Bohemian Loneliness. {one shot.}

Con la última esperanza de la liberación que representaba la muerte, Abrielle hizo un corte más; creyendo que si lo hacia lo suficientemente profundo, el dolor desaparecería al punto del placer. Así que lo hizo, y con la ultima gota que pudo percibir brotando de su muñeca, selló la carta que con tanto esmero y desgaste había escrito.

«Soy Abrielle Kauffman, veintidós años, y soy suicida.
Cliente de psiquiatría desde los diecisiete. Carezco de atención social, aunque busco la soledad de cualquier modo. He desarrollado en el tiempo un odio exquisito por cualquier otro ser humano. El vacío dentro de mi durante tanto tiempo ha superado el pequeño asentamiento de esperanza que suponía una mínima parte de mi ser. Ésta no es, por supuesto, la primera vez que he intentado acabar con mi vida. Tampoco la segunda, ni la tercera. Desafortunadamente, en ocasiones anteriores, siempre existía esa chispa de vida que aun se posaba dentro de mi y me empujaba  a detenerme. Pero se ha esfumado ya, y de el no queda más que cenizas y destrozos. Tengo un hoyo negro por corazón, que poco a poco ha absorbido el resto de mi ser, para convertirme a mi completamente en una sirviente de sus deseos. Deseos de sangre y dolor.

¡Y es que no hay mejor sentimiento que el de poder controlar tu propio dolor!
Abrielle Kauffman es ahora el cuerpo que no posee un alma, sino un vacío que controla sus acciones. Verás, llevo demasiado tiempo sin amar a nadie, y sin que nadie me ame. Tanto tiempo que es comparable con una vida. ¡Por eso Suid me ama y ama por mi!
¿Quien es Suid, te preguntarás? Suid vive dentro de nosotros. Y todos le llaman de formas diferentes. "Suicidio" en español. "Suicide" en inglés. "Mortem sibi conscivit" en latín. "Samobójców" en Polaco. ¿A quien le interesa en realidad?
Ella resuelve tus problemas de una forma rápida, e indolora si entregas todo a ella. Pero todo tiene su precio, no te dejes llevar. Ella pide pequeños beneficios a cambio de la gran ayuda que esta haciendo por ti. Beneficios de sangre, sudor y lágrimas que son su riqueza. Pero cada una de ellas, vaya que valen la pena.
Y hay un ultimo pedido que ella hace, algo que demostrará tu devoción al punto máximo del amor. La misma razón por la que ella llego a tu vida: La liberación, de un cuerpo cansado y aturdido, un alma cansada de un cuerpo tan inútil,  con cicatrices de toda clase. Y lo único que debes hacer, es escucharla. Escuchar su llamado.
Y yo he cumplido con él. Ahora mismo, ella y yo nos reuniremos y mi pasado se desvanecerá junto con mi recién llegada gloria. Una historia que nadie más que yo recordará.»

Abrielle Kauffman fue encontrada yaciendo en el sillón del recibidor de su casa. Muerta.  Después de que su vecina, una mujer de treinta y seis años, tocara a su puerta hasta el cansancio sin obtener respuesta. Ella estaba al tanto del agujero constante que constituía la vida de Abrielle, y no le tomo dos segundos más hacer la llamada definitiva.

El funeral de Abrielle nunca se llevo a cabo. Con sus padres y familiares más cercanos o bien muertos o bien a cientos y cientos de kilómetros de distancia, al punto de que muchos no llegaron enterarse, nadie se hizo cargo del evento.

No es una historia en particular especial. Ella toma una víctima cada que se le presenta la ocasión. Las mentes aturdidas y saturadas, y las almas cómplices del dolor le resultan exquisitas. Recuerda bien los pocos pasos a la liberación, la libertad de tus cadenas y ataduras a éste mundo están tan cerca como tan profundo claves esa navaja en tu piel, tan profundo que perfore tus venas y destruya tus músculos. Te estás haciendo un favor.