The divide | colectiva.

Capitulo 002

Primero las bombas, después el idiota ♙

No recuerdo que fue lo primero que me despertó, los llantos de Copeland o las fuertes explosiones que sonaban afuera de mi ventana, no lo pensé dos veces y me puse de pie, tenía una pañalera abierta en la que metí todo lo que pude, pañales, mamilas, comida y ropa, así baje las escaleras.
La puerta que daba salida está bloqueada por muchas personas que intentan salir, temo por mi pequeña hija que está dormida en mis brazos, justo cuando siento que ya es muy tarde alguien toca mi hombro, mi vecina Crista, la cual me hace señas para que la siga, pienso en mi hija y lo hago. Ella nos saca a mí, a mi hija y a otros dos jóvenes, haciéndonos entrar en un refugio, lamentablemente ella cae por las escaleras y se desmaya.
Todos nos quedamos viendo a la joven Crista, ahora tendida en el suelo inmóvil. Personas comienzan a discutir sobre si está muerta o no, un señor viejo comenta que sería mejor sacarla, cosa que molesta a uno de los jóvenes.
—Simplemente puede estar desmayada, no lo sé, solo tendremos que esperar. — esto parece apaciguar el ánimo y el joven que se había molestado antes se la lleva en brazos a una cama. Yo les entrego una pequeña manta de terciopelo que llevaba en la pañalera, ella la necesitaba más que Copeland.
Todos nos quedamos solos en lo que se puede llamar sala, un hombre canoso y de olor extraño se acerca a mí con lo que parece un cigarro en su mano.
— ¿Le podría pedir que no fume cerca de mi bebé?
— ¿Quién eres tú para decirme a mí que hacer?
— ¿Puedes dejarla en paz? no te hizo nada — un joven de muy alta estatura se coloca ente el señor y yo
— ¿Tu qué crees? Su bebé va a consumir mucha comida, no podemos permitirnos eso, yo opino que las saquemos.
— Eso lo vas a hacer sobre mi cadáver — el mismo joven habla sin darme espacio para expresar lo que pienso, el señor nos deja solos y él se voltea a verme — ¿Estas bien?
— Si, muchas gracias por eso.
— No te preocupes ¿Para qué están los vecinos? Soy Jordan por cierto.
— Arabella. — no nos decimos nada más y me siento en el suelo aun con Copeland en brazos.
Abro la pañalera y saco de ella una mamila, agua y leche en polvo, todo para que mi pequeña pueda comer. Todos comienzan a discutir sobre el que va a pasar, pero yo prefiero entretenerme para ver a mi bebé, alguien toca  mi hombro y yo volteo inmediatamente. Clara.
— Hola Bella ¿Cómo te encuentras el día de hoy? — pregunta sonriente como siempre.
— Se puede decir que he tenido mejores días. — sonrío y ella copia mi acción. Ninguna de las dos dice nada, solo nos dedicamos a ver como Copeland bebe su mamila.
***
El chico de nombre Adrien, fue el encargado de cargar a Crista hacia el cuarto, el mismo que fue a despertarla pasado un momento.
Justo cuando este desaparece, Jordan se sienta a mi lado
— Es el refugio de Mickey — dice en voz baja.
— ¿Quién es Mickey?
— El hombre con cara de enojado que estaba fumando cerca de ti. — todo se volvió a quedar en silencio y Crista apareció seguida de Adrien. El idiota que se hacía llamar Mickey, comenzó con comentarios fuera de lugar hacia Crista, yo solo ruedo mis ojos y miro hacia otra parte. Después de eso el hombre decide enseñarnos el lugar, que aunque no es muy grande es lo suficiente para todos nosotros.
De nuevo nos conduce hacia el salón central donde nos sirven de comer, en realidad son los mejores frijoles que he comido, de todas maneras no dejo que mi hija los coma, después de todo yo cambio los pañales.
Terminando la cena, nos indica con quien nos toca dormir, al parecer voy a dormir con Adrien y Jordan, por lo cual no me puedo quejar. Entramos al cuarto y Adrien se queja por tener que dormir con el bebé.
— Va a llorar toda la noche, yo necesito mi sueño de belleza — dice en tono de broma.
— La verdad no va a llorar, ya cumplió los dos años, por lo cual no te tienes que preocupar — le guiño el ojo como contestación.
— Déjalo, aquí el bebé es él — dice Jordan tirándole lo que creo es una almohada.
— Solo díganme que ninguno de ustedes duerme desnudo, porque si no los mando al pasillo.  
— Demonios mujer, tu eres exigente, me compadezco de ti pequeña, no sé lo que sería crecer con ese monstruo como mi madre — dice dirigiéndose a Copeland la cual solo ríe y lo besa. — Ven alguien me aprecia, tu dormirás conmigo esta noche.
— O tal vez solo piense que eres gracioso, ven vamos a salir para que estas dos se cambien. — dicho esto salieron del cuarto cerrando la puerta a su espalda. Un poco después entro Clara, con los ojos rojos.
— ¿Qué tienes? — pregunto acercándome a ella.
— Solo tengo miedo, es decir ¿es normal no?
— ¿Qué tener miedo al fin del mundo? Si, muy normal. — ambas reímos y me ayuda a cambiar a la niña, ella sale del cuarto. Poco después entran Adrien y Jordan.
Veo guitarras a mi alrededor.
— ¿Son músicos?
— Prefiero el término, estrellas no reconocidas si no te importa.
— Lo que el idiota de Adrien quiere decir es sí.
— ¿Tocarían algo?
— Tal vez en otra ocasión — dijo Jordan con un guiño.  

hi:

Capitulo 003

el destello que pasan por mis ojos, son las bombas, estamos en peligro. ♙

No sabía bien que había pasado, siempre fui un poco sensible con temas como estos. Recuerdo perfectamente cuando en esos momentos de tranquilidad uno se pone a pensar si existe el tal "fin del mundo" y posiblemente ahora lo estamos viviendo. Me concentraba en acomodar la comida, sabiendo que era poca, tuve cierto cuidado con ella. 
Sólo pienso cuando se escucharon bombas, más fuertes que las de Vietnam, golpes secos, era terrible. La gente corriendo, crees que vas a morir en un edificio tan alto como esté, en cualquier momento caía. Pero desde la ventana, veías como los edificios se derrumban, como la gente se mataba entre sí, como los autos caían al vacío, todo, todo podías divisar. No podía quitar nada de mi mente, los gritos de la gente, se me hacía una película de terror, pero lo que habíamos vivido no era nada comparado con una cartelera de cine, y nos venía lo peor. 
Me acerqué hacía los chicos del grupo, quienes no quitaban su mirada de la puerta que estaba cerrada, más que bloqueada, eso me daba la idea de que estábamos en peligro. Pero aún así noté la mirada de otro chico, no tenía esa típica expresión en el rostro cual da impresión a que vio un fantasma, sino que traía pegado los ojos a las bombas que se veían desde las ventanas. Antes obviamente pasé cerca de los chicos por si querían comer, a pesar de todo lo ocurrido me sentía cómoda trabajando como lo hacía antes. Y sí, llegó el turno de tocar su hombro, para saber, por lo menos, su bienestar.

—Mmm.. ¿Francis?—le pregunté sólo para atrapar su atención.
—¿Cómo sabes mi nombre?—me dijo seco y frívolo, tan rápido que apenas te daban las ganas de responder.
—Oh bueno, tu tío me lo dijo.—tartamudeé un poco al responder así de simple.
—Veo.—dijo y sacó de su bolsillo un encendedor, de esos con sólo levantar la tapa se enciende, zippo pienso, tal vez así sea el nombre de el objeto. Francis enciende el pequeño zippo y acerca el fuego a mi cara, lo cual logra confundirme más. —Así quedaremos, hechos fuego, fuego ardiente, ¿lo sabías?—me dijo poniendo sus ojos al fuego mientras que los míos chocaban entre si. Asiento con la cabeza un poco tarde, había logrado atraparme pero fue así como si nada que prendió un cigarrillo y se fue a una de las habitaciones de adentro, quién sabe a qué.

Vi como las personas se atacaban entre si. ¿Qué hacía viendo algo que me lastimaba? Sinceramente no lo sé, sólo no tenía nada que hacer, nada y no me llevaba tan bien con los del grupo como para socializar. El día seguía, de hecho se suponía que nuestra vida iba a terminar así, seguía y seguía. No pensé en Francis, el sólo se había ido, y lo único que me quedaba por hacer era seguir observando el catástrofe de afuera. Sentí que él volvía del cuarto un poco frustrado, fue a pedirle a una chica que parara a su bebé. No veía lo malo de ver a un bebé llorar, en la condiciones que estábamos, era posible que llorara pero eso a Francis le molestaba mucho. Él es una persona un poco molesta, al igual que su tía, ambos son la misma persona pero en distinto lado cronológico. Se ve que el novio de aquella chica, asumo, se molestaba por la actitud de Francis, lo cual es obvio porque, quién no se molestaría por alguien que fuma todo el jodido día en tu cara.

—Sólo quiero que callen al bebé, sólo eso.—dijo ya frustrado frente al chico con quien discutía.
—Pues créeme que no es nada fácil.—
—Calla al maldito bebé, por favor.—y fue así como comenzó una pelea entre ambos jóvenes. Yo sólo procedí a meterme a una habitación, no había nada más que odie que las peleas.

Y aquí estaba, en una habitación, acostada en dicha cama, donde podía escuchar los gritos provocado por la pelea, se había vuelto más grande, más grande que el sentimiento de querer salir de acá. Tapé mis ojos con una mano y respiré hondo, tratando de olvidar momentos como estos. Con la confusión alta, Francis entró bufando al cuarto y se sentó en la cama, cerca mío.
—Quiero que pidas perdón por mi.—
—¿Disculpa?—
—Quiero que le digas a aquel joven y a su chica que lo siento.—
—No puedes manipularme sabes.—

hi:

dale dale trama jfnkbjd.