Champagne Supernova

Necesito escribir.

Lo bonito de escribir es que por un segundo dejas de sentirte la persona más desgraciada del mundo. Puedes crear lo que sea con quien sea y cuando sea solo con tu mente. Tu misma inventas el principio, pero también el final de la historia, y eso te da un poder inmenso. Un poder que sabes que solo puedes utilizarlo tu, y que nadie puede arrebatartelo. Ninguna persona puede hurgar en tu cerebro y juzgarte por las cosas que piensas o apoyas.
Es una libertad infinita, que se acaba cuando abres los ojos y no puedes pasar nada de lo que has imaginado en la vida real. Aunque sí en papel, para compartirlo contigo mismo o con personas que aprecian tu punto de vista y lo respetan. El problema es que no encuentro a esas personas, y me siento como si fuera de otro mundo. Incomprendida. No tengo a nadie con el que hablar. Por eso es mejor quedarme sola, mirando a la nada y esperando a que mi mente me absorba de este mundo cruel y confuso.

Me gusta pensar en que hay algo, más allá de todo lo que creemos posible. No hablo de un Dios omnipotente, hablo de algo que ni si quiera la imaginación humana puede crear, ni la inteligencia puede comprender.