Supernatural | N.C

"Resurgiré de mis cenizas", y lo hizo. ♙

La música sonaba alrededor envolviendo el ambiente pese a que estaban fuera del local, por lo que el volumen no era elevado, ya que las grandes puertas de metal impedían el paso total de las ondas sonoras. Al entrar el chico se quedó sorprendido por la masa de gente que había "¿Se supone que debo encontrarlo aquí?" se pregunta a si mismo Dean para luego empezar a adentrarse entre la multitud.

Mientras tanto una joven de cabello moreno, largo y ondulado se abría paso ante la gente hasta llegar a la persona que buscaba por lo que cuando la encontró no dudó en sonreír para si misma. Se acercó a él segura de sí misma y empezar a coquetear con el suso dicho, él no dudaba en seguirle el juego por lo que único en lo que pensaba era lo deliciosa que era ella y su sangre aún que también en su potencial para pertenecer a uno de los suyos.
Dean que consiguió encontrar a su objetivo corrió a intentar atraparlo antes de que alguien pudiera salir herido, pero fue un intento fallido ya que para cuando había llegado él chico se la había llevado por la parte de detrás de la discoteca.

Afuera hace frío, la aglomeración de dentro proporciona un calor humano bastante elevado por lo que da diferencia si eres humano te congela. El chico le miró con sus ojos azules penetrantes para luego cogerla bruscamente por la cintura para atraerla hasta él y comenzar a besarla, dejó ver sus colmillos antes de proceder a su cuello pero acabó topándose con un objeto metálico en su abdomen.

— ¿Te sorprende? —le pregunta con una sonrisa— si, efectivamente me estarás maldiciendo por clavarte esa daga cubierta de sangre de muerto —dice introduciéndole más hondo el objeto— Oh, que mal educada soy no me he presentado. Soy Katherin y bueno tu eres Valdemir, eso ya lo sabía.
— Puta —le grita pese a estar agonizando.
— No deberías decir esas cosas, me alaga que lo pienses pero no me dedico a esa profesión, aun que bueno eso ya lo estás comprobando —dice para luego sacar un largo y grande cuchillo— ¿Últimas palabras?
— Vete al infierno —le responde causándole gracia a la morena.
— En ese caso ya me contarás como es —dice para después proceder a su decapitación, tirando la cabeza y el cuerpo al contenedor para luego regalarle un poco de fuego eterno.

Katherin pudo oír como alguien salía, pensado en que sería alguno de los suyos recogió rápidamente sus cosas y saliendo corriendo. Dean al salir pudo ver las llamaradas provenientes del cubo y como el cuerpo —partido por la cabeza— se carbonizaba, de ella solo pudo observar como se alejaba con sus botas militares y bolsa negra. En cierto modo maldijo el hecho de que habían cubierto su caso y había malgastado la gasolina. Pero encontró algo que le dejó con la piel más pálida de lo normal; Un carnet de identidad.

— ¿Britt?


La chica había salido del bar, su compañera cerró la puerta y ella esperó a su cita, se puso la chaqueta vaquera encima de su uniforme de trabajo, el vapor salía de entre sus labios. Miró su reloj impaciente, habían pasado los primeros quince minutos.
A la media hora no lo dudó y empezó a hacer camino hacia su casa, los callejones parecían más oscuros pero eso no le daba miedo. Pero luego empezó a sentir como si una sombra oscura le persiguiera, su paso lo aceleró comprobando que efectivamente le perseguían, después pasó a correr pero algo le agarró trasladándola a un lugar oscuro.

"— ¿Si? —preguntaba la voz por el teléfono.
— ¡Dean, Dean necesito ayuda. Por favor ven!
— Britt, tranquila. ¿Dónde estás?
— No lo se. Es un lugar oscuro, bajo tierra, cr-creo que veo una ventana —decía ella con el pulso acelerado y como las lágrimas caían— Está aquí, oh dios mio. Por favor encuentrame. "

El plan iba a ser sencillo mientras uno entraba por la puerta principal de la casa abandonada, otro entraba por la parte de detrás en el sótano. Sam se adentró cautelosamente encontrándose el primero con el fantasma, al mismo tiempo Dean soltaba a la chica de la cuerda que le mantenía las manos atadas y la boca cerrada dicéndole "corre y vete" antes de acudir a la ayuda de su hermano. La lucha fue fuerte, el espíritu parecía ser fuerte y resistente pero cuando el alto fue a dispararle este desapareció. Un grito les atentó de lo que estaba pasando; había encontrado a la chica.
Corrieron a través del bosque en busca de ambos cuando lo encontraron le dispararon con la bala de sal haciendo que desapareciera, pero ya era demasiado tarde, el cuerpo de la chica estaba sin vida sobre la hierba mojada. Ahora lo único que debían hacer era quemar los restos.


— Es imposible —se volvía a repetir por enésima vez mientras conducía su coche— Ella está muerta.

¿A caso es posible que la misma chica que conoció meses atrás estuviera viva o es que era una persona completamente distinta?