dije - dijo esquivando la mirada - anoche ... no me comporte muy bien... te dije cosas horribles y ..
_ También dijiste cosas lindas...
_ Eldar... yo ... en realidad no quiero presionarte - comenzó a decir - olvídate de lo que dije...
_ No quiero... - dijo él tomándole la mano suavemente - hablaremos de eso Lyra... pero antes quiero que me escuches... necesito decirte lo que iba a decirte anoche cuando todo eso paso y ya no pude hacerlo.
_ Fue horrible - dijo Lyra consternada - fue muy extraño también... y luego ese chico solo... desapareció... se convirtió en polvo... Eldar....fue como una pesadilla horrible y luego tú comenzaste a gritar de dolor... te desmayaste y no sabía que hacer
Las lágrimas corrían por las mejillas de Lyra silenciosas mientras trataba de resumir lo que había vivido, Eldar limpió sus lágrimas con la punta de sus dedos y tuvo que contener el impulso de abrazarla y besarla en ese instante.
_ Lo se... -dijo casi en un susurro - yo... tengo una explicación pero no se como lo vas a tomar.
_ No entiendo nada, dime algo para que pueda comprenderlo.
_ Ayer cuando viniste... yo estaba pasando un momento difícil y raro. No sabía si contarte lo que me estaba pasando porque pensé que no me ibas a creer - dijo con pesar - Cuando te fuiste enojada yo solo necesitaba estar un rato solo... tratar de acomodar mi cabeza... no me sentía bien.
_Estabas raro y parecías enojado
_ No contigo - le dijo mirándola a los ojos con ternura - luego me dí cuenta que no tenías la culpa de lo que me pasaba y decidí ir a buscarte a tu casa para pedirte disculpas y contarte todo aunque creyeras que estaba loco y te burlaras de mí, pero tu madre me dijo que te habías ido a Onix.
_Y fuiste a buscarme... y yo... Oh! Estoy tan avergonzada de mi comportamiento - dijo cubriéndose el rostro con las manos
_ Lyra no llores... mira - dijo tratando de encontrar las palabras - Ayer al despertar de una pesadilla estas marcas aparecieron en mi brazo - dijo mostrando el brazo a Lyra
_ ¿Qué es lo que te pasó? - dijo ella mirando extrañamente las marcas
_ Creo que mi pesadilla se hizo realidad, como sea ya no importa - dijo él levantándose para ir a su habitación - espera un momento...
Lyra se quedó sentada refregándose las manos con nerviosismo, estaba tan alterada y había sentido tanto miedo que ahora le costaba relajarse. Vio salir a Eldar de su habitación con un papel amarillento y algo arrugado en su mano.
_ Cuando desperté - dijo Eldar tomando asiento a su lado - comencé a tener una charla con mi tía Alma, le conté mi sueño y le mostré las marcas... ella se sorprendió y se puso nerviosa...le hice preguntas y no supo como contestarme, así que me dio esta carta... es de mi madre - le dijo extendiéndosela para que la lea
_¿ De tu madre? Siempre quisiste saber de ella - dijo Lyra pensativa - no debo leerla ... es tan personal... es tuya y ...
_ Por favor, leela y así me será más fácil que puedas entender lo me está pasando
Lyra lo miro un instante como esperando que él se arrepintiera y luego tomó la carta con suavidad y se puso a leer. Al principio lo hizo rápidamente, pero luego tuvo que volver a leer varias veces la misma frase para dar crédito a lo que leía y asegurarse que sus ojos estaban leyendo correctamente. Todo lo que leía le parecía asombroso, como sacado de una historia de fábula, pero sin embargo no dudó ni un instate de que todo fuera real, no después de lo vivido la noche anterior. Cuando hubo concluido se encontró con la mirada expectante de Eldar, esos ojos celestes estaban cargados de ansiedad y de tristeza al mismo tiempo, podía ver a través de ellos como en un libro abierto todas las emociones que Eldar estaba atravesando, pero a la vez le parecían serenos.
_ Esto es...
_Una locura -dijo él
_ Es increíble! - dijo casi maravillada - Es loco, sí.... pero
_ Soy una especie de monstruo - dijo Eldar
_ No... yo no te veo así
_¿Qué piensas de todo lo que leíste?
_ Mmm... bueno sinceramente?
_ Sí
_ Si me lo hubieras contado antes, probablemente... habría creído que era broma - dijo Lyra reflexivamente - pero después de lo que vi anoche no tengo opción que creer cada palabra de esta carta.
_ Eso no es todo
_Imagino que no -dijo Lyra apasionadamente - Cuéntame mas...
Eldar tomó aire y comenzó a relatarle a Lyra su pesadilla y que sucedió al despertar; lo que Alma le dijo, su encuentro con Bruce y con Summum y de cómo Summum le había contado lo que le estaba pasando; de como se había dado cuenta de que los chicos de Onix eran demonios y de todas sus sensaciones de esa noche; luego le contó de sus charlas con Summum esa mañana, aunque omitió la parte en la que le advertía sobre ella; y por último le contó de su encuentro con el Conseja de las Sombras. Lyra lo escuchaba con suma atención y de tanto en tanto se llevaba una mano a la boca en señal de asombro, cada palabra que Eldar decía era asimilada y analizada por su cerebro como si se tratara del relato de una película, no podía creer todo lo que él le contaba, pero lo creía por que lo había visto.
_ Iré cambiando Lyra - dijo Eldar con un dejo de tristeza y frialdad en su voz - No sé en que me transformaré... ni que pasará a partir de ahora conmigo... algo en mi interior es diferente, me siento con mayor fuerza... estoy sintiendo cambios lentos en mi
_Te vez diferente - le dijo ella acariciando la mano que Eldar dejaba descansar sobre la rodilla
- parece como si fueras mas alto... más grande... mas fuerte, nunca te vi pelear con nadie y anoche parecía como si no tuvieras miedo... la manera en la que les hiciste frente... eras otro, no sé cómo explicarlo... pero para mi siempre serás el mismo chico del que...
Lyra se interrumpió al darse cuenta de cómo Eldar la miraba en ese momento, un rubor le encendió las mejillas y quedó paralizada un instante.
_ Del que qué? - dijo Eldar suavemente
_ eh... del que me hice amiga ... tu siempre...
_Lyra - dijo con un suspiro - anoche... pude verte...tenías razón, no veía nada... estaba ciego y el verte con ese chico demonio me despertó, me hizo sentir rabia... celos, yo... no pude soportar verte con él...¡mierda! - exclamó - no se como decirte esto...
_ No lo digas - dijo ella en un susurro ahogado - no tienes que decir nada... me comporté como una estúpida anoche y no quiero que eso arruine nuestra amistad...
_ Es que.. -comenzó a decir Eldar mientras se ponía de rodillas frente a ella para tenerla mas cerca - Anoche pude ver que... que siento cosas por ti - dijo acariciando su rostro
suavemente con la yema de los dedos - anoche te bese... y sentía que no quería dejar de hacerlo nunca Lyra
_Eldar... yo te amo - dijo en un susurro - Desde que era una niña....
Eldar puso su frente pegada a la de ella y cerró los ojos, quería besarla, pero tenia miedo sentía que involucrarla mas en su vida la pondría en peligro y la idea de que algo malo le pasara lo volvía loco.
_ Lyra... mi vida será una mierda ahora - dijo con impotencia- no quiero arrastrarte en esta locura... no sé que pasará y tengo miedo por ti.
_ Lo entiendo - dijo Lyra con la voz entrecortada - siempre te tuve lejos ...y ahora por lo menos sé que sientes algo por mí
_Lyra... Lyra... - lo decía como suplicando como si ella pudiera salvarlo de lo que le pasaba - No quiero que nada malo te pase... y no puedo dejar de pensar en ti desde que anoche ... desde que te besé...
Lyra no podía decir nada, estaba paralizada por la emoción, estaba agitada, le costaba respirar, la proximidad de Eldar la ponía nerviosa y lo que más deseaba en ese momento era que la besara otra vez, no le importaba nada más. Eldar tenía la cara de Lyra entre sus manos y podía sentir su respiración igual de agitada, estaba haciendo un esfuerzo por no besarla pero no servía de nada, ya sus labios rozaban los de ella.
Al principio fue un beso tímido, como de niños pequeños que están asustados, pero poco a poco se fue haciendo más intenso, Lyra fue dejándose llevar y se dejó caer lentamente en el sillón. Eldar se acomodó muy despacio por encima de ella apoyando los codos a ambos lados de su cuerpo para no aplastarla, la besaba despacio pero intensamente, le acariciaba el pelo y la cara mientras su boca descendía por su cuello tan suave y tibio. Se detuvo un instante para mirarla a los ojos mientras dejaba que sus dedos hábiles bajaran por el pecho de Lyra suavemente hasta la cintura, podía sentir como ella contenía la respiración levemente. Lyra acariciaba su espalda provocándole escalofríos mientras que entrecerraba los ojos entregándose por completo a él.
_Eldar - susurró -
_ No digas nada...
_ Lo que dije anoche... sobre que me había acostado con muchos chicos...
_Shh! - dijo el ya sobre su boca nuevamente - no me importa con cuantos chicos hayas estado...
_ Es mentira... - dijo ella respirando profundamente - nunca estuve con nadie...
Las palabras de Lyra fueron como campanadas de advertencia en su cerebro y recordó lo que Summum le dijera de absorber la energía de las personas, todo se derrumbó en ese momento y se apartó de ella casi de un salto mientras Lyra lo miraba sin comprender que le pasaba.
_ ¿Que pasa? - le dijo sentándose en el sillón y acomodándose el pelo
_ Lyra... me gustas mucho, demasiado... - dijo recuperando el aliento - no quiero lastimarte... no debemos continuar...
_Pero...
_No Lyra... no así - dijo pasandose las manos por la cara con desesperación - tú eres demasiado importante para mí... no eres una chica mas...no puedo ... no me lo perdonaría.
_ Es algo que dije? -dijo ella sin comprender
_ No
_¿Es porque nunca estuve con un chico?
_ ¡Sí!... No! - dijo él con tristeza - Soy yo... Lyra sería maravilloso para mi ser el primero, pero no así.. No ahora... no esta vez...es demasiado pronto... es una locura, no sé cómo explicártelo.
Lyra se ruborizó, no se había dado cuenta de su entrega porque había esperado ese momento tanto tiempo que solo lo disfrutaba sin pensar nada más.
Para Eldar era una tortura, la tenía ahí, totalmente a su disposición, dispuesta a darle todo y él deseaba tomarlo, pero no estaba preparado, necesitaba aprender a controlar su demonio interno para asegurarse de que podía estar con ella sin lastimarla... sin matarla, no sabía que podía pasar en el momento en que ya no pudiera dominar su pasión.
_ Lo siento - dijo
_ Esta bien -dijo ella con timidez - creo que me deje llevar...no pienses
_No pienso nada - le dijo tranquilizándola - Lyra me gustas mucho y quiero cuidarte.
_ Lo entiendo...
_¡No! - exclamo exasperado - No lo entiendes, el amor que mi madre tuvo hacia mi padre fue lo que la mato... yo la mate... absorbí toda su energía vital...yo... fue mi culpa...
Eldar ya no controlaba su angustia y mientras hablaba una mezcla de ira y de tristeza dejaban caer lágrimas de sus ojos, ya no le importaba si Lyra lo veía débil, necesitaba descargarse y aflojar un poco todas esas sensaciones de vacío que llevaba dentro desde muy pequeño y nunca pudo saber a qué se debían. Pero ahora era diferente, por fín estaba comprendiendo porque tenía tantas pesadillas, porque esa sensación de que su madre no estaba por su culpa y ahora lo comprendía, era una especie de monstruo que necesitaba de otros para vivir y necesita poder controlarlo antes de lo controlara a él.
Lyra sintió una tristeza casi tan grande como la de Eldar al verlo llorar, era extraño verlo así, siempre fue un chico frío y seguro de sí mismo, poco expresivo, siempre con ese dejo de sarcasmo en sus comentarios como si todo le resbalara, siempre tan sereno y tan centrado; todos decían que era raro porque no le gustaba salir con amigos como los demás chicos y siempre se la pasaba encerrado en su casa estudiando y tocando la guitarra; las chicas que salían con él duraban poco y estaba con ellas porque se le regalaban; pero ella conocía otro Eldar, un Eldar con el que se divertía a morir, que siempre tenía algo que la sorprendía, que estaba para ella siempre que lo necesitara, ella lo conocía bien, pero sin embargo nunca lo había visto llorar y eso la conmovió tanto que lo abrazó con fuerza y comenzó a acariciar su pelo como si fuera un niño pequeño.
_No es tu culpa - dijo conteniendo las lágrimas - Eras un inocente...no debes pensar así
_ Era un inocente... e igual la mate... se consumió por mí... hasta que nací y estuvo tan enferma que no lo soportó
_Muchas mujeres mueren en el parto - dijo buscando algo con qué consolarlo
_ Pero esto es distinto Lyra - dijo desesperado - mirame bien... no sé que cosa vive dentro de mí... no sé cuando puedo cambiar y destruir todo lo que amo... incluso a ti
_ Eldar... dentro de ti solo hay mas de ti mismo - le dijo tomando su cara entre las finas manos - solo que hay una parte que no conoces
_ Y esa es la parte a la que le temo... viste como mate a ese chico demonio!!
_ Él te hubiera matado - dijo con determinación - Solo te defendiste y me defendiste a mí... Eldar... me salvaste ¿no lo ves?... si no estabas ahí tal vez me hubiera matado él a mí.
Eldar se quedó mirándola a los ojos un instante y otra vez pudo darse cuenta de que ella veía las cosas de otra manera, siempre era así; cuando él tenía un problema Lyra siempre le buscaba la vuelta para que él se diera cuenta de que no era tan grave. Se dio cuenta de cuánto la necesitaba en su vida, era su otra mitad, era su amiga, su compañera, era su amor.
_Lyra te necesito tanto - dijo acariciando su cara y sus labios - Si estás conmigo todo es ma fácil...
_ Si tú me lo pides ... siempre estaré para ti... en todas las formas... siempre.
_No me dejes solo
_ Nunca - dijo susurrando - te amo Eldar...
Se fundieron en un beso tan intenso que ninguno se dio cuenta del tiempo, ni el espació, solo existían ellas dos y sus corazones acelerados, se besaban con ternura, lentamente como si quisieran recuperar el tiempo perdido, ninguno pudo darse cuenta de que Alma había entrado y estaba mirándolos con felicidad.
Alma siempre supo que Lyra estaba enamorada de su sobrino, podía ver cómo lo miraba, la paciencia que le tenía, todo lo que hacía era para él y Eldar no se daba cuenta, aunque tal vez no quería darse cuenta. Estaba maravillada y feliz de encontrarlos así, se merecían, tenían que estar juntos, además hacían tan linda pareja y ella estaba contenta por ambos.
_ ¡Ah! - exclamo con una sonrisa de oreja a oreja - ¡Por fín!
Eldar y Lyra se sobresaltaron y se separaron de un salto como si hubieran sido niños pequeños a los que se sorprende haciendo alguna travesura. Lyra se ruborizó y Eldar se puso nervioso.
_Tía... no pienses
_Eldar - lo interrumpió Alma - No me expliques nada... no tienes que hacerlo y tu no te pongas colorada, ya era hora de que se dieran cuenta de que están enamorados.
_ ¡Tía! - la retó él - yo no te doy expli...
_ Desde que eran niños - lo interrumpió Alma - que los veo como se miran y siempre esperé el día de verte con Lyra como ahora... solo te pido que la cuides - dijo poniéndose seria - especialmente ahora... ya sabes
_ Si - dijo él con el mismo tono de seriedad - Lyra ya está al tanto de lo que pasa
_ ¿Le contaste? -se sobresalto Alma - Eldar no debiste hacerlo la expones demasiado
_ Tenía que hacerlo ¿olvidas lo de anoche?
_ No lo olvido jovencito
_ No lo retes Alma -pidió Lyra - en parte es mi culpa.
_ Bueno... bueno - dijo llevando las bolsas que traía a la cocina - esta bien... solo que ahora
Lyra estará expuesta si la ven contigo, no quisiera que le pase nada malo.
_ Y yo sí ¿no? - dijo Eldar con un poco de sarcasmo
_ No te enojes conmigo -pidió Alma - solo me preocupa la situación.
_ Lo siento, no me enojo. La cuidaré, no te preocupes.
_ De acuerdo, pero debes aprender muchas cosas todavía -dijo Alma mientras guardaba las cosas con ayuda de Lyra - Debes reunirte con Summum, te mostrará algunas cosas y te enseñará como usarlas.
_ ¿Qué cosa? - dijo Eldar levantando las cejas
Alma miró a Lyra dudando de si debían hablar delante de ella, pero si ya él le había contado todo supuso que era lo mismo, seguramente después se lo contaría, así que decidió hablar.
_ La sala de armas del Consejo
_¿Armas? - preguntó Lyra
_ Si... Eldar estará en peligro a partir de ahora y debe aprender a defenderse. Clara que no son las armas que ustedes creen... los demonios no se matan a balazos._ Ay! No vas a pretender que ande buscando demonios por ahí para matarlos ¿no? - dijo
Eldar medio en broma y medio preocupado
_ No los buscaras - dijo Alma mirándolo firmemente - Son ellos los que te buscarán a ti!
Eldar y Lyra se miraron con los ojos enormes por la impresión que les causo lo que Alma había dicho. Las cosas estaban mas que claras y Lyra comprendió que lo que estaba pasando iba mas allá de un cuento fantástico, pero tenía tanta confianza en Eldar que no sintió miedo.
_ Si lo hubieras visto enfrentarse a esos chicos como yo lo vi - dijo - Tengo plena confianza que sabrá como defenderse.
_ Gracias por tu voto de confianza - dijo Eldar con una sonrisa a medias, le daba vergüenza que Lyra lo defendiera - Pero Alma tiene razón, aún no conozco a lo que me enfrento, debo prepararme, de eso te hablaba cuando te decía que tenía miedo que te pase algo por estar conmigo.
_Bueno -dijo Lyra encogiéndose de hombros - tendremos que andar con cuidado.
_ Mucho cuidado - dijo Alma - Ahora creo que sería mejor que dejes a Lyra en su casa, se está haciendo de noche y la noche encierra muchos peligros para ter y para ella si está contigo, además tienes que ir a ver a Summum.
_¿Ahora? - dijo Eldar con fastidio - ¿No puede esperar hasta mañana?
_ No Eldar, es importante
_No te preocupes por mí - dijo Lyra - Me puedo ir sola._ Ni lo pienses! - le dijo Eldar en forma de adventicia
_ Estaré bien, solo son unas cuadras.
_ No - dijo rotundo - La última vez que te dejé sola ... un chico demonio casi te mata
_ Y tu me salvaste_ Y lo seguiré haciendo - dijo robándole un beso por sorpresa delante de Alma que sonrió y se hizo la tonta - Me visto y te acompaño... de paso podría sacar a ventilar mi moto que está arrumbada en la cochera... ¿Qué dices?
_ Está bien
***
Hacía mucho que no andaba en moto y casi había olvidado lo bien que se sentía, más aún si tenía el cuerpo de Lyra pegado a su espalda y sus brazos rodeándolo con fuerza. Ya estaba anocheciendo y el cielo se teñía de rojo y violeta y los rayos de sol que quedaban formaban ases de colores naranjas. El motor vibraba suavemente y la moto se deslizaba por el asfalto arrojando una brisa sobre su cara que lo relajaba. Estaba logrando olvidarse por un momento de todo lo que le pasaba cuando recordó que había dejado la Daga en su habitación, pero pensó que no la necesitaría, solo dejaría a Lyra en su casa y luego pasaría a ver qué quería Summum. Aminoró la marcha suavemente al notar que se acercaba a la casa de Lyra y cuando estuvo en la puerta subió a la vereda y detuvo el motor.
_ Bueno - dijo sacándose el casco - ya estamos aquí.
_ Si - dijo ella haciendo lo mismo mientras se bajaba
_ Entra y me iré -dijo tomándola de la mano
_ Eldar yo ... no quiero que esto termine
_ Porqué lo dices?
_ No sé - dijo ella tímidamente - esto es tan... repentino
Eldar la miro fijamente y la atrajo hacia él con un suave tirón.
_ No terminará - dijo sonriendo apenas - Te lo prometo... solo debes tener un poco de paciencia no será fácil estar juntos... hasta que no aclare algunas cosas no quiero arriesgarte... ¿lo entiendes?
_ mmm... creo que si
La besó suavemente y acarició sus mejillas frías por el viento.
_ No puedo creer que esto nos esté pasando Lyra... hasta ayer solo eras mi amiga de la infancia y ahora no puedo dejar de besarte.
La besó nuevamente acariciando con suavidad sus mejillas y su cuello, no quería que se fuera, no quería separarse de ella, pero tampoco quería arriesgarla, tenía que decidir luego que haría. Se separó de ella sin ganas de hacerlo y la miró a los ojos sonriendo.
_ Ahora debes entrar -dijo mirando el cielo - ya casi es de noche.
_Si
Le costo horrores alejarse de él para entrar en su casa, pero Eldar parecía decidido a que entre y no quiso contrariarlo aunque se muriera de ganas de quedarse con él.
Eldar por su parte no tenía ganas de dejarla ir pero algo en su interior estaba inquieto, como un mal presentimiento, miraba para todos lados, tenía la sensación de que era observado y se arrepintió de no haber traído la Daga con él. La dejó ir y se quedó esperando hasta asegurarse de que ella había entrado para darle contacto nuevamente al motor.
Rodaba calle abajo en dirección a la casa de Summum cuando creyó ver por el espejo que dos motos mas lo seguían y aceleró un poco para ver si las otras motos lo imitaban, cuando volvió a ver los espejos ya no estaban allí, probablemente estaba un poco paranoico y solo era una coincidencia, pero hubiera jurado que lo estaban siguiendo. Hizo unos metros más y dobló en una esquina para tomar la calle de Summum y allí estaban otra vez, pero ahora mas cerca; decidió acelerar un poco mas y cambió de dirección varias veces hasta que logró perderlas. Se detuvo en la esquina de la casa de Summum y miró para todos lados, el corazón acelerado, pero la mente fría, había un leve olor a basura que provenía de alguna parte muy cerca; un escalofrío recorrió su cuerpo y se quito el casco para poder tener mejor visión, pero ni rastros de las otras motos. La calle estaba casi desierta y la noche ya lo cubría todo con su manto, algo no estaba bien, podía sentirlo; la sangre bullía en su interior como un torrente que late y crece con cada latido, pero a pesar de eso todo su ser estaba impasible, con una extraña calma que aumentaba sus sentidos. Algo le hizo recordar la pesadilla anterior. Decidió continuar a pie los veinte metros que le quedaban para llegar a la puerta de Summum, porque el ruido del motor apagaría cualquier otro ruido y estaba seguro que alguien lo estaba siguiendo. Caminó arrastrando la moto con él unos metros hasta una especie de callejón muy angosto que había entre el edificio de Summum y el de al lado y que servía de pasadizo para ir al cuerpo trasero de uno de ellos y se detuvo un instante oliendo el aire como si fuera un lobo, el olor de basura era mas fuerte allí, aunque en realidad no era olor a basura en sí pero se le parecía bastante; trató de ver entre las sombras algún movimiento pero nada se movía excepto algunas hojas secas que levantaba la brisa fría de la noche. Decidió dejar la moto junto a un poste de luz que estaba contra la pared de la izquierda y entrar al edificio de Summum que estaba junto al callejón; le cortó la corriente a la moto y cuando se dio la vuelta para encarar la entrada sintió un fuerte golpe en la base del cuello y enseguida alguien le tomó el brazo con fuerza y lo empujó contra la pared quedándole la mejilla derecha contra el ladrillo; no tuvo tiempo de reaccionar por que el golpe lo tomo por sorpresa aturdiéndolo y para cuando su cerebro se recobró ya estaba inmovilizado. Una ira se apoderó de él y comenzó a sentir que se prendía fuego por dentro, de reojo pudo ver unos pies por detrás de él y un olor nauseabundo le invadió las fosas nasales.
_ No pareces tan malo ahora ¿No? - dijo una voz sibilante
El chico Punk aparecía ahora frente a él recostándose en la pared para verlo directamente a los ojos, su piel era gris y sus ojos estaban mas negros que antes y una sonrisa de oreja a oreja dejaba al descubierto una hilera de dientes puntiagudos y afilados como los de los tiburones pero tan amarillos que a Eldar le dio asco. Alguien mas lo sujetaba pero no podía verlo, aunque supuso que era el otro demonio que huyó la noche anterior.
_ Voy a matarte - le dijo Eldar entre dientes sus ojos estaban coronados por un alo negro como si se les hubiera agregado un anillo
_¿En serio? - dijo el Punk sacando una fina daga negra -sujétalo bien - le dijo al otro con malicia
Eldar trató de safar de la llave que el otro demonio le estaba haciendo pero no lo lograba, el otro ejercía cada vez mas presión sobre él apretándolo mas contra la pared.
_ ¿Sabes una cosa? - dijo el punk - Anoche nos pescaste desprevenidos... pero ya no nos asustas.
_ Que bueno -dijo Eldar con una sonrisa burlona y entrecerrando los ojos - Ahora podemos jugar a que te mato y te mando con tu otro amiguito...
El demonio que lo sujetaba lo apretó mas contra la pared impidiendo que Eldar siguiera moviéndose; mientras el punk se acercó mas a él encolerizado.
_ Ya te dije que no se como lo harás - dijo mientras apoyaba la punta de la daga en la mejilla de Eldar - Quería devolverte el favor...pero... me lo han prohibido, solo te traigo un mensaje...
_ Eres un cobarde - dijo Eldar otra vez entre dientes
El demonio Punk clavó la punta de su filosa daga en la mejilla de Eldar y una gota de sangre manó de la hoja y rodo por la mejilla. El demonio que sostenía Eldar tenía una fuerza increíble y por mas que forcejeaba no podía safar de la posición en la que estaba.
_ Apenas me contengo de matarte - dijo el Punk mientras iba cortando muy despacio la mejilla de Eldar hacia abajo - parece que te protegen en Argozz, debes ser importante allá.... me ordenaron decirte que quieren la Daga De Los Mundos... si cooperas será más fácil...
_ No tengo nada con que cooperar -dijo Eldar mientras sentía como corría la sangre por su cuello - Dile a tu lacayo que me suelte y veamos si mano a mano tienes tanto coraje demonio
- dijo escupiéndole en plena cara.
El demonio que lo sujetaba le dio un codazo en los riñones tan fuerte que lo dejó casi sin aliento, pero esto solo hizo enfurecer mas a Eldar que sentía que el calor subiendo por sus piernas era cada vez más ardiente; se agachó un poco, lo suficiente para cambiar un poquito la posición y liberó de un tirón su brazo izquierdo. El demonio que lo sostenía trató de esquivar la mano de Eldar pero ésta ya estaba aferrada a su cuello y el pulgar se clavaba con fuerza en su garganta; el demonio Punk al ver el rápido movimiento de Eldar le puso la punta de su daga en la yugular pero algo hizo que la daga cayera con torpeza de su mano y el chico Punk cayó de rodillas al suelo; Eldar aprovecho el momento y safando del otro demonio le dio un empujón y puso el pie encima de la daga que el Punk intentaba recuperar. Al levantar la vista pudo ver que entre las sombras venía alguien a toda prisa con lo que parecía ser una vara o un palo en la mano; el otro demonio aprovechó la distracción de Eldar para asestarle otro golpe que le dio de lleno en la espalda y lo hizo caer para adelante y estaba por darle otro mas cuando advirtió que alguien se aproximaba y en lugar de eso decidió ayudar al demonio Punk a levantarse. Eldar había logrado agarrarse de la moto y no caer, pero quedó de espaldas a los dos demonios y quien quiera que fuera que venía por el otro lado del callejón, por lo que se dio la vuelta justo para ver que la persona ya estaba allí y lo que traía no era ni un palo, ni una vara, era una espada larga tipo samurai que refulgía a la luz de la luna; la espada se alzó en alto y bajó con fuerza para dar de lleno en el cuello del demonio Punk decapitándolo y ya se levantaba en dirección del otro cuando salió corriendo a toda velocidad y desapareció entre las sombras. El cuerpo desmembrado del Punk cayó hacia adelante y Eldar pudo ver que tenía una daga pequeña clavada debajo de un omóplato; levantó la vista y vio que quien portaba la espada era una chica y se aproximaba a él al mismo tiempo que el cuerpo del demonio comenzaba a hacerse polvo; los ojos de Eldar tomaron otro color, unas llamas vivas coronaban sus pupilas y todo el cuerpo comenzó a quemarle; la tensión de la luz disminuyó en el lugar y un remolino se alzó en donde había caído el demonio como si fuera una columna de humo gris y rodeó a Eldar.
_ Nooo!! - gritó Eldar comenzando a sentir el mismo dolor de la otra noche y cayó de rodillas
La chica de la espada se acercó a él pero Eldar le detuvo levantando una mano abierta en clara señal de que se alejara. El dolor otra vez se metía por sus venas y por sus huesos enloqueciéndolo y dándole nauseas y unas arcadas tremendas, como la noche anterior. Los oídos le zumbaban y sentía un dolor punzante en las sienes, trató de alcanzar la pared para recostarse pero apenas si podía moverse, unas manos lo agarraron y lo ayudaron a ponerse en pie, pero el dolor lo doblaba y lo hacia retorcerse, pensó que perdería el conocimiento y se esforzó por ordenarle a su cerebro que no lo hiciera, necesitaba recuperarse; aspiraba grandes bocanadas de aire entre nausea y nausea y eso lo ayudaba un poco pero no lo suficiente. Le faltaba el aliento y respiraba con dificultad, pero pudo incorporarse a medias apoyando las manos en sus rodillas. Poco a poco el dolor se fue haciendo más débil y se le asentó el estómago, tenía la vista nublada pero podía ver frente a él unas piernas enfundadas en unas calzas negras que se metían en unas botas con suela gruesa de goma del mismo color; el remolino en torno a él se disipó y poco a poco recuperó el aliento. Se apoyó en la pared y muy despacio se enderezó, a su alrededor había un silencio absoluto y una chica delgada toda vestida de negro lo miraba con las manos en la cintura, tenía el cabello corto y rubio sobre la cara, la espada por detrás de la espalda colgaba asomando por un costado dentro de una vaina también negra.
_ ¿Ya estas bien?- le preguntó dando un paso hacia él
_ ¿Quién eres? - le preguntó él aun recuperando el aliento - Déjame solo...
_ Deberías agradecerme - le dijo ella enojada - acabo de salvarte la vida
Eldar la miró con el seño fruncido, sus ojos aún tenían un halo negro alrededor del iris.
_ No tenías que hacerlo...
_Me advirtieron que eras arrogante - dijo ella levantando la cabeza para mirar el cielo
_ ¿ Qué es lo que pasa aquí?
Summum había aparecido en el callejón y se acercaba a Eldar rápidamente. La chica cruzó su mirada con Summum y dio un paso al costado para dejarlo pasar.
_ Hola Summum -le dijo
_ ¿Qué haces aquí? - dijo Summum sin comprender - Eldar ¿estás bien?
Eldar limpió su mejilla ensangrentada frotándola en su hombro y luego se pasó el dorso de la mano por la herida.
_ ¡Mierda!! -exclamó - si estoy bien
_ Lo atacaron dos demonios - dijo la chica - llegue justo a tiempo...
_ ¿La conoces? -le dijo a Summum
Summum los miro a ambos y llevó las manos a la cadera en señal de fastidio.
_ Vamos a mi casa - dijo seriamente - tienes que limpiarte esa herida... y tú- le dijo a la chica - me dirás qué haces aquí
Los tres entraron al edificio; Eldar caminaba con dificultad pero seguía de cerca a Summum mientras que de tanto en tanto le dirigía una mirada de reojo a la chica que iba a su lado sin omitir palabra. Al entrar al departamento Eldar notó que todo era un caos, parecía como si hubiese habido una batalla dentro, todo estaba revuelto y había cosas tiradas por todas partes. Summum levantó unas sillas que estaban caídas en la cocina y les hizo una seña para que se sentaran.
_ ¿Qué pasó aquí? -dijo Eldar mirando a su alrededor
_ Llegué y había un demonio dando vuelta mi casa - dijo Summum colérico - Era fuerte el maldito... pero logre deshacerme de él...odio a esos bichos!!
_ ¿Que querían? Dijo Eldar - mirando de reojo a la chica que los miraba a ambos en silencio.
_ Supongo que te buscaban a ti - dijo Summum levantando algo del suelo - cuando entré tenía esto en la mano
Eldar pudo ver que era la ropa que llevaba puesta esa mañana toda sucia de sangre y que al salir hacia el Consejo había quedado allí sin darse cuenta.
_ Rastrearon tu sangre -dijo arrojando la ropa sobre el sillón que estaba volteado - Ahora dime que pasó abajo, bajé por que escuche gritos y cuando llegué me encontré con ustedes dos.
La chica bajo la mirada y se acomodó en la silla.
_ Wolfgann me mando a verte - dijo con seriedad - me pidió que me una a ti par proteger a
... su nuevo chico prodigio y cuando estaba llegando vi que dos demonios lo tenían atrapado...
_Me los hubiera sacado de encima sin tu ayuda - dijo Eldar frunciendo el seño
_ Si - dijo ella riendo - Seguro...
_ Bueno - dijo Summum carraspeando - En primer lugar... No seas tan orgulloso, un poco de ayuda no viene mal en ciertos casos... y si el Consejo te mandó - dijo mirando a la chica - es porque las cosas se han puesto mal.
_ Han entrado demonios por el portal de la casa abandonada... la que está junto al río - dijo ella - ya lo han sellado, están todos alterados...Wolfgann me mando a verte... quiere que custodie al chico.
_ Deja de llamarme así - dijo Eldar entre dientes
_ Qué paso Eldar?
_ No sé... deje a Lyra en su casa... venia hacia aquí con mi moto y por el espejo vi que me seguían pero luego los perdí y cuando llegue aquí... deje la moto y me atacaron por la espalda.
_ Típico - dijo Summum con una risita
_ Uno era hermano del que mate anoche...
_ Bueno ya se reunió con él - dijo ella con sarcasmo
_ Y que querían? ¿Se llevaron la Daga De Los Mundos?- dijo Summum levantando las cejas
_No la traigo conmigo - dijo Eldar mordiéndose el labio - No pensé que la necesitaría
_ Mmm... ahora sabes que sí!
_ Querían darme un mensaje -dijo Eldar mirando la sangre de su mano - si no lo hubieras matado podría haber sabido algo mas...
_ Iba a matarte - dijo ella enojada
_ Ya estaba caído cuando lo decapitaste!!
_Lo decapitaste? - Preguntó Summum
_ Bueno -dijo la chica levantando un hombro - es una manera rápida
Summum sonrió y miró a Eldar.
_ Deja que te vea esa herida - le dijo acercándose - y...¿Que mensaje era ese?
_Me dijo... - comenzó a decir Eldar mientras que Summum le limpiaba un poco el corte de la cara - que en Argozz me protegían y que no podía matarme... dijo que quieren que les lleve la Daga De Los Mundos y que coopere con ellos...
_ Era de esperarse... el corte parece profundo - le dijo - pero mañana estarás bien, solo quedará apenas una linea.
_ Entonces es verdad que puede regenerarse como los demonios - dijo la chica asombrada
_ Si -dijo Eldar mirándola a los ojos - y tu colaboraste... casi me desmayo del dolor... ¿Por qué mierda tiene que pasarme esto si yo no lo mate? - le dijo a Summum
_ Porque estabas demasiado cerca -dijo Summum con total seriedad - Por lo menos esta vez no perdiste en conocimiento... ¡Ah! No me di cuenta... ella es Alex y él... es Eldar
_ Todo un placer - dijo ella
_Lo mismo digo
_ Si van a tener que estar juntos será mejor que traten de llevarse bien - dijo Summum - ademas ella te salvó la vida Eldar
_ Está bien -dijo con fastidio - lo siento... gracias. Pero igual
_ Si.. Ya sé... podías solo
Eldar no dijo nada mas, no tenía ganas de pelear se sentía agotado, así que depuso su actitud un poco y trató de no mirarla mal; no sabía por que se sentía con ira, pero no la podía controlar, de pronto se acordó que momentos antes había dejado a Lyra en su casa y se sobresaltó. Se paró volteando la silla y comenzó a buscar en sus bolsillos, mientras que Alex y Summum lo miraban extrañados.
_Qué té pasa? - preguntó Summum
_Lyra.. - dijo sacando su celular del bolsillo de la campera y comenzando a marcar a toda prisa un número - la deje en su casa hace un instante... si me seguían puede que me hallan visto con ella y... Mierda Lyra atiende!!
_Tranquilo - dijo Summum - mientras tanto llamaré a Alma para decirle que ponga protecciones en la casa...
Summum se fue al living y comenzó a buscar el aparato de teléfono entre las cosas que estaban tiradas por el suelo.
Eldar seguía marcando el número de Lyra una y otra vez con desesperación y no le contestaba.
_ Si quieres puedo acompañarte a su casa - dijo Alex de pronto
_ No tienes que hacerlo - dijo Eldar sin mirarla - vamos Lyra contesta!
_ como quieras -dijo Alex - es tu novia ¿no?
Eldar la miró un instante mientras escuchaba sonar el teléfono que Lyra no contestaba.
_ Ya le avisé a Alma -dijo Summum entrando con el teléfono inalámbrico en una mano - vayamos a tu casa ahora... ahí veremos que hacer
_ Vayan ustedes - dijo Eldar guardando el celular - yo voy por Lyra... no me contesta
_ Tal vez no escuche el teléfono - dijo Summum
El teléfono de Eldar comenzó a sonar justo en ese momento.
_ No le digas nada -le advirtió Summum - no la alarmes
_Lyra! -dijo Eldar aliviado - porque no atendías?
_ Me estaba duchando - dijo Lyra del otro lado - ¿pasó algo?
Eldar miró a Summum que le hacía señas de que salieran y que no le dijera nada de lo que había pasado.
_ No -mintió - solo quería saber si estaba todo bien
_ Si, ¿estás con Summum?
_ si -dijo él - bueno tengo que dejarte ahora Lyra... estoy en medio de algo...
_ Bueno -dijo ella con voz dudosa - ¿Está todo bien?
_ Si - ya estaban en la calle y Summum y Alex lo esperaban - si.. Si...solo que estoy... en el
Consejo y no puedo hablar ahora
_ Está bien -dijo ella - si quieres llama mas tarde...
_ Si, yo te llamo... ah Lyra, no salgas de tu casa... si ves algo raro llámame
_ bueno... si
_Ok un beso
Cortó la comunicación antes de que Lyra se diera cuenta que le estaba mintiendo y no quería que se preocupara, aunque cuando lo viera se daría cuenta pero mientras tanto estaba a salvo. Alex había ido a buscar su moto que era del mismo color que su ropa y la hacía roncar con impaciencia mientras esperaba.
_ Todo te combina ¿no? - le dijo Eldar
_Algo así... ¿nos vamos o que?
Eldar puso en marcha la moto e invitó a Summum a subir alcanzándole el casco. Summum todavía no se había acomodado en el asiento cuando Eldar puso el cambio y aceleró a fondo haciendo chirriar la cubierta trasera, no sabía porque se sentía violento, tenía la necesidad de sentir la adrenalina correr por sus venas; Alex lo seguía de cerca sin despegarse de él.
_ Trata de que no nos matemos en el camino -dijo Summum aferrándose al soporte trasero
_ Lo siento - dijo Eldar aminorandola velocidad
_ Así está mejor... debes dominar al demonio - le dijo Summum
belu1973
Re: Entre ángeles y demonios
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_ Yo creo que Eldar debería elegir su armas - dijo Alma pensativa mientras preparaba unos sandwich de jamón - Se que es un poco apresurado pero si ya comienzan a seguirlo debe estar listo lo antes posible.
Summum estaba parado debajo del marco de la puerta de la cocina de Alma y asentía levemente con la cabeza con gesto de preocupación.
_ Si... esto va mas rápido de lo que esperábamos, realmente me preocupa -dijo rascándose la cabeza - Hay algo que no me cierra en esto
_ ¿qué es?
_ Los demonios son buenos rastreadores, pero siempre necesitan de ayuda externa
_¿ Crees que hay un traidor? -dijo Alma mirado a Summum por arriba de sus anteojos
_ Siempre cabe la posibilidad
_ Es cierto... el Consejo está lleno de gente que no me gusta
Eldar apreció en la cocina como una sombra, tenía ojeras debajo de los ojos y estaba mas pálido que de costumbre, se había duchado para despejarse pero se sentía cansado. La herida de la cara era un surco rojo escarlata que iba desde el pómulo izquierdo hacia la comisura de la boca, pero no sangraba, mas bien parecía un tatuaje mal hecho. Se dejó caer en una silla con aplomo y se acomodó el pelo mojado desganadamente con una mano, en la otra tenía el celular y jugueteaba abriendo y cerrando la tapa.
_ Será mejor que comas algo - le dijo Alma mirándolo con preocupación
_ Si -dijo sin sacar los ojos del celular
Alma miró a Summum como esperando que dijera algo.
_ ¿Dónde está Alex? - preguntó el brujo
_ En el sillón limpiando su espada
_ ¿Quién es esa chica? - dijo Alma
_ Es tal vez la mejor cazadora del Consejo de las Sombras... fue criada por el Consejo - dijo Summum - Los demonios atacaron su casa cuando era niña y todos murieron... el Consejo se hizo cargo de ella desde entonces...
_ Pobre niña -dijo Alma
_ Si
_ ¿Cómo es que puede haber ataques así? - dijo Eldar - ¿Nadie sospecha de ese tipo de cosas?
_ No -dijo Summum - Todo queda como un hecho accidental o algo que no tiene explicación, la policía siempre encuentra algún elemento para hallar una explicación lógica y nada mas... los demonios no se hacen visibles ante cualquiera y los rastros que dejan no llaman la atención de la gente común, salvo que entiendas del tema... lo de la familia de Alex quedó como un incendio accidental y todo siguió su rumbo.
_ ¿Porque no estaba hoy en el Consejo? - dijo Eldar
_ Porque estaba en una misión - dijo Alex entrando en la cocina - Llegué por la tarde y
Wolfgann me mandó llamar... no había nadie cuando llegué
_ Comamos algo - dijo Alma poniendo la bandeja de sandwiches en la mesa
Alex se sentó y apoyó la espada en el respaldo de la silla.
_ Nunca la dejas... -dijo Eldar mirando la espada pensativo
_ No, es mi mas fiel amiga.
_ El Consejo te pidió que cuidaras de Eldar pero por que -dijo Summum - ¿No es suficiente conmigo?
_ Tú debes instruirlo -dijo ella con naturalidad - Yo debo entrenarlo
_¿ Entrenarme?
_ Si, no se mas detalles, pero creo que planean darte alguna misión... no lo se... me dijeron que no me separe de ti y eso haré
_ Una misión -dijo Eldar sonriendo tristemente - no puedo creer todo esto! Alma hizo un gesto torciendo la boca y se compadeció de su sobrino._ ¿Te duele ? - dijo señalando con la vista la herida de su rostro
_ No -dijo Eldar sereno - supongo que tendré que acostumbrarme, seré el Scarface de los
Demonios...
Summum sonrío muy a su pesar, ya le había tomado cariño al chico y lo admiraba por su entereza y su frialdad.
_ Mañana será casi imperceptible
_ Casi - dijo Eldar pasando su mano por la línea blanca en su cuello
_ Espero que las protecciones que hice sean suficientes -dijo Alma - No quiero mas ataques
_ Creo que si - dijo Summum mirando las marcas que Alma había dibujado en todas las puertas y ventanas del departamento.
_ La casa es segura -dijo Alex - pero igual hay que estar alerta... algunos demonios de alto rango podrían pasarlas sin problema.
_ Esperemos que eso no pase - dijo Alma
_ Estoy muy cansado -dijo Eldar de pronto - me iré a la cama si no les molesta
_ Me parece bien - dijo Summum - la energía del demonio que mato Alex es mas densa que la del otro, te vendrá bien descansar... mañana estarás como nuevo.
_ Iré contigo -dijo Alex levantándose de la silla
_ ¿Conmigo? - preguntó Eldar con asombro - No pensarás dormir en mi habitación
_ ¿Nunca dormiste con una chica?
Summum disimuló una risita ante la contestación de Alex, mientras que Eldar la miraba con los ojos entrecerrados.
_ Con muchas - dijo con una sonrisa - Soy irresistible, a ti también te pasa ¿No?
Summum no se aguantó la risa y casi se atraganta con el sandwich que estaba comiendo.
_ Eso es grosero Eldar - lo retó Alma
_ Eres un estúpido - dijo Alex enojada
_ Tú comenzaste - dijo Eldar con una sonrisa que trataba de ser seductora - Pero si quieres dormir conmigo... no hay problema
_¡Eldar!
_ Deja que se arreglen - dijo Summum divertido - Serán pareja y tienen que aprender a llevarse.
_ ¿Pareja? - dijo Eldar
_ Si!.. de cazadores - dijo Alex aclarando - todos tenemos una
_ ¿Alguna otra buena noticia? - dijo Eldar desapareciendo hacia su habitación
Summum se encogió de hombros y Alma se quedó refunfuñando por la actitud poco caballerosa de su sobrino.
***
_ Bueno - dijo Eldar mientras se dejaba caer, boca abajo, en la cama - si quieres también puedes darme un masaje.
Eldar dormía en una cama de dos plazas desde hacía un par de años y a menudo se tiraba boca abajo con las piernas y los brazos abiertos como una estrella de cinco puntas.
Alex se montó de un salto encima de él y lo agarró del pelo tirándole la cabeza hacia atrás.
_ Si vamos a soportarnos - le dijo al oído - será mejor que empecemos por respetarnos
Eldar reaccionó dando un giro repentino y tiró a Alex al suelo cayendo encima de ella con las piernas a ambos lados de su cuerpo, mientras le inmovilizaba las brazos sujetándola por las muñecas. Se acercó tanto a la cara de Alex, que ella pensó por un momento que la besaría.
_ Hagamos una tregua - le dijo entre dientes - Yo me comportaré como un caballero y tu dejarás de tratarme como a un tonto... y la próxima vez que te montes encima mio voy a olvidarme que eres una chica.... ¿Entendido?
_ Está bien -dijo Alex exhalando con fuerza - ¿Comenzamos de nuevo?
Eldar aflojo la presión sobre ella y se levantó de un salto para volver a tirarse en la cama boca abajo.
_ Puedes dormir a mi lado o en el suelo - le dijo cerrando los ojos - No voy a hacerte nada, no muerdo...
_ Recién pensé que lo harías!
_ ¿Todos los Nefhilm son como tú? - dijo fastidiado
_ No - dijo ella acomodándose al lado de él en el borde de la cama - No tienes idea de que es un Nefhilim
_ Entonces explícame.
Alex aferró su espada entrelazando sus dedos sobre ella.
_ Los Nefhilim originales no eran como somos ahora - dijo mirando el techo - cuando los ángeles se mezclaron con los humanos, lo que surgió fue una raza de gigantes que fueron condenados y castigados... luego comenzaron a evolucionar y hacerse mas inteligentes... con el tiempo llegaron a tener el perdón al ver que eran criaturas inocentes que no tenían la culpa de nada.
_ Eso me dijo mi madre en su carta - dijo eldar dándose la vuelta para prestar mas atención a
Alex
_ La evolución llevo miles de años y la raza se fue haciendo mas pequeña y ganando mas habilidades - siguió Alex - hasta alcanzar el promedio de ahora, todos los que tenemos sangre Nefhilim somos mas altos y nuestra contextura física es mas fuerte, nunca nos enfermamos. Cuando la iglesia descubrió que teníamos el don de “ver” nos... “perdonó” y desde entonces somos un instrumento para mantener al mundo de los demonios lejos de los seres humanos. No todos somos cazadores, solo los que deciden serlo o tienen la habilidad nata... algunos se limitan a mezclarse entre la gente y seguir con su vida y otros trabajan para la causa de la iglesia haciendo de espías, etc
_ Y el Consejo solo agrupa a los cazadores... - dijo Eldar reflexionando
_ Al principio si, pero luego se fueron uniendo otros clanes que tenían otros dones como la clarividencia y esas cosas - dijo Alex - el Consejo es como un conjunto de muchos engranajes y todos necesitan de todos, pero en realidad quien decide que cosa si y que cosa no, es la iglesia.
Eldar miraba a Alex con mucha atención y por primera vez no sentía rechazo por ella, mas bien estaba tratando de darle una oportunidad para conocerla.
_ Cómo es eso de las parejas - dijo
_ Todos los cazadores tenemos una pareja... de esa manera siempre tienes quien cuide tu espalda, los demonios son traicioneros y siempre atacan por detrás.
_ Si - dijo Eldar recordando su experiencia - Eso lo se bien... pero tú estabas sola hoy
_ Si, mi pareja fue alcanzada por una ponzoña de demonio y aunque se salvo del veneno ya no volvió a caminar - dijo apesadumbrada - ahora trabaja para el consejo traduciendo manuscritos antiguos y sigue algunas pistas de objetos robados al Consejo hace años.
_ ¡Fuerte! -exclamó Eldar
_ Y tú -dijo ella sin mirarlo - ahora serás mi compañero y no sabes nada de nada... aunque debo reconocer que tienes habilidades muy buenas
_¿Es un cumplido?
_ No - dijo ella volteando la cabeza para mirarlo de frente - Se lo que hiciste y te respeto, pero no me gustan los demonios
_ No soy un demonio - dijo el fríamente - No quiero serlo
_ No puedes evitarlo... está dentro de ti. Eres importante para el Consejo y para los demonios también.
_ No te agrado - dijo él con recelo
_ No
_Por lo menos eres sincera, tu tampoco me agradas me provocas ira -dijo con dureza en la mirada - no se por qué
_ Es tu naturaleza - dijo encogiéndose de hombros - Se que no eres totalmente un demonio pero gran parte de ti lo es, aunque debo admitir que eres el primer demonio de ojos celestes que conozco
_ ¿Te gustan? - dijo sarcásticamente abriendo los ojos lo mas que pudo
_En realidad son los ojos mas fríos que he visto y hay un fondo oscuro en ellos
_ Tal vez sea una demonio con cara de ángel - dijo burlón - No pedí ser perfecto
_ Eres arrogante y violento como ellos - dijo Alex indignada
_ Lo siento - dijo tratando de poner paños fríos - No puedo evitarlo... pero ya que estaremos juntos mucho tiempo - dijo resignado - trataré de controlar mis impulsos, no soy afecto a estar con la gente, me gusta estar solo.
_ Perfecto! -dijo ella cerrando los ojos - A mi también me gusta estar sola
Eldar se dio vuelta boca abajo nuevamente y cerró los ojos intentando dormirse, pero se sentía inquieto, aún tenía el celular en la mano y no dejaba de pensar en Lyra; ella era la única persona con la que le gustaba estar y daría cualquier cosa por que fuera ella la que estaba a su lado en ese momento. Alex lo ponía violento de una manera que no podía explicar, pensaba que ella era tan arrogante como él aunque de otra manera, ella era la mejor cazadora de demonios del Consejo y eso la ponía en un lugar que lo irritaba, no lograba entender este mundo fantástico al que había entrado y justo ahora le tenía que pasar que se enamorara de Lyra.
Tenía la sensación que estaba viviendo una pesadilla de la que no podía despertar; mientras se duchaba había descubierto que otra marca había aparecido en la cara interna de su muñeca derecha, pero no le importaba preguntar qué significaba y para tapara se había puesto una muñequera de cuero que tenía archivada por ahí, ya no quería saber mas nada de todo eso, sentía que cuanto mas sabía, mas se involucraba y eso lo agotaba; demasiadas responsabilidades en muy pocas horas, tenía ganas de volver a su vida normal, seguir estudiando abogacía, tocar la guitarra de ves en cuando y madurar su relación con Lyra, pero sentía que todo eso se escapaba como el agua entre los dedos. Estaba realmente agotado, le dolía cada fibra de su cuerpo como si hubiese corrido una maratón.
Por la puerta entreabierta de la habitación, se filtraba el susurro de la conversación que
Summum llevaba con Alma, pero Eldar estaba tan cansado que no tenía ganas de levantarse
a cerrarla y decidió cerrar los ojos y dormirse. No supo cuánto tiempo había pasado, estaba en ese transe en que el sueño se confunde con los sonidos de alrededor, cuando se sobresaltó con un ruido sordo dentro de la habitación; giró la cabeza hacía Alex y vio que estaba en la misma posición al borde de la cama con la espada aferrada sobre su pecho, se acomodó cambiando de posición para volver a dormir y casi saltó de la cama al ver que alguien entraba tratando de no hacer ruido e iba derecha a él. Sus ojos estaban ya amoldados a la penumbra de la habitación, así que de inmediato pudo reconocer a la persona que se dirigía a él.
_ Lyra - susurró sorprendido, mientras pasaba su mirada de ella a Alex - ¿Qué haces aquí?
¿Qué hora es?
_ Shh - dijo ella comenzando a subir en cuatro patas por los pires de la cama por encima de él - No pude esperar a verte._ Lyra ... es peligroso que vengas así
Eldar trató de incorporarse pero ella ya estaba sobre él, el pelo suelto y alborotado caía sobre su rostro como una cascada.
_Shh! -lo calló ella - solo quiero estar un rato contigo
_ Lyra...
Trató de decir algo mas pero ella comenzó a besarlo mientras que acariciaba su pecho por debajo de la remera. Al principio el beso fue suave, pero enseguida se tornó algo violento, Lyra se pegaba contra él y la mano que le acariciaba el pecho comenzó a meterse debajo del elástico de su pantalón pijama, lo que hizo que Eldar la apartara con suavidad para verla a los ojos.
_ Lyra... espera - dijo con la respiración agitada - No hagas esto
_ ¿Porqué no? - dijo ella intentando besarlo de nuevo
Eldar notó un brillo extraño en sus ojos, estaba rara, le recordaba a esas chicas rápidas con las que él solía estar cuando tenía ganas. De alguna manera le gustaba lo que ella intentaba hacer, pero no era el mejor de los momentos, Alex estaba ahí y ... ¿porqué no le había preguntado nada sobre Alex?. Se incorporó a medias con Lyra sentada sobre él, momento que ella aprovechó para besarlo nuevamente mientras que con una habilidad increíble le sacó la remera y la revoleó al otro extremo de la habitación.
_ Espera, espera... - dijo él entre agitado y consternado - Lyra esto no está bien... no debemos estar aquí... ni así
_ Tu amiga está profundamente dormida - le dijo ella al oído mientras que pasaba la lengua por su cuello
Eldar se estremeció de gozo, pero algo estaba mal, Lyra no era así; ella simplemente nunca había estado con un chico y su comportamiento era el de una chica que va directo al punto
sin pudor y eso lo confundía. Una alarma en su cerebro le decía que eso no estaba bien aunque lo volviera loco. Además estaba el hecho de que no le había hecho ninguna escena por Alex. Mientras que él trataba de ordenar sus pensamientos Lyra lo besaba apasionadamente otra vez y había logrado tumbarlo nuevamente y pasaba las uñas por su pecho provocándole un escalofrío.
_ Lyra.. Espera - dijo tratando de dominarse - Ya basta...
Pero Lyra seguía besándolo casi con desesperación, bajaba por su cuello hasta su pecho y con una mano le tapaba la boca para que no hable. Eldar la tomó de los hombros para detener la recorrida que ya iba por su estómago y con un esfuerzo enorme se incorporó con ella enredada con las piernas a su cintura. La expresión de Lyra era extraña, tenía la mirada encendida y todo en ella era sensual y atrevido. No era la Lyra que él conocía.
_ Basta Lyra - dijo tratando de recuperar el aliento
_ ¿No te gustan mis besos? - dijo ella pasándose la lengua por los labios
Inmediatamente se abalanzó sobre él besándolo nuevamente, lo hacía salvajemente mientras que le clavaba las uñas en la espalda.
_¿Qué pasa contigo? - dijo apartándola mientras miraba por encima de su hombro las líneas rojas que las uñas de ella le habían dejado
Ella bajó la mirada como avergonzada y dejó caer la cabeza de manera que todo el pelo cayó hacia adelante cubriéndole el rostro. Eldar exhaló un suspiro profundo y le tomó una mano suavemente, en ese momento le vino un sobresalto que lo paralizó: esa no era la mano de Lyra ella no tenía las uñas largas como garras, ni las manos tan huesudas. Le soltó la mano justo en el mismo momento que ella tiraba la cabeza hacia atrás dando un latigazo; al hacerlo el pelo que le cubría la cara pasó de estar suelto a formar una gran cola de caballo cambiando el color de castaño a negro ante los ojos desmesurados de Eldar. Todo sucedió tan rápido que no pudo reaccionar a tiempo y ella se abalanzó sobre él nuevamente. La que había pensado que era Lyra se había transformado en una mujer de rostro pálido de una belleza espectacularmente helada y los ojos tan celestes que parecían blancos.
_¿Quién mierda eres? - dijo desencajado
Ella no le contestó, solo se limitó a sonreír mostrando los dientes blancos perfectos y lanzándole un mirada gélida. Eldar forcejeó para deshacerse de ella y logró tirarse de la cama rodando sobre un costado, para levantarse luego de un salto.
_ No huyas de mi - le dijo ella en tono frío
Pero Eldar ya había tomado la Daga De Los Mundos que estaba dentro de un cajón de su
mesa de luz y la empuñaba con fiereza mientras que le gritaba a Alex que despierte, pero ésta ni se movía.
_ No hay razón para que te pongas tan alterado - le dijo la mujer - nadie te oirá, solo tú puedes verme, es tu sueño y nadie vendrá - dijo riendo.
Eldar estaba furioso, un sudor frío corría por su espalda y su aferraba la Daga con seguridad, estaba dispuesto a clavarsela a la mujer si se acercaba. Ella estaba parada al borde la cama y lo miraba sin moverse.
_ ¿Quién eres? -dijo entre dientes
_ Vine personalmente a decirte que en Argozz te estamos esperando - dijo ella serena - Mataste a mis mensajeros y eso no me gustó, pero te perdono... me gustas
_ Te mataré a ti también - dijo Eldar amenazadoramente.
Sus ojos estaban coronados de negro y una ira violenta le recorría el cuerpo, se sentía salvaje, la Daga De Los Mundos había adquirido un brillo azulino y el destello iluminaba la habitación. La mujer entrecerró los ojos en señal de que el brillo de la Daga le hacía mal, y dio un paso atrás buscando la puerta.
_ Nos volveremos a ver - dijo sonriendo - si no es por las buenas será por las malas... amor Eldar lanzó la Daga con fuerza hacia ella directo al corazón, con una puntería increíble que no sabía que tenía, pero antes de alcanzarla ella se esfumó con una carcajada y la Daga se clavó en el marco de la puerta con un sonido seco.
_ ¡Eldar!
La voz de Alex lo sobresaltó y se volteó de un brinco sorprendido. Alex estaba de pie, detrás de él, con la espada desenfundada en posición de ataque y llevaba la mirada de la Daga a él sin entender que pasaba.
Eldar se quedó inmóvil tratando de entender si estaba despierto o seguía dentro de la pesadilla.
_¿Qué pasó? - dijo Alex bajando la espada y acercándose a él - ¿Cómo te hiciste esto? -dijo señalando los arañazos que él tenía en la espalda encima del omóplato.
Eldar no le contestó, se dio vuelta y tomando la empuñadura de la Daga, tiró con fuerza para
desclavarla del marco de la puerta y se sentó en el suelo apoyando la espalda en el borde de la cama.
_ Eldar -dijo Alex poniéndose de cuclillas frente a él - ¿Estás bien?... Dime algo!!
_ Tuve una pesadilla - dijo aún empuñando la Daga con fuerza
_ Y esos arañazos?... Clavaste la Daga en la puerta... me sobresalte y pensé que nos atacaban.
_ Acostúmbrate - dijo él mirándola de frente - Mis pesadillas son mas que eso...
_ Relájate -dijo Alex advirtiendo el halo negro en los ojos celestes de él - Controla la ira... será mejor que vuelvas a la cama... me quedare despierta si quieres
La cabeza de Summum asomó por la puerta entreabierta.
_ ¿Está todo bien? -dijo mirando la Daga que Eldar aferraba
_ No se - dijo Alex - creo que alguien lo atacó en sueños
_ No es nada - dijo Eldar fastidiado - solo una pesadilla mas
Summum se adentró en la habitación y prendió la luz, Eldar rodeaba las rodillas con los
brazos y apoyaba la frente en el puño cerrado sobre la Daga, de esta manera dejaba al descubierto los arañazos que tenía en la espalda.
_ Al parecer muy real - dijo Summum señalando la espalda de Eldar
_ Si... -dijo Eldar recordando todo lo vivido en el sueño- muy real... hubiera jurado que lo era
_ ¿Quieres contarme?
_ Ahora no - dijo levantándose del suelo para tirarse en la cama boca abajo - necesito descansar
_ De acuerdo -dijo Summum - Alex...
_ Si - dijo ella - me quedaré despierta por si acaso
_ Estaré bien... solo dejenme dormir
Summum miró a Alex con cara de preocupación y luego se fue de la habitación en silencio. Eldar ya había cerrado los ojos, pero aún empuñaba la Daga con fuerza.
***
Los padres de Lyra se habían ido temprano a cenar con unos amigos y la habían dejado sola en la casa. Siempre le agradaba estar sola unas horas y escuchar música a todo volumen, pero esa noche se sentía inquieta, algo en la voz de Eldar la preocupaba y tenía ganas de escucharlo nuevamente y preguntarle si pasaba algo malo, pero a la vez no quería parecer pesada e indiscreta, todo era tan extraño y confuso que apenas si entraba en sus sesos. Después de comer algo ligero, trató de mirar un rato de televisión pero al cabo de un rato la apagó aburrida y decidió irse a dormir. Entró en su habitación y se tiró en la cama, no tenía sueño, la cabeza le daba vueltas pensando en todo lo sucedido y no podía pensar en otra cosa, todavía tenía la sensación de miedo dentro suyo, todavía sentía el suave contacto de la boca de Eldar sobre la suya, todo se mezclaba en un torbellino de cosas. Se levantó de un salto y sacudió la cabeza de un lado a otro dispuesta a dejar de pensar. Se encontró así misma frente al espejo que estaba en la puerta del placard y no pudo resistirse a hacer unas morisquetas y unas poses imitando a las chicas de las revistas de moda; sentía que era una chica mas del montón, no encontraba nada en ella que le gustara, era muy delgada para su gusto, no tenía lo que ella llamaba una buena delantera, su cabello caía llovido sobre su rostro, sus ojos eran marrones comunes y corrientes, todavía no hallaba la razón por la que
Eldar la había “visto” como le dijo. Pensó que de todas formas algo debería tener, tal vez algo que para ella pasaba desapercibido. Estaba en sus reflexiones cotidianas frente al espejo cuando advirtió que no había corrido las cortinas de la ventana, así que saltó por encima de
la cama y pegando la nariz al vidrio miró hacia la calle un momento antes de cerrar las
cortinas; la calle estaba casi desierta salvo por algún automóvil que pasaba de cuando en cuando, se preguntó si Eldar ya se habría ido a dormir. Cerró las cortinas con un suspiro y rápidamente se cambió la ropa que traía por un remerón largo hasta la rodilla que la hacía ver algo infantil. Se acostó boca arriba y apagó la luz, cerró los ojos tratando de dormir pero parecía como si tuviera un resorte entre sus párpados.
_ Lyra - se dijo a si misma - hoy no será tu noche ...
Prendió la luz nuevamente y miró el reloj en su mesita de noche: las doce y cuarto. Sus
padres seguro llegarían como a las dos. Se quedó un rato mirando el techo y se le ocurrió que
si leía tal vez le llegaría el sueño. Busco dentro del cajón de la mesita y sacó un libro de Stephen King, Johnathan y Las Brujas. Parecía a propósito, quería relajarse y no pensar y se le ocurría leer a King justo esa noche. Abrió el libro y comenzó a leer la página que estaba marcada.
“...Después subió en busca de la segunda bruja. Había una segunda cueva en lo alto. Ahí encontró a la segunda bruja. Estaba a punto de desear que pudiera ser asfixiada, cuando recordó que no podía ser asfixiada. Y antes que la bruja pudiese hacer otra cosa que echarle una fea mirada, deseó que fuera aplastada. Y ...”.
Un sonido como de batir de alas vino desde la ventana. Lyra dejó el libro y aguzó el oído tratando de ver por entre las cortinas. Algo se movía afuera, podía ver la sombra oscura por entre las cortinas. Otra vez alguna paloma tratando de entrar, no importaba que hiciera siempre estaban ahí molestando. Se levantó fastidiada dejando el libro que cayó al suelo y fue hacia la ventana. Descorrió las cortinas al tiempo que el corazón le daba un vuelco, no era una paloma, sino una especie de cuervo pequeño que la miraba
con dureza desde sus ojos rojos, mientras que agitaba las alas contra el vidrio. Trató de ahuyentarlo haciendo un movimiento con los brazos, pero en lugar de asustarse el pájaro comenzó a picotear con furia el cristal. Lyra dio un paso atrás al tiempo que un grito ahogado se atravesaba en su garganta. Miró para todos lados tratando de encontrar algo con lo que hacer frente al animal, pero no encontró nada, maldijo haberse olvidado de cerrar los postigones de madera que estaban del lado de a fuera de la ventana. El pájaro golpeaba con fuerza el vidrio y Lyra temió que lograra romperlo de tanto insistir.
_ Vete!! - le gritó asustada - ¡¡Maldito pájaro de mierda!!
El animal la miraba a los ojos, mientras que picoteaba con fuerza el vidrio que y a empezaba a astillarse. Lyra saltó del otro lado de la cama y comenzó a revolver el cajón de su mesa de luz pero no encontró nada, estaba lleno de cosas pero nada que le sirviera, metió la mano al fondo y sus dedos palparon un cilindro frió, la linterna que su padre le había regalado cuando se fue por primera vez a un campamento. Sacó la linterna y apretó el pequeño botón que la encendía y nada pasó, en la desesperación amagó con tirarsela al pájaro pero éste se enfureció mas. Estaba por descartarla y salir de la habitación cuando la linterna hizo un parpadeo y la brillante luz se reflejó en la pared junto a la ventana. Lyra apuntó con ella directo a los ojos del animal esperando encandilarlo. Milagrosamente el ave retrocedió dejando de picotear la ventana y esto animo a Lyra a acercarse mas sin dejar de apuntarlo a
lo ojos. El bicho chilló apartándose de la ventana como si la luz blanca le hiriera los ojos, aleteó un momento y luego desplegó las alas y se elevó desapareciendo. Lyra quedó inmóvil e incrédula, le temblaban las manos por el susto, el corazón agitado. Se acercó un poco más para ver si aún estaba allí pero no vio nada. Sin dejar la linterna abrió la ventana a toda prisa y cerró los postigones con fuerza. No podía creer lo que había ocurrido, el maldito animal parecía venir del infierno. Automáticamente la historia de Eldar se le vino a la cabeza. ¿Sería esto de lo que le hablaba cuando le dijo que tenía miedo por ella? Salió corriendo de la habitación y comenzó a cerrar todos los postigones de la casa con desesperadamente. No
sabía que hacer, estaba a punto de llamar a sus padres, pero pensó que le dirían que era una exagerada, que solo era un pájaro asustado o alguna cosas de esas. Lo segundo que se le vino a la cabeza fue llamar a Eldar, estaba muerta de miedo, ya comenzaba a escuchar ruidos por toda la casa. Fue corriendo atropelladamente hasta el teléfono y empezó a marcar los números frenéticamente, pero antes de marcar el último se detuvo.
_ Piensa Lyra - se dijo - No puedes llamar a su casa ahora... ya tiene demasiado de lo que ocuparse para que encima tu vayas a despertarlo para decirle que le tienes miedo a un maldito y estúpido pájaro!!
Trató de serenarse pero el miedo podía mas, si tan solo sus padres regresaran mas
temprano.
No quería retornar a su habitación, la imagen del ave se había grabado en sus retinas, así que se hizo un ovillo en el sillón del living y se quedó allí con los ojos muy abiertos y la linterna en la mano.
***
Eldar despertó sobresaltado y se sentó en la cama, el sudor corría por su espalda. Miro desencajado alrededor y vio a Alex mirándolo atentamente.
_ ¿Estás bien? - le pregunto
_ Lyra -dijo él saltando de la cama
_¿ Qué pasa con ella?
Eldar no la escuchaba, sin prestarle atención se lanzó sobre el celular y marco el número de Lyra. Llamaba, llamaba, pero nada. Miró la hora, eran las dos de la mañana, seguramente estaría durmiendo, rogaba que fuera así.
_ Eldar - dijo Alex acercándose - ¿Estás bien?
_ Lyra no me contesta - dijo exasperado - Algo está mal... puedo sentirlo
_ ¿Qué haces? - dijo Alex al ver que se ponía la remera a toda prisa.
_ Voy a su casa - dijo él ya calzándose las botas y poniéndose la campera. Ya estaba saliendo
de la habitación.
_ Espera - lo atajó Alex - no puedes salir así en medio de la noche solo por que no te contesta el teléfono
_ No tengo que pedirle permiso a nadie - le contesto entre dientes
Todo en la casa era silencio, Summum se había ido y Alma dormía en su habitación, sin hacer
ruido tomó las llaves de la moto y el casco y salió a toda prisa. Alex tuvo que apresurarse a salir antes de que él cerrara la puerta.
_ Ya que no podré detenerte iré contigo - le dijo decidida
_ Has lo que quieras
Eldar bajaba a grandes saltos las escaleras, pero Alex no se quedaba atrás, lo seguía de cerca
a toda prisa, llevaba su espada cruzada a la espalda y unas cuantas dagas cortas en la cintura ocultas bajo la campera.
El garage del edificio estaba desierto, Eldar le dio arranque a la moto y salió haciendo chillar la cubierta trasera, provocando una nube espesa de humo blanco. Alex hizo lo mismo con su moto y se pegó a Eldar lo mas que pudo para no perderlo. La casa de Lyra estaba a unas quince cuadras, en menos de cinco minutos Eldar ya estaba doblando la esquina. Apenas dobló vio las luces azules girando silenciosas, dos autos de policía estaban estacionados en la puerta del edificio de Lyra con las luces prendidas. Eldar detuvo la moto y miró un instante la escena, el pulso acelerado, un escalofrío recorrió su espina dorsal. Alex se detuvo a su lado justo cuando él picaba hacia la puerta del edificio. Ambos se detuvieron a unos metros de puerta bajo la mirada de dos policías que estaban parados junto a uno de los patrulleros.
_ Un momento- dijo uno de ellos - ¿A donde van?
Alex miró de soslayo a Eldar y luego al policía; disimuladamente se deshizo de la espada y la ató a un soporte de la moto.
_ Al primer piso - dijo Eldar sin detenerse
_ No pueden pasar! - dijo el policía avanzando hacia él que ya subía las escaleras.
Subieron los escalones de a dos haciendo caso omiso de los gritos del policía que subía con dificultad tras ellos.
La puerta de la casa de Lyra estaba abierta y otro policía estaba en la puerta.
Eldar arremetió directo a la puerta llevándose por delante al policía que intentó detenerlo. La casa estaba toda revuelta, había cosas tiradas por todos lados, la ventana del living estaba destrozada, había vidrios por todas partes. La madre de Lyra estaba sentada en el sillón y un policía anotaba lo que ella decía. Cuando Eldar entró, la mujer cruzó la mirada con él y se levantó del sillón de un salto.
_Eldar!! - exclamó abrazándolo - Se llevaron a Lyra!! Se llevaron a mi hija, la secuestraron
El policía que perseguía a Eldar se detuvo al ver que la mujer lo conocía y dio un paso atrás
tratando de recuperar el aliento.
Alex quedó parada detrás de Eldar guardando distancia y recorriendo con la mirada todo el departamento.
Eldar quedó tieso en su lugar, escuchaba los llantos de la madre de Lyra como si provinieran
de un tuvo de ventilación, vio al padre salir de la cocina con un vaso de agua y quedarse allí parado en silencio. Todo parecía pasar en cámara lenta, todo sus miedos se habían hecho realidad en un segundo. Algo le atravesaba la garganta dolorosamente, no encontraba palabras para decir, solo estaba allí parado con los músculos tensos. La mirada mas oscura que de costumbre y una ira inmensa que iba creciendo en su interior.
_ Entramos y encontramos todo así -decía la madre de lyra - y Lyra no estaba...
_ ¿Lyra estaba sola? - pregunto Eldar incrédulo
No podía creer que la hubieran dejado sola y que ella no le hubiera avisado.
_ Si - dijo el padre de Lyra cabizbajo - Solo salimos unas horas... no creímos...
_ Yo la encontraré - dijo Eldar con voz gélida
_ Qué sabes ? - pregunto uno de los policías
_Lo mismo que ustedes - dijo Alex adelantándose a Eldar
_ ¿ Quién eres? - preguntó la madre de Lyra
_ Una amiga de Eldar - dijo Alex mirando a Eldar fijamente
Pasaron los minutos tan lentamente que Eldar pensó que los policías nunca se irían, andaban por toda la casa revisando las cosas del suelo y sacando fotos. Por fín comenzaron a retirarse y un policía se acercó al padre de Lyra y le dio una tarjeta y después de decir algo que Eldar no prestó atención salió de la casa sin decir nada mas. Transcurrieron unos minutos tensos antes de que alguien dijera una palabra. Alex aprovechó para acercarse a la ventana e inspeccionar unas marcas que le llamaban la atención.
_ No se que hacer - dijo la madre sollozando
_ Tenemos que esperar a que la policía investigue -dijo el padre abrazando a la madre para consolarla.
Eldar daba vueltas por el living, había un olor extraño que de alguna manera le era familiar, una mezcla de basura ácida con azufre. Una linterna estaba tirada a un costado del sillón; Eldar se agachó para levantarla y observó que el piso estaba salpicado de algo viscoso y negro.
Alex, que estaba registrando la casa disimuladamente se acercó a Eldar y le hizo una seña para que se fueran, necesitaba hablar con él a solas. Él solo la miro de reojo y se arrodilló frente a la madre de Lyra con preocupación, una culpa gigantesca crecía dentro de él, pero no podía decir nada de lo que sabía.
_ Se como se sienten - dijo sin saber que decir en realidad - Haré lo que sea necesario para encontrarla... lo prometo
_Creo que deberíamos dejarlos tranquilos - dijo Alex - No podemos hacer nada ahora.... la policía ya se está ocupando.
_ Eldar... - la madre de Lyra se aferraba a su brazo con desesperación - ¿Conoces a alguien que pudiera tener problemas con Lyra?... Ustedes siempre están juntos y Lyra... ella estaba algo rara ayer... incluso hoy cuando la dejaste aquí
_ No - mintió y se odiaba por eso - Trataré de averiguar algo... cualquier cosa que surja les pido que me avisen...
_ Si... por favor.... trata de averiguar lo que puedas - dijo el padre - nosotros estaremos aquí por si la policía nos necesita
_ Vamos -dijo Alex - Es tarde...
Eldar se levantó con pesar y se quedó un momento dándole vueltas a la linterna que había recogido del suelo.
_ Eldar - dijo de pronto la madre - ¿Por qué estabas aquí a estas horas? Alex y Eldar intercambiaron una mirada.
_ Solo pasé por aquí - dijo tratando de que su desesperación interna no lo delatara - Cuando vi la policía me di cuenta de que algo pasaba
_ Ah... dijo la madre con tristeza
_ Bueno - intervino Alex impaciente - ¿Vamos?
Salieron de la casa en silencio y una vez que estuvieron en la calle Eldar se apresuró a subir a la moto, necesitaba salir a buscar a Lyra, necesitaba encontrarla y saber que estaba bien. Alex le tomó la mano antes de que pudiera darle la vuelta a la llave para arrancar la moto. Él clavó sus pupilas celestes y heladas sobre los dedos de Alex y luego la miró directamente a los ojos. Ella sintió un escalofrío, la mirada de Eldar era congelada y oscura, otra vez el halo negro alrededor del celeste de sus pupilas, el demonio asomaba por ellos con fuerza.
_ ¡Mierda Alex!!
_ Espera -le dijo - hay rastros de demonio por toda la casa.
_ Lo se - dijo él con rabia
_ Lo que viste junto a la linterna es sangre de demonio, también había de esa cosa en la ventana... sea cual fuera el demonio que se la llevó, ella lo hirió de alguna manera.
_Lyra no tiene ni idea de demonios ni de todo esto ... no está preparada... ni siquiera yo lo estoy - exclamo él entre dientes y respirando profundamente. Otra vez sentía ese calor correr por dentro de sus venas como algo ardiente que lo quemaba, pero ésta vez supo que era furia, una furia que no podía controlar y que de alguna manera lo hacía sentir mas fuerte.
_ Tengo que buscarla - dijo él en una alarmante calma
_ Y dónde la buscarás? - dijo ella tratando de hacerlo pensar.
Eldar se quedó un momento inmóvil y luego todo su cuerpo se aflojó, cayendo en la cuenta de que en realidad no tenía idea de dónde comenzar a buscar.
_Creo que deberíamos ir a tu casa y hablar con Alma - dijo ella serena - tal vez ella pueda ayudarnos, también hay que llamar a Summum y alertar al Consejo.
Eldar dejo escapar un suspiro de resignación , Alex tenía razón aunque odiara admitirlo. Ella
seguía alterando su humor de una manera irracional.
_ Yo creo que Eldar debería elegir su armas - dijo Alma pensativa mientras preparaba unos sandwich de jamón - Se que es un poco apresurado pero si ya comienzan a seguirlo debe estar listo lo antes posible.
Summum estaba parado debajo del marco de la puerta de la cocina de Alma y asentía levemente con la cabeza con gesto de preocupación.
_ Si... esto va mas rápido de lo que esperábamos, realmente me preocupa -dijo rascándose la cabeza - Hay algo que no me cierra en esto
_ ¿qué es?
_ Los demonios son buenos rastreadores, pero siempre necesitan de ayuda externa
_¿ Crees que hay un traidor? -dijo Alma mirado a Summum por arriba de sus anteojos
_ Siempre cabe la posibilidad
_ Es cierto... el Consejo está lleno de gente que no me gusta
Eldar apreció en la cocina como una sombra, tenía ojeras debajo de los ojos y estaba mas pálido que de costumbre, se había duchado para despejarse pero se sentía cansado. La herida de la cara era un surco rojo escarlata que iba desde el pómulo izquierdo hacia la comisura de la boca, pero no sangraba, mas bien parecía un tatuaje mal hecho. Se dejó caer en una silla con aplomo y se acomodó el pelo mojado desganadamente con una mano, en la otra tenía el celular y jugueteaba abriendo y cerrando la tapa.
_ Será mejor que comas algo - le dijo Alma mirándolo con preocupación
_ Si -dijo sin sacar los ojos del celular
Alma miró a Summum como esperando que dijera algo.
_ ¿Dónde está Alex? - preguntó el brujo
_ En el sillón limpiando su espada
_ ¿Quién es esa chica? - dijo Alma
_ Es tal vez la mejor cazadora del Consejo de las Sombras... fue criada por el Consejo - dijo Summum - Los demonios atacaron su casa cuando era niña y todos murieron... el Consejo se hizo cargo de ella desde entonces...
_ Pobre niña -dijo Alma
_ Si
_ ¿Cómo es que puede haber ataques así? - dijo Eldar - ¿Nadie sospecha de ese tipo de cosas?
_ No -dijo Summum - Todo queda como un hecho accidental o algo que no tiene explicación, la policía siempre encuentra algún elemento para hallar una explicación lógica y nada mas... los demonios no se hacen visibles ante cualquiera y los rastros que dejan no llaman la atención de la gente común, salvo que entiendas del tema... lo de la familia de Alex quedó como un incendio accidental y todo siguió su rumbo.
_ ¿Porque no estaba hoy en el Consejo? - dijo Eldar
_ Porque estaba en una misión - dijo Alex entrando en la cocina - Llegué por la tarde y
Wolfgann me mandó llamar... no había nadie cuando llegué
_ Comamos algo - dijo Alma poniendo la bandeja de sandwiches en la mesa
Alex se sentó y apoyó la espada en el respaldo de la silla.
_ Nunca la dejas... -dijo Eldar mirando la espada pensativo
_ No, es mi mas fiel amiga.
_ El Consejo te pidió que cuidaras de Eldar pero por que -dijo Summum - ¿No es suficiente conmigo?
_ Tú debes instruirlo -dijo ella con naturalidad - Yo debo entrenarlo
_¿ Entrenarme?
_ Si, no se mas detalles, pero creo que planean darte alguna misión... no lo se... me dijeron que no me separe de ti y eso haré
_ Una misión -dijo Eldar sonriendo tristemente - no puedo creer todo esto! Alma hizo un gesto torciendo la boca y se compadeció de su sobrino._ ¿Te duele ? - dijo señalando con la vista la herida de su rostro
_ No -dijo Eldar sereno - supongo que tendré que acostumbrarme, seré el Scarface de los
Demonios...
Summum sonrío muy a su pesar, ya le había tomado cariño al chico y lo admiraba por su entereza y su frialdad.
_ Mañana será casi imperceptible
_ Casi - dijo Eldar pasando su mano por la línea blanca en su cuello
_ Espero que las protecciones que hice sean suficientes -dijo Alma - No quiero mas ataques
_ Creo que si - dijo Summum mirando las marcas que Alma había dibujado en todas las puertas y ventanas del departamento.
_ La casa es segura -dijo Alex - pero igual hay que estar alerta... algunos demonios de alto rango podrían pasarlas sin problema.
_ Esperemos que eso no pase - dijo Alma
_ Estoy muy cansado -dijo Eldar de pronto - me iré a la cama si no les molesta
_ Me parece bien - dijo Summum - la energía del demonio que mato Alex es mas densa que la del otro, te vendrá bien descansar... mañana estarás como nuevo.
_ Iré contigo -dijo Alex levantándose de la silla
_ ¿Conmigo? - preguntó Eldar con asombro - No pensarás dormir en mi habitación
_ ¿Nunca dormiste con una chica?
Summum disimuló una risita ante la contestación de Alex, mientras que Eldar la miraba con los ojos entrecerrados.
_ Con muchas - dijo con una sonrisa - Soy irresistible, a ti también te pasa ¿No?
Summum no se aguantó la risa y casi se atraganta con el sandwich que estaba comiendo.
_ Eso es grosero Eldar - lo retó Alma
_ Eres un estúpido - dijo Alex enojada
_ Tú comenzaste - dijo Eldar con una sonrisa que trataba de ser seductora - Pero si quieres dormir conmigo... no hay problema
_¡Eldar!
_ Deja que se arreglen - dijo Summum divertido - Serán pareja y tienen que aprender a llevarse.
_ ¿Pareja? - dijo Eldar
_ Si!.. de cazadores - dijo Alex aclarando - todos tenemos una
_ ¿Alguna otra buena noticia? - dijo Eldar desapareciendo hacia su habitación
Summum se encogió de hombros y Alma se quedó refunfuñando por la actitud poco caballerosa de su sobrino.
***
_ Bueno - dijo Eldar mientras se dejaba caer, boca abajo, en la cama - si quieres también puedes darme un masaje.
Eldar dormía en una cama de dos plazas desde hacía un par de años y a menudo se tiraba boca abajo con las piernas y los brazos abiertos como una estrella de cinco puntas.
Alex se montó de un salto encima de él y lo agarró del pelo tirándole la cabeza hacia atrás.
_ Si vamos a soportarnos - le dijo al oído - será mejor que empecemos por respetarnos
Eldar reaccionó dando un giro repentino y tiró a Alex al suelo cayendo encima de ella con las piernas a ambos lados de su cuerpo, mientras le inmovilizaba las brazos sujetándola por las muñecas. Se acercó tanto a la cara de Alex, que ella pensó por un momento que la besaría.
_ Hagamos una tregua - le dijo entre dientes - Yo me comportaré como un caballero y tu dejarás de tratarme como a un tonto... y la próxima vez que te montes encima mio voy a olvidarme que eres una chica.... ¿Entendido?
_ Está bien -dijo Alex exhalando con fuerza - ¿Comenzamos de nuevo?
Eldar aflojo la presión sobre ella y se levantó de un salto para volver a tirarse en la cama boca abajo.
_ Puedes dormir a mi lado o en el suelo - le dijo cerrando los ojos - No voy a hacerte nada, no muerdo...
_ Recién pensé que lo harías!
_ ¿Todos los Nefhilm son como tú? - dijo fastidiado
_ No - dijo ella acomodándose al lado de él en el borde de la cama - No tienes idea de que es un Nefhilim
_ Entonces explícame.
Alex aferró su espada entrelazando sus dedos sobre ella.
_ Los Nefhilim originales no eran como somos ahora - dijo mirando el techo - cuando los ángeles se mezclaron con los humanos, lo que surgió fue una raza de gigantes que fueron condenados y castigados... luego comenzaron a evolucionar y hacerse mas inteligentes... con el tiempo llegaron a tener el perdón al ver que eran criaturas inocentes que no tenían la culpa de nada.
_ Eso me dijo mi madre en su carta - dijo eldar dándose la vuelta para prestar mas atención a
Alex
_ La evolución llevo miles de años y la raza se fue haciendo mas pequeña y ganando mas habilidades - siguió Alex - hasta alcanzar el promedio de ahora, todos los que tenemos sangre Nefhilim somos mas altos y nuestra contextura física es mas fuerte, nunca nos enfermamos. Cuando la iglesia descubrió que teníamos el don de “ver” nos... “perdonó” y desde entonces somos un instrumento para mantener al mundo de los demonios lejos de los seres humanos. No todos somos cazadores, solo los que deciden serlo o tienen la habilidad nata... algunos se limitan a mezclarse entre la gente y seguir con su vida y otros trabajan para la causa de la iglesia haciendo de espías, etc
_ Y el Consejo solo agrupa a los cazadores... - dijo Eldar reflexionando
_ Al principio si, pero luego se fueron uniendo otros clanes que tenían otros dones como la clarividencia y esas cosas - dijo Alex - el Consejo es como un conjunto de muchos engranajes y todos necesitan de todos, pero en realidad quien decide que cosa si y que cosa no, es la iglesia.
Eldar miraba a Alex con mucha atención y por primera vez no sentía rechazo por ella, mas bien estaba tratando de darle una oportunidad para conocerla.
_ Cómo es eso de las parejas - dijo
_ Todos los cazadores tenemos una pareja... de esa manera siempre tienes quien cuide tu espalda, los demonios son traicioneros y siempre atacan por detrás.
_ Si - dijo Eldar recordando su experiencia - Eso lo se bien... pero tú estabas sola hoy
_ Si, mi pareja fue alcanzada por una ponzoña de demonio y aunque se salvo del veneno ya no volvió a caminar - dijo apesadumbrada - ahora trabaja para el consejo traduciendo manuscritos antiguos y sigue algunas pistas de objetos robados al Consejo hace años.
_ ¡Fuerte! -exclamó Eldar
_ Y tú -dijo ella sin mirarlo - ahora serás mi compañero y no sabes nada de nada... aunque debo reconocer que tienes habilidades muy buenas
_¿Es un cumplido?
_ No - dijo ella volteando la cabeza para mirarlo de frente - Se lo que hiciste y te respeto, pero no me gustan los demonios
_ No soy un demonio - dijo el fríamente - No quiero serlo
_ No puedes evitarlo... está dentro de ti. Eres importante para el Consejo y para los demonios también.
_ No te agrado - dijo él con recelo
_ No
_Por lo menos eres sincera, tu tampoco me agradas me provocas ira -dijo con dureza en la mirada - no se por qué
_ Es tu naturaleza - dijo encogiéndose de hombros - Se que no eres totalmente un demonio pero gran parte de ti lo es, aunque debo admitir que eres el primer demonio de ojos celestes que conozco
_ ¿Te gustan? - dijo sarcásticamente abriendo los ojos lo mas que pudo
_En realidad son los ojos mas fríos que he visto y hay un fondo oscuro en ellos
_ Tal vez sea una demonio con cara de ángel - dijo burlón - No pedí ser perfecto
_ Eres arrogante y violento como ellos - dijo Alex indignada
_ Lo siento - dijo tratando de poner paños fríos - No puedo evitarlo... pero ya que estaremos juntos mucho tiempo - dijo resignado - trataré de controlar mis impulsos, no soy afecto a estar con la gente, me gusta estar solo.
_ Perfecto! -dijo ella cerrando los ojos - A mi también me gusta estar sola
Eldar se dio vuelta boca abajo nuevamente y cerró los ojos intentando dormirse, pero se sentía inquieto, aún tenía el celular en la mano y no dejaba de pensar en Lyra; ella era la única persona con la que le gustaba estar y daría cualquier cosa por que fuera ella la que estaba a su lado en ese momento. Alex lo ponía violento de una manera que no podía explicar, pensaba que ella era tan arrogante como él aunque de otra manera, ella era la mejor cazadora de demonios del Consejo y eso la ponía en un lugar que lo irritaba, no lograba entender este mundo fantástico al que había entrado y justo ahora le tenía que pasar que se enamorara de Lyra.
Tenía la sensación que estaba viviendo una pesadilla de la que no podía despertar; mientras se duchaba había descubierto que otra marca había aparecido en la cara interna de su muñeca derecha, pero no le importaba preguntar qué significaba y para tapara se había puesto una muñequera de cuero que tenía archivada por ahí, ya no quería saber mas nada de todo eso, sentía que cuanto mas sabía, mas se involucraba y eso lo agotaba; demasiadas responsabilidades en muy pocas horas, tenía ganas de volver a su vida normal, seguir estudiando abogacía, tocar la guitarra de ves en cuando y madurar su relación con Lyra, pero sentía que todo eso se escapaba como el agua entre los dedos. Estaba realmente agotado, le dolía cada fibra de su cuerpo como si hubiese corrido una maratón.
Por la puerta entreabierta de la habitación, se filtraba el susurro de la conversación que
Summum llevaba con Alma, pero Eldar estaba tan cansado que no tenía ganas de levantarse
a cerrarla y decidió cerrar los ojos y dormirse. No supo cuánto tiempo había pasado, estaba en ese transe en que el sueño se confunde con los sonidos de alrededor, cuando se sobresaltó con un ruido sordo dentro de la habitación; giró la cabeza hacía Alex y vio que estaba en la misma posición al borde de la cama con la espada aferrada sobre su pecho, se acomodó cambiando de posición para volver a dormir y casi saltó de la cama al ver que alguien entraba tratando de no hacer ruido e iba derecha a él. Sus ojos estaban ya amoldados a la penumbra de la habitación, así que de inmediato pudo reconocer a la persona que se dirigía a él.
_ Lyra - susurró sorprendido, mientras pasaba su mirada de ella a Alex - ¿Qué haces aquí?
¿Qué hora es?
_ Shh - dijo ella comenzando a subir en cuatro patas por los pires de la cama por encima de él - No pude esperar a verte._ Lyra ... es peligroso que vengas así
Eldar trató de incorporarse pero ella ya estaba sobre él, el pelo suelto y alborotado caía sobre su rostro como una cascada.
_Shh! -lo calló ella - solo quiero estar un rato contigo
_ Lyra...
Trató de decir algo mas pero ella comenzó a besarlo mientras que acariciaba su pecho por debajo de la remera. Al principio el beso fue suave, pero enseguida se tornó algo violento, Lyra se pegaba contra él y la mano que le acariciaba el pecho comenzó a meterse debajo del elástico de su pantalón pijama, lo que hizo que Eldar la apartara con suavidad para verla a los ojos.
_ Lyra... espera - dijo con la respiración agitada - No hagas esto
_ ¿Porqué no? - dijo ella intentando besarlo de nuevo
Eldar notó un brillo extraño en sus ojos, estaba rara, le recordaba a esas chicas rápidas con las que él solía estar cuando tenía ganas. De alguna manera le gustaba lo que ella intentaba hacer, pero no era el mejor de los momentos, Alex estaba ahí y ... ¿porqué no le había preguntado nada sobre Alex?. Se incorporó a medias con Lyra sentada sobre él, momento que ella aprovechó para besarlo nuevamente mientras que con una habilidad increíble le sacó la remera y la revoleó al otro extremo de la habitación.
_ Espera, espera... - dijo él entre agitado y consternado - Lyra esto no está bien... no debemos estar aquí... ni así
_ Tu amiga está profundamente dormida - le dijo ella al oído mientras que pasaba la lengua por su cuello
Eldar se estremeció de gozo, pero algo estaba mal, Lyra no era así; ella simplemente nunca había estado con un chico y su comportamiento era el de una chica que va directo al punto
sin pudor y eso lo confundía. Una alarma en su cerebro le decía que eso no estaba bien aunque lo volviera loco. Además estaba el hecho de que no le había hecho ninguna escena por Alex. Mientras que él trataba de ordenar sus pensamientos Lyra lo besaba apasionadamente otra vez y había logrado tumbarlo nuevamente y pasaba las uñas por su pecho provocándole un escalofrío.
_ Lyra.. Espera - dijo tratando de dominarse - Ya basta...
Pero Lyra seguía besándolo casi con desesperación, bajaba por su cuello hasta su pecho y con una mano le tapaba la boca para que no hable. Eldar la tomó de los hombros para detener la recorrida que ya iba por su estómago y con un esfuerzo enorme se incorporó con ella enredada con las piernas a su cintura. La expresión de Lyra era extraña, tenía la mirada encendida y todo en ella era sensual y atrevido. No era la Lyra que él conocía.
_ Basta Lyra - dijo tratando de recuperar el aliento
_ ¿No te gustan mis besos? - dijo ella pasándose la lengua por los labios
Inmediatamente se abalanzó sobre él besándolo nuevamente, lo hacía salvajemente mientras que le clavaba las uñas en la espalda.
_¿Qué pasa contigo? - dijo apartándola mientras miraba por encima de su hombro las líneas rojas que las uñas de ella le habían dejado
Ella bajó la mirada como avergonzada y dejó caer la cabeza de manera que todo el pelo cayó hacia adelante cubriéndole el rostro. Eldar exhaló un suspiro profundo y le tomó una mano suavemente, en ese momento le vino un sobresalto que lo paralizó: esa no era la mano de Lyra ella no tenía las uñas largas como garras, ni las manos tan huesudas. Le soltó la mano justo en el mismo momento que ella tiraba la cabeza hacia atrás dando un latigazo; al hacerlo el pelo que le cubría la cara pasó de estar suelto a formar una gran cola de caballo cambiando el color de castaño a negro ante los ojos desmesurados de Eldar. Todo sucedió tan rápido que no pudo reaccionar a tiempo y ella se abalanzó sobre él nuevamente. La que había pensado que era Lyra se había transformado en una mujer de rostro pálido de una belleza espectacularmente helada y los ojos tan celestes que parecían blancos.
_¿Quién mierda eres? - dijo desencajado
Ella no le contestó, solo se limitó a sonreír mostrando los dientes blancos perfectos y lanzándole un mirada gélida. Eldar forcejeó para deshacerse de ella y logró tirarse de la cama rodando sobre un costado, para levantarse luego de un salto.
_ No huyas de mi - le dijo ella en tono frío
Pero Eldar ya había tomado la Daga De Los Mundos que estaba dentro de un cajón de su
mesa de luz y la empuñaba con fiereza mientras que le gritaba a Alex que despierte, pero ésta ni se movía.
_ No hay razón para que te pongas tan alterado - le dijo la mujer - nadie te oirá, solo tú puedes verme, es tu sueño y nadie vendrá - dijo riendo.
Eldar estaba furioso, un sudor frío corría por su espalda y su aferraba la Daga con seguridad, estaba dispuesto a clavarsela a la mujer si se acercaba. Ella estaba parada al borde la cama y lo miraba sin moverse.
_ ¿Quién eres? -dijo entre dientes
_ Vine personalmente a decirte que en Argozz te estamos esperando - dijo ella serena - Mataste a mis mensajeros y eso no me gustó, pero te perdono... me gustas
_ Te mataré a ti también - dijo Eldar amenazadoramente.
Sus ojos estaban coronados de negro y una ira violenta le recorría el cuerpo, se sentía salvaje, la Daga De Los Mundos había adquirido un brillo azulino y el destello iluminaba la habitación. La mujer entrecerró los ojos en señal de que el brillo de la Daga le hacía mal, y dio un paso atrás buscando la puerta.
_ Nos volveremos a ver - dijo sonriendo - si no es por las buenas será por las malas... amor Eldar lanzó la Daga con fuerza hacia ella directo al corazón, con una puntería increíble que no sabía que tenía, pero antes de alcanzarla ella se esfumó con una carcajada y la Daga se clavó en el marco de la puerta con un sonido seco.
_ ¡Eldar!
La voz de Alex lo sobresaltó y se volteó de un brinco sorprendido. Alex estaba de pie, detrás de él, con la espada desenfundada en posición de ataque y llevaba la mirada de la Daga a él sin entender que pasaba.
Eldar se quedó inmóvil tratando de entender si estaba despierto o seguía dentro de la pesadilla.
_¿Qué pasó? - dijo Alex bajando la espada y acercándose a él - ¿Cómo te hiciste esto? -dijo señalando los arañazos que él tenía en la espalda encima del omóplato.
Eldar no le contestó, se dio vuelta y tomando la empuñadura de la Daga, tiró con fuerza para
desclavarla del marco de la puerta y se sentó en el suelo apoyando la espalda en el borde de la cama.
_ Eldar -dijo Alex poniéndose de cuclillas frente a él - ¿Estás bien?... Dime algo!!
_ Tuve una pesadilla - dijo aún empuñando la Daga con fuerza
_ Y esos arañazos?... Clavaste la Daga en la puerta... me sobresalte y pensé que nos atacaban.
_ Acostúmbrate - dijo él mirándola de frente - Mis pesadillas son mas que eso...
_ Relájate -dijo Alex advirtiendo el halo negro en los ojos celestes de él - Controla la ira... será mejor que vuelvas a la cama... me quedare despierta si quieres
La cabeza de Summum asomó por la puerta entreabierta.
_ ¿Está todo bien? -dijo mirando la Daga que Eldar aferraba
_ No se - dijo Alex - creo que alguien lo atacó en sueños
_ No es nada - dijo Eldar fastidiado - solo una pesadilla mas
Summum se adentró en la habitación y prendió la luz, Eldar rodeaba las rodillas con los
brazos y apoyaba la frente en el puño cerrado sobre la Daga, de esta manera dejaba al descubierto los arañazos que tenía en la espalda.
_ Al parecer muy real - dijo Summum señalando la espalda de Eldar
_ Si... -dijo Eldar recordando todo lo vivido en el sueño- muy real... hubiera jurado que lo era
_ ¿Quieres contarme?
_ Ahora no - dijo levantándose del suelo para tirarse en la cama boca abajo - necesito descansar
_ De acuerdo -dijo Summum - Alex...
_ Si - dijo ella - me quedaré despierta por si acaso
_ Estaré bien... solo dejenme dormir
Summum miró a Alex con cara de preocupación y luego se fue de la habitación en silencio. Eldar ya había cerrado los ojos, pero aún empuñaba la Daga con fuerza.
***
Los padres de Lyra se habían ido temprano a cenar con unos amigos y la habían dejado sola en la casa. Siempre le agradaba estar sola unas horas y escuchar música a todo volumen, pero esa noche se sentía inquieta, algo en la voz de Eldar la preocupaba y tenía ganas de escucharlo nuevamente y preguntarle si pasaba algo malo, pero a la vez no quería parecer pesada e indiscreta, todo era tan extraño y confuso que apenas si entraba en sus sesos. Después de comer algo ligero, trató de mirar un rato de televisión pero al cabo de un rato la apagó aburrida y decidió irse a dormir. Entró en su habitación y se tiró en la cama, no tenía sueño, la cabeza le daba vueltas pensando en todo lo sucedido y no podía pensar en otra cosa, todavía tenía la sensación de miedo dentro suyo, todavía sentía el suave contacto de la boca de Eldar sobre la suya, todo se mezclaba en un torbellino de cosas. Se levantó de un salto y sacudió la cabeza de un lado a otro dispuesta a dejar de pensar. Se encontró así misma frente al espejo que estaba en la puerta del placard y no pudo resistirse a hacer unas morisquetas y unas poses imitando a las chicas de las revistas de moda; sentía que era una chica mas del montón, no encontraba nada en ella que le gustara, era muy delgada para su gusto, no tenía lo que ella llamaba una buena delantera, su cabello caía llovido sobre su rostro, sus ojos eran marrones comunes y corrientes, todavía no hallaba la razón por la que
Eldar la había “visto” como le dijo. Pensó que de todas formas algo debería tener, tal vez algo que para ella pasaba desapercibido. Estaba en sus reflexiones cotidianas frente al espejo cuando advirtió que no había corrido las cortinas de la ventana, así que saltó por encima de
la cama y pegando la nariz al vidrio miró hacia la calle un momento antes de cerrar las
cortinas; la calle estaba casi desierta salvo por algún automóvil que pasaba de cuando en cuando, se preguntó si Eldar ya se habría ido a dormir. Cerró las cortinas con un suspiro y rápidamente se cambió la ropa que traía por un remerón largo hasta la rodilla que la hacía ver algo infantil. Se acostó boca arriba y apagó la luz, cerró los ojos tratando de dormir pero parecía como si tuviera un resorte entre sus párpados.
_ Lyra - se dijo a si misma - hoy no será tu noche ...
Prendió la luz nuevamente y miró el reloj en su mesita de noche: las doce y cuarto. Sus
padres seguro llegarían como a las dos. Se quedó un rato mirando el techo y se le ocurrió que
si leía tal vez le llegaría el sueño. Busco dentro del cajón de la mesita y sacó un libro de Stephen King, Johnathan y Las Brujas. Parecía a propósito, quería relajarse y no pensar y se le ocurría leer a King justo esa noche. Abrió el libro y comenzó a leer la página que estaba marcada.
“...Después subió en busca de la segunda bruja. Había una segunda cueva en lo alto. Ahí encontró a la segunda bruja. Estaba a punto de desear que pudiera ser asfixiada, cuando recordó que no podía ser asfixiada. Y antes que la bruja pudiese hacer otra cosa que echarle una fea mirada, deseó que fuera aplastada. Y ...”.
Un sonido como de batir de alas vino desde la ventana. Lyra dejó el libro y aguzó el oído tratando de ver por entre las cortinas. Algo se movía afuera, podía ver la sombra oscura por entre las cortinas. Otra vez alguna paloma tratando de entrar, no importaba que hiciera siempre estaban ahí molestando. Se levantó fastidiada dejando el libro que cayó al suelo y fue hacia la ventana. Descorrió las cortinas al tiempo que el corazón le daba un vuelco, no era una paloma, sino una especie de cuervo pequeño que la miraba
con dureza desde sus ojos rojos, mientras que agitaba las alas contra el vidrio. Trató de ahuyentarlo haciendo un movimiento con los brazos, pero en lugar de asustarse el pájaro comenzó a picotear con furia el cristal. Lyra dio un paso atrás al tiempo que un grito ahogado se atravesaba en su garganta. Miró para todos lados tratando de encontrar algo con lo que hacer frente al animal, pero no encontró nada, maldijo haberse olvidado de cerrar los postigones de madera que estaban del lado de a fuera de la ventana. El pájaro golpeaba con fuerza el vidrio y Lyra temió que lograra romperlo de tanto insistir.
_ Vete!! - le gritó asustada - ¡¡Maldito pájaro de mierda!!
El animal la miraba a los ojos, mientras que picoteaba con fuerza el vidrio que y a empezaba a astillarse. Lyra saltó del otro lado de la cama y comenzó a revolver el cajón de su mesa de luz pero no encontró nada, estaba lleno de cosas pero nada que le sirviera, metió la mano al fondo y sus dedos palparon un cilindro frió, la linterna que su padre le había regalado cuando se fue por primera vez a un campamento. Sacó la linterna y apretó el pequeño botón que la encendía y nada pasó, en la desesperación amagó con tirarsela al pájaro pero éste se enfureció mas. Estaba por descartarla y salir de la habitación cuando la linterna hizo un parpadeo y la brillante luz se reflejó en la pared junto a la ventana. Lyra apuntó con ella directo a los ojos del animal esperando encandilarlo. Milagrosamente el ave retrocedió dejando de picotear la ventana y esto animo a Lyra a acercarse mas sin dejar de apuntarlo a
lo ojos. El bicho chilló apartándose de la ventana como si la luz blanca le hiriera los ojos, aleteó un momento y luego desplegó las alas y se elevó desapareciendo. Lyra quedó inmóvil e incrédula, le temblaban las manos por el susto, el corazón agitado. Se acercó un poco más para ver si aún estaba allí pero no vio nada. Sin dejar la linterna abrió la ventana a toda prisa y cerró los postigones con fuerza. No podía creer lo que había ocurrido, el maldito animal parecía venir del infierno. Automáticamente la historia de Eldar se le vino a la cabeza. ¿Sería esto de lo que le hablaba cuando le dijo que tenía miedo por ella? Salió corriendo de la habitación y comenzó a cerrar todos los postigones de la casa con desesperadamente. No
sabía que hacer, estaba a punto de llamar a sus padres, pero pensó que le dirían que era una exagerada, que solo era un pájaro asustado o alguna cosas de esas. Lo segundo que se le vino a la cabeza fue llamar a Eldar, estaba muerta de miedo, ya comenzaba a escuchar ruidos por toda la casa. Fue corriendo atropelladamente hasta el teléfono y empezó a marcar los números frenéticamente, pero antes de marcar el último se detuvo.
_ Piensa Lyra - se dijo - No puedes llamar a su casa ahora... ya tiene demasiado de lo que ocuparse para que encima tu vayas a despertarlo para decirle que le tienes miedo a un maldito y estúpido pájaro!!
Trató de serenarse pero el miedo podía mas, si tan solo sus padres regresaran mas
temprano.
No quería retornar a su habitación, la imagen del ave se había grabado en sus retinas, así que se hizo un ovillo en el sillón del living y se quedó allí con los ojos muy abiertos y la linterna en la mano.
***
Eldar despertó sobresaltado y se sentó en la cama, el sudor corría por su espalda. Miro desencajado alrededor y vio a Alex mirándolo atentamente.
_ ¿Estás bien? - le pregunto
_ Lyra -dijo él saltando de la cama
_¿ Qué pasa con ella?
Eldar no la escuchaba, sin prestarle atención se lanzó sobre el celular y marco el número de Lyra. Llamaba, llamaba, pero nada. Miró la hora, eran las dos de la mañana, seguramente estaría durmiendo, rogaba que fuera así.
_ Eldar - dijo Alex acercándose - ¿Estás bien?
_ Lyra no me contesta - dijo exasperado - Algo está mal... puedo sentirlo
_ ¿Qué haces? - dijo Alex al ver que se ponía la remera a toda prisa.
_ Voy a su casa - dijo él ya calzándose las botas y poniéndose la campera. Ya estaba saliendo
de la habitación.
_ Espera - lo atajó Alex - no puedes salir así en medio de la noche solo por que no te contesta el teléfono
_ No tengo que pedirle permiso a nadie - le contesto entre dientes
Todo en la casa era silencio, Summum se había ido y Alma dormía en su habitación, sin hacer
ruido tomó las llaves de la moto y el casco y salió a toda prisa. Alex tuvo que apresurarse a salir antes de que él cerrara la puerta.
_ Ya que no podré detenerte iré contigo - le dijo decidida
_ Has lo que quieras
Eldar bajaba a grandes saltos las escaleras, pero Alex no se quedaba atrás, lo seguía de cerca
a toda prisa, llevaba su espada cruzada a la espalda y unas cuantas dagas cortas en la cintura ocultas bajo la campera.
El garage del edificio estaba desierto, Eldar le dio arranque a la moto y salió haciendo chillar la cubierta trasera, provocando una nube espesa de humo blanco. Alex hizo lo mismo con su moto y se pegó a Eldar lo mas que pudo para no perderlo. La casa de Lyra estaba a unas quince cuadras, en menos de cinco minutos Eldar ya estaba doblando la esquina. Apenas dobló vio las luces azules girando silenciosas, dos autos de policía estaban estacionados en la puerta del edificio de Lyra con las luces prendidas. Eldar detuvo la moto y miró un instante la escena, el pulso acelerado, un escalofrío recorrió su espina dorsal. Alex se detuvo a su lado justo cuando él picaba hacia la puerta del edificio. Ambos se detuvieron a unos metros de puerta bajo la mirada de dos policías que estaban parados junto a uno de los patrulleros.
_ Un momento- dijo uno de ellos - ¿A donde van?
Alex miró de soslayo a Eldar y luego al policía; disimuladamente se deshizo de la espada y la ató a un soporte de la moto.
_ Al primer piso - dijo Eldar sin detenerse
_ No pueden pasar! - dijo el policía avanzando hacia él que ya subía las escaleras.
Subieron los escalones de a dos haciendo caso omiso de los gritos del policía que subía con dificultad tras ellos.
La puerta de la casa de Lyra estaba abierta y otro policía estaba en la puerta.
Eldar arremetió directo a la puerta llevándose por delante al policía que intentó detenerlo. La casa estaba toda revuelta, había cosas tiradas por todos lados, la ventana del living estaba destrozada, había vidrios por todas partes. La madre de Lyra estaba sentada en el sillón y un policía anotaba lo que ella decía. Cuando Eldar entró, la mujer cruzó la mirada con él y se levantó del sillón de un salto.
_Eldar!! - exclamó abrazándolo - Se llevaron a Lyra!! Se llevaron a mi hija, la secuestraron
El policía que perseguía a Eldar se detuvo al ver que la mujer lo conocía y dio un paso atrás
tratando de recuperar el aliento.
Alex quedó parada detrás de Eldar guardando distancia y recorriendo con la mirada todo el departamento.
Eldar quedó tieso en su lugar, escuchaba los llantos de la madre de Lyra como si provinieran
de un tuvo de ventilación, vio al padre salir de la cocina con un vaso de agua y quedarse allí parado en silencio. Todo parecía pasar en cámara lenta, todo sus miedos se habían hecho realidad en un segundo. Algo le atravesaba la garganta dolorosamente, no encontraba palabras para decir, solo estaba allí parado con los músculos tensos. La mirada mas oscura que de costumbre y una ira inmensa que iba creciendo en su interior.
_ Entramos y encontramos todo así -decía la madre de lyra - y Lyra no estaba...
_ ¿Lyra estaba sola? - pregunto Eldar incrédulo
No podía creer que la hubieran dejado sola y que ella no le hubiera avisado.
_ Si - dijo el padre de Lyra cabizbajo - Solo salimos unas horas... no creímos...
_ Yo la encontraré - dijo Eldar con voz gélida
_ Qué sabes ? - pregunto uno de los policías
_Lo mismo que ustedes - dijo Alex adelantándose a Eldar
_ ¿ Quién eres? - preguntó la madre de Lyra
_ Una amiga de Eldar - dijo Alex mirando a Eldar fijamente
Pasaron los minutos tan lentamente que Eldar pensó que los policías nunca se irían, andaban por toda la casa revisando las cosas del suelo y sacando fotos. Por fín comenzaron a retirarse y un policía se acercó al padre de Lyra y le dio una tarjeta y después de decir algo que Eldar no prestó atención salió de la casa sin decir nada mas. Transcurrieron unos minutos tensos antes de que alguien dijera una palabra. Alex aprovechó para acercarse a la ventana e inspeccionar unas marcas que le llamaban la atención.
_ No se que hacer - dijo la madre sollozando
_ Tenemos que esperar a que la policía investigue -dijo el padre abrazando a la madre para consolarla.
Eldar daba vueltas por el living, había un olor extraño que de alguna manera le era familiar, una mezcla de basura ácida con azufre. Una linterna estaba tirada a un costado del sillón; Eldar se agachó para levantarla y observó que el piso estaba salpicado de algo viscoso y negro.
Alex, que estaba registrando la casa disimuladamente se acercó a Eldar y le hizo una seña para que se fueran, necesitaba hablar con él a solas. Él solo la miro de reojo y se arrodilló frente a la madre de Lyra con preocupación, una culpa gigantesca crecía dentro de él, pero no podía decir nada de lo que sabía.
_ Se como se sienten - dijo sin saber que decir en realidad - Haré lo que sea necesario para encontrarla... lo prometo
_Creo que deberíamos dejarlos tranquilos - dijo Alex - No podemos hacer nada ahora.... la policía ya se está ocupando.
_ Eldar... - la madre de Lyra se aferraba a su brazo con desesperación - ¿Conoces a alguien que pudiera tener problemas con Lyra?... Ustedes siempre están juntos y Lyra... ella estaba algo rara ayer... incluso hoy cuando la dejaste aquí
_ No - mintió y se odiaba por eso - Trataré de averiguar algo... cualquier cosa que surja les pido que me avisen...
_ Si... por favor.... trata de averiguar lo que puedas - dijo el padre - nosotros estaremos aquí por si la policía nos necesita
_ Vamos -dijo Alex - Es tarde...
Eldar se levantó con pesar y se quedó un momento dándole vueltas a la linterna que había recogido del suelo.
_ Eldar - dijo de pronto la madre - ¿Por qué estabas aquí a estas horas? Alex y Eldar intercambiaron una mirada.
_ Solo pasé por aquí - dijo tratando de que su desesperación interna no lo delatara - Cuando vi la policía me di cuenta de que algo pasaba
_ Ah... dijo la madre con tristeza
_ Bueno - intervino Alex impaciente - ¿Vamos?
Salieron de la casa en silencio y una vez que estuvieron en la calle Eldar se apresuró a subir a la moto, necesitaba salir a buscar a Lyra, necesitaba encontrarla y saber que estaba bien. Alex le tomó la mano antes de que pudiera darle la vuelta a la llave para arrancar la moto. Él clavó sus pupilas celestes y heladas sobre los dedos de Alex y luego la miró directamente a los ojos. Ella sintió un escalofrío, la mirada de Eldar era congelada y oscura, otra vez el halo negro alrededor del celeste de sus pupilas, el demonio asomaba por ellos con fuerza.
_ ¡Mierda Alex!!
_ Espera -le dijo - hay rastros de demonio por toda la casa.
_ Lo se - dijo él con rabia
_ Lo que viste junto a la linterna es sangre de demonio, también había de esa cosa en la ventana... sea cual fuera el demonio que se la llevó, ella lo hirió de alguna manera.
_Lyra no tiene ni idea de demonios ni de todo esto ... no está preparada... ni siquiera yo lo estoy - exclamo él entre dientes y respirando profundamente. Otra vez sentía ese calor correr por dentro de sus venas como algo ardiente que lo quemaba, pero ésta vez supo que era furia, una furia que no podía controlar y que de alguna manera lo hacía sentir mas fuerte.
_ Tengo que buscarla - dijo él en una alarmante calma
_ Y dónde la buscarás? - dijo ella tratando de hacerlo pensar.
Eldar se quedó un momento inmóvil y luego todo su cuerpo se aflojó, cayendo en la cuenta de que en realidad no tenía idea de dónde comenzar a buscar.
_Creo que deberíamos ir a tu casa y hablar con Alma - dijo ella serena - tal vez ella pueda ayudarnos, también hay que llamar a Summum y alertar al Consejo.
Eldar dejo escapar un suspiro de resignación , Alex tenía razón aunque odiara admitirlo. Ella
seguía alterando su humor de una manera irracional.
belu1973
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